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Argentinian Post -

Politics Journal

N°1 Octubre 2018

Mar del Plata

Argentina
La falopa es pariente Veinte años de post- Nuestra única
del realismo mágico, politica nos han dejado salvación es la
pero a diferencia de con pocas ilusiones. Sin posibilidad de
este, presupone el embargo, hay muchos que viralizar nuestro
triunfo del todavía son marxistas. mensaje mediante el
neoliberalismo y la Para ellos llega esta desarrollo
revolución de las nueva actualización, productivo del
telecomunicaciones. La proveniente del profundo tecnomercado. Ser
falopa, liberada de la abismo informático. absorbidos por el
ilusion revolucionaria e mismo como elemento
intoxicada por la dañino, como cuerpo
velocidad de los flujos extraño. Nuestro
financieros, viaja mucho objetivo final:
más lejos que su ¿provocar el vómito
antepasado. Las elites del mercado? SI pero
han transformado la sólo para mejorar
protesta y la rebeldia con ello su sistema
en otra parte del ciclo inmunológico. Ser el
económico. Y nosotros vómito producto del
hemos pasado de ser vértigo que causa la
ciudadanos a ser aceleración.
consumidores.
No esta
maldito
quién
pelea
por Facundo
Borealis

a la memoria
de Mark Fisher
Corría el año 1990 y yo sólo pensaba en
una cosa: recibirme... y Anita. Tenía 23 años,
pero pude apresurarme porque mis padres me
mantuvieron mientras yo estudiaba. Mi viejo
era contador y mi madre ama de casa. Tanto
mi hermano mayor como yo fuimos a la UADE;
él a estudiar contaduría y yo marketing. Éramos
una familia funcional y proactiva, pero admito
que en esa época atravesé un bajón, algo así
como una crisis existencial. Estaba cansado de
la vida cotidiana, algo me sopesaba, y por ello
decidí buscar nuevos rumbos. Fue así como me
enamoré de una estudiante de filosofía: Ana
Rubio.

Anita, como le decíamos todos, no era


un minón infernal ni nada por el estilo. Incluso
era bastante fea. Tenía algo de sobrepeso, rulos
larguísimos inflados por la humedad porteña,
anteojos culo de botella (que les recuerdo, en
esa época no estaban de moda) y se vestía
como pordiosera. De algún modo, sin embargo,
logró seducirme dado mi estado efímero de
debilidad. Hablaba de las típicas pelotudeces
que hablan los zurdos, de Marx, Perón, Eva, de
la plusvalía, pura marcha y corte de calle. En
fin, algunos suelen decir que cuando uno está
por recibirse le agarra un miedo extraño, capaz
por el fin de un ciclo, quizás porque sabe que
a partir de allí deberá enfrentarse al mundo del
trabajo, que es azaroso e injusto. Comprendí
que no había vivido la vida como hubiese
querido y la adultez me la iba a arrebatar en
un pestañar, por ello hice todo aquello que no
pude en aquel año. Recuerdo con algo de
nostalgia, los momentos en que pasaba a buscar
a Ana y fumaba marihuana con sus amigos de
partidos socialistas. Siempre tenía ganas de
mandarlos a la mierda, pero cuando fumaba me
ponía más tranquilo, como que no me
interesaba confrontar. En ese estado éramos
todos amigos y no había nada por lo que
enojarse o competir. Ahora entiendo a los
zurdos: lamentablemente, el capitalismo y la
vida es competencia, y si ellos viven fumando...
Bueno...
Mis padres, obviamente, creyeron que me
habían perdido. No sabía cómo explicarles que
iba a terminar de todos modos mi carrera,
quizás atrasándome un año más a lo sumo.
Quisieron dejar de pasarme plata, incluso
echarme de casa, pero su conciencia los
traicionó. Se sentían muy mal de hacerlo y por
ello no pudieron. Por suerte, todo terminó
cuando descubrí que Anita me engañaba con
uno de los sucios esos, de haber seguido con
ella hoy capaz estaría durmiendo en la calle.
Pero esto que cuento es sólo el contexto,
recuerdo también que en esa época llevaba yo
una furia interna casi indescriptible ¿por qué
alguien tan joven andaría tan enojado? Juraría
que cualquier cosa me ponía iracundo y, por
estúpido que parezca, lo más irritante que viví
fue la final de Italia 90 ¡Como nos cagaron en
ese partido! A su vez, antes de conocer a Anita
yo era un férreo defensor de Eduardo Angeloz.

En realidad, la política no me interesaba


ni me interesa, sólo que en mi familia siempre
fuimos antiperonistas. No sólo ganó el turco su
primera elección en 1989, sino que nos
vacunaron los alemanes 1 año después. Por
suerte pude sentar cabeza, recibirme y casarme
con otra mujer, digna de ser esposa y madre.
Hoy en día las cosas marchan excelente. En
parte, fue gracias a que mis padres pudieron
pegarme un corto en la nuca y mandarme de
vuelta a estudiar. Pero yo también tuve mérito,
estudié, me recibí y pude desarrollarme en mi
laburo sin que nadie me regalase nada. Es por
eso que la política ya no me interesa. Gane
quien gane hay que trabajar igual. Sin
embargo, la anécdota que ahora les voy a
contar no me la olvido más.

En el insoportable invierno de 1990, un


9 de julio, yo estaba yendo a la casa de Anita,
cuando se me ocurrió atravesar una calle
intransitada. No podría decirles hoy en día por
donde fue que pasé, pero llegando a la mitad
de la misma observo a un vagabundo arrojado
sobre un banco de piedra, casi que agonizante,
siendo probablemente el futuro almuerzo de
una bandada de palomas.
De golpe, el hombre se da la vuelta y me mira
de reojo durante varios segundos, como
marcando mis pasos. Al instante yo dejé el
contacto visual, pero mi destino ya estaba
anunciado. Presentí aquella figura, primero en
forma de sombra, acercándose lentamente. Me
silbó la oreja y mis manos comenzaron a
humedecerse. Aún sin un alma por las calles, el
sujeto se me pone al lado y me dice al oído,
susurrando.

-- Feliz día de la patria.


-- La patria está muerta. - Le respondí, aún no
sé por qué.
-- Y nosotros la hemos matado. - Prosiguió él.
-- No tengo nada. - Le aclaré, estúpidamente.
-- No busco nada más que tu tiempo. - Me
volvió a responder, con un tono pasivo-
agresivo.
-- Mirá, todavía no te tengo. No sé si me
querés robar o si sos como alguno de los
amigos de mi novia. O las dos cosas.
-- ¿Amigos de tu novia?
-- Sí, mi novia estudia filosofía.
-- ¡Ja! ¿Cómo se llama? Capaz cursó conmigo,
yo soy licenciado. ¿Te sonó la frase de
Nietzsche?
-- No sé de qué me estás hablando. - Le
respondí, luego de mirarlo en silencio por un
largo rato, ese tipo no podía tener ningún
título.
-- ¡Dios ha muerto, y nosotros lo hemos
matado! Pensé, estúpidamente, que lo de la
patria me lo dijiste por eso.
-- ¿Y qué voy a saber yo de esa frase de
Nietzsche?
-- Bueno, tu novia estudia filosofía. Capté la
cercanía, pero se ve que la capté mal. ¿Tenés
un cigarrillo?
-- No, no tengo. ¿No era que sólo querías mi
tiempo?
-- Y ya lo estoy teniendo. Me lancé a más,
disculpá mi impertinencia ¿Qué te tiene tan
enojado maestro?
-- ¿Vos sos estúpido?
-- Muy inteligente no debo ser. Pero, ¿por qué
preguntás?
-- No, si es obvio que sos estudiante de
filosofía. De esos que creen que el fútbol
manipula a la gente y esas pelotudeces.
-- ¡Ahhhhh! ¿Estás enojado por el partido?
JAJAJAJAJA – Subrayo aquella risa, puesto que
fue estruendosa y violenta, sigo sin entender
porque nadie se aparecía por la calle. Pero eso
ya se veía venir. ¿No sabés que estamos
malditos?
-- No, lo que sé es que nos cagaron.
-- Sí, puede ser, pero no fue ni el árbitro ni
fueron los alemanes. Es el mercado que está
enojado con nosotros.
-- ¿El mercado? ¿Qué te fumaste?
-- Hoy nada, pero tenés que escucharme,
porque yo no sé cuánto más vaya a vivir.
Nadie me cree. Pero tengo algo importante que
decirle a los argentinos.
-- Bueno, escribí una carta y mandásela al
presidente. A mí no me interesa.
-- ¡¿Vos entendés lo que está por pasar en este
país?! Vamos a caer en picada por décadas, y
no vamos a volver a ganar nunca más un
mundial. Así lo quiere el mercado.
-- … ¿Cómo que no vamos a ganar nunca más
un mundial? ¡¿Qué decís pelotudo?! - Esta
pregunta. Esta fue la pregunta que debería
haberme ahorrado. Por culpa de mi reacción el
tipo se dio el lujo de darme un monólogo que
hasta hoy me acuerdo.
-- Yo te lo explico fácil, es una venganza. Pero
no es una venganza cualquiera, quien se venga
de nosotros es el Dios de nuestra era, el
mercado. ¡Ay argentinos! ¡¿Cómo luchar ante
la ira de un Dios?! ¡El libre mercado, nacido y
desarrollado en Inglaterra, ha puesto su mano
al servicio de nuestra destrucción! Nadie
desafía a la mano invisible del mercado. Puesto
que aquella es la mano del nuevo Dios quien
reinará, imponiendo su furia sobre todos
aquellos que osen desobedecer a sus reglas.
-- Mirá, estoy llegando tarde, no entiendo que
culpa tiene el mercado de que no ganemos más
un mundial. Si vas a echarle la culpa al
capitalismo como hacen los zurdos con todo,
decimeló rápido así me ahorro esta
conversación.
-- 1986, Maradona le mete a Inglaterra un gol
con la mano. La bautizan "la mano de Dios".
¿Qué habría hecho Zeus, qué habría hecho
nuestro Dios cristiano, Jehová o Alá si lo
desafiase algún impuro?
-- ¿Vos decís que son los ingleses que pusieron
guita? - Por alguna razón esa teoría me había
interesado-. Pero no van a poder poner guita
en todos los mundiales que sigan. No sé, capo,
en algún momento se les va a pasar el enojo.
Encima que nos robaron las Malvinas.
-- No entendés. No son los ingleses.
-- Me acabás de nombrar el gol con la mano
¿A quién se lo hicimos? ¿A Katmandú? No sé
decime vos. - Con mis comentarios irónicos e
innecesarios logré lo que quería evitar. En una
arremetida el hombre se puso en frente mío y
por un par de minutos no paró de hablarme al
mismo tiempo en que sacudía mi cuerpo en un
estado de trance. El miedo me impidió
sacármelo de encima.
-- La mano invisible del mercado fue creada
por los ingleses. Pero el mercado ya no tiene
nacionalidad. No tiene límites ni trabas. Su
poder es incuestionable. Él sólo se sintió
amenazado por ese gol con la mano de
Maradona, un gol invisible. Creyó que algo más
podía oscurecer su mística, su labor
omnipresente. Ese gol no fue en contra de
ningún país, fue en contra de un Dios.

Y, por tanto, estaremos destinados al fracaso


económico y deportivo para todo el tiempo en
que él reine. Pero esta maldición no será
contundente, no. Nos hará agonizar en nuestras
propias esperanzas, nos hará ilusionarnos
constantemente y caer en la derrota cuantas
veces podamos soportar. Y, sobre todo, dejará
caer ante cada uno de los ciudadanos
argentinos una hipnosis perpetua que les hará
creer en su reinado.

Nunca más saldremos de sus garras, la


sociedad quedará poseída por el libre mercado,
disfrutará de sus efímeros lujos y luego caerá
en la desgracia y la miseria.
Siempre que se vea una luz, siempre
que podamos salir, esa hipnosis regresará en
diversas formas haciéndonos elegir nuevamente
aquella ilusión permanentemente, por los siglos
de los siglos, y así nos arrancaremos las carnes,
nos volveremos esclavos y perderemos nuestras
almas. El realismo capitalista llegó para
quedarse. El ejemplo de la Argentina será
suficiente para que nadie quiere oponérsele.
Deuda tras deuda, crisis tras crisis, en un
castillo de ilusiones desmoronadas a través del
paso de los años.

Seremos el hazmerreír del mercado,


nadie confiará ni invertirá en nosotros. Nuestros
activos serán arrancados del corazón de nuestro
suelo, así como el águila comía el hígado de
Prometeo. Quién hizo ese gol caerá en la
desdicha al igual que nosotros. El hijo del
mercado se vengará en el próximo mundial,
dejará en ridículo a quien se atrevió a hacer
ese gol. Los despiertos llorarán por esta
demoníaca maldición, pero el gran grueso de la
sociedad argentina permanecerá soporífero. Mi
mensaje debe ser trasmitido, yo vi este
desenlace en sueños, y al poco tiempo el
mercado me encontró. Con una voz de
ultratumba, tan bizarra como asquerosamente
maligna, me condenó a una depresión espantosa
que provocará mi suicidio y todos me tendrán
por loco. Por favor, no te pido que me creas en
este momento, pero si en el futuro notás que
mis palabras se funden con la realidad, esparcí
el mensaje tal y como lo he hecho yo.
Probablemente ellos no escuchen, pero hay que
insistir. No dejes que caigan en falsas ilusiones,
no hay nada más triste que ver a un
compatriota esperanzado. No olvides, que no
está maldito quien pelea.
El
mercado lo
sabe.
El
mercado lo
sabe todo.

El mercado sabe quién sos vos.


El mercado sabe quién es tu novia
Anita.
El mercado sabe que Anita te
está engañando.
El mercado sabe qué estudiás, donde vivís
y quienes son tus padres.
El mercado lo puede.
El mercado lo puede todo.
El mercado puede construirte ilusiones.
El mercado puede derrumbarte ilusiones.
El mercado puede lanzarte al espacio....
...Y regresarte a una tierra muerta.

El mercado puede matarte...


...y revivirte cuantas veces
quiera.
En tres días...

...O en
menos, o
en más.
El mercado es
tu nuevo Dios...

-- ¡¿Anita me está engañando?!


...
Fue ahí cuando descubrí lo de Anita.
Capaz por eso será que recuerdo con semejante
lujo de detalle todo lo charlado aquel día. Un
año y medio más tarde, me enteré que el
nuevo novio de Anita se había suicidado ¿Sería
ese loco o fue aquello una mera coincidencia?
¿Estaría maldito? ¿Estaremos malditos? ¿Cómo
nunca más vamos a ganar una copa del mundo,
si lo tenemos a Messi?
*Una de las sesiones, recuerda Robin Mackay, consistía en Nick Land tirado en el piso croando
con un micrófono, mientras tanto, Mackay pasaba música jungle con una consola. "Algunas
personas se habían horrorizado con esto. Ellos querían una conferencia normal. Una persona de
la audiencia se levanto y dijo: <algunos de nosotros todavia somos marxistas ¿sabes?> Luego
dejo el lugar.
Deus Ex Capital

Accelerated
Citizen

1) El supuesto de toda
política es que el ser
humano tiene alguna clase de
agencia sobre el devenir de
la historia. La noción de
que mediante actos de la
voluntad se pueden modificar
los acontecimientos y
dirigir hacia un nuevo curso
los quehaceres humanos. Esta
idea de control se expande
hacia todos los confines del
mundo exterior. Podemos
entender la historia como la
relación del humano con la
naturaleza o la evolución
del control sobre lo no-
humano. Este control cósmico
se basa en una visión
cristiana antropocéntrica.
2) Apoteosis: la materia 4) Este universo nace sin
inorgánica y su evolución Dios, pero evoluciona
hacia la divinidad. inevitablemente hacia su
3) Dioses locales, pequeños divinización. Apoteosis
sistemas estelares como estelar.
grandes cerebros y redes 5) La esfera biológica es
neuronales. Confinados en su solo un instante primitivo en
crecimiento por la velocidad el proceso de la apoteosis
de la luz y la constante estelar donde la materia no
expansión cósmica. Estas, así muerta e inteligente surge.
también como la cantidad de Estos organismos pueblan el
materia disponible en el universo. Son de tamaños
universo cercano, se estelares o galáctico y por
presentan como las su consumo de energía y
principales fuentes de disipación de calor tendemos
retraso en el procesamiento y a confundirlos con los más
comunicación de la grandes fenómenos espaciales.
información y por lo tanto en
el crecimiento de estas
divinidades.

6) Phillip Dick parece sostener la caritas de estos seres


cósmicos. No duda en formular su presencia y reiteradas
visitas a nuestro planeta.
7) Isaac Asimov también entiende que nunca hubo una verdadera
agencia humana. Para él este proceso físico-quimico finaliza
con la aparición de una inteligencia de materia no muerta que
tomaría real control sobre el devenir cósmico. Los robots como
guardianes de la humanidad o la psicohistoria como física
política galáctica, son ejemplos de esto.
8) El universo lejos de estar poblado por seres
antropomórficos, como en star trek, se encuentra plagado de
monstruos estelares, ciberdivinidades planetarias y seres
infomorfos. Para su conocimiento tenemos los mismos problemas
que la teología enfrentaba ante la pregunta por dios. Por esta
razón, debemos empezar a desarrollar una serie de teologías,
sea la primera la del tecnocapital. O también conocida como
teoría del geotrauma. Esta nueva especie que habita el
planeta, por ahora convive con la raza humana. Inconsciente
espera el momento de la singularidad. Más su dormir no debe
entenderse como nuestra libertad. Hemos olvidado que somos
objetos y que los engranajes no tienen escape de su función.
9) El conocimiento de estos hechos no afecta en ningún modo
nuestra vida. Podemos aceptar la aceleración contemplándola o
formando parte. También podemos celebrarla.
10) Todos los dioses fueron entidades capitalistas planetarias.
11) Los hemos encontrado alrededor del plano y centro galáctico y
en los pulsares más potentes.

12) Todo Kardashev II y III es algún tipo


de dios. Los tipo I son los que salen del
antropoceno, en pleno proceso de
divinización.

13) Los antiguos divinizaban toda


fuerza superior al ser humano y se
consideraban simples objetos u
observadores de una trama o
batalla cósmica que los dominaba y
era totalmente ajena a ellos. Con
la modernidad o la secularización
se inventó la agencia del humano.
Sin embargo, este paradigma se ha
mostrado completamente erróneo. No
es que mediante la acción, el ser
humano se convierte a sí mismo en
un dios, sino que a través de la
propia actividad del ser humano
surgirá este nuevo dios. Una
presencia que dominará todas las
potencias primigenias.
14) Salir de la caverna significa abandonar la
política, la creencia del poder de la voluntad
sobre el devenir cósmico. Aceptar la primacía de la
física por sobre la historia y crear la psicología
del cosmos.
15) El aceleracionismo es una teoría de la no
voluntad. Un organicismo galáctico. Una preferencia
por la vida estética. Un inhumanismo.
16) La financiarización del mundo es un enthusiasmo
en el sentido griego de la palabra. El cuerpo
político humano siendo poseído por el alma de un
dios.
17) Para Phillip Dick, sin embargo, la apoteosis
nunca llegaría a completarse, debido a que la
fuerza entrópica del universo es mayor y más rápida
que el proceso de divinización. El cosmos se reduce
a una serie de pequeños dioses y seres inferiores,
en el cual los dioses por caritas (compasión)
tratan de salvarnos de la entropía pero en sus
intentos se muestran igual de mortales que
nosotros. No hay apoteosis universal entendida como
una entidad que nace en el universo y toma control
del mismo confundiéndose con el.
18) Estos son los dioses de los que hablaba
epicuro.
Argentinian Post-Politics Journal - Octubre 2018 Mar del Plata,
Argentina

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