3.- En cuanto a la amplitud o extensión de los daños que deben ser reparados.
4.- Existen reglas diversas para el elemento subjetivo de imputación. Por ejemplo,
presunción.
19.- El daño en materia contractual no está sujeto a reducción por la culpa del acreedor,
mientras que en materia extracontractual si opera la compensación de culpas (Art.
2330). VER CASO ACCIDENTES DEL TRABAJO.
1.- El libro y título bajo el cual se encuentra regulada la responsabilidad en nuestro C.C.
(Título XII Libro IV “Del efecto de las obligaciones”) no determina el tipo de
responsabilidad de lo que se concluye su aplicación general.
2.- Porque el libro XXXV del libro IV del C.C. es muy claro en cuanto a que la
responsabilidad de que allí se trata es únicamente la proveniente de los delitos y
cuasidelitos.
5.- Tenor literal del artículo 2314 C.C., limita su aplicación, a diferencia del Code
Francés.
Pablo Rodríguez, Carlos Ducci y Orlando Tapia son de la opinión contraria, porque:
Jurisprudencia.
Requisitos de la responsabilidad civil extracontractual.
1.- Hecho ilícito (positivo o negativo).
3.- Imputabilidad.
Puede ser:
1.- Positivo: Acción. (La mayoría)
2.- Negativo: Omisión. (Responsabilidad médica y del estado por falta de servicio).
II.- Capacidad. Art. 2319 C.C.
Regla general: Capacidad.
Son plenamente capaces del delito y cuasidelito civil: Los mayores de 16 años.
Art. 465 C.C. Se discute si esta presunción es aplicable a los hechos ilícitos.
El Código dice “actos y contratos…”.
Conforme al mismo precepto indica que el mayor de 7 años y mujer y hombre mayor de
12 y 14, respectivamente, en ambos casos, menor de 18, es menor adulto.
También el dolo puede ser directo, indirecto o eventual. Estas figuras son creación del
Derecho Penal, el dolo eventual es aquel que realiza una acción u omisión, sin ánimo de
causar daño, pero representándose la posibilidad de que su actuar puede causarlo.
El dolo se aprecia en concreto, en cada caso, debiendo ser probado conforme a las
reglas generales.
Se debe tener presente que la culpa, que veremos a continuación, nunca se equipara al
dolo.
La culpa.
Se entiende por culpa la falta de diligencia o cuidado en la ejecución de un hecho o en el
cumplimiento de una obligación.
Esta clase de culpa no admite graduaciones y, por regla general, debe ser probada. Rige
regla del art. 1698 C.C.
2.- El que remueve losas de una acequia o cañería en calle o camino, sin las
precauciones necesarias.
Ello se desprendería del tenor literal del precepto que indica: “Por regla general todo
daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser reparado
por ésta”.
2.- No entenderse como lo plantea, significaría que, el artículo 2329 es una mera
reiteración del artículo 2314 C.C.
De forma excepcional, el legislador obliga a reparar cuando el delito se comete por una
persona que se encuentra bajo el cuidado, dependencia o supervigilancia de otro.
Más que presunción por responsabilidad de hecho ajeno, es por el hecho propio,
infracción del deber de vigilancia.
El Art. 2320 C.C., no es taxativo, sino que genérico, a diferencia de lo que ocurre en
Francia ya que la responsabilidad civil por hecho ajeno en ese país es de carácter
taxativo (Art. 1384 del Código Civil Francés).
Art. 2320 C.C.: “Toda persona es responsable no sólo de sus propias acciones, sino del
hecho de aquellos que estuvieren a su cuidado. Así el padre, y a falta de éste la madre,
es responsable del hecho de los hijos menores que habiten en la misma casa. Así el
tutor o curador es responsable de la conducta del pupilo que vive bajo su dependencia y
cuidado. Así los jefes de colegios y escuelas responden del hecho de los discípulos,
mientras están bajo su cuidado; y los artesanos y empresarios del hecho de sus
aprendices o dependientes, en el mismo caso. Pero cesará la obligación de estas
personas si con la autoridad y el cuidado que su respectiva calidad les confiere y
prescribe, no hubieren podido impedir el hecho.”
Para que se genere la obligación del Art. 2320 es necesario que:
El principal tiene acción de reembolso en contra del subordinado, así lo consigna el Art.
2325, sin embargo carece de esta acción cuando el subordinado actuó por orden del
principal o cuando era incapaz de delito o cuasidelito.
1.- Responsabilidad de los padres por el hecho de sus hijos menores: El fundamento de
esta responsabilidad descansa en los Art. 22 y 224 C.C. según el primero los hijos
deben respeto y obediencia a sus padres y según el segundo, toca de consuno a los
padres o al padre o madre sobreviviente, el cuidado personal de la crianza y educación
de sus hijos. El único requisito que exige el Art. 2320 es que el menor habite en la
misma casa de su padre o de su madre.
2.- Responsabilidad de los tutores o curadores por el hecho de sus pupilos: El tutor o
curador es responsable de la conducta del pupilo que vive bajo su dependencia y
cuidado, pero en este caso no es necesario que el pupilo viva bajo la misma casa que
su tutor o curador, puesto que la ley no lo exige. En el caso de los curadores, éstos van
a responder únicamente cuando se trate de curadores generales o interinos, pues son
los únicos que pueden tener al pupilo bajo su dependencia y cuidado.
3.- Responsabilidad de los jefes de colegios por el hecho de sus discípulos: Esta
responsabilidad se produce únicamente cuando el hecho ilícito ocurre mientras el
discípulo está bajo el cuidado del colegio, que esta responsabilidad no tiene relación
con la edad del discípulo, que este caso no cubre los daños que el discípulo se pueda
causar a sí mismo, pues debe recordarse que se está tratando de los casos de
responsabilidad por hecho ajeno, y esta presunción tiene aplicación cualquiera sea el
colegio.
Respecto a este caso hay que tener presente: sólo se produce si el aprendiz o
dependiente se encuentra bajo la dependencia o cuidado del artesano o empresario,
que no cubre los daños que el aprendiz o dependientes se cause a sí mismo, esta
responsabilidad cesa si los empresarios o artesanos prueban que no pudieron impedir
el hecho con la autoridad y cuidado que su respectiva calidad les confiere.
5.- Responsabilidad de los amos por el hecho de sus criados o dependientes Art.
2322: El amo solo responde si el hecho lo realiza el criado o sirviente en el ejercicio de
sus respectivas funciones, no responde el amo si prueba que el criado o sirviente
cuando causó el daño ejercía sus funciones de modo impropio.
Art. 2326 C.C.: “El dueño de un animal es responsable de los daños causados por el
mismo animal, aun después que se haya soltado o extraviado; salvo que la soltura,
extravío o daño no pueda imputarse a culpa del dueño o del dependiente encargado de
la guarda o servicio del animal. Lo que se dice del dueño se aplica a toda persona que
se sirva de un animal ajeno; salva su acción contra el dueño, si el daño ha sobrevenido
por una calidad o vicio del animal, que el dueño con mediano cuidado o prudencia debió
conocer o prever, y de que no le dio conocimiento.”
Art. 2327 C.C.: “El daño causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para
la guarda o servicio de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare
que no le fue posible evitar el daño no será oído.”
Los animales fieros son los que viven libres e independientes del hombre, la
responsabilidad es de quien tiene el animal, aunque no sea el dueño ni se sirva de él y
la presunción de culpabilidad del que tiene el animal es de derecho.
Tener presente que la Ley N° 21.020, no modificó estos preceptos, sólo introdujo
nuevos tipos penales y la obligación de tenencia responsable de mascotas.
Presunción por daños provenientes de la ruina de un edificio.
Se refiere a ello el art. 2323 C.C. que dispone: “El dueño de un edificio es responsable a
terceros que no se hallen en el caso del Art. 934 (denuncia de obra ruinosa), de los
daños que ocasione su ruina acaecida por haber omitido las necesarias reparaciones, o
por haber faltado de otra manera al cuidado de un buen padre de familia. Si el edificio
perteneciere a dos o más personas proindiviso, se dividirá entre ellas la
indemnización a prorrata de sus cuotas de dominio”.
Art. 2324 C.C.: “Si el daño causado por la ruina de un edificio proviene de un vicio de
construcción, tendrá lugar la responsabilidad prescrita en la regla 3ª del Art. 2003”.
Eventualmente, podría hacerse efectiva la responsabilidad de conformidad a lo
dispuesto en los artículos 2003 a 2005
Art. 2328 C.C.: “El daño causado por una cosa que cae o se arroja de la parte superior
de un edificio, es imputable a todas las personas que habitan la misma parte del edificio,
y la indemnización se dividirá entre todas ellas; a menos que se pruebe que el hecho se
debe a la culpa o mala intención de alguna persona exclusivamente, en cuyo caso será
responsable esta sola. Si hubiere alguna cosa que, de la parte superior de un edificio o
de otro paraje elevado, amenace caída y daño, podrá ser obligado a removerla el dueño
del edificio o del sitio, o su inquilino, o la persona a quien perteneciere la cosa o que se
sirviere de ella; y cualquiera del pueblo tendrá derecho para pedir la remoción.”
No puede ser parte del edificio.
Esta norma consagra acción popular por daño contingente.
IV.- El daño.
Como dijimos daño es: “Todo detrimento o menoscabo que sufra un individuo en su
patrimonio o en su persona física o moral”.
2.- Debe ser directo. El carácter directo dice relación, a juicio de Mauricio Tapia, con la
aplicación de las reglas de causalidad.
3.- No debe encontrarse reparado con anterioridad. Si ha operado un seguro, no puede
pretenderse la reparación del hechor, pues cobra aplicación art. 553 del Código de
Comercio.
Pablo Rodríguez agrega otros requisitos.
A.- Que, el daño no provenga de la propia víctima.
¿Qué ocurre con los accidentes del trabajo?
B.- Que se haya lesionado un derecho subjetivo o un interés legítimamente tutelado por
el ordenamiento.
2.- Reparación del daño moral en las personas jurídicas. Caso del Boletín Comercial.
4.- Como determinar el daño moral, recordar teorías vistas en materia contractual.
V.- La relación de causalidad.
En materia de responsabilidad podríamos indicar que “es el vínculo que encadena un
hecho (acción u omisión) con un resultado que se presenta como consecuencia directa,
necesaria y lógica de aquél” (Pablo Rodríguez Grez, Responsabilidad Extracontractual,
Editorial Jurídica, Reimpresión Primera Edición, 2004, p. 370).
Vinculación de causa a efecto entre el hecho generador del daño (hecho ilícito) y la
ocurrencia del perjuicio.
Teorías
1.- Teoría de la equivalencia de las condiciones.
Por regla general compete a la víctima. Eventualmente a quién tema serlo, en caso de
daño contingente.
También puede existir víctima por repercusión o rebote e, incluso, fallecer la víctima,
caso en que se considerará tales a sus herederos.
3.- El que recibe provecho del dolo ajeno o sus herederos, respondiendo sólo hasta el
monto del provecho. Igual que art. 1458 inc. 2° del C.C.
Solidaridad en la responsabilidad.
Se refiere a ello el artículo 2317 C.C.
Por regla general, el daño derivado de delito o cuasidelito cometido por dos o más
personas, responderán solidariamente.
Las excepciones son aquellas contenidas en los artículos 2323 y 2328 C.C.
1.- Transacción.
2.- Renuncia.
Ejemplo: Ciclista arrollado por un vehículo, en que el primero, conducía sin casco y
medidas de seguridad reglamentarias.
Art. 4° “El Estado será responsable por los daños que causen los órganos de la
administración en el ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de las responsabilidades
que pudieren afectar al funcionario que los hubiere ocasionado”.
Art. 42 (44) “Los órganos de la administración serán responsables del daño que causen
por falta de servicio”.
Agrega el inciso 2° que “No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra del
funcionario que hubiere incurrido en falta personal”.
Falta de servicio
Por falta de servicio se ha entendido la actividad ilegal del Estado, su mala
organización, su funcionamiento defectuoso, y las omisiones o silencios en que incurrió
cuando debió actuar, todo lo cual produjo además daño en los administrados.
Reglas especiales.
Competencia. Art. 48 C.O.T.
Las municipalidades incurrirán en responsabilidad por los daños que causen, la que
procederá principalmente por falta de servicio.
El daño moral será fijada por el juez considerando la gravedad del daño y la
modificación de las condiciones de existencia del afectado con el daño producido,
atendiendo su edad y condiciones físicas. No serán indemnizables los daños que se
deriven de hechos o circunstancias que no se hubieran podido prever o evitar según el
estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de
producirse aquéllos (Art. 41).
La ley prevé una mediación especial ante el Consejo de Defensa del Estado. art. 43 y
ss.
Responsabilidad por accidentes de tránsito.
En nuestro sistema jurídico la responsabilidad se funda en actos de conducción
negligentes, estableciéndose un conjunto de normas del tránsito cuya inobservancia
configura diversas hipótesis de culpa infraccional.
Conforme a las reglas generales, es responsable por el accidente del tránsito dañoso el
conductor negligente o culpable. En caso de insolvencia del conductor, es
solidariamente responsable el propietario o tenedor del vehículo.
Por último, si el accidente tiene como causa el mal estado de las vías, o la ausencia o
inadecuada señalización vial, la responsabilidad recae en el Fisco o la respectiva
Municipalidad.
La responsabilidad civil, deriva de la infraccional (causalmente).
Así, producida la infracción a una regla del tránsito el acto infractor es tenido como
culpable. El Art. 170 de la Ley del Tránsito dispone que toda persona que conduzca un
vehículo infringiendo las reglas legales de circulación o de seguridad es responsable de
los perjuicios que de ello se deriven.
El artículo 171 de la Ley del Tránsito establece que el simple hecho de incurrir de una
infracción del tránsito no determina necesariamente la responsabilidad del infractor.
Es necesario que haya una relación de causa a efecto entre dicha infracción y el daño
producido por el accidente de tránsito.