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rafia Universal
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CORTES DE —
AMOR
por PANO CABRERA
He sido muy jowal y muy alegre,
pero nuestro Setior ya no quiere
que lo sea mas.
_ Ahora ya mo puedo soportar
esta carga?
mas
tan cercano estoy de la muerte.
He renunciado a todo cuanto solia gustarme:
caballerta
yy, ya que ello ¢
todo lo
» vanagioria;
place a Dios,
acepto
y le ruego mé reienga junto a El.
a la edad de quince aiios, hered6 los est
dos.de su padre, que eran mas extensos
que los dominios del rey de Francia. Tres
afios después contrajo matrimonio con
Enmengarda de Anjou, de quien se divo:
cié en 1091, casandose’en 1094 con
de Tolosa, viuda de Sancho Ramirez, rey
de Navarra y de Aragon. No mucho
pués —en 1098—, aprovechande que
nde de Tolosa, Ramén de Sant Giile
se hallaba en Palestina, Guillermo de
Poitiers ocupé el condado de éste. aleg
do supuestos derechos de su esposa.
modo tan mundano corrfa su vida,
een 1120 se luce como cruzado
a al mando de seiscientos
De regreso a sus dominios.
brero de 1127.
ho que “era uno de los
res mas educados que se hayan co-
nocido nunca y un seductor 2 quien
pocas mujeres; un caballero
0 en manejar las armas y siempre
ado en alguna aventura amorosa.
consumado en e! canto y en
¥ durantevafios recorrié e| mun-
de para conquistar el amor de las bellas
mbarge, en una.biografia mas an-
(gua se le pinta como un burlador de mu-
629Jaufré Raudel,
trovador del siglo
XII y principe de
Blaye, dice: “Mi }
“Dama es una /
creacién de mi i
espiritu y se {
desvanece con el
alba”. |
jeres y cortejador, enemigo de todo pudor
y de toda santidad. Era poco amigo de la
igiesia y cuando sus dos esposas se convir-
tieron al cristianismo, reaccioné de un
modo propio desu caraeter: conJa-burla:.
y el sarcasmo. No obstante, terminé su vi-
da rogindole a Dios que lo perdonara y
gue lo tuviese junto a El. Inclusive se dice,
aunque no con total seguridad, que en sus
diltimos afios buscé refugio en un monas-
terio y desde su celda imploraba perdén
con gritos de angustia: una angustia segu-
yamente inspirada por los remordimientos
de conciencia, ante la inminencia de la
muerte y el castigo eterno, de quien en
otro tiempo predicara la supremacta de
jos placeres sensuales.
Formas del amor
En Provenza* nacié la dama, y, con
ella, la sociedad cortesana y el amor cor-
tesano: es la tierra de Leonor de Aquita.
nia, nieta de aque! primer trovador,
‘Antigua provincia francesa,