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EL ADVERBIO, LA PREPOSICIÓN, LA CONJUNCIÓN Y LA INTERJECCIÓN.

DEFINICIÓN
Y TIPOLOGÍAS.

EL ADVERBIO

1. Concepto
Morfología

Los adverbios son una categoría muy heterogénea (carecen de unidad morfológica).
Se clasifican, junto a las preposiciones y conjunciones, como palabras invariables, ya
que no poseen morfemas flexivos de género ni de número.
Morfológicamente presentan diferentes posibilidades: algunos admiten diminutivos
(cerquita, prontito), algunos admiten el morfema cuantificador de grado mediante la
anteposición de cuantificadores o la adición de sufijos (muy cerca, lejísimos, mejor),
otros son adjetivos calificativos que se inmovilizan en género y número: lo veo claro.
Algunos proceden de adjetivos más el sufijo –mente.
- También hay que considerar las locuciones adverbiales (grupos de palabras
que funcionan como un adverbio. Son formas complejas lexicalizadas como una
unidad equivalente a un adverbio): tal vez, en seguida, a escondidas -

Sintaxis

Tampoco existe homogeneidad en cuanto a la función sintáctica que desempeñan


los adverbios. Algunos gramáticos distinguen entre adverbios nucleares (son los
adverbios relacionados con el predicado (funcionan como CC del verbo, de un adjetivo
o de otro adverbio), otros no son nucleares, serían los adverbios periféricos (modifican
a la oración en su conjunto o manifiestan modalidad). Serían los complementos
oracionales (conectores que afectan a toda la oración):
Afortunadamente, Juan vendrá

Nexos oracionales de tipo subordinante (por ejemplo, los adverbios relativos e


interrogativos; son bifuncionales): Lo encontré donde me dijiste, No sé dónde está mi
hermano
Clasificación

Siguiendo los criterios tradicionales, en los que se mezclan aspectos sintácticos y


semánticos.
A. Situacionales (deícticos, determinativos o pronominales): sitúan los
objetos en un lugar o en un tiempo.
a) Lugar: Tienen significación ocasional y deíctica, es decir, transmiten
informaciones que sitúan el mensaje en coordenadas espaciales y
temporales con respecto al hablante: aquí, ahí, allí, allá. Pero también:
arriba, debajo, enfrente…
b) Tiempo sitúan la predicación en unas determinadas coordenadas
temporales. Distinguimos: antes, ahora, ya, aún, todavía, después, luego
hoy, mañana, entonces, a veces, mientras, siempre, nunca, jamás, nunca
jamás, temprano, pronto, tarde, anteayer, antes de ayer, ayer, anteanoche,
antes de anoche, anoche, hoy, mañana, pasado mañana.

B. Nocionales (calificativos o conceptuales). A diferencia de los


situacionales no sitúan, sino que califican o cuantifican.
a. Modo expresan la manera de realizarse la acción o proceso: así,
bien, mal, mejor, peor, regular, despacio, deprisa, aposta. Gran parte de
los adverbios en “mente” (formados a partir de adjetivos), muchas
locuciones adverbiales: a ciegas, a tontas y a locas, de repente, sin
querer… adjetivos adverbializados: hablar bajo, hablar alto, hablar claro,
golpear firme, ir rápido.
b. Cantidad: a) presentan idéntica forma que los pronombres
numerales indefinidos mucho(muy), más, menos, poco, algo, nada,
bastante, demasiado, tanto (tan), medio, apenas, harto, asaz, casi. Son
adverbios cuando modifican a verbos intransitivos, adjetivos o
adverbios). b) sobremanera, sumamente.
c. Orden: primeramente, últimamente, locuciones adverbiales del
tipo en segundo lugar, etc.
d. Distributivo: respectivamente.
e. Adverbios oracionales (complementos oracionales): modifican a
toda la oración (a veces, incluso, pueden sustituirla, pues con un
contexto y situación adecuados pueden constituir mensajes completos):
Modalizadores: manifiestan la actitud del hablante ante lo enunciado.
Afirmación y negación: Sí, claro, ciertamente, justo, bueno, también,
asimismo / no, nunca, en absoluto, ¡qué va!, ni hablar, tampoco, jamás,
incluso. Duda: quizá, acaso, tal vez, a lo mejor, sin duda.
Afortunadamente, lamentablemente, por suerte….. suelen ir entre
comas:
Ciertamente, se murió el abuelo.
Sí, se murió el abuelo.
Lo he visto, equivocadamente, enzarzado en la pelea de
siempre.

C. Adverbios relativos (interrogativos, exclamativos…): Lugar: Dónde,


adónde, Donde. Tiempo: Cuándo, Cuando. Modo: Cómo, Como. Cantidad:
Cuánto, qué, Cuanto

D. Las locuciones adverbiales: (ya vistas más arriba). Son sintagmas


formados por dos o más elementos que se han lexicalizado y que tanto
semántica como funcionalmente se comportan como una unidad equivalente a
un adverbio. Suelen presentar un orden fijo de sus elementos (están
fuertemente cohesionados). Ej.: a la chita callando, cada dos por tres, a troche
y moche, de vez en cuando, a escondidas, de repente, etc.
LAS PREPOSICIONES Y LAS CONJUNCIONES

En primer lugar, debemos saber que estas clases de palabras se encargan de


relacionar unidades lingüísticas: La casa de Luis, Maite y Carmen…

LAS PREPOSICIONES

Las preposiciones son palabras invariables: no pueden llevar morfemas de género y


de número. Son palabras que sólo tienen significado gramatical y su función es
subordinar unas unidades a otras. Funcionan de enlace dentro de un sintagma
preposicional.

Las podemos clasificar en:


a. Preposiciones simples: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre,
hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras, mediante, durante (se añaden,
también, menos, salvo, incluso, excepto, pro y vía.)
b. Las locuciones preposicionales son combinaciones fijas de dos o más
palabras que constituyen una unidad equivalente a una preposición. Son
locuciones preposicionales muy utilizadas: junto a, acerca de, en lugar de,
gracias a , en torno a, respecto a, en vez de, a través de, por medio de… Es fácil
observar cómo las locuciones preposicionales se pueden sustituir por una
preposición: Me enteré por medio de un amigo / Me enteré por un amigo.

Poseen dos funciones sintácticas:

a. Indicar la función de un sintagma: La preposición ‘a’ con CD, CI o


cualquier preposición con el complemento de régimen verbal.

Ve a Juan: la preposición nos indica que ‘Juan’ no es sujeto de la oración. Lo


mismo en ‘ve la cara a Juan’. O en el complemento de régimen cuya
preposición es regida por el verbo: ocuparse de… arrepentirse de…. Hablar
de….

b. Cambiar la categoría gramatical de una palabra o u n sintagma:

Vive en Madrid: vive allí (El sustantivo ‘Madrid’ funciona como CC –función
propiamente adverbial-)
La casa de Pedro: ‘de Pedro’ funciona como CN –función propiamente adjetiva-

LAS CONJUNCIONES

Las conjunciones desempeñan la función de relacionar unidades lingüísticas, tanto


mediante coordinación como mediante subordinación y sólo aportan significado
gramatical.

Ejemplo: Me duele la cabeza, conque me quedo en casa = conque indica


consecuencia (así que… por eso…. Me quedo en casa).
Clasificación de las conjunciones.

Las conjunciones se clasifican en diversos grupos, atendiendo a la función que


cumplen en el relacionamiento de los componentes de una oración.

A. Conjunciones coordinantes — que vinculan componentes de una


oración que tienen un nivel equivalente. Comprenden los siguientes sub-
grupos:
1. Conjunciones copulativas — que unen los componentes de una
oración: son: Y, E, NI.
2. Conjunciones disyuntivas — al unir las oraciones o las palabras,
expresan una elección entre opciones: son O, U, SEA, BIEN: Tendré que
elegir entre viajar a Londres o a París. Tendré que esperarla, sea que venga
o no. Puedes tomar el sol bien en la terraza, bien en el jardín.
3. Conjunciones adversativas — presentan opciones excluyentes y
contrapuestas: son PERO, MAS, EMPERO, SINO, SIQUIERA y las expresiones:
AL CONTRARIO, ANTES BIEN, SI BIEN, NO OBSTANTE, SIN EMBARGO: Creo
que son hermanos, pero no estoy seguro.
4. Conjunciones distributivas — que establecen alternaciones entre los
términos de la oración: son ORA/ORA, YA/YA, SEA/SEA: Ora leía el libro, ora
observaba por la ventanilla. Está absolutamente inquieta: ya va, ya viene.

B. Conjunciones subordinantes — que unen los componentes de una


oración pero subordinando una a otra. Según la índole de la subordinación, se
distinguen:
1. Conjunciones subordinantes sustantivas: QUE. (QUE — cuando
introduce oraciones subordinadas sustantivas. Funciona como nexo de
estas oraciones: ‘Estoy esperando que vengas (conjunción)’)
2. Conjunciones subordinantes causales — que indican la causa, razón o
motivo. Son: PUES, PORQUE y la expresión PUESTO QUE: No ignoraba de
qué estaba hablando, porque estaba plenamente informado.
3. Conjunciones subordinantes comparativas — que establecen una
comparación entre los términos que vinculan: son COMO y las expresiones
ASÍ COMO, COMO QUE, DE ESTA MANERA: Le atrae tanto el estudio como
los deportes.
4. Conjunciones subordinantes condicionales — indican la subordinación
respecto de una circunstancia incierta o supuesta, que obra como
condición: son SI, COMO y las expresiones SIEMPRE QUE, CON TAL QUE,
DADO QUE, YA QUE, UNA VEZ QUE: Le avisaré, si llego a tiempo. Hazlo
como puedas. Le hablé como si fuera su padre. Le diré eso siempre que me
escuche. Trataré de detenerlo con tal que lo alcance.
5. Conjunciones subordinantes CONCESIVAS — que indican concesión:
son AUNQUE, A PESAR DE QUE, AUN CANDO, SI BIEN, AUN SI, ASÍ, POR MÁS
QUE, MAL QUE.
6. Conjunciones subordinantes finales — aportan en la oración una
relación de finalidad: son PARA, y las expresiones PARA QUE, A FIN DE QUE,
CON EL FIN DE QUE : Es necesario estudiar para enriquecer nuestros
conocimientos. Siempre hay que mantenerse mentalmente activo, a fin de
superarse permanentemente.
7. Conjunciones subordinantes CONSECUTIVAS — vinculan una parte de
la oración en calidad de consecuencia de lo antes expresado: son AUNQUE,
LUEGO, PUES y las expresiones POR CONSIGUIENTE, ASÍ QUE, EN
CONSECUENCIA, DE MANERA QUE: Me propongo resolver este problema
aunque me lleve horas hacerlo. “Pienso, luego, existo” — dijo el filósofo
Descartes. Le compraré un automóvil si aprueba todos los exámenes, pues
se lo he prometido.
8. Conjunciones subordinantes temporales, modales y locativas —
vinculan los términos de la oración por relaciones de precedencia temporal,
de tiempo o de modo: son COMO, SEGÚN QUE…. DONDE, CUANDO, ANTES,
LUEGO, DESPUÉS, EN SEGUIDA.

LA INTERJECCIÓN

Clase de palabras que expresa alguna impresión súbita o un sentimiento profundo,


como asombro, sorpresa, dolor, molestia, amor, etc. Sirve también para apelar al
interlocutor, o como fórmula de saludo, despedida, conformidad, etc.; p. ej., eh, hola.
CARACTERÍSTICAS
 Son palabras (o grupos de palabras) tónicas que forman enunciados
exclamativos en sí mismas, por lo que su entonación también es exclamativa.
¡Ay!, ¡jo!
¡Vaya por Dios!, ¡anda ya!
 Son invariables.
 No desempeñan ninguna función en la oración.

CLASIFICACIÓN

Las interjecciones se pueden dividir en:


 Interjecciones propias —o propiamente dichas. Se trata de una palabra
entre admiraciones.
¡Ah!, ¡uf!, ¡eh!, ¡oh!, ¡bah!, ¡ay!
 Interjecciones impropias. Son aquellas que se utilizan como interjecciones
pero idiomáticamente su origen es un sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, grupo
nominal o frase.
¡Hombre!, ¡cáscaras!, ¡caracoles!, ¡cuidado!, ¡demonios! (sustantivos)
¡Bravo!, ¡genial!, ¡bueno! (adjetivos)
¡Anda!, ¡dale!, ¡vaya! (verbos)
¡Atrás!, ¡rápido!, ¡bien! (adverbios)
¡Mi madre!, ¡un huevo!, ¡Dios santo! (grupos nominales)
¡Hay que fastidiarse! (frases)
OTRAS PROPIEDADES

Gómez Torrego aporta algunas características más propias de las interjecciones.


 Por extensión del punto anterior, cualquier palabra o grupo de palabras,
independientemente de su función y conexión con el contexto interlocutivo, puede
convertirse en una interjección si actúa de forma aislada (en el texto escrito,
también se marcan con los signos de exclamación).
¡La comida! Apaga el fuego, que se quema.
 Algunas interjecciones pueden llevar un complemento, por lo que,
sintácticamente, actuarían como núcleo de un grupo interjectivo.
¡Vaya con el tío!
 Interjecciones como vaya pueden ser intensificadores de sustantivos o
adjetivos. En ese caso equivale a qué o menudo.
¡Vaya lío! (¡qué lío! ¡menudo lío!)
 Otra forma de intensificar es unido a oraciones introducidas por que o si.
¡Cuidado que es tonto!
¡Vaya si es tonto!

CONCLUSIÓN

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