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MANEJO AGRONÓMICO DEL CULTIVO DE PAPA

Las condiciones de cultivo varían de una variedad a otra.. A continuación se


brindan precisiones sobre las labores agronómicas del cultivo de papa.
PREPARACIÓN DEL TERRENO.
Por preparación de tierra se entiende las diferentes manipulaciones mecánicas y
manuales del suelo, entre las que se pueden incluir el arado, rastrillada, nivelada o
emparejado.
Estas manipulaciones tienen como fin proveer al suelo las condiciones favorables
y necesarias para el crecimiento y buen desarrollo de la planta.
El tiempo adecuado, la calidad y el costo de la preparación de tierra influyen en las
diferentes operaciones y rendimientos que se obtengan. Entre las principales
ventaja que se pueden tener con una buena preparación de tierra se pueden citar,
entre otras, las siguientes:
- Obtención de una buena cama para la semilla, creando condiciones favorables
para el establecimiento de una población deseada de plantas como humedad
adecuada, buena aireación, condiciones apropiadas de temperatura para su
buena germinación, enraizamiento y tuberización de la planta.
- Estimular la actividad microbiana y liberar los nutrimentos del suelo.
- Destruir las malezas e insectos que puedan atacar la planta útil.
- Permitir una buena aireación y mejor utilización de las aguas,
- Facilitar un amplio desarrollo de las plantas.

La preparación de suelo es muy importante en el cultivo de la papa, exige mucho


movimiento de tierras y nivelación. El suelo tiene que estar suelto alrededor las
raíces y tubérculos, con buen drenaje para evitar problemas con enfermedades y
con el crecimiento de los tubérculos.

Es recomendable efectuar un subsolado a una profundidad de 40 – 60 cm. La


aradura debe ser con un corte a una profundidad de 30 - 35cm. y pase de rastra
hasta que el suelo quede suficientemente “mullido” a una profundidad de 15-20cm.

PREPARACIÓN DE SEMILLA:
Diversas prácticas deben realizarse para preparar el material de papas a sembrar,
iniciándose estas por la elección del plantel destinado a tubérculo-semilla, el cual
debe presentarse muy sano y libre de malezas; esto se consigue seleccionando el
semillerista de la sierra que garantice un buen manejo del cultivo.
Antes de iniciar la siembra se debe seleccionar el tubérculo-semilla de alta calidad
y esta se expresa en calibre, sanidad vigor. Sin embargo existen otras prácticas
que ayudan a la obtención de un buen stand de plantas en campo:
El desbrote: el número de brotes que se desarrollan de un tubérculo depende del
estado fisiológico al cual este empieza a brotar, y también del cultivar, ya que
algunos de estos desarrollan un brote apical quedando los otros latentes, y
solamente cuando este brote apical es removido los otros se desarrollarán. Esto
tiene importancia ya que a mayor número de brotes por tubérculo se producirán
más tubérculos por planta y ello lleva a tener mayores rendimientos. La práctica
adecuada es estimular una brotación oportuna y múltiple, ello se cumple con la luz
indirecta y eliminación del brote apical.
Prebrotación: promueve un cultivo temprano por una temprana emergencia y
temprana tuberización. El resultado es una producción adecuada y sana ya que se
produce en momentos en que no existen temperaturas que hagan desarrollar
microorganismos.
Una prebrotación correcta debe tender a producir brotes cortos (1-2 cm de
longitud) gruesos, robustos y verdeados. Tal como se indicó anteriormente, daños
mecánicos (corte), luz difusa, alternancia de temperatura de 18-20 ºC por 7 días y
después a 10 ºC promueven el inicio de la brotación en tubérculos tratados.
Otra forma de estimular la brotación es usando ácido giberélico.
Tamaño de tubérculo-semilla: en relación al tamaño adecuado, se indica que un
tubérculo-semilla de 60 a 90 gramos o del tamaño de un huevo es recomendable,
sin embargo se pueden utilizar más pequeños o más grandes sus diferencias se
encontrarán en el cuadro siguiente:
PEQUEÑO GRANDE

Más brotes por kilo de tubérculos


Menos brotes por kilo de tubérculo
Pocos brotes por tubérculo, pocos tallos
Más brotes por tubérculo, mas tallos por
por planta menor producción por planta
planta mayor producción por planta
Requiere siembra más superficial
Puede sembrarse más profundo
Dificultad en recuperar el cultivo ante
Fácil recuperación ante daño inicial
daño inicial

Corte de tubérculos: La práctica del corte del tubérculo sólo debe realizarse
cuando se tenga escasez del tubérculo-semilla y existan papas de demasiado
tamaño. Esta práctica no es recomendable efectuarla debido al riesgo de cortar
yemas, que provoca menor número de plantas por unidad de superficie, riesgo de
propagar enfermedades, deshidratación e infección.

Para realizar bien esta práctica se debe distribuir bien las yemas en el tubérculo,
tener un cuchillo de hoja delgada y afilada, un balde con una mezcla de lavaza y
un fungicida y bactericida.
Después de cada corte se debe desinfectar el cuchillo en el balde.
Corte de tubérculos.

La papa no se corta totalmente para permitir que ambas caras de corte queden
juntas. Ello permitirá que el alto porcentaje de humedad presente acelere la
formación de una capa de súber cicatrizante, lo que impedirá una deshidratación
excesiva, como también el que enfermedades ataquen al corte abierto. Para una
buena suberización se recomienda realizar tal práctica unos 5 a 8 días antes de
plantar.
Al realizar esta práctica tardíamente el corte se hace total, pero en la herida se
pone en una mezcla de cemento más fungicida o bien ceniza más fungicida. Esta
se debe realizar por lo menos un día antes de plantar.

VERDEAMIENTO
La práctica de prebrotar con luz difusa se realiza colocando el tubérculo-semilla en
jabas y/o bandejas especiales y que estos reciban luz indirecta. Esta se debe
iniciar uno, dos o tres meses antes de la siembra, dependiendo de la variedad.
Los tubérculos se verdearán y el brote se desarrollará corto y robusto. Así podrá
soportar en mejor forma el manipuleo y sufrirá menos daños que brotando en la
oscuridad.
Esta práctica estimula la formación de clorofila y solanina debajo de la piel, que
favorecen la brotación múltiple con brotes gruesos de colores verde oscuro y muy
vigorosos, lo cual garantiza una emergencia más rápida de plantas fuertes y
sanas.
DESINFECCIÓN DE SEMILLA,
En el suelo encontramos en forma común algunas enfermedades que atacan los
tubérculos. Dentro de estas se encuentra el pié negro (Erwinia ssp), sarna común
(Streptomyces scabies), rizoctoniasis o sarna negra (Ryzoctonia solani), fusariosis
(Fusarium sp.) y varias otras de menor incidencia. Estas, al cosechar los
tubérculos pueden ir dentro de él, en la piel, o en la tierra adherida a la piel.
Así mismo es necesario considerar que para la siembra, la semilla debe presentar
brotes o yemas en desarrollo, por lo que para hacerla brotar la semilla debe ser
colocada en almacén, por aproximadamente 3 a 5 semanas.
En almacenaje, si la temperatura y la humedad es elevada hace que estos
patógenos empiecen a multiplicarse, ocasionando pudriciones o bien daño en la
brotación y emergencia en el campo. Por ello es recomendable, en primer lugar
hacer eliminación de plantas enfermas a nivel de campo, almacenar
separadamente los tubérculos para consumo, de los de desecho y de los que se
ocuparán como semilla. Además, existe la posibilidad de emplear algunos
desinfectantes químicos que controlarán estos patógenos, sin embargo su uso
está limitado al precio de ellos, principalmente en la sierra de nuestro país; en la
costa su uso está generalizado.
Los productos son variados de acuerdo a la casa comercial que los ofrezca.
Algunos como ejemplo son Monceren, Streptoplus, Agrep, Tecto, Gambit, Rhizolex
y otros.
Esta práctica es muy delicada y exige conocimiento del uso de agroquímicos; bajo
nuestras condiciones, se realiza a la preparación de la semilla, antes de su
almacenamiento para pre-brotarlas y en muchos casos se puede repetir o realizar
dos días antes de la siembra, para asegurar su protección; el procedimiento es el
siguiente:
- Escoger la semilla
- Seleccionar el fungicida y/o insecticida específico
- Preparar la solución en un cilindro con 140 litros de agua (Sirve para tratar de
2,000 a 2,500 kg de semilla). Incluir fungicida, insecticida si fuera el caso,
regulador vegetal (generalmente giberelinas o citoquininas), adherente). Cada
cierto tiempo se debe agitar el cilindro.
- Remojar los tubérculos colocados en una canasta por espacio de 2 a 5
minutos.
- Escurrir el líquido de los tubérculos, colocándolos en una madera inclinada,
sobre el cilindro para recuperar la solución adherida a los tubérculos.
- Orear la semilla en un lugar aparente (Piso de cemento)
- Proceder a su almacenamiento, para pre-brotamiento y/o siembra.
SIEMBRA.
Para efectos de la siembra, se debe considerar, la cantidad de semilla a
emplearse, esto dependerá de la densidad de siembra y del tamaño del tubérculo-
semilla, variando de 2000 a 3000 kg/há.
El sistema de siembra a emplear en papa depende del relieve del terreno, de las
características físicas del suelo y de los recursos disponibles. Considerando esto,
pueden mencionarse tres sistemas generales: mecanizado, manual y
semimecanizado,
Sistema mecanizado: consiste en realizar la siembra con una sembradora
mecánica, compuesta por un dispositivo surcador, un fertilizador, tolva y bajante
colocador de la semilla y un dispositivo para el tapado de la semilla. Es un sistema
bastante utilizado a nivel de costa en donde las condiciones del terreno (planos) lo
permiten. En la sierra su uso es limitado, debido a las condiciones de terreno.
Sistema manual: es el de uso más difundido en la sierra del país. El surcado se
lleva a cabo, bien sea con un arado de bueyes, con una surcadora mecánica o
manualmente con lampa. El tapado de similar manera, con los mismos
implementos
Sistema semimecanizado: en este caso el implemento colocado en el tractor es
un depósito para la semilla (tolva), donde un operario sentado en el implemento
toma los tubérculos, los coloca en un tubo que deposita la semilla en el surco.
La siembra más común en nuestro medio es a mano depositando la semilla
tubérculo en surcos distanciados a 0.90 a 1.10 metros y con un distanciamiento
entre golpes de 0.25 a 0.30 m.
La siembra también puede realizarse mediante el uso de semilla botánica que
proviene de las bayas. Estas semillas entran en latencia una vez que son
extraídas de las bayas y ésta puede ser rota almacenándolas secas por 4 a 9
meses o tratándolas con ácido giberélico a la concentración de 1500 ppm durante
24 horas.
Para el primer caso se debe tener extrema precaución de no pisar el
tubérculo. Esto es común a los sembradores, pero esta práctica hace que los
brotes se quiebren o el tubérculo se machuque en exceso y por las heridas
entren microorganismos que provocarán daños a los tubérculos, a los
brotes y/o a la planta futura.
Este sistema consiste en abrir un surco, colocar en
este el abono orgánico o los fertilizantes
desparramándolos a mano sobre éste. Es
conveniente cubrir un poco con tierra tales abonos
y después ir colocando un tubérculo a la distancia
del pié del sembrador, la que fluctúa entre los 25 a
40 cm. Después con el mismo arado se tapa, se
vuelve a surcar y se continúa hasta terminar la
labor.
Esta práctica no calibra adecuadamente la profundidad de plantación ni la
distancia ideal de plantación.

La plantación mecanizada consiste en


usar máquinas que ubican el abono y las
papas a la profundidad deseada y a la
distancia conveniente. Algunas de estas
máquinas tienen problemas de estrechez
de tubos de fertilizantes, o falta de
vibradores en la tolva de las papas que
impide un buen suministro del tubérculo-
semilla para su distribución en el surco,
en algunos casos se puede producir
rotura de los brotes..
Profundidad de siembra: Se tiene como norma poner los tubérculos sobre 15
cm de profundidad. Ello seguramente porque los implementos usados para
hacer el surco lo hacen así. Sin embargo debemos indicar que de acuerdo a
nuestra fórmula para obtener altos rendimientos nos obliga a que el período
entre siembra y emergencia sea lo más breve posible y la mayor
profundización estará alterando esta actividad, ya que la planta perderá días
de proceso fotosintético para su crecimiento inicial. Lo deseable es que
nunca el tubérculo-semilla quede a una profundidad superior a los 10 cm, sin
embargo se debe tener en cuenta que el aporque deberá ser más temprano
para no perder estolones, que se convierten el tallos aéreos..
Las épocas de siembra difieren de acuerdo a las zonas y/o regiones donde
se cultiva papa; en el caso de nuestra región, las mejores fechas de siembra
se encuentran en los meses de abril y mayo, se puede prolongar las fechas
de siembra con variedades precoces; siembras tempranas (marzo), provocan
mucha pudrición de tubérculos en campo; mientras que las siembras tardías
(junio o julio), afectan la tuberización y deforman tubérculos.
SIEMBRA
Depart. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul.
Amazonas
Ancash
Apurimac
Arequipa
Ayacucho
Cajamarca
Cusco
Huancavelica
Huanuco
Ica
Junin
La Libertad
Lima
Moquegua
Pasco
Piura
Puno
Tacna
DENSIDAD DE SIEMBRA,
La distancia de siembra en un cultivo de papa depende, entre otros factores de la
variedad, tamaño de semilla, lugares de siembra, finalidad del cultivo, etc.
En forma comercial, la densidad de un cultivo de papa se expresa como el
número de plantas por unidad de área. Sin embargo, una planta puede estar
formada por uno o más tallos principales que se generan directamente de
los brotes. Cada tallo principal forma raíces, estolones y tubérculos y se
comporta como planta individual.
Un tallo principal crece directamente del tubérculo madre, los tallos laterales
son generalmente poco productivos y solamente desarrollan tubérculos
cuando forman raíces, estolones y tubérculos.
Una alta densidad de tallos aumenta el número de tubérculos pero reduce su
tamaño, por lo cual se debe buscar una relación óptima.
El número de tallos principales depende del método de siembra, así por
ejemplo la mecanización puede dañar los brotes y con ello se reduce el
número de tallos. Igualmente todo manipuleo que lleve a dañar los brotes
provocará el mismo efecto del número de brotes plantados. Influye en este el
número de tubérculos plantados y el número de brotes por tubérculo. El
número de brotes por tubérculo depende del tamaño (cultivar, tratamiento y
edad fisiológica del tubérculo) (a mayor tamaño mayor número de yemas),
cultivar (algunos cultivares desarrollan mayor número de brotes),
tratamiento (prebrotación provoca más brotes) y edad fisiológica (tubérculos
avanzados tienen más brotes que los jóvenes).
La densidad de plantación, como se ha visto, juega un rol importante en la
productividad que se desea obtener. Las distancias de plantación que se
indican a continuación nos dan una relación de estas densidades:

Densidad de plantación (número de tubérculo-semillas por há)

DENSIDAD DE SIEMBRA
(Número de Tubérculo-Semilla por ha. )
Distancia
Distancia entre surcos ( cm)
sobre
Surcos
65 70 75 80 90
(cm)
18 85.384 79.286 74.000 69.375 61.667
20 76.500 71.500 66.500 62.500 55.500
25 61.200 56.800 53.200 50.000 44.400
30 50.949 47.600 44.300 41.000 37.000
35 43.605 40.470 37.905 35.625 31.714
40 38.250 35.700 33.300 31.300 27.750
Para la determinación de la
densidad, juega un rol
fundamental el número de tallos
principales desarrollados por la
planta. Cada tubérculo puede
generar más de un brote, el cual se
convertirá en tallo principal,
comportándose como una planta
individual. A mayor número de
brotes, mayor número de tallos
principales, mayor competencia
dentro de la planta, mayor número
de tubérculos por planta, pero de
un peso menor.

Relación entre número de tallos principales/m2 y rendimiento de tubérculos.


En distintos calibres.

FERTILIZACIÓN,
La fertilización es de importancia en el cultivo, por tener alta capacidad de
absorción de los diferentes elementos minerales.
Investigaciones realizadas han podido establecer los requerimientos del cultivo:
Nitrógeno (184 a 316 kg/há), Fósforo (19 a 32 kg/há), Potasio (134 a 273 kg/há).
Las dosis van a depender de la tecnología utilizada y de los tipos de suelo y clima
del lugar de siembra.
También se han establecido periodos críticos en la absorción de nutrientes.
En función a la zona y características físico-químicas del suelo las cantidades de
fertilizantes a aplicar se deben calcular considerando un uso efectivo de 70 % del
fertilizante Nitrogenado, 20 % del fósforo y 80 % del Potasio.
Debe realizarse aplicando a la siembra todo el fósforo y potasio y la mitad de la
dosis del nitrógeno, cuidando de que el fertilizante no entre en contacto con la
semilla-tubérculo y la dañe. El resto de nitrógeno se aplicará al aporque.
Los elementos nutritivos más importantes al cultivo de la papa son el
nitrógeno (N); fósforo (P); potasio (K); calcio (Ca); y magnesio (Mg), y otros
elementos menores. La oferta de nutrientes en forma oportuna tiene una
marcada influencia en el índice de área foliar y en el número de tubérculos.
Importancia fisiológica de los nutrientes:
Nitrógeno: Constituye el elemento más importante en la formación de
albúminas vegetales y en la generación de grandes áreas fotosintéticas
(tallos y hojas). Dosis demasiado altas, favorecen el desarrollo de abundante
follaje; retarda la formación de tubérculos, provoca una maduración tardía
de la parte aérea y un enmascaramiento de enfermedades virosicas,
igualmente estas altas dosis contribuyen a un bajo contenido de materia
seca.
Fósforo: Es integrante de numerosos componentes de la papa, como
también participa activamente en el metabolismo de los hidratos de carbono,
formación de clorofila para el proceso fotosintético, favorece el desarrollo
radicular y acelera la maduración de los tubérculos. Se reporta también que
el fósforo incrementa el número de tubérculos por planta.
Potasio: Reviste un papel importante en la síntesis de los azúcares y del
almidón, lo que puede considerarse como el motivo por el que la necesidad
de este elemento sea tan alta. Ayuda, por su gran movilidad, en el traslado
de la glucosa a los tubérculos. Ejerce gran influencia sobre la economía del
agua en las plantas, defendiendo ampliamente a los tejidos de asimilación
contra los daños de sequía, asegurando la generación interrumpida de
azúcares y almidón. Tiene fuerte influencia en la textura, coloración y sabor
de la papa, como también en la conservación de ésta, dando más firmeza a la
piel y resistencia a los golpes.
Magnesio: Es un componente indispensable de la clorofila por lo que reviste
mucha importancia en la fotosíntesis, influye además, en el metabolismo de
los hidratos de carbono.
Calcio: El calcio toma parte en numerosos procesos metabólicos dentro de
la planta, es requerido por el fortalecimiento de los tejidos de sostén y en la
división celular.
La capacidad de absorción de elementos nutritivos de la papa está
fuertemente relacionada con el desarrollo radicular, es decir su volumen y
profundización.
Uso de abonos orgánicos: La adición de abonos orgánicos presenta
ventajas para mantener la capacidad biológica y nutritiva de suelo.
La microflora y microfauna del suelo, es incentivada en su desarrollo y
actividad por adiciones de productos orgánicos, los que serán
descompuestos y transformados por aquellos en elementos nutritivos para
el crecimiento vegetal.
Las condiciones físicas del suelo son mejoradas enormemente con estas
adiciones, lo que permite un mejor intercambio y aprovechamiento de la
planta. Debemos agregar también que esta materia orgánica aumenta la
capacidad de aireación, absorción, retención de agua e incrementa los
niveles de anhidrido carbónico, a nivel de la planta, materia prima de la
fotosíntesis.
El proceso de mineralización y formación de humus es lento y requiere de
humedad y temperatura. Por ello se debe tener la precaución de aplicarlo e
incorporarlo con aradura al suelo con suficiente anticipación para permitir
que los nutrientes se encuentren en cantidad disponibles a la planta, o bien
en un buen estado de descomposición.
APORQUE,
El aporque es una labor agronómica que cubre con tierra el cuello de las plantas
de papa, eleva los camellones del surco y profundiza el surco de riego.
La planta de papa en su parte inferior tiene además de las raíces, los órganos que
dan origen a la papa, los cuales son llamados estolones. Cuando estos estolones
logran salir de la tierra, se convierten en tallos aéreos, reduciendo así el número
de tubérculos producidos y en consecuencia, los rendimientos. Para evitar esto,
se realiza el aporque, el cual consiste en arrimar tierra al surco hasta el pie de la
planta, formando un camellón de 30 a 40 cm de alto a lo largo de la hilera.
Esta labor se efectúa entre los 30 a 45 días después de la emergencia. En el caso
de variedades cuyo ciclo de vida es mayor a seis meses (Sierra), se requiere
realizar el segundo aporque entre 30 a 45 días después del primero.
El aporque tiene las siguientes ventajas:
- Elimina malezas que hayan emergido cercanas a las plantas.
- Evita que los estolones se conviertan en tallos aéreos, aumentando el número
de tubérculos producidos.
- Ayuda a mantener la humedad en el área de las raíces.
- Evita que la luz afecte los tubérculos, tornándolos de color verde.
- Protege los tubérculos en el suelo del ataque de plagas.
La labor del aporque puede ser realizada a lampa, arado de bueyes o surcador
mecánico con tractor.
RIEGOS,
La falta de agua es el estrés más común a que se somete el cultivo; la
disminución del contenido de humedad en el suelo restringe la transpiración y la
fotosíntesis, lo que indirectamente reduce la evapotranspiración del cultivo, lo que
se traduce finalmente en un aumento de la temperatura tanto del follaje como del
suelo. La temperatura alta es desfavorable para la formación inicial de los
tubérculos, además de contribuir a algunos defectos fisiológicos en el tubérculo. El
déficit de humedad en el período de estolonización e iniciación de la formación de
tubérculos como el período de crecimiento de éstos son los que afectan en mayor
proporción los rendimientos del cultivo.
Por otro lado el exceso de humedad del suelo, que puede ser causado por lluvias
intensas en el período de desarrollo del cultivo, riegos deficientes o problemas de
drenaje del suelo, altera la atmósfera de éste limitando el abastecimiento de
oxigeno para las raíces (problemas de respiración radicular) y facilita el ataque de
hongos del suelo; los tubérculos semilla son especialmente sensibles al exceso de
humedad y si esta situación se produce con los tubérculos ya formados éstos son
susceptibles a pudriciones.
Asimismo, una excesiva variación de la humedad del suelo puede afectar la
calidad de la cosecha, ya que un riego luego de un período prolongado de sequía
después que se han formado los tubérculos puede provocar un segundo
crecimiento de éstos, que suele ocurrir a expensas de las reservas acumuladas en
los tubérculos ya formados, lo que además de reducir su peso
provocan deformaciones que reducen su valor comercial.

El riego como en todos los cultivos se debe planificar considerando el estado de


desarrollo de éste, las características físico-hídricas del suelo y las condiciones
climáticas que determinan finalmente la demanda de agua del cultivo. La
frecuencia de riego normalmente entre los agricultores no considera estos
factores, sino que riegan en con una frecuencia fija.

Riego superficial, más usado Riego por goteo, máxima eficiencia


El Riego Pre-siembra

El riego de pre-siembra tiene dos funciones. Una de estas es tratar de llenar el


perfil del suelo para asegurar contra efectos de sequía durante la época de
siembra a cosecha. El otro es asegurar la humedad necesaria para la emergencia
y desarrollo inicial. Bajo condiciones de costa este se realiza como riego de
“machaco”; en la sierra este riego se debe realizar unos 4 a 5 días antes de
siembra con un riego de duración larga y en suelo bien suelto para asegurar la
infiltración de una cantidad adecuada para llenar el perfil del suelo.

CULTIVOS Y DESHIERBOS

Con la finalidad de evitar la competencia de las malezas y mejorar las condiciones


del cultivo se realizan una serie de labores, durante su ciclo de vida, generalmente
estas se realizan en los primeros meses de vida de la planta; estas labores
pueden ser manuales con uso de la lampa, o mecánicos con el uso del tractor. La
oportunidad y frecuencia depende del manejo del cultivo

Los cultivos con tractor se recomiendan a los 30 días después de la siembra y la


segunda al aporque, aprovechando además para la aplicación de la segunda dosis
de fertilizantes. También se puede usar una cuchilla ancha para deshierbar y
aporcar. Generalmente los deshierbos a lampa se efectúan después de las
labores mecánicas, sea para eliminar las malezas entre las plantas y/o para
mejorar el aporque.

COSECHA

A los 90 - 150 días (costa) y 150-180 días (sierra), después de la siembra el follaje
de la papa empieza a amarillarse, siendo recomendable cortar los tallos para una
cosecha uniforme y tubérculos maduros. 15 - 21 días después podrá comenzar la
cosecha. También se puede usar agroquímicas para quemar el follaje para
efectuar la madurez de los tubérculos. Gramaxone o Paraquat son muy efectivos.
Los tubérculos no deben de pelarse al frotarlos con la mano, si así sucede se
deber esperar unas días más. Para cosechar voltearse el surco o camellón con
lampa, cosechadoras mecánicas o arado de bueyes y sacar los papas.

De los tubérculos cosechados inmaduros, se


obtienen papas llamadas comúnmente "pelonas",
las cuales se caracterizan por presentar un
periderma (piel) suelto y muy delgado tal como se
observa en la Figura. En la medida que avanza la
madurez, los tubérculos continúan creciendo y van
afirmando progresivamente su periderma; éste se va
engrosando y adquiriendo un color cada vez más
oscuro. El desarrollo de los tubérculos continúa aún
después que el follaje comienza a amarillarse,
alcanzándose el máximo rendimiento en cada planta
cuando aproximadamente un 50% de su follaje se encuentra seco.

Los tubérculos habitualmente se desprenden de los rizomas durante la cosecha,


quedando en evidencia un fragmento corto remanente o una pequeña cicatriz en
su extremo proximal.
La cosecha puede ser manual o mecánica, según el grado de tecnología utilizado,
o el lugar de producción. En el caso de costa se usa las dos modalidades;
mientras que en la sierra solo se utiliza la cosecha manual (uso de herramientas
autóctonas)

Cosecha manual Cosecha mecánica

ALMACENAMIENTO.
Si bien se ha entendido la preocupación de realizar una cosecha cuidadosa,
igualmente se debe prestar gran atención a la forma de como almacenar las
papas, para evitar pérdidas por deshidratación, brotación, pudriciones, calidad
culinaria e industrial etc.
La papa debe almacenarse por que tiene una producción estacional que significa
épocas del año con ofertas voluminosas al mercado. No toda la papa ofrecida es
consumida, lo que obliga a un almacenaje aunque no muy prolongado. La papa-
semilla debe esperar época adecuada para ser sembrada, por tanto también debe
almacenarse. La papa destinada a la industria requiere ser almacenada por clima
y tiempo de procesamiento. Igualmente debido a factores de índole económica
como la oferta - demanda - precio, determinan esta necesidad de almacenar parte
de las producciones.
La papa es anatómicamente un tallo subterráneo que contiene un 75 a 80% de
agua. Las células de la parte media y el parénquima se han multiplicado e
hipertrofiado para formar tejido de reserva rico en almidón, suculento que como
todo ser vivo respira transformando los carbohidratos en calor agua y anhídrido
carbónico. Una vez cosechado el proceso de respiración y transpiración continúa,
como también procesos bioquímicos que activan enzimas que conducen a la
brotación. Durante el almacenaje tienden a deshidratarse y a brotar después de un
período de latencia experimentando pérdidas en peso y en calidad. Por otra parte
su alto contenido de agua facilita el ataque de insectos y microorganismos
produciéndose a menudo su destrucción.
El objetivo de almacenar papas que se utilizarán como semilla es conservar su
vigor y la tendencia a producir brotes fuertes y sanos.
En papas para el consumo es necesario mantener las cualidades organolépticas y
de contenido nutritivo adecuado para la alimentación humana, limitar pérdidas de
peso, libre de oxidaciones y evitar desarrollo de enfermedades. En ambos casos
es importante controlar la temperatura, la humedad relativa del aire y la
ventilación.
Por los motivos expuestos anteriormente se torna difícil conservar papa por largo
tiempo sin que se produzcan pérdidas que a veces pueden ser de consideración.
Con el objeto de evitarlas o reducirlas al mínimo es necesario mantener los
tubérculos bajo condiciones ambientales adecuadas que hagan posible retardar
los procesos nombrados anteriormente (deshidratación, brotación y pudrición).
Las pérdidas en el almacenaje se deben a pudriciones por mala selección de los
tubérculos antes de guardarlos a temperaturas elevadas, exceso de humedad a la
cosecha, barro y a la deficiente aireación durante su almacenaje; además existe
baja en su peso por perdidas de agua y por brotación. Ello indica una mínima
preocupación por parte de los productores de papa para hacer un buen
almacenaje.
El tipo de almacenaje será distinto de acuerdo al objetivo productivo, sin embargo
en cada tipo de almacenaje las papas deben conservar las condiciones de alta
calidad, buen gusto, no deshidratarse, no brotar ni enfermarse.
Medio ambiente adecuado para almacenamiento de papa y cambios que le
ocurren:
Temperatura: Los cambios fisiológicos y químicos son activados, en forma
importante, por la temperatura a la que se somete al producto. Una temperatura
ideal para almacenaje prolongado (papa-semilla y papa-consumo fresco) es de
4,5ºC. Sin embargo a esta temperatura el proceso respiratorio se activa
desdoblándose el almidón a azúcar. Estos azúcares hacen cambiar el color y
sabor de las papas al freírlas. Es aconsejable que papas destinadas a fritura sean
almacenadas entre 7,5 a 10 ºC. Las destinadas para consumo fresco a 6 a 7 ºC.
Humedad: La humedad relativa es de lejos más importante que la temperatura
con respecto a la pérdida de peso.
Cuando los tubérculos son colocados en una atmósfera de humedad relativa baja,
que produce una presión de vapor más baja que ellos ejercen, su humedad se
perderá y las papas se pondrán blandas y sueltas. Esto ocurrirá aunque se haya
controlado la brotación ya sea por medio de la temperatura o de inhibidores. Las
papas blandas son susceptibles de daños por presión y machucaduras.
Una humedad relativa superior al 95% es peligrosa. El tubérculo se pone más
susceptible a las pudriciones y la humedad libre se deposita en la superficie. Las
lenticelas o poros de respiración se hinchan y proporcionan puntos de entrada a
las bacterias de pudrición cuando los tubérculos permanecen húmedos.
Recomendaciones finales para evitar pérdidas de cosecha y almacenaje:
1. La cosecha debe hacerse cuando: el cultivo está completamente maduro
(madurez comercial), o sea que la piel de las papas sea firme, uniforme y no se
desprenda, es decir, que no estén pelonas.
2. Cuando las papas se cosechan en días de sol, deberán quedar en la superficie
del campo para que se ventilen un cierto tiempo. De este modo, disminuye la
humedad superficial evitando aumentar las pudriciones en la bodega, la tierra
pegada se seca y se desprende con más facilidad.
3. Las papas no deben golpearse ni pisarse durante el transporte de la cosecha,
así evitará pudriciones.
4. Preseleccionar y separar las papas.
5. Guardar aparte según destino: desecho, consumo, tubérculo-semilla.
6. Desinfectar los almacenes una mezcla de insecticida y fungicida.
7. Si el almacén tiene piso de tierra, trate que esté lo más seco posible, liso y
compacto (bien apretado).
8. Si el piso es de cemento, es indispensable colocar las papas sobre un
entablado, con una altura mínima de 10 a 15 centímetros del cemento para que
exista circulación de aire por abajo.

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