CONVIVENCIA COMO ARMONÍA DE LEY, MORAL Y CULTURA.

La Real Academia Española establece que la palabra ‘’convivencia’’ proviene o tiene origen del

latín ‘convivere’ y que significa ‘’acción de convivir’’, es decir, vivir en compañía con otros,

coexistir o cohabitar. El término convivencia, se refiere a vivir en un entorno sociable y de paz

con los demás que nos rodean, y es una palabra que al día de hoy está siendo usada por todo el

mundo.

Mokus, plantea que, si hay convivencia, se debe a la concordancia o conformidad de tres elementos

fundamentales: la Ley, la moral y la cultura. Cuando habla de Ley, se refiere al orden jurídico que

rige todos nuestros comportamientos por medio normativas en busca del respeto de los derechos

de todos. La ley busca regular todas las actividades del día a día del hombre, la Ley es imperativa

en la sociedad, por ende, es un mandato o una obligación y ésta es indispensable y necesaria para

lograr una convivencia pacífica, la Ley implica sociabilidad, es decir, coexistir con más personas,

con respeto y armonía, tratando siempre de no actuar mal, guiándonos de nuestra conciencia en lo

que está bien y en lo que está mal, aquí es donde entra a tomar un papel importante la moral.

Según la RAE, la moral es una doctrina del obrar del ser humano que procura regularizar el actuar

tanto personal como en colectivo en contacto con el bien y el mal y los deberes que lo implican.

La moral, es el conjunto de principios éticos y morales que le permiten al hombre ser conscientes

del bien o el mal obrar individualmente pero también con las demás personas en su entorno. La

moral comprende enseñanzas y dogmas que son inculcados o aprendidos, para poder medirnos en

nuestros actos.
Ya podemos ver la relación entre la moral y la Ley, y es que ambas tienen por objeto regular la

conducta del comportamiento humano, la Ley, por medio de lo establecido en un orden jurídico

(normas, leyes, sanciones y reglas); y la moral se encamina al nuestra consciencia que nos dice si

debemos hacer ciertas cosas o no, dejándonos claro que es lo correcto y que es lo que no está

correcto, y no sólo en mi actuar, sino como mi actuar puede afectar a otros, por eso decimos que

cuando hablamos de Ley o moral, nos referimos también a la sociedad y a las demás personas que

conviven con nosotros.

Aristóteles, decía, que el hombre no puede vivir fuera de lo conglomerado, que solo un dios o una

bestia podrían vivir apartados de la sociedad; Dios, porque es omnipotente y no necesita de la

ayuda de un hombre, y una bestia, porque entonces siempre estaría en guerra. El hombre, es uno.;

la sociedad, es uno. Por eso, cada cosa que realicemos debe ser conforme a lo que nos dice la moral

y la Ley, porque entonces, al actuar, estaremos afectando también a todos. Se debe actuar bajo la

ley, y bajo la moral, por el respeto y la justicia.

La sociedad implica cultura, y la base de la cultura es actuar sobre lo que sabemos que está bien y

está permitido, es decir, bajo la moral y la Ley. La cultura busca vigorizar la regulación cultural y

la regulación moral, también trata de buscar la efectividad de estas regulaciones entre sí con la

Ley, para hacer de estás, un conjunto y de esta manera, se produzca desarrollo y convivencia.

La armonía entre ley, moral y cultura es el instante en el cual cada individuo escoge de forma

moral y cultural su proceder, pero lo hace desde los parámetros de la Ley, pudiendo esa opción ser

distinta de persona a persona, de comunidad a comunidad. Dicho de otra manera, no hay

justificación moral al comportamiento ilegal y si la llegara a haber, entonces tendrían que reunirse

una serie de condiciones, porque la Ley, la cultura y la moral van a ir de la mano.