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RESUMEN

Las lesiones de tejidos blandos son los problemas más comunes en la atención de primeros auxilios, estas lesiones pueden causar un grave
daño, incapacidad o muerte. Además de los huesos y cartílagos el organismo está recubierto por tejidos blandos; músculos, grasas, tendones, ligamentos,
membranas, mucosas, vasos sanguíneos y piel. Siempre que éstos tejidos sean lesionados o desgarrados, hay peligro de infección; los microorganismos
pueden entrar al cuerpo a través de una excoriación, una cortada, una quemadura o una punción. Una infección es la repuesta del organismo al crecimiento
de las bacterias dentro de los tejidos del cuerpo. Las manifestaciones de una infección en el sitio de la lesión son: inflamación, enrojecimiento, dolor, calor
(al tacto) en la zona y drenaje de pus. Todos sufrimos lesiones en los tejidos blandos de vez en cuando, bien haciendo deporte o simplemente una torcedura
de tobillo al caminar. El resultado final siempre es el mismo: inflamación y dolor, que en algunos casos termina en cirugía. En el presente trabajo monográfico
presentamos los conceptos, síntomas, consecuencias, qué hacer y qué no hacer ante la presencia de lesiones de tejidos de blandos; específicamente en
casos de heridas, hemorragias, quemaduras, picaduras y mordeduras.

I. INTRODUCCIÓN.
Ya sea que estemos involucrados en el atletismo o no, todos hemos escuchado la probabilidad de sufrir una lesión en los tejidos blandos.

Cualquier daño a los tejidos de los músculos, tendones, o ligamentos es probable que caiga en la categoría de lesiones en los tejidos blandos.
Este tipo de lesión puede ser causada por un accidente o uso excesivo y repetido. Cualquiera sea el daño que provoco la lesión, el resultado sigue siendo
el mismo en cuanto a los síntomas más comunes: dolor, hinchazón, enrojecimiento.

El médico evaluará la lesión y el grado basándose en la gravedad de la lesión. Desde allí, el protocolo de rehabilitación es bastante estándar,
aunque será el médico el que deba poner el tratamiento.

Si usted no cree que las lesiones de tejidos blandos son comunes, pregúntese: con qué frecuencia escucha hablar a sus amigos o familiares
acerca de temas tales como: codo de tenista, esguince de tobillo, tensión en los músculos de la espalda, o incluso una contusión.

Sí, es verdad, la gente común sufren de lesiones de tejidos blandos como lo hacen los atletas. Estas lesiones comunes se clasifican en unos
pocos tipos diferentes, cada uno con características únicas. El esguince o distensión muscular es probablemente la más reconocida lesión de tejidos
blandos. El término esguince se refiere a un estiramiento o rotura de los ligamentos. Muchas personas usan los términos esguince y tensión indistintamente,
pero la verdad es que no son la misma lesión exacta. Una tensión es similar a un esguince en que se trata de un estiramiento y desgarro de los tejidos
blandos, pero una tensión se refiere específicamente a los tendones y los músculos en lugar de los ligamentos.

II. OBJETIVOS.
Comprender la importancia de los tejidos blandos.
Aprender las clasificaciones de las lesiones de los tejidos blandos más utilizadas.
Describir y practicar los tratamientos básicos de una lesión en los tejidos blandos.

III. MARCO TEÓRICO.


2.1. DEFINICIÓN DE LESIONES DE TEJIDOS BLANDOS.

Muchas actividades pueden dar como consecuencia lesiones en tejidos blandos de músculos, ligamentos y tendones. El resultado puede ser
dolor, hinchazón, moretones y lesiones. Los atletas y los no atletas comparten muchas lesiones similares de tejidos blandos.

Son los problemas más comunes en la atención de primeros auxilios, estas lesiones pueden causar un grave daño, incapacidad o muerte.

2.2. HERIDAS.

2.2.1. DEFINICIÓN.

Es la pérdida de la continuidad de los tejidos blandos producidos por un trauma violento. Una herida es una falta de la continuidad de la piel que
puede estar originada por diferentes causas, como un golpe, un corte con un objeto afilado o una mordedura. Es importante conocer su origen, ya que el
tratamiento va a estar condicionado en gran medida al agente que la provoca, si por ejemplo la herida ha sido provocada por una mordedura de animal
habrá que vacunar a la persona, o para un corte puede que sea necesario suturar. La mayoría de las veces las heridas no suponen un riesgo inmediato,
pero pueden llegar a serlo si no se actúa correctamente desde el primer momento. Para no encontrarnos con alguna complicación hay una serie de signos
que debemos conocer y unas conductas que debemos adoptar que nos proporcionarán tranquilidad y ayudarán a la recuperación de la herida.

2.2.2. COMPLICACIONES.

A. Hemorragia: Importante saber tratarla de inmediato porque puede llevar a un shock.


B. Infección: Si es leve enlentece el proceso de curación y causa fiebre y dolor intenso. Si pasa a ser grave puede conllevar la pérdida del miembro
afectado o incluso shock y muerte.
2.2.3. SEÑALES. Dolor, Hemorragia, Destrucción del tejido, Equimosis (amoratamiento), Inflamación (hinchazón).
2.2.4. CLASIFICACIÓN.

Hay diferentes tipos de heridas, unas necesitan una atención más urgente que otras. Su aspecto nos dará una idea de a qué tipo de herida
nos enfrentamos y cómo actuar ante ellas:

A. CLASIFICACIÓN SEGÚN LA INTEGRIDAD DE LA PIEL.

a. Abiertas. Con separación de la piel. Debemos comprobar la distancia que hay de un borde a otro de la herida, y la profundidad. Si no es muy abierta, no
será necesaria una sutura.

b. Cerradas. No se observa separación de la piel, pero generalmente hay hematoma. Suelen estar producidas por golpes, y requieren una atención rápida
para descartar el compromiso de algún órgano o de la circulación.

B. CLASIFICACION SEGÚN LA GRAVEDAD DE LA LESIÓN.

a. Simples. Alcanzan solamente a la piel sin afectar ninguna función del organismo. La persona solo manifiesta dolor local, no se queja de dolor en órganos
internos.

b. Complicadas. Son extensas y profundas, con hemorragia abundante, y generalmente conllevan lesiones de músculos, nervios, vasos u órganos internos.
Son muy llamativas y se reconocen fácilmente.

C. CLASIFICACION SEGÚN EL ELEMENTO CAUSANTE DE LA LESIÓN.

a. Heridas abrasivas o erosiones. Se producen cuando hay un rozamiento de la piel contra objetos ásperos (asfalto, cemento, estucos de paredes, etc.).
Riesgos: Se infectan con frecuencia.

b. Heridas cortantes. Producidas por objetos afilados como latas, vidrios, cuchillo, etc. Los bordes de la herida son definidos. La hemorragia puede ser
escasa, moderada o abundante y se presentan con dolor agudo.
Riesgos: Infección y hemorragia.
Indicadores de gravedad: Profundidad, contaminación del elemento causante de la herida y parte del cuerpo afectada.

c. Heridas punzantes. Son producidas por objetos puntudos como clavos, agujas.
Riesgos: Infección, especialmente por tétanos y hemorragia interna.
Indicadores de gravedad: Profundidad, contaminación del elemento causante de la herida y parte del cuerpo afectada.
d. Heridas contusas. Causada por objetos romos, con bordes irregulares y se producen cuando la fuerza del impacto supera la elasticidad de la piel.

e. Heridas corto punzantes. Son producidas por objetos agudos y afilados como por tijeras, cuchillos, huesos fracturados. Se presenta hemorragia
abundante.

f. Heridas laceradas. Producidas por objetos de bordes dentados como el serrucho. Hay desgarramiento de Tejidos y los bordes de la herida son irregulares.

g. heridas por proyectil de arma de fuego. Producidas por Proyectiles. El orificio de entrada es pequeño redondo y limpio mientras que el orificio de salida
es de mayor tamaño. La hemorragia depende de las estructuras lesionadas y la localización de las heridas.
h. Heridas por raspaduras, excoriaciones o abrasiones. Son producidas por fricción o rozamiento de la piel con superficies duras. Hay pérdida de la capa
más superficial de la piel. Dolor tipo ardor (cede pronto). Hemorragia escasa. Son menos graves y se infectan con frecuencia.

i. heridas avulsivas. Presentan el tejido violentamente separado o rasgado del cuerpo. Sangran abundantemente.

2.2.5. QUÉ HACER ANTE UNA HERIDA.

Si te dispones a curar una herida, ya sea propia, de un familiar o una persona de la calle, conviene que conozcas los pasos a seguir para
hacerlo correctamente y evitar infecciones u otras complicaciones:

Antes de actuar, es importante lavarse las manos con agua y jabón.


Hay que observar si hay dolor, hemorragia, el tipo de herida que es y su extensión.
Conviene conocer la causa para saber qué hacer: por ejemplo, las mordeduras necesitan atención médica no inmediata.
Observa la hemorragia: si la sangre es más oscura y sale a impulsos es sangre arterial, más grave. En ese caso acude rápidamente a un centro
de salud para ser atendido.
Si existe hemorragia se debe presionar con una gasa estéril. En caso de no tener una a mano, presiona con un paño.
Comprueba si hay objetos extraños en la herida (arena, cristal…), pero no los extraigas.
Una vez que la hemorragia ha parado, cubre la herida prestando atención a que no se adhiera, y vigilando que no vuelva a sangrar. Si dispones
de algún gel bacteriano a mano aplícalo.

2.2.6. QUÉ NO HACER PARA CURAR UNA HERIDA.

Nunca hay que hacer torniquetes, puede provocar necrosis del miembro.
Dejar la herida al descubierto o soplar sobre ella, ya que podría infectarse.
Sacar los objetos extraños de la herida. Puede que el cuerpo extraño esté taponando una hemorragia y es peor sacarlo que dejarlo.
Si se está aplicando presión a una hemorragia, nunca quitar la gasa/paño que esté en contacto con la herida, ya que podemos romper la capa
que se está creando para detener la hemorragia.

2.2.7. SIGNOS DE ALARMA ANTE UNA HERIDA.

Habrá situaciones en las que será necesaria la atención sanitaria inmediata del herido, bajo riesgo de compromiso del miembro. Algunos de los
signos que nos harán ver la gravedad de la herida son:

La hemorragia persiste durante un tiempo razonable, a pesar de la compresión de la herida.


Herida de gran tamaño o con pérdida de músculo, hueso…
Presencia de hemorragia intensa; más probable en los casos de afectación vascular directa.
Herida localizada en cuello, cerca de un orificio natural, ojo o párpados y tórax, abdomen o espalda.
Herida con cuerpos extraños: vidrio, cuchillo, tierra…
Heridas en personas con circunstancias especiales: niños pequeños, ancianos, inmunodeprimidos, diabéticos, alcohólicos, etcétera.
El herido comienza a perder la conciencia. Está frío y pálido.
La herida está enrojecida, supura pus o líquidos y existe dolor local.
La herida comienza a oler mal.
Dolor muy persistente en el tiempo y a pesar de los analgésicos.
En cualquiera de estas situaciones lo más recomendable es acudir al centro de salud más cercano lo más deprisa posible.

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