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Preguntas 1. ¿En qué se diferencia el matrimonio romano del canónico? 2.

¿Cuáles son los


tres grandes pilares sobre los que se construye el sistema matrimonial canónico? 3. ¿Existe
una jerarquía de fines en el matrimonio canónico? 4. ¿Qué relación existe entre fines y
propiedades esenciales del matrimonio? 5. ¿Cuáles son los elementos del sacramento del
matrimonio? 6. ¿Cuándo el matrimonio es sacramento? ¿Qué relación existe entre el con-
trato matrimonial y el sacramento del matrimonio? 7. ¿Puede haber sacramento en un
matrimonio entre un bautizado y un infiel? 8. ¿Qué argumentos aduciría Usted a favor de la
propiedad esencial de la unidad? 9. ¿Y cuáles a favor de la indisolubilidad? 10. ¿Qué origen
tiene la teoría de los Bona matrimonii (Bienes del matrimonio)? 11. ¿Qué función cumple
esta teoría en el moderno derecho matrimonial canónico? 12. ¿Qué es el favor iuris? Señale
algunas manifestaciones concretas del favor iuris en el derecho matrimonial canónico. 13.
¿Qué se entiende por favor fidei?

PREGUNTA 2
 El consentimiento mutuo de los contrayentes, que es la causa eficiente del vínculo
matrimonial; lo que hace o crea el matrimonio.  La forma jurídica: Para que un
matrimonio sea válido no sólo se requiere que los contrayentes sean hábiles ―no estén
incursos en un impedimento legal―, y que presten un consentimiento íntegro y libre, sino
que se requiere que la manifestación de ese consentimiento se exprese en una forma
determinada, para asegurar la debida publicidad y seguridad jurídica ante terceros.  Estos
tres grandes pilares del matrimonio det

PREGUNTA 3
4. Los fines del matrimonio Cuando hablamos de los fines del matrimonio nos referimos a
los fines del matrimonio en cuanto institución natural, es decir a sus fines objetivos
(naturales). Obviamente, los contrayentes pueden proponerse otros fines subjetivos, con tal
de que no se opongan a los fines naturales. Dichos fines naturales son:  La generación de
la prole (y su educación); y  El bien mutuo de los cónyuges. Los hijos enriquecen el
matrimonio y contribuyen al bien de los cónyuges; y el bien de los cónyuges contribuye a la
generación y educación de la prole. El Código de 1917 distinguía entre un fin primario, que
era la generación de la prole, y uno secundario que era la mutua ayuda y el remedio de la
concupiscencia. Parte de la doctrina entendió, erróneamente, que el fin primario era el fin
principal y que el secundario era meramente accesorio del principal. En realidad, los dos
fines son igualmente importantes. No puede darse uno sin el otro; no se puede descuidar
uno sin que se resienta el otro. El término primario tiene un mero sentido ontológico: es el
que primero se da en la naturaleza, no el principal. El Código de 1983 no distingue y pone a
los fines en un mismo plano, unidos por la conjunción copulativa «y». [10] —Pbro Dr.
Romer Ortiz— Derecho matrimonial. canónico para juristas civiles Si una persona al
contraer matrimonio excluye alguno de estos fines (o los dos), el matrimonio sería nulo
porque no sería una unión matrimonial, sino otro tipo de unión. 5. Las propiedades
esenciales

PREGUNTA 4
5. Las propiedades esenciales Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad (c.
1056). Se trata de propiedades intrínsecas a cualquier verdadero matrimonio (es decir, también al matrimonio
natural no canónico). El matrimonio supone la mutua entrega total entre los dos contrayentes. Esa totalidad de
la entrega conyugal abarca también el tiempo. Como indica el c. 1056, en el matrimonio cristiano quedan
como reforzadas en virtud del sacramento. Existe una clara relación entre los fines naturales y las propiedades
esenciales. Las propiedades facilitan el cumplimiento de los fines, como veremos. a) La unidad La unidad
significa que una unión verdaderamente matrimonial sólo puede ser monógama (de uno con una). La
poligamia, tanto en su versión de poliandria (una mujer con varios hombres), como en la de poliginia (un
hombre con varias mujeres) contradice esta propiedad esencial. Es evidente que la poliandria dificulta tanto la
generación de la prole como su educación (paternidad desconocida). En cambio, la poliginia, si bien favorece
la procreación, dificulta su educación. El varón no comparte con nadie sus mujeres, pero éstas han de
compartir entre ellas el marido. En cualquier caso, ambas formas atentan contra la igual dignidad de los
cónyuges y, por tanto, contra unas relaciones verdaderamente justas. Desde un punto de vista estrictamente
religioso, el Génesis en el pasaje de la una caro («serán los dos una sola carne») establece una clara
monogamia. b) La indisolubilidad La indisolubilidad es la proyección temporal de la unidad. Significa que
cualquier matrimonio válidamente constituido es per se indisoluble. A la indisolubilidad se opone el divorcio.
El divorcio comporta la imposibilidad material de cumplir los fines del matrimonio. El divorcio se ha
generalizado en las legislaciones civiles modernamente. Así, por ejemplo, el matrimonio civil obligatorio que
impusieron gobiernos anti- [11] —Pbro Dr. Romer Ortiz— Derecho matrimonial. canónico para juristas
civiles católicos en Italia y España en el último tercio del siglo XIX era un matrimonio indisoluble. A nuestros
bisabuelos anticlericales les parecía natural que el matrimonio fuera indisoluble y consideraban que el
divorcio era un mal social. Es decir, pensaban que el divorcio no contribuía al bien común. En el fondo, todo
el mundo está de acuerdo en que el divorcio no es en sí mismo algo bueno: es señal de que el matrimonio ha
fracasado. Suele introducirse, inicialmente, como solución para casos dramáticos. Pero divorcio llama a
divorcio. Una vez admitida la posibilidad del divorcio, los motivos por los que puede solicitarse resultan cada
vez más triviales; hasta llegar a situaciones, como la española, en que ni siquiera es necesario que exista una
causa. La mera existencia del divorcio debilita la plenitud de las relaciones conyugales: uno puede jugar con
situaciones que pongan en peligro su matrimonio porque sabe que, en último término, siempre cabe la
posibilidad de divorciarse. Desde un punto de vista religioso, la indisolubilidad fue solemnemente reiterada
por Jesucristo al interpretar auténticamente el pasaje del Génesis de la una caro, cuando concluyó: «por tanto,
lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre».

PREGUNTA 6

El matrimonio sólo es sacramento si los dos cónyuges están bautizados. Será válido, pero no será sacramento:
 Si ninguno de los dos está bautizado  Si sólo uno de ellos está bautizado [9] —Pbro Dr. Romer Ortiz—
Derecho matrimonial. canónico para juristas civiles En el momento en que el no bautizado se bautiza, los dos
reciben la gracia del sacramento y, lógicamente no han de volver a contraer. Lo mismo sucede si se bautizan
los dos después de haber contraído matrimonio válido: su unión deviene sacramental y no necesitan volver a
casarse.

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