ISSN: 0185-0636
nuevaantropologia@hotmail.com
Asociación Nueva Antropología A.C.
México
Resumen: En este artículo se propone, mediante ejemplos de tipo etnográfico, que el miedo, ade-
más de ser una experiencia individual, es construido de manera social y política, siendo un elemen-
to con el cual en la actualidad se organiza el orden urbano. En dicho orden, el miedo es uno de los
estados anímicos posibles para construir la cotidianidad de la ciudad. Al respecto, el miedo que se
vive en México afecta a la ciudad de manera particular y diferente que al resto de la sociedad; sin
embargo, la propia urbe cuenta con recursos para enfrentarlo. Ambas situaciones se desarrollan
en este artículo problematizando un conjunto de narrativas sociales con las cuales los habitantes
de la ciudad de México explican los cambios que perciben en su habitar y transitar por la ciudad
contemporánea en la que el temor a la vida urbana parece ser uno de sus elementos definitorios.
Palabras clave: miedo, imaginarios, ciudad de México, incertidumbre, narrativas urbanas.
Abstract: Through ethnographic examples, this article proposes that fear, besides being an indi-
vidual experience, is constructed socially and politically, becoming an element from which urban
order is organized. In this context, fear is one of the possible emotional moods for building every-
day life in the city. Fear in Mexico City affects the city in a particular way that is different from
how it affects the rest of society. However, the city has its own resources to face it. Both situations
are developed in this article, questioning a set of social narratives by which the Mexico City popu-
lation explains changes that they perceive in their experience of living and moving through the
contemporary city, where fear of urban life seems to be one of its defining elements.
Keywords: fear, imaginaries, Mexico City, uncertainty, urban narratives.
D
urante la segunda semana de evocación social todavía perdura), o a la
septiembre de 2012, la ciudad memoria social conservada de la decena
de México experimentó un esta- trágica de 1913 (registrada en libros
do anímico que no se había producido de texto de historia o incluso narrada a
desde hace muchos años. Tal expe- los padres por sus abuelos y bisabuelos).
riencia probablemente sólo puede ser En efecto, durante esos días aciagos de
equiparable a la vivida en 1968 (cuya septiembre de 2012, tuvo lugar un even-
to inédito en su historia reciente: el
*Profesor-investigador del Departamento miedo, el temor, la zozobra, la incerti-
de Antropología, Universidad Autónoma Metro-
politana-Iztapalapa. Línea principal de investi-
dumbre, la angustia, el desasosiego
gación: Antropología urbana, del trabajo y experimentados de manera personal,
simbólica. familiar y vecinal, dieron lugar a un fe-
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trama simbólica que permitía a los su- ¿qué significado habrá representado?
jetos organizar el sentido de su vida en el haber visto decenas de veces —en
la ciudad, haciendo viables sus utopías múltiples canales televisivos, progra-
familiares o personales. Este relato mas de noticias y de opinión política—
utópico se sustentaba sobre un conjun- la repetición, cuadro por cuadro, del
to de asunciones, creencias y certidum- asesinato de un candidato priísta a la
bres que no sólo fueron puestas en presidencia en Tijuana, el espectáculo
cuestión, sino severamente trastoca- morboso del cadáver de otro dirigente
das por la nueva política económica. priísta a unos pasos del monumento a
Las mutaciones más importantes que la Revolución en la ciudad de México, o
podemos señalar de manera provisio- el auto donde fue acribillado en el ae-
nal modificaron las prácticas sociales ropuerto de Guadalajara un cardenal
pero, sobre todo, quedaron codifica- que, aparentemente, ¿fue confundido
das en la estructura de representacio- con narcotraficante? La violencia aso-
nes que organizaba la ética del trabajo. ciada a procesos y momentos políticos
En tal estructura —fundamental en la parecía estar naturalizándose.
construcción de cualquier sentido bio-
gráfico— la idea de salario fue susti- DE CÓMO LOS CIUDADANOS SE
tuida por cualquier tipo de ingreso METAMORFOSEARON EN VÍCTIMAS
económico, y la de empleo fijo fue re-
emplazada por la realización de cual- Conviene recordar que hasta el año de
quier actividad remunerada aunque 1997 la ciudad de México pudo elegir
fuera ilegal, clandestina o incluso cri- democráticamente a su gobierno local.
minal. El orgullo y saberes laborales Antes la Presidencia de la República
fueron cediendo paulatinamente su nombraba un jefe del Departamento
alto valor y aprecio ante el consumo. del Distrito Federal, quien gobernaba
Por cierto, acompañando todo esto po- la ciudad en representación del presi-
demos observar también que la figura dente. Conviene recordar también que
del maestro dejó de asociarse a la del la ciudad de México ha sido consis-
cura y el médico como ocupaciones de tentemente una de las bases de apoyo
alto reconocimiento social. El saber de la izquierda parlamentaria: votó
mismo se hizo innecesario, la escuela en 1988 por Cuauhtémoc Cárdenas
ya no sostenía las expectativas de la postulado como candidato para la pre-
vida. sidencia por el Frente Democrático
Finalmente, como colofón de esta Nacional —fuerza que agrupaba al an-
viñeta no sobra recordar que en esos tiguo Partido Comunista y a múltiples
turbulentos años de principios de los fuerzas políticas de menor escala—;
noventa la violencia política reapare- seis años más tarde en 1994 votó nue-
ció no sólo en la ciudad, sino en casi to- vamente por él, postulado ahora por el
dos los hogares y de manera inmediata; PRD ; en 1997 votó por él por tercera
me atrevería a decir que casi en vivo y ocasión, cuando pudo elegirlo como su
en directo. ¿Qué efectos habrá tenido?, primer gobernante local. Vicente Fox,
asumir como parte del tejido cultural. los centenares de muertes de indocu-
Hoy muchos piensan que los medios de mentados centroamericanos que perse-
comunicación contribuyen a esa natura- guían el mismo fin; de todo ello queda
lización y el sentido común les atribuye constancia y parece que ya hemos per-
el papel de pedagogos para la nueva dido nuestra capacidad de asombro.
delincuencia. Los medios, que tradicio- Frente a este relato no sobra recordar
nalmente han incluido los géneros vio- que el miedo, como cualquier otro fenó-
lentos en su programación cotidiana meno cultural, se comunica. Si se me
destinada al esparcimiento —películas permite un sarcasmo, podríamos afir-
de acción, series policiacas, reality mar que en la ciudad de México el mie-
shows, etcétera—, ahora a través de do ya no anda en burro, ahora se pasea
sus noticieros parecen habernos acos- por sus avenidas y plazas principales,
tumbrado a ver todo tipo de violencia vestido de blanco, acompañado de la
local amplificada y hemos atestiguado indignación ciudadana y de la impo-
cómo se han regodeado en eventos in- tencia frente a la incapacidad guber-
ternacionales como el ataque de los namental de hacer frente a la violencia
aviones al World Trade Center de Nue- urbana en México y en otras ciudades.
va York el 11 de septiembre de 2001 y A pesar de que parece inescapable e
los suicidios a que dieron lugar. La te- interminable la guerra contra el cri-
levisión mexicana paulatinamente men organizado —reactualizada por el
empezó a transmitir violencia real en actual gobierno de Enrique Peña—, se
horario triple A —recuérdense las eje- incrementa de manera exponencial to-
cuciones por decapitación llevadas a dos sus saldos, vemos con asombro
cabo por fundamentalistas iraquíes en cómo se intenta legalizar el consumo
septiembre de 2004—. Pero no ha sido de drogas en Estados Unidos, y en la
sólo la televisión. Hoy prácticamente propia ciudad de México, y parale-
todos los noticieros (radiofónicos y te- lamente cómo ese país introdujo ilegal-
levisivos), periódicos y revistas sema- mente miles de armas al territorio
nales de interés general han debido mexicano que llegaron a la delincuen-
desplegar secciones especializadas en cia organizada. Al lado de ello vemos có-
nota roja para cubrir todo tipo de even- mo se expanden las narcotienditas por
tos violentos que suceden en el país. Por el territorio nacional, donde las ciuda-
medio de todos ellos nos enteramos, des mexicanas parecieran competir
casi rutinariamente de levantones, eje- entre sí para saber cuál es la más peli-
cuciones, muertes, decapitaciones y grosa o cuáles son los horarios y reco-
todo tipo de mutilaciones corporales; rridos carreteros que se deben evitar.
por esos mismos medios, y además por La ciudad de México parecía haber es-
las redes sociales o plataformas como tado ajena a esta dinámica urbana
YouTube, vemos cómo son asesinados presente en otras áreas del país du-
migrantes mexicanos que intentan rante los últimos seis años (como Cu-
cruzar la frontera con Estados Unidos; liacán, Guadalajara, Monterrey, La
también asistimos con sorpresa a ver Laguna, Ciudad Juárez, etc.). Cuerna-
y Brasil (García Canclini, 2003: 7; Aris- DAVIS, Diane E. (2007), “El factor Giuliani:
tegui, 2014). Al final no queda sino el delincuencia, la ‘cero tolerancia’ en el
optimismo y, siguiendo a Monsiváis, trabajo policiaco y la transformación de
afirmar que la ciudad de México es la la esfera pública en el centro de la ciu-
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