Este señor desvaído parece Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Una figura de un museo de cera; Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
Mira a través de los visillos rotos: la resaca de todo lo sufrido
Qué vale más, ¿el oro o la belleza?, se empozara en el alma... Yo no sé.
¿Vale más el arroyo que se mueve
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
O la chépica fija a la ribera?
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
A lo lejos se oye una campana Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
Que abre una herida más, o que la cierra: o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
¿Es más real el agua de la fuente
O la muchacha que se mira en ella? Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
No se sabe, la gente se lo pasa de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Construyendo castillos en la arena. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
¿Es superior el vaso transparente de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
A la mano del hombre que lo crea?
Se respira una atmósfera cansada Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
De ceniza, de humo, de tristeza: cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
Lo que se vio una vez ya no se vuelve vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
A ver igual, dicen las hojas secas.
Hora del té, tostadas, margarina. Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
Todo envuelto en una especie de niebla.
César Vallejo
Nicanor Parra
¡FELIZ DÍA DE LA POESÍA!
¡FELIZ DÍA DE LA POESÍA!
Les desea
Les desea
Departamento de Lenguaje y Filosofía
Departamento de Lenguaje y Filosofía
PADRE NUESTRO EL POETA Y LA MUERTE
Nicanor Parra
no hallar fuera del bien centro y reposo, Mis padres me engendraron para el juego
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, arriesgado y hermoso de la vida,
enojado, valiente, fugitivo, para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
satisfecho, ofendido, receloso; Los defraudé. No fui feliz. Cumplida