Fonoaudióloga
M.N.: 1573
Es importante que enseñemos desde muy pequeños las emociones básicas a los peques
para que puedan reconocerlas.
Con una edad adecuada, hacernos saber cómo se sienten y porqué, reducirán las rabietas,
porque el niño sí conocerá lo que le pasa y sabrá hacérnoslo saber.
Para esto recomendamos el uso del termómetro de las emociones, donde el niño puede
señalar cuando se enfada en qué punto se encuentra, asignar las emociones a los colores
primarios y puede ver cómo de estar muy enfadado y en rojo, pasa al ratito a estar en
amarillo y así, hasta llegar al azul, en el que estará tranquilo y feliz.
Os dejamos un par de recortables del termómetro de las emociones par que os podáis
pegar uno en la habitación y de este modo el o la peque de la casa pueda expresar como
se siente.
Ademas dejaremos una flecha para que podáis pegarla al lado del termómetro y así sea
más sencillo marcar la emoción que siente en ese momento vuestro
pequeño, tomándolo además como un juego.
Ahora os dejamos los imprimibles, empezando por la flecha que tiene dos lineas en el
centro, por si no queréis poner velcro (como en la imagen de arriba), solo deberéis cortar
esas dos lineas y meter la cartulina por ese hueco, de modo que correrá arriba y abajo sin
problemas.
Solo necesitas imprimirlos, tanto la flecha como uno de los modelos, pegarlos en una
pared, corcho o pizarra a la que pueda acceder tu pequeñ@ y ajustar la flecha de modo
que pueda colocarla donde corresponda según sus sentimientos.
En este termómetro
tendréis que colocar además de la flecha, otro objeto (pegatina, otra flecha del mismo
modo, dejarle dibujar una cruz…) para que pueda seleccionar la cara que más corresponde
(es un poco más completo, para más mayores)
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También puedes hacer un modelo personalizado que creas que va a atraer más a tu hija o
hijo.
9 Virrey Olaguer y Feliú 3189 1º “2” CABA Telef.: 4555-5852 4551-8200
mabelfreixes@hotmail.com mabel.freixes@gmail.com
Mabel Freixes de Brahim
Fonoaudióloga
M.N.: 1573
Conoce y haz que conozca sus emociones.
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EXTINCIÓN
Pasos a seguir:
3. Nunca emplear frases del estilo “ahora no te quiero”. Nuestr@ hij@ tiene que saber
que le queremos siempre y debemos hacérselo saber, pero que no nos gusta el
comportamiento que está teniendo.
Si esta técnica no puede aplicarse por el momento en que sucede la rabieta o no encaja
con el carácter de los padres se pueden usar algunas otras que también funcionan y son
sencillas de aplicar. Aunque consideramos que la técnica de la Extinción tiene un efecto
muy positivo.
DISCO RAYADO
Por ejemplo: imaginemos que nuestr@ peque quiere comer chocolate después de cenar y
nosotros no lo consideramos adecuado, al decirle que no, tiene una rabieta. Repetiremos
en bucle (aunque no excesivas veces) la siguiente frase “no comerás chocolate después de
cenar” haga lo que haga y diga lo que diga. Y acompañaremos la orden con la conducta
alternativa “cuando te tranquilices, te atiendo”.
Debe ser un lugar seguro (sin ventanas, enchufes, etc) y no le dejaremos sin supervisión,
puede ser un lugar en el mismo salón donde estamos nosotros. Simplemente debe ser un
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Mabel Freixes de Brahim
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sitio donde pueda estar esos minutos de “relajación” o fuera del lugar donde ha surgido
la rabieta.
CASTIGO
puntual cuando no tengamos o no podamos aplicar otras técnicas pues el castigo como
tal enseña lo que NO deben hacer sin enseñar qué pueden hacer en su lugar.
Esto quiere decir que, aunque estemos en un sitio público y no queramos “dar
el espectáculo”, no podemos dejar la rabieta sin intervención. Podemos llevar
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¿Qué es un rabieta?
Las rabietas son explosiones emocionales que l@s niñ@s tienen al tratar de expresar
emociones negativas como rabia o enfado cuando todavía son pequeños y no tienen
otra forma de hacerlo.
Aunque forman parte del desarrollo y se considera una fase totalmente normal es
necesario saber actuar frente a ellas para evitar que se den de forma regular y provoquen
problemas a nivel familiar.
Surgen alrededor de los 12-18 meses, cuando l@s niñ@s comienzan a tener más
autonomía y empiezan a tener deseos, a expresar lo que quieren, lo que no, adónde
quieren ir y adónde no y lo que les gusta y disgusta. Cuando estos deseos no se cumplen
de manera inmediata por parte del adulto que está con ell@s, se produce la rabieta.
Las rabietas empeoran entre los 2 y los 3 años (momento en que deben aprender a
regular las emociones negativas con entrenamiento) y van disminuyendo hacia los 4 años
hasta prácticamente desaparecer.
Os presentamos algunas de las técnicas más utilizadas para intervenir cuando surge una
rabieta que consideramos que pueden resultaros de mucha utilidad.
Es importante que sepáis que en el momento en que apliquéis estas técnicas, el/la niñ@
sentirá que ya no le funciona tener una rabieta, que estáis poniendo límites, por lo que se
producirá un estallido de la conducta.
Esto quiere decir que la rabieta se va a triplicar y va a haber más gritos, más llantos y más
pataleo que de costumbre. Pero NO PASA NADA, es solo la forma que tiene nuestro
pequeño de decirnos que las nuevas normas no le gustan. Tendremos que ser pacientes y
firmes y no ceder a su rabieta.
TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN
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Las rabietas son estallidos de emociones intensas cuando los niños no saben
expresar con palabras qué es lo que les sucede en el interior. Solemos asociar
las rabietas con los niños pequeños, pero la realidad es que los niños
más grandes, los adolescentes e incluso los adultos pueden estallar en rabietas
si no saben expresar o canalizar las emociones que tienen en su interior.
En los niños pequeños las rabietas suelen estar acompañadas de llantos, gritos y
mucha rabia mal canalizada. Estos estallidos tan intensos hacen que los padres
no sepan muy bien qué pueden hacer para conseguir que los pequeños
recuperen su equilibrio interno. Pero estas rabietas son imprescindibles para
mejorar la Inteligencia Emocional en el futuro de la vida de los niños.
A partir del primer año de vida de cualquier niño o niña será el momento en el
que aparezcan las primeras rabietas y seguirán existiendo y siendo muy intensas
hasta que el niño o la niña cumplan los 4 años. En esta edad, a los 4 años, el
cerebro de los niños empieza a madurar y a entender mejor qué sucede
a su alrededor, aunque sus emociones pueden seguir siendo muy intensas.
También pueden tener problemas en la tolerancia a la frustración.
Cuando un niño tiene una rabieta nunca debe ignorarse porque se sentiría
abandonado emocionalmente. Los niños que tienen una rabieta deben sentirse
comprendidos, seguros y emocionalmente estables. Cuando un niño tiene una
rabieta es necesario que los adultos no tengan también una rabieta porque eso
solo intensificaría el malestar del ambiente y también el de los hijos.