a) El determinismo ambiental-político:
Es oportuno citar también lo que Ratzel llama “las leyes del crecimiento espacial de
los Estados”, a saber:
Camille Vallaux, influido por los trabajos de Ratzel y Mackinder, realizó una
exposición acerca de la geografía social y política, pero que rechaza al ambientalismo por
simplista e introduce el determinismo social, según la noción de “diferenciación” social y
política de la población como base del progreso social. En colaboración con Jean
Brunhes escribirá en 1921 una obra de relieve geohistórico y político “Geografía de la paz
y de la guerra en tierra y mar”.
Dentro de la línea posibilista e historicista, André Siegfried se considera pionero
en los análisis de geografía electoral.
Mas quien condujo la tradición geográfica hasta la conocida geopolítica alemana de
entreguerras fue el historiador y politólogo sueco, profesor de la Universidad de Uppsala,
Rudolf Kjellén. Como discípulo que fue de Ratzel en su teoría orgánica del Estado,
asemeja a ésta a una forma que para crecer necesita extender su espacio, sosteniendo
que los Estados siguen el “principio de supervivencia del más fuerte” y tienen una
existencia independiente de la de sus ciudadanos, llegando así al determinismo
geográfico y legitimando la práctica estratégica del poder del Estado.
A él se debe la primera definición de Geopolítica o “teoría del Estado como un
organismo geográfico o fenómeno espacial”. Estaba particularmente interesado en el
proceso de transformación de un territorio desde un área natural a una región cultural y
política, hasta la creación de una nación, a través de un “instinto geopolítico”.
La Geopolítica alemana, por su parte, fue liderada por el geógrafo y general Karl
Haushofer, que alcanzará una gran influencia en su intento de poner la geografía al
servicio de la ideología, hasta el punto de que ha sido definido por Korinman como “el
jefe de fila de una ciencia nacional-socialista del espacio donde los nazis encontraran
perspectivas y legitimación”.
Haushofer no publicó un manual, ya que consideraba que sus escritos, dispersos,
eran las piedras de un edificio teórico futuro, en el que percibía a la geopolítica con una
concepción dinámica, que estuviera fuera de enunciados dogmáticos que pusieran en
peligro su aplicación.
La obra de Haushofer presenta el mundo desde una tradición pangermanista como
un mapa de Pan-Regiones o territorios autárquicos que se forman a través de la
complementariedad de recursos producidos en climas y situaciones diversas.
Según esa concepción correspondía:
* una Pan-región fragmentada por las colonias, liderada por el imperio inglés;
* una Pan-región americana, liderada por Estados Unidos;
* una Pan-región euroafricana, liderada por Alemania;
* una Pan-región del Este de Asia, liderada por Japón;
* y la Pan-región rusa que incluye a la India.
El estudio de la geopolítica se concibe como la conciencia geográfica del Estado y
un medio para liberar a Alemania del Tratado de Versalles. La Geopolítica indicaría la vía
a seguir para remediar las carencias de espacio de la comunidad alemana, que habría
que conquistarlo aunque fuera recurriendo a la guerra en el caso de que fuese el espacio
vital, pues las fronteras no son confines insuperables en este caso.
El objetivo perseguido era la reagrupación de todos los pueblos de lengua alemana
en sus fronteras naturales, la “Gran Alemania”. Pero el programa hitleriano de un III Reich
ilimitado desbordaba ampliamente el marco geo-etnológico de la Comunidad alemana y
las Pan-Regiones que presenta Haushofer.
Su objetivo, y el de la geopolítica alemana, que tuvo como vehículo, entre 1924 a
1944, la Revista de Geopolítica, era encontrar argumentos geográficos que justificaran el
derecho de Alemania a dominar los pueblos vecinos y de paso resarcirse de la derrota de
la Gran Guerra, esto es, la geografía al servicio de los estados mayores de la guerra y la
geopolítica convertida en un órgano de propaganda, destinado a hacer que Alemania
“cobrara conciencia del espacio” y del espacio vital o Lebensraum, necesario para un
Estado muy poblado e industrioso, a expensa de Austria, Checoslovaquia y Polonia,
además de otros territorios adonde se habían instalado colonos alemanes en Europa
oriental.
De esta forma, se pone en marcha una “geopolítica militar” que al mismo tiempo
pretendía ser una ciencia con una sistemática y lógica disciplinar la que nunca alcanzará,
ya que en 1941 se viene abajo la situación de la escuela de geopolítica alemana con la
huida de su protector político, el lugarteniente Rudolf Hess. Los planteamientos belicistas
llevados sin limitación hacia el Este ruso desbordarán los presupuestos de la geopolítica.
No obstante el apoyo de muchos geógrafos, algunos se mostraban en contra del
desarrollo y formulación de esta “geopolítica”, como Hettner y Schaefer, que se oponían
especialmente al determinismo racial-cultural en el que se apoyaba.
Se advierten dos visiones diferentes al respecto:
Anterior a Cohen, Richard Hartshorne (1950) propone aplicar las funciones de las
state-área, de las fuerzas centrífugas y centrípetas, la raison d’etre o state-idea (la razón
de ser o la idea de estado), del concepto de nación y de core-área o núcleo central, al
análisis de la Geografía Política y de la organización del Estado.
El geógrafo francés Jean Gottmann (1952) elabora el concepto de iconografía-
circulación mediante el cual estudia la dinámica el sistema político-estatal, analizando, al
igual que Hartshorne, las fuerzas de cohesión y de división en el interior del Estado, así
como los efectos de estas fuerzas sobre el sistema territorial-estatal.
Por último, en esto años , el norteamericano Stephen Jones (1954), enuncia su
teoría del “campo unificado”, que se basa en la existencia de una cadena de acción y de
interacción partiendo de una idea política, que conduce a un espacio organizado
políticamente, aplicándolo al caso del surgimiento del Estado de Israel en forma de
cadena interactuada:
Fuera de los Estados Unidos, durante los años ’50 se dio una cierta aproximación a
la Geopolítica y la Geografía Política en España con Manuel de Terán (1951), quien hace
una diferenciación geográfica de las “unidades política primarias”, como aquellas en las
que el grupo humano ejerce plena soberanía sobre el suelo, cualquiera sea la extensión
de éste. Tales unidades son Estados complejos ordenados en una jerarquía que va desde
los imperios hasta las colonias, lo que le sirve para describir a continuación las
características de estas unidades principales y secundarias.
Por su parte, el geógrafo italiano Umberto Toschi (1958), realiza una aproximación
teórica y metodológica concisa de los elementos (territorio, población, gobierno) y órganos
geográficos del Estado y ciertos problemas (emigración, planificación, etc.).
Este renacimiento se generalizará a partir de los años ’70, de modo que en las
últimas décadas ha habido un desarrollo de estas materias en cuanto que aportan una
nueva forma de ver el mapa del mundo a niveles supraestatal e intraestatal.
Numerosos trabajos vienen a ordenar sucesivamente múltiples investigaciones con
una honda preocupación conceptual y metodológica pero recurrente en temas como los
territorios de los Estados, las fronteras, las elecciones, el sistema internacional, como por
ej: Prescott (1972); Muir (1975); Sanguín (1981); Short (1982); Johnston (1982); Mellor
(1989); Taylor (1994); Parker (1998).
Por otro lado, estudios más específicos en Geografía Política se advierten en los
estudios de la geografía electoral (Muir y Paddison, 1981), geografía de las fronteras
(Foucher, 1988), geografía del poder (Claval, 1978; Raffestin, 1990).
Los cambios ocurridos en los años ’90 supondrán el “fin de la guerra fría”, el
derrumbamiento del bloque socialista y la desaparición de la URSS, el peso cada vez más
fuerte de las corporaciones transnacionales en la economía del sistema-mundo y las
incertidumbres que se ciernen sobre el orden internacional, son otros tantos hechos y
situaciones de la realidad presente, a cuya comprensión cabal puede coadyuvar sin duda
el análisis geopolítico.
En este nuevo contexto es notable el interés por la Geografía Política y la
Geopolítica que ofrecen los medios de comunicación y los gabinetes de estudio de los
gobiernos y de organismos internacionales. Entre otras cosas se puede mencionar:
- el “Coloquio sobre Geopolítica” en 1983, promovido por la División de Asuntos
Científicos de la OTAN;
- la creación, en 1982 del Instituto Internacional de Geopolítica;
- la Conferencia Anual del Grupo de Geog. Política de la Asociación de Geógrafos
Americanos, convocada a partir de 1988;
- la publicación de atlas estratégicos y diccionarios de geopolítica.
En 1982, Jean Gottman sintetiza en 10 áreas los problemas estudiados por esta
época:
Todo ello desde una base de estudio interdisciplinar en especial con la Ciencia
Política, la Sociología y la Economía, adoptando métodos cualitativos y cuantitativos
usados por las ciencias sociales, aplicados al estudio de las elecciones, la organización
territorial del Estado y sus divisiones administrativas, las políticas públicas del Estado-
nación, nacionalismos y regionalismos, desde diferentes enfoques.
Este enriquecimiento conceptual y metodológico ha contribuido al auge de la
Geografía Política aportando el carácter dinámico y amplio de su visión actual con
objetivos de investigación multitemática e interdisciplinar, dirigida a cuestiones y
problemas teóricos y de aplicación en los diferentes campos de la interrelación poder-
espacio y de la organización política y territorial del Estado.