Anda di halaman 1dari 11

Evolución y enfoques de la Geografía Política:

a) El determinismo ambiental-político:

Para buscar los precedentes inmediatos de una visión moderna de la Geog.


Política nos debemos remontar al siglo XVIII, “el siglo de las luces”, en donde sobresale la
figura de Montesquieu (Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de
Montesquieu), entre los ideólogos franceses de su tiempo. Su obra “Del Espíritu de las
leyes” (escrita entre 1734 y 1748) sigue vigente y para algunos autores es el precursor
de la Geog. Humana (Barriére) y de la Sociología (Durkheim). Numa Broc ve en él al
verdadero precursor de la Geografía Política “que trabaja a escala de los Estados más
que de las regiones, se preocupa más de las costumbres que de los modos de vida, pero
encontrándose siempre en su obra dos nociones que serán la base de la geopolítica: la
situación y el espacio”.
La historia del pensamiento geográfico sufrió un largo impasse entre la obra de
Bernardo Varenio (muere en 1650) y las “Lecciones de Geografía Física” de Immanuel
Kant (escrita en 1765), más de un siglo de desorientación y escasez de aportaciones
nuevas y significativas.
Montesquieu, con una nueva mirada, buscaba leyes y regularidades bajo la
apariencia caótica de la realidad humana y social, pues los hombres son libres e inciertos.
En su “Espíritu de las leyes” el clima, el suelo, entre otras condiciones son
relevantes en la determinación de lo que en cada caso haya de establecer la razón o la
ley natural. Es por esto que se ha querido ver en Montesquieu como el fundador del
determinismo geográfico, en cuanto el medio modifica las leyes, las costumbres, los
modos de vida y los tipos de gobierno, pues “existen unas influencias respectivas entre el
clima, la naturaleza, población, economía y religión respecto de las leyes….” La hipótesis
de una influencia del clima sobre el comportamiento psicológico e incluso político de los
hombres era muy conocida en su siglo. Su gran aporte consistió en la elaboración
sistemática a partir de la hipótesis de que el clima y otras condiciones son relevante en la
determinació0n de lo que en cada caso haya de establecer la razón o ley natural. Esta
aptitud o relación de condiciones constituye “el espíritu de las leyes”.
Para Montesquieu los tipos de gobierno son fijos y la influencia del medio los
modifica. Presenta en su sistematización, de un lado, las costumbres-leyes-tipos de
gobierno; de otro lado, los agentes exteriores o condiciones espaciales, naturaleza del
terreno-clima-población-economía-religión, todo a su vez interrelacionado.
De este modo si “los hombres son muy diferentes en los diversos climas”, las leyes
y los gobiernos son relativos a esos factores físicos y humanos. Sus teorías plantean un
determinismo geográfico como principio de causalidad de las instituciones políticas y del
carácter de los ciudadanos.
A pesar de que Montesquieu es criticado por algunos en cuanto al rigor científico
con el que plantea los conceptos relacionados al medio, es reconocido como uno de los
grandes politólogos de su época y con fuertes influencias en los siglos venideros.
Influyo notablemente en Kant, quien definió a la Geografía Política casi a la manera
de Montesquieu cuando afirma “como las leyes tienen relación con las condiciones del
territorio y sus habitantes, entonces la Geografía Política se funda en la Geografía Física,
la fundamenta y le dota de un sistema de referencia a partir del cual pueden
espacializarse las diferencias políticas y establecimiento de ciertas correlaciones”
Un siglo después, estas influencias de Montesquieu, como la de Alexis de
Tocqueville (“La democracia en América”) se notará en la obra de los clásicos de la
geografía alemana decimonónica, Karl Ritter y Fiedrich Ratzel, en especial en el estudio
de las interrelaciones sociedad y medio.
Casi contemporáneo de otro gran geógrafo Alexander von Humboldt, Ritter, a
diferencia de éste, parte en su proyecto de sistematización geográfica de la historia y no
del ámbito del conocimiento natural; entiende a la Geografía esencialmente como una
disciplina histórica que tiene como centro el estudio de las relaciones entre el medio
natural y el desarrollo de los pueblos. Su obra cumbre “Geografía” (1822-1859) enlaza
con la aproximación histórica que hace Hegel “que la incluye como una parte….de la
filosofía de la historia, calificada la historia universal como un proceso espacio-temporal
en el que la dimensión geográfica constituye la constante correlación de la sucesión en el
tiempo”. Hegel subsume la geografía en la historia como un elemento de base o
fundamento del proceso histórico que trata de la descripción y presentación del paisaje
donde se desarrollan las culturas y el devenir de los pueblos.
Ritter viene a ser el último eslabón del período determinista que enlaza con la
teoría del Estado orgánico, al desarrollar por analogía con los organismos físicos una
teoría cíclica del crecimiento del Estado. En su versión de la vida del mundo las entidades
políticas y las culturas eran entes orgánicos que siguen un desarrollo cíclico. Al conocido
determinismo físico unirá la nueva variable del ciclo de vida y muerte de los Estados.
Pero el determinismo medioambiental gozará de buena salud durante más tiempo,
impulsado por la teoría evolucionista de Darwin, hasta las primeras décadas del S. XX

b) El Estado orgánico y la geopolítica:

Avanzado el Siglo XIX se fueron estableciendo las bases institucionales de la


Geografía como disciplina universitaria y no universitaria, a partir de la difusión de
cátedras, sociedades geográficas, revistas geográficas y congresos internacionales. Es en
este marco donde las escuelas geográficas nacionales se van a desarrollar muy cercanas
al contexto e intereses de los respectivos Estados, entre ellas se van a destacar la
escuela alemana, británica, francesa y norteamericana.
El alemán Fiedrich Ratzel será el primer sistematizador de la Geografía Humana
en su obra en dos volúmenes (“Antropogeografía”, 1882-1891), a la vez que el fundador
de la Geografía Política (“Politische Geographie”, 1897; “Der Lebensraum”, 1901). Por
otro lado será el primero de los geógrafos en realizar un tratamiento de los “espacios
políticos” y a la vez una “geografía de los Estados”.
Para Ratzel el Estado es el concepto fundamental de la Geografía Política, al que
por analogía biológica lo observa como un organismo espacial sujeto a la tierra, una pieza
de la humanidad y una porción de la tierra (el lebensraum natural de los grupos humanos
o el hábitat biológico).
Los temas que trata en su obra de Geog. Política son los siguientes:

* relaciones entre el territorio y el Estado, propiedad y poder;


* el movimiento histórico de los Estados, la diferenciación geográfica y los valores
políticos;
* el crecimiento espacial de los Estados influido por concepciones geográficas reli-
giosas y nacionales y su interrelación con el medio ambiente;
* la situación geográfica y política;
* los espacios políticos e influencias de la demografía y los transportes;
* las fronteras, su naturaleza y desarrollo;
* las franjas costeras;
* el ámbito de los mares, ríos y lagos;
* las formas de relieve y la constitución de los Estados y el movimiento histórico.

Es oportuno citar también lo que Ratzel llama “las leyes del crecimiento espacial de
los Estados”, a saber:

1.- el tamaño de los Estados crece con su cultura.


2.- el crecimiento de la población precede al crecimiento del Estado.
3.- este crecimiento resulta de la anexión de muchas unidades en un agregado.
4.- la frontera es el órgano periférico del Estado.
5.- en su crecimiento y evolución el Estado compite por las posiciones políticas más
favorecedoras.
6.- los primeros estímulos al crecimiento espacial de los Estados proceden del ex-
terior.
7. la tendencia general hacia la anexión de territorios es transmitida de Estado a
Estado y continuamente se incrementa en intensidad.

El movimiento histórico del Estado es la expansión geográfico-política por la


conquista de espacio debido a las migraciones o al propio incremento demográfico frente
a los espacios vecinos; “toda expansión de la sociedad es, en realidad, una expansión del
Estado…”
En esta línea de pensamiento es el territorio el elemento esencial, será la base real
de la política para Ratzel, quien afirma que “una política verdaderamente práctica tiene
siempre un punto de partida en la Geografía” y también que “la extensión progresiva del
territorio de los Estados es un poderoso motor del crecimiento histórico”.
Defendía así que los Estados tenían una natural tendencia a la expansión, por lo
que la obra de Ratzel proporcionó una plataforma de apoyo para la política expansionista
alemana.
Para Sanguin, la teoría de Ratzel está construida sobre 3 ideas clave: espacio,
posición y organismo. Las dos primeras determinan el valor geográfico, y la tercera es su
innovación al considerar al Estado como un organismo biológico viviente que nace, crece
y declina.
La raíz del pensamiento ratzeliano se mueve en la ambivalencia, al servir de
puente entre el determinismo y el evolucionismo. No obstante, en su trabajo de Geografía
Política observa que los factores humanos tienen una influencia mayor que la procedente
del entorno físico, lo cual, esto marca un cambio radical de su discurso.
Se convierte en un convencido defensor del determinismo natural y el organicismo
biológico ya que entendía que los procesos humanos, sociales y políticos responden
siempre a una dinámica evolutiva decisivamente determinada por las condiciones
geográficas ambientales y que la libertad del hombre es tan solo aparente.
Coetáneos de Ratzel son el francés Elisée Reclus y el ruso Piotr Kropotkin,
geógrafos de ideología anarquista, interesados por la geografía social y la situación de las
clases desfavorecidas por el industrialismo, con fuerte oposición militante frente al
estatalismo y el imperialismo. Por esta razón no conectan con las ideas deterministas y
“megaestatalistas” de Ratzel.
Quien primeramente enlazará con el determinismo y biologismo aplicado a los
espacios políticos será el británico sir Halford Mackinder, profesor y parlamentario, que
pasará por la experiencia de ver la culminación y el declive del imperio británico.
Para él la Geografía Política tiene la misión de “desentrañar y demostrar las
relaciones entre el hombre en sociedad y las variaciones locales de su medio” y por tanto
debe apoyarse en la Geografía Física.
En su libro “Britain and The British Seas” (1902) plantea de forma clara el problema
del dominio del océano como clave para el dominio del mundo, y realiza un análisis del
poder naval británico, y de las bases estratégicas de apoyo que le permiten controlar los
océanos y, por ello, las relaciones internacionales. Ese interés por el estudio del mar
como fuente de poder ya se había dado en Ratzel y él lo traduce en la preocupación
permanente del imperio británico.
La segunda cuestión que trata es el estudio del Área Pivote, es decir, el dominio de
las tierras continentales. La tesis de este trabajo es que a partir de fines del Siglo XIX
finaliza una época histórica y se inicia otra en la que el mundo se ha convertido en un
sistema político cerrado, de alcance mundial (mundialización).
Y en ese vasto mundo se produce una “alta presión continental” precisamente en el
área más inaccesible al comercio marítimo del mayor de los continentes, en Rusia, que
constituye el área pivote o heartland, rodeada por unas medias lunas o frentes interior y
exterior de países.
* Inner or marginal crescent = La media luna interior o marginal (que como se
puede ver en el mapa que sigue comprende Europa en su totalidad, la península arábiga,
la península índica y el sudeste de Asia).
* Lands of outer or insular crescent = Tierras de la media luna exterior o insular
(representada por América, África al sur del Sahara, Australia, Nueva Zelanda y el resto
de Oceanía).
Para Mackinder una posible alianza entre Alemania y Rusia obligaría a una alianza
del resto de las potencias y países, ya que sostenía que “quién controle Europa del
Este dominará el Pivote del Mundo quien controle el Pivote del Mundo dominará la Isla
Mundo quien domine la Isla Mundo dominará el mundo”. Luego Gran Bretaña debía
buscar la alianza con Rusia….Pero eso mismo es lo que tratará de explicar y defender de
1920 a 1945 la geopolítica alemana.
Para Mackinder el mundo estaría dividido en dos grandes unidades:
* la Isla Mundial, constituida por un “Heartland”, que corresponde a la masa
continental euroasiática y por las regiones costeras de ésta o “inner or marginal
crescent”, que corresponde a las tierras peninsulares que circundan al Heartland.
* Las “lands of outer or insular crescent” que corresponde a las áreas marítimas de
América, Africa Subsahariana, Australia, Japón y las demás islas británicas.

El poder residiría en el Heartland debido a la posibilidad de desarrollo autárquico,


con base en la extensión territorial y en los recursos, en la gran movilidad interna y en su
condición de fortaleza natural.
Si bien estas ideas fueron muy tenidas en cuenta por los estrategas del sistema
internacional del siglo XX, no se consideraron algunas cuestiones muy importantes y que
en definitiva fueron errores de percepción:
* no consideró la proximidad y el potencial de los Estados Unidos de América, debi-
do a la proyección cartográfica que utilizó;
* ni el desarrollo tecnológico que afectaría a la noción de monopolio del poder;
* ni tampoco se tuvo en cuenta las desventajas de la continentalidad.

Camille Vallaux, influido por los trabajos de Ratzel y Mackinder, realizó una
exposición acerca de la geografía social y política, pero que rechaza al ambientalismo por
simplista e introduce el determinismo social, según la noción de “diferenciación” social y
política de la población como base del progreso social. En colaboración con Jean
Brunhes escribirá en 1921 una obra de relieve geohistórico y político “Geografía de la paz
y de la guerra en tierra y mar”.
Dentro de la línea posibilista e historicista, André Siegfried se considera pionero
en los análisis de geografía electoral.
Mas quien condujo la tradición geográfica hasta la conocida geopolítica alemana de
entreguerras fue el historiador y politólogo sueco, profesor de la Universidad de Uppsala,
Rudolf Kjellén. Como discípulo que fue de Ratzel en su teoría orgánica del Estado,
asemeja a ésta a una forma que para crecer necesita extender su espacio, sosteniendo
que los Estados siguen el “principio de supervivencia del más fuerte” y tienen una
existencia independiente de la de sus ciudadanos, llegando así al determinismo
geográfico y legitimando la práctica estratégica del poder del Estado.
A él se debe la primera definición de Geopolítica o “teoría del Estado como un
organismo geográfico o fenómeno espacial”. Estaba particularmente interesado en el
proceso de transformación de un territorio desde un área natural a una región cultural y
política, hasta la creación de una nación, a través de un “instinto geopolítico”.
La Geopolítica alemana, por su parte, fue liderada por el geógrafo y general Karl
Haushofer, que alcanzará una gran influencia en su intento de poner la geografía al
servicio de la ideología, hasta el punto de que ha sido definido por Korinman como “el
jefe de fila de una ciencia nacional-socialista del espacio donde los nazis encontraran
perspectivas y legitimación”.
Haushofer no publicó un manual, ya que consideraba que sus escritos, dispersos,
eran las piedras de un edificio teórico futuro, en el que percibía a la geopolítica con una
concepción dinámica, que estuviera fuera de enunciados dogmáticos que pusieran en
peligro su aplicación.
La obra de Haushofer presenta el mundo desde una tradición pangermanista como
un mapa de Pan-Regiones o territorios autárquicos que se forman a través de la
complementariedad de recursos producidos en climas y situaciones diversas.
Según esa concepción correspondía:
* una Pan-región fragmentada por las colonias, liderada por el imperio inglés;
* una Pan-región americana, liderada por Estados Unidos;
* una Pan-región euroafricana, liderada por Alemania;
* una Pan-región del Este de Asia, liderada por Japón;
* y la Pan-región rusa que incluye a la India.
El estudio de la geopolítica se concibe como la conciencia geográfica del Estado y
un medio para liberar a Alemania del Tratado de Versalles. La Geopolítica indicaría la vía
a seguir para remediar las carencias de espacio de la comunidad alemana, que habría
que conquistarlo aunque fuera recurriendo a la guerra en el caso de que fuese el espacio
vital, pues las fronteras no son confines insuperables en este caso.
El objetivo perseguido era la reagrupación de todos los pueblos de lengua alemana
en sus fronteras naturales, la “Gran Alemania”. Pero el programa hitleriano de un III Reich
ilimitado desbordaba ampliamente el marco geo-etnológico de la Comunidad alemana y
las Pan-Regiones que presenta Haushofer.
Su objetivo, y el de la geopolítica alemana, que tuvo como vehículo, entre 1924 a
1944, la Revista de Geopolítica, era encontrar argumentos geográficos que justificaran el
derecho de Alemania a dominar los pueblos vecinos y de paso resarcirse de la derrota de
la Gran Guerra, esto es, la geografía al servicio de los estados mayores de la guerra y la
geopolítica convertida en un órgano de propaganda, destinado a hacer que Alemania
“cobrara conciencia del espacio” y del espacio vital o Lebensraum, necesario para un
Estado muy poblado e industrioso, a expensa de Austria, Checoslovaquia y Polonia,
además de otros territorios adonde se habían instalado colonos alemanes en Europa
oriental.
De esta forma, se pone en marcha una “geopolítica militar” que al mismo tiempo
pretendía ser una ciencia con una sistemática y lógica disciplinar la que nunca alcanzará,
ya que en 1941 se viene abajo la situación de la escuela de geopolítica alemana con la
huida de su protector político, el lugarteniente Rudolf Hess. Los planteamientos belicistas
llevados sin limitación hacia el Este ruso desbordarán los presupuestos de la geopolítica.
No obstante el apoyo de muchos geógrafos, algunos se mostraban en contra del
desarrollo y formulación de esta “geopolítica”, como Hettner y Schaefer, que se oponían
especialmente al determinismo racial-cultural en el que se apoyaba.
Se advierten dos visiones diferentes al respecto:

* la primera enunciada por el historiador Sabine (1963) o el geógrafo Demangeon


(1932) quienes ven a Haushofer como responsable principal en la inspiración y puesta en
práctica de la política exterior del III Reich, destinada a justificar científicamente las
conquistas de Hitler. Carl Troll, uno de los más notables geógrafos alemanes del Siglo
XX, fue más allá, al decir que “la geopolítica” vino a ser al paso de los años una
perversión y un delirio de Haushofer.

* la segunda visión, valora la contribución de Haushofer, en la elaboración de un


método de análisis de las relaciones internacionales, tal el caso del geógrafo francés
Ancel que al revisar la Revista de Geopolítica, la encontró llena de “felices aciertos e
innovaciones y buenos esquemas cartográficos”. Jacobsen, por su parte, sostuvo que
“designar a Haushofer como el padre espiritual de los objetivos de guerra nacional-
socialista no es admisible, pues su actitud hacia Hitler fue desde el principio ambivalente
y fue ante todo reflejo de su amistad con Hess. En el fondo osciló entre la admiración, el
escepticismo y una decepción creciente.

En el mismo período de la geopolítica alemana hubo también muchos geógrafos


de distintos países al servicio de los estados mayores y la Administración de sus propios
países, actividad esta que persistirá pasada la 2da. Guerra Mundial, habida cuenta de la
movilización de estos investigadores en otras guerras (coloniales, Corea, Vietnam) y en la
Guerra Fría.
Otros focos de Geopolítica en Europa de los años ’40 son por ejemplo los de Italia,
donde Lucio Gambi escribió la historia de la Geografía Italiana, basada en las ideas de la
geopolítica alemana; y en España, donde el historiador Jaime Vicens Vives definía a la
geopolítica como “una síntesis de las causas geográficas e histórico-políticas de la
dinámica espacial de la sociedad”
En Francia, Jacques Ancel fue conocido por su contribución al estudio de las
fronteras, junto a la “geografía colonial”, que se vuelve eminentemente política, negando
la noción de pueblo y nación a las colonias.
En Estados Unidos una línea de sistematización de la Geografía Política se inicia
con Ellen Semple, seguidora de Ratzel, y tras ella, Isaiah Bowman quien analiza los
problemas territoriales y los cambios surgidos en la estructura política de Europa y el resto
del mundo al finalizar la Primera Guerra y considera a la geopolítica alemana como una
ilusión y “una apología para el robo”.
Derwent Whittlesey, de la Universidad de Harvard, publica el primer manual de
Geografía Política, desde un enfoque historicista y regionalista, un interesante estudio de
la evolución territorial de Francia, además de los problemas relativos a las comunicacio-
nes, los recursos naturales, el espacio marítimo internacional y las relaciones ambienta-
les.
En paralelo dentro del ámbito universitario, destaca el profesor de Yale, Nicholas
Spykman quien añade al modelo de Mackinder el área “Rimland” o “masa de tierras de
Eurasia vista como una región intermedia, situada entre el heartland y los mares
marginales, que funciona como una vasta zona colchón de conflicto entre el poder
marítimo y el poder continental”, un área estratégica para el poder donde se concentran la
población, los recursos y los frentes marítimos.

Parodiando a Mackinder establece que “quien controlase el Rimland controlaría al


mundo”, alertando la necesidad de alianzas para que Alemania no lo domine. En la
práctica, esa estrategia fue seguida después de la guerra al organizarse la contención y el
cerco de la Unión Soviética para contener su expansión, mediante un poderoso cinturón
de alianzas que la rodeaban.

c) La nueva Geografía y el análisis de áreas y sistemas políticos:

Una nueva y renovada Geografía Política y Geopolítica emerge inicialmente en la


escuela geográfica norteamericana, por dos motivos, a saber:
- el primero, porque en Estados Unidos se desarrolla la nueva Geografía;
- el segundo, porque es el ámbito menos influido por la desconfianza generalizada
respecto de la geopolítica y aún de la Geografía Política, que permaneció entre los
geógrafos europeos, hasta los años ’70.
La nueva Geografía Política aparece más diversificada, más sistemática, que aplica
métodos cuantitativos y experimenta métodos cualitativos, a la vez que se dispersa su
preocupación ideológica. Los estudios de geopolítica, de geoestrategia y atlas
geoestratégicos, de geografía electoral, de geografía de las fronteras, de geografía de la
Administración, etc. revelan una abundante producción: libros, revistas, coloquios,
proyectos de investigación, que desborda el ámbito universitario.
La Geografía Política había llegado a un impasse hacia 1945 y había tenido un
status inferior respecto a otros campos de la Geografía. Las razones de esta situación
negativa eran que la influencia de un extremo determinismo y de la Geopolitik habían
alcanzado a su reputación.
Ante esta constatación se produjo un período transitorio desde 1945 a fines de los
años ’60 en que se desarrolla un contenido más sistemático y riguroso en la Geografía
Política.
El impulso fue dado después de la 2da. Guerra sobre todo en EEUU por los
trabajos de politólogos, sociólogos, políticos y psicólogos sociales y, por otro lado, las
monografías y obras generales junto a múltiples artículos de geógrafos.
Se destaca la obra de Saúl Cohen quien, en 1963, contempla al mundo repartido
en grandes regiones geoestratégicas subdivididas en regiones geopolíticas, en las que las
power-cores son los Estados Unidos, la Europa marítima, donde emerge un nuevo tipo de
súper Estado (la CEE), la Unión Soviética, China.
En ese mundo dividido existen entre las grandes potencias esferas de contacto e
influencia muy sensibles (Shatterbelts) que son el Oriente Medio y el sudeste de Asia,
ocupadas por Estados conflictivos y manejados por las grandes potencias.

Anterior a Cohen, Richard Hartshorne (1950) propone aplicar las funciones de las
state-área, de las fuerzas centrífugas y centrípetas, la raison d’etre o state-idea (la razón
de ser o la idea de estado), del concepto de nación y de core-área o núcleo central, al
análisis de la Geografía Política y de la organización del Estado.
El geógrafo francés Jean Gottmann (1952) elabora el concepto de iconografía-
circulación mediante el cual estudia la dinámica el sistema político-estatal, analizando, al
igual que Hartshorne, las fuerzas de cohesión y de división en el interior del Estado, así
como los efectos de estas fuerzas sobre el sistema territorial-estatal.
Por último, en esto años , el norteamericano Stephen Jones (1954), enuncia su
teoría del “campo unificado”, que se basa en la existencia de una cadena de acción y de
interacción partiendo de una idea política, que conduce a un espacio organizado
políticamente, aplicándolo al caso del surgimiento del Estado de Israel en forma de
cadena interactuada:

 idea política * el movimiento sionista

 decisión * declaración de Balfour

 movimiento * emigración judía a Palestina

 campo de acción * poblamiento y organización del territorio

 espacio político * creación del Estado de Israel

Fuera de los Estados Unidos, durante los años ’50 se dio una cierta aproximación a
la Geopolítica y la Geografía Política en España con Manuel de Terán (1951), quien hace
una diferenciación geográfica de las “unidades política primarias”, como aquellas en las
que el grupo humano ejerce plena soberanía sobre el suelo, cualquiera sea la extensión
de éste. Tales unidades son Estados complejos ordenados en una jerarquía que va desde
los imperios hasta las colonias, lo que le sirve para describir a continuación las
características de estas unidades principales y secundarias.
Por su parte, el geógrafo italiano Umberto Toschi (1958), realiza una aproximación
teórica y metodológica concisa de los elementos (territorio, población, gobierno) y órganos
geográficos del Estado y ciertos problemas (emigración, planificación, etc.).

La segunda parte de ese período transitorio de la Geografía Política durante los


años ’60 está dominada también por la escuela norteamericana, representada entre otros
por:
- Norman Pounds (1963), aborda en profundidad los conceptos de capital, nación
y Estado, la geografía de las organizaciones internacionales y la geografía electoral; y
desarrolla por primera vez la geografía de las divisiones administrativas del Estado, el
nivel intraestatal.
- Harm de Blij (1967) en sus monografías combina los textos de varios autores,
acerca de los elementos del Estado, el sistema y el proceso (las áreas centrales, la ciudad
capital, las fronteras, el mar territorial y las fronteras marítimas, el problema del acceso a
los Estados interiores), las teorías y modelos sobre el sistema político, políticas y
prácticas de gobierno. Agrega además el estudio del comportamiento electoral, la toma de
decisiones, la percepción espacial, y la variable de la territorialidad.
- Kasperson y Minghi (1969) cierran esta década con un manual imprescindible
en la que reflexionan sobre la estructura (en cuanto a la territorialidad, centralidad, límites
y áreas fronterizas), los procesos (de integración y desintegración, la transferencia de
soberanía), el comportamiento y, por último, el medio ambiente y la política.

Este renacimiento se generalizará a partir de los años ’70, de modo que en las
últimas décadas ha habido un desarrollo de estas materias en cuanto que aportan una
nueva forma de ver el mapa del mundo a niveles supraestatal e intraestatal.
Numerosos trabajos vienen a ordenar sucesivamente múltiples investigaciones con
una honda preocupación conceptual y metodológica pero recurrente en temas como los
territorios de los Estados, las fronteras, las elecciones, el sistema internacional, como por
ej: Prescott (1972); Muir (1975); Sanguín (1981); Short (1982); Johnston (1982); Mellor
(1989); Taylor (1994); Parker (1998).
Por otro lado, estudios más específicos en Geografía Política se advierten en los
estudios de la geografía electoral (Muir y Paddison, 1981), geografía de las fronteras
(Foucher, 1988), geografía del poder (Claval, 1978; Raffestin, 1990).

Los cambios ocurridos en los años ’90 supondrán el “fin de la guerra fría”, el
derrumbamiento del bloque socialista y la desaparición de la URSS, el peso cada vez más
fuerte de las corporaciones transnacionales en la economía del sistema-mundo y las
incertidumbres que se ciernen sobre el orden internacional, son otros tantos hechos y
situaciones de la realidad presente, a cuya comprensión cabal puede coadyuvar sin duda
el análisis geopolítico.
En este nuevo contexto es notable el interés por la Geografía Política y la
Geopolítica que ofrecen los medios de comunicación y los gabinetes de estudio de los
gobiernos y de organismos internacionales. Entre otras cosas se puede mencionar:
- el “Coloquio sobre Geopolítica” en 1983, promovido por la División de Asuntos
Científicos de la OTAN;
- la creación, en 1982 del Instituto Internacional de Geopolítica;
- la Conferencia Anual del Grupo de Geog. Política de la Asociación de Geógrafos
Americanos, convocada a partir de 1988;
- la publicación de atlas estratégicos y diccionarios de geopolítica.

Mención aparte para la publicación de revistas especializadas en Geografía Política


y Geopolítica que han surgido en el ámbito universitario europeo occidental, a saber:
- la revista francesa Hérodote, aparece en 1976, dirigida por Ives Lacoste de la
universidad de París, con carácter militante y crítico-radical.
- la revista italiana Herodoto y luego la revista Limes, de 1993, dirigida por L.
Caracciolo y M. Korinman.
- en el Reino Unido se destacan Political Geography, en 1982, siendo editores
Peter Taylor y el norteamericano J. O’Loughlin; y más recientemente, en 1997, Space
and Polity, de la que son editores R. Paddison y el norteamericano R. Boyle.

Contenidos actuales de la Geografía Política

La Geografía Política ha registrado una notable evolución, depurando los


contenidos o sustituyéndolos, para pasar a ser una nueva Geografía Política y una nueva
Geopolítica, siguiendo la evolución y progresos recientes de la ciencia geográfica y de la
ciencia política en general.
Con estas bases de partida, a partir de los años ’60 en la Geografía Política (en la
escuela norteamericana y después la británica) y desde los ’70 en la Geopolítica
primeramente en las escuelas norteamericanas y francesas, se renueva el análisis
geográfico de las estructuras e instituciones políticas y aparece el interés por ciertos
temas específicos.
Para el Comité de Geografía de la Academia de Ciencias de Washington sitúa
los estudios de Geografía Política en Estados Unidos, en los siguientes ejes:

- las áreas políticas del Estado Nacional;


- las fronteras;
- los sistemas políticos;
- y la geografía electoral de las unidades subnacionales.

En 1982, Jean Gottman sintetiza en 10 áreas los problemas estudiados por esta
época:

1.- las fronteras que delimitan territorios nacionales;


2.- la utilización estratégica del territorio y de los fenómenos geográficos terrestres
y marítimos por los distintos poderes;
3.- el equilibrio del poder entre naciones en tiempo de guerra y paz;
4.- la distribución del territorio (u organización territorial del Estado), población y
recursos en los sistemas políticos;
5.- las pautas de voto y distritos electorales;
6.- el significado y concepto del territorio;
7.- la jurisdicción ejercida sobre el espacio marítimo como extensión del territorio;
8.- el equilibrio del poder entre regiones en el interior de territorios nacionales;
9.- los sistemas de gobierno local;
10.- los factores espaciales que intervienen en la resolución de conflictos.

Se trata de investigar temas a partir de los enfoques comportamental, territorial y


sistémico:

- las relaciones de poder y territorio, a través de la interrelación social en las dife-


rentes escalas espaciales de los procesos políticos;
- las políticas y el carácter de las decisiones adoptadas por las Administraciones
Públicas en su propia organización territorial;
- las estrategias de los Estados y de los bloques internacionales ante los conflictos
y problemas surgidos (fragmentado por nacionalismos, fronteras, recursos) o en
los subsistemas regionales y locales;
- la participación y comportamiento político de los ciudadanos y el estudio de las
bases del orden democrático a partir de la geografía electoral.

Todo ello desde una base de estudio interdisciplinar en especial con la Ciencia
Política, la Sociología y la Economía, adoptando métodos cualitativos y cuantitativos
usados por las ciencias sociales, aplicados al estudio de las elecciones, la organización
territorial del Estado y sus divisiones administrativas, las políticas públicas del Estado-
nación, nacionalismos y regionalismos, desde diferentes enfoques.
Este enriquecimiento conceptual y metodológico ha contribuido al auge de la
Geografía Política aportando el carácter dinámico y amplio de su visión actual con
objetivos de investigación multitemática e interdisciplinar, dirigida a cuestiones y
problemas teóricos y de aplicación en los diferentes campos de la interrelación poder-
espacio y de la organización política y territorial del Estado.

Anda mungkin juga menyukai