OBJETIVOS
MATERIALES
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
Saludo: se da la bienvenida a las madres y se hace introducción acerca del tema “Los
Primeros cuidados, un recién nacido llega a casa”
Canción para iniciar la actividad
Firmar asistencia
Las madres se registran en el listado, para verificar su asistencia al taller “Los Primeros
cuidados, un recién nacido llega a casa”
Reflexionemos y compartamos
Socializamos con las madres las preguntas claves acerca del tema del taller “Los Primeros
cuidados de un recién nacido”
Son preguntas que podrás resolver en nuestro taller Los primeros cuidados de Un recién
nacido
Consultemos:
Acudimos al libro MI MANUAL DEL BEBE, y nos ilustramos acerca de los cuidados del
recién nacido.
Debatamos
Las uñas, el muñón umbilical, los oídos y el pelo requieren de limpieza constante, y
son parte fundamental de los cuidados del bebé, por lo que los padres deben vigilar
de ellos lo mejor posible. Indicaciones para lograrlo.
Que tú bebe goce de buena salud depende en gran medida de la alimentación durante el
embarazo.
Muñón umbilical: debes limpiarlo diariamente, preferiblemente con alcohol yodado,
después del baño y a cada cambio de pañal, movilizándolo sin tocar la piel, para evitar
irritación y con el fin de que no se acumule material infeccioso. El cordón umbilical se caerá
entre la primera y la segunda semana y podrá sangrar un poquito al desprenderse. No te
preocupes, pero sí es necesario continuar con la limpieza diaria hasta que la piel se una y
forme el ombligo definitivo.
Los oídos: seca muy bien las orejitas (pabellones auriculares) después del baño. Limpia la
cera presente en el pabellón, pero nunca introduzcas hisopos o aplicadores dentro del
conducto (oído).
Las uñas: cortar las uñas de tu bebé recién nacido puede resultar un trabajo intimidante
pero es importante mantener las uñas cortas ya que eso evitará que se rasguñe por
accidente. El mejor momento para hacerlo es cuando está dormido. Esta labor, destacada
entre los cuidados del bebé, se puede hacer con tijeras con punta redondeada o con un
cortaúñas especial pequeñito. También puedes limárselas suavemente para quitar las
puntas. Las uñas de las manos crecen rápidamente, quizás tengas que recortarlas dos
veces a la semana. Las uñas de los pies crecen más lentamente.
El pelo: escoge un champú adecuado para la edad de tu bebé y que tenga pH neutro, para
no irritar los ojos e hipoalergénico, en lo posible, con un perfume suave. Al peinarlo, puedes
usar cepillos con cerdas muy suaves y para evitar el enredo en la parte de atrás de la
cabecita (dado que el niño permanece mucho tiempo dormido boca arriba), puedes aplicar
unas gotas de aceite antes de pasar el cepillo. Esto también es muy útil para ayudar a
desprender la costra láctea (costra blanquecina en la parte superior de la cabeza).
Cuatro recomendaciones especiales para tener en cuenta con tu recién nacido.
Gases
Pediatras y especialistas en lactancia consideran que ciertos alimentos consumidos por las
mamás pueden producir gases en el bebé. También se ha encontrado que una dieta
materna excesiva en acidez puede irritar al bebé. Existen técnicas para evitar que mucha
cantidad de aire en el estómago de tu bebé pase al tracto intestinal, como golpear
suavemente y con cuidado su espaldita. Otra recomendación es conocer sobre los masajes
que ayudan a descongestionar de gases el intestino.
Cólicos
Para saber si tu bebé tiene este problema, se aplica la ‘regla de los tres’, que es tres horas
de llantos inconsolables e incontrolables seguidas o interrumpidas, tres veces a la semana y
por lo menos por tres semanas.
En caso que esto suceda, llévalo al pediatra para descartar otras causas como pueden ser
reflujo, infección urinaria, pestaña que crece para adentro, pañal apretado o calor en el
ambiente. El cólico puede aparecer después de los 20 días de nacido y desaparecer
alrededor de los cuatro meses. Ten presente que esta no es una condición grave.
Cordón umbilical
Cerca del décimo día de nacido, se desprende el cordón, para esto presta atención a las
instrucciones que dan en la clínica para la limpieza. Lo normal es hacerlo alrededor del
ombligo, el cual se hala con cuidado para asearlo completamente. Es importante que acudas
al médico cuando huela feo y alrededor esté muy duro, afiebrado y colorad
Coloración en la piel: un 90% de los recién nacidos pueden tener un tinte amarillo en la piel
que aparece a partir del segundo día de vida y desaparece progresivamente en la primera
semana con exposición a la luz solar.
Ritmo de respiración: debe estar entre 40 y 60 veces por minuto.
Llanto: los recién nacidos lloran regularmente por hambre, pero también puede ser que lo
hagan por frío, humedad del pañal o cuando tienen gases.
Deposición: el número de deposiciones es casi igual al número de veces que se alimenta el
bebé. Inicialmente son de color verde negruzco (meconio). Después de la primera semana
se tornan amarillas grumosas (similar a diarrea). Al final del primer mes de vida, hay entre
una y tres deposiciones por día.
Alimentación: debes buscar un ambiente tranquilo y una posición cómoda que te permita la
lactancia materna, que debe iniciarse tan pronto como sea posible y a libre demanda, o sea,
lo que pida el bebé. Debido al poco volumen inicial, el recién nacido debe ser alimentado
entre 10 y 12 veces al día con el fin de brindar el aporte de nutrientes necesarios y disminuir
el riesgo de presentación de ictericia.
Control de la temperatura: el recién nacido debe permanecer en un ambiente de
temperatura cómoda y estable; esto le permitirá un crecimiento adecuado y un buen control
del patrón respiratorio. En los recién nacidos prematuros o con peso inferior a 2.000 gramos
se recomienda el contacto piel a piel con la mamá, ‘técnica madre canguro’, ya que le evitará
un mayor consumo de sus pocas reservas y pérdida de calorías al generar calor.
Control médico: después de salir de la clínica, es ideal hacer esa primera revisión entre el
tercer y quinto día de vida para evaluar la técnica de alimentación, el control del peso, la
interrelación madre-hijo, la coloración de la piel, los resultados del tamizaje de TSH
(hormona tiroidea) para descartar hipotiroidismo congénito y reforzar aspectos de
puericultura que permitirán un manejo más seguro del recién nacido.
Cuándo ir a urgencias
Llanto incontrolable: verifica que no es por hambre y cambia el pañal si está húmedo.
Consulta cuando además de lo anterior tengas que carga a tu bebé, acariciarlo, hablarle
y calentarlo y no logres consolarlo.
Coloración: se debe consultar al médico cuando el color de piel se torna amarillo o
azulado (cianosis), hay palidez y esta se relaciona con la dificultad para respirar o con
sudoración excesiva durante la alimentación.
Rechazo, vómito o intolerancia a la leche materna.
Irritabilidad o somnolencia: el cambio en los hábitos diarios del recién nacido en
relación a su actividad deben considerarse una alerta.
Tanto el llanto permanente con la presencia o no de quejido, como el llanto débil y la
falta de actividad son signos para evaluación médica.
Fiebre: debe ser consultada, una vez se descarte exceso de abrigo.
Distensión abdominal acompañada de ausencia de deposición.
Orina escasa: menos de tres micciones por día, medidas por el número de pañales
cambiados, aproximadamente un pañal por micción.
Secreción, mal olor, enrojecimiento y sensibilidad de la piel alrededor del ombligo.
Mover de un lado al otro, los objetos patrones que contrasten (de colores negro, rojo y
blanco) a 30-35cm de la cara del bebe ya que a esta altura ven bien, el objetivo de este
ejercicio es que el bebe aprenda a enfocar la mirada, de este modo estimulamos la visión,
para estimular el tacto pasamos sobre su cuerpo diferentes texturas puede ser algodón,
como también podemos masajearlo con una pelota para estimular sus terminaciones
nerviosas. Otro de los sentidos a estimular es el oído, utilizaremos papel cristal y un sonajero
los cuales haremos sonar en un lado y otro con el fin de que el bebe gire a donde sienta el
sonido, todo esto con el fin de que el bebe se relacione con su nuevo mundo y se motive por
describir cada día.
Cierre de sesión
Gózate todos los momentos que vives con tu bebé, esto fortalece el vínculo entre los dos,
aumenta la producción de leche materna y favorece el estado de ánimo de tu bebé.
Recuerda que con el juego espontáneo se construye una unión entre mamá e hijo para toda
la vida.