TRANSMISIÓN DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA POR SUCESIÓN
Al expresar al artículo de la obligación tributaria se transmite a los sucesores y
demás adquirentes a título, se refiere a la denominada sucesión en la obligación y deuda tributaria. En relación a la transmisión de mortis causa establece que desde el momento de la muerte de una persona, los bienes, derechos y obligaciones se constituyen herencia se tramite a sus sucesores. Lo que se tramite son las obligaciones tributarias pendientes, es decir, tanto las liquidadas o determinadas como las liquidas en el momento que de saber del fallecimiento. La obligación tributaria se transmite a los sucesores y demás adquirentes a título universal. En caso de herencia la responsabilidad está limitada al valor de los bienes y derechos que se reciba. Los actos o convenios por los que el deudor tributario transmite su obligación tributaria a un tercero, carecen de eficacia frente a la Administración Tributaria. Por causa de muerte. Por convenio, Nulos. Ineficaces frente a la Administración Tributaria, pero válidos entre las partes. Válidos entre las partes y frente a la Administración Tributaria Como expone LACRUZ BERDEJO, en el fenómeno sucesorio pueden diferenciarse cuatro momentos que pueden coincidir en el tiempo pero que, en cualquier caso, pueden diferenciarse conceptualmente: A) La apertura de la sucesión, en el momento de la muerte de la persona física de que se trate. B) La vocación a la herencia, consistente en el llamamiento de un sujeto de derecho a la herencia. C) La delación de la herencia, que se inicia cuando nace la oportunidad de aceptar la herencia y termina con la aceptación de la misma, y d) la adquisición de la herencia, que consiste en el hecho de quedar investido como heredero del conjunto de titularidades transmisibles del causante. Atendiendo a esta remisión a la legislación civil, debe concluirse que, si la herencia se acepta pura y simplemente, las obligaciones tributarias pendientes del causante se transmitirán al heredero en su integridad. si el llamado a la herencia la acepta con beneficio de inventario se producirá también, en principio, la transmisión de las obligaciones tributarias pendientes del causante, aunque con una doble limitación: la derivada de las propias características de la aceptación de la herencia a beneficio de inventario y la procedente del alcance de la sucesión tributaria de las personas físicas. Tal como indica el artículo 167 del código tributario, por su naturaleza personal, no son trasmisibles a los herederos las sanciones por infracciones tributarias.Si bien en principios la deuda transmisible es la debida por el causante como contribuyente y como responsable , tal como precisa la directiva N° 004-2000/sunat , son intransmisibles a los herederos obligaciones tributarias que correspondan como responsables solidarios a representantes legales y a designados por personas jurídicas ( numera 2 del articulo 16 del código tributario).
TRANSMICION CONVENCIONAL DE LA OBLIGACION TRIBUTARIA
En nuestro código no admiten la transmisión convencional de la obligación tributaria
en todo caso no se puede oponer a la administración ningún contrato mediantes el cual se haya transmitido la obligación tributaria en este caso a terceros. Por ejemplo, en el caso predial que tiene como contribuyente al propietario del predio agravado impuesto, así es como el arrendar su propio, tendrá la calidad de arrendador, y quien lo arriende tendrá el nombre de arrendatario.
DEFINICIÓN DE DEUDA TRIBUTARIA
Es la suma adeudada al acreedor tributario constituida por tributo, multa, y los
intereses está constituida por la prestación o conjunto de prestaciones pecuniarias a que un sujeto pasivo resulta obligado frente a la virtud de distintas situaciones jurídicas derivadas de la aplicación de tributos los conceptos exigibles a los sujetos pasivos, los cuales deberán ser cancelados mediante alguno de los medios de extinción de las obligaciones tributarias establecidas en el Código Tributario.
COMPONENTES DE LA DEUDA TRIBUTARIA
La deuda tributaria puede estar compuesta hasta por cinco componentes La Administración Tributaria exigirá el pago de la deuda tributaria que está constituida por el tributo, las multas y los intereses. Genera un segundo componente, que se denomina interés moratorio. Ver con multa. La multa es también un componente de la deuda tributaria. . Si la multa no se paga de inmediato genera el interés moratorio. El interés moratorio de la multa es otro componente de la deuda tributaria. Si el deudor pide facilidades de pago y éstas son concedidas, tales facilidades generan intereses, como último componente de la deuda tributaria.Los intereses antes mencionados comprenden:Las tasas deberán ser publicadas por la Superintendencia de Banca y Seguros el último día hábil del mes anterior. El interés moratorio aplicable a las multas. El interés por aplazamiento y/o fraccionamiento de pago. La SUNAT fijará la TIM respecto a los tributos que administra o cuya recaudación estuviera a su cargo. En los 5 casos de los tributos administrados por otros Órganos, la TIM será fijada por Resolución Ministerial de Economía y Finanzas. Tratándose de los tributos administrados por otros Órganos, será la que establezca la SUNAT, salvo que se fije una diferente mediante Las deudas por tributos gozan de privilegio general sobre todos los bienes del deudor tributario y tendrán prelación sobre las demás obligaciones en cuanto concurran con acreedores cuyos créditos no sean por el pago de remuneraciones y beneficios sociales adeudados a los trabajadores; las aportaciones impagas al Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones y al Sistema Nacional de Pensiones, y los intereses y gastos que por tales conceptos pudieran devengarse, incluso los conceptos a que se refiere el Artículo 30º del Decreto Ley Nº 25897; alimentos; e hipoteca o cualquier otro derecho real inscrito en el correspondiente Registro. La Administración Tributaria podrá solicitar a los Registros la inscripción de Resoluciones de Determinación, Órdenes de Pago o Resoluciones de Multa, la misma que deberá anotarse a simple solicitud de la Administración, obteniendo así la prioridad en el tiempo de inscripción que determina la preferencia de los derechos que otorga el registro.
SUCESORES DE PERSONAS JURÍDICAS
Disuelta y liquidada una sociedad o entidad, el procedimiento de recaudación continúa con sus socios, partícipes o cotitulares, una vez constatada la extinción de la personalidad jurídica. Disuelta y liquidada una fundación, el procedimiento de recaudación debe continuar con los destinatarios de sus bienes y derechos. La Administración tributaria puede dirigirse contra cualquiera de los socios, partícipes, cotitulares o destinatarios, o contra todos ellos simultánea o sucesivamente, para requerirles el pago de las deudas tributarias y las costas pendientes. Las obligaciones tributarias pendientes de las sociedades y entidades con personalidad jurídica disueltas y liquidadas en las que la ley limita la responsabilidad patrimonial de los socios, partícipes o cotitulares, se transmiten a estos, que quedan obligados solidariamente hasta el límite del valor de la cuota de liquidación que les corresponda. Las obligaciones tributarias pendientes de las sociedades y entidades con personalidad jurídica disueltas y liquidadas en las que la ley no limita la responsabilidad patrimonial de los socios, partícipes o cotitulares se transmiten íntegramente a estos, que quedan obligados solidariamente a su cumplimiento. El hecho de que la deuda tributaria no esté liquidada en el momento de producirse la extinción de la personalidad jurídica de la sociedad o la entidad no impide la transmisión de las obligaciones tributarias devengadas a los sucesores, y se pueden entender las actuaciones con cualquiera de ellos. En los casos de disolución sin liquidación de las sociedades mercantiles, las obligaciones tributarias pendientes de estas se deben transmitir a las personas o entidades que sucedan o que sean beneficiarias de la operación correspondiente. En caso de disolución de fundaciones o entidades a que se refiere el apartado 4 del artículo 35 de la Ley General Tributaria, las obligaciones tributarias pendientes de estas se transmiten a los destinatarios de los bienes y derechos de las fundaciones o a los partícipes o cotitulares de estas entidades. Las sanciones que puedan proceder por las infracciones cometidas por las sociedades y entidades a que se refiere este artículo son exigibles a sucesores de estas, en los términos que establecen los apartados anteriores, hasta el límite del valor de la cuota de liquidación que los corresponda. No requiere previa declaración de fallido del deudor principal. No requiere trámite de audiencia al responsable. Alcance: importe total del expediente, excluidas las sanciones. El plazo concedido al sucesor para efectuar el pago es el establecido por periodo de pago Tratándose de la sucesión en las deudas tributarias pendientes, es la propia Ley 58/2003. Como pone de manifiesto Calvo Ortega, el fundamento de la inclusión en el círculo de los obligados tributarios de los entes sin personalidad jurídica es su manifestación de capacidad económica pero a esta fundamentación básica habría que añadir la conveniencia que esta atribución de capacidad jurídica tiene para la gestión tributaria, siendo la figura de la herencia yacente como centro de imputación de las obligaciones tributarias del causante el ejemplo más nítido de esta segunda función.
Mientras se halle la herencia yacente, la gestión recaudatoria de las deudas
tributarias pendientes podrá continuar dirigiéndose contra los bienes y derechos de la herencia y entendiéndose con quien ostenta la administración o representación de ésta». A propósito de la administración de la herencia yacente, pone de relieve que, en la vida real, lo que importa es vigilar y establecer la administración y representación del caudal relicto, a fin de conservarlo para el heredero, asegurar la posición de los acreedores y crear un punto de referencia al que puedan dirigir sus pretensiones contra el causante y las nacidas luego de causarse la herencia. Que, a la muerte de las personas físicas, sus obligaciones tributarias pendientes retransmitirán a sus herederos y legatarios. Sin embargo, esta regla presenta dos excepciones: no son transmisibles ni las sanciones derivadas de infracciones tributarias cometidas por el causante ni la obligación del responsable salvo que el acuerdo de derivación de responsabilidad se hubiese notificado antes del fallecimiento del mismo De estas previsiones se infiere, pues, que el ámbito objetivo de la sucesión puede estar constituido por la cuota tributaria o cantidad a ingresar resultante de la obligación tributaria principal o de las obligaciones de realizar pagos a cuenta así como por los restantes elementos integrantes de la deuda tributaria, tanto si en el momento de producirse la muerte del causante ésta está liquidada como si se encuentra pendiente de liquidación. Sin embargo, como se ha indicado, la transmisión no tendrá lugar respecto de las sanciones, cuya intransmisibilidad constituye un postulado clásico, fundado. Si no se hubiese producido la aceptación de la herencia y ésta se encontrase yacente, corresponderá al representante de la misma tanto la realización o continuación de las actuaciones administrativas tendentes a la cuantificación, determinación y liquidación de las obligaciones tributarias del causante como su cumplimiento, una vez liquidadas. Si a la finalización del procedimiento de gestión los herederos no fuesen conocidos, las deudas tributarias deberán liquidarse a nombre de la herencia yacente y podrán satisfacerse con cargo a los bienes de la misma. A propósito de la recaudación de las deudas tributarias pendientes, las actuaciones a efectuar frente a los herederos y legatarios y frente a la herencia yacente. Respecto de los primeros, se prevé, reproduciendo, en esencia, lo dispuesto por el Reglamento General, que el fallecimiento del obligado al pago de la deuda tributaria determina la continuación del procedimiento de recaudación con sus herederos y, en su caso, legatarios, siempre que concurran dos requisitos: constancia del fallecimiento del obligado tributario y notificación los sucesores, con requerimiento del pago de la deuda tributaria y costas pendientes del causante. La constancia del fallecimiento del obligado tributario puede obtenerse a través de medios diversos como la exhibición de la partida de defunción o la declaración judicial de fallecimiento. A propósito de la notificación del requerimiento de pago de la deuda tributaria y las costas pendientes, puntualiza que los herederos y legatarios se subrogan en la misma posición en que se hallaba el causante en el momento de su fallecimiento perjuicio de lo dispuesto La Administración, una vez acreditada de forma fehaciente la condición de heredero del solicitante, expedirá un certificado que deberá contener el nombre. La Administración Tributaria exigirá el pago de la deuda tributaria que está constituida por el tributo, las multas y los intereses.
Los intereses comprenden: El interés moratorio por el pago extemporáneo del
tributo a que se refiere el artículo 33º del Texto Único Ordenado del Código Tributario. El interés moratorio aplicable a las multas deTexto Único Ordenado del Código Tributario. El interés por aplazamiento y/o fraccionamiento de pago
INTRANSMISIBILIDAD DE LA OBLIGACION TRIBUTARIO
Por el contrario, la intransmisibilidad de la obligación del responsable constituye una
novedad introducida por la Ley General Tributaria de 2003, configurándose como una excepción a la regla general de transmisibilidad de las deudas tributarias pendientes de liquidación. A diferencia del régimen instaurado por la Ley General Tributaria de 1963, en el que se consagraba con la máxima extensión la sucesión en las obligaciones tributarias con la única excepción de las sanciones, la vigente Ley General Tributaria sienta el principio de no sucesión en la obligación del responsable salvo que el acuerdo de derivación de responsabilidad le hubiese sido notificado antes de su fallecimiento. A propósito del principio general de intransmisibilidad de la obligación del responsable, se impone hacer referencia a las novedades Es decir, el interés de demora, los recargos por declaración extemporánea, los recargos del período ejecutivo y los recargos exigibles legalmente sobre las bases o las cuotas, a favor del Tesoro o de otros entes públicos. La intransmisibilidad de la obligación del responsable permite afirmar que el acuerdo de declaración de responsabilidad tiene carácter constitutivo y no meramente declarativo. Por el Contrario, que el acuerdo de derivación de responsabilidad no tiene naturaleza constitutiva, de manera que la responsabilidad surgiría por la realización del presupuesto de hecho de cada figura de responsabilidad y no por el acuerdo de derivación de responsabilidad. Por lo tanto, a su juicio, el fundamento de la intransmisibilidad de la obligación del responsable está en que el acto de derivación de responsabilidad se produce después de un procedimiento contradictorio, con audiencia y alegaciones del interesado, que puede contestar no sólo su propia declaración de responsable sino incluso la liquidación del contribuyente. La falta de acto de derivación supone, por tanto, ausencia de contradicción y, por ello, indefensión materia de responsabilidad tributaria. Como se recordará, en el régimen de responsabilidad tributaria previsto por la Ley, General Tributaria, el acto de derivación de responsabilidad era condición para el nacimiento tanto dela responsabilidad subsidiaria como de la solidaria. En cambio, aun manteniendo como postulado general que la derivación de la acción administrativa para exigir el pago de la deuda tributaria a los responsables requiere un acto administrativo en el que, previa audiencia del interesado, se declare la responsabilidad y se determine su alcance y extensión, contempla la posibilidad que una norma con rango de ley excepcione la obligatoriedad de tal acto de derivación de responsabilidad. Tal es el caso el Impuesto sobre la Renta de no Residentes, determina que no es necesario un acto administrativo previo de derivación de responsabilidad para que la Administración tributaria pueda dirigirse contra uno de los responsables solidarios previstos por la normativa de aquel impuesto: el pagador de rendimientos devengados sin mediación de establecimiento permanente por el contribuyente no residente. Poniendo en relación lo establecido en este artículo con la previsión de intransmisibilidad de la obligación del responsable excepto cuando se le hubiese notificado el acuerdo de derivación de responsabilidad antes de su fallecimiento, se observa cómo No obstante, en el caso de la responsabilidad subsidiaria, la concurrencia de aquel acto, aun siendo condición necesaria, no era suficiente ya que para su exigibilidad se requería, además, la previa declaración de fallido del deudor principal y de los demás responsables solidarios. Salvo que una norma con rango de ley disponga otra cosa, la derivación de la acción administrativa para exigir el pago de la deuda tributaria a los responsables requerirá un acto administrativo en el que, previa audiencia al interesado, se declare la responsabilidad y se determine su alcance y extensión, de conformidad con lo previsto en los artículos 174 a 176 de esta ley. Con anterioridad a esta declaración, la Administración competente podrá adoptar medidas cautelares del artículo 81 de esta Ley y realizar actuaciones de investigación con las facultades previstas
PROCEDIMIENTOS PARA HACER EFECTIVAS LAS DEUDAS TRIBUTARIAS
PENDIENTES
Tratándose de las actuaciones de gestión liquidataria, se parte del postulado que
no constituye impedimento para la transmisión de las obligaciones tributarias devengadas el hecho que, a la fecha de la muerte del causante, la deuda tributaria no estuviese liquidada. En este caso, las actuaciones se entenderán con cualquiera de los sucesores, si bien la liquidación resultante debe notificarse a todos los interesados que consten en el expediente. Teniendo en cuenta el carácter voluntario de la aceptación de la herencia, parece claro que para que las actuaciones de liquidación puedan entenderse con los sucesores deberá constar su aceptación expresa o tácita de la herencia. Una vez producida ésta, laAdministración les notificará la iniciación o continuación de las actividades liquidatarias y, desde este instante, asumirán la posición del causante.
OTROS SUPUESTOS DE TRANSMISIONES DE LA OBLIGACIÓN
TRIBUTARIA POR SUCESIÓN Teniendo en cuenta lo señalado por el artículo 26 del código 26 del código tributario, en principio debemos asumir que en materia tributaria está descartada la transmisión de la obligación tributaria inter vivos. Sin embargo , y considerando que el articulo 25 precisa que existe transmisión de la obligación tributaria a los sucesores y demás adquirentes a titulo universal, sostenemos que también puede haber una especie de sucesión inter vivos , aunque especial ( en la medida en que se da solo por semejanza con la sucesión mortis causa, por la extinción de una persona jurídica ) e indirecta (pues esta transmisión no es el objeto del acto sino una consecuencia legal de este ) , y solo respecto a personas jurídicas.