CONTRATO DE TRABAJO
TEMA: CONTRATO DE TRABAJO DURACIÓN : 8
HORAS
LOGRO: RECONOCERA LAS NORMAS LEGALES QUE RIGEN EL CONTRATO
DE TRABAJO
INDICADOR DE LOGRO
Identificar los elementos y tipos de contrato
Desarrollar destreza para liquidar las prestaciones sociales al término del
contrato de trabajo.
CONTRATO DE TRABAJO
Según el Código Sustantivo del Trabajo: “Contrato de trabajo es aquel por el cual
una persona natural se obliga a prestar un servicio personal a otra persona natural
o jurídica, bajo la continuada dependencia o subordinación de la segunda y
mediante remuneración. Quien presta el servicio se denomina trabajador, quien lo
recibe y remunera, empleador, y la remuneración cualquiera que sea su forma,
salario” (Art. 22 C.C.T)
CONTRATO VERBAL
Como su nombre lo indica es aquel que se celebra de palabra y hace referencia al
acuerdo verbal entre un empleador y un trabajador sobre una determinada labor, el
lugar de prestación del servicio y su remuneración.
POR SU DURACIÓN
Requisitos
· Que conste por escrito
· El término de duración no puede ser superior a tres (3) años, pero puede ser
prorrogable en forma indefinida
· Para su terminación debe existir un preaviso de por lo menos treinta (30) días
Requisitos
· Que conste por escrito
· Que el periodo de prueba sea equivalente a la quinta (1/5) parte del término
inicialmente pactado
· Para su terminación. Por vencimiento del término pactado, o de la prórroga, se dé
aviso por escrito con una anticipación no inferior a treinta (30) días, con excepción
de aquellos cuya duración es de un mes o menos.
Prórroga
El Contrato a término fijo es prorrogable o renovable indefinidamente, pero sin
perder en ningún caso su naturaleza de limitación en el tiempo. Las prórrogas
pueden ser automáticas o expresas.
Así las cosas, su duración se extiende hasta cuando las partes lo deseen o cuando
se presenten circunstancias de hecho que conforme a la ley laboral se consideran
causas de terminación del contrato laboral, por ejemplo las faltas graves que
cometa el trabajador en el cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato
de trabajo.
Contrato de obra
En este tipo de contrato, la prórroga no existe por cuanto si la obra o labor termina
por completo, es natural que no haya lugar a ella.
Requisitos
· Debe constar por escrito.
· Debe relacionarse con actividades ajenas al objeto social de la empresa
contratante
· Su duración nunca podrá ser mayor a treinta (30) días.
Si el trabajador una vez transcurrido el término de treinta (30) días no ha terminado
la labor encomendada, se cancela el valor del contrato y se debe suscribir uno
nuevo, que en todo caso no podrá exceder de dicho término.
ACTIVIDAD EXTRACLASE
- Que es indemnización por terminación del contrato de trabajo sin justa causa?
- Que valores deben pagarse como indemnización por parte del empleador y el
trabajador?
- Cual es el valor de la licencia de maternidad y en que casos esta el empleador
exentó de pagarla?
EVALUACION
Se hará escrita
BIBLIOGRAFIA
INTERNET
CONTABILIDAD 2.000, ED. Mc Graw Hill
CODIGO SUSTANTIVO DEL TRABAJO
ANEXO
CAUSALES DE TERMINACIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO
https://www.youtube.com/watch?v=J5SWpEu1YeQ
https://www.youtube.com/watch?v=Qs5p2opMiiI
DERECHO CIVIL
También habrá que tener en cuenta la existencia de las incapacidades especiales a las que se
refiere el artículo 1264 del Código civil. Se trata de supuestos de prohibiciones, por las que
determinadas personas no pueden hacer lo que en general está permitido a los demás.
Ejemplo de tales prohibiciones o incapacidades especiales encontramos en los artículos 221
y 1459 del Código civil. La sanción de su incumplimiento es, en principio, la nulidad
(artículo 6.3 del Código civil).
Aunque ello no se produzca como consecuencia de un procedimiento de incapacitación, el
caso es que el declarado ausente y el declarado en concurso de acreedores están sometidos a
limitaciones en su capacidad de obrar (artículos 185 y 186 del Código civil, artículo 40 de la
Ley Concursal) cuyo desconocimiento afectará también a la validez y eficacia de los
contratos celebrados sobre bienes de su patrimonio respectivo.
Son vicios del consentimiento el error, la violencia, la intimidación y el dolo (artículos 1265
a 1270 del Código civil). Dichos vicios se encuentran sancionados también con la nulidad
relativa o anulabilidad del contrato (artículos 1300 y 1301 del Código civil).
La causa del contrato de compraventa es el intercambio de bienes por dinero; la causa del
arrendamiento de cosa es el intercambio de uso o disfrute temporal de una cosa por dinero;
la causa de la permuta es el intercambio de bienes; la causa de la donación es la transmisión
de bienes a título gratuito. En definitiva, la causa es la que determina la naturaleza del
contrato (artículos 1258 y 1286 del Código civil), así como la protección que le concede el
ordenamiento jurídico. Este reconoce validez y eficacia al contrato porque el mismo se
dirige a la consecución de un fin social, que valora positivamente o que, al menos, no
prohíbe. De ahí que las características de esa protección dependan y se adecuen
precisamente al fin social en cuestión. La causa tiene la función de valorar cada contrato en
base a lo que las partes persiguen con él. Lo que implica su estrecha relación con el
contenido y el objeto de cada contrato.
La causa constituye pues el elemento a través del cual el ordenamiento controla la voluntad
contractual, concediéndole, como consecuencia de dicho control, mayor, menor o ninguna
eficacia.
Nuestro ordenamiento reconoce tantas causas contractuales típicas como tipos concretos de
contratos regulados por la ley: compraventa, mandato, depósito, fianza, renta vitalicia,
arrendamiento de finca urbana, préstamo, seguro, ... Además, reconoce diversas causas
genéricas: la causa onerosa, la remuneratoria, la gratuita (artículo 1274 del Código civil).
Admite también cualquier justa causa (artículo 1901 del Código civil) atípica, no prevista
en la ley. Las causas genéricas son aplicables a los contratos con causa típica (la
compraventa tiene causa onerosa, el mandato puede tener causa gratuita o causa onerosa -
artículo 1711 del Código civil-, la donaciónpuede tener causa remuneratoria -artículo 622
del Código civil), pero su función es especialmente relevante con respecto a los contratos
atípicos, no regulados expresamente por las leyes.
Además de las causas genéricas y típicas, también será necesario en todos los demás casos
(no sólo en los contratos atípicos) tener en cuenta los motivos de las partes, siempre y
cuando los mismos adquieran una relevancia objetiva (de acuerdo con la conducta de
aquéllas antes, en el momento o después de la perfección del contrato). Esos motivos o
propósito contractual concreto de las partes se incorporan a la causa, determinando en su
caso consecuencias con respecto a la eficacia del contrato, o incluso su ilicitud (Sentencia
del Tribunal Supremo 20.7.2006-RJA 4734). No tiene la misma eficacia jurídica la
compraventa de un inmueble cuando la misma se haga con el propósito común de defraudar
a los acreedores del vendedor, o de impedir su reivindicación por un hipotético propietario
frente al titular registral que vende, o de dedicarla al alojamiento de inmigrantes ilegales, o
a pornografía infantil.
Nuestro ordenamiento jurídico es profundamente causalista. Lo que quiere decir que no sólo
controla la eficacia de los contratos comprobando que los mismos tienen una causa típica o
genérica, sino que además realiza en cada caso una valoración de la causa concreta, esto es,
del propósito, comúnmente asumido, con el que las partes contratan. Lo que implica
necesariamente esa incorporación de los motivos objetivamente relevantes a la causa del
contrato, y una valoración positiva o negativa de los mismos, para determinar la protección
que el contrato merece.
A pesar de esa causalismo, con el fin de no cuestionar en principio cualquier contrato hasta
que se acredite su causa, el artículo 1277 del Código civil presume que existe y es lícita
mientras que la misma no sea puesta en cuestión. Semejante presunción implica una
abstracción procesal de la causa, que no debe confundirse con la figura del contrato
abstracto, al que se reconoce validez y atribuye eficacia prescindiendo de su causa. Nuestro
ordenamiento rechaza dicha figura, que es contraria a la construcción que el mismo prevé
para el contrato, en la que la causa constituye un requisito esencial o de existencia del
mismo.
Objeto cierto que sea materia del contrato (artículo 1261 del Código civil) pueden serlo
tanto cosas como servicios que no estén fuera del comercio de los hombres (artículo 1271.I
y III del Código civil). En verdad esas cosas y servicios son objeto de las prestaciones u
obligaciones pactadas por las partes.
Las cosas pueden ser tanto presentes como futuras (artículo 1271.I, in fine). No existe
dificultad en aceptar como objeto del contrato algo inexistente, pero que se espera que
pueda existir en el momento del cumplimiento de aquél (cosecha futura, máquina pendiente
de fabricación, edificio en construcción o meramente proyectado).
El objeto habrá de ser cierto o determinado (artículos 1261.2º y 1273 del Código civil).
Basta que la determinación de una cosa exista en cuanto a su especie o género. Si su calidad
y circunstancias no se han expresado, deberá cumplirse entregando una cosa de calidad
media (artículo 1167 del Código civil).
También se entiende determinada la cantidad para la existencia del contrato, "siempre que
sea posible determinarla, sin necesidad de nuevo convenio entre los contratantes". Basta
pues con que la cantidad sea determinable, esto es, determinada de forma indirecta (como
ocurre en el artículo 1448 del Código civil). Incluso cabe la determinación de la cosa
mediante su atribución contractual al arbitrio de un tercero (artículos 1447 -RDGR
25.9.2003- BOE 21.10- y 1690 del Código civil), que vinculará a las partes, salvo cuando
haya faltado evidentemente a la equidad.
El objeto del contrato ha de ser posible (artículo 1272 del Código civil). La imposibilidad
del mismo puede proceder tanto de causas legales (ilicitud) como de causas materiales. Por
otra parte la imposibilidad puede ser originaria o sobrevenida, absoluta o relativa, total o
parcial. La imposibilidad originaria, absoluta y total da lugar en principio a la nulidad del
contrato por falta de uno de sus requisitos esenciales (artículos 6.3, 1261.2º y 1460 del
Código civil). La imposibilidad sobrevenida plantea el problema de determinar cual de las
partes del contrato habrá de soportar (económicamente) dicho riesgo. La imposibilidad
parcial plantea el problema de determinar la posible validez o subsistencia parcial del
contrato. Imposibilidad relativa es aquélla que afecta a algunas personas (concretamente al
deudor de la obligación contractual), pero no a todas. Plantea pues el problema de si deberá
equipararse o no, según los casos, a una imposibilidad absoluta.
No es preciso que el objeto del contrato tenga un valor económico, ni de cambio, ni de uso
(patrimonialidad del objeto), aunque eso es lo que ocurre en la mayoría de los contratos.
Basta que la parte que se beneficia de la cosa o servicio, o que pretende que se beneficie un
tercero como consecuencia del contrato, tenga un interés legítimo al respecto, y que el daño
derivado del incumplimiento del contrato (no obtención de la cosa o servicio objeto del
mismo) pueda ser económicamente valorado (normalmente a través de una indemnización
monetaria). Esa valoración económica es indispensable para poder aplicar la
responsabilidad patrimonial derivada del incumplimiento de una obligación contractual
(artículo 1911 del Código civil).
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Fuente:
Manual de Derecho Civil (contratos), Rodrigo Bercovitz Rodríguez-Cano, páginas 32 - 36.
LINK DEL VIDEO “DERECHO DE LOS CONTRATOS”
https://www.youtube.com/watch?v=qqSqgF35nYs
TRABAJOS ESPECIALES
Los trabajos especiales son actividades económicas específicas que debido a su
naturaleza, necesitan una regulación especial, ya sea por su importancia,
delicadeza o por la vulnerabilidad de las partes que conforman la relación laboral.
La necesidad de crear apartados especiales para legislar las condiciones de
determinadas actividades económicas, nace del hecho que representan ciertas
profesiones y oficios que al no ajustarse a las condiciones generales, necesitan
medidas oportunas para su sano desenvolvimiento y la ley se encarga de que
dichas medidas tengan un carácter jurídico obligatorio.
Las actividades económicas a las cuales la ley les otorga carácter de especial son:
Trabajadores de confianza
Trabajadores de los buques
Trabajo de las tripulaciones aeronáuticas
Trabajo ferrocarrilero
Trabajo de autotransportes
Trabajo de maniobras de servicio público en zonas bajo jurisdicción federal
Trabajadores del campo-
Agentes de comercio y otros semejantes
Deportistas profesionales
Trabajadores actores y músicos
Trabajo a domicilio
Trabajadores domésticos
Trabajos en hoteles, restaurantes, bares y otros establecimientos análogos
Industria familiar
Trabajadores médicos residentes en periodo de adiestramiento en una
especialidad
Trabajo en las universidades e instituciones de educación superior autónomas
por ley.