Como siempre lo que aquí se expone, a menos que se cite como referenciado, no
tiene más credencial que la de mi experiencia, por lo que puede no ser correcto.
Espero que si encontráis algún error o tenéis alguna sugerencia me la
comuniquéis, también que los temas elegidos sean de vuestro agrado.
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ref. GeoCim_01_16/11/2009: Lugeon
4. Medición del caudal perdido (admisión). Los resultados se suelen expresar en unidades
Lugeon(2). A paritr de las mediciones de caudal se pueden presentar resultados mediante
gráficos Profundidad-Admisión o bien gráficos Presión-Caudal de cuyo análisis se puede
deducir el comportamiento del macizo rocoso frente a las filtraciones. La permeabilidad
obtenida es una medida aproximada de la permeabilidad local. El ensayo es
representativo en la medida en que la zona ensayada atraviese un número
suficiente de discontinuidades.
(1) De otra manera el obturador no haría correctamente su papel de corte.
(2) Una unidad Lugeon es la pérdida de 1 litro por minuto y metro lineal bajo una presión
de 10 kg/cm2, lo que equivale aproximadamente 1×10-7 m/s
Bibliografía:
No se dirá nada nuevo, excepto quizá a los más neófitos, al corroborar la gran relación que
existe entre el suelo y las estructuras. Cualquier calculista de estructuras debería saber
desarrollar correctamente cálculos geotécnicos o al menos tener claros los pasos a seguir al
enfrentarse a ellos, ya que al cabo nos seguimos moviendo dentro del mismo lenguaje.
El terreno, como material tiene un comportamiento estructural más complejo que el de los
materiales clásicos a los que estamos acostumbrados que son más homogéneos, es por ello
que se ha tratado de analizar su conducta de manera sencilla, partiendo de hipótesis de
uniformidad macroscópica bajo los que subyace un material mixto confuso conformado por
partículas, oquedades, agua y aire. Si bien al hablar de terreno deberíamos realmente de
distinguir entre diversos tipos de terreno o materiales (cohesivos, coherentes, roca), quizás
entre los materiales que pudieran estar más cercanos al terreno estaría el hormigón, que
comparte con él su naturaleza mixta (cemento, áridos y agua) y muchas propiedades,
especialmente en su fase previa al curado, y que no en vano ha dejado tras de sí varios
modelos de cálculo que cada día se van refinando a partir de la inclusión de nuevos
factores.
La Mecánica del Suelo, una de las ramas incorporada más recientemente de manera oficial
a la Mecánica, basa muchos de sus conceptos en la mecánica de los medios continuos y la
mecánica de los fluidos, utilizando la mayoría de las veces simplificaciones de aquellas
para caracterizar el comportamiento del terreno. Las similitudes entre dichas ciencias son
muchas. Entre ellas podemos destacar:
Este verano, hemos aprovechado para realizar un experimento muy rudimentario que
permitiera a nuestros amigos de De Mecánica explicar el fenómeno del sifonamiento
(piping).
Con un acuario (por la cuestión de la transparencia para poder hacer fotografías), una
botella de plástico y algo de arena de playa basta para simular el proceso de este curioso
fenómeno.
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ref GeoCim-01_15/01/07
Con el nuevo Código Técnico, las pantallas de contención han pasado a estar normadas, si
bien quedan todavía muchas cuestiones que el CTE no trata, una de ellas es la longitud de
los anclajes, dicha distancia ha de ser mayor que las siguientes longitudes:
- Aquella que haga que el anclaje quede fuera de la cuña de rotura plana (cuña de empuje
activo con pendiente 45-φ/2 siendo φ el ángulo de rozamiento interno del terreno -en el
caso de existir varios estratos con ángulos diferentes, del lado de la seguridad bastará tomar
el menor). Conviene además, de manera conservadora, tomar dicha cuña desde el extremo
inferior de la pantalla y añadirle a dicha longitud un 15% de la altura de excavación de la
pantalla (ver figura inferior).
- La que se necesite para que el bulbo del anclaje quede dentro de terreno competente
(firme).
- Al menos 8 m según las «Recomendaciones para el proyecto, construcción y control de
anclajes al terreno. H.P.8-96» (Manual G-1 de Geotecnia de la ATEP). En el apartado «2.8
Criterios básicos de predimensionado» de dicha publicación se indica que la longitud libre
mínima de cualquier tipo de anclaje será de cinco metros y la longitud mínima del bulbo de
tres metros en cualquier caso, en definitiva, ocho metros. No sé aclaran las razones que
llevan a los autores del Manual a considerar dichas longitudes mínimas.
Bibliografía:
- Rodríguez Ortiz, José María. «Algunos temas de interés en el diseño de muros pantalla. Jornadas técnicas
SEMSIG-AETESS 2ª sesión Muros Pantalla en Ámbito Urbano». SEMSIG, AETESS, CEDEX. Madrid 2002.
ref GeoCim-01_08/01/07
Pues bien, sólo se pretende aclarar aquí que la misma EHE contiene un Anejo sobre
tolerancias, concretamente el Anejo 10, según el cual (5.1. Cimentaciones) habría que
considerar una:
ref GeoCim-01_07/09/06
Nada nuevo voy a decir con estas curiosidades sobre el cálculo de empujes en estructuras
de contención, pero quizás ayuden a algún despistado:
ref GeoCim-01_16/10/05
Nota: las tablas están tomadas del artículo de Emilio Yanes Bustamante: "Arcillas expansivas: su estudio y
patología", cuya lectura recomiendo y que está incluido dentro de la publicación "Actas del Congreso sobre
Patología y Control de Calidad en la Construcción", Sevilla (1992), publicado por la Secretaría General
Técnica de la Consejería de Obras Públicas y Transportes de Andalucía.
Uno de los métodos de cálculo más utilizado para modelizar la interacción entre estructuras de cimentación y
terreno es el que supone el suelo equivalente a un número infinito de resortes elásticos -muelles o bielas
biarticuladas- cuya rigidez, denominada módulo o coeficiente de balasto (Ks), se corresponde con el cociente
entre la presión de contacto (q) y el desplazamiento -en su caso asiento- (δ):
ks=q/δ
siendo:
w(x): el asiento de la viga [m].x: coordenada [m].k: el módulo de balasto [kN/m3]p: la carga
por unidad de longitud [kN/m]E: el módulo de elasticidad de la losa [kN/m2]
I: la inercia de la viga respecto al eje que pasa por su centro de gravedad [m4]
siendo:
w(x,y): el asiento de la losa [m]x, y: las coordenadas [m].k: el módulo de balasto [kN/m 3]q:
la carga por unidad de área [kN/m2]v: el coeficiente de Poisson [-]E: el módulo de
elasticidad de la losa [kN/m2]
- ¡El valor del módulo de balasto no es función exclusiva del terreno! sino que depende
también de las características geométricas de la cimentación e incluso de la estructura que
ésta sostiene, lo cual hace compleja la extrapolación de los resultados de los ensayos,
pensemos por ejemplo en el de placa de carga, a las cimentaciones reales. - La precisión del
modelo dependerá de la rigidez relativa del conjunto estructura-cimentación respecto a la
del suelo [2]. - Supone que cada punto del suelo se comporta independientemente de las
cargas existentes en sus alrededores, lo cual no ocurre en la realidad (ver figura inferior, a
la izquierda comportamiento según el método de Winkler, a la derecha una aproximación
más cercana a la realidad -en terrenos reales el suelo en los bordes también se deforma-).
Por ello, algunos autores recomiendan hacer un estudio de su sensibilidad. El ACI (1993),
por ejemplo, sugiere [3] variar el valor de k desde la mitad hasta cinco o diez veces del
calculado y basar el diseño estructural en el peor de los resultados obtenidos de ésta
manera. Métodos como el Acoplado (Coupled method), que usa muelles que conectan los
nudos adyacentes, permiten que los movimientos de cada nudo sea dependientes del resto y
obtienen resultados más cercanos a la realidad, pero suponen un aumento considerable en el
tiempo de cálculo, además de requerir una implementación específica en los programas de
cálculo generales (que, sin embargo, se adaptan fácilmente al método de Winkler). Mejora
esta última cuestión el denominado Método Pseudoacoplado (Pseudo-Coupled Method)
que divide el elemento de cimentación en distintas zonas a las que varía su módulo de
balasto. El balasto se hace mayor en las zonas extremas, por ejemplo, el doble del valor en
el contorno que en la zona central. También el ancho de las zonas se hace disminuir al
acercarse a los extremos, todo ello con el objeto de aumentar las tensiones en los bordes de
las cimentaciones ya que se comprobó que el modelo de Winkler obtiene tensiones más
bajas que las constatadas con otros métodos en dichos puntos.
A) El módulo de balasto vertical para una zapata o una losa se puede definir de tres
maneras:
1. A partir de ensayo de Placa de Carga realizado sobre el terreno, siendo habitual que
dicha placa sea cuadrada de 30x30 cm (1 pie x 1 pie), o bien circular de diámetros 30, 60 y
76,2 cm. Así el coeficiente que aparece referenciado en el estudio geotécnico viene
generalmente representado por una k -letra adoptada en la bibliografía para el módulo- y el
correspondiente subíndice que identifica a la placa con que se realizó el ensayo -k30, k60,
etc.- En la siguiente figura se puede observar un ejemplo de ensayo de placa de carga y el
resultado de módulo de balasto, k30 en este caso al tratarse de una placa de 30 cm, que se
obtiene:
A partir del ensayo de Placa de Carga y mediante formulación que contempla las
dimensiones de la zapata (el caso de losas es más complejo y se debe estudiar la rigidez de
la estructura-cimentación) se puede obtener el módulo de balasto siguiendo el
procedimiento siguiente debido a Terzaghi:
Se define a continuación un: Método simplificado para el cálculo del módulo de balasto
de una losa de cimentación rectangular a partir del ensayo de placa de carga de
30x30cm.Dada una losa rectangular y un coeficiente de balasto obtenido mediante ensayo
de placa de carga de 30x30cm definimos:
Para el cálculo del coeficiente o módulo de balasto de la zapata rectangular será necesario
primero calcular el de la cuadrada.El módulo de balasto de la zapata rectangular (l y b en
m) en función del de la losa cuadrada se define por (Terzaghi 1955):
donde ks, cuadrada se determina en función del tipo de suelo y del ensayo de placa de carga de
30x30:
Aclaración 2:
En el caso de trabajar en cm, basta con cambiar el coeficiente 0,30 por 30 para que sean
válidas las fórmulas.
Simplemente a título orientativo, dada las frecuentes consultas que recibo al respecto,
damos aquí los valores estimados del módulo de balasto para Placa de Carga de 30x30 (k30)
tomados de la referencia [4], recordamos que lo correcto sería obtener estos datos a partir
del terreno en cuestión:
ks = Es/[B (1-νs2)]
ks = Es/[ωA(1/2) (1-νs2)]
L/b 1,0 1,5 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
ω 0,88 0,87 0,86 0,83 0,80 0,77 0,74 0,73 0,71 0,69 0,67
B) Todo lo anterior está referido a módulos de balasto verticales. Para módulos de balasto
horizontalesde aplicación, por ejemplo, en pantallas, se puede utilizar el siguiente ábaco,
debido a Chadeisson [8], que obtiene el módulo de balasto horizontal (kh), a partir del
ángulo de rozamiento interno y la cohesión del terreno. Es interesante al respecto hacer
notar la relación entre estos parámetros, fácilmente visible en la gráfica: cuanto mayor es el
ángulo de rozamiento o mayor la cohesión mayor es el balasto.
EJEMPLO de cálculo de módulo de balasto:
La losa de cimentación de la figura, de 27,30 m de largo, 18,30 m de ancho y 0,50 m de
espesor, se asienta sobre un terreno esencialmente arenoso, al que se le ha realizado un
ensayo de placa de carga que ha dado como resultado un coeficiente de balasto de
ks,30=13000 kN/m3. Calcular el módulo de balasto para utilizar en el posterior análisis
estructural de la losa.
(*)
IMPORTANTE:
Se ha utilizado aquí el valor del ancho de la losa para b, como se ha discutido anteriormente dicho valor
conduce a un balasto menor que el real.
NOTAS:
[1] J. HAHN. «Vigas continuas, pórticos, placas y vigas flotantes sobre terreno elástico». Editorial Gustavo
Gili. (1982). Tercera edición.
[2] Para más información acerca de como evaluar la rigidez relativa de la estructura-cimentación se puede
consultar:-ACI, 336.2 R - 88. Suggested design procedures for combined footing and mats. American Concret
Institute-CALAVERA, JOSÉ. «Cálculo de estructuras de cimentación», 4 Ed. Intemac, 2000
[3] CODUTO, DONALD P. - «Foundation Design. Principles and Practices». Pearson Prencice Hall.
[4] Curso aplicado de cimentaciones. José María Rodríguez Ortiz, Jesus Serra Gesta y Carlos Oteo Mazo.
COAM
[5] Edward Tsudik, Ph. D., PE. «Analysis of Beams and Frames on Elastic Foundation». Trafford Publishing
[6] BOWLES, JOSEPH E. - "Foundation Analisis and Design". Mc Graw-Hill, 1997
[7] G. WINTER, A. H. NILSON. "Proyectos de Estructuras de Hormigón". Ed. Reverté, 1986
[8] El ábaco fue tomado de la comunicación del Simposio sobre Estructuras de Contención de Terrenos,
«Aplicación del Eurocódigo EC7 en el diseño de muros de contención» de Marcos Arroyo y José P. Feijóo,
publicada por la Sociedad Española de Mecánica del Suelo y Cimentaciones. A su vez, en ésta se hace
referencia a la bibliografía: Monnet, A. (1994) «Module de réaction, coefficient de décompression, au sujet
des paramètres utilisés dans la métothe de calcul élastoplastique des soutènements», Rev. Franc. de Geotech.
N 65 67-62.
ref GeoCim-01_19/11/06
ANTECEDENTES:
Los contactos entre los estratos con diferente velocidad de transmisión de las
ondas sísmicas, definen superficies de separación donde las ondas experimentan
fenómenos de refracción. Esto permitirá determinar la profundidad a la que aparecen
nuevas capas.
En el terreno a estudiar se realizan perfiles longitudinales sobre los que se colocan sensores
espaciados entre sí una distancia conocida y generalmente regular. Estos sensores que se
denominan geófonos llevan incorporados sismógrafos para registrar el movimiento y se
pinchan sobre la tierra firme.
Desde algunos puntos significativos del perfil se realiza un disparo, habitualmente mediante
golpeo con un martillo de 8kg, y el impulso de éste llega a los sensores provocando una
perturbación que se registra en el sismógrafo.
La longitud de los perfiles suele situarse habitualmente entre 25 y 100m, con separación
entre geófonos que no suele exceder los 5m, con objeto de garantizar el detalle de la
investigación. Los puntos de golpeo suelen ser como mínimo tres en cada perfil, situados al
inicio, mitad y final de éste. Si los perfiles exceden de longitudes de 60m, el número de
puntos de golpeo es habitualmente de cinco.
La medida de los tiempos de llegada de las ondas elásticas a los geófonos proporciona el
valor de la velocidad de propagación y el espesor de los distintos materiales atravesados.
Analizando el caso de dos capas (fig 1): al producirse el disparo las ondas se transmitirán a
través del terreno, una onda (rayo directo) irá por la superficie y llegará a los geófonos con
velocidad V1. Otras después de recorrer la capa 1 con velocidad V1 se refractarán
atravesando la capa inferior siguiendo la ley de Snell:
Por último, ciertas ondas se refractarán en la superficie de separación de las dos capas, esto
ocurre cuando se produce el fenómeno de refracción crítica o total, para lo cual es necesario
que la velocidad de propagación aumente con la profundidad. En la fig. 2 para ir= 90º
necesitamos el ángulo para el que se producirá la refracción crítica es ic= arcsen V1/V2).
Ahora bien, como cada punto alcanzado por una onda se puede considerar como centro
emisor de ondas secundarias, habrá una onda secundaria que llegará a un punto de la
superficie y será registrada por uno de los geófonos.
Figura 1. Técnica de sísmica de refracción en modelo de dos capas. Tras producirse el disparo
unas ondas se desplazan directamente por la superficie -ondas directas- mientras que otras
atraviesan el terreno experimentando fenómenos de reflexión y refracción en las separaciones
entre capas. Algunas de las ondas refractadas se mueven a través de la separación entre capas
y vuelven a la superficie. A partir de cierta distancia las ondas refractadas llegan antes que las
directas a los geófonos.
Además de proporcionar información sobre la naturaleza del sustrato rocoso y sus cambios
laterales, la sísmica de refracción permite estimar aproximadamente el modulo de
elasticidad –a partir de fórmulas dinámicas en función de la velocidad de propagación y
del coeficiente de Poisson- de las formaciones investigadas, el grado de fracturación y la
ripabilidad o facilidad de excavación.
VENTAJAS:
- Pueden servir también para prever el comportamiento del terreno frente al sismo.
INCONVENIENTES:
- Los resultados pueden ser ambiguos, sin embargo se pueden combinar los resultados de
diferentes métodos para reducir la ambigüedad. Las perforaciones pueden reducirse a tan
sólo confirmar los resultados obtenidos, especialmente en los puntos de interés.
- Necesidad de mano de obra cualificada para trabajar con los equipos y el software de
interpretación de los ensayos.
CONCLUSIONES:
Dichas técnicas más consolidadas en ingeniería civil, son aptas y utilizables dentro de
los estudios geotécnicos de edificación, pero dado por un lado que no son métodos
contrastados por la experiencia, al menos en el caso de los estudios geotécnicos para
edificación y por otro que pueden contener ambigüedades en los resultados en ciertos
casos, deben tratarse con cautela y por tanto sería necesario que vinieran
acompañados de otros ensayos comunes aceptados (sondeos o en su caso ensayos de
penetración o calicatas) que complementaran o corroboraran los resultados.
Bibliografía:
Ingeniería Geológica. Luis I. González de Vallejo, Carlos Oteo Maza, Luis Ortuño, Mercedes Ferrer. Editorial
Prentice Hall.
Geología aplicada a la Ingeniería Civil. Juan Manuel López Marinas.
Página de la web del CEDEX (http//www.cedex.es). Apartado Laboratorio de Geotecnia- Técnicas geofísicas.
ref GeoCim-Antiguo
EL ENSAYO PROCTOR
No todos los terrenos naturales con los que nos encontramos al proceder a realizar una
cimentación son adecuados. Un terreno granular suelto por ejemplo puede suponer asientos
elásticos inadmisibles. Lo mismo puede ocurrirle a un terreno cohesivo por motivos de
consolidación. Tendremos entonces que proceder a realizar una mejora del suelo.
Con los ensayos se pretende determinar los parámetros óptimos de la compactación que
asegurarán las propiedades del terreno buscadas. Esto se traduce en determinar cual es la
humedad que se requiere para conseguir con una energía de compactación la densidad seca
máxima que puede tener dicho terreno. A esta humedad se la define como humedad
óptima, y es con la que se consigue la máxima densidad seca, para la energía de
compactación dada. Igualmente se define como densidad seca máxima aquella que se
obtiene para la humedad óptima.
Por tanto, cuando se nos pide un suelo compactado al 90% Proctor o Proctor modificado
significa que la compactación en obra debe obtener una densidad seca de al menos el 90%
de la densidad seca máxima obtenida con los correspondientes ensayos. Para garantizar que
esto ocurra se suele controlar la densidad de las tongadas mediante ensayos in situ durante
el proceso de compactación.
Bibliografía:
Mecánica de Suelos. Limusa Editores. T. William Lambe y Robert V. Whitman. Limusa Noriega Editores
Geotecnia.
Fr = (N+P) . tg fd + S . cd
Es decir, por un lado la fuerza de rozamiento del suelo que sigue directamente las
leyes clásicas (la fuerza debida al rozamiento es igual al peso por el coeficiente de
rozamiento que en este caso vale tg d), y por el otro la fuerza resistente debida al
carácter cohesivo del suelo (que es proporcional a la cohesión). La comprobación
queda entonces:
Donde gd = 1,5 (Tabla 2.1 del CTE DB SE C). En algunos casos se utilizan coeficientes de
seguridad (γ) diferentes para cada término, es el caso de la estabilidad en presas según
la « Instrucción para el proyecto, construcción y explotación de grandes presas» (1967) ,
donde el coeficiente de seguridad al rozamiento «clásico» valía 1,5 mientras que el debido a
la cohesión valía 5,0:
Bibliografía: