Anda di halaman 1dari 139

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:

- Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia.....

- !Espera! - lo interrumpe el filosofo - ¿ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

- ¿Las tres rejas?

- Si. La primera es la verdad. ¿Estas seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente
cierto?

- No. Lo oí comentar a unos vecinos.

- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme,
¿es bueno para alguien?.

- No, en realidad no. Al contrario...

- !Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

- A decir verdad, no.

- Entonces, dijo el sabio sonriendo

- Si no sabemos si es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

Reflexión:

Creo que las rejas ejemplifican muy bien algunos de los aspectos clave que han de considerarse
para valorar si algo merece o no la pena que lo tomemos en consideración. A veces sólo nos
centramos en el mensaje, pero no atendemos a su fiabilidad, a lo que implica para los demás o a
su utilidad, a la hora de valorarlo. Pasarlos por éstos filtros puede ser muy útil ¿no creeis? ¿se os
ocurren ejemplos? .. A mi me vienen unos cuantos a la cabeza.

Share Buttons
Pintando la paz

Había una vez un rey que ofreció un premio al artista que pudiese pintar la mejor representación
de la paz. Muchos artistas lo intentaron. El rey examinó todos los cuadros, pero sólo dos le
gustaron realmente.

En uno aparecía un lago apacible en el que se reflejaban como en un espejo las sosegadas
montañas que se elevaban a su alrededor. Encima, un cielo azul, límpido excepto por un par de
ligeras nubecillas blancas, coronaba lo que parecía una representación perfecta de la quietud y de
la paz.

El otro candidato al premio era un cuadro con montañas también, pero peladas y escarpadas. De
fondo se aprenciaba un cielo furioso, en el cual la lluvia y los relámpagos acentuaban el carácter
patético. En una ladera de una rocosa montaña caía una cascada violenta y espumosa, para nada
apacible. Pero cuando el rey miró de cerca, vio tras la cascada un pequeño arbusto que crecía en
una grieta de la roca. En el arbusto había construido su nido un pájaro, y su cría, un pajarito
diminuto, estaba echada junto a él en perfecta paz a pesar del rugir del agua de la cascada.

Cuando el rey declaró ganador el segundo cuadro, el pintor del bucólico y pacífico paisaje le
preguntó acerca de su decisión. El rey contestó así:

-Paz no significa estar en un lugar donde no haya problemas o trabajo duro, sino estar en medio
de todas estas cosas y que no se perturbe el corazón
Quien se lleva el Hijo

Un hombre millonario y su hijo, tenían gran pasión por el arte. Poseían en su colección desde
pinturas de Picasso, hasta Van Gogh. Disfrutaban sentándose y admirando estas obras.

Pero las circunstancias hicieron que el hijo fuera a la guerra y muriera en batalla mientras
rescataba a otro soldado. Cuando el padre recibió la noticia sufrió profundamente la muerte de su
único hijo.

Un mes más tarde, antes de Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en
sus manos dijo al padre: - Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio
la vida. Yo me encontraba herido y él se acercó con la intención de salvarme cuando, de pronto,
una bala atravesó su pecho, muriendo instantáneamente. Él hablaba muy a menudo de usted y de
su amor por el arte y, extendiendo sus manos, le entregó el paquete que llevaba. Yo sé que esto
no es mucho, no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera
esto.

El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Él contempló con
profunda admiración la manera en que el soldado había captado y plasmado la personalidad de su
hijo en la pintura. El padre estaba tan conmovido por el realismo de la expresión de los ojos de la
pintura, que los suyos se llenaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por
el cuadro.

-! Oh, no Señor! yo nunca podría cobrarle, ¡con todo lo que su hijo hizo por mí! Acéptelo como un
regalo.

El padre lo colgó sobre la pared. Cada vez que los visitantes llegaban a su casa les mostraba el
retrato de su hijo, antes que su famosa colección.

Al cabo de pocos años, el hombre murió y se anunció una subasta con todas las pinturas que
poseía.

Muchas personas importantes acudieron con grandes expectativas. Allí, sobre la plataforma,
estaba el retrato del hijo presidiendo la subasta.

El subastador golpeó su martillo para dar inicio. Empezaremos los remates con este retrato, éste
es el hijo del dueño de la colección. ¿Cuánto ofrecen por este retrato?

Hubo un gran silencio. Entonces una voz, dijo: ¡Queremos ver las pinturas famosas! ¡Olvídese de
esa! Sin embargo, el subastador insistió: ¿Quién ofrece por esta pintura? ¿$100? ¿$200?

Alguien gritó alterado: ¡No venimos por esa pintura! Venimos por los Van Gogh, los Rembrandts y
los cuadros de Picasso. ¡Vamos a las ofertas de verdad!

Pero aún así el subastador continuó con su labor: "El Hijo", "El Hijo" ¿Quién se lleva "El Hijo"?
Finalmente, una voz se oyó desde el fondo de la sala: Yo doy diez dólares por la pintura. Era el
viejo jardinero de la familia, que ofrecía lo único que podía ofrecer.

¡Tenemos $10! ¿Quién da $20? gritó el subastador. La multitud estaba inquieta. No querían la
pintura del Hijo, querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.
El subastador golpeó por fin el martillo: A la una, a las dos y. . . vendida por $10!

Ahora ya podemos empezar con la colección!, gritó uno. Pero el subastador soltó su martillo y dijo:
Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final.

-Pero, ¿qué pasa con las otras pinturas? dijeron los interesados.

-Lo siento, cuando me llamaron para conducir esta subasta, estaba estipulado en el testamento
del dueño y yo no tenía permitido revelar esto hasta este momento, que solamente la pintura de
"EL HIJO" sería subastada. Aquel que la comprara, heredaría absolutamente todas las posesiones
de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que compró "EL HIJO" se quedó con
todo.

Si tú tomas la decisión como el jardinero de quedarte con Jesús, con Él tendrás toda la colección
de bendiciones que Dios tiene preparadas para ti. Van a ser tuyas y nadie jamás te las podrá
quitar.
Escondida entre amor y locura

Cuenta la historia que una vez se reunieron en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y
cualidades de los seres humanos.

Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, tan loca como siempre, les
propuso: - ¿por qué no jugamos al escondite?

La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse preguntó: ¿Qué es eso? ¿Y
cómo lo haremos?

Es un juego, explicó Locura, en el que yo me tapo los ojos y comienzo a contar desde uno hasta un
millón mientras ustedes se esconden. Cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes
a quien encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.

El Entusiasmo y la Euforia bailaban y saltaban, al igual que Alegría y terminaron por convencer a la
Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada.

Pero no todos quisieron participar, la Verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? si al final, a la
corta o a la larga, siempre la encuentran. La Soberbia opinó que era un juego tonto, aunque en
realidad lo que le molestaba, era que la idea no se le había ocurrido a ella.

Cobardía prefirió no arriesgarse y Locura comenzó a contar, uno . . . dos. . . tres. . .

La primera en esconderse fue la Pereza que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del
camino.

La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo que, con su propio esfuerzo
había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para
alguno de sus amigos. ¿Un lago cristalino? ideal para la Belleza; ¿la hendidura de un árbol?
perfecto para la Timidez; ¿una ráfaga de viento? magnífico para la Libertad. Así que terminó por
ocultarse en un rayito de sol.

El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde un principio; ventilado, cómodo, pero
sólo para él.

La Mentira se escondió en el fondo del océano (mentira, la verdad es que se escondió detrás del
arco iris) y la Pasión y el Deseo en el centro de un volcán. El olvido...no recuerdo dónde se
escondió. Y así, uno tras otro fueron encontrando su lugar ideal.

Cuando la Locura contaba 999.999, el Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues
todo se encontraba ocupado. Hasta que de pronto divisó un rosal y enternecido, decidió
esconderse entre sus flores.
Locura llegó al millón y empezó a buscar. La primera que encontró fue a la Pereza, sólo a tres
pasos de una piedra. Luego escuchó vibrar los volcanes y encontró a la Pasión y el Deseo.

En un descuido encontró a la Envidia y pudo deducir fácilmente dónde estaba el Triunfo.

De tanto caminar, la Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, allí al lado
encontró sentada en la orilla del lago a la Duda, aún sin decidir dónde esconderse.

Así fue encontrando a todos, el Talento entre las hierbas frescas, la Angustia en una cueva oscura,
a la Mentira detrás del arco iris (falso, ella se había escondido en el fondo del océano). Y hasta el
Olvido, que ya se había olvidado que estaba jugando, pero sólo el Amor no aparecía por ningún
lado.

La Locura buscó detrás de cada árbol, en cada arroyo, en la cima de las montañas y cuando estaba
por darse por vencida divisó un rosal, tomó una orquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de
pronto un doloroso grito se escuchó.

Las espinas habían herido los ojos de Amor, Locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró,
rogó, pidió perdón, imploró y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde la primera vez
que se jugó al escondite en la tierra.

"El amor es ciego y la locura siempre lo acompaña"


Dilo Hoy

Amor | 166489 lecturas

La historia cuenta que un chico llamado Hugo nació enfermo, con sus capacidades mentales
disminuidas. Con 17 años, poco podía hacer por si solo y vivía bajo el cuidado de su madre.

Cierto día sintió la necesidad de salir a pasear solo, al pasar por un negocio de música, notó la
presencia de una chica y quedó impactado por su belleza, sin mirar otra cosa que no fuera a ella,
abrió la puerta y entró.

Ella lo miró y le dijo sonriente: "¿Te puedo ayudar en algo?" Hugo se quedó sin palabras, atónito
ante tanta belleza. Y sólo sentía amor hacia ella. Sin saber qué decir, preguntó los precios de los
CD y compró uno al azar.

La chica le sonrió mientras le envolvía el CD. Hugo lo tomó y salió corriendo. Desde ese momento,
ni un solo día dejó de visitar el negocio y, con la excusa de comprar un CD. lo que quería era ver a
esa chica por la que sentía un profundo amor.

Ella siempre se los envolvía sonriente y él se los llevaba a su casa y los guardaba en su habitación.
Su deseo era invitarla a salir pero lo traicionaba su timidez y aunque cada día lo intentaba no pudo
hacerlo.

Su mamá se enteró de lo que ocurría e intentó animarlo, así que al siguiente día, Hugo se armó de
coraje y se dirigió a ella. Como todos los días compro otra vez un CD y, como siempre, ella se lo
envolvió.

El tomó el CD y mientras ella estaba ocupada, dejó su número de teléfono rápidamente anotado
en el mostrador y salió corriendo de la tienda. Pasaron varios días y Hugo no volvió, por lo que la
chica llamó al teléfono que le había dejado. Su mamá contestó. Cuando ella preguntó por Hugo, la
madre llorando desconsolada, le dijo que su hijo había muerto.

Más tarde; la mamá entró al cuarto de su hijo donde comenzó a ordenar sus cosas, para su
sorpresa vio que había cantidades de CD envueltos, ninguno estaba abierto. Le causó curiosidad
verlos de esa manera y comenzó a revisarlos. Al abrir el primero noto que junto al CD, había un
pequeño papel que decía: "Hola, eres muy guapo, ¿quieres salir conmigo?" Sofía.

Con gran emoción, la madre abrió los demás y siempre encontró la misma nota con las mismas
palabras.

“No esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes en tu corazón. Hoy tienes
la oportunidad de pedirle a Jesús que sea el Señor de tu vida, que perdone tus pecados y que
venga a morar dentro de ti. Díselo hoy. Mañana puede ser muy tarde”
El bambú japonés

Ánimo | 68519 lecturas

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de una buena semilla, buen
abono y un riego apropiado.

Normalmente al plantar la semilla, el agricultor no se queda frente a la semilla sembrada,


esperando su crecimiento, porque sabe perfectamente que todo necesita su tiempo.

Cultivar bambú japonés no es apto para impacientes. Su proceso es distinto al de otros. El bambú
japonés, es una de las plantas más lentas en crecer en todo el mundo.

Durante los primeros siete años, es muy poco lo que se puede apreciar de su crecimiento, quizás
un cultivador inexperto, no tendría la suficiente paciencia y abandonaría el proyecto.

Sin embargo, al llegar al séptimo año, en sólo seis semanas la planta de bambú crece más de
treinta metros.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué no crecía durante los primeros siete años? No es que no creciera, sino que
durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo
sistema de raíces, que le permitiera sostenerse cuando empezara el crecimiento.

Nuestra vida es muy parecida a la del bambú, deberíamos tener paciencia y esperar a que en
nuestro interior se genere primero una transformación que nos lleve a la madurez y a que se
formen raíces espirituales, para que podamos estar sustentados en una base sólida y entonces
crecer.

No podemos saltarnos las etapas propias de la vida. No debemos pretender «hacer», sin pasar por
todo el proceso que nos llevara a «ser»

«Tal vez si en este momento estas pasando por una situación de incertidumbre y no estás
consiguiendo lo que tanto estás anhelando, ten paciencia quizás Dios todavía no terminó de
desarrollar las raíces tan necesarias para tu crecimiento»
PAN CON MANTEQUILLA

Los adultos siempre se están quejando por todo. Mi papá anoche se quejaba porque nos habían
subido la renta y ya no le alcanzaba para pagar las cuentas. Mi mamá lloraba. Mis hermanos y yo,
los observábamos desde las escaleras. Siempre se quejaban de nuestra pobreza y nuestras
carencias.

- No veo que nos falte nada, tenemos una casa, una cama, agua y comida...- dijo mi hermano Juan.

- Es verdad- respondió mi hermana Blanca. Así, convencidos de tener la razón, nos fuimos a la
habitación. Nos subimos los tres a nuestra única cama y nos acostamos.

El frío se colaba por las rendijas de las paredes de madera, pero gracias a Dios, juntos nos
calentábamos unos a otros. Eso era bueno. Después empezó a llover y tuvimos que poner
recipientes donde caían las goteras, pero gracias a Dios, no caían goteras sobre nuestra cama y eso
era bueno también.

A la mañana siguiente, bajamos a desayunar. Mamá dijo que solo había pan con mantequilla. Ella
me miraba con tristeza y le pregunté:

- Mamá, ¿por qué estás triste?

- Porque quisiera tener algo más para darles de desayunar.

- ¡Pero si a mí me encanta el pan con mantequilla, mamá!- ella sonrió dulcemente- y me lo comí
hasta la última migaja.

Nos fuimos a la escuela y pasamos por un charco que había quedado de la lluvia y se nos metió el
agua en nuestros zapatos rotos. Nos reímos despreocupadamente y seguimos nuestro camino. En
el recreo, todos los demás niños llevaban sus frutas y sandwiches para comer, nosotros no
llevábamos nada, pero qué bueno, porque así tendríamos más hambre al llegar a casa y nos
comeríamos todo lo que mamá nos diera.

Salimos de la escuela y nos fuimos corriendo a casa. Teníamos mucha hambre. Llegamos directito
a la mesa (después de lavarnos las manos). Mamá nos dijo muy triste, que lo único que había para
comer, era pan con mantequilla.

- ¡Qué rico mamá!- y mis hermanos y yo, lo comimos felices y contentos.

Después de que hicimos la tarea, salimos a jugar. Nos divertimos mucho imaginando que los
charcos eran grandes océanos y el lodo, montañas que subíamos y bajábamos con facilidad.

Llegó la hora de la cena y pude notar que mamá lloraba, al servirnos pan con mantequilla
nuevamente. Entonces le dije:- Mamá, no estés triste, si a nosotros nos gusta el pan con
mantequilla- mis hermanos asintieron y esa noche comimos nuestros panes con mantequilla con
más ganas que nunca, para que ella viera lo felices que estábamos. Después nos fuimos a acostar y
agradecimos a Dios por aquel día tan estupendo y por el delicioso pan con mantequilla.

¡Ay quien viera la vida como un niño!. Habría menos personas infelices en el planeta. Estamos
inmersos en un mundo tan materialista, que no somos felices si no tenemos lo que se anuncia en
la televisión, queremos tener la ropa de última moda, queremos auto último modelo, queremos
tener lo último en tecnología...Codiciamos, anhelamos, envidiamos, y no nos damos tiempo para
vivir y disfrutar lo que realmente vale la pena.

Los niños saben disfrutar el momento, saben usar su imaginación y encontrarle gusto a la vida.
Saben disfrutar un pan con mantequilla como el mejor de los manjares, porque no están pensando
en que otros tienen otras cosas mejores para comer. Saben disfrutar de un juego con solo lodo,
porque no están pensado en que otros tienen juguetes de verdad. Saben encontrar lo positivo a
todo.Saben encontrar lo divertido aun teniendo los zapatos rotos...

Reencontremos esa alegría de vivir de la niñez, disfrutando todo lo que Dios nos da, sin estar
pensando en lo que tienen otros. Aprendamos a tomar solo lo bueno de la vida y a saborearla,
aunque solo tengamos pan con mantequilla para comer. De nosotros depende convertirlo en un
manjar.
LA MAMA MAS MALA DEL MUNDO

Nosotros tuvimos la mamá más mala del mundo, mientras otros niños comían lo que querían,
nosotros teníamos que desayunar cereal, huevos, leche y pan tostado. Cuando otros niños
tomaban muchos refrescos y comían sin cesar dulces, pasteles y muchas botanas, nosotros
teníamos que comer frijoles, aguas frescas, verduras, carne y pescado.

Cuando fuimos creciendo se hizo más mala, nuestra madre insistía en saber donde estábamos,
parecía que estabamos encarcelados. Tenia que saber quienes eran nuestros amigos o con quien
andábamos y lo que estábamos haciendo a cada instante. Nos insistía mucho en que si decíamos
que nos íbamos a tardar una hora en algo o en algún lugar, debíamos tardarnos solamente una
hora.

Pero siguió siendo cada vez más mala. Me da vergüenza admitirlo, pero hasta tuvo el descaro de
romper la ley federal del trabajo de los niños. Nos enseñó a lavar nuestros trastes, tendíamos
nuestras camas, barríamos y trapeábamos nuestra recamara, lavábamos nuestra ropa, nos
mandaba a la tienda de la esquina a que le hiciéramos mandados y aprendimos cosas muy crueles
como cocinar y otras que de plano no queremos recordar. Nos parece que se quedaba despierta
toda la noche pensando que podía hacernos al día siguiente para molestarnos.

Cuando llegamos a la adolescencia fue más sabia y nuestras vidas se hicieron más terribles.
Siempre insistía en que dijéramos la verdad y que le tuviéramos confianza. Nadie nos podía chiflar
o tocar el claxon para que nosotros saliéramos corriendo, pues nuestros amigos tenían que tocar
la puerta de nuestra casa y preguntar por nosotros. Se convirtió en una metiche total; quería que
le informáramos el nombre de cada amigo; quienes eran sus padres, a que se dedicaba nuestro
amigo y sus padres donde vivían; a que escuela asistía nuestro amigo y que estudios cursaba y
muchas cosas más, sobre todo cuando queríamos ir a alguna fiesta, ya ustedes se han de imaginar.
Por eso digo que nuestra madre fue un fracaso completo.

Sin embargo ha pasado el tiempo y ninguno de nosotros ha sido arrestado por vago, ebrio o por
tener problemas con drogas. No hemos participado en actos de violencia. Cada un de nosotros
estamos trabajando para lograr un mejor futuro y solo nuestro esfuerzo será lo que nos haga cada
día mejor. A nadie podemos culpar de nuestro futuro, cualesquiera que sea, nuestra madre hizo
que nos convirtiéramos en adultos educados, respetuosos, honestos y trabajadores.

Ahora que soy madre, estoy educando a mis hijos con las mismas enseñanzas y de la misma
manera que mi madre nos educó. Me siento muy orgullosa cuando mis hijos me dicen que soy
mala, muy mala madre. Verán, les digo, con el tiempo ustedes le darán gracias a Dios por haber
tenido, como yo la tuve, la mamá más mala del mundo.
LA JARRA DE MAYONESA Y DOS TAZAS DE CAFE

Cuando las cosas que suceden en nuestra vida se ven como si fueran demasiadas como para
tenerlas en control al mismo tiempo, cuando 24 horas en un dia no son suficientes, entonces
recuerda la jarra de mayonesa y las dos tazas de café.

Ante sus alumnos de filosofía, un profesor traía consigo varios objetos. En su discurso, el les
mostró una jarra de mayonesa muy grande y vacía y la llenó con pelotas de golf. Luego le
preguntó a sus alumnos si la jarra estaba llena. Ellos asintieron.

Entonces el profesor tomó una caja de piedras y las echó también dentro de la jarra. Agitó con
cuidado la jarra. Las piedras rodaron en las áreas abiertas que había entre las pelotas de golf. De
nuevo les preguntó a sus estudiantes si la jarra estaba llena. Por segunda vez, todos estuvieron de
acuerdo.

Después, el profesor tomó una caja de arena y la vertió en la jarra. Como ya podrán imaginarse, la
arena se deslizó por todos los huecos que había aún. El les preguntó una vez más si la jarra estaba
llena. Los estudiantes despondieron al unísono “¡sí!”

El profesor entonces sacó dos tazas de café de debajo de la mesa y vertió su entero contenido en
la jarra llenando efectivamente el espacio entre la arena. Los estudiantes rieron.

“Ahora,” dijo el profesor mientras las risas continuaban, “Quiero que reconozcan que esta jarra
representa su vida. Las pelotas de golf representan las cosas más importantes de su vida: Su
familia, sus hijos, su salud, sus amigos y sus pasiones favoritas – y si todo lo demás desaparecieran
y sólo quedaran las pelotas de golf, su vida aún estaría llena.”

“Las piedras son las otras cosas que importan tal como su trabajo, su casa y su carro.”

“La arena es todo lo demás: las cosas pequeñas. Si tú pones la arena en la jarra en primer lugar,
no habrá espacio por las pelotas de golf o las piedras. Lo mismo sucede con tu vida. Si su dedicas
todo tu tiempo y energía en las cosas pequeñas nunca tendrás tiempo para las cosas
verdaderamente importantes para tí.”

“Pon atención a las cosas que son críticas para tu felicidad. Juega con tus hijos. Date el tiempo
para hacerte exámenes médicos. Invita a tu esposa a cenar. Siempre habrá tiempo para limpiar la
casa y sacar la basura. Cuida tus pelotas de golf primero, son las cosas que realmente importan.
Pon tus prioridades. ¡El resto es sólo arena!”

Uno de los estudiantes levantó su mano y le preguntó al maestro que representaba el café. El
profesor sonrió. “Es justo lo que estaba esperando que preguntaras”.

“Su significado es que no importa que tan llena tu vida parezca estar, siempre habrá espacio para
un par de tazas de café con un amigo”.
QUE DURO ES VER NUESTROS ERRORES COMO PADRES DESDE OTRA PERSPECTIVA

Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo.

- No olviden venir a la reunión, es obligatoria - fue lo que la maestra escribió en el cuaderno del
niño.

- ¡Pues qué cree la maestra! ¿cree que podemos disponer del tiempo a la hora que ella diga? si
supiera qué importante era la reunión que tenía a las 8:30 a.m., de aquí dependía un buen negocio
y... ¡tuve que cancelarla!...

Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y
empezó a hablar.

No recuerdo qué dijo, mi mente estaba pensando cómo resolver lo de ése negocio,
probablemente podríamos comprar una nueva televisión con el dinero que recibiría.

Juan Rodríguez!... escuché a lo lejos. ¿no está el papá de Juan Rodríguez? dijo la maestra.

- Sí, sí, aquí estoy!! contesté pasando a recibir la boleta de mi hijo.

Regresé a mi silla y me dispuse a verla.

- ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?...

La boleta estaba llena de rojos 08 y 07. guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola
para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo.

De regreso a la casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba...., ¡si le doy todo! ¡nada le falta
¡ahora sí le va a ir muy mal!...

Me estacioné y salí del carro, entré a la casa, tiré la puerta y grité:

- Ven acá Juan!!!

Juan estaba en su recámara y corrió a abrazarme.

- ¡Papi!...

- ¡Qué papi, ni que nada!- lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuantos latigazos le di, al
mismo tiempo que decía lo que pensaba de él.

¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!! - terminé.

Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.

Mi esposa no dijo nada, solo movió la cabeza negativamente y se fue...


Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa me entregó otra vez la libreta de
calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo: léela despacio y después toma tu
decisión...

Ésta decía así:

Boleta de calificaciones para el papá

It Tiempo que le dedica a su hijo

Calificación

de 0 a 20
COPOS DE NIEVE*

Dos pájaros estaban posados sobre una rama durante una nevada, y se pusieron a conversar:

-Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? -le preguntó el pájaro carbonero a la paloma salvaje.

-Casi nada -fue la respuesta.

-En tal caso, antes de irme déjame contarte una maravillosa historia -replicó el carbonero-. Al
empezar este invierno me posé sobre la rama de un abeto. No era un duro invierno, y como no
tenía otra cosa que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando en las
ramitas y en las hojas de mi tallo. Su número exacto fue 3.741.952. Cuando el último copo de
nieve se depositó sobre la rama, sin que nada pasara, esta se partió -dijo el pájaro, y se alejó
volando.

La paloma estuvo reflexionando un rato sobre esa historia y por fin se dijo:

-Quizá sólo haga falta la voz de una persona más para que la paz llegue al mundo.

Esta narración de Joseph Jarowski nos sirve para reflexionar sobre el hecho de que el dirigente se
compone de una suma de valores y conductas que se acumulan e integran en un todo
denominado liderazgo hacia el servicio.

El relato es también conveniente para señalar que todos podemos, de una manera u otra,
construir poco a poco y simultáneamente un liderazgo hacia la paz. Todos los copos suman: los
proyectos sociales, los foros sobre la convivencia, el "ya no más", las diversas acciones tendientes
a promover la tolerancia y el desarme de los espíritus, los talleres de solidaridad, las acciones
cívicas, las ONGs en lucha por los derechos humanos...

Bajo esta nueva perspectiva, sincronizar los anhelos con los medios y las acciones para la paz es
crear una sinergia de innegable impacto en la vida del país.
EL E-MAIL

Un hombre pierde su trabajo. Luego de buscar varios meses, se entera de que en Microsoft
necesitan barrenderos. El gerente de relaciones industriales le pregunta sus datos, lo observa
barrer, lo felicita y le dice: "El puesto es suyo. Deme su e-mail, para informarle el día y la hora en
que deberá presentarse".

El hombre, desconsolado, contesta que no tiene e-mail, y el gerente de relaciones industriales le


dice que lo lamenta mucho pero que si no tiene e-mail, virtualmente no existe, y que, como no
existe, no le puede dar el trabajo.

El hombre sale desesperado, no sabe qué hacer y sólo tiene $250 en el bolsillo. Entonces decide ir
al mercado de abastecimiento de frutas y verduras y compra un cajón de tomates de 10 kg. Se va
de casa en casa vendiendo el kilo de tomates a $50. En menos de dos horas ha duplicado su
dinero; repite la operación otras veces, cena en un pequeño restaurante y vuelve a casa con $150.

Se da cuenta de que de esa forma puede sobrevivir, y cada día sale más temprano y vuelve más
tarde. Así duplica, triplica y hasta cuadriplica el dinero en un solo día. Con un poco de suerte logra
comprar una camioneta, que un año después cambia por un camión; a los tres años, ya tiene una
pequeña flota de transporte.

Luego de cinco años, el buen hombre es dueño de una de las principales distribuidoras de
alimentos del país. Entonces recibe a un agente de seguros y, al terminar la conversación, este le
pide al empresario que le dé su dirección electrónica para enviarle la póliza. El hombre contesta
que no tiene e-mail, y el agente le dice:

-Si usted no tiene e-mail y llegó a construir este imperio, no quiero imaginarme lo que sería si lo
tuviera.

Y el buen hombre replica:

-Sería barrendero de Microsoft.


LOS CIEN DÍAS DEL PLEBEYO*

Una bella princesa estaba buscando consorte. Nobles y ricos pretendientes llegaban de todas
partes con maravillosos regalos: joyas, tierras, ejércitos, tronos... Entre los candidatos se
encontraba un joven plebeyo que no tenía más riquezas que el amor y la perseverancia. Cuando le
llegó el momento de hablar, dijo: -Princesa, te he amado toda la vida. Como soy un hombre pobre
y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días
sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas.
Esa será mi dote.

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: -Tendrás tu oportunidad: si
pasas esa prueba, me desposarás.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio, soportando el sol,
los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada,
el valiente súbdito siguió firme en su empeño sin desfallecer en un momento.

De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, que
con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas, se hicieron
apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los festejos.

Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca.
Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada
atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se levantó y, sin dar explicación
alguna, se alejó lentamente del lugar donde había permanecido cien días.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo
alcanzó y le preguntó a quemarropa: -¿Qué te ocurrió? Estabas a un paso de lograr la meta, ¿por
qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?

Con profunda consternación y lágrimas mal disimuladas, el plebeyo contestó en voz baja: -La
princesa no me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora. No merecía mi amor.

Cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos como prueba de afecto o lealtad,
incluso a riesgo de perder nuestra dignidad, merecemos al menos una palabra de comprensión o
estímulo. Las personas tienen que hacerse merecedoras del amor que se les ofrece
EL ÁRBOL DE MANZANAS*

Este era un enorme árbol de manzanas al cual un niño amaba mucho. Todos los días jugaba a su
alrededor, trepaba hasta el tope, comía sus frutos y tomaba la siesta bajo su sombra. El árbol
también lo quería mucho.

Pasó el tiempo, el niño creció y no volvió a jugar alrededor del árbol. Un día regresó y escuchó que
este le decía con cierta tristeza:

-¿Vienes a jugar conmigo?

Pero el muchacho contestó:

-Ya no soy el niño de antes que juega alrededor de los árboles. Ahora quiero tener juguetes, y
necesito dinero para comprarlos.

-Lo siento -dijo el árbol-. No tengo dinero, pero te sugiero que tomes todas mis manzanas y las
vendas; así podrás comprar tus juguetes.

El muchacho tomó las manzanas, obtuvo el dinero y se sintió feliz. También el árbol fue feliz, pero
el muchacho no volvió. Tiempo después, cuando regresó, el árbol le preguntó:

-¿Vienes a jugar conmigo?

-No tengo tiempo para jugar; debo trabajar para mi familia y necesito una casa para mi esposa e
hijos. ¿Puedes ayudarme?

-Lo siento -repuso el árbol-. No tengo una casa, pero puedes cortar mis ramas y construir tu casa.

El hombre cortó todas las ramas del árbol, que se sintió feliz, y no volvió. Cierto día de un cálido
verano, regresó. El árbol estaba encantado.

-¿Vienes a jugar conmigo? -le preguntó.

-Me siento triste, estoy volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar, ¿puedes
dármelo?

El árbol contestó:

-Usa mi tronco para construir uno; así podrás navegar y serás feliz.

El hombre cortó el tronco, construyó el bote y se fue a navegar por un largo tiempo. Regresó
después de muchos años y el árbol le dijo:

-Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas.

El hombre replicó:
-No tengo dientes para morder ni fuerzas para escalar, ya estoy viejo.

Entonces el árbol, llorando, le dijo:

-Realmente no puedo darte nada. Lo único que me queda son mis raíces muertas.

Y el hombre contestó:

-No necesito mucho ahora, sólo un lugar para reposar. Estoy cansado después de tantos años...

-Bueno -dijo el árbol-, las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar para recostarse y descansar.
Ven, siéntate conmigo y descansa.

El hombre se sentó junto al árbol y este, alegre y risueño, dejó caer algunas lágrimas.

Esta es la historia de cada uno de nosotros: el árbol son nuestros padres. De niños, los amamos y
jugamos con ellos. Cuando crecemos los dejamos solos; regresamos a ellos cuando los
necesitamos, o cuando estamos en problemas. No importa lo que sea, siempre están allí para
darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Usted puede pensar que el muchacho es cruel con
el árbol, pero, ¿no es así como tratamos a veces a nuestros padres?
LA CULPA ES DE LA VACA*

Este texto, cuyo resumen fue publicado originalmente por el profesor Fernando Cepeda en su
columna habitual de El Tiempo, es una excelente demostración de una conducta muy nuestra
relacionada con la ramificación de la culpa.

Se estaba promoviendo la exportación de artículos colombianos de cuero a Estados Unidos, y un


investigador de la firma Monitor decidió entrevistar a los representantes de dos mil almacenes en
Colombia. La conclusión de la encuesta fue determinante: los precios de tales productos son altos,
y la calidad muy baja.

El investigador se dirigió entonces a los fabricantes para preguntarles sobre esta conclusión.
Recibió esta respuesta: no es culpa nuestra; las curtiembres tienen una tarifa arancelaria de
protección de quince por ciento para impedir la entrada de cueros argentinos.

A continuación, le preguntó a los propietarios de las curtiembres, y ellos contestaron: no es culpa


nuestra; el problema radica en los mataderos, porque sacan cueros de mala calidad. Como la
venta de carne les reporta mayores ganancias con menor esfuerzo, los cueros les importan muy
poco.

Entonces el investigador, armado de toda su paciencia, se fue al matadero. Allí le dijeron: no es


culpa nuestra; el problema es que los ganaderos gastan muy poco en venenos contra las
garrapatas y además marcan por todas partes a las reses para evitar que se las roben, prácticas
que destruyen los cueros.

Finalmente, el investigador decidió visitar los ganaderos. Ellos también dijeron: no es culpa
nuestra; esas estúpidas vacas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse de las
picaduras.

La conclusión del consultor extranjero fue muy simple: los productores colombianos de carteras
de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos "¡porque sus vacas son
estúpidas!"
EMPUJA LA VAQUITA

Un maestro samurai paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vió a lo lejos un sitio de
apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer


personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes: una pareja y tres hijos, la casa de
madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado.

Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:

"En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen
usted y su familia para sobrevivir aquí?"

El señor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios
litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros
géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para
nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo."

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.
En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:

"Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco."

El joven espantado vió al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de
subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir
la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vió morir.

Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel jóven durante algunos años.

Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y
regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos.

Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo
habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender
el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático.
El jóven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, el señor respondió que
seguían viviendo allí. Espantado el jóven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma
familia que visitó hacía algunos años con el maestro.
Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita) : "¿Cómo hizo para mejorar este
lugar y cambiar de vida?"

El señor entusiasmado le respondió:

"Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos
en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que
teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.

La moraleja samurai nos dice:

"Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra
sobrevivencia, la cual convive con la rutina y nos hace dependientes de ella, y nuestro mundo se
reduce a lo que la vaquita nos brinda".

Tú sabes cuál es tu vaquita, no dudes un segundo para empujarla por el precipicio. LLegó el
momento de pasar a la acción y salir de la rutina cuanto antes
EL ARBOL DE LAS PREOCUPACIONES

Un rico comerciante contrató a un carpintero para restaurar una antigua casa colonial.
Como el comerciante era de esas personas a las que les gusta tener todo bajo control y le
preocupaba que el trabajo no quedase bien, decidió pasar un día en la casa, para ver cómo iban las
obras.

Al final de la jornada, se dio cuenta de queel carpintero había trabajado mucho, a pesar de
que había sufrido varios contratiempos. Para completar el día de mala suerte, el coche también se
negó a funcionar así que el empresario se ofreció para llevarle a casa.

El carpintero no habló durante todo el trayecto, visiblemente enojado y preocupado por


todos los contratiempos que había tenido a lo largo del día. Sin embargo, al llegar invitó al
comerciante a conocer a su familia y a cenar, pero antes de abrir la puerta, se detuvo delante de
un pequeño árbol y acarició sus ramas durante pocos minutos.

Cuando abrió la puerta y entró en la casa, la transformación era radical: parecía un


hombre feliz. La cena transcurrió entre risas y animada conversación. Al terminar la velada, el
carpintero acompañó al comerciante al coche. Cuando pasaron por delante del árbol, este le
preguntó:

- ¿Qué tiene de especial ese árbol? Antes de entrar estabas enojado y preocupado y
después de tocarlo eras otro hombre.

- Ese es el árbol de los problemas – le respondió el carpintero. – Soy consciente de que no


puedo evitar los contratiempos en el trabajo pero no tengo por qué llevarme las preocupaciones a
casa. Cuando toco sus ramas, dejo ahí las preocupaciones y las recojo a la mañana siguiente,
cuando regreso al trabajo. Lo interesante es que cada mañana encuentro menos motivos para
preocuparme que los que dejé el día antes.

Esa noche, el rico comerciante aprendió una de las lecciones más valiosas de su vida.
LA CASA IMPERFECTA

Un maestro de construcción ya entrado en años estaba listo para retirarse a disfrutar su pensión
de jubilación. Le contó a su jefe acerca de sus planes de dejar el trabajo para llevar una vida más
placentera con su esposa y su familia. Iba a extrañar su salario mensual, pero necesitaba retirarse;
ya se las arreglarían de alguna manera.

El jefe se dio cuenta de que era inevitable que su buen empleado dejara la compañía y le pidió,
como favor personal, que hiciera el último esfuerzo: construir una casa más. El hombre accedió y
comenzó su trabajo, pero se veía a las claras que no estaba poniendo el corazón en lo que hacia.
Utilizaba materiales de inferior calidad, y su trabajo, lo mismo que el de sus ayudantes, era
deficiente. Era una infortunada manera de poner punto final a su carrera.

Cuando el albañil terminó el trabajo, el jefe fue a inspeccionar la casa y le extendió las llaves de la
puerta principal. "Esta es tu casa, querido amigo ---dijo-. Es un regalo para ti".

Si el albañil hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, seguramente la hubiera
hecho totalmente diferente. ¡Ahora tendría que vivir en la casa imperfecta que había construido!

Reflexión:

¿qué os sugiere éste cuento? A veces construimos nuestras vidas de manera distraída, sin poner lo
mejor de nosotros. La rutina nos envuelve y pasamos "por encima" de las cosas día a día. Muchas
veces, hacemos el esfuerzo mínimo o no prestamos la atención necesaria.. entonces, de repente
un día, vemos la situación que hemos creado y descubrimos que las cosas andan torcidas..como la
casa imperfecta. Sí lo hubiéramos notado antes, lo habríamos hecho diferente ¿alguna vez os ha
pasado?

Sería genial conseguir actuar siempre como si estuviésemos "construyendo nuestra casa".

La vida es como un proyecto de "hágalo-usted-mismo". Tu vida, ahora, es el resultado de tus


actitudes y elecciones del pasado. Podemos hacer reformas y restaurar nuestra casa ¡Tu vida de
mañana será el resultado de tus actitudes y elecciones de hoy! No podemos cambiar el pasado..
pero podemos aprender de él y construir en nuestro presente un mejor futuro.
LAS PIEDRAS Y EL FRASCO

Cierto día un motivador estaba dando una conferencia sobre gestión de tiempo a un grupo de
profesionales. Para dejar en claro un punto utilizó un ejemplo que los profesionales jamás
olvidaran.

De pie frente a un auditorio compuesto por gente muy exitosa dijo:

Quisiera hacerles una pequeña demostración...

De debajo de la mesa sacó un jarro de vidrio de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él.
Luego sacó una docena de piedras del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el
jarro.

Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio:
¿Está lleno este jarro? Todos los asistentes dijeron ¡Sí!

Entonces dijo: ¿Están seguros? Y sacó de debajo de la mesa un cubo con piedras pequeñas de
construcción. Echó un poco de las piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras
pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes.

Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más: ¿Está lleno este jarro?

Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta:
“Probablemente no”.

Muy bien contestó el expositor. Sacó de debajo de la mesa un cubo lleno de arena y empezó a
echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas.

Una vez más pregunto al grupo: ¿Está lleno este jarro?

Esta vez varias personas respondieron a coro: ¡No!

Una vez más el expositor dijo: ¡Muy bien! luego sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarro
con piedras hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo. Cuando terminó, miro al auditorio y
preguntó: ¿Cual creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?

Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que no importa como de lleno
esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas.

¡No! replicó el expositor, esa no es la enseñanza.

La enseñanza es que si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro
momento.
HACER CAFE

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y de cómo las cosas le resultaban tan difíciles.
No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de
luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó
sobre el fuego. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocógranos de
café. Las dejó hervir. Sin decir palabra.

La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte
minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y
los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿Qué ves?"; "Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La
hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego
le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: - "¿Qué significa esto, padre?" Él le explicó que los tres elementos
habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma
diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se
había puesto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía
su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los
granos de café, sin embargo eran únicos: después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el
agua. "¿Cuál eres tú, hija?, Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes?", le
preguntó a su hija.

¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves
débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable, poseías un
espíritu fluido, pero después de una pérdida, una crisis, o un problema te has vuelto duro y rígido?
Por fuera te ves igual, pero ¿Eres amargada y áspera, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O
eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor.
Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas en forma positiva, sin
dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor mejoren, que ante la adversidad exista siempre
una luz que ilumina tu camino y el de la gente que te rodea. Esparces con tu fuerza y positivismo el
"dulce aroma del café".

¿Y tú?, ¿Cuál de los tres eres?


Pedro y el hilo mágico:

Pedro era un niño muy vivaracho. Todos le querían: su familia, sus amigos y sus maestros. Pero
tenía una debilidad. - ¿Cual?

Era incapaz de vivir el momento. No había aprendido a disfrutar el proceso de la vida. Cuando
estaba en el colegio, soñaba con estar jugando fuera. Cuando estaba jugando soñaba con las
vacaciones de verano. Pedro estaba todo el día soñando, sin tomarse el tiempo de saborear los
momentos especiales de su vida cotidiana.

Una mañana, Pedro estaba caminando por un bosque cercano a su casa. Al rato, decidió sentarse a
descansar en un trecho de hierba y al final se quedó dormido. Tras unos minutos de sueño
profundo, oyó a alguien gritar su nombre con voz aguda.

Al abrir los ojos, se sorprendió de ver una mujer de pie a su lado. Debía de tener unos cien años y
sus cabellos blancos como la nieve caían sobre su espalda como una apelmazada manta de lana.
En la arrugada mano de la mujer había una pequeña pelota mágica con un agujero en su centro, y
del agujero colgaba un largo hilo de oro.

La anciana le dijo: "Pedro, este es el hilo de tu vida. Si tiras un poco de él, una hora pasará en
cuestión de segundos. Y si tiras con todas tus fuerzas, pasarán meses o incluso años en cuestión de
días" Pedro estaba muy excitado por este descubrimiento. "¿Podría quedarme la pelota?",
preguntó. La anciana se la entregó.

Al día siguiente, en clase, Pedro se sentía inquieto y aburrido. De pronto recordó su nuevo juguete.
Al tirar un poco del hilo dorado, se encontró en su casa jugando en el jardín. Consciente del poder
del hilo mágico, se cansó enseguida de ser un colegial y quiso ser adolescente, pensando en la
excitación que esa fase de su vida podía traer consigo. Así que tiró una vez más del hilo dorado.

De pronto, ya era un adolescente y tenía una bonita amiga llamada Elisa. Pero Pedro no estaba
contento. No había aprendido a disfrutar el presente y a explorar las maravillas de cada etapa de
su vida. Así que sacó la pelota y volvió a tirar del hilo, y muchos años pasaron en un solo instante.
Ahora se vio transformado en un hombre adulto. Elisa era su esposa y Pedro estaba rodeado de
hijos. Pero Pedro reparó en otra cosa. Su pelo, antes negro como el carbón, había empezado a
encanecer. Y su madre, a la que tanto quería, se había vuelto vieja y frágil. Pero el seguía sin poder
vivir el momento. De modo que una vez más, tiró del hilo mágico y esperó a que se produjeran
cambios.

Pedro comprobó que ahora tenía 90 años. Su mata de pelo negro se había vuelto blanca y su bella
esposa, vieja también, había muerto unos años atrás. Sus hijos se habían hecho mayores y habían
iniciado sus propias vidas lejos de casa. Por primera vez en su vida, Pedro comprendió que no
había sabido disfrutar de las maravillas de la vida. Había pasado por la vida a toda prisa, sin
pararse a ver todo lo bueno que había en el camino.

Pedro se puso muy triste y decidió ir al bosque donde solía pasear de muchacho para aclarar sus
ideas y templar su espíritu. Al adentrarse en el bosque, advirtió que los arbolitos de su niñez se
habían convertido en robles imponentes. El bosque mismo era ahora un paraíso natural. Se tumbó
en un trecho de hierba y se durmió profundamente.

Al cabo de un minuto, oyó una voz que le llamaba. Alzó los ojos y vio que se trataba nada menos
que de la anciana qu muchos años atrás le había regalado el hilo mágico. "¿Has disfrutado de mi
regalo?", preguntó ella. Pedro no vaciló al responder: "Al principio fue divertido pero ahora odio
esa pelota. La vida me ha pasado sin que me enterase, sin poder disfrutarla.Claro que habría
habido momentos tristes y momentos estupendos, pero no he tenido oportunidad de
experimentar ninguno de los dos. Me siento vacío por dentro. Me he perdido el don de la vida.
"Eres un desagradecido, pero igualmente te concederé un último deseo", dijo la anciana. Pedro
pensó unos instantes y luego respondió: "Quisiera volver a ser un niño y vivir otra vez la vida".
Dicho esto se quedó otra vez dormido.

Pedro volvió a oír una voz que le llamaba y abrió los ojos. ¿Quien podrá ser ahora?, se preguntó.
Cual no sería su sorpresa cuando vio a su madre de pie a su lado. Tenía un aspecto juvenil,
saludable y radiante. Pedro comprendió que la extraña mujer del bosque le había concedido el
deseo de volver a su niñez.

Ni que decir tiene que Pedro saltó de la cama al momento y empezó a vivir la vida tal como había
esperado. Conoció muchos momentos buenos, muchas alegrías y triunfos, pero todo empezó
cuando tomó la decisión de no sacrificar el presente por el futuro y empezar a vivir en el ahora.

- Fragmento tomado de "El monje que vendió su Ferrari" Robin S. Sharma


La Puerta Negra

Érase una vez en un país muy lejano un rey que era muy polémico por sus acciones.

Tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los prisioneros eran
colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:

-Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala.

Al hacer esto, los prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para
cualquier acción.

-Ahora, continuaba el rey, miren hacia el rincón del lado izquierdo.

Al hacer esto, todos los prisioneros notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de
aspecto dantesco, cráneos humanos servían como decoración y el picaporte para abrirla era la
mano de un cadáver. En verdad, algo verdaderamente horrible solo de imaginar, mucho más para
ver.

El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:

- Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Morir clavados por flechas o abrir rápidamente
aquella puerta negra mientras los dejo encerrados allí? Ahora decidan, tienen libre albedrío,
escojan.

Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento: a la hora de tomar la decisión, ellos
llegaban cerca de la horrorosa puerta negra de más de cuatro metros de altura, miraban los
cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del tipo: "viva la muerte", y
decidían: -"Prefiero morir atravesado por las fechas."

Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la
muerte y decían al rey:

- "Prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado".

Millares optaron por lo que estaban viendo que hacían los demás: elegir la muerte por las flechas.

Un día, la guerra terminó. Pasado el tiempo, uno de los soldados del "pelotón de flechas" estaba
barriendo la enorme sala cuando apareció el rey. El soldado con toda reverencia y un poco
temeroso, preguntó: - "Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade con mi
pregunta, pero, ¿qué es lo que hay detrás de aquella puerta negra?"

El rey respondió: Pues bien, ve y abre esa puerta negra."

El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol besar el suelo de
la enorme sala, abrió un poco más la puerta y más luz y un delicioso aroma a verde llenaron el
lugar.
El soldado notó que la puerta negra daba hacia un campo que apuntaba a un gran camino. Fue ahí
que el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la libertad.

}
EL ANILLO DEL REY

Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo:

- "He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres
de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los
momentos difíciles. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me
gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene
que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo".

Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que
podían haber escrito grandes tratados… pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres
palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y
buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los
deseos del poderoso rey.

El rey tenía muy próximo a él, un sirviente muy querido. Este hombre, que había sido
también sirviente de su padre, y había cuidado de él cuando su madre había muerto, era tratado
como la familia y gozaba del respeto de todos.

El rey, por esos motivos, también lo consultó. Y éste le dijo:

- “No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje”

- "¿Como lo sabes preguntó el rey”?

- “Durante mi larga vida en Palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una
oportunidad me encontré con un maestro. Era un invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio.
Cuando nos dejó, yo lo acompañe hasta la puerta para despedirlo y como gesto de agradecimiento
me dio este mensaje”.

En ese momento el anciano escribió en un diminuto papel el mencionado mensaje. Lo


dobló y se lo entregó al rey.

- “Pero no lo leas", dijo. "Mantenlo guardado en el anillo. Ábrelo sólo cuando no


encuentres salida en una situación”.

Ese momento no tardó en llegar, el país fue invadido y su reino se vio amenazado.

Estaba huyendo a caballo para salvar su vida, mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba
solo, y los perseguidores eran numerosos. En un momento, llegó a un lugar donde el camino se
acababa, y frente a él había un precipicio y un profundo valle.

Caer por el, sería fatal. No podía volver atrás, porque el enemigo le cerraba el camino.
Podía escuchar el trote de los caballos, las voces, la proximidad del enemigo.
Fue entonces cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió y allí encontró un
pequeño mensaje tremendamente valioso para el momento...

Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARÁ”.

En ese momento fue consciente que se cernía sobre él, un gran silencio.

Los enemigos que lo perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse
equivocado de camino. Pero lo cierto es que lo rodeó un inmenso silencio. Ya no se sentía el trotar
de los caballos.

El rey se sintió profundamente agradecido al sirviente y al maestro desconocido. Esas


palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a guardarlo en el anillo, reunió
nuevamente su ejército y reconquistó su reinado.

El día de la victoria, en la ciudad hubo una gran celebración con música y baile…y el rey se
sentía muy orgulloso de sí mismo.

En ese momento, nuevamente el anciano estaba a su lado y le dijo

- “Apreciado rey, ha llegado el momento de que leas nuevamente el mensaje del anillo”

- “¿Qué quieres decir?”, preguntó el rey. “Ahora estoy viviendo una situación de euforia y
alegría, las personas celebran mi retorno, hemos vencido al enemigo”.

- “Escucha”, dijo el anciano. “Este mensaje no es solamente para situaciones


desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando te sientes
derrotado, también lo es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres el último,
sino también para cuando eres el primero”.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje... “ESTO TAMBIEN PASARÁ”

Y, nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que


celebraba y bailaba. Pero el orgullo, el ego había desaparecido. El rey pudo terminar de
comprender el mensaje. Lo malo era tan transitorio como lo bueno.

Entonces el anciano le dijo:

- “Recuerda que todo pasa. Ningún acontecimiento ni ninguna emoción son permanentes.
Como el día y la noche; hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte
de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.”
EL PAQUETE DE GALLETAS

Había una vez una señora que debía viajar en tren.

Cuando la señora llegó a la estación, le informaron de que su tren se retrasaría


aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compró una revista, un paquete de galletas y
una botella de agua. Buscó un banco en el andén central y se sentó, preparada para la espera.

Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De


pronto, sin decir una sola palabra, estiró la mano, tomó el paquete de galletas, lo abrió y comenzó
a comer. La señora se molestó un poco; no quería ser grosera pero tampoco hacer de cuenta que
nada había pasado. Así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete, sacó una galleta y se la
comió mirando fijamente al joven.

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y, mirando a la señora a los ojos y sonriendo,
se la llevó a la boca. Ya enojada, ella cogió otra galleta y, con ostensibles señales de fastidio, se la
comió mirándolo fijamente.

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora estaba cada vez
más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo
quedaba una galleta, y pensó: "No podrá ser tan caradura" mientras miraba alternativamente al
joven y al paquete. Con mucha calma el joven alargó la mano, tomó la galleta y la partió en dos.
Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco.

-¡Gracias! -dijo ella tomando con rudeza el trozo de galleta.

-De nada -contestó el joven sonriendo, mientras comía su mitad

Entonces el tren anunció su partida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su
vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó: "¡Qué insolente
y mal educado! ¡Qué será de nuestro mundo!" De pronto sintió la boca reseca por el disgusto.
Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó estupefacta cuando encontró allí su
paquete de galletas intacto.
ARREGLANDO EL MUNDO

Un científico, vivía con preocupación todos los problemas del mundo.

Estaba decidido a encontrar por todos los medios una solución.Pasaba días en su laboratorio, en
busca de respuestas.

Cierto día, su hijo de 7 años, invadió su lugar de trabajo, dispuesto a ayudarle a encontrar esa
ansiada solución.

El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar.

Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera distraer su atención:

Encontró una revista, donde había un mapa del mundo, ¡justo lo que precisaba!

Con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos y se los entregó al niño con un rollo de cinta,
diciendo: Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas, te voy a dar el mundo en pequeños
pedazos, para que lo repares.

El científico pensaba, quizás se demoraría meses en resolverlo, o quizás nunca lo lograse, pero por
lo menos, le dejaría tranquilo por un tiempo; pero no fue así.

Pasada algunas horas, escuchó la voz del niño: "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".

Al principio el padre no dio crédito a las palabras del niño. ¡No puede ser, es imposible que a su
edad, haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes!

Levantó la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería un trabajo digno de un niño: Para
su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos
lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo había sido capaz?

-"Hijito, tú no sabías cómo es el mundo, ¿cómo lograste armarlo?"

-"Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo,
vi del otro lado la figura de un hombre. Así que le di la vuelta a los recortes y comencé a
recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.

Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y me di cuenta que había arreglado al
mundo."

PARA ARREGLAR EL MUNDO EMPIEZA POR TI


EL VASO DE AGUA

En una sesión grupal, la psicóloga en un momento dado levantó un vaso de agua.

Cuando todos esperaban oír la pregunta: "¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?" , ella
en lugar de ésto preguntó:

- ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas de los componentes del grupo variaron entre 200 y 250 gramos.

Pero la psicóloga respondió:

- El peso absoluto no es importante, sino el percibido, porque dependerá de cuánto


tiempo sostengo el vaso: Si lo sostengo durante 1 minuto, no es problema. Si lo sostengo 1 hora,
me dolerá el brazo. Si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.

El vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar
se vuelve.

Después continuó diciendo:

- Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada.
Si piensas en ellas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas
sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada.

¡Acuérdate de soltar el vaso!


EL PAPAEL ARRUGADO

Contaba un predicador que, cuando era niño, su carácter impulsivo lo hacía estallar en
cólera a la menor provocación.

Luego de que sucedía, casi siempre se sentía avergonzado y batallaba por pedir excusas a
quien había ofendido.

Un día su maestro, que lo vio dando justificaciones después de una explosión de ira a uno
de sus compañeros de clase, lo llevó al salón, le entregó una hoja de papel lisa y le dijo:

—¡Arrúgalo! El muchacho, no sin cierta sorpresa, obedeció e hizo con el papel una bolita.
—Ahora —volvió a decirle el maestro— déjalo como estaba antes.

Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba. Por más que trataba, el papel siempre
permanecía lleno de pliegues y de arrugas.

Entonces el maestro remató diciendo:

—El corazón de las personas es como ese papel. La huella que dejas con tu ofensa será tan
difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.

Así aprendió a ser más comprensivo y más paciente, recordando, cuando está a punto de
estallar, el ejemplo del papel arrugado.
EL PUENTE

Había una vez dos hermanos, Tomás y Javier. Vivían uno al frente del otro en dos casas de una
hermosa campiña.

Por problemas pequeños, que al acumularse sin resolverse se fueron haciendo grandes con el
tiempo, los hermanos dejaron de hablarse. Incluso evitaban cruzarse en el camino.

Cierto día llegó a la casa de Tomás un carpintero y le preguntó si tendría trabajo para él. Tomás le
contestó:

—¿Ve usted esa madera que está cerca de aquel riachuelo? Pues la he cortado ayer. Mi hermano
Javier vive en frente y, a causa de nuestra enemistad, desvió ese arroyo para separarnos
definitivamente. Así que yo no quiero ver más su casa. Le dejo el encargo de hacerme una cerca
muy alta que me evite la vista de la casa de mi hermao.

Tomás se fue al pueblo y no regresó sino hasta bien entrada la noche.

Cuál no sería su sorpresa al llegar a su casa, cuando, en vez de una cerca, encontró que el
carpintero había construído un hermoso puente que unía las dos partes de la campiña.

Sin poder hablar, de pronto vio en frente suyo a su hermano, que en ese momento estaba
atravesando el puente con una sonrisa:

— Tomás, hermano mío, no puedo creer que hayas construído este puente, habiendo sido yo el
que te ofendió. Vengo a pedirte perdón. Los dos hermanos se abrazaron.

Cuando Tomás se dio cuenta de que el carpintero se alejaba, le dijo:

—Buen hombre, ¿cuánto te debo? ¿Por qué no te quedas?

—No, gracias —contestó el carpintero—. ¡Tengo muchos puentes que construir!


EL JOVEN Y EL PARACAIDAS

Un joven turista se encontraba en las playas de Cancún y era la primera vez que subiría en
un paracaídas jalado por una lancha. Si conoces la playa, sabes que los lancheros prestan ese
servicio, que consiste en que un paracaídas es amarrado por una cuerda a una lancha.

Entonces, la lancha inicia su recorrido mar adentro, con el turista sujeto al paracaídas con
un arnés. Este corre con el paracaídas en la playa por unos instantes, hasta el momento en que el
turista despega los pies del suelo, el paracaídas se eleva hasta el cielo y la persona junto con el.

Imagínate, el joven no sabía nadar y tenía las siguientes preguntas en su cabeza:

¿Qué pasará si la lancha me arrastra mar adentro, antes de que me eleve el paracaídas?

¿Qué tal si una vez en el cielo, me caigo de semejante altura?

A pesar del miedo, decidió actuar y confiar en la incertidumbre. Sabía que era una
experiencia nueva y era natural tener miedo. Pero también sabía que la vida es eso, experiencias
nuevas y que tenía que estar abierto ante la vida.

Se puso el arnés. Escuchó con nerviosismo las últimas indicaciones del instructor.
“Ruuuuuum” se escuchó el sonido del motor de la lancha que iniciaba su recorrido al mar. El joven
comenzó a caminar al principio y después a correr a medida que la velocidad aumentaba.

Y llegó el momento en que tuvo que pegar un salto para evitar caer al mar
“¡Guuuuuaaaaaauuuuuu!” no lo podía creer, el paracaídas se elevó y en cuestión de segundos,
estaba a muchos metros encima, viendo el mar y los hoteles de la ciudad, como si fueran casas de
juguete. Y sintió paz.

“Qué emocionante, nunca me hubiera imaginado que sería tan fácil y divertido” y disfrutó
de la hermosa vista desde el cielo.

¿Qué podemos aprender de este joven? Es natural tener miedo ante lo desconocido. La
imaginación crea mil y un fantasmas pero son eso. Fantasmas. No existen en realidad y son auto-
creados.

Mi pregunta es: ¿Cuántos de nosotros evitamos tener experiencias nuevas por temor a lo
desconocido?

Aún más fuerte: ¿Cuántos miedos imaginarios has acumulado durante tu vida, que te han
evitado experimentar cosas nuevas y ser feliz?

“Muchos sinsabores he tenido en la vida, la mayoría de los cuales nunca me han ocurrido”.
Exacto. Si analizas tu vida a la luz del pasado, descubrirás que lo que más temes nunca pasó y
cuando sucedió, resultó ser una experiencia única y placentera.
Te invito a que busques dentro de ti, aquello que has evitado hacer por mucho tiempo, por
culpa de esos fantasmas imaginarios y lo hagas.

¿Y quién sabe? Quizás disfrutes de una hermosa vista del cielo, como el joven de la playa.
LA LAGRIMITA QUE SE FUE AL MAR

Érase una vez una lagrimita, que todos los días durante mucho tiempo

hacía el mismo recorrido: Se deslizaba por la mejilla del rostro de

alguien que de alguna forma necesitaba que su tristeza desapareciera...

La lagrimita se cansó de deslizarse una y otra vez y de acabar en un pañuelo de papel, así que un
día decidió huir de aquella rutina, y tomó rumbo al mar...

Cuando llegó no estaba sola, se encontró a muchas lagrimitas que

como ella, habían decidido acabar con esa tristeza y todas ellas se fundieron en el mar y se
sintieron libres y acompañadas y fueron felices para siempre...

Moraleja: Cuando te encuentres triste y sola, siempre habrá alguien en

algún lugar que se sienta igual que tú y las tristezas compartidas, se

tornan en sonrisas y en felicidad.


CONSTRUIR NUESTROS SUEÑOS

Si nuestros sueños se hicieran realidad... ¿Cómo sería nuestra vida en la actualidad?

En el fondo del corazón, todos soñamos, todos creemos que tenemos un don, que podemos
ofrecer algo especial, que podemos amar de una manera única, que podemos comunicarnos y
entendernos con los demás de un modo muy singular, que podemos mejorar este mundo.

Entonces... Sigamos confiados y poniendo todo para lograr lo que queremos en la vida.

Mantengamos vivas las aspiraciones y no dejemos todo en manos del destino.

Hagamos nuestra parte del trabajo construyendo sobre los sueños, avanzando sobre las
aspiraciones, sabiendo que los logros necesitan de mucho esfuerzo, de coraje, de tiempo, de
aciertos y errores, de tristezas, de alegrías y esencialmente de la fe, que es ese llamado interior
que te sacude y te levanta cuando bajo cualquier excusa comienzas a renunciar.
¿POR AMOR O POR DINERO?

En la Universidad de Harvard se hizo un experimento apasionante. Se les preguntó a 1,500


estudiantes en qué se enfocarían al finalizar su carrera, si en el dinero, o en hacer lo que les
gustaba.

1,255 dijeron que en el dinero. 245, en hacer lo que les apasionaba. En este experimento se
dejaron pasar 10 años. Si 10 largos años. El objetivo, era saber cuantas de las personas que se
enfocaron en el dinero llegaron a ser millonarias, y cuantas de las que se enfocaron en hacer lo
que les gustaba, lo fueron.

¿Resultados? Reveladores.

De los 245 que hicieron lo que les gustaba…

100 eran millonarios al cabo de 10 años. Si. ¡Apasionante! ¿No te parece?

¿Te gustaría saber cuantos de los 1,255 que dijeron que se enfocarían en el dinero, fueron
millonarios?

Uno. Si, uno solo. Me da un poco de risa dar esta cifra.

Se que haz escuchado que hay que enfocarte en lo que más te apasiona y no en el dinero. Pero
también se, que las presiones de tus padres, amigos, el qué dirán, te harán dudar y a muchos
inclinarán a orientarse en el dinero.
Este es una investigación científica, que te demuestra que el único camino seguro para tener
dinero…

Es hacer lo que más te apasiona.

Un motivo más para seguir tus instintos a la hora de elegir una profesión y dejar de lado opiniones
de otros, en especial cuando viene el clásico “Es que esa carrera no da dinero, mejor dedícate a
otra cosa que sí te deje”.

El mundo está lleno de personas que no están haciendo lo mejor que pueden hacer, porque no lo
hicieron por amor. Lo hicieron por dinero. Ayúdate a ti mismo y ayuda al mundo, haciendo solo lo
que amas.

EL DIAMANTE

Cuenta una leyenda que hace tiempo un joven trabajador de una mina se quedó atrapado en la
profundidad de los túneles, sin comida, sin agua y sin luz, pasaron las horas y habiendo
acostumbrado sus ojos a la oscuridad, en un punto lejano del túnel vio una pequeñísima luz que
coquetamente guiñaba, lentamente y tomándose de las paredes del túnel, se encaminó hacia la
lucecilla, cuando la alcanzó se dio cuenta que era una pequeña y sucia roca a la que sobresalía una
pequeña porción ligeramente transparente, que fue suficiente para reflejar la luz que le condujo a
la salida de donde se encontraba atrapado.

Como recuerdo a lo sucedido, el joven trabajador tomó la roca y se la llevó, la limpió y se dio
cuenta que entre más pulía más brillaba y con el paso del tiempo la roca fue adquiriendo un
singular brillo.

Por las noches la admiraba contra la luz de las velas y se maravillaba de sus destellos, pero en una
ocasión camino a su casa, volteó al suelo y vio una piedra de bonita figura, la tomó y tiró aquella
roca que una ocasión fue su guía a la superficie. Se llevó la piedra de bonita forma a su casa, la
limpió y al paso de los días de dio cuenta que por más que la puliera, la piedra seguía siendo la
misma piedra, sin brillo, sin cambios, solo una piedra.

Volvió sobre sus pasos a buscar aquella roca que fue su luz un día, ya no la encontró en el lugar
donde la había tirado. Levantó sus ojos y la vio, linda, esplendorosa y reluciente en manos de un
hombre que supo aquilatar el verdadero valor de la roca, el brillo de sus destellos enorgullecían al
hombre que la llevaba de su mano, porque aquella roca que un día guiñó tímidamente con su luz,
era un puro y verdadero diamante.

Se acercó al hombre, lloró y le rogó que le devolviera su roca, le explicó lo que había significado en
su vida y también le contó que había cometido el error más grande al tirar su diamante por una
piedra del camino.

Serenamente el caballero le respondió que entendía perfectamente todo lo que le contaba y que
lamentaba su gran perdida, pero que en sus manos el diamante alcanzó todo su esplendor y
señorío, y que no estaba dispuesto a devolverlo, porque además el diamante titilaba alegremente
en su mano y ese era su lenguaje de felicidad, que ahora le pertenecía y que para él era el tesoro
más preciado en su vida, que no lo cambiaría ni por una montaña de piedras del camino... porque
las piedras por mas que las pulas y trates de cincelarlas, siguen siendo piedras, sin brillo, sin
destellos y nunca te llevarán a ningún lado.

Este escrito se lo dedique mi hija, para levantarle el autoestima en un momento difícil de su vida
amorosa.

UN MUNDO DE FANTASIAS

Vivir plenamente es lo que todos los seres humanos deseamos, y vivir plenamente no es vivir sin
problemas, al contrario vivir de está forma significa que vives con todo, con las angustias, con los
dolores, con las alegrías y con todo lo que forme parte de tu vida. Algunos tienen un concepto
erróneo de lo que significa vivir a máxima plenitud, no aceptan lo negativo de su vida y lo
esconden. Estas personas crean un mundo de fantasías, intentan aparentar lo que no son y es lo
que tratan de reflejar hacia los demás pero lo cierto es que no engañan a nadie más que a ellos
mismos.

Se hunden poco a poco en un mundo de tinieblas, un mundo del cual muchas veces se hace muy
difícil salir. Todos sabemos que las fantasías son imágenes que creas en tu mente, son sueños de lo
que no eres pero quisieras ser. Tu subconsciente crea un aparente mundo que para tu entender es
real aunque no sea así. Las personas que crean este mundo de fantasías a menudo comienzan con
cosas insignificantes pero que con el tiempo se convierten en algo enorme que abarca la mayor
parte de su vida.

En ocasiones no creas una fantasía sino que continúas una realidad que ya se acabó y la
transformas en una mentira que para ti significa minimizar tu dolor por lo que ya termino. Un
ejemplo de esto son las parejas muy enamoradas que vemos a nuestro alrededor, las vemos
felices, viviendo su mejor momento y de repente todo cambio, comenzaron los problemas, las
peleas pero estas personas no tienen el valor de aceptar su realidad y lo disfrazan para crear el
mundo perfecto aunque en su interior se estén muriendo.
Esto es un completo error ya que se causan daño a sí mismos y sufren viviendo en una gran
mentira que sólo traerá la amargura a su vida. Quien no haya tenido alguna fantasía en su vida no
ha vivido plenamente pues sin fantasías no existirían los sueños y sin sueños no habría realidad.
Pero tenemos que ver hasta que punto llegan nuestras fantasías. Porque el día que tus fantasías
acaben con tu realidad ese día estarás perdido.

Quizás no del todo pero tu vida se convertirá en fantasía y tu fantasía en realidad es decir, te será
muy difícil volver a tu mundo a tu realidad, esto será la perdición en tu vida. Date cuenta hoy que
no hay mejor camino que aceptar tu realidad por difícil que sea, el día que aceptes tu realidad tu
vida será más simple y podrás vivir día a día sintiéndote orgulloso de ser quien eres. Se tú mismo
con defectos y con virtudes vive tu vida y crece diariamente como persona, recuerda en está vida
no hay experiencia más satisfactoria que vivir plenamente al final del camino veras que valió la
pena. Amate, disfrutate, quiérete a ti mismo y sobre todas las cosas valora tu vida, pues algún día
expirará.

FLACA

Flaca andaba por las calles oscuras y solitarias preguntándose que había pasado con la antigua
Flaca, no entendía el vacío que tenía en su interior, pues a ella no le faltaba de nada, tenía un
techo, unos padres maravillosos, unos amigos increíbles, dinero, salud, trabajo y encima tiempo
suficiente para ella, que más podía perder? Flaca no era feliz y no sabía por qué…

Ella tenía una ilusión, una ilusión casi imposible, y es que cuando ella era pequeña, cada sábado
iba a cenar con sus padres y luego jugaba con otros niños que estaban en la plaza. Pero un día la
plaza estaba vacía y como no tenía nadie para jugar se puso a jugar con una pelota pequeña que
botaba mucho que le acababan de comprar sus padres. La pelota se le fue y no la encontraba. Al
cavo del rato buscándola apareció un niño, un niño de ojos increíbles, cristalinos, parecía un ángel
y le devolvió la pelota.

-Gra-gra-cias…

se quedó paralizada, embobada con sus ojos. Y él le dijo:

-¿quieres jugar a buscar constelaciones?

-¿perdona? ¿A buscar constelaciones?

- si, mis padres me han comprado un libro, de todas las constelaciones.

-vale…
Y así fue, fueron donde no había nada de luz y por primera vez Flaca vio la osa mayor, el carrito,
como lo llamaba él. Se enamoró, o eso cree, y desde ese día cogió afición por las estrellas, se
acordaba de él y de sus ojos que enamoraban. Ya no lo volvió a ver nunca más, pero siempre tuvo
la ilusión de volverlo a ver. Los años pasaron, se hizo mayor, y tenía cosas, creo, más importantes
que las estrellas, tenía que estudiar y preocuparse por su futuro.

Flaca se olvido de las estrellas, sólo pensaba en sus estudios, en su pareja que la encerró del
mundo, de la vida y sus maravillas maravillosas. Flaca estaba tan ciega que no se daba cuenta de
que realmente no estaba bien, de que no tenía lo que quería, ella se conformaba con todo y su
estrella interior se apagó… Pero la vida le enviaba señales, señales que la llevarían por buen
camino y aún que ella nunca hacia caso a esas señales, un día se canso y decidió volar, salir de esa
jaula y enfrentarse a los contravientos y a todo lo que conllevaba salir de esos cuatro barrotes de
hierro.

Cuando extendió las alas para volar, sintió una fuerza en su interior increíble, y se dio cuenta que
el viento iba a favor, cerró los ojos y se dejó llevar. Cuando abrió los ojos sólo veía bosque, un
bosque lleno de arboles preciosos, mariposas de color inexplicable y en ese mismo instante Flaca
supo que seguir el viento era lo mejor que podría haber hecho en la vida. Pero lo mejor de todo es
que cuando anocheció, alzó la mirada y vio algo alucinante, miles i miles de estrellas que ocupaban
todo el cielo y se acordó de quien era la verdadera Flaca, como si una estrella hubiera bajado a
abrirle los ojos, una estrella llamada Largo. Gracias a las señales flaca es feliz, y promete que nunca
más va a olvidarse de las estrellas, es más, nunca se va a olvidar de su estrella interior, porque al
fin y al cavo ser feliz no significa tenerlo todo sino encontrar el significado de lo insignificante, que
aunque te pasen cosas malas y cosas buenas, saber quien eres y que quieres y no dejar que nada
ni nadie apague tu estrella interior.

No olvides quien eres, ni que quieres, no dejes que nadie apague tu estrella interior...
EL SENDERO DE TOMATES

Tan sólo un sendero de tomates... Tan sólo el sol del verano la vio pasar con sus pensamientos
solitarios recolectando los frutos sin tocarlos. Sólo ella caminando con el sol de frente y la sombra
a sus pies. Soltando los brazos de las plantas amordazadas para que crecieran rectas en una línea
imaginaria, líneas construidas por las cañas con la pared de pinos a su izquierda que resguarda las
frágiles plumas de las palomas escondidas.

Sólo ella conoce el mundo secreto de su mente confundida por los secretos que guardan sus
neuronas asustadas por los ataques de un mundo que no la deja vivir en libertad.

Tantas voces que la llaman desde el otro lado del alambrado, invitándola a seguir, saltar el
sendero y correr sin pensar. Pero cuando mira hacia atrás ve el interminable camino por el
sendero de los tomates que florecen en secreto debajo de cada hoja que se seca con el sol.

Por eso continúa con sus pies descalzos en contacto con el abono natural de las aves que tampoco
viven en libertad, pero que su mundo termina en aquella rejilla de metal a cuadros que no les
permite ver más allá.

Sus manos celosas de sus pies la llevan a tocar el suelo y nuevamente a pensar en secreto que el
sedero no tiene final… Mientras muchos caminan sobre flores ella le toca pisar la tierra caliente
por el sol, pero que espera ansiosa la sombra de cada tomate que se mece en las plantas laterales
del camino. En sus mano está la magia escondida de hacer florecer la misma tierra partida por el
calor extremo y por la sed que brota del interior de cada flor marchita, que sueña con ser blanca,
pero que no es más que un carbón reseco por el vapor de las lágrimas que no llegan a la tierra
porque se desvanecen en el aire.

Muy pocos saben que el tomate es una fruta más, que las plantas forman los senderos más
acogedores y perfectos, que el secreto está en darle un final. Porque sus pies no nacieron para ser
esclavos de ningún zapato y que sus manos son muy felices con la tierra en un continuo contacto.
Porque ella tuvo la oportunidad de escapar cuando llegó a la última planta, pero que pocos
entendieron que ella se dio cuenta que no quería dejar de caminar por lo que regresó al principio
del sendero, donde había dejado abandonado su costal para volver al final y con sus propias
manos abrir la tierra dura como la roca y colocar nuevas semillas, sus propias manos son las que le
dieron sombra para que nacieran y sus lágrimas las regaron para darle vida una y otra vez…

La única forma de proteger el sendero fue hacerlo un laberinto, de esa forma nadie lo podría
dañar, porque cuando no se sabe por donde se comienza algo jamás se encontrará su final…

Es el reflejo de una realidad no lejana, una realidad donde el autor (yo) lo vivió camino por el
sendero de tomates real y que el tiempo le habló y le explico que lo más mínimo puede tener un
significado en nuestra vida.

LA BATALLA

¡La batalla con mi pasado ha empezado! Ahora es tiempo de limpiar todos esos daños que
lastiman mi presente; es tiempo de luchar por la Paz que deseo para mi alma, para poder brindar
lo mejor de mí a las personas que me rodean, pues mis sueños son grandes, tanto como la vida
que deseo tener, libre de dolores y fracasos...

Luchar es la única forma de salir adelante, y lo conseguiré ¡A pesar de mis temores!

La vida es dura, pero estoy seguro que lo puedo hacer mejor... porque yo creo en mí, en mis
virtudes y nada ni nadie puede detenerme, lucharé por hacer realidad todos mis sueños y no
descansaré hasta conseguirlos...

Tengo la firme esperanza de cumplir exitosamente todas mis metas, y la fe que llevo conmigo es
mi mejor arma para lograrlo.

Estoy consciente que la lucha no será fácil, que quizá tenga que llorar lágrimas de dolor para
borrar los daños de mi pasado y restaurar mi presente, pero se que esas lágrimas sanarán al fin mi
alma.

Ahora es tiempo de ponerme de pie y gritarle a este mundo que yo EXISTO..


SE FELIZ

Sin importar lo que suceda, debemos aprender a ser felices, a superar nuestros problemas con una
sonrisa y de la misma manera ayudar a los demás para que puedan encontrar un poco de alivio en
su agonía, puede parecer una misión imposible el querer sonreír ante cualquier problema que se
nos presenta, pero es aún más cruel lamentarse por cada piedra que aparece en nuestro camino,
siempre eh pensado que es mejor tratar de ver las cosas positivas en cada mala jugada que nos
tiene la vida, así fortalecemos nuestra alma y obtenemos sabiduría para hacer frente a futuros
problemas.

Hay quienes son felices con cosas meramente banales, y descuidan lo más importante, que son
aquellos momentos irreemplazables que se tienen con esas personas especiales que llenan
nuestra vida de color y alegría, cuando empezamos a preocuparnos por lo material, nos vamos
desprendiendo de un pedazo de nuestra alma hasta el punto en que no somos capaces de
reconocernos a nosotros mismo y al mismo tiempo somos incapaces de ver esos pequeños
detalles que a pesar de ser diminutos llenaban nuestra vida de un inmenso regocijo, por eso es
que sin importar lo que suceda, debes sonreír, debes ser feliz, para así no destruir tu alma y poder
vivir tranquilamente…
Hay que volver a la simpleza de vivir intensamente los momentos que pasamos, de gozarlos como
si fuesen los últimos, de ayudar des interesadamente, de amar con todo el corazón hasta que
duela y de esforzarse hasta quedar sin aliento para poder ser felices plenamente y disfrutar
realmente de lo que tenemos a nuestro alrededor, que sin duda, es lo más importante.

Vive, sonríe y se feliz, porque es mejor contagiar alegría y amor que sembrar odio y cosechar
destrucción

COMO DEJAR DE SUFRIR

Querida Kiley,

Humildemente yo puedo darte algunas pistas pero el aprender a no sufrir parece surgir más como
un proceso, como un camino que como un objetivo. Es importante primero distinguir entre no
sufrir y ser feliz. La felicidad es un escaloncito más porque requiere asimismo comprender
profundamente la impermanencia de los eventos y desarrollar una profunda gratitud en base a
ella. A la mayoría de nosotros nos han vendido una película terrible de cómo ser felices en base al
esfuerzo, el trabajo duro, el éxito y la acumulación de riqueza. Un macabro plan para mantenernos
trabajando en base a ideales vacíos con la promesa utópica que cuando tengamos todo eso
seremos felices.

De alguna forma para no sufrir tenemos que cambiar nosotros y no pretender que lo exterior
cambie. Sino el sufrimiento siempre va a estar ahí. No importa que tan famoso, exitoso, bello o
adinerados seamos nuestros amigos podrán seguir traicionándonos, nuestra familia y la gente que
queremos no estarán libres de la enfermedad ni la muerte, nuestra pareja podrá seguir
engañándonos o lastimándonos o dejándonos por alguien más… Incluso nuestro auto se quedará
atascando en el tránsito como el de todos los demás y elevador tardará lo mismo en llegar, los
problemas aunque muchos nos digan lo contrario seguirán allí y esto es algo que debe ser
comprendido.
Entonces la respuesta no puede estar en tratar de cambiar nuestro exterior sino la forma en como
reaccionamos a él. Para no sufrir hay que aprender Kiley. Hay que cambiar la perspectiva y esto
insume dejar de estar enojados porque la vida no es de la forma como nosotros quisiéramos que
sea. Para dejar de sufrir tenemos que dejar el capricho y el capricho surge por no aceptar la
realidad, no aceptar el presente. Tenemos una imagen de cómo debería ser el mundo y las
personas y de cómo nos deberían pasar a nosotros las cosas (¡que somos tan especiales!) y como
está imagen no coincide con la realidad entonces nos enojamos, nos encaprichamos, nos
dividimos y ahí es donde surge el sufrimiento.

Porque hay parte mía que quiere una cosa y parte mi quiere otra, parte mía que está en el ahora y
parte mí que simplemente no le gusta lo que ve y prefiere estar “distraída” y dejar que todo pase
hasta que un día la realidad y la imagen que ella nos muestra de nosotros mismos nos guste y nos
permitamos aceptarla y empezar a vivir. Y es entonces donde vivimos tratando de acumular cosas
para un futuro mejor… (Más dinero, más éxito, más respeto, más poder, más conocimiento… Más
más más)

¡Este es un terrible veneno! Porque ese momento nunca llega, he incluso si llega no pasará mucho
tiempo para que las cosas cambien de nuevo y nos volvamos a encaprichar. Y así es como se
pierde la vida, como se dejan pasar los años hasta que un día nos miramos el rostro al espejo y
vemos a una persona vieja y agotada. Dejar de sufrir y aún más ser feliz requiere comprender que
no hay nada más importante que el aquí y el ahora. Debemos dejar de estar encaprichados con la
existencia y crecer como seres humanos. Entonces crezco y me doy cuenta que no era el mundo el
que estaba errado el que estaba errado era yo. Y aquí surge un concepto que históricamente la
sociedad nos ha enseñado como negativo que es el conformismo. ¡Quiero que seas un
conformista! Es más quiero que seas una conformista alegre.

No quiero que seas conformista con tú dolor, quiero lo trasciendas pero si conformismo es aceptar
la infinita belleza de la realidad y dejar de buscar espejitos de colores quiero que seas muy
conformista. Si dejo el capricho, entonces el momento presente empieza a valer la pena, es más el
momento presente empieza a verse hermoso y es cuando todo mi ser empieza a estar aquí y
ahora. Entonces habrá armonía. Cuando acepto el presente, naturalmente no tengo que cambiar
nada, deja de haber un enemigo con quien luchar. Entonces esa tormenta de ideas continua en
nuestra cabeza se apaga y es cuando llega la armonía, cuando dejo de estar dividido. ¡Y no es sino
está la línea entre dejar la vida pasar y empezar a vivirla!

Toda la cuestión entonces surge por dejar el capricho y el capricho no es más que el
inconformismo de nuestro ego porque las cosas no nos pasan de la forma especial que nosotros
pensamos que nos deberían pasar. Para deshaceros del capricho sólo conozco dos caminos. El
primero es simplemente cansarse de sufrir. Me canso de pegarme la cabeza contra la pared una y
otra vez y me doy cuenta que todo lo que tengo es un regalo inmenso que me ha dado la
existencia y que se desvanecerá en cualquier momento y no sólo aprendo a aceptarlo sino a estar
profundamente agradecido por tenerlo.
Las personas que se realizan de esta forma muchas veces son “afortunadas víctimas” de un
profundo golpe, una cachetada que les hace abrir los ojos y que se manifiesta como un lago,
intenso y continuo sufrimiento físico y emocional. Este tipo de sufrimiento intenso actual de dos
formas. Por una parte su intensidad reprime el continuo flujo de pensamientos que generalmente
atormentan nuestra mente, ayudándonos a generar armonía y por el otro nos quita todo lo que
consideramos merecíamos. Y este es un cambio hermoso porque se nos quita todo lo que
teníamos, todo lo que era “por derecho nuestro” y entonces viene la existencia y nos los regala de
nuevo. Ella nos roba y cuando nos quedamos sin nada vuelve y nos obsequia lo perdido.

Y este es un hermoso cambio de perspectiva porque la existencia entonces no se ve como alguien


que quiere quitarnos algo, alguien que está en nuestra contra sino como quien nos ha dado tan
precioso regalo. Entonces dejo de verme como una víctima y paso a verme como un ser
profundamente afortunado y es aquí donde no sólo paramos de sufrir sino donde surge también
una profunda y próspera felicidad enmarcada por una alegría de vivir inmensa. El otro camino es el
camino de amor y surge generalmente como un proceso más paulatino de crecimiento. Poco a
poco logro abrirme al amor en base al desarrollo de una sabiduría basada en mi propia experiencia
en la que entiendo que si sufro es porque tengo algo que aprender hasta una instancia en la que
logro amarme y amar al prójimo incondicionalmente.

Ambos caminos querida Kiley son válidos y ambos nos llevan al mismo destino.

Espero de corazón que mis palabras puedan ayudarte en el tuyo. Por último humildemente te
recomiendo algunas técnicas y te dejo unos consejos finales que creo pueden serte de ayuda:

- Medita: No conozco método más efectivo que la meditación para conectarnos con lo que es y
aprender a calmar nuestro flujo de pensamientos.

Te recomiendo especialmente tres técnicas:

- Meditaciones que calmen la mente y desarrollen nuestra conexión con el corazón.

- Meditaciones guiadas sobre la impermanencia y la gratitud (para favorecer la felicidad)

- Meditaciones basadas en la conexión con el presente y la liberación de bloqueos energéticos en


tú cuerpo. Para este caso te recomiendo especialmente la meditación Vipassana budista.

- Desarrolla sabiduría: Utiliza cada episodio de sufrimiento en tú vida para aprender la lección que
hay detrás del y evitar de esta forma que vuelva a ocurrir.
- Vive una vida noble en armonía con tú entorno y con otros: Dañar a otros indefectiblemente te
dañará a ti.

- Desarrolla disciplina para hacer todo lo anterior.

Con amor,Ishi

¿TE SIENTES IDENTIFICADO?

A veces la vida nos da unos tropezones, nos tumba y nos tumba, la frecuencia con la que caemos
realmente no influye en nada, la clave está en la constancia al levantarnos, el no dejarnos caer del
todo es realmente importante, la fuerza con la que sigamos avanzando y levantándonos es vital
para con nosotros mismos.

Nadie dijo que la vida sería fácil, pero si dijeron que valdría la pena vivirla... ¿Y es que si no
sucediera nada malo en nuestras vidas no fuera todo monótono? Creo que así como existe lo
bueno, también existe lo malo... Un equilibrio entre una cosa y la otra, la cuestión es saber llevar
las situaciones que se nos presenten para así obtener ese equilibrio sobre nosotros mismos, así
llevaríamos las cosas con más calma.

Decepciones de todo tipo jamás las podremos evitar, amistades, familiares, amorosas entre otras,
una después de la otra o algunas veces varias en conjunto, la vida está llena de ellas, pero también
está llena de felicidad, de alegría, de paz... Debemos ir sobrellevando las oportunidades que se nos
presenten para así conseguir el camino hacia el éxito, el conformismo ataca muchas veces, el vivir
normal es suficiente para muchos ¿pero para mí? ¡NO! Yo quiero algo distinto con mi vida, y sé
que en algún momento daré ese paso que marque la diferencia...

¿Que tengo miedo? ¡Claro! ¿Y quién no tiene miedo en esta vida? El miedo es temor a lo
desconocido... A no saber cómo sucederán las cosas, eso es miedo. ¿Temor al fracaso, pero si no
me arriesgo podré ganar? ¿Podré llegar a ese camino que tanto tiempo llevo buscando? ¡NO!
¿Ustedes que creen? Hay que luchar por lo que queremos, sin importar de donde sea, donde se
encuentre o cuanto nos cueste, aquí se le da mucho significado y valor a lo material...

Pero... ¿Y lo personal? ¿Y la actitud de la persona donde la dejamos? ¿La manera de pensar? Para
mí nadie es más ni menos que nadie, aquí todos somos iguales y todos estamos aquí con un
propósito... Hay es que encontrar ese riel que nos encamine hacia nuestro destino, a veces
pensamos que ya estamos encima de él y pum, viene el tropiezo, pero a la larga...

¿Qué es un tropiezo más? algunas veces debemos sacrificar muchas cosas y lo más seguro es que
haya que hacerlo, para encontrar el camino al éxito tenemos que desprendernos de cosas que
creemos o que son realmente importantes para nosotros, pero hay vivencias que las debemos
hacer solos, nadie nos puede decir que hacer...

Porque aquí vinimos a vivir nuestra vida y no debemos dejar que nadie opaque eso, ni que nos
haga sentir inferiores. Decisiones hay que tomar, con cautela... Pero sobre todo perseverancia, es
la clave del éxito... Si la vida te tumba 4 veces levántate 8 veces... ¿Miedo a caer? ¿O miedo a
levantarte? Yo he caído muchas veces y aquí me tienen, y seguiré avanzando...

Cuando te sientas perdido, que todo te está saliendo mal, y quieras tirar la toalla, detente un
poco, respira, admira tu entorno... Y ponte a pensar, imagínate que estás en una escalera, y el día
a día son escalones... Ahora sitúate en tu escalón, miras hacia arriba y ves que aún te falta por
subir, y mucho...

Pero aquí viene la parte importante, detente, y voltéate, y contempla cuanto has subido, y
observarás que hay muchísimas personas que desearían estar en el lugar donde te encuentras, con
esto no digo que seas mejor que nadie, pero si más decidido a la hora de seguir adelante... Admira
en donde te encuentras, y notarás que te encuentras más arriba de lo que habías imaginado...

La satisfacción de estar en donde estas, será estupenda, y levanta mucho el ánimo... Suerte en tu
camino... Obra bien y te ira bien, haz el bien, y no mires a quien... Actúa porque quieras, no
porque te digan... En ti está el tomar las decisiones correctas... Las puerta las tienes delante de ti,
tú decides cual cruzar... Y si se cierra una, mira alrededor, que una ventana se abrirá, creen... Sin
más nada que decir, sólo te deseo la mejor de las suertes, y éxitos... Espero haberte llegado de
alguna u otra forma.
Si en realidad te gusto, házmelo saber... Para mí es importante el hecho de haberte ayudado o
motivado en algo.

RIO DE LA VIDA

Alguna vez escuché que la vida era como un río, la corriente era el destino que te llevaba
algún lugar, una meta. En el río de la vida hay dos tipos de personas: las que flotan y las que
nadan. Las personas que flotan por el río, dejan que el destino las lleve a donde quiera, pueden
recorrer varios caminos y al final llegar a una meta que a lo mejor no era lo que querías,
probablemente te sientas frustrado y aceptes el lugar a donde el destino te llevó o quizá quieras
redefinir tus metas y quieras comenzar un nuevo camino. Siempre hay tiempo, nunca es tarde
para redirigir tu vida y decidir hacia dónde vas, claro, remar contra la corriente no es fácil, pero
tampoco es imposible.

Las personas que nadan saben hacia donde van, pueden dirigirse por los distintos caminos
que la vida les pone, utilizan la corriente para poder llegar más rápido hacia su meta, al final se
sentirán muy orgullosos de donde están y satisfechos de que hicieron lo indispensable para estar
donde ellos querían. Hace poco pensaba sobre esta metáfora, tiene mucha razón, pero que pasa
cuando eres de las personas que nadan y te sientes muy cansado de seguir, a mí me paso.

Creo que en ese tipo de situaciones uno puede aprovechar la corriente del río y flotar
mientras reúnes las energías suficientes para continuar, claro no es dejarlo todo al destino,
utilizarás las fuerzas suficientes para dirigir tu rumbo y no dejar que el destino te lleve a donde
quiera. Llegar al destino te llevará un poco más de tiempo pero ten la seguridad de que llegarás.

Ahorita he reflexionado y considero agregar un punto más a tomar en cuenta, recuerdo


también una frase que dice que la felicidad es un trayecto no un destino, integrándolo con la
metáfora sería, asegúrate de disfrutar el camino por el cual estas nadando, disfruta del agua, del
sol, de la orilla del río, de las personas que te encuentres en el camino nadando hacia su meta, en
fin, disfruta de lo que te vayas encontrando a tu paso, te ayudara a que el trayecto sea mucho más
ligero.

Cuando llegues a la meta que querías te sentirás excelente sabiendo que llegaste a donde
querías y no sólo eso disfrutaste tu trayecto. Quisiera agregar una cosa más, recuerda de dónde
vienes, esos motores que te impulsan a salir adelante, tu familia y seres queridos. Gracias a ellos y
a sus enseñanzas estas donde ahora estas.

UN BUEN DESAYUNO

Un buen desayuno para un excelente día: Una taza de alegría humeante de energía, tu día es
único, una gran porción de optimismo, hoy pude ser un día muy agitado, una porción de sencillez,
hoy tratarás con muchas personas, un pedazo de paciencia, de pronto hay esperas, un gran trozo
de tolerancia, muchos no comprenderán lo que dices, una cucharadita de entereza, puedes tener
dificultades, una porción de comprensión, habrá muchos que recurrirán a ti, una porción de
candidez, de ti dependerán lo que te busquen, otra porción de sonrisas, tú serás el aliciente de
muchas almas y sobre todo un gran plato de amor, Dios está contigo y en ti se reflejará su
presencia, y recuerda la felicidad tú mismo la construyes.
SOLTAR

La palabra soltar tiene grandes implicaciones emocionales, se ve y se escucha tan sencilla de decir,
“suéltalo” “no pasa nada” pero en el fondo claro que pasa y eso que nos pasa nos mueve toda la
existencia. El soltar implica dejar las manos libres, abiertas es como meterlas al agua que fluye, no
se puede detener nada sigue su camino y si se detiene corremos el riesgo de quedarnos anclados
en algún lugar que puede ser cómodo, pero a final de cuentas anclado.

A veces soltar duele, duele dejar atrás situaciones vividas al lado de seres que nos acompañaron
en algún trayecto de nuestra vida, pero fueron puestas ahí para enseñarnos lo que necesitábamos
aprender en ese momento ni antes ni después. Es importante cerrar ese ciclo darles las gracias a
esas personas, situaciones por todo lo aprendido y continuar con el camino.

Soltar implica crecer y crecer implica vivir, y vivir es arriesgarte a vivir lo que venga en tu vida. Es
importante recibir con los brazos abiertos todo lo que llegue a nuestra vida, sin anclarlo y crecer
juntos de la mano dejando un espacio de libertad en cada uno de nosotros.
JUVENTUD

Somos fuertes, jóvenes e inteligentes, pero muchos no escuchamos nuestro interior, somos
inmaduros y no prestamos atención. A veces me descontenta ver en muchos de mis amigos, no
mayores de 20, la apatía en cada día, el desgano por vivir. Quisiera tener en mis manos una receta
que nos ayude cada instante a despertar, y lo digo porque muchos se desconectan de la verdadera
realidad, refugiándose en una fantasía que a ningún lado los llevará.

Yo comprendo que el mundo está un poco sofocante, pero el mejor remedio para refrescarse es
saberlo enfrentar. No quiero considerarme una joven cobarde, si así fuera las caídas me tuvieran
bajo tierra, pero aquí estoy, sonriente y abriendo la puerta a las oportunidades que te da la vida.

Por ser jóvenes creemos saber lo que es malo y bueno, pero debemos como complemento los
consejos que se atraviesen escuchar.

Es cierto, siempre debes analizar y recuerda que cuando caemos es para no perder la sensibilidad.
He visto en la juventud que me rodea, tristeza, complejos, falta de aceptación, Y ni hablar de la
inmadurez que a muchos les invade el corazón. A veces he pensado que anticuada seré yo, porque
no fumo, no bebo, yo utilizo mi razón, tengo sano el corazón y la conciencia y no he perdido la
visión.

Y a los jóvenes de hoy no les interesa del todo lo que para el mañana representa su formación. Y
los países se vuelcan en el barranco de la recesión porque las semillas no crecen, no miran al sol,
es un terreno abandonado que lo invade la ignorancia y la mediocridad. ¿Dónde está el verdadero
sentido de la vida? Ahora me pregunto yo. Cuando yo considero que alimentar nuestros
conocimientos, demostrar lo que eres sin represión, salir adelante con esmero, caminar siempre
cuidando el resbalón,

Es lo que te da verdaderamente el empujón para construir piezas nuevas forjando un destino


mejor. ¿Dónde está la fuerza de la juventud, sus habilidades, su imaginación? Soy una joven de 19
años que les escribe desde el interior, para recordarles que con los años muchos se arrepienten de
lo que hoy día son. El detalle de la vida se oculta en ir cultivando tu interior, que tú eres
importante, tú vales, eres lo mejor.

Que somos seres humanos triunfantes, alimenta el corazón.

Ahora escucha un consejo de alguien que tiene poco recorrido, pero que el mismo le ha permitido
crecer y madurar. Yo antes no encontraba el sentido a muchas cosas en mí alrededor.

Y aprendí a ver a este mundo sombrío y la impotencia fragmentaba lo que soy, pero no olvidaba
que existo, soy ser humano como todos, y que podemos ser mejor.

No dejarse abatir por los problemas, debemos jugar con ellos para ganar, no dejarse derrotar por
la tristeza ¡comiendo chocolate se espantará!

Disfruta cada noche con tus amigos, cuida tu cuerpo y no dejes tu mente volar, Recuerda que el
que pisa bien la tierra, su terreno en la vida ha de asegurar.

Simplemente porque somos jóvenes debemos agradecer, que tenemos un camino por delante que
es importante para aprender. No desperdicies ni un instante, acepta que debes fortalecer tu
integridad como persona, revalorizar tu cultura, quererte cada día más y los demás. Así verás que
un día enseñarás al mañana como se llega a crecer y cómo descubriste el camino de la victoria, del
éxito y del renacer.
EL PERGAMINO DE LA FELICIDAD

La felicidad es como un pergamino, se abre ante todos, pero sólo unos pocos desciframos
su secreto. Desde tiempos antiguos los egipcios escondían sus mitos, secretos en un papel papiro,
sacado de las entrañas del Nilo. Toda persona manifiesta unos preocupaciones vitales,
existenciales, espirituales, las cuales, nos hacen racionales, pero hay una búsqueda que altera toda
forma, norma, ley. Un estado de satisfacción, de plenitud, el cual nos libera, nos desata de los
problemas. Cambia nuestra imagen, nuestro rostro deslumbra vitalidad y alegría.

La felicidad es ese márgen de la vida, en el que deja de escribir nuestra cabeza y empieza a
escribir nuestro corazón. Te envuelve, pero no te engañes esta felicidad que te envuelve, te
transporta y te convierte en la persona más maravillosa, no es un camino de rosas, es un camino
de espinas y rosas. La felicidad se crea, se comparte y puedes ser feliz tú sólo, pero puedes ser más
feliz con alguien. El tiempo es cuestionable, la salud y el dinero, sólo son cables de enganche a una
felicidad ficticia, la verdadera felicidad está en esa chispa que salta de tus ojos, que está saltando
en cada lugar. En cada gesto bonit y, mirada de asombro, como si se tratara de un nativo que
vuelve a su hogar después de recorrer un gran camino.

La felicidad tiene mil secretos, descubre el tuyo, comparte tu forma de ser feliz, así a más
de uno le señalarás el camino a su felicidad.
MI ADOLECENCIA

En mi adolescencia comprendía muy poco el arte de manejar las emociones no "deseadas"


excepto conquistándolas. A menudo identificaba la capacidad de negar y rechazar con la
"fortaleza".

Recuerdo mis sentimientos de soledad, en ocasiones muy dolorosos, y de deseo de alguien con
quien poder compartir ideas, intereses y sentimientos. A los dieciséis años acepté la idea de que la
soledad era una debilidad y el deseo de intimidad con otra persona representaba un fracaso de la
independencia.

Esta idea no la tenía siempre, sino parte del tiempo, y cuando me venía a la mente no tenía
respuesta al dolor, excepto poner en tensión mi cuerpo contra ella, limitar mi respiración,
hacerme reproches a mí mismo y buscar distracciones. Intentaba convencerme a mí mismo de que
no me importaba. De hecho, me recluí en la alienación como algo virtuoso.

No daba muchas oportunidades a la gente. Me sentía diferente a todos y veía que esta diferencia
era un abismo entre nosotros. Me decía a mí mismo que tenía mis ideas y mis libros, y que con eso
era suficiente o debía serlo si confiaba lo suficiente en mí.

Si hubiese aceptado el carácter natural de mi deseo de contacto humano, habría buscado puentes
de entendimiento entre los demás y yo.

Si me hubiese permitido sentir plenamente el dolor de mi aislamiento, sin reprochármelo, habría


hecho amigos de ambos sexos; habría apreciado el interés y benevolencia que a menudo se me
ofrecía.
Si me hubiese dado la libertad de atravesar las etapas normales del desarrollo adolescente y salir
de la prisión de mi aislamiento, no me habría preparado para un matrimonio desafortunado. No
habría sido tan vulnerable a la primera muchacha que parecía compartir verdaderamente mis
intereses.

Sin duda existían "razones" que explicaban mis áreas de no aceptación de mí mismo, pero eso no
importa ahora. Lo que sentía, era lo que sentía, tanto si lo aceptaba o no.

En algún lugar de mi mente, sabía que estaba condenando y rechazando una parte de mí mismo,
la parte que deseaba compañía de otras personas. Estaba en una relación de rechazo a una parte
de quien yo era. Por muchas otras áreas de confianza y felicidad que pude disfrutar, me estaba
infligiendo una herida a mi autoestima.

Cuando más tarde aprendí a recuperar las partes de mí mismo negadas, aumentó mi autoestima.

LA VARITA MAGICA

En ocasiones me gustaría tener una y así poder:

Ayudar a sanar al enfermo de todos sus males, para que se alivie y continúe con su vida.

Ayudar al que se siente triste y desilusionado, para que vea cual hermosa que es la vida. Ayudar al
que le falte trabajo y dinero para dar de comer con su familia.

Ayudar a mi familia a salir adelante en todos los aspectos... Ayudar a ella, si a la mujer que quiero y
deseo tener a mi lado toda mi vida. Pero para mi desgracia no cuento con esa varita mágica, la
cual solucionaría todos esos problemas.

Al meditar en todo esto, llego a la conclusión que... ¿Para qué quiero una varita mágica para sanar
al enfermo?, si sólo Dios lo puede hacer, sólo tengo que pedir para que sane y cuidar de él.

¿Para qué quiero una varita mágica para alegrar a alguien?, sí al contarme sus problemas yo sé
que no los voy a solucionar, pero al menos va a tener su mente más tranquila y así va a poder
pensar y comprender que la vida es dura y no todo es color de rosa, simplemente hay que saberla
vivir.

Aprender de nuestros errores es vital para ser un mejor ser humano. No por nada ese viejo refrán
"Es de sabios reconocer nuestros errores " por Confucio, para que quiero una varita mágica para
dar trabajo y dinero, luego estaría arrepentido por haber educado mal a esa persona por no
luchar, mejor le demuestro y lo motivo a esforzarse cada día a trabajar duro, a dar lo mejor del,
para que el día de mañana que comparta el pan en la mesa junto con su familia le enseñe a sus
hijos el valor del trabajo.
¿Para qué quiero una varita mágica para ayudar a mi familia?, pienso que dar apoyo, respeto y
ánimo a mi familia es lo máximo que puedo otorgarles, porque si no podría ocasionar que ellos no
vean la vida tal cual es y el día de mañana que les toque enfrentarla no sepan que hacer, mejor
entre todos dar lo mejor de cada quien y llevar hacia buen camino a la familia.

¿Para qué quiero una varita mágica para ayudar a ella?, sí a mi mujer. Sé que ella tiene problemas,
malos momentos, disgustos, en fin. Que no puede tener esa mujer y siendo honestos yo no veo la
diferencia conmigo y eso que yo soy hombre. Pero creo que con esa varita si bien terminaría con
esos problemas, pero no como lo yo lo haría o no con ese mismo efecto o sentimiento, te
preguntarás ¿Cómo?:

Respetando tu soledad, tu momento, tu espacio, es válido que cada persona tenga y requiera el
derecho a estar sólo para reaccionar.

Confianza, no hay nada más importante en una relación que la confianza, es un elemento base en
toda relación el cual debe de estar muy bien sustentada porque desgraciadamente hoy en día es lo
que menos se tiene es confianza.

Cuidados, creo que el cuidar de ella es muy importante, por eso me pego de topes con cada
berrinche que hace, cada vez que le digo que no está haciendo lo correcto o no me gusta que haga
esto otro y cosas así. Pero debo de entender que ella es así y comprender que es su manera de
pensar.

Apoyo, creo que el máximo apoyo que puedo ofrecerle es fundir en uno sólo el respeto, la
confianza y los cuidados que quiero para ella, demostrarle que ella cuenta conmigo en todos los
aspectos de mi vida, que sólo quiero y deseo lo mejor y demostrarle que soy capaz de muchas
cosas para lograr su tranquilidad y paz interna.

Entonces me vuelvo a preguntar, ¿y para qué quiero esa dichosa varita mágica? Porque sin ella
puedo lograr muchos objetivos y metas e inclusive hasta con mejores resultados y lo más
importante que sobre todo puedo dar un mensaje a cada persona que ayude...

Y tú, ¿necesitas de una Varita Mágica...?


ERES VALIENTE

Eres valiente porque cuando alguna persona tenía miedo y pidió tu ayuda, temblaste o tal vez
huiste con ella en vez de abandonarla y te solidarizaste. Eres valiente porque cuando llegó la
tristeza, lloraste mucho quizá, pero nunca abandonaste tu causa.

Eres valiente porque la valentía consiste precisamente en afrontar aunque sea desde las gradas y
no sólo quedarse con la duda de si hubieses podido o no con el problema. Eres valiente porque el
pequeño gatito llamado valor que hay en ti, día a día crece sin que te des cuenta y cuando menos
lo esperes, veras que no es tan inofensivo, sino que es todo un león dispuesto a defenderte y a dar
su vida

entera por ti.

Eres valiente porque el llorar ante los demás, no te hace menos sino al contrario, con eso
demuestras la enorme fuerza interna que posees, tal como volcán a punto de explotar y que de
alguna manera empieza a salir y se manifiesta haciéndote parecer débil, cuando en realidad te
estás preparando para el reto verdadero el cual no perderás, pues sí lo ganas, habrá felicidad
inmensa, y sí lo pierdes, te habrás preparado inconscientemente para ello desde antes
minimizando así tu dolor y lo aceptaras también con orgullo.

Eres valiente porque vives día a día intensamente y hasta perfumas tu cuerpo, porque pretendes
dar lo mejor de ti, y sí la gente cobarde a tu alrededor no te comprende, ese ya no es problema
tuyo. Eres valiente porque sin duda has temido como cualquiera y lo has superado o ya lo
superarás, pues recuerda que hasta Jesús tuvo miedo, pero su padre que está en los cielos nunca
le abandonó…
Así que siéntete fuerte, porque Dios también esta contigo, y puedes sentirte orgulloso, porque tú
también gracias a ti mismo y a Dios, ¡eres valiente!

LA HISTORIA DEL LAPIZ

El niño miraba a su abuela, que escribía una carta. En determinado momento, pregunto:

-¿Estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros? ¿Y es, por casualidad, una historia
sobre mí?

La abuela dejó de escribir, sonrió y comento al nieto:

-Estoy escribiendo sobre ti, es verdad. Ahora bien, más importante que las palabras, es el lápiz que
estoy usando. Me gustaría que fueras como él, cuando crezcas.

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial.

-Pero, ¡si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!

-Todo depende de cómo mires las cosas. Hay cinco cualidades en el que, si consigues conservarlas,
te harán siempre una persona en paz con El Mundo.

Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una mano
que guía tus pasos. A esa mano la llamamos Dios y éste debe conducirte siempre en la dirección
de su voluntad.

Escríbele
¡SONRIE!

Sonríe, porque eres tú; sonríe, por ese amor tan tuyo y que llevas dentro; sonríe, aunque la vida te
lo niegue; sonríe, porque la vida es un momento; sonríe, porque mañana podrás estar muerto;
sonríe, a pesar del sufrimiento… Sonríe, aunque el amor te sea negado; sonríe, si el amor no has
encontrado; sonríe; al mirarte al espejo; sonríe, porque no hay nada que te envidien; sonríe,
aunque te digan que no puedes; sonríe, aunque la vida te dé la espalda…

Sonríe, por todo aquello que te hace falta; sonríe, si crees que nadie te valora; sonríe, si a nadie le
haces falta; sonríe, si alguna vez un favor te fue negado; sonríe, si un amigo te ha olvidado; sonríe,
si hoy te sientes triste; sonríe, si tu enemigo te maldice; sonríe, y veras que el mundo es diferente;
sonríe, y serás fuerte; ¡por qué la vida esta en ti! ¡Por qué la vida eres tú!
REFLEXIONES PARA LA VIDA DIARIA

AUTOR: ALEJANDRO MANUEL LLIQUE


SANCHEZ
LOS 6 ERRORES DEL HOMBRE

Error N° 1: La ilusión de que las ganancias personales se consiguen aplastando


a los demás.

A pesar de los años transcurridos este es un grave problema que todavía nos
acompaña. Muchas personas creen que pueden llegar a ser más importantes
encontrando defectos a los demás.

Debemos estar alertas, porque en muchas oportunidades, nuestras críticas son


sinónimos de carencias.

Para evitar o corregir este error, concéntrate en tu propia vida y en cómo mejorarla.
Hay dos formas de construir el edificio más alto de la ciudad: Una es destruyendo
todos los demás edificios; la otra es trabajar en tu propio edificio y ver como avanza.

Error N° 2: La tendencia a preocuparse por las cosas que no se pueden cambiar


o corregir.

No vale la pena preocuparse por las cosas sobre las que no tienes control, porque si
no puedes hacer nada, no tiene sentido que te preocupes.

En segundo lugar, no tiene sentido preocuparse por las cosas sobre las que tienes
control, porque si tienes el control, no hay razón para preocuparse.

Cuando puedas hacer algo, cambia de actitud y empieza a aplicar una estrategia.

Error N° 3: Insistir en que una cosa es imposible, sencillamente porque no


podemos conseguirla.

Para calmar esta sensación, amigos lectores, vamos a partir de la siguiente


premisa: “Lo único imposible en esta vida es arrugar los dientes”.

Muchas personas se dejan dominar por el pesimismo.

Hoy, y tengámoslo muy presente, la novedad es lo imposible, visto como una


oportunidad de negocio. El mercado está sembrado de hacedores de imposibles. ¿Tú
eres uno de ellos?
Error N° 4: No querer prescindir de preocupaciones banales.

Muchas personas tienen la costumbre de preocuparse por cosas insignificantes.

Para evitar o corregir este error, sencillamente trabaja en lo que consideres


importante; es decir, en aquello por lo que todos deberíamos preocuparnos.

Error N° 5: Rechazar el desarrollo y el perfeccionamiento de la mente y no


adquirir el hábito de leer y estudiar.

Ya muchos de los títulos que poseemos están obsoletos. Espero que tú conocimiento
no. Hoy los títulos deben indicar su fecha de vencimiento. En esta era de cambio, que
ya vaticinaba Cicerón, es cuando más necesitamos el conocimiento novedoso de
nuestro lado. Hay que invertir en la preparación, ya que es más costosa la ignorancia.

Error N° 6: Intentar obligar a los demás a creer y vivir como nosotros.

Cultiva tu propio jardín y abandona tu tendencia a examinar y juzgar como los otros
cultivan el suyo.

Todos somos diferentemente iguales y tenemos el pleno derecho a la libertad de


elegir. Una de las principales características de las personas plenamente realizadas
es que no desean controlar a los demás.

Obligar es el arte de la contradicción. Es más fácil enseñar caminos y dejar que cada
quien escoja su sendero.

Recuerda: En la variedad, está la emoción de la vida...


ELIGE BIEN TUS AMISTADES

Las amistades que nos hacen crecer son parte esencial de la búsqueda del éxito, es
magnífico tener amigos profesionalmente hablando. La palabra interesado es un
concepto deformado, puesto que una persona desinteresada del todo es más bien
una persona evadida de la vida, necesitamos ser interesados pues el ser humano que
quiera lograr el éxito en la vida debe rodearse de seres valiosos, seres que puedan
enriquecernos con mayores conocimientos. Con mayor educación o erudición, que
renueven nuestro espíritu por su simpatía o su actitud de vida, que nos proporcionen
oportunidades materiales o profesionales o que nos enriquezcan con más amigos
interesantes.

Washington dijo alguna vez: "Si en algo valoras tu reputación, procura que tus
compañeros sean personas distinguidas, pues vale más estar solo que mal
acompañado".

Es de suma importancia rodearse de gente interesante, son una excelente


oportunidad para aprender y tener un crecimiento continuo, el mediocre busca
siempre amistades similares, lo semejante atrae lo semejante. Recuerde: "aves del
mismo plumaje siempre se atraen".

Si usted juega tenis con una persona mejor que usted, se verá obligado a subir de
juego y a la inversa su rendimiento bajará y no le exigirá esfuerzo alguno estar a la
altura de su competidor. Recuerde que "quien con lobos anda, a aullar
aprende" y "quien se junta con bueyes, a mugir aprende". Rodéese de triunfadores, de
personas que ya lograron el éxito, y no hablo solamente en su profesión, si no, en la
vida, triunfadores como padres, como hijos, como mejores seres humanos y le
aseguro que son la ruta más corta para llegar al éxito que usted pretende, admire a
los mejores y aprenda humildemente todo lo bueno que ellos tengan y observe sus
limitaciones no para criticarlos, simplemente para asimilar aquello que no deseamos
integrar en nuestra persona.

Aprendamos de sus errores para no cometerles y en la continúa búsqueda de ser


mejores, analicemos lo que en verdad deseamos ser en la vida, nunca es tarde, se
puede comenzar de nuevo a cualquier edad y triunfar en lo que hasta ese momento
fue un gran fracaso. Rodearse de gente humilde, es rodearse de amigos que no
tendrán reparo en mostrar sus fortalezas como sus debilidades y ayudarte con su
ejemplo a TRIUNFAR.
MAS ALLA DEL EVEREST

Todos tenemos nuestro propio Everest que escalar; algunos han tenido la
suerte de llegar y otros se afanan constantemente por lograrlo, lo más importante
es perseverar.

Algún alpinista se diría a si mismo:

“Lentamente volteo hacia abajo, el enorme vacío a mis pies se apodera de mi


cuerpo, pero mi mente se aferra a la montaña, tengo frío, mucho frío, el agua
helada que el sol ha fundido arriba penetra por los lados robándome el calor que
me queda, a punto de caer, y a la vez siento que comienzo a levitar,
¡hipotermia!... ¡despierta!, ¡esta remota pared en el círculo polar ártico y que
nadie había escalado no será tu tumba!. Centímetro a centímetro avanzo. Cuando
llego a la repisa sé que la cumbre será nuestra."

El afán de superación del ser humano, ya sea por el espíritu competitivo o por el
deseo de superar un reto físico o intelectual, constituye la base para la realización
de logros y metas. Es lo que lleva a un atleta al final de la carrera, o a un artista a
realizar grandes obras, es el mismo que lleva a un alpinista a la cima de las
montañas, y una vez alcanzada la cumbre largo tiempo deseada, es lo que nos
lleva a buscar una más alta o más difícil.

En cualquier actividad humana, existen personas que se atreven a intentar


realizar sus más ambiciosos anhelos. La pregunta surgía una y otra vez ¿cómo
poder llegar a la cumbre? Con intensa dedicación, aprendiendo a lo largo del arduo
camino, con determinación, pero sobre todo con mucho cariño a lo que realizamos.

Todos tenemos nuestro propio EVEREST o muchos de ellos que escalar,


algunos llegan más pronto que otros, algunos se afanan constantemente por
lograrlo, sin embargo, creo que lo más importante es perseverar.

Cuando he vencido un Everest me pregunto: ¿y ahora qué, si ya subiste a lo


más alto?

Una vez que hemos alcanzado nuestro EVEREST, su cumbre se convierte en un


escalón para explorar nuevos horizontes, esa búsqueda incesante de las propias
limitaciones físicas y mentales, esa voluntad por intentar algo más es lo que coloca
al ser humano, además de la inteligencia, arriba del resto de la creación, una vez
alcanzada una meta siempre existirá otra más.

Al estar inmersos en un nuevo reto, todo nuestro ser debe dedicarse a tratar de
sobrevivir, estudiando, entrenando, haciendo caso omiso de la crítica destructiva o
de las envidias, utilizando nuestra experiencia y creatividad para llegar más allá de
donde otros han llegado.

Escalar es como la vida misma, existen golpes duros e intensas emociones, al


ascender hacia una meta lo que más satisfacción nos da es el superarnos
constantemente y el estar dando nuestro mejor esfuerzo.

Al alpinismo se le ha llamado el arte de saber sufrir, y saber hacerlo es lo que da


sabor a la vida. Vivir intensamente es recibir amargos fracasos y dulces éxitos, es
madrugar, desvelarse, tener cansancio, frío, hambre, miedo y sed, ese breve
transcurrir de nuestro cuerpo y mente en el espacio de la vida hay que gozarlo
intensamente, pero para poder hacerlo hay que soportar, y en el arte de
saber sufrir es como podremos conocernos más a nosotros mismos y así tener una
relación más plena con los demás.

¿Pero, no es muy arriesgado lo que haces?, me preguntan y me pregunto. Al


abordar cualquier proyecto, se tienen que correr riesgos, no podemos dejar de
correrlos como tampoco podemos hacerlo temerariamente porque no duraríamos
mucho en el serio juego de vivir. Un triunfador sabe ante todo sobrevivir,
pensando fría y calculadoramente, dándose la libertad para retroceder en el
momento adecuado y si está preparado, forzar a la oportunidad para que se
presente.

Cuando más incertidumbre ha habido a lo largo del ascenso, cuanto más


satisfechos nos sentiremos al llegar a la meta. Podemos llegar hasta donde
hayamos soñado, si hemos sido realistas en nuestras fantasías y hemos utilizado
todos nuestros recursos y facultades al intentarlo.

Antes o después de nuestro EVEREST, las metas pueden ser infinitas, sólo nos
falta dar un paso más, es así cuando el reto se hará irresistible y nuestro afán
indestructible.
¡ATREVETE A SER EL MEJOR ALPINISTA EN TU VIDA!
DILE NO A LA FLOJERA

Necesitamos imperiosamente romper con el círculo light (corriente del


comportamiento contemporáneo que se caracteriza por la ley del menor esfuerzo)
si queremos salir adelante, y sólo se puede lograr a través del esfuerzo.

A un grupo de jóvenes se les preguntó: "¿A quién le había atacado


la flojera aguda?", y se les pidió que levantaran la mano, la mitad lo hizo, la otra
mitad no la levantó porque tenía"flojera".

Hoy por hoy, nuestro más importante e inmediato desafío es sacudirnos la


pasividad y el aletargamiento, los cuales son los síntomas más notorios de la
mediocridad, son tiempos de esfuerzos sostenidos, de constancia y perseverancia,
de aplicarnos a fondo si de verdad queremos surgir como personas, familias y
naciones de triunfadores. Ya tendremos tiempo para descansar el día que nos
digan: descanse en paz, secula seculorum, amén.

No hay causa más digna que realizar una tarea bien hecha, renunciar a trabajar es
renunciar a ser creativo, a ser colaborador de la creación, me imagino que si un
ser humano no trabaja, no enfrenta desafíos, no tiene obstáculos por superar, y si
además recibe sin esfuerzo su alimento, a este tipo de personas se les hace más
daño que bien.

El ser humano es un auténtico milagro porque posee la capacidad de realizar


milagros, gracias fundamentalmente a su esfuerzo creador. El secreto del éxito
está dentro de cada ser humano, así como si partimos a la mitad una manzana
invariablemente encontraremos una estrella de cinco puntas, así en el interior de
cada uno de nosotros llevamos la estrella del esfuerzo, la energía necesaria para
alcanzar todo aquello que nos propongamos, dejemos a un lado la postergación y
sacudámonos de la flojera, lograremos nuestros propósitos con esfuerzo y
realizaremos nuestros sueños.
COMPRENDER AL CORAZON

Finalmente se separaron, habían convivido como pareja durante algunos años; en


apariencia eran felices.

En opinión de los demás, pareciera que nada los iba a separar; pero normalmente lo
que pasa en la intimidad de una pareja nadie lo conoce, pues no lo han vivido. Es fácil
juzgar a los demás, pero qué difícil es entender el mundo de significados que viven.

Su relación se había convertido en una tragedia sin final, discutían por todo y cada día
se ofendían y se humillaban más. El propósito era demostrar al otro que estaba
equivocado y en pocas cosas coincidían. Por supuesto, sus buenos momentos cada
día eran menos.

Existen, desde luego, motivos para amar, así como motivos para dejar de hacerlo.
Todo es por convergencia y, con mayor o menor participación, ambos contribuyeron a
destruir su relación. Al conversar, por separado, con cada uno, había que escuchar
las barbaridades que decía del otro, a grado tal que cualquiera se preguntaría cómo
era posible para ellos soportar tal infierno. Concluía uno que era una estupidez seguir
soportando esa situación.

La última vez que los vi, hace muchos años, fue en un restaurante; los observé de
lejos, sin atreverme siquiera a saludarlos; se les veía alterados, como dos gallos de
pelea en un combate a muerte. De pronto, él se puso de pie, y sin más, abandonó el
lugar. Ella se quedó sola, contemplando su copa vacía, y con una sentida lágrima en
su mejilla.

Ambos habían querido, en su terquedad, que el otro cambiara. Tal vez los dos
ganaron razonablemente la batalla, pero también perdieron el corazón. Lo que habían
construido a través de tanto tiempo, finalmente lograron destruirlo. Cuando la razón le
gana al corazón, se acaba con el amor, otra vez hablaré del equilibrio de las
decisiones tomadas con sabiduría no con rebeldía.

Cuando la razón gana se corre el riesgo de que la lógica acabe con la ilusión, y sin
más, justificando con fundamentos las decisiones, se nos olvida que la primera
manifestación del amor es la fuerza, el valor de luchar con nosotros mismos por
lo que amamos.
¿Por qué nos empeñamos en buscar que el otro cambie si sabemos en nuestro
interior que ese deseo es para darnos gusto y no para el crecimiento positivo del otro?

¿Le gustaría que su pareja cambiara?

¿Anhela que los demás cambien para que usted esté satisfecho?

¿Seria capaz de aceptar a los demás como son, sin intentar cambiarlos?

¿Se esfuerza por entender al otro poniéndose en su lugar?

Pasados varios años, me encontré con uno de los protagonistas de nuestra historia.
Me dijo: "Sinceramente reconozco que yo era el equivocado, había idealizado a mi
pareja y quería que se comportara de acuerdo con mi sueño. No la amaba a ella sino
a una ilusión que tenía, sin darme cuenta de que era una persona real, con
potencialidades y limitaciones. Ahora sé que no estaba preparado para amarla; me
faltó, lo confieso, capacidad para entender; no supe lo que para ella era importante.
Comprendo ahora que si ambos hubiéramos tenido un sueño compartido, un objetivo
común; si hubiéramos mirado en la misma dirección, habríamos tenido la fuerza de
luchar por nuestro amor con sabiduría, respeto y prudencia. Ahora que ha pasado
tanto tiempo, desearía desandar el camino y tener nuevamente la oportunidad de
amar a ese ser maravilloso que por mi terquedad perdí".

Curiosamente, en días pasados me encontré con la otra parte, y escuché sorprendido


cómo, a través de los años, su experiencia, se había convertido en rencor; tan agudo
era su resentimiento, que no cesaba de calificar a su ex compañero de estúpido e
imbécil. Me percaté de que su espíritu estaba recubierto de un material tan duro, que
todo en ella hablaba de amargura; deseé sinceramente, en mi interior, que algún día
pudiera asimilar sus propios errores, y tal vez, cuando ese momento llegara, pudiera
también desandar el camino y reencontrar el amor.

Tal vez eso pueda o no suceder, lo que sí es real es que mientras no intentemos
comprender al otro, el perdón no llegará y el amor se alejará de nosotros. Comprender
es amar y amar es perdonar. Virtud fácil de explicar, difícil de aplicar, que solamente
se logra entendiendo el mundo del otro. Si nos esforzamos en comprender,
lograremos no sólo conservar, sino acrecentar nuestro amor.
¡INFINITO ES EL AMOR DE DIOS PORQUE COMPRENDE!
EL COFRE DE VIDRIO

Érase una vez un anciano que había perdido a su esposa y vivía solo. Había
trabajado duramente como sastre toda su vida, pero los infortunios lo habían dejado
en bancarrota, y ahora era tan viejo que ya no podía trabajar.

Las manos le temblaban tanto, que no podía enhebrar una aguja, y la visión se le
había enturbiado demasiado para hacer una costura recta.

Tenía tres hijos varones, pero los tres habían crecido y se habían casado, y estaban
tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una
vez por semana.

El anciano estaba cada vez más débil, y los hijos lo visitaban cada vez menos:

- No quieren estar conmigo ahora; se decía...


- Tienen miedo de que yo me convierta en una carga.

Se pasó una noche en vela pensando qué sería de él y al fin trazó un plan.

A la mañana siguiente, fue a ver a su amigo el carpintero y le pidió que le fabricara


un cofre grande. Luego fue a ver a su amigo el cerrajero y le pidió que le diera un
cerrojo viejo. Por último, fue a ver a su amigo el vidriero y le pidió todos los
fragmentos de vidrio roto que tuviera.

El anciano llevó el cofre a su casa, lo llenó hasta el tope de vidrios rotos, le echó llave
y lo puso bajo la mesa de la cocina.

Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies, y mirando bajo la mesa
preguntaron:

- ¿Qué hay en ese cofre?

El anciano respondió:

- ¡OH nada! Sólo algunas cosas que he ahorrado.


Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un
tintineo. Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años susurraron.
Deliberaron y decidieron turnarse para vivir con el viejo, y así custodiar el "tesoro".

La primera semana el hijo menor se mudó a la casa del padre, lo cuidó y le cocinó.
A la semana siguiente, lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente acudió el
hijo mayor. Así siguieron por un tiempo.

Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues
creían que una fortuna los aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podían costearse
un gasto grande con el viejo.

Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y


abrieron el cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.

- ¡Qué triquiñuela tan infame! exclamó el hijo mayor ¡Qué crueldad para con sus hijos!
- ¿Pero, qué podía hacer? - preguntó tristemente el segundo hijo
- Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el
final de sus días. Estoy avergonzado de mí mismo -sollozó el hijo menor -. Obligamos
a nuestro padre a rebajarse al engaño, porque no observamos el mandamiento que él
nos enseñó cuando éramos pequeños.

El hijo mayor muy enojado, volcó el cofre para asegurarse de que no hubiera ningún
objeto valioso oculto entre los vidrios, y los desparramó en el suelo hasta vaciar el
cofre.

Los tres hermanos miraron silenciosamente dentro y leyeron una inscripción que el
padre les había dejado en el fondo: "Honrarás a tu padre y a tu madre"
EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS

Un hombre después de pensarlo se decidió a reparar una vieja casa que tenía en una
granja. Entonces, contrató a un carpintero que se encargaría de todos los detalles
logísticos de restauración.

Un día decidió ir a la granja, para verificar como iban todos los trabajos. Llegó
temprano y se dispuso a colaborar en los quehaceres que realizaba el carpintero. Ese
día parecía no ser el mejor para el carpintero. Su cortadora eléctrica se había dañado,
haciéndole perder dos horas de trabajo. Después de repararla, un corte de
electricidad en el pueblo le hizo perder dos horas más de trabajo. Tratando de
recuperar el tiempo, partió dos cierras de su cortadora. Ya finalizando la jornada, el
pegamento que disponía no le alcanzaba para mezclar su fórmula secreta de
acabado.

Después de un día tan irregular, ya disponiéndose para ir a su casa, el camión se le


negaba a arrancar. Por supuesto, el dueño de la granja se ofreció a llevarlo. Mientras
recorrían los hermosos paisajes de la granja, él iba en silencio meditando. Parecía un
poco molesto por los desaires que el día le había jugado.

Después de treinta minutos de recorrido llegaron a la casa del carpintero, y de


sorpresa lo invitó para que conociera a su familia. Mientras se dirigían a la puerta, el
carpintero se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, de color verde intenso
y por demás hermoso. Tocó varias ramas con sus manos, mientras admiraba sus
preciosas hojas.

Cuando abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara


estaba plena de sonrisas y alegría. Sus hijos se lanzaron sobre él, dando vueltas en la
sala. Le dio un beso a su esposa y lo presentó. Le invitó un refresco y una suculenta
empanada. Ya despidiéndose, lo acompañó hasta el auto.

Cuando pasaron nuevamente cerca del árbol, la curiosidad fue grande y le preguntó
acerca de lo que había visto hacer un rato antes. Le recordó su conducta con el árbol.

¡Ohh!, ese es mi árbol de los problemas, contestó.


Y luego procedió a explicar y dijo: sé que no puedo evitar tener dificultades en mi
trabajo, percances y alteraciones en mi estado de ánimo. Pero una cosa si es segura:
Esos problemas no pertenecen ni a mi esposa y mucho menos a mis hijos. Así que
simplemente los cuelgo en el “árbol de los problemas” cada noche cuando llego a
casa. Luego en la mañana los recojo nuevamente, porque tengo que solucionarlos. Lo
divertido es, dijo sonriendo el carpintero, que cuando salgo en la mañana a
recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.

El dueño de la granja se subió a su auto, meditando sobre la estrategia del carpintero


para ser más feliz y evitar contaminar el hogar con los problemas laborales. Entonces
se dijo, valió la pena el paseo de hoy.

Llegó a la granja y se dispuso a seleccionar su árbol de los problemas. Y desde


entones cada vez que llegaba a su hogar ya saben lo primero que hacía.

“Tenemos que saber que el mundo sólo se puede captar mediante la acción y
no la contemplación. El impulso más poderoso, en el ascenso del hombre, es el
placer que le produce su propia habilidad. Gocemos haciendo lo que hacemos
bien, y habiéndolo hecho bien, gocémonos haciéndolo mejor y lo que no
sabemos aprendámoslo y gocemos aprendiendo y luego seremos mejores
porque habremos aprendido con gozo”.
LA DONACION DE SANGRE

Hace muchos años, cuando un médico trabajaba como voluntario en un Hospital de


Stanford, conoció a una niñita llamada Liz quién sufría de una extraña enfermedad.

Su única oportunidad de recuperarse aparentemente, era una transfusión de


sangre de su hermano de 5 años, quién había sobrevivido milagrosamente a la
misma enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la
enfermedad.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto


a darle su sangre a su hermana.

Por un momento, lo vió dudar antes de tomar un gran suspiro y decir; Si, lo haré, si
eso salva a Liz.

Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una cama al lado de la de


su hermana, y sonriente mientras los médicos lo asistían a él y a su hermana, veía
retomar el color a las mejillas de la niña.

Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. El miró al doctor y
le preguntó con voz temblorosa: ¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; el pensaba que le daría toda su
sangre a su hermana... Y AÚN ASI, SE LA DABA...

El consejo de la historia: ¡Da todo por quién ames!


UN CAFÉ Y UNA SONRISA

...Soy madre de tres hijos de 14, 12 y 3 años, y recientemente terminé mi carrera


universitaria.

La última clase que tomé fue Sociología. La maestra estaba muy inspirada con las
cualidades que yo deseaba ver, con las cuales cada ser humano había sido
agraciado.

Su último proyecto fue titulado "SONRÍE". Pidió a la clase que saliera y le sonriera a
tres personas y documentaran sus reacciones.

Yo soy una persona muy amistosa y siempre sonrío a todos y digo "hola", así es que
pensé que esto sería "pan comido", literalmente.

Tan pronto nos fue asignado el proyecto, mi esposo, mi hijo pequeño y yo fuimos a
McDonald"s una fría mañana de Marzo, era la manera de compartir un tiempo de
juego con nuestro hijo.

Estábamos formados esperando ser atendidos, cuando de repente todos se hicieron


para atrás, incluso mi esposo. Yo no me moví ni una pulgada y un abrumador
sentimiento de pánico me envolvió cuando di vuelta para ver qué pasaba.

Cuando giré percibí un horrible olor a "cuerpo sucio" y junto a mí, vi que estaban
parados dos hombres pobres; cuando miré al pequeño hombre que estaba cerca de
mí, él sonreía, sus hermosos ojos azul cielo estaban llenos de la luz de Dios buscando
aceptación.

Dijo "Buen día", mientras contaba las pocas monedas que traía. El segundo hombre
manoteaba junto a su amigo -creo que era retrasado mental- y el hombre de ojos
azules era su salvación.

Contuve las lágrimas. La joven despachadora le pregunto qué quería y él dijo: "Café;
es todo, señorita"porque era para lo único que tenían, ya que si querían sentarse en
el restaurante para calentarse un poco, tenían que consumir algo.
Entonces, realmente lo sentí, el impulso fue muy grande, casi alcanzo al pequeño
hombre para abrazarlo, fue entonces que sentí todas las miradas en mí, juzgando mi
acción.

Sonreí y le pedí a la joven despachadora que me diera dos desayunos más en


bandeja separada y caminé hacia la mesa donde estaban los dos hombres sentados,
puse la bandeja en su mesa y mi mano sobre la mano fría del pequeño hombre; él me
miró con lágrimas en los ojos y dijo "¡Gracias!".

Me incliné dando palmaditas en su mano y le dije "No lo hice por ustedes, DIOS
está aquí actuando a través de mí para darles esperanza".

Comencé a llorar mientras caminaba para reunirme con mi esposo e hijo. Cuando me
senté, mi marido sonrió y dijo "Es por eso que DIOS te dio para mí, cariño, para darme
esperanza".

Nos tomamos de las manos por un momento y en ese instante supimos la Gracia con
la que fuimos bendecidos para ser capaces de dar.

Regresé a la universidad durante la última clase nocturna, con esta historia en mano.
Entregué mi proyecto y la instructora lo leyó, entonces me miró y preguntó "¿Puedo
compartir esto?"... yo asentí lentamente mientras ella pedía la atención de la clase.

Comenzó a leer y me di cuenta que nosotros, como seres humanos y siendo parte de
Dios, compartimos esta necesidad para sanar a la gente y ser sanados. A mi manera,
se lo hice sentir a la gente en McDonald"s, a mi esposo, hijo, a la maestra y a cada
alma en el salón de clases, esa última noche como estudiante.

Me gradué con una de las lecciones mas grandes que jamás hubiera
aprendido: ACEPTACIÓN INCONDICIONAL.
EL PIANISTA

La sala de conciertos estaba completa; es más, se observaban en la parte de atrás


algunos asistentes de pie, urgiendo la presencia del artista; los boletos se habían
agotado un mes antes de su presentación; uno de los mejores pianistas del mundo
era el protagonista de tan grande expectación.

A la hora en punto de iniciar, apareció en el escenario. La ovación no se dejó esperar,


se hizo un profundo silencio, y sin más se escucharon las primeras notas de la
Polonesa de Chopin. Conforme iba avanzando en su magistral ejecución vimos la
transformación del artista; la pasión iba creciendo, su rostro manifestaba una profunda
concentración que se reflejaba en cada nota con una emoción que más pareciera
estar tocando con el corazón que con las manos. El sudor cubrió su frente, su
cabellera se fundía con el ritmo de su música. El éxtasis en la parte alta de su
concierto no era exclusividad del artista, los asistentes estaban paralizados y en sus
rostros se reflejaban las pasiones que el músico les transmitía. Con el violento
movimiento final se cerró la magistral ejecución; los aplausos fueron desbordantes, el
público de pie lanzaba gritos de júbilo y de felicitación. El artista tuvo que volver al
escenario en cinco ocasiones más para recibir el tributo de sus admiradores.

Ya una vez en su camerino, los más importantes personajes de la ciudad tuvieron el


privilegio de saludarlo personalmente, y entre ellos, se encontraba una distinguida
dama que hizo el siguiente comentario:

- Maestro, ha tocado en forma por demás magistral, yo daría la mitad de mi vida


por ejecutar un concierto como usted lo ha hecho hoy.

El artista humildemente le contestó:

- Yo, ya lo he hecho señora.

La admiradora agregó:

- Sé que se ha preparado durante muchos años, pero explíqueme, ¿de dónde le


sale toda la fuerza que usted transmite?
El pianista respondió:

- De la pasión que siento por lo que hago. Ella es la impulsora que me hace lograr
todo en plenitud. Nunca he podido ejecutar una pieza si primero no la siento y
cuando logro despertar esa musa mágica dentro de mí que es la pasión, sé que
toco, porque la siento en el alma. De hecho, no creo que nada grande se pueda
lograr sin ella; es la fuerza que nos ha permitido tener magistrales obras de arte,
iniciar grandes proyectos, es la impulsora de la creatividad, es la fuente de energía
más poderosa que radica en el corazón de todos los seres humanos.

Atrevámonos a reconocer en nosotros la pasión que tenemos dentro para realizar la


mejor obra de arte en nuestra vida, siendo lo que somos, teniendo lo que tenemos y
aún faltándonos lo que nos falta, por la pasión podemos brillar y hacer la diferencia en
nuestro hogar, en la fuente laboral, en la sociedad.

Si reconocemos esa pasión en nuestro interior podríamos hacernos diferentes y dar lo


mejor siempre y no cada vez que nos sintamos alegres solamente. Ser mejor cada día
no depende de nuestro estado de ánimo, depende de lo que nos creamos capaces de
alcanzar aún a pesar de nuestras limitaciones. La pasión activa el deseo, el ser mejor
lo culmina nuestra decisión.
EL NIÑO Y LA MESERA

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un
establecimiento y se sentó a una mesa.

La mesera puso un vaso de agua en frente de el.

- ¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuates? preguntó el niño.

- Cincuenta centavos, respondió la mesera.

El niño saco su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.

- ¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.

(En ese momento habían algunas personas que estaban esperando por una mesa y la
mesera ya estaba un poco impaciente).

- Treinta y cinco centavos, dijo ella bruscamente.

El niño volvió a contar las monedas.

- Quiero el helado solo, dijo el niño.

La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se fue.

El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue.

Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar
saliva con lo que vió...

Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos... Su


propina!

El consejo de la historia:
¡Jamás juzgues a alguien solo por las apariencias! y ¡siempre considera que
aquellos a quienes sirves, pueden darte una sorpresa!
LA INJUSTICIA

Ella, su madre, contemplaba con infinita tristeza a su hijo, era día de visita y a los reos
se les permitía una breve entrevista, el hombre maduro, detenido injustamente,
tenía ya varios meses en la cárcel, era una celda inmunda llena de ratas, moscos,
arañas, sin ventanas con un calor agobiante y húmedo, ella veía ahora a un hombre
que día a día se deterioraba más, los colores se le habían escapado del rostro, la piel
mostraba erupciones purulentas, pero la más profunda herida era la injusticia que lo
sumergía en una profunda depresión y en ese momento frente a frente con el ser que
más amaba, él exclamó:

- ¿Por qué? ¿Por qué yo?

A lo que ella simplemente y en tono de consuelo contestó:

- Así lo quiere DIOS

Y su hijo respondió:

- ¿Acaso DIOS desea el mal, la injusticia y el sufrimiento de sus hijos? No madre, así
no es, si algo me lastima profundamente es ver sufrir a mis hijos como seguramente
tú ahora lo sientes. Creo sinceramente que DIOS sufre conmigo, y su dolor ha de ser
tan profundo no sólo por mí que soy solamente uno más entre millones de víctimas de
la injusticia y la maldad que es obra exclusiva de seres humanos depravados y sin
valores.

El mal existe para que surjan guerreros que venciéndolos nos lleven a un mundo más
humano y justo, creo madre que debemos pedir perdón a DIOS pues con el también
cometemos la misma injusticia que han hecho conmigo, él nunca tiene ninguna
responsabilidad de lo que a mí me sucedió, esto es obra de los seres humanos, no de
DIOS.

El infierno existe y está en las cárceles, en los asilos de viejos abandonados, en los
leprosarios, en los muladares en donde se violan a seres inocentes, en tugurios donde
se drogan hasta convertirse en masas babeantes y sin razón, cuando existen niños
que por no tener unos cuantos centavos se quedan ciegos para siempre; sí, existe el
infierno, en la guerra fratricida, en la mutilación de seres humanos, cuando una madre
sin sentido abandona a sus hijos, cuando un depravado viola a un pequeño; sí, el
infierno existe y lo más impresionante es que lo hemos creado los propios hombres y
mujeres sin escrúpulos, por ambiciones y codicias bastardas y como nosotros lo
hemos creado solamente a nosotros corresponde destruirlo.

El mal nos debe impulsar a la evolución, nos muestra nuestras propias


equivocaciones, así el mundo ha avanzado venciendo el absurdo que los seres
humanos hemos creado. ¿Por qué yo? Te pregunté hace un momento y creo que
encontré la respuesta; para que esta amarga experiencia se convierta en fuerza, la
adversidad en aliento, lo negativo en positivo... Está en mí, la decisión de convertirme
desde ahora en un guerrero de luz para contribuir a que los infiernos desaparezcan y
aportar mi vida para construir un mañana en que la justicia y la bondad sean las
estrellas que conduzcan nuestro existir, entregando a DIOS al momento de morir mi
pequeña contribución en la grandeza de su creación...

“Tal vez tú no te encuentras en esta cruda situación, pero con seguridad atraviesas
varias pruebas en tu vida que te hacen daño, depende de tu actitud para que puedas
convertir la injusticia en un motivo para continuar y ser mejor. La circunstancia de
hoy no debe determinar tu futuro, tienes la opción de decidir y convertir el daño y la
injusticia, en los impulsores de tu Triunfo..."
AUXILIO EN LA LLUVIA

Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer de edad avanzada estaba parada en el
acotamiento de una autopista, tratando de soportar una fuerte tormenta. Su coche
se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran.

Toda mojada, ella decidió detener el próximo coche.

Un joven se detuvo a ayudarla, a pesar de la fuerte lluvia.

El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un


taxi. Ella parecía estar bastante apurada, así que anotó la dirección del joven, le
agradeció y se fué.

Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un


televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su casa. Tenía una
nota especial adjunta al paquete. Esta decía:

"Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó


no solo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció Usted. Gracias a Usted pude
llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera.
DIOS lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.

Sinceramente, la Sra. Fernández"

El consejo de la historia:
¡No esperes nada a cambio cuando ayudes a otros!.
CREER EN UNO MISMO

Resulta por demás asombroso la plena conciencia que tenemos del valor de las
cosas -de un auto, de una casa, de un abrigo, etcétera-, pero resulta que no
sabemos el valor del bien máximo, que es el valor de uno mismo.

Desafortunadamente, siempre nos estamos recriminando nuestros defectos y


deficiencias, y anhelamos todas aquellas cualidades que no poseemos, lo cual se
refleja en todos los campos de nuestra vida. Deseamos la casa que no tenemos, el
coche que no poseemos, el dinero que no tenemos, la mujer, el hijo, la familia,
etcétera, y debemos aprender a amar lo que poseemos.

Un hombre sin defectos sería un ángel y sin cualidades sería un monstruo; todos
los seres humanos somos una amalgama de fuerzas y debilidades, y normalmente
toda potencialidad conlleva en sí misma una debilidad: por ejemplo, la persona
muy sensible tiene la potencialidad de percibir todo su entorno con mayor facilidad
que los demás, pero su intensa vivencia le puede hacer sufrir más intensamente.

El artista que disfruta llevando al lienzo lo que percibe en forma magistral,


posiblemente su anhelo de lograr la perfección o su máxima expresión artística lo
encamina a una búsqueda permanente y sin tregua toda una vida, desgastándolo
prematuramente; así pues, no se puede dividir al ser humano en un sistema tan
simplista de cualidades y defectos; debemos tener conciencia de las cualidades
que poseemos. En la medida en que estemos más conscientes denuestro
valor, iremos cobrando mayor autorrespeto para nosotros mismos, y esto, en
lugar de envanecemos, debe responsabilizamos para autoexigirnos más.

Alguien escribió que para "poder amar a otros es necesario amarse a sí mismo,
pues sólo se puede dar a los demás lo que uno mismo tiene". El amarse a sí
mismo no implica una realidad egocéntrica. Es un genuino interés, calidez y
respeto por uno mismo; es luchar por redescubrir y mantener la propia
singularidad; descubrir la verdadera maravilla de ti mismo, no únicamente del tú
actual, sino de las muchas posibilidades que posees.

El amarse a sí mismo implica apreciar su propio valor por encima de todas las
cosas. El amarte a ti mismo también implica el conocimiento de que sólo tú puedes
ser tú. Si tratas de ser como alguien más quizá te aproximes mucho, pero siempre
serás una imitación sin mayor valor; ser uno mismo es lo más sencillo, lo más
práctico, lo más satisfactorio, así que tiene mucho sentido el hecho de que
únicamente puedas ser para otros lo que eres para ti mismo.

Si te conoces, acepta si te aprecias a ti mismo, así como tu singularidad;


permitirás que otros también lo hagan. Si valoras y aprecias el descubrimiento de
ti mismo, alentarás a otros a que emprendan esta importante búsqueda. Si
reconoces tu necesidad de ser libre para saber quién eres, permitirás que otros
también tengan la libertad para hacerlo. Cuando te des cuenta quetú eres lo
mejor de ti mismo, aceptarás el hecho de que otros son lo mejor de ellos
mismos, aun cuando se entiende que todo empieza contigo.

En la medida en que te conozcas a ti mismo (y todos somos más similares que


diferentes), podrás conocer a otros; cuando te ames a ti mismo, amarás a otros,
y en la profundidad y medida en que puedas amarte a ti mismo, precisamente en
esa profundidad y medida podrás amar a otros Todos debemos entender que lo
más importante es percibir nuestras propias potencialidades y destacarlas y no
tratar de ser alguien diferente; es considerable la inmensa cantidad de libros,
seminarios, cursos sobre personas que han tenido éxito, que por años han hablado
sobre lo que tenemos que hacer para ser triunfadores. Sin embargo, casi nadie se
ha dedicado a inculcar que en el yo de cada quien está la potencialidad para lograr
alcanzar cualquier meta que nos propongamos; el sistema educativo tradicional se
ha dedicado a vendernos virtudes de otros pero ha descuidado la riqueza que cada
uno posee y que es necesario identificar y proyectar potencializando las cualidades
de cada quien.

Una adecuada evaluación no debe confundirse con una concepción de soberbia y


superioridad de nosotros mismos, sino todo lo contrario, nos debe dar mayor
humildad y responsabilidad el obtener de cada una de nuestras potencialidades
una autoexpectativa tal que nos exija todos los días actuar de acuerdo no a lo
que somos, sino a lo que deberíamos ser.
LA DIFERENCIA ENTRE FRACASO Y DERROTA

La gran diferencia entre fracaso y derrota es que el primer caso se acepta como una
lección por asimilar, un pequeño paso más hacia la meta final. Los fracasos nos
muestran el camino equivocado, que una vez reconocido no volveremos a recorrer. Al
igual que el zorro, quien se ha ganado el calificativo de astuto, porque difícilmente
vuelve a caer en la misma trampa. A menudo, la nube que oscurece nuestro presente
sirve para iluminar nuestro futuro.

En cambio, la derrota es la decisión de no volverlo a intentar, claudicar ante los


obstáculos, renunciar a la posibilidad de convertir el fracaso en éxito. Somos
vencidos sólo cuando nos estimamos derrotados.

Los obstáculos en el camino de los débiles se convierten en escalones en el sendero


de los triunfadores. Los triunfadores tienen la visión del objetivo que desean lograr,
con lo cual convierten los obstáculos en retos a superar, en similitud al alpinista, que
visualiza la cima de la montaña como el objetivo a lograr, convierte a los obstáculos y
peligros del ascenso como retos a dominar.

En cambio quien no tiene el suficiente anhelo de llegar a la cima, se desalienta


fácilmente ante el esfuerzo que se le exige, ante los riesgos que le acechan y ante los
retos que se le presentan y aun antes de iniciar siquiera el camino se da por vencido.

Si tú ya definiste y decidiste qué es lo que deseas en la vida y día a día alimentas tu


determinación para lograrlo, difícilmente te podrán detener, es tal tu convicción que
los obstáculos dejan de serlo, y más bien los observas como detonadores para lograr
tu plan de realización, por ejemplo: Quien se ha decidido a obtener un título
profesional, los exámenes, el estudio intenso, renuncia a muchos fines de semana por
cumplir con trabajos académicos o levantarse más temprano y acostarse más tarde
son, entre muchos otros, los retos que al superarlos le proporcionarán mayores
satisfacciones al lograr el fin deseado.

Cada falla, cada fracaso lo convertimos entonces en viento a favor, asimilando la


lección, incrementando nuestra experiencia y fortaleciendo nuestra determinación en
lograr nuestros propósitos. Es preferible renunciar a vivir que declararse derrotado,
ser un perdedor porque se ha dejado de luchar. Un solo objetivo hay que tener en la
vida: Apostar todo para lograr triunfar.
SIEMBRA ACCIONES BUENAS

Comprender el inconsciente colectivo en la forma en que lo aborda un gigante de la


psicología de nuestro tiempo: Carl Gustav Jung, nos permitirá entender ¿por qué
somos como somos?, o, ¿por qué a algunos países les ha ido mejor que a otros?,
¿por qué ciertos pueblos han encontrado más fácilmente el camino a la prosperidad
como lo han hecho los tigres asiáticos?, ¿por qué algunos pueblos se diferencian
tanto de sus más próximos vecinos del norte de América?

Todos los pueblos del mundo se identifican por una similitud en sus hábitos, con lo
cual se conforman las costumbres que son la parte central de todas las culturas; así
los rituales judíos han hecho permanecer durante siglos una serie de tradiciones que
los identifica y los diferencia de otros pueblos y lo mismo podríamos decir de los
cristianos, musulmanes, budistas, etcétera... Y así durante generaciones enteras a
través de cientos de años hay costumbres que quedan por siempre en el inconsciente
colectivo de los pueblos, hábitos que se heredan de padre a hijo desde tiempos
inmemoriales, la convicción del hindú de que la vaca es sagrada está grabada en
forma inconsciente. El que una mujer japonesa camine dos pasos atrás del hombre no
es cuestionable, pues seguramente muchas de ellas actualmente nos contestarían:
“¿Acaso hay otra forma de caminar?" El que el alemán sea tan ordenado nos
replicaría: “¿Acaso hay otra forma de colocar las herramientas en un taller?" Son
patrones de conducta que se realizan en forma no consciente y se hacen sin
cuestionamiento alguno: observe por ejemplo, cuando entramos a un templo y sin que
nadie nos lo ordene bajamos el nivel de voz, son hábitos que hemos aprendido
durante muchas generaciones e inconscientemente les seguimos dando continuidad.

Aristóteles cuando se refería a los triunfadores señalaba: "La Excelencia es el arte


que se alcanza a través del entrenamiento y el hábito, nosotros somos lo que
hacemos repetidamente, la Excelencia entonces no es un acto aislado sino un hábito".
La Excelencia es una realidad en una empresa cuando sus líderes logran llevar la
actitud de Excelencia al inconsciente de todos sus miembros. Cuando cada empleado
está alerta a las necesidades del cliente, es cortés, servicial, atento; alerta a la acción
en la búsqueda permanente de resultados, en fin, cuando en forma inconsciente lo
hacen como parte de la cultura corporativa de Excelencia, es lo usual, lo normal, la
forma de hacer las cosas en esa empresa.
Al igual que la empresa, los seres humanos fácilmente convertimos ciertos errores en
hábitos como el llegar tarde a nuestras citas, tener mal humor al despertar, el
negativismo, entre otros.

Es necesario hacer un inventario de tales actitudes y sustituirlas por acciones


positivas con tal perseverancia que se conviertan en hábitos, en nuestra forma natural
de ser: sonreír, ser amable, positivo, etcétera, es el camino para cambiar en la vida y
estar en el sendero de los triunfadores.
TIEMPOS DE INVERSION

El tiempo es un recurso no renovable: es irrecuperable.

Nadie puede agregar un minuto más al día de hoy, y tampoco se puede regresar al
día de ayer. Quizá usted se haya preguntado: Si todos los seres humanos
contamos con el mismo tiempo, ¿por qué sólo algunos logran más que la gran
mayoría? ¿Qué secretos poseen esos elegidos para realizar más que los demás?
¿Cuál es el secreto para aprovechar más el tiempo?

La clave está en decidir entre "invertir o gastar el tiempo".

Cuando una empresa realiza inversiones aumenta el valor de sus activos. La


empresa incrementa su valor por las inversiones en maquinaria, tecnología,
instalaciones, etcétera, que en el futuro darán mayores ingresos. Se trata de
bienes productivos. Los gastos, en cambio, se van directamente a resultados; son
pérdidas para la organización.

Es el mismo caso cuando pagamos el alquiler de una casa, no estamos


capitalizando absolutamente nada y, por supuesto, no se espera ninguna
rentabilidad de esos pagos en el futuro. A diferencia, los pagos a cuenta de un
condominio se destinan en parte a amortizar la deuda y, a la larga, la propiedad
será nuestra; estaremos capitalizando un bien y nuestro patrimonio mes a mes se
irá acrecentando.

Algo similar sucede con el tiempo; solamente existen dos opciones: gastarlo o
invertirlo.

Si yo el día de mañana deseo ganar más, hoy debo invertir en mi preparación; si


deseo tener una mejor condición física hoy debo invertir en mi salud; si deseo
tener una mejor relación con mi pareja, hoy debo invertir capital emocional
esforzándome en comprenderla, en darle reconocimientos; si deseo tener un mejor
ambiente familiar, hoy debo invertir en la atención y educación de mis hijos; si
deseo tener una empresa productiva y de alta calidad, hoy debo invertir en
tecnología y en capacitación.
Y así podemos enumerar un sinfín de ejemplos, pero el paradigma es: si deseo
una mayor rentabilidad o ganancia en cualquier aspecto de mi vida, hoy
debo invertir. Y el recurso más valioso que poseemos todos los seres humanos es
el tiempo.

No entiendo por qué la mayoría de las personas se dedica a gastar el tiempo y


después no se explican por qué les va tan mal. Alguien hizo la siguiente reflexión:
"Ustedes son 300 egresados de una famosa escuela, de hecho una de las mejores
del país; piensen que solamente unos cuantos de ustedes van a destacar en su
profesión; la mayoría se quedará en el anonimato y en la mediocridad, pero ¿cuál
será la razón? ¿Cómo explicarlo? ¿Buena o mala suerte? Todos tuvieron la misma
preparación, los mismos profesores, las mismas atenciones y oportunidades;
entonces ¿por qué unos cuantos triunfan y la mayoría fracasa?
La diferencia radica en que unos invirtieron su tiempo y la mayoría lo
gastó inútilmente".

Este concepto se aplica tanto a los aspectos materiales como a los afectivos y los
espirituales: etiempo dedicado a los amigos, a la pareja, a la familia o a la vida
espiritual, es un esfuerzo de inversión que hay que hacer si se desea lograr una
calidad de vida superior.

Recuerde el minuto que gastó en vez de invertirlo no volverá jamás.

Aprenda a invertir en su vida y esto le redituará ganancias.

Si su vida se limita a gastar esto le redituará solamente fracasos.


EL MAESTRO Y EL ALACRAN

Un maestro oriental que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió


sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal cayó al agua y de nuevo
estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el alacrán lo
picó.

Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:


Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del
agua lo picará?"
El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le
salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma
precauciones.
UN CAMINO EMBARRADO

Tanzan y Ekido iban un día por un camino embarrado. Caía una fuerte lluvia. Al
llegar a un recondo, se encontraron a una joven encantadora con kimono y faja de
seda, que no podía atravesar el cruce.
“Vamos, muchacha”, dijo Tanzan enseguida, y alzándola en brazos la pasó.
Ekido no volvió a hablar hasta la noche, cuando llegaron a alojarse en el templo.
Al no poder contenerse más le dijo: “Nosotros los monjes, no debemos acercarnos
a las mujeres”; “especialmente a las jóvenes y bonitas. Es peligroso. ¿Por qué
hizo usted eso?”.
Yo dejé a la chica allá atrás”, dijo Tanzan. “¿Usted todavía la está cargando?
PAGADO EN SU TOTALIDAD

Cierto pequeño se acercó a su madre en la cocina, una noche, cuando ella


preparaba la cena y la entregó un pedazo de papel sobre el que había escrito
algo.

Después de que la mamá se secó las manos en el delantal, lo leyó y esto es lo


que decía:

Por cortar el pasto 5.00 Por limpiar mi habitación esta semana 1.00 Por ir a la
tienda cuando me envías 0.50 Por cuidar a mi hermano mientras fuiste de
compras 0.25 Por sacar la basura 1.00 Por obtener una buenas calificaciones 5.00
Por limpiar y barrer el patio 2.00

Total que me debes $ 14.75

Les diré que su madre lo miró de pie a la expectativa y pude ver que los recuerdos
pasaban por su mente. Toma la pluma, le da vuelta a la hoja de papel que el niño
había escrito y anotó lo siguiente:

Por los nueve meses que te llevé mientras crecías en mi interior, SIN CARGO. Por
todas las noches que estuve sentada a tu lado, cuidándote y orando por ti, SIN
CARGO. Por todos los momentos difíciles y todas las lágrimas que causaste a
través de los años, SIN CARGO. Por todas las noches de temor y por las
preocupaciones que sabía que tendría, SIN CARGO. Por los juguetes, la comida,
la ropa y por limpiar tu nariz, SIN CARGO, hijo. Cuando sumes todo, el costo total
del verdadero amor es SIN CARGO.

Así, cuando el niño terminó de leer lo que su madre había escrito, había grandes
lágrimas en sus ojos, miró directamente a su madre, después tomó la pluma y con
letras grandes escribió:

PAGADO EN SU TOTALIDAD
LA RIQUEZA
Un día como cualquiera, un padre de una familia adinerada llevó a su hijo a un
viaje por el campo con el firme propósito que su hijo viera cuan pobre era la gente
que vive en el campo.
Estuvieron pasando todo el día y la noche en una granja de una familia campesina
muy humilde.
Al concluir el viaje, ya de regreso a casa, el padre le pregunta a su hijo:

Padre: ¿Qué te pareció el viaje?

Hijo: Muy bonito, papá

Padre: ¿Viste lo pobre que puede ser la gente?

Hijo: Si

Padre: ¿Y qué aprendiste?

Hijo: Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cinco. Nosotros
tenemos una piscina larga hasta a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que
no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las
estrellas. Nuestro patio llega hasta la muralla de la casa, el de ellos tiene todo un
horizonte. Ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia, tú y mi mamá
tienen que trabajar todo el día y casi nunca los veo.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo, y su hijo agregó:

Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!!!


LA MAESTRA Y SUS ALUMNOS

Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó


Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura
de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del
recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y
trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento.
Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:
Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:
- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?
Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido
en el patio.
Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada
y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se
sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.
La maestra se dirigió a ella:
Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La criatura, tímidamente, respondió:
- Lo siento, señorita. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí
dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas
suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté tomar ninguna. Vi
también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de
su madre y preferí dejarlo allí…
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas y la
gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo
enseñarles lo que he traído?
La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la
única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en
el corazón.
El amor es algo que se siente.
Hay que tener sensibilidad para vivirlo.
SI PUDIERAMOS CAMBIAR

Si pudieramos cambiar.
......................la mentira por la verdad,
.........................el recibir por el dar,
.........................el odio por el perdón,
.............................la duda por la fe,
..................la envidia por la aceptación,
..............la intolerancia por la paciencia,
.................la dureza por la flexibilidad,
........................el miedo por el coraje,
.................el desistir por el perseverar,
..........las palabras de más por la prudencia,
...................la soberbia por la humildad,
........................la burla por la piedad,
...............el conformarse por el progresar,
........................el ocio por el trabajo,
.................los sueños por su realización,
........la ambición desmedida por el honor...

Si pudiéramos cambiar esto sentiríamos más cerca que nunca la presencia de


Dios en nuestra vida.
NO TE PUDE ESPERAR

Una vez un hombre muy afortunado había conseguido la mejor entrevista de


su vida: Iba a entrevistar ni más ni menos que a Dios.

Esa tarde el hombre llegó a su casa dos horas antes, se arregló con sus
mejores ropas, lavó su automóvil e inmediatamente salió de su hogar.
Manejó por la avenida principal rumbo a su cita, pero en el trayecto cayó un
chubasco que
produjo un embotellamiento de transito y quedó parado. El tiempo
transcurría, eran las 7:30 y la cita era a las 8:00 p.m.

Repentinamente le tocaron el cristal de la ventanilla y al voltear vio a un


chiquillo de unos nueve años ofreciéndole su cajita llena de chicles (goma de
mascar). El hombre sacó algún dinero de su bolsillo y cuando lo iba a entregar
al niño ya no lo encontró. Miró hacia el suelo y ahí estaba, en medio de un
ataque de epilepsia.

El hombre abrió la portezuela e introdujo al niño como pudo al automóvil.

Inmediatamente buscó como salir del embotellamiento y lo logró,


dirigiéndose al
hospital de la Cruz Roja más cercano. Ahí entregó al niño, y después de pedir
que lo atendiesen de la mejor forma posible, se disculpó con el doctor y salió
corriendo para tratar de llegar a su cita con Dios.

Sin embargo, el hombre llegó 10 minutos tarde y Dios ya no estaba. El


hombre se ofendió y le reclamó al cielo: "Dios mío, pero tú te diste cuenta,
no llegué a tiempo por el niño, no me pudiste esperar. ¿Qué significan 10
minutos para un ser eterno como tú?"

Desconsolado se quedó sentado en su automóvil; de pronto lo deslumbró


una luz y vio en ella la carita del niño a quien auxilió. Vestía el mismo
suetercito deshilachado, pero ahora tenía el rostro iluminado de bondad.

El hombre, entonces, escuchó en su interior una voz:

Hijo mío, no te pude esperar... y salí a tu encuentro.


DA AMOR Y AMOR RECIBIRAS

Tal vez esto te pasa a ti o alguien muy cerca de ti...


Fue una vez un muchacho, el primero en todo, mejor atleta, mejor
estudiante, pero lo que nunca supo fue si era un buen hijo, un buen
compañero o un buen amigo. En un día de depresión el muchacho se dejo
morir. Cuando iba camino al cielo se encontró con un angel y este le
preguntó: "por qué lo hicíste? si sabias que te querían...", a lo que El
respondió: "hay veces que vale mas una sola palabra de consuelo que todo lo
que se sienta... en tanto tiempo nunca escuché: estoy orgulloso de tí...
gracias por ser mi amigo... ni siquiera un te quiero mucho..."

Al quedar pensativo el ángel, el muchacho añadió: y sabes que es lo mas que


me duele?", el ángel triste le pregunta: qué?, a lo que él responde: "que
todavía espero oírlo algún día...".

Luego de esto el ángel abrazó al muchacho y le dice que no se preocupe por


que se acerca a la única persona que siempre le dijo al oído que lo amaba
pero el nunca lo escucho, pero lo espera con los brazos abiertos...

Moraleja:
Nunca pierdas la oportunidad de decirle a alguien lo importante que es para
tí o pudiera ser demasiado tarde...
CON EL TIEMPO APRENDERAS
Con el tiempo te das cuenta que lo mejor no era el futuro, sino el momento
que estabas viviendo.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira,


pueden seguir lastimando durante toda la vida.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo, la amistad jamás


volverá a ser igual.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es


sólo de almas grandes.

Con el tiempo te das cuenta que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta que el que humilla o desprecia a un ser


humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que
amas, decir que extrañas, decir que necesitas, ante una tumba, ya no tiene
ningún sentido.

Pero desafortunadamente, solo con el tiempo.

“El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde”.

Justamente cuando:

“YA NO HAY TIEMPO”


DE UNA MUJER PARA UNA MUJER
i ALGUNA está de bajón, recuerde que:
Somos el sexo lindo.

Sentarse con las piernas cruzadas no duele.

Si resolvemos ejercer profesiones predominantemente masculinas somos


pioneras.

Si ellos deciden ejercer profesiones predominantemente femeninas, son


gays.

Nuestra inteligencia es comparable a la de cualquier hombre, pero nuestra


apariencia es mejor.

Nuestro cerebro tiene la misma capacidad que el de los hombres. Aunque


tengamos 6 billones de neuronas menos, o sea nuestras neuronas son más
eficientes.

Somos capaces de prestar atención a varias cosas al mismo tiempo.

La mujer del presidente es llamada "primera dama".

El marido de la presidenta es un cero a la izquierda, aunque sea de derecha.

Si nos casamos con el heredero al trono, seremos reinas.

Si un hombre se casa con la heredera al trono, será el marido de la reina.

Si somos traicionadas, somos víctimas. Si nosotras traicionamos, ellos son


cornudos.

En definitiva, nosotras decidimos cuántos hijos tener.

Los chicos siempre dicen mamá primero.

Siempre sabemos que el hijo es propio.

El examen ginecológico es más agradable que el examen de próstata.

Siempre estamos presentes en el nacimiento de nuestros hijos.


Tenemos prioridad para los botes salvavidas.

Somos más sensibles.

Tenemos un día internacional.

¡Realmente somos maravillosas!

DIARIO DE UN PERRO
1ra semana.
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Que alegría haber llegado a este mundo.

1er mes.Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.

2 meses.
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos
vidriosos, me dijo adiós. Esperando que mi nueva "familia humana" me
cuidara también como ella lo había hecho.

4 meses.He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la


casa que para mí son como "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me
jalan la cola y yo les muerdo jugando.

5 meses.Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice "pipi


adentro de la casa; pero nunca me habían dicho donde debo hacerlo.
Además duermo en la recámara... !Ya no me aguantaba!
8 meses.Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan
seguro, tan protegido. Creo que mi familia humana me quiere y me
consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi
solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando
esconden la comida. Nunca me educan. Ha de estar bien todo lo que hago.
12 meses.Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí
más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentirse de mi.
13 meses.Que mal me sentí hoy. Mi "hermanito" me quitó la pelota. Yo
nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité, pero mis mandíbulas se han
hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me
encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a
tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que
pasa.
15 meses.Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo. mi familia
ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando
llueve no tengo techo que me cobije.
16 meses.Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y
me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía un abanico.
Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la
carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me baje feliz
creyendo que haríamos nuestro "día de campo". No comprendo por que
cerraron la puerta y se fueron. "¡Oigan, esperen!" -ladré... se olvidan de mí.
Corrí detrás del carro con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme
cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detendrían: Me habían
olvidado.
17 meses.He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me
siento muy solo y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón
que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi
mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y sería
leal como ninguno. Pero sólo dicen "pobre perrito", se ha de haber perdido.
18 meses.El otro día pase por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes
como mis "hermanitos". Me acerqué y un grupo de ellos, riéndose, me lanzo
una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor puntería". Una de esas piedras
me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.
19 meses.Parece mentira, cuando estaba mas bonito se compadecían más
de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente
mas bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña
sombra.
20 meses.Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde
pasan los coches, uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro
llamado "cuneta", pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del
conductor, que hasta se ladeo con tal de centrarme. Ojalá me hubiera
matado, pero sólo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas
traseras no me responden y con dificultades me arrastre hacia un poco de
hierba a la ladera del camino. Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frió, sin
comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal;
quede en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se esta cayendo.
Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: "No te acerques" Ya casi estoy
inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de
una voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado",
decía... junto a ella venia un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo:
"Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de
sufrir. " A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude,
moví el rabo y la mire agradeciéndole me ayudará a descansar. Sólo sentí el
piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en porqué tuve
que nacer si nadie me iba a querer.

PASEO POR EL CIELO

Anoche soñé que estaba en el Cielo y que un ángel me servía de guía para
mostrarme los alrededores. Caminaba lado a lado a través de un largo salón
de trabajo lleno de ángeles. Mi ángel guía se detuvo en frente de la primera
sección y dijo: "Esta es la sección de "Receiving". Aquí todas las peticiones
hechas a Dios en oración son recibidas. Miré alrededor del área, estaban
extremadamente ocupados y eran tantos los ángeles sorteando las
peticiones de todas las partes del mundo que quedé impresionado.

Luego pasamos a través de un largo corredor hasta que llegamos a la


segunda sección. El ángel me dijo entonces: "Esta es la sección de empaque
y despacho".. Aquí, la gracia y las bendiciones que fueron solicitadas por las
personas son procesadas y entregadas a aquellos seres vivos que las
pidieron. Noté cuan ocupados estaban allí también. Habían muchísimos
ángeles trabajando muy duro, eran muchas las bendiciones siendo enviadas
a la tierra.

Finalmente, en el punto más lejano del corredor nos detuvimos en una


puerta de una sección muy pequeña. Para mi gran sorpresa, había solo un
ángel sentado allí, y con muy poco que hacer. "Este es el cuarto de
Confirmación de recibo", me informó el ángel. Parecía un poco apenado.
¿Como es que hay tan poco trabajo aquí?, le pregunté. "Muy triste", suspiró
el ángel. "Luego de que las personas reciben las bendiciones que solicitaron,
muy pocos envían la confirmación de recibo de vuelta". ¿Y cómo se debe
confirmar el recibo de una bendición"? le pregunté al ángel.
"Muy simple", me contestó. "Solo tienes que decir : "Gracias, Dios".

Rav Ramy Avigdor.

Reflexión:
"Si tienes comida en tu nevera, ropa con qué vestir, un techo y un lugar para
dormir..... eres mas rico que el 75% de este mundo."

"Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, y monedas sueltas en tu alcancía,


estas en el 8% de la riqueza del mundo."

"Y si recibiste este mensaje en tu propia computadora, eres parte del 1% en


el mundo que tiene esa oportunidad."

"Además ...... Si te levantaste esta mañana con mas salud que enfermedad....
tú estás más bendecido que muchos que no llegarán ni siquiera a sobrevivir
este día...."

"Si nunca has experimentado miedo en una batalla, soledad en


encerramiento, la agonía de la tortura, o el dolor de morir de hambre.... estás
sobre 700 millones de personas de este mundo."

"Si puedes asistir a una iglesia, sin miedo a sufrir hostigamiento, arresto,
tortura o la muerte.... eres envidiado por eso y más bendecido que 3 billones
de personas de este mundo."

"Si tus padres están aún vivos y aún están casados.... eres un caso raro."

"Si puedes mantener tu cabeza en alto con una sonrisa, no eres normal...
eres único a todos aquellos en duda y desesperanza"

Si puedes leer este mensaje, has recibido doble bendición, por alguien que
piensa que eres especial y que eres más bendecido que 2 billones de
personas que no pueden leer.

Que tengas un maravilloso día, cuenta tus bendiciones, y si tu quieres,


comparte este mensaje a aquellas personas que quieras recordarle la
bendición que es, y lo bendecido que está.

Atentamente: Departamento de Confirmación de Recibo.


LA VERDADERA HISTORIA DE LA MUJER

Cuenta una leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la
mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no
tenia más de que disponer.

Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:


Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de
la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, a esbeltez de la palmera, el
tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del rayo del
sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del
perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma
del cisne, y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del
tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve.
Mezcló tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.

Después de una semana vino el hombre y le dijo:


Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención,
nunca me deja solo, charla intensamente, llora sin motivo, se divierte en hacerme
sufrir y vengo a devolvértela porque NO PUEDO VIVIR CON ELLA.

Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.

Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo:


Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para
mi, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una
caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al tacto.
Devuélvemela, porque NO PUEDO VIVIR SIN ELLA.

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi mismo. Temía fracasar,
hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento. Temía lo que
la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos
opinarían de mi. Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía
tener fe en mi mismo.

Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.

Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.

Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el
comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que
ignorancia.

Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi mismo.

Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.

Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más.

Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.

Temía al cambio, hasta que vi que aún, la mariposa más hermosa necesitaba
pasar por una metamorfosis antes de volar.

Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos
desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.

EL COCINERO Y SU HIJA
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le
resultaban tan difíciles.
No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por
vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba
un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo.
Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el
agua de las tres ollas estaba hirviendo.
En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó
granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó
impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los
veinte minutos el padre apagó el fuego.
Sacó las zanahorias y las colocó en un bol. Sacó los huevos y los
colocó en otro bool.. Coló el café y lo puso en un tercer bool.. Mirando
a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"
"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le
pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban
blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de
sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara
el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó:
"¿Qué significa esto, Padre?"
El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma
adversidad:
agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el
agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. su cáscara fina protegía su
interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se
había endurecido.
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en
agua hirviendo, habían cambiado al agua.

¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a


tu puerta, ¿cómo respondes?. ¿Eres una zanahoria, un huevo o un
grano de café?
¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad
y el dolor te tocan , te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable?
Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una
separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por
fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un
corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el
elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de
ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de
café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que
las cosas a tu alrededor mejoren.
¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un
grano de café?
EPÓCA DE CAZA

Hace mucho tiempo me contaron esta historia...

La de tres amigos que tenían el hobbie de la caza mayor, en especial la del ciervo...

Esperaron la época de caza, se dirigieron a la zona respectiva y contrataron una


avioneta para ir al paraje, en donde habitualmente se hallan los ciervos...

El aviador les hizo la advertencia, que por el tamaño de los ciervos la nave solo
podría soportar una sola pieza...

Ya en el lugar, y al cabo de un tiempo lograron cazar dos piezas de grandes


dimensiones...

Nuevamente el aviador les recordó la advertencia...

Luego de una larga conversación lograron persuadir al aviador que la aeronave


podía aguantar el peso de las dos piezas obtenidas...

A poco de comenzar el viaje de retorno... la estabilidad de la aeronave se hizo


insostenible y sucumbió;

Se produjo el accidente... falleciendo el conductor y uno de los cazadores, los otros


dos salieron despedidos...

Al cabo de un tiempo, uno se encontraba sentado en una piedra, jugando a hacer


garabatos en la tierra...

Y el otro comenzaba a despertarse de los golpes recibidos...

--Le preguntó a su amigo... ¿Dónde estamos?

__Su amigo le respondió...

EN EL MISMO LUGAR DEL AÑO PASADO...

1. ¿Valoramos nuestros errores?

2. ¿Por qué volvemos a cometer los mismos errores?


3. ¿Tenemos presente alguna vez la EXPERIENCIA"

4. Las respuestas las tienen cada uno de ustedes...

GANEMOS TODOS JUNTOS

Hace algunos años, en los paraolímpicos infantiles de Seattle, nueve concursantes,


todos con alguna discapacidad física o mental, se reunieron en la línea de salida
para correr los 100 metros planos.

Al sonido del disparo todos salieron, no exactamente como bólidos, pero con gran
entusiasmo de participar en la carrera, llegar a la meta y ganar.

Todos, es decir, menos uno, que tropezó en el asfalto, dio dos maromas y empezó
a llorar.

Los otros ocho oyeron al niño llorar, disminuyeron la velocidad y voltearon hacia
atrás. Todos dieron la vuelta y regresaron, ... todos.

Una niña con síndrome de Down se agacho, le dio un beso en la herida y le dijo
"Eso te lo va a curar". Entonces, los nueve se agarraron de la manos y juntos
caminaron hasta la meta.

Todos en el estadio se pusieron de pie, las porras y aplausos duraron varios


minutos. La gente que estuvo presente aun cuenta la historia.

¿Por que? Porque dentro de nosotros sabemos una cosa: Lo importante en esta
vida va mas allá de ganar nosotros mismos.

Lo importante en esta vida es ayudar a ganar a otros, aun cuando esto signifique
tener que disminuir la velocidad o cambiar el rumbo.
LA PARABOLA DE LA PARABOLA

Hace mucho tiempo andaba la Verdad por las calles, en los pueblos, tratando de
hablar con la gente, pero la gente no la quería, la despreciaban solamente por las
ropas que llevaba. La Verdad andaba con harapos, sin lujos, sin pretensiones, tan
simple, pura y sencilla como la Verdad.

La Verdad siempre trataba de acercarse a la gente, de entrar en sus hogares, pero


siempre fue despreciada y humillada, pues nadie la quería por sus vestiduras
harapientas.

Un día la Verdad andaba caminando y llorando, muy triste por todo esto, hasta que
de repente se encuentra a alguien muy alegre, divertido, vestido con colores muy
llamativos y elegantes y toda la gente la saludaba!!!.....Era la Parábola!!!

...Y la Parábola ve a la Verdad y le dice: "Verdad, ¿por qué lloras?"

La Verdad le responde: "La gente me desprecia y me humilla! Nadie me quiere ni


me aceptan en sus casas!"

La Parábola le dice: "Claro, Verdad... Te entiendo; lo que pasa es que tienes que
vestirte como yo, con colores y bien elegante....y verás el cambio"

Parábola le prestó uno de sus vestidos a Verdad y desde ese día, como un milagro,
de repente, la Verdad fue aceptada por la gente y era querida por todos...

Moraleja:

Nadie acepta la Verdad desnuda. Todos la prefieren disfrazada con ropas de


Parábola.
EL PESCADOR Y EL BANQUERO

Un banquero de inversión estaba en el muelle de un pueblito costeño cuando llego


un botecito con un solo pescador. Dentro del bote habían varios atunes amarillos
de buen tamaño. El banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le
preguntó cuanto tiempo le había tomado pescarlos.

El pescador respondió que solo un poco tiempo. El banquero luego le pregunto


porque no permanecía más tiempo y sacaba más pescado?

El pescador dijo que el tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades


inmediatas de su familia. El banquero luego preguntó, "¿pero que hace usted con
el resto de su tiempo?" El pescador dijo, "duermo tranquilo, pesco un poco, juego
con mis hijos, hago siesta con mi señora, María, caigo todas las noches al pueblo
donde como y toco guitarra con mis amigos. Tengo una vida extremadamente feliz
y ocupada."

El banquero replicó, "Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar


mas tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote mas grande, con los
ingresos del bote mas grande podrías comprar varios botes, eventualmente
tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un
intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador, eventualmente abrir
tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la
distribución. Deberías salir de este pueblo e irte a Ciudad de México, luego a Los
Ángeles y eventualmente a Nueva York, donde manejarías tu empresa en
expansión".

El pescador preguntó, "Pero, cuánto tiempo tarda todo eso?".

A lo cuál respondió el banquero, "entre 15 y 20 años".

"Y luego que?" . El banquero se rió y dijo que esa era la mejor parte.

Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y


vender las acciones de tu empresa al publico. Te volverás rico, tendrás
millones".Millones ...y luego qué?"

Dijo el americano, "Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la costa


donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta
con tu mujer, caer todas las noches al pueblo donde comas y toques guitarra con
tus amigos".

El pescador respondió, ¿acaso eso no es lo que tengo ya?

Muchas veces el ser humano busca tener mas de lo que necesita, debido a eso
nuestro planeta no está dando abasto pues la avaricia del hombre es mayor que la
producción del planeta. Cristo mismo nos enseñó a decir "danos hoy el pan de cada
día" no el de todo el año. Obviamente no es un llamado a vivir sin que nos importe
nada, sino a vivir el hoy, tomando lo que necesitamos y expresando nuestro cariño
a quienes tenemos cerca.

LA LIEBRE Y EL TIGRE

Que gran decepción tenía el joven de esta historia, su amargura absoluta era por la
forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas, al parecer, ya a
nadie le importaba nadie.

Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le
llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo.

Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el
comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo
comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca
del tigre.

Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre
recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.

Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo:

"No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces
de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".

Y decidió hacer la experiencia: Se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se


puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.

Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante
todo el otro día, y ya se iba a levantar, mucho más decepcionado que cuando
comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el
menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad
del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón estaba devastado, y casi no
sentía deseo de levantarse.

Entonces allí, en ese instante, lo oyó...

¡Con qué claridad, qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él le dijo:

Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena,
si quieres seguir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como
hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente se la liebre".

EL FLORERO DE PORCELANA

El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un monasterio Zen.

Cierto día, el Guardián murió, y fue preciso sustituirlo.

El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra
de trabajar directamente a su lado.

- Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro- y aquél que lo resuelva


primero, será el nuevo guardián del Templo.

Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima


estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.

- Éste es el problema -dice el Gran Maestro -resuélvanlo-.

Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños
sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué
representaba aquello?

¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?

Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema",
hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al maestro y a los alumnos, caminó
resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.

- ¡¡¡ Al fin alguien que lo hizo !!! - exclamó el Gran Maestro-


Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años , Usted
es el nuevo guardián.

Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:

- Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa
cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.

Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un


lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por
más que insistimos en recorrerlo porque nos trae comodidad... "Solo existe una
manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente.

En estas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que
cualquier conflicto acarrea consigo.

Recuerda que un problema, es un problema.

No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra


cosa más que "UN PROBLEMA".

Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión.

No huyas de él... No lo escondas ...

¡ Acaba con él.!

LA ESPERANZA DE UNA VELA

Cuatro Velas se estaban consumiendo tranquilamente.

El ambiente estaba tan silencioso que se podía oir el diálogo entre ellas.

La primera dice:

¡Yo Soy la Paz!

A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.

Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.

La segunda dice:
¡Yo me llamo Fe!

Infelizmente soy superflua para las personas.

Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar
quemándome.

Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.

En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:

¡Yo Soy el Amor!

No tengo mas fuerzas que quemar.

Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas
mismas; se olvidan hasta de aquéllos que están a su alrededor.

Y también se apagó.

De repente entró una niña y vió las tres velas apagadas

¿Qué es esto?

Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.

Entonces la cuarta vela, hablo:

No tengas miedo niña, en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras
velas.

Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que


estaban apagadas.

¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!


FAMILIA POBRE

Una vez un padre de una familia muy rica llevó a su hijo a pasear por el campo con
el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres eran esos campesinos. Pasaron
un día y una noche completos en la destartalada casita de una familia muy
humilde.

Al concluir el viaje y de regreso a la casa en su flamante automóvil,el padre le


preguntó a su hijo: ¿Qué te ha parecido el viaje?

-- Muy bonito,papi!!!.

¿Viste qúe tan pobre puede ser la gente?. -Insistió en papá.

Sí, respondió el niñó.

¿Yqué aprendiste , hijo? inquirió el padre nuevamente.

Vi, dijo el pequeño- Que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.

Nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un
arroyo que no tiene fin.

Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio,ellos tienen las estrellas.

El patio de nosotros llega hasta la pared junto a la calle, ellos tienen todo un
horizonte de patio.

Al terminar el relato, el padre se quedó mudo......

Y su hijo agregó: Gracias, papi, por enseñarme lo pobres que somos.


EL ECO DE LA VIDA

Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente,

el hijo se cayó, se lastimó y gritó:

"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !".

Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo,

en algun lugar en la montaña:

"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !"

Con curiosidad, el nino gritó: "Quién eres tú?"

Recibió de respuesta: "Quién eres tú?"

Enojado con la contestación, gritó: "Cobarde!"

Recibió de respuesta:"Cobarde!"

Miró a su padre y le preguntó: "Qué sucede?"

El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención."

Y entonces el padre gritó a la montaña: "Te admiro!"

La voz respondió: "Te admiro!"

De nuevo el hombre gritó: "Eres un campeon!"

La voz respondió: "Eres un campeon!"

El niño estaba asombrado, pero no entendía.

Luego el padre explicó:

"La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA...

Te devuelve todo lo que dices o haces...

Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones...

Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor...


Si deseas más competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia...

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida...

La vida te dará de regreso exactamente aquello que tu le has dado."

TU VIDA NO ES UNA COINCIDENCIA...

ES UN REFLEJO DE TI MISMO....

UN NIÑO....

Un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios.

Me vas a enviar mañana a la tierra;

pero Como viviré tan pequeño e indefenso como soy?

Entre muchos Angeles escogí uno para ti,

que te esta esperando:

El te cuidara.

Pero dime: aquí en el cielo,

no hago mas que cantar y sonreír,

eso basta para ser feliz.

Tu Angel te cantara,

te sonreirá todos los días

y tu sentirás su amor y serás feliz.

Y Como entender cuando

la gente me hable?

si no conozco el extraño

idioma que hablan los hombres?

Tu Angel te dirá las palabras


mas dulces y mas tiernas

que puedas escuchar,

y con mucha paciencia y cariño

te enseñara a hablar.

Y, Que hará cuando

quiera hablar contigo?

Tu Angel te juntara las manitos

y te enseñara a orar.

He oído que la tierra hay hombres

malos ¿Quien me defenderá?

Tu Angel te defenderá

aun a costa de su vida.

Pero estaré siempre triste

porque no te veré mas señor.

Tu Angel te hablara de Mi

y te enseñara el camino

para que regreses a mi presencia,

aunque Yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante, una gran paz reinaba

en el cielo pero ya se oían voces

terrestre, y el niño presuroso,

repetía suavemente:

Dios Mío,
si ya me voy dime su nombre.

¿Como se llama mi Angel?

Su nombre no importa,

tu le llamaras "Mamá"

LO QUE DAMOS A LOS QUE NOS RODEAN REGRESA A NOSOTROS

Su nombre era Fleming y él era un pobre agricultor inglés.

Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien


pidiendo ayuda desde un pantano cercano.

Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano.

Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado,


gritando y luchando tratando de liberarse del lodo.

El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible.

El siguiente día, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor
inglés.

Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a sí


mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.

Yo quiero recompensarlo, dijo el noble inglés. Usted salvó la vida de mi hijo.

No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, respondió el agricultor
inglés, rechazando la oferta.

En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la


familia.

-¿Es ese su hijo? preguntó el noble inglés.

-Sí -, respondió el agricultor lleno de orgullo.

-Le voy a proponer un trato.

- Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación.


Si él es parecido a su padre crecerá hasta convertirse en un hombre del cuál usted
estará muy orgulloso.

El agricultor aceptó.

Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor se graduó de la Escuela de


Medicina de St. Mary' s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje
conocido a través del mundo, el notorio Sir Alexander Fleming, el descubridor de la
Penicilina.

Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía.

¿Que lo salvó? La Penicilina.

¿El nombre del noble inglés? Randolph Churchill.

¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill.

Alguien dijo una vez: Siempre recibimos a cambio lo mismo que ofrecemos.

Trabaja como si no necesitaras el dinero.

Ama como si nunca te hubieran herido.

Baila como si nadie te estuviera mirando.

Charco Gris

Era una fría mañana, no había podido dormir bien; la pesadilla era tan real, tan
cruel, tan profundamente sombría como la realidad, la realidad del día, de la vida
malgastada en mil noches de insomnio.

La lluvia golpea lentamente los cristales de la ventana, con esa monotonía


embriagadora del tiempo. El sonido hueco del reloj me sumerge mas y más en ese
mundo sacado d lo irreal, con figuras fantásticas a mí alrededor.

La pesadilla parece prolongarse con cada tic tac, sin que de ella pueda despertar; el
viento mueve suavemente las copas de los árboles, llueve y esa lluvia la siento de
llanto, por cosas que ya jamás volverán, de cosas que pasaron, de vidas vividas.

Me sumerjo en esas visiones del pasado, en una angustia que anuda mi garganta;
locura de comprender, de creer que el final está próximo y que nada vale seguir.
En un segundo todo cambia, o soy yo, se intensifica, siento que voy de la mano con
la muerte, vieja amiga que me llama; gruesas gotas golpean fuertemente en los
empañados cristales, como si quisieran romperlos, gritar...

Negros nubarrones obscurecen el cielo, las torres se ocultan en la bruma de la


mañana, se desvanecen por momentos, como se desvanece poco a poco mi vida.

La calle solitaria tiene un aspecto sombrío, monótono; de la esquina surge una


sombra, se oculta en mi mente y vuelve a aparecer como espectro en mi pesadilla.

Con un gastado paraguas negro, un viejo camina lentamente bajo la lluvia. Sus
pasos son calmados, no le molesta el llanto.

En su rostro se ven las huellas del dolor, sostiene el paraguas con una mano que se
me antoja callosa y sarmentosa que no condice con la firmeza de sus pasos, lentos,
pero inevitables.

Al aproximarse frente a la casa levantó su mirada que me hirió el alma, sus ojos
eran de un azul intenso, muy firmes, como sus manos, pero dejaban ver más allá,
eran ojos distintos a los espectros de mis pesadillas.

Reflejaba algo olvidado por mí.

¡Parece que gozaba con el aspecto gris de la mañana!

¿Es que tiene encanto?... tal vez... tal vez en el transcurso de los años vividos
encuentre una nostalgia atrayente en esos charcos, pequeños, fríos y grises.

¿Será que el paso de los años enseña la forma de ver las cosas como realmente
son?

Algún día mis pasos serán los que resuenen, cansados, lerdos, bajo la lluvia y seré
yo quien ría... seré yo quien ría del mundo, de mí, de estos años mozos con mis
inquietudes y mis anhelos. Seré yo quien ría de esta pesadilla cruel que hoy me
atormenta.

Todo es gris, la lluvia vuelve a intensificarse, cual cortina infranqueable que oculta
el horizonte. Me falta el aire, ¡necesito aire!

La nostalgia me muerde como perro rabioso, dejándome ese vacío interior.


Quiero fugarme, hacia algún lugar donde poner mi soledad, mis tristezas, todos los
sueños que soñé y esta pesadilla diaria que de tanto repetirse ya son mis días.

El rabioso perro me sigue mordiendo y mordiendo... comprendo que estoy solo,


que nací y moriré solo, que no sé quien soy. Me miro cual extraño sin encontrar esa
respuesta de porque existo.

La nostalgia me esta matando lentamente, me desangra cada día, me revuelca en


la miseria de perder cada día mi pasado, mi gente, mi tierra, allá muy al sur.

Una mano que no es la mía deja entrar un gélido y calmo aire cargado con aroma a
humedad, a tierra mojada; esos ojos me enseñaron, me dieron un porque, se
mezclaron con mi pesadilla y con ese fiel y rabioso amigo de mis días.

Hoy comienzo a volver y ya a lo lejos oigo el suave arrullo de un bandoneón,


susurrando un tango.

EL CARPINTERO

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de


sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida mas
placentera con su esposa y disfrutar de su familia.

Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían


esta etapa de alguna manera.

El Jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría
construir una sola casa mas, como

un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba


poniendo el corazón en su trabajo.

Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una


desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe


le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal.

"Esta es tu casa," - dijo, "es mi regalo para ti."


Que tragedia! Que pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba
construyendo su propia casa, la hubiera

hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que
construyó "no muy bien" que digamos!

Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída,


reaccionando cuando deberíamos actuar,

dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no


ponemos lo mejor de nosotros en nuestro

trabajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos
que estamos viviendo en la casa que

hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.

Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa.

Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo.


Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la
viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

La placa en la pared dice; "La Vida Es Un Proyecto de Hagalo-Usted-Mismo".

Quien podría decirlo mas claramente? Su vida ahora, es el resultado de sus


actitudes y elecciones del pasado.

Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY!

Pasen esto a quien ustedes aprecien.

Yo lo acabo de hacer. :)

"Los unicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos."
AMISTAD

"Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso

para ir a buscarlo".

"Permiso denegado", replicó el oficial. "No quiero que arriesgue usted

su vida por un hombre que probablemente ha muerto".

El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más

tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.

El oficial estaba furioso: "¡Ya le dije yo que había muerto! ¡Ahora he

perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena salir allá para traer un

cadáver?"

Y el soldado, moribundo, respondió: "¡Claro que sí, señor! Cuando lo

encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: Juan... estaba seguro de

que vendrías".

EL CIENTIFICO Y SUS OTROS

Un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente


que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.

Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo


doce copias de sí mismo.

El ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era
el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.

Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana,
se le ocurrió una ingeniosa estratagema.

Regresó de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado
tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su
obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto".
El científico pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?".

"Justamente aquí", respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus


reproducciones y se lo llevaba consigo. "Todo lo que hace falta para descubrir al
'ego' es una palabra de adulación o de crítica".

EL PRECIO DE UN ANILLO

Vengo maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer
nada. Me dicen que no hago nada bien, que soy torpe y todos me rechazan. ¿Cómo
puedo mejorar?, ¿qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro le dijo: -Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver


primero mi propio problema. Quizá después... -Y haciendo una pausa agregó: -Si
quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y tal vez
después pueda ayudar.

-E... encantado maestro -titubeó el joven, pero sintió que otra vez era
desvalorizado y sus necesidades postergadas.

-Bien -asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba puesto en el dedo pequeño
de la mano izquierda y se lo dio al muchacho, agregando: -Toma el caballo que está
ahí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que
pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no
aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los
mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que
pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos
reían, otros le daban vuelta la cara, hasta que un viejito se tomó la molestia de
explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un
anillo.

Después de ofrecer su joya a todo el que se cruzaba en su camino, y abatido por su


fracaso, montó su caballo y regresó. Entró a la habitación, donde estaba el
maestro, y le dijo:
-Maestro, lo siento pero no es posible conseguir lo que me pediste. Quizá pudiera
conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie
respecto al verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro -


Debemos primero saber el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al
joyero. Quién mejor que él para saberlo. Dile que quisieras vender el anillo y
pregúntale cuánto te da por él. No importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve
aquí con mi anillo.

Llegó a la joyería, el joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa,
lo pesó, y luego dijo: -Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no
puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

-58 monedas?! - exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero -Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70
monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo. -Tú eres como este anillo: una
joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto.
¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano
izquierda.

LA TRAICION

Cuentan q en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de


haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy
influyente en el reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo
expiatorio para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasa o nula oportunidad
de escapar al terrible veredicto ...la horca! El Juez también complotado cuidó no
obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado:
"Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos
de él tu destino, vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e
inocente. Tú escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino."

Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda
culpable y la pobre víctima aún sin conocer los detalles se daba cuenta que el
sistema propuesto era una trampa.

No había escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles


doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos
con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos
y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló
rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: "Pero qué


hizo? Y ahora? Cómo vamos a saber el veredicto?" "Es muy sencillo respondió el
hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me
tragué".

Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás


volvieron a molestarlo.

LA LEYENDA DEL VERDADERO AMIGO

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un
determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por
el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:


¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una
piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento
del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando
nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del
corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarla

EL SACO DE PLUMAS

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la
envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo,
y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?",

a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y


suelta una donde vayas".

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al
cabo de un día las había soltado todas.

Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa
es la parte más fácil.

Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.

Sal a la calle y búscalas".

El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar
casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo: "Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas
que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el
daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues
no hay forma de revertir lo que hiciste".

Anda mungkin juga menyukai