Según cifras de la AHA, cada año ocurren 350,000 paros cardiacos atendidos por servicios de
emergencias médicas (EMS / SEM) y 209,000 paros cardiacos intrahospitalarios. A pesar de los
avances en la ciencia de la resucitación, las estadísticas de sobrevivencia siguen rondando
universalmente alrededor del 11%.
Esta recomendación es clase I. Esto quiere decir “fuerte” porque el beneficio supera por mucho
los riesgos.
La American Heart Association cuenta con un portal con información acerca de cómo
implementar un programa de RCP por teléfono. Los directores de sistemas de emergencias, los
directores de puntos de acceso a servicios de emergencia (números locales de emergencia),
despachadores, y miembros del SEM deben conocer más acerca del rol de la asistencia por
teléfono para realizar la resucitación cardiopulmonar.
2. Compresiones continuas
En palabras simples, el objetivo de las compresiones cardiacas es generar suficiente flujo para
que haya perfusión cerebral. Si logramos perfusión cerebral, mantenemos al paciente viable en
lo que se puede resolver la causa del paro cardiaco (arritmia maligna u otras causas reversibles).
Lograr una buena perfusión cerebral toma varios segundos de compresiones continuas. Cada
vez que las compresiones se interrumpen por más de 5-10 segundos, se pierde el progreso
acumulado. Por ende, las compresiones deben iniciarse cuanto antes, y no interrumpirse a
menos que sea estrictamente necesario (por ejemplo, hay que analizar el ritmo cardiaco y las
compresiones proveen interferencia, o cuando hay que desfibrilar y por seguridad no debemos
estar tocando el paciente).
La otra pausa que hacemos comúnmente es para ventilar el paciente cuando hacemos
resucitación cardiopulmonar con una proporción de 30 compresiones y 2 ventilaciones. Existe
la opción de realizar resucitación cardiopulmonar continua con ventilaciones asincrónicas a una
frecuencia de 1 ventilación cada 6 segundos (10 ventilaciones por minuto) cuando el paciente
tiene un dispositivo avanzado para la vía aérea (por ejemplo, está intubado) … y ahora también
para el paciente que no tiene un dispositivo avanzado
El concepto es el mismo: aumentar la fracción de compresiones cardiacas (la proporción de
tiempo que se emplea en realizar compresiones sobre el total del tiempo que se está realizando
la resucitación cardiopulmonar).
Para adultos en paro cardiaco fuera del hospital, testigos sin entrenamiento deben realizar RCP
solo con compresiones (sin ventilaciones) con o sin asistencia del despachador. Clase I.
Testigos entrenados en RCP solo con las manos deben realizar RCP solo con las manos en paros
cardiacos fuera del hospital. Clase I
Antes de colocar una vía aérea avanzada, los paramédicos provean RCP con ciclos de 30
compresiones y 2 ventilaciones. Clase IIa.
Podría ser razonable que los paramédicos provean una 10 ventilación por minuto (1 ventilación
cada 6 segundos) para proveer ventilación asincrónica durante las compresiones cardiacas antes
de colocar una vía aérea avanzada. Clase IIb
Estas recomendaciones no imposibilitan las recomendaciones del 2015 de que los sistemas que
hayan adoptado la estrategia inicial de RCP mínimamente interrumpida (retraso en el inicio de
ventilaciones de rescate) para paro cardiaco presenciado fuera del hospital. Clase IIb
Fuente:
Referencias
2017 American Heart Association Focused Update on Adult Basic Life Support and
Cardiopulmonary Resuscitation Quality: An Update to the American Heart Association
Guidelines for Cardio pulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care
http://circ.ahajournals.org/content/early/2017/11/06/CIR.0000000000000539