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Residuos Sanitarios

Guía de gestión de
residuos sanitarios

Barcelona, 2.000
Biblioteca de Catalunya. Datos CIP:

Guía de gestió de residus sanitaris


Bibliografía
ISBN: 84-393-5210-7
I. Balmaceda, Alfredo II. Catalunya. Departament de Sanitat i
Seguretat Social. II. Programa de Gestió Intracentre de Residus
Sanitaris.
1. 1. Residuos sanitarios – Catalunya – Administración
628.4.046(467.1)

RESPONSABLE DE LA EDICIÓN
Programa de Gestió Intracentre de Residus Sanitaris
Departament de Sanitat i Seguretat Social

Autores
Alfredo Balmaceda - Institut Cerdà
Mª José Viladomiu - Institut Cerdà
Manel Llorens - Departament de Sanitat i Seguretat Social
Assumpta Vila - Departament de Sanitat i Seguretat Social
Ángel Teixidó - Departament de Sanitat i Seguretat Social

Colaboradores

Lina Espinet – Departament de Sanitat i Seguretat Social


Joaquim Ferràs - Departament de Sanitat i Seguretat Social
Joan Parés – Junta de Residus del Departament de Medi Ambient

Coordinación técnica

Assumpta Vila
Mª José Viladomiu

Coordinación general

Manel Llorens
Alfredo Balmaceda

Revisión lingüística

Jaume Gala
Assumpta Vila

© Generalitat de Catalunya
Departament de Sanitat i Seguretat Social
1ª edición: Barcelona, octubre 2.000
Edición: 3.000 ejemplares
ISBN: 84-393-5210-7
Depósito Legal: B-39.415-2000
Diseño cubierta: Dinámicas de negocio, S.L.
Impresión: CEVAGRAF, S.C.C.L.
Índice
1. Introducción ................................................................................................ 2

2. Resumen ...................................................................................................... 4

3. Marco de referencia legal ........................................................................... 7

4. Clasificación de los residuos sanitarios y sus riesgos asociados......... 10


4.1 Residuos sin riesgo o inespecíficos........................................................... 11
4.1.1 Grupo I ............................................................................................... 11
4.1.2 Grupo II .............................................................................................. 11
4.2 Residuos de riesgo o específicos .............................................................. 12
4.2.1 Grupo III ............................................................................................. 13
4.2.2 Grupo IV ............................................................................................. 17

5. Gestión intracentro ..................................................................................... 20


5.1 Segregación y envasado ........................................................................... 20
5.1.1 Grupo II .............................................................................................. 21
5.1.2 Grupo III ............................................................................................. 22
5.1.3 Citotóxicos .......................................................................................... 23
5.2 Almacenaje intermedio .............................................................................. 24
5.3 Traslado al almacén final........................................................................... 24
5.4 Almacenaje final ........................................................................................ 26
5.5 Control y seguimiento de la generación de los residuos............................ 26

6. Elaboración de un plan de gestión ............................................................ 29


6.1 Implicación de la gerencia ......................................................................... 31
6.2 Comisión de residuos ................................................................................ 31
6.3 Realización de una auditoría de residuos.................................................. 32
6.4 Selección de las alternativas de mejora .................................................... 33
6.5 Redacción del plan .................................................................................... 34
6.6 Formación del personal y preparación de un protocolo interno ................. 35
6.7 Puesta en marcha ..................................................................................... 36
6.8 Seguimiento y control ................................................................................ 37

7. Gestión extracentro .................................................................................... 38


7.1 Transporte exterior .................................................................................... 38
7.1.1 Transportistas y vehículos de transporte............................................ 39
7.2 Disposición ................................................................................................ 40
8. Circuito de control administrativo ............................................................. 43
8.1 Documentos de control administrativo....................................................... 43
8.2 Circuito administrativo ............................................................................... 44
8.3 Control de las operaciones intracentro ...................................................... 45

9. Glosario........................................................................................................ 47

10. Direcciones y bibliografía........................................................................... 51

Anexo 1: Recogida selectiva en los centros sanitarios….………………….53

Anexo 2: Prevención de riesgos en la manipulación de los residuos ……57


Presentación
Actualmente, muchos centros sanitarios tienen una preocupación creciente en
lo que concierne a la gestión correcta de los residuos; sin embargo, a pesar de
esta voluntad, siempre hay un cierto grado de dificultad en la aplicación del
sistema de gestión y en el cumplimiento del marco legal.

Esta Guía quiere ser una herramienta para ayudar a los responsables de los
centros sanitarios a implantar un plan de gestión de residuos, adoptando un
modelo que no sólo sea compatible con el nuevo marco legal, sino también con
los principios de seguridad laboral para el personal del centro sanitario y con
los sistemas externos de gestión de residuos.

Con la publicación de este volumen, el Departament de Sanitat i Seguretat


Social completa y actualiza los criterios básicos de la gestión de residuos para
los centros sanitarios, editados en la Guía de gestió intracentre de residus
sanitaris (Barcelona, 1994), y en la Guía de gestió de residus químics en
centres sanitaris (Barcelona, 1998).

Lluís Salleras
Director general de Salud Pública

1
1. Introducción
Los centros sanitarios han mostrado, en los últimos años, un grado elevado de
sensibilidad para el medio ambiente y, en concreto, para la correcta gestión de
los residuos y de las emisiones que generan. Esta Guía quiere dar respuesta a
la creciente sensibilidad medioambiental, al mismo tiempo que incorpora las
líneas maestras de la nueva normativa de residuos sanitarios en Catalunya
(Decreto 27/1999, de 9 de febrero, de la gestión de los residuos sanitarios,
de ahora en adelante: Decreto 27/99).

Si esta gestión se realiza de forma inadecuada puede generar riesgos para la


salud, para el medio ambiente y, además, incrementar desproporcionadamente
el gasto económico. Por eso, se da prioridad a la protección de la salud,
especialmente la de los pacientes y colectivos laborales expuestos
directamente a los residuos, y a la protección del medio ambiente, amenazado
por la gran cantidad de residuos producidos y por algunos procesos de
tratamiento y disposición utilizados.

La Guía prevé la gestión de los residuos generados por los centros sanitarios
desde su globalidad, si bien centra la atención en aquellos residuos que son
objeto del Decreto 27/99, haciendo sólo alguna mención a otros residuos como
los químicos, sobre los cuales el Departament de Sanitat i Seguretat Social ya
publicó una edición: Guía de gestió de residus químics en centres sanitaris.
(Barcelona, 1998).

Esta publicación está orientada hacia la gestión de los residuos sanitarios


generados en los hospitales y las recomendaciones que contiene son también
válidas para otras categorías de centros sanitarios, que pueden adaptarlas
fácilmente a su contexto particular, como:

¹ Bancos de sangre ¹ Laboratorios:


¹ Centros: • clínicos
• de asistencia primaria • de anatomía patológica
• de diálisis • experimentales y de
• médicos de especialidades investigación
• psiquiátricos ¹ Residencias asistidas y de
• sociosanitarios disminuidos
¹ Unidades de investigación ¹ Clínicas veterinarias
experimental ¹ Otros

2
La Guía se dirige a los gerentes, al personal sanitario y al de servicios
generales de los centros sanitarios y pretende ser una herramienta de
trabajo flexible, que presente un conjunto de alternativas de actuación
suficientemente detalladas, a fin de que cada centro sanitario pueda adaptarlas
a su propio contexto particular que, lógicamente, conoce mejor que nadie.

Además, se espera que los responsables de gestionar los residuos encuentren


en ella un documento útil para valorar las ofertas y propuestas que reciben en
el campo de la gestión de los residuos y, en particular, para su minimización.
También propone algunas recomendaciones básicas, con el objetivo de
prevenir o reducir su generación en origen.

En cuanto a las prácticas internas de higiene en los centros sanitarios, este


texto únicamente aborda las que están directamente o indirectamente
relacionadas con la gestión de los residuos. Cualquier otro aspecto de higiene
interna o prácticas sanitarias no es objeto de estudio.

3
2. Resumen
¿Cuáles son los objetivos de esta Guía?

Poner al alcance de los gerentes y técnicos de los centros sanitarios los


elementos que permitan abordar una gestión correcta (minimización +
disposición) de los residuos y emisiones, adaptada al nuevo marco legal, y
diseñar un plan de gestión propio y adecuado a su actividad.

¿Cuál es la importancia del marco de referencia?

La gestión de residuos en el interior de un centro sanitario no es un elemento


aislado ni independiente, sino que la existencia de un marco de referencia legal
comunitario, estatal, autonómico y municipal condiciona las diferentes medidas
que integran la gestión de residuos en el interior y en el exterior del centro.

¿Qué es la gestión de residuos?

Es la identificación y aplicación de las medidas más adecuadas, desde el punto


de vista de salud laboral, técnico, económico y ambiental, para minimizar,
segregar, envasar, almacenar, transportar, tratar o disponer, todos los
residuos que se generan en un centro sanitario.

La minimización incluye:

¹ la prevención y la reducción, que tienen como objetivos evitar la


generación del residuo o reducir su peligrosidad o cantidad;

¹ la valorización, que se basa en el aprovechamiento total o parcial del


residuo, ya sea mediante el reciclaje, la recuperación o la valorización
energética;

La disposición incluye:

¹ El vertido por el desagüe, teniendo en cuenta que en ningún momento

4
tienen que superarse los límites de emisión establecidos por la legislación
vigente;

¹ la entrega a un gestor de residuos o a una instalación de tratamiento


autorizados.

¿Cómo diseñar un plan de gestión de residuos en un centro


sanitario?

El diseño de un plan de gestión de residuos tiene que hacerse de acuerdo con


las características específicas del centro sanitario y teniendo en cuenta los
elementos siguientes:

¹ implicación de la gerencia

¹ creación de una comisión de residuos

¹ realización de una auditoría de residuos

¹ selección de las alternativas de mejora

¹ redacción del plan

¹ formación del personal y preparación de un protocolo interno

¹ puesta en marcha

¹ seguimiento y control.

5
¿Qué es el Programa de Gestión Intracentro de Residuos
Sanitarios?

Para el control de las actividades de manipulación, clasificación, recogida y


almacenaje de los residuos, el Departament de Sanitat i Seguretat Social creó un
Programa específico adscrito a la Direcció General de Salut Pública, con las
funciones siguientes:

¹ dar apoyo y orientar a los centros generadores en la implantación de una


gestión correcta de los residuos, que garantice la protección de los
colectivos laborales implicados y de los pacientes, y, en general, de los
ciudadanos y del medio ambiente

¹ organizar actividades de formación para el personal implicado en la


manipulación, la clasificación, la recogida y el transporte interno de los
residuos sanitarios

¹ informar a los centros generadores de las obligaciones que se derivan del


marco legal vigente.

6
3. Marco de referencia
legal
El marco legal que afecta los residuos y las emisiones que se generan en los
centros sanitarios es muy amplio y comprende los ámbitos comunitario, estatal,
autonómico y municipal.

En Catalunya, con la entrada en vigor del Decreto 300/1992, de 24 de


noviembre, de ordenación de la gestión de los residuos sanitarios, se fijaron los
criterios que hace falta seguir en el conjunto de procesos de gestión que van
desde su generación hasta su tratamiento, en el exterior de los centros
sanitarios.

La aplicación del Decreto 300/92 en los últimos años ha constituido el eje


fundamental para la gestión y ha sido el referente más importante para todos
los agentes implicados: centros generadores, gestores y administración. Sin
embargo, la experiencia obtenida en estos años de aplicación del Decreto
300/92 y la aparición de un marco legal más exigente, desde el punto de vista
medioambiental, que tiene como objetivo impulsar y promover la minimización
de los residuos, han hecho necesaria la actualización y modificación del marco
legal vigente impulsando la publicación del Decreto 27/1999, de 9 de febrero,
de la gestión de los residuos sanitarios.

Con su aparición en el DOGC, quedan derogados el Decreto 300/92, de


ordenación de la gestión de los residuos sanitarios, y el Decreto 71/94, sobre
los procedimientos de gestión de los residuos sanitarios.

El Decreto 27/99 tiene como objetivo principal la ordenación y el control de la


gestión de los residuos sanitarios en Catalunya e incluye, con respecto al
Decreto 300/92, modificaciones técnicas que permiten una adecuación más fiel
a la realidad. Estas modificaciones están recogidas en los respectivos capítulos
de esta Guía.

Teniendo en cuenta que el marco legal general que afecta la gestión de los
residuos generados por un centro sanitario es bastante amplio, se ha
considerado conveniente citar a continuación algunas de las normativas más
relevantes:

7
Normativa comunitaria

2 Directiva del Consejo, de 15 de julio de 1975, relativa a los residuos


(75/442/CEE)

2 Directiva del Consejo, de 18 de marzo de 1991 (91/156/CEE), por la cual


se modifica la anterior

2 Decisión de la Comisión, de 20 de diciembre de 1991, relativa a los


residuos peligrosos (91/689/CEE)

Normativa estatal

2 Ley 10/1998, de 21 de abril, de residuos

2 Ley 11/1997, de 24 de abril, de envases y residuos de envases

2 Real decreto 782/1998, de 30 de abril, por el cual se aprueba el


Reglamento para el desarrollo y ejecución de la Ley 11/1997, de 24 de
abril, de envases y residuos de envases

2 Real decreto 952/1997, de 20 de junio, por el cual se modifica el


Reglamento para la ejecución de la Ley 20/1986, de 14 de mayo, básica
de residuos tóxicos y peligrosos, aprobado mediante el Real decreto
833/1988, de 20 de julio

2 Real decreto 363/95, de 10 de marzo, por el cual se aprueba el


Reglamento sobre notificación de sustancias nuevas y clasificación,
envasado y etiquetado de sustancias peligrosas

2 Real decreto 668/1980 modificado por el 3485/1983, de 14 de diciembre,


por el cual se aprueba el Reglamento sobre almacenaje de productos
químicos (RAQ)

2 Real decreto 1078/1993, de 2 de julio, por el cual se aprueba el


Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados
peligrosos

2 Real decreto 2070/95, de 22 de diciembre, por el cual se establecen los


criterios de calidad en radiodiagnóstico

2 Real decreto 849/1986, de 11 de abril, por el cual se aprueba el


Reglamento de dominio público hidráulico que desarrolla los títulos
preliminar, I, IV, V, VI y VII de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de aguas.

8
Normativa autonómica

2 Ley 6/93, de 15 de junio, reguladora de los residuos

2 Decreto 92/99, de 6 de abril, de modificación del Decreto 34/96, de 9 de


enero, por el cual se aprueba el Catálogo de residuos de Catalunya

2 Decreto 93/99, de 6 de abril, sobre procedimientos de gestión de residuos

2 Decreto 27/99, de 9 de febrero, de la gestión de los residuos sanitarios

Normativas municipales

2 Que afectan a la gestión de los residuos municipales y asimilables a


municipales en los municipios de Catalunya

2 Reglamento regulador de los vertidos residuales en el Área Metropolitana


de Barcelona

2 Reglamento regulador de aguas residuales del Consorcio para la Defensa


de la Cuenca del Rio Besòs.

9
4. Clasificación de los
residuos sanitarios y
sus riesgos asociados
La clasificación de los residuos generados por los centros sanitarios se basa,
fundamentalmente, en su naturaleza y en sus riesgos asociados, así como
en el ordenamiento vigente en Catalunya en materia de residuos.

Cualquier material sanitario tiene que considerarse residuo a partir del


momento en que se rechaza y, por lo tanto, el riesgo asociado a su uso
sanitario no tiene nada que ver con el residuo. Así pues, un material se
convierte en residuo cuando se rechaza, porque su utilidad o su manejo clínico
se consideran definitivamente acabados y sólo entonces puede empezar a
hablarse de riesgo asociado a este residuo. Además, el Decreto 27/99, define
los residuos sanitarios como las sustancias o los objetos generados en centros,
servicios y establecimientos sanitarios de los cuales sus poseedores o
productores se desprenden o tienen la obligación de desprenderse.

El riesgo asociado a los diferentes grupos de residuos no determina sólo su


clasificación, sino que también condiciona las prácticas internas y externas de
gestión que se exponen en los capítulos siguientes.

De acuerdo con eso, los residuos generados en un centro sanitario se


clasifican en dos grandes clases:

¹ los que no tienen riesgo o inespecíficos, que se incluyen en los grupos I y


II

¹ los de riesgo o específicos, integrados por los grupos III y IV.

Desde el punto de vista del tipo de contaminación que presentan, los residuos
generados en un centro sanitario pueden clasificarse en dos subclases:

¹ los de contaminación biológica: grupos II y III;

¹ los de contaminación química: grupo IV.

Hay que señalar que los centros sanitarios generan residuos sólidos y
líquidos que pertenecen a algunos de los grupos mencionados antes. En el

10
caso del grupo II, el hecho que el residuo sea sólido o líquido condiciona su
tratamiento final, ya que está expresamente prohibido gestionar residuos
líquidos en bolsas del grupo II. Éstos pueden verterse al desagüe o bien
gestionarlos como residuos sólidos del grupo III.

4.1 Residuos sin riesgo o inespecíficos


Los residuos sin riesgo o inespecíficos de un centro sanitario son aquellos
que por sus características y grado de contaminación no requieren, en el
exterior del centro, un tratamiento específico ni diferente del aplicado a los
residuos municipales. Entre los residuos inespecíficos se encuentran los de los
grupos I y II.

4.1.1 Grupo I
Son residuos municipales y no requieren exigencias especiales de gestión ni
dentro ni fuera del centro generador. Este grupo de residuos incluye materiales
como cartón, papel, envases vacíos de plástico, vidrio, metal, y materia
orgánica, que normalmente se generan en oficinas y despachos, cocinas,
bares, restaurantes, comedores, talleres, jardinería, etc. Es decir, son los que
no proceden directamente de las actividades asistenciales1.

4.1.2 Grupo II
Puede considerarse que este grupo se define por exclusión. Está constituido
por residuos que derivan directamente de las prácticas y actividades sanitarias
y, por lo tanto, proceden básicamente de lugares en los cuales se realiza
alguna actividad asistencial.

Son residuos inertes y no especiales2 que no requieren precauciones


adicionales en su gestión fuera del centro generador, y se consideran
residuos municipales.

Este grupo de residuos incluye: material de curas, ropas y material desechable


manchados con sangre, secreciones o excreciones, recipientes de drenaje
vacíos, bolsas vacías de orina, de sangre o de otros líquidos biológicos, filtros
de diálisis, tubuladuras, yesos, algodones, gasas, mascarillas, batas, guantes,
tallas y otros textiles de un solo uso, y cualquier otro residuo manchado o que
haya absorbido líquidos biológicos, siempre que no se trate de casos
particulares incluidos en la definición del grupo III.

1
Hay que recordar que estos residuos también pueden generarse en el núcleo de
enfermería o las salas donde se realizan actividades asistenciales.
2
Clasificación establecida en el Catálogo de residuos de Catalunya.

11
Los estudios microbiológicos que se han realizado demuestran que el potencial
patogénico de estos residuos no representa un riesgo más alto para la salud
pública ni para el medio ambiente que los residuos municipales. Así pues,
como que el riesgo asociado a la gestión de los residuos municipales (recogida,
transporte y disposición) está completamente aceptado, no tiene sentido tomar
precauciones especiales para la gestión externa de los residuos del grupo II, en
relación con las que se disponen para los residuos municipales.

Sin embargo, en el interior del centro sanitario, los residuos del grupo II son
una reserva importante de gérmenes oportunistas3 que, a través de un vector
adecuado (fundamentalmente, las manos, los antebrazos y el pecho del
personal sanitario), pueden afectar a los pacientes immunodeprimidos y, por lo
tanto, no tienen que acumularse en el interior de las habitaciones.

En consecuencia, en el interior del centro sanitario hay que tomar


determinadas precauciones para la gestión de los residuos del grupo II, ya que
el hecho de que puedan tratarse por los mismos métodos que los residuos
municipales no tiene que interpretarse como que no tienen ningún riesgo, sino
que éste está limitado en el interior del centro sanitario4.

4.2 Residuos de riesgo o específicos


Los residuos de riesgo o específicos son los que por sus características y el
grado de contaminación biológica o química requieren un tratamiento
específico y diferenciado de los residuos municipales, tanto dentro como fuera
del centro sanitario. Entre los residuos de riesgo o específicos, se encuentran
los de los grupos III y IV.

3
No obstante, no tiene que sobrevalorarse este riesgo, ya que en la diseminación de
infecciones nosocomiales intervienen numerosos factores, de difícil identificación y
control, y que no son objeto de esta Guía. En muchos casos, se trata de gérmenes
oportunistas propios del paciente, que a menudo los ha adquirido fuera del centro
sanitario.
4
Sin embargo las funciones propias del personal sanitario y de limpieza hacen que su
grado de exposición a los residuos del grupo II sea muy elevado (más que el
correspondiente al personal de recogida de basuras, en relación con los residuos
municipales).

12
4.2.1 Grupo III
Son residuos especiales5 que requieren la adopción de medidas de prevención
en la recogida, el almacenaje, el transporte, el tratamiento y la disposición del
rechazo, tanto dentro como fuera del centro sanitario6, ya que pueden generar
un riesgo para la salud laboral y pública. El cuadro 4 a presenta la clasificación
de los residuos del grupo III.

Estos residuos son: la sangre y los hemoderivados en forma líquida (siempre


que estén contenidos en recipientes que no puedan vaciarse)7, las agujas y el
material punzante y cortante, las vacunas vivas atenuadas, los residuos
anatómicos (excepto los cadáveres y los restos humanos con entidad
suficiente, procedentes de abortos, mutilaciones y operaciones quirúrgicas), los
cultivos y las reservas de agentes infecciosos, los residuos de animales de
investigación o experimentación inoculados biológicamente, y los residuos
sanitarios infecciosos capaces de transmitir alguna de las enfermedades
infecciosas que figuran en el cuadro 4 b.

También forman parte de este grupo determinados residuos procedentes de


enfermos con necesidades de aislamiento y que, a criterio del centro
generador, se incluyan en este grupo.

El riesgo asociado que presentan los residuos del grupo III es, básicamente,
por exposición directa; en especial, a los residuos punzantes o cortantes, ya
que éstos pueden crear fácilmente una puerta de entrada a los gérmenes
patógenos. Además, hay que tener presente que éste es el factor más limitante
en la cadena de transmisión de infecciones. El personal sanitario y el de
limpieza son los colectivos expuestos a un riesgo relativo8 más alto, en el
interior del centro sanitario.

La acumulación de los residuos punzantes y cortantes en un envase


imperforable debe hacerse lo antes posible, con el fin de eliminar el riesgo
asociado a este tipo de residuos. Si el contenedor de agujas no dispone de un
sistema seguro para separar la aguja (grupo III) de la jeringa (grupo II), sin

5
Clasificación establecida en el Catálogo de residuos de Catalunya.
6
Estos residuos son los que responden, fundamentalmente, al riesgo de infección y para
que un residuo pueda ser causa de infección hace falta que se den simultáneamente las
condiciones siguientes:
¹ presencia de un agente infeccioso,
¹ puerta de entrada adecuada a la vía de contagio del agente infeccioso,
¹ dosis infecciosa: es decir, el número suficiente de agentes infecciosos necesarios para
causar una infección,
¹ presencia de un huésped susceptible.
7
La forma correcta de eliminar los líquidos biológicos es a través del desagüe.
8
Todos los casos documentados de infección por residuos del grupo III han sido causados
por materiales punzantes o cortantes y todos se han producido en el interior de los
centros sanitarios. Fuera de estos lugares, nunca se ha documentado una infección
causada por residuos.

13
tocar la aguja, hay que rechazarlo todo junto. Además, para evitar riesgos hay
que tener presente que:

¹ nunca ha de recapsularse la aguja


¹ nunca se debe separar la aguja de la jeringa con la mano.

El riesgo ambiental (transmisión de infecciones por la contaminación del medio


ambiente) asociado al tratamiento y la disposición de estos residuos fuera de
los centros sanitarios es prácticamente inexistente9; aunque hay que evitar que
los agentes responsables de ciertas infecciones no endémicas en Catalunya
lleguen al medio ambiente.

Por otra parte, se impone hacer una segregación muy esmerada de este grupo
de residuos, ya que su tratamiento específico y diferenciado al de los residuos
municipales tiene un importante coste económico y puede incrementar
considerablemente los gastos de gestión de residuos.

9
El riesgo medioambiental más grande podría producirse en el caso de una incineración
inadecuada de estos residuos.

14
Cuadro 4 a
Clasificación de residuos sanitarios específicos (Grupo III)
Categoría Descripción Observaciones

Sangre y Recipientes que contienen Se trata siempre de líquidos y


sangre y hemoderivados u en ningún caso de materiales
hemoderivados en otros líquidos biológicos, manchados o que hayan
forma líquida siempre que no se puedan absorbido estos líquidos
vaciar por el desagüe

Agujas y material Cualquier objeto punzante o Se trata fundamentalmente de


cortante utilizado en la agujas, pipetas, hojas de
punzante o cortante actividad sanitaria, bisturí, portaobjetos,
independientemente de su cubreobjetos, capilares y
origen tubos de vidrio

Vacunas vivas Restos de los medicamentos No se incluyen los materiales


de un solo uso manchados
atenuadas con los medicamentos

Residuos anatómicos Cualquier resto anatómico No se incluyen los restos


humano que pueda anatómicos de entidad
reconocerse

Cultivos y reservas de Cultivos de agentes Las elevadas concentraciones


infecciosos (placas de petri, de agentes infecciosos que se
agentes infecciosos alcanzan en estos residuos no
hemocultivos, etc.)
Reservas de agentes se encuentran en los residuos
infecciosos municipales

Animales inoculados Cadáveres, partes del cuerpo La mayor parte de los


y otros residuos anatómicos, animales de experimentación
biológicamente lechos de estabulación, etc., no requieren ser infectados
procedentes de animales que previamente (p. ej.. los
hayan sido inoculados utilizados para pruebas
biológicamente quirúrgicas) y, por lo tanto, sus
residuos no tienen que ser
clasificados en el grupo III

Residuos sanitarios Residuos capaces de El cuadro 4b recoge todos


transmitir las infecciones que estos residuos procedentes de
infecciosos se indican en el cuadro 4b pacientes con enfermedades
infectocontagiosas que
pueden ser el origen de
transmisión de la enfermedad

15
Cuadro 4b
Residuos sanitarios infecciosos
INFECCIONES RESIDUOS CONTAMINADOS CON
Fiebres hemorrágicas víricas:
• Fiebre del Congo-Crimea Todos
• Fiebre de Lasa
• Marburg
• Ébola
• Fiebre argentina (Junin)
• Fiebre boliviana (Machupo)
• Complejo encefálico transmitido por
artrópodos vectores (arbovirus):
- Absettarow
- Hanzalova
- Hypr
- Kumlinge
- Kianasur forest disease
- Fiebre de Omsk
- Russian spring-summer encephalitis

Brucelosis Pus

Difteria • difteria faríngea: secreciones


respiratorias
• difteria cutánea: secreciones de
lesiones cutáneas

Cólera Heces

Encefalitis de Creutzfeldt-Jakob Líquido cefalorraquídeo, tejido


nervioso y linfático

Muermo Secreciones de lesiones cutáneas

Tularémia • Tularémia pulmonar: secreciones


respiratorias
• Tularémia cutánea: secreciones
de lesiones cutáneas
Ántrax • Ántrax cutáneo: pus
• Ántrax inhalado: secreciones
respiratorias
Peste • Peste bubónica: pus
• Peste pneumónica: secreciones
respiratorias
Rabia Secreciones respiratorias
Fiebre Q Secreciones respiratorias
Tuberculosis activa Secreciones respiratorias

16
4.2.2 Grupo IV
La definición del Decreto 27/99 establece que los residuos de este grupo son:
los especiales no incluidos en el grupo III y los citotóxicos, es decir:

¹ los citotóxicos
¹ los radiactivos
¹ restos de sustancias químicas
¹ medicamentos
¹ otros (pilas, fluorescentes, etc.).

Para su gestión, estos residuos están sujetos a requerimientos especiales


desde el punto de vista higiénico y medioambiental, tanto dentro como fuera del
centro generador:

¹ Los residuos citotóxicos son, fundamentalmente, los restos de


medicamentos citotóxicos y todo el material que ha estado en contacto.con
éstos. Presentan propiedades cancerígenas, mutagénicas y teratogénicas.
Proceden principalmente de:

♦ restos de medicamentos citotóxicos que ya no son aptos para el uso


terapéutico como: los viales con restos, caducados, y las botellas de
suero con soluciones generadas normalmente por cambios o paros en
las prescripciones de la medicación, o por incorrecciones en la
preparación, etc.

♦ material punzante o cortante utilizado en la preparación o administración


de estos medicamentos

♦ material sanitario de un solo uso que ha estado en contacto con los


medicamentos y que contiene restos de sustancias citotóxicas como:
tubuladuras, botellas de suero, gasas, jeringas, viales vacíos, etc.

♦ restos de productos químicos citotóxicos utilizados en laboratorios de


investigación (p. ej.: los geles de bromuro de etidio)

El riesgo asociado a los residuos citotóxicos se fundamenta en el hecho que


presentan propiedades cancerígenas, mutagénicas o teratogénicas. No
obstante, las investigaciones todavía no han dejado claro en qué
circunstancias este tipo de residuos representan un riesgo para la salud
humana. Las indicaciones existentes apuntan que, como condición de riesgo
real, hace falta una exposición frecuente e intensa.

¹ Los residuos radiactivos de periodo de semidesintegración largo son


competencia de ENRESA. Los de periodo de semidesintegración corto se
almacenan en el mismo centro sanitario y cuando pierden su radioactividad

17
tienen que ser gestionados según su caracterización (ya sean del grupo I, II
o III)

¹ Los restos de sustancias químicas incluyen una gran cantidad de


productos que se generan en los laboratorios clínicos, de anatomía
patológica, de salud pública, experimentales y de investigación (ver el
cuadro 4 c)

¹ Los residuos de medicamentos, que proceden en general de


medicamentos que no son aptos para su administración: porque están
caducados, porque no tienen las especificaciones adecuadas o porque se
sospecha que su naturaleza puede haber sido alterada (ver el cuadro 4 c)

¹ Otros residuos que no pertenecen a ninguno de los anteriores, pero que sin
embargo también son residuos especiales y tienen que gestionarse como
tales: pilas, fluorescentes, marcapasos, aceites, etc. (ver el cuadro 4 c)

18
Cuadro 4c. Resumen de las sustancias químicas y ejemplos.

Sustancias químicas Ejemplos


Compuestos halogenados y sus mezclas Mezcla de alcoholes y ácido clorhídrico,
diclorometano, dicloroetano, triclorometano,
mezclas de ácidos halogenados, etc.

Compuestos no halogenados y sus mezclas Metanol, etanol, isopropanol, formol, acetona,


(hidrocarburos alifáticos y aromáticos, xilol, tolueno, butilacetato, benceno, hexano,
aldehídos, amidas, aminas, ésteres, ciclohexanona, óxido de propileno, parafina,
alcoholes, glicoles, etc.) éter, etc..

Soluciones acuosas que contienen metales Acetato de uranilo, citrato de plomo,


pesados (arsénico, cadmio, mercurio, plomo, wolframio, cloruro de oro, IC-bisulfito
etc.), colorantes orgánicos, etc. metálico, nitrato de plata, tiosulfato de sodio,
tetraóxido de osmio, etc..
Líquidos residuales concentrados de los Líquidos residuales de los analizadores que
analizadores, contaminados con compuestos utilizan la técnica del cianuro de hemoglobina
tóxicos

Ácidos fuertes Sulfúrico, clorhídrico, nítrico, perclórico, etc.

Bases fuertes Hidróxido de sodio, de potasio, de amonio,


etc..

Baños de revelador y fijador agotados Baños de revelador y fijador agotados

Medicamentos
Medicamentos que no son aptos para su - caducados
administración
- en unidosis sin especificación o fecha de
caducidad
- de nevera, estabilidad que se sospecha
que ha sido alterada

Otros
Otros residuos que no pertenecen a los Marcapasos, filtros de las campanas,
grupos ya considerados anteriormente placas radiográficas, geles, resinas,
parafina, aceites lubricantes, aceites con
PCB, mercurio, fluorescentes, luces de
mercurio, pilas, baterías, lodos de
depuradora, etc.

19
5. Gestión intracentro
El Decreto 27/99 da una importancia especial a la gestión intracentro de los
residuos sanitarios y especifica que esta gestión tiene que hacerse con criterios
de segregación, asepsia, inocuidad y economía, con el fin de preservar la salud
del personal sanitario y de limpieza, de los pacientes y de los visitantes, en
general.

Además, es preciso que el planteamiento general de la gestión intracentro en


un espacio sanitario sea práctico y operativo, ya que de éste depende su buen
funcionamiento. La gestión intracentro de los residuos de los grupos II y III, y de
los residuos citotóxicos se estructura en las fases siguientes:

Segregación y envasado

Almacenaje intermedio

Traslado al almacén final

Control y seguimiento de la generación

5.1 Segregación y envasado


La segregación en origen es el punto de partida para la realización de una
gestión intracentro de residuos sanitarios que sea operativa y con unos costes
económicos y ambientales razonables. La importancia de la segregación en
origen reside en:

¹ reducir al mínimo la posibilidad de la contaminación cruzada

20
¹ evitar que determinados residuos reciban un tratamiento fuera del centro
sanitario que no les corresponda10

¹ prevenir los riesgos laborales y ambientales derivados de una gestión


incorrecta.

Considerando las diferentes características de los residuos de los grupos II, III
y de los residuos citotóxicos, el Decreto 27/99 especifica unas condiciones de
envasado que responden en todos los casos a criterios de asepsia, a los
riesgos asociados y a su tratamiento, en el exterior del centro sanitario.

A continuación, se presentan las condiciones de envasado para cada grupo.

5.1.1 Grupo II
Para los residuos del grupo II tendrán que utilizarse bolsas de polietileno,
preferentemente fabricadas con material reciclado.

Es preciso que las bolsas tengan las características técnicas siguientes:

¼ grueso mínimo de 55 micrómetros (galga 220)


¼ resistencia a la rotura
¼ asepsia en su interior
¼ ausencia en su exterior de elementos sólidos, punzantes y cortantes
¼ volumen no superior a 90 litros
¼ identificación externa del fabricante11 y el rótulo "G II"12.

Se recomienda la utilización de bolsas de un color diferente al de las del grupo I


o bien al de las de la ropa sucia.

La Direcció General de Salut Pública del Departament de Sanitat i Seguretat


Social velará para que los modelos se ajusten a las características técnicas
mencionadas. Estos modelos tendrán que pasar un examen técnico en un
laboratorio de ensayos debidamente acreditado.

El Decreto también establece que las bolsas tendrán que estar depositadas, en
todo momento, dentro de un recipiente o en una estructura de soporte.

10
Por ejemplo, que los residuos del grupo II se traten en una autoclave o que los residuos
del grupo III se depositen en un vertedero de residuos municipales.
11
Solo hace falta el nombre y el NIF del fabricante.
12
Este requerimiento es válido únicamente para los centros hospitalarios, no es necesario
para los otros centros de asistencia sanitaria.

21
5.1.2 Grupo III
La segregación en origen de los residuos del grupo III es el punto más
relevante de la gestión correcta de los residuos sanitarios, ya que éstos, por su
riesgo asociado, requieren una gestión intracentro, un transporte y un
tratamiento diferenciados, en el exterior del centro sanitario. Tanto por su
riesgo, como por el coste de su gestión, hace falta segregarlos de los otros
grupos de forma muy estricta y con mucho cuidado.

El Decreto 27/99 dispone que la recogida de los residuos sólidos del grupo III
se haga en recipientes con las características técnicas siguientes:

¹ Rígidos
¹ estancos13
¹ opacos a la vista
¹ con resistencia a la rotura14
¹ de asepsia total en el interior
¹ impermeables
¹ con ausencia total en el exterior de elementos sólidos, punzantes y
cortantes
¹ preferentemente, de material reciclado
¹ de un volumen no superior a 60 litros
¹ de cualquier color, diferente al azul 15, y con el letrero indicativo "Residuos
de riesgo"16.

El Decreto 27/99 también establece que dispondrán obligatoriamente de estos


recipientes las salas de operaciones, los servicios ginecológicos y de anatomía
patológica, los laboratorios y los bancos de sangre.

La Direcció General de Salut Pública reconocerá los modelos de recipientes


que se ajusten a las características técnicas mencionadas, los cuales tendrán
que pasar un examen técnico en un laboratorio de ensayos debidamente
acreditado.

El personal sanitario deberá tener en cuenta algunas buenas prácticas, en el


momento de segregar los residuos del grupo III:

13
Los recipientes destinados a recoger muestras de sangre, hemoderivados y otros
residuos especiales en forma líquida tienen que ser rígidos, impermeables y herméticos.
Nunca deben tirarse en recipientes destinados a recoger punzantes y cortantes, ya que
éstos no son herméticos.
14
Además, cuando se destinan a recoger residuos punzantes y cortantes tienen que ser a
prueba de pinchazos.
15
El color azul está reservado específicamente para los envases de citotóxicos.
16
Hay que identificar los envases que recogen selectivamente los animales inoculados
biológicamente, atendiendo la necesidad de seguir una línea de tratamiento
individualizada en la planta de esterilización.

22
¼ separar las agujas de las jeringas (las jeringas se tirarán en las bolsas de
grupo II)
¼ recoger los residuos cortantes y punzantes en los recipientes
impermeables, rígidos y a prueba de pinchazos, especialmente
destinados para recibir estos residuos
¼ no llenar los recipientes más del 75% de su volumen.

En lo que concierne a los residuos de líquidos biológicos, se recomienda


utilizar el desagüe17.

El mejor destino de los residuos de líquidos biológicos es su vertido por el


desagüe conectado a la red de saneamiento del centro sanitario. No es
necesaria la desinfección previa de los residuos.

La única excepción a esta práctica la constituyen los residuos líquidos


procedentes de pacientes con infecciones no endémicas en Catalunya y los
cultivos líquidos de microbiología, que deben tratarse como residuos sólidos del
grupo III.

Es importante que el vertido por el desagüe se realice de forma que se eviten al


máximo las salpicaduras y la formación de aerosoles.

Nunca debe agujerearse o forzar ningún recipiente que contenga residuos


líquidos que sea difícil de abrir. En este caso, hay que rechazarlo como residuo
sólido del grupo III.

5.1.3 Citotóxicos
Los residuos citotóxicos se segregarán de los otros grupos y se acumularán en
recipientes, que deben cumplir estas características técnicas:

¹ rígidos
¹ estancos
¹ opacos a la vista
¹ con resistencia a la rotura
¹ asepsia en el interior
¹ con ausencia en el exterior de elementos sólidos, punzantes y cortantes
¹ preferentemente de material reciclado
¹ de un volumen no superior a 60 litros
¹ de color azul y tienen que disponer del letrero indicativo "Material

17
Hay que tener en cuenta que las alcantarillas están concebidas para recibir grandes
cantidades de materias orgánicas infecciosas. Por otra parte, los residuos de líquidos
biológicos representan un volumen ínfimo en comparación con las materias fecales que
se eliminan normalmente por la red de saneamiento.

23
contaminado químicamente. Citotóxicos."
¹ de un solo uso
¹ de polietileno, poliestireno o polipropileno18
¹ resistentes a los agentes químicos y a los materiales perforantes.

La Direcció General de Salut Pública reconocerá los modelos de recipientes


que se ajusten a las características técnicas mencionadas, los cuales tendrán
que pasar un examen técnico en un laboratorio de ensayos debidamente
acreditado.

5.2 Almacenaje intermedio


El almacén intermedio es el espacio donde se guardan provisionalmente las
bolsas y los recipientes procedentes de los lugares de generación en espera de
su recogida y traslado hasta el almacén final. El Decreto 27/99, en su artículo 7,
punto 7.5, prohibe que los residuos se depositen en otro lugar que no sea la
zona de producción (en el mismo servicio) o bien en el almacén intermedio.
En el caso que no se disponga de este, hace falta delimitar un espacio
señalizado.

Es conveniente que este almacén intermedio tenga ventilación y que disponga


de un desagüe para el vaciado de líquidos, como las bolsas de orina u otros
recipientes de drenaje. Además, es preciso que las paredes sean de materiales
lisos, con un desagüe en el suelo y sin ángulos, con el fin de facilitar su
limpieza.

Sin embargo, no presenta problemas el hecho de almacenar las bolsas y los


recipientes de los residuos de los grupos II, III, y citotóxicos, dentro de sus
correspondientes envases, juntos en una misma estancia, ni tampoco en otras
estancias de uso diverso, como en espacios reservados en el almacén del
material de limpieza. Pero este almacenaje no se realizará nunca en zonas de
paso público (pasadizos, ascensores, etc.)

5.3 Traslado al almacén final


El Decreto 27/99 establece que, en general, el traslado de los residuos dentro
del centro sanitario tiene que realizarse atendiendo unos criterios de
responsabilidad, agilidad, rapidez, asepsia, inocuidad y seguridad. Los residuos

18
de forma que permitan su incineración completa

24
tienen que transportarse al almacén de residuos sanitarios del mismo centro
(almacenaje final) con una periodicidad máxima de 12 horas19.

Además, se recomienda que el traslado interno garantice en todo momento que


los residuos segregados en origen se transporten de tal forma que los
diferentes grupos (II, III y citotóxicos) se mantengan separados y, además, que
también se mantengan separados los residuos que serán objeto de recogida
selectiva: papel, vidrio, plástico, pilas, fluorescentes, etc.

Durante el transporte de los residuos al almacén final, se recomienda observar


éstas buenas prácticas:

¹ no arrastrar nunca las bolsas de residuos ni los recipientes por el suelo. Es


importante que las bolsas de los residuos del grupo II se cojan por la parte
superior y se mantengan alejadas del cuerpo, con el fin de evitar accidentes
con residuos cortantes y punzantes mal envasados

¹ hay que utilizar contenedores o medios de transporte dentro del centro


sanitario, sobre todo para el traslado de las bolsas y que éstos se ajusten a
criterios técnicos:

¹ capacidad máxima 3.000 litros


¹ facilidad de limpieza y desinfección
¹ ausencia total en su interior de elementos perforantes

¹ trasladar los recipientes convenientemente cerrados, garantizando que en


todo momento los residuos que contienen no queden al descubierto.
Cuando estén cerrados, no es imprescindible crear circuitos exclusivos20
para su traslado (por ejemplo, ascensores)

¹ destinar los carros, contenedores y otros elementos utilizados en el traslado


sólo para este uso. Asegurar que tengan un diseño que impida la caída de
los recipientes o de las bolsas durante el transporte y formatos con paredes
lisas y fáciles de limpiar. Conviene que se limpien periódicamente con
agua, jabón y lejía.

19
Esto representa que los recipientes pueden estar diversos días en el almacén
intermedio, mientras no estén totalmente llenos y siempre que no produzcan molestias.
Una vez llenos, deben trasladarse al almacén final, antes de 12 horas.
20
No obstante, si hay la posibilidad de utilizar circuitos diferenciados a los de los pacientes,
de los visitantes o de la comida, tienen que aprovecharse.

25
5.4 Almacenaje final
El Decreto 27/99 establece una diferenciación para el periodo de almacenaje
final de los residuos del grupo III y citotóxicos en función del tipo de centro
generador:

¹ para los centros hospitalarios el periodo máximo es de 72 horas,


prorrogable hasta una semana si el almacén final dispone de un sistema de
refrigeración adecuado

¹ para los centros sanitarios, servicios y establecimientos no hospitalarios


podrán almacenarse dentro del mismo centro, en función del volumen de
producción y de las características de los residuos, durante un periodo
máximo de un mes.

El lugar del almacenaje final de los residuos debe cumplir estas condiciones:

¹ ventilado
¹ espacioso
¹ bien iluminado
¹ debidamente señalizado
¹ acondicionado para poder realizar una desinfección y limpieza
¹ situado de manera que no pueda afectar los espacios vecinos.

El Decreto 27/99 también especifica que, debe poder cerrarse, debe tener fácil
acceso desde el exterior y estar protegido de la intemperie, así como de las
temperaturas elevadas y de los animales, y que el acceso esté restringido al
personal autorizado.

Por último, el Decreto 27/99, en su artículo 4, establece que los residuos del
grupo II pueden compactarse conjuntamente con los del grupo I; mientras que
los residuos del grupo III y los citotóxicos no pueden ser nunca objeto de
compactación.

5.5 Control y seguimiento de la generación de


los residuos
Llevar un control de la generación de los residuos y hacer un seguimiento de su
entrega a los gestores autorizados es indispensable para su correcta gestión.
Aunque esto se abordará en profundidad en el capítulo siguiente, hay que tener
presente que el Decreto 27/99 (artículo 11) indica que los centros generadores
de residuos sanitarios del grupo III y de citotóxicos deben tener y llevar al día el
Libro de registro del control de los residuos sanitarios, en el cual tiene que
constar:

26
¹ el nombre del centro generador
¹ el del gerente / director médico
¹ el del responsable de los residuos sanitarios del centro
¹ dirección
¹ municipio
¹ teléfono
¹ la empresa de transporte
¹ el tratador
¹ el suministrador de las bolsas y los recipientes
¹ observaciones

El libro contiene una serie de hojas para registrar la generación de residuos y


hacer el seguimiento de su entrega a los gestores autorizados.

Volumen de residuos generados Nombre y Espacio


Fecha Núm. de la Núm. de la
firma de la reservado
de ficha de hoja de
Grupo II Grupo III Citotóxicos aceptación persona para la
cesión seguimiento
responsable inspección

Observaciones

La Direcció General de Salut Pública facilitará a los centros sanitarios el libro


mencionado y éstos deberán tenerlo a disposición de los funcionarios y de las
autoridades competentes, los cuales podrán solicitar la información
complementaria que consideren oportuna.

Llevar al día el Libro de registro del control de residuos sanitarios es importante


para el centro sanitario, ya que es un documento de comprobación de que los
residuos han sido gestionados correctamente; es decir, que han sido
entregados a un gestor autorizado.

Este aspecto es importante si se tiene en cuenta que ante cualquier incidente


con los residuos, la responsabilidad última recae en el centro sanitario que los
ha generado y, concretamente, en el gerente o en el director gerente, como
responsable máximo de su gestión. En Catalunya, la Ley 6/93, de 15 de julio,
reguladora de los residuos, establece que el productor y su poseedor están
obligados a garantizar que los que generen o los posean sean gestionados de
manera correcta; es decir, de acuerdo con las prescripciones de la Ley y
mediante un gestor autorizado para esta función.

27
Cuadro 5.1 Resumen de la gestión intracentro del residuos de los grupos II, III y citotóxicos
Residuos Envasado Almacenaje intermedio Almacenaje final
Grupo II Bolsas reconocidas por la Direcció General de Salut Pública, En su soporte o en un contenedor En un contenedor con compactación
de un grueso mínimo de 55 micrómetros (galga 220), o sin.
resistentes a la rotura, de volumen no superior a 90 l, con el Máximo 12 horas
NIF del fabricante y el letrero "G II" (sólo hospitalaria) y de Máximo 72 horas
un color diferente a las utilizadas para las del G I

Grupo III Recipientes reconocidos por la Direcció General de Salut En los mismos recipientes En los mismos recipientes
Pública, rígidos, estancos, opacos a la vista, con resistencia Máximo 12 horas (una vez llenos) En centros hospitalarios, máximo
a la rotura, de asepsia total en el interior, ausencia en el 72 horas (prorrogable a una semana
exterior de elementos sólidos, punzantes y cortantes, si el almacén dispone de sistema de
preferentemente de material reciclado, volumen no superior refrigeración adecuado)
a 60 l, de cualquier color diferente al azul, con el indicativo
En centros, servicios y
"Residuos de riesgo"
establecimientos no hospitalarios,
dentro del centro en función del
volumen de producción y de las
características del residuo durante
un periodo máximo de un mes

Citotóxicos Recipientes reconocidos por la Dirección General de Salud En los mismos recipientes En los mismos recipientes
Pública, rígidos, estancos, opacos a la vista, con resistencia Máximo 12 horas (una vez llenos) En centros hospitalarios, máximo
a la rotura, de asepsia total en el interior, ausencia en el 72 horas (prorrogable a una semana
exterior de elementos sólidos, punzantes y cortantes, si el almacén dispone de sistema de
preferentemente de material reciclado, volumen no superior refrigeración adecuado)
a 60 l, de color azul, con el indicativo "Material contaminado
En centros servicios y
químicamente. Citotóxicos.", desechables, de polietileno,
establecimientos no hospitalarios,
poliestireno o polipropileno, y resistentes a los agentes
dentro del centro en función del
químicos y a los materiales perforantes
volumen de producción y de las
características del residuo durante
un periodo máximo de un mes

28
6. Elaboración de un
plan de gestión
Todos los centros sanitarios tienen que planificar las actuaciones relacionadas
con la gestión de sus residuos. Pero la elaboración de un plan de gestión
intracentro es una obligación sólo para los centros hospitalarios21, según lo
que dispone el artículo 10 del Decreto 27/99. Este plan tiene que estar a
disposición de la autoridad competente.

El Decreto 27/99 también especifica que en el plan tienen que constar, como
mínimo, estos puntos:

¹ el responsable del plan


¹ la especificación de los circuitos de clasificación, recogida y almacenaje
intracentro
¹ el programa de formación del personal implicado en la gestión de los
residuos sanitarios
¹ una previsión de medidas de minimización
¹ unas medidas de control y seguimiento del plan.

También es conveniente que la elaboración del plan de gestión no se


improvise. Por eso, la Guía incorpora una metodología organizativa para el
desarrollo correcto de la gestión, que incluye los requerimientos especificados
en el marco legal.

El plan de gestión tiene que diseñarse teniendo en cuenta que la gestión


escogida:

¹ no tiene que presentar complicaciones innecesarias y tiene que interferir, lo


menos posible, en las tareas propias de la actividad sanitaria, facilitando el
rigor y la continuidad en su implantación y cumplimiento

¹ no tiene que suponer inversiones o costes de operación inadecuados o


injustificados para el centro sanitario o para la sanidad catalana en su
conjunto.

21
No lo es para todos los centros sanitarios.

29
La elaboración de un plan de gestión ha de incluir estas fases:

Implicación de la gerencia

Creación de una comisión de residuos

Realización de una auditoría de


residuos

Selección de las alternativas de mejora

Redacción del plan

Formación del personal y preparación


de un protocolo interno

Puesta en marcha

Seguimiento y control

30
6.1 Implicación de la gerencia
Para que un plan de gestión de residuos en un centro sanitario tenga éxito y
funcione correctamente es indispensable que la gerencia: dé su apoyo, se
comprometa, consiga la colaboración del personal del centro y le haga saber su
compromiso con el plan.

Por otra parte, también es necesario que el personal directamente afectado se


sienta involucrado y comprometido, y que pueda percibir los beneficios directos
que puede esperar, básicamente, en la mejora de las condiciones de trabajo.

El artículo 17, punto 17.1, del Decreto 27/99 establece que la responsabilidad
de hacer cumplir la normativa, en lo referente a la clasificación, la recogida, el
almacenaje o la entrega de los residuos sanitarios al transportista, corresponde
al director gerente o al gerente. Además, éste, como responsable máximo del
centro, deberá:

¹ vigilar el cumplimiento de lo que dispone el Decreto 27/99, con respecto a la


gestión de los residuos
¹ informar al personal del centro de los posibles efectos perjudiciales que
pueden derivarse de los residuos y de las medidas aplicables para
impedirlos
¹ tomar las iniciativas y medidas para conseguir la gestión correcta de los
residuos generados
¹ transmitir a la administración pertinente la información y los datos que le
sean solicitados y garantizar su exactitud.

6.2 Comisión de residuos


Cuando la gerencia haya decidido realizar un plan, se recomienda formar una
comisión de residuos. En esta comisión hace falta que esté representado un
miembro de los diferentes colectivos implicados en la gestión intracentro de
residuos22: enfermería, servicios generales, medicina preventiva, comisión de
infecciones, mantenimiento, limpieza, etc.. Esta comisión, con el apoyo de la
gerencia, ordenará la gestión.

A efectos prácticos, es preciso que la gerencia escoja un responsable, entre


los miembros de esta comisión, que será el encargado de redactar, siguiendo
esta Guía, el plan de gestión de residuos para el centro sanitario.

22
Los servicios representados en esta comisión pueden variar, en función de la
organización del centro sanitario.

31
El responsable de esta labor tiene que ser una persona motivada para realizar
la función, tener los conocimientos necesarios para poder llevarla a cabo, y que
esté vinculada con los servicios implicados en la clasificación y segregación, en
origen de los residuos. Es fundamental que consiga que el personal afectado
se sienta coautor y responsable, y le dé apoyo y colaboración.

Las funciones del responsable del plan de residuos serán, principalmente:

¹ evaluar la situación actual


¹ priorizar las alternativas de mejora
¹ establecer unos objetivos
¹ preparar la formación del personal y un protocolo interno
¹ coordinar la puesta en marcha
¹ realizar el seguimiento y control.

6.3 Realización de una auditoría de residuos


Para evaluar la situación actual de la gestión intracentro de residuos en un
centro sanitario hay que hacer una auditoría de residuos que permita realizar
un reconocimiento exhaustivo de todos los aspectos que afecten a su gestión,
así como las necesidades de mejora.

Cada centro sanitario tendrá que establecer la forma de realizar la auditoría;


pero, en cualquier caso, ésta siempre implica:

¹ identificar los residuos que se generan por servicios. Esto comporta conocer
la cantidad, el lugar y la frecuencia de su generación, y es conveniente
también evaluar el volumen o las cantidades por grupos, aunque sea de
forma aproximada
¹ determinar qué criterios de clasificación, segregación en origen, recogida y
almacenaje se siguen actualmente
¹ determinar la cantidad de recipientes y de bolsas que se están utilizando
para la recogida de los diferentes grupos de residuos
¹ comprobar la idoneidad de los espacios destinados al almacenaje
intermedio de bolsas y recipientes, la frecuencia de recogida...
¹ identificar los circuitos que siguen o que podrían seguir los residuos hasta el
almacén final
¹ conocer las condiciones de entrega a los servicios municipales o a los
gestores autorizados
¹ determinar cuáles son los costes de su gestión, incluyendo los de personal,
los medios físicos utilizados y la gestión externa.

32
Por otra parte, la auditoría tiene que orientarse hacia la minimización de
los residuos, ayudando a replantear y mejorar la política de compras del
centro sanitario, orientándola hacia la reducción del consumo de algunos
productos y en la adquisición de productos más respetuosos con el medio
ambiente. 23. Con este propósito, durante la realización de la auditoría, el
responsable del plan tendrá que hacer un inventario de los productos que se
convierten en residuos y que podrían potencialmente ser minimizados.

La auditoría puede aprovecharse también para identificar inconvenientes y


carencias que afectan la gestión intracentro, como:

¹ confusiones más frecuentes del personal en el momento de hacer la


segregación de los residuos
¹ falta de información sobre los posibles riesgos de los diferentes grupos
¹ utilización de bolsas que no son las adecuadas
¹ acumulación excesiva de residuos en las bolsas o recipientes
¹ frecuencia inadecuada de cambio de bolsas o recipientes
¹ falta de interés o de motivación del personal para colaborar
¹ acumulación de bolsas y de recipientes en lugares poco adecuados
¹ manipulación innecesaria de las bolsas
¹ etc..

6.4 Selección de las alternativas de mejora


Cuando esté realizada la auditoría, el responsable de los residuos tendrá que
identificar las necesidades de mejora y las medidas a implantar, que tienen que
ser instrumentos concretos para:

¹ el cumplimiento correcto de la normativa de gestión de los residuos


¹ la mejora de la segregación en origen de los diferentes grupos en las
diferentes unidades
¹ la adecuación de los circuitos de gestión intracentro; el almacenaje, los
medios de transporte (contenedores, carros)

23
Hay que tener presente que aunque la legislación de residuos sanitarios no especifica
medidas concretas para la minimización, en el contexto general del marco legal de los
residuos en Catalunya, en el resto del Estado y en la Unión Europea, son prioritarias las
opciones de minimización que tienen como objetivo disminuir la cantidad de residuos
generados (en volumen o en peligrosidad). La minimización responde a un conjunto de
medidas a aplicar, que van desde una correcta gestión de compras, la aplicación de
determinadas buenas prácticas, la participación en la recogida selectiva para el fomento
del reciclaje y otras formas de valorización de los residuos fuera del centro sanitario. La
aplicación de estas medidas de minimización requiere, por parte del centro sanitario, un
planteamiento previo y un cambio de filosofía en su gestión de residuos. El Anexo 1
recoge las principales fracciones que se generan en un centro sanitario y que son
susceptibles de reciclaje.

33
¹ la inclusión de criterios ambientales en la política de compras para
determinados productos o de sus embalajes
¹ etc..

Todos estos aspectos y sus justificaciones es necesario que se recojan en un


informe del cual puedan extraerse fácilmente conclusiones, además hay que
valorar los gastos o inversiones económicas necesarias en cada caso.

6.5 Redacción del plan


Cuando se hayan extraído las conclusiones referentes al estado de la gestión
actual, cuando se hayan identificado las medidas de mejora y se haya
establecido una priorización, hay que redactar un plan que ayude a adecuar la
gestión, de acuerdo con la normativa vigente.

Como una parte del plan, se harán unas fichas que recogerán los datos
siguientes:

Grupo (II, III o IV) Unidad


Caracterización Describir los residuos que lo integran: apósitos, gasas, bolsas
de orina vacías, jeringas, empapadores, etc..

Lugar donde se generan Indicar la estancia y si es muy grande, hay que señalar donde
están depositadas las bolsas y los recipientes

Cantidad y frecuencia Especificar las cantidades que se generan (puede hacerse en


volumen), al día, a la semana, etc.

Envasado Describir el tipo, el material y la capacidad de las bolsas o


recipientes que hace falta utilizar, quien las suministra, con qué
frecuencia deben cambiarse y con qué criterios, etc.

Almacenaje intermedio Especificar dónde está situado cada uno de los puntos de
almacenaje intermedio y cuáles son sus condiciones (espacio,
facilidad de limpieza, ventilación, etc.)

Transporte interno y circuitos seguidos Describir los medios que se tienen que utilizar y el personal
encargado (enfermería o limpieza)

También es preciso que el plan dé información referente al almacenaje final de


los residuos y de su gestión externa.

Grupo de residuos
Describir las condiciones en que tienen que
almacenarse los residuos, antes de ser entregados
Almacenaje final
a los servicios municipales o a los gestores
autorizados

34
Especificar las cantidades que se generan (en peso
Cantidades generadas o volumen) por semanas
Indicar las referencias de los gestores, la frecuencia
Gestor24
de recogida, etc..

Entre los objetivos principales del plan de gestión está el de completar el


esfuerzo de normalización, especialmente en la denominación y la definición de
los diferentes grupos de residuos, según queda recogido en el Decreto 27/99 y,
en general, para todos los criterios de gestión intracentro como: la clasificación,
la segregación en origen, los circuitos de recogida y de almacenaje.

En el plan se han de evitar las ambigüedades o la multiplicidad de criterios,


ya que generan desmotivación, confusión y errores entre el personal del centro
sanitario. Por eso es necesario, establecer objetivos orientados a:

¹ clasificar y segregar correctamente los residuos, sobre todo aquéllos que


pertenecen al grupo III y a los citotóxicos, ya que su gestión externa tiene
un coste económico más elevado que el resto
¹ establecer buenas prácticas para la prevención de riesgos en la
manipulación, el transporte y el almacenaje de las bolsas y de los
recipientes
¹ prever medidas de minimización y fomentar la recogida selectiva de las
fracciones valorizables (principalmente papel y cartón).

6.6 Formación del personal y preparación de un


protocolo interno
La participación del personal de enfermería y de limpieza es la clave principal
para la gestión correcta de los residuos en un centro sanitario, para que el plan
de residuos tenga éxito y se alcancen los objetivos propuestos.

Por esta razón, es fundamental la formación del personal del centro, en


especial el de enfermería y el de limpieza, que son los pilares básicos para
llevar a cabo una segregación y gestión de los residuos correcta.

Es importante considerar que no se trata solamente de informar, sino de formar


al personal mediante un proceso de formación continuada25, que puede

24
En la auditoría se han de identificar los gastos de recogida y tratamiento,
correspondientes a los servicios municipales o a los gestores autorizados.
25
En muchas ocasiones es más efectiva una formación de proximidad; es decir, hay que
darla directamente a cada uno de los servicios implicados o a sus responsables, que no
una formación generalizada e impersonal, a través de conferencias o carteles.

35
incluir una revisión general de las normas de seguridad laboral26. De todos
modos, transmitir la idea que los cambios propuestos pretenden facilitar y hacer
más seguro y agradable el trabajo de las personas implicadas y que, al mismo
tiempo, también comportan mejoras, desde los puntos de vista económico y
medioambiental, son puntos clave.

Como que es necesaria la colaboración de los diferentes colectivos implicados,


hay que prever cómo se ha de informar al personal27 sobre el plan de gestión.

Las principales medidas tienen que recogerse en un protocolo interno, para


darlo a conocer a todo el personal del centro; pero, muy especialmente, entre el
de enfermería y el de limpieza. El protocolo, entre otros, incluirá los aspectos
siguientes:

¹ clasificación de los residuos, que sea válida para todos los servicios del
centro
¹ segregación de los residuos de cada servicio
¹ tipo de bolsas y recipientes que hay que utilizar para cada grupo
¹ frecuencia de cambio de las bolsas y recipientes
¹ almacenes intermedios, circuitos y almacén final
¹ nombre del responsable de los residuos.

6.7 Puesta en marcha


Éste es un de los momentos más importantes del nuevo plan de gestión y
requiere un esfuerzo de coordinación notable, a fin de que todo funcione según
las previsiones. Entre los aspectos que hace falta coordinar se encuentran
éstos:

¹ asegurarse que todo el personal implicado (principalmente, el de enfermería


y el de limpieza) ha sido informado del contenido del plan, especialmente
sobre los criterios de segregación de los residuos y de los circuitos que
hace falta seguir, hasta el almacén final

¹ vigilar que no falten los medios necesarios (bolsas y recipientes) y que


estén en los lugares adecuados

¹ controlar, sobre todo al principio, la segregación correcta en origen, con el


fin de corregir a tiempo los errores

26
El Anexo 2 recoge recomendaciones prácticas para la prevención de riesgos en la
manipulación de los residuos.
27
Para informar al personal, hay que tener presente los diferentes turnos y las posibles
sustituciones.

36
¹ identificar los lugares de almacenaje intermedio

¹ establecer los circuitos internos para el traslado de los residuos.

6.8 Seguimiento y control


Hay que realizar un seguimiento y un control permanentes del plan, con el
propósito de medir sus resultados, para asegurar que se alcanzan los objetivos
previstos e introducir a tiempo los cambios que se consideren necesarios.

Con este propósito, se aconseja mantener un contacto y un diálogo


permanente con los servicios que generan residuos, con el personal encargado
de la recogida y con los gestores.

El control para evaluar el éxito de las medidas establecidas incluirá la


realización de:

¹ inspecciones a los servicios en que se hayan introducido cambios o


mejoras, para asegurar que se hace la segregación correcta y que se
siguen los circuitos establecidos, etc..

¹ medida de la generación de residuos, sobre todo del grupo III y de los


citotóxicos (por unidades o servicios), para analizar las posibles
desviaciones

¹ otros.

Para realizar el seguimiento, hay que reflejar la generación en hojas de registro


por grupo de residuos, principalmente para el grupo III y para los citotóxicos.
Estas hojas pueden tener el formato siguiente:

Tipo de
Servicio Fecha de entrega Cantidad28
residuo
1
2
3
4

28
Hay que registrar el peso de los recipientes, no solamente por controlar la generación,
sino también para controlar que los recipientes se llenen adecuadamente.

37
7. Gestión extracentro
La gestión de los residuos fuera de los centros sanitarios incluye: la recogida, el
transporte y la disposición (el tratamiento en las instalaciones
correspondientes: municipales o específicas). A fin de que estas operaciones
sean correctas es necesaria la colaboración de los productores de residuos, en
este caso los de los centros sanitarios, con los servicios municipales y los
gestores autorizados de residuos.

Hay que recordar que, en general, la gestión externa y, concretamente, las


alternativas de disposición se definen en función de los riesgos asociados a los
diferentes grupos de residuos y que, por lo tanto, condicionan la segregación
en origen y el tipo de bolsas y recipientes que se utilizan.

Por estas razones, hay que explicar los aspectos más importantes de la gestión
externa, ya que conocer y entender la gestión de los residuos en el exterior de
los centros sanitarios es importante para plantear la gestión intracentro desde
una perspectiva coherente.

7.1 Transporte exterior


La carga de residuos en los camiones de transporte, independientemente del
grupo en cuestión, tiene que realizarse en condiciones de seguridad e higiene,
con los medios y espacios necesarios, y con la preservación del medio
ambiente y la salud de las personas. Para que eso sea posible, hará falta
aplicar las recomendaciones para el almacenaje final que aparecen en esta
Guía.

Como que los residuos de los grupos I y II se consideran municipales y


asimilables a municipales, respectivamente, no está justificado que para uno de
los dos grupos se dispongan requerimientos más estrictos que para el otro, en
su gestión fuera del centro sanitario.

Así pues, tal como ya se ha expuesto anteriormente y según se especifica en el


Decreto 27/99, los residuos sanitarios del grupo II pueden ser compactados,
conjuntamente o por separado, con los del grupo I. Independientemente de si
se compactan juntos, los dos grupos son municipales y asimilables a
municipales; por lo tanto, pueden ser gestionados conjuntamente fuera del
centro sanitario y eso implica que pueden entregarse a un mismo transportista
y ser transportados en las mismas condiciones y a un mismo destino.

38
En lo que concierne a los residuos del grupo III y citotóxicos, hay que tener
en cuenta que:

¹ no pueden ser nunca objeto de compactación

¹ no pueden juntarse, ya que cada uno requiere un tratamiento


específico; por esta razón es preciso que los recipientes del uno y del
otro se mantengan bien diferenciados.

Sin embargo, el hecho que los recipientes de los residuos del grupo III y los
citotóxicos se transporten conjuntamente en el mismo vehículo no representa
ningún problema. Las empresas encargadas de éste transporte (personas
físicas o jurídicas, según lo especifica el Decreto 27/99) tienen que estar
autorizadas por la Junta de Residus y estar inscritas en el Registro de
transportistas de residuos.

7.1.1 Transportistas y vehículos de transporte


La Junta de Residus envía periódicamente el listado de transportistas
autorizados de residuos sanitarios a la Direcció General de Salut Pública.

Los vehículos de transporte de los residuos del grupo III y de los citotóxicos
tienen que cumplir una serie de prescripciones técnicas, especificadas en el
Decreto 27/99, que son éstas:

¹ el espacio de la carga tiene que ser impermeable al agua y estar delimitado


por superficies lisas, lavables y de fácil desinfección

¹ su estructura y el cierre tienen que impedir el derramamiento de su


contenido

¹ tienen que disponer de recipientes y utensilios para la recogida de residuos,


en caso de una rotura accidental, y del anagrama identificativo
correspondiente a los residuos del grupo III y de los citotóxicos

¹ en caso de realizar transportes con un recorrido superior a las 72 horas,


tienen que estar refrigerados y mantener los residuos a temperaturas no
superiores a 4 ºC.

Aunque las empresas de transporte estén autorizadas por la Junta de Residus,


cada vehículo debe disponer de:

¹ certificado de inspección técnica del vehículo (ITV)


¹ tarjeta de transporte
¹ homologación como transporte de mercancías peligrosas para carretera
(TPC).

39
El Decreto 27/99 también establece que, en caso de siniestro o accidente
durante el transporte, que haya ocasionado la pérdida o vertido de los residuos
sanitarios específicos o de riesgo, el transportista tendrá que comunicarlo
inmediatamente a la Junta de Residus29 y al Centro de Coordinación Operativa
de Catalunya (CECAT).

7.2 Disposición
Los residuos del grupo II deben gestionarse en las mismas instalaciones de
disposición de rechazo que los residuos municipales.

La gestión de los residuos del grupo III y los citotóxicos tiene que atenerse a
criterios de inocuidad y asepsia, con el fin de garantizar en todo momento la
eliminación de los gérmenes patógenos y los contaminantes químicos.

Para el tratamiento de los residuos del grupo III hay diversas tecnologías
contrastadas técnicamente y que funcionan en otros países o comunidades
autónomas del Estado. Sin embargo, las tecnologías más extendidas,
reconocidas y utilizadas son la incineración y la esterilización.

En Catalunya, el marco legal especifica que los residuos sanitarios pueden


tratarse mediante la incineración o la esterilización30. Ante los numerosos
inconvenientes que suponen las instalaciones de incineración, el tratamiento de
los residuos sanitarios del grupo III se realiza mediante esterilización31 por
vapor caliente a presión, en autoclave. Este proceso, con el fin de garantizar
un tratamiento correcto, tiene que seguir el esquema siguiente:

¹ cuando los residuos han entrado en la cámara de esterilización, se hace el


vacío por evacuación, en dos fases. Así se extrae el aire contenido en los
recipientes de los residuos, provocando su ruptura

¹ a continuación, se introduce vapor de agua saturado a presión, que tiene


que llegar al interior de los recipientes a fin de que se esterilicen

¹ acabadas las fases de esterilización, se procede a la trituración de los


recipientes, con los residuos en el interior, para desestructurarlos.

Cuando se haya realizado el proceso de esterilización, se debe garantizar que


se han eliminado todos los organismos vivos presentes en los residuos y que,
una vez triturados, estos residuos pasan a ser asimilables a municipales; es

29
*Junta de Residuos Tel 93 567 33 00
*Centro de Emergencias de Catalunya Tel. 93 586 79 79
30
Catálogo de residuos de Catalunya
31
El Decreto 27/99 también especifica que podrá utilizarse otra vía de gestión, siempre que
esté de acuerdo con las prescripciones del Catálogo de residuos de Catalunya

40
decir, pueden ser gestionados en las mismas instalaciones de disposición de
rechazo.

En los casos de una producción pequeña y esporádica de residuos cortantes y


punzantes, el Decreto establece que podrán tratarse mediante la esterilización
por electrodifusión32 en el mismo centro y, después, podrán gestionarse como
residuos municipales. Sin embargo, este tratamiento no es factible en los
centros hospitalarios.

Los residuos citotóxicos se incinerarán en instalaciones de residuos


especiales. Esta operación comporta la necesidad que el horno llegue a
temperaturas de 1.100ºC y que disponga de filtros especiales para la limpieza
de los gases.

32
Este sistema tendrá que ser reconocido previamente por la Direcció General de Salut
Pública

41
Esquema de la gestión extracentro de los residuos sanitarios

Residuos Transporte Tratamiento

Plantas de reciclaje
Grupo I

Incinerador de R.M.

Grupo II
Vertedero de R.M.

Grupo III

Planta de esterilización

Citotóxicos

Incineración de
42 residuos especiales
8. Circuito de control
administrativo
La gestión de los residuos generados por los centros sanitarios requiere
determinados trámites administrativos establecidos por el marco legal vigente.
Estos trámites se formalizan en elementos de documentación y forman un
circuito administrativo para el control de los residuos.

8.1 Documentos de control administrativo


El Decreto 27/99 establece en su artículo 14 que los responsables de la gestión
y transporte externo de residuos sanitarios del grupo III y citotóxicos tienen que
formalizar y utilizar la documentación de control vigente en la normativa de
residuos.

Estos documentos administrativos son herramientas eficaces para el control de


los residuos. Además, bien gestionados, representan una garantía importante
de que la gestión de los residuos se realiza de forma respetuosa con la salud
pública y con el medio ambiente, y son un elemento indispensable para la
planificación de nuevas infraestructuras.

Los documentos de control administrativo son:

¹ Declaración de productor de residuos sanitarios. La debe rellenar el


centro sanitario y su representante expone que tiene conocimiento del
contenido de la legislación vigente, en materia de residuos sanitarios, y
pide que el centro sea dado de alta en el Registro de Productores de
Residuos Sanitarios de la Junta de Residus.

¹ Ficha de aceptación de residuos sanitarios. La debe rellenar el centro


sanitario y el tratador, y refleja el acuerdo entre el productor o el
poseedor de un determinado tipo de residuo y la empresa que tiene que
tratarlo. La responsabilidad de la formalización de este documento está
compartida entre el productor o poseedor y la empresa gestora bajo la
supervisión de la Junta de Residus.

¹ Hoja de seguimiento de residuos sanitarios. La debe rellenar el


centro sanitario, el transportista y el tratador. Ya formalizada, acredita la

43
entrega de un residuo del productor o poseedor al transportista que la
llevará hasta un gestor. Contiene la información relativa al grupo y la
cantidad del residuo, el día de retirada, el origen, el destino y las
precauciones que hace falta adoptar para su transporte y las que hacen
falta en caso de accidente.

¹ Hoja de seguimiento itinerante. Ya formalizada, es alternativa a la hoja


de seguimiento y acredita la entrega de los residuos procedentes de
diferentes productores o poseedores al transportista, el cual los llevará
hasta un mismo gestor. Tiene que constar: la fecha de recogida, el
nombre del transportista, los grupos y las cantidades de los residuos.

¹ Libro de registro del control de residuos sanitarios. Lo facilita la


Direcció General de Salut Pública y los centros sanitarios lo han de
rellenar y llevar al día. Recoge la información referente a la fecha de
cesión, el volumen de residuos generados (grupo III y citotóxicos), el
número de la ficha de aceptación, de la hoja de seguimiento y la firma
del responsable del centro.

8.2 Circuito administrativo


El circuito administrativo comprende los diferentes trámites que tienen que
seguir los productores de residuos sanitarios, con el fin de cumplir con la
legislación vigente.

El circuito administrativo de un centro


sanitario, comprende estos pasos:
¹ darse de alta como productor de residuos
sanitarios, en la Junta de Residuos
¹ escoger un gestor autorizado de residuos
(grupo III y citotóxicos) y formalizar la ficha
de aceptación
¹ solicitar en la Direcció General de Salut
Pública el Libro de registro del control de
los residuos sanitarios.

El centro sanitario, una vez ha entregado los


residuos, ha de:
¹ rellenar el Libro de registro de control de
los residuos sanitarios
¹ conservar dos copias de la hoja de
seguimiento
¹ elaborar el resumen anual del control de la
generación.

44
8.3 Control de las operaciones intracentro
La inspección y el control de las actividades de clasificación, recogida,
transporte y almacenaje intracentro de residuos sanitarios corresponde al
Departament de Sanitat i Seguretat Social, sin perjuicio de las competencias
que en materia de sanidad animal ejerce el Departament d’Agricultura
Ramaderia i Pesca, y en materia ambiental ejercen el Departament de Medi
Ambient i la Junta de Residus.

Como ya se ha comentado antes, los centros generadores de residuos


sanitarios del grupo III y citotóxicos tienen que tener y llevar al día el Libro de
registro del control de los residuos sanitarios que facilitará la Direcció
General de Salut Pública y que estará a disposición de los funcionarios y las
autoridades competentes. Además, tienen que enviar el primer trimestre de
cada año un resumen escrito del volumen de estos residuos generados
durante el año anterior, a la Direcció General de Salut Pública.

45
Cuadro 8.1 Ejemplo de cuadro del resumen anual del control de la
generación
Resumen anual del control de la generación
Núm. de productor:
Nombre del centro generador:
Gerente/director médico:
Responsable de los residuos sanitarios del centro:
Núm. de camas:
Dirección:
Municipio:
Empresa de transporte:
Tratador:
Suministrador de bolsas Grupo II:
Suministrador de recipientes Grupo III:
Núm. del libro de registro del control de residuos sanitarios:

VOLUMEN de los RESIDUOS SANITARIOS GENERADOS, en litros


Año:
(*)
Mes Grupo II Grupo III Citotóxicos

ENERO
FEBRERO
MARZO
ABRIL
MAYO
JUNIO
JULIO

AGOSTO
SEPTIEMBRE

OCTUBRE
NOVIEMBRE
DICIEMBRE
TOTAL
(*) Indicando las unidades y el volumen

46
9. Glosario
Dentro del ámbito de la gestión de los residuos se utilizan términos que podrían
ser objeto de diversas interpretaciones y con el propósito de facilitar la
comprensión de la Guía, se ha preparado este glosario:

Vertedero: lugar dónde se descargan y dejan residuos, como basuras,


escombros, etc.. En el contexto de esta Guía, se hace referencia siempre a
vertedero controlado, que se caracteriza por tener fijadas las entradas que
puede admitir y llevar el registro; por evitar la entrada de aguas pluviales; por
recoger los lixiviados, y por controlar los gases que se forman. Periódicamente,
se cubren, normalmente con tierra, los residuos que se vierten, y después se
compactan.

Aguas residuales: son las que han sido utilizadas, procedentes de viviendas,
instalaciones comerciales, industriales, sanitarias, comunitarias o públicas, y
que se vierten, a veces, junto con las de otra procedencia, en los sistemas
comunitarios de saneamiento o en los cauces públicos.

Autoclave de residuos: aparato utilizado para la esterilización de residuos


sanitarios, la cual se obtiene a partir del calor húmedo que se consigue
haciendo hervir el agua dentro de un depósito cerrado a una presión superior a
la atmosférica.

Contenedor: son medios utilizados para acumular y trasladar dentro del centro
sanitario los diferentes tipos de envases que se utilizan.

Desechería: instalación de recepción y almacenaje selectivos de residuos


municipales que no son objeto de recogida domiciliaria (no se aceptan residuos
sanitarios del grupo III ni citotóxicos).

Disposición de residuos: vertido controlado o incineración de residuos, con


recuperación de energía o sin ella.

Envase: recipiente en el cual se acumulan los residuos, en contacto directo


con él. Puede tratarse tanto de una bolsa como de un recipiente de plástico
rígido.

Ficha de aceptación: documento contractual que refleja el acuerdo entre el


productor o poseedor de un tipo determinado de residuo y el tratador que tiene
que gestionarlo.

47
Hoja de seguimiento: documento normalizado que acredita la entrega de un
residuo del productor o poseedor al transportista que lo llevará hasta un gestor,
y que contiene información relativa al tipo y cantidad de residuo, forma de
retirarlo (bidón, recipiente, etc.), precauciones que hace falta adoptar para el
transporte y, en caso de accidente, el origen y destino, etc..

Gestión de residuos: conjunto de actividades que comprende la recogida, el


transporte, el almacenaje, la valorización, la disposición del rechazo y la
comercialización de los residuos.

Gestor autorizado: persona física o jurídica autorizada, por la Junta de


Residus, que tiene que realizar las actividades siguientes: recogida, transporte,
almacenaje, valorización, disposición o comercialización de residuos.

Incineración: tratamiento térmico con el que se reducen los residuos a través


de una combustión controlada a temperatura elevada (900ºC o más).
*NOTA: la incineración no elimina los residuos, sino que los transforma. Las materias
inertes (cenizas o escorias) y los gases continúan siendo materias inaprovechables
que también tienen que verterse en algún lugar, ya sea en un vertedero (en el caso de
las cenizas), o en la atmósfera (en el caso de los gases).

Límite de emisión: nivel que, de acuerdo con la legislación, no tiene que


superarse.

Minimización: conjunto de medidas organizativas, operativas y tecnológicas


necesarias para disminuir la cantidad o peligrosidad de los residuos y
emisiones generados en un proceso productivo, mediante su reducción y su
reciclaje en origen.

Rechazo: residuo o fracción de los residuos que no es valorizable, es decir,


que no puede ser reciclado, regenerado, reutilizado o recuperado.

Reciclaje: opción de valorización consistente en reutilizar un residuo en un


proceso con una función análoga.

Reducción en origen: disminución del volumen o la peligrosidad de los


residuos generados en una operación, mediante prácticas adecuadas o la
modificación de las operaciones que implican el uso de tecnologías más limpias
o de equipos más eficientes, la sustitución de reactivos o la modificación de la
composición de los productos.

Residuo: sustancias u objetos, de los cuales su generador o poseedor se ha


desprendido o tiene la intención u obligación de desprenderse.

Residuo especial: es el que, por sus características físicas, químicas o


biológicas, tóxicas o peligrosas, o debido a su grado de concentración, requiere
un tratamiento específico y un control periódico con el fin de evitar sus efectos
potencialmente nocivos para la salud o para el medio, que presente las
características de peligrosidad descritas en la Directiva 91/689/CEE o el Real
decreto 952/97.

48
Residuos municipales: son los procedentes de las actividades domésticas, de
comercios, oficinas o servicios, o que por su naturaleza o composición, son
asimilables a un residuo doméstico.

Residuos sanitarios: son sustancias u objetos generados en actividades


sanitarias y que sus poseedores o productores se desprenden o tienen la
obligación de desprenderse.
*NOTA: los residuos sanitarios pueden ser sin riesgo o inespecíficos, o de
riesgo o específicos.

¹ Residuos sanitarios sin riesgo o inespecíficos:


Grupo I: residuos municipales producidos en centros o establecimientos de
atención a la salud y no derivados de una actividad sanitaria.
*NOTA: son residuos inertes, no especiales, como: cartón, papel, material
de oficinas y despachos, cocinas, bares, comedores, talleres, jardinería, etc.

Grupo II: residuos inertes, no especiales, generados en el ejercicio de


actividades sanitarias que no plantean exigencias especiales en su gestión
extracentro.
*NOTA: incluyen material de curas, yesos, ropas y material desechables
manchados con sangre, secreciones o excreciones, así como otros no
englobados dentro de los residuos sanitarios de riesgo.

¹ Residuos sanitarios de riesgo o específicos:


Grupo III: residuos especiales, con los cuales tienen que adoptarse
medidas de prevención en la recogida, el almacenaje, el transporte y la
disposición del rechazo, tanto dentro como fuera del centro generador, ya
que pueden representar un riesgo para la salud laboral y pública.

Grupo IV: residuos especiales no incluidos en el grupo III y los residuos


citotóxicos, como los compuestos por restos de medicamentos citotóxicos y
todo el material que está en contacto con ellos que presente propiedades
cancerígenas, mutagénicas y teratogénicas.
*NOTA: estos residuos están sujetos a requerimientos especiales desde el
punto de vista higiénico y medioambiental, tanto dentro como fuera del
centro generador, para su gestión.

Residuo radiactivo: el que presenta trazas de radioactividad en


concentraciones superiores a los valores límite establecidos.

Reutilización: opción de valorización consistente en utilizar de nuevo un


residuo en su forma original para el mismo o diferente uso.

Irritantes: son sustancias y preparados no corrosivos que, por contacto con la


piel o las mucosas, pueden provocar una reacción inflamatoria.

49
Nocivos: son sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea en pequeñas cantidades tienen un riesgo limitado para la
salud.

Tóxicos y muy tóxicos: son sustancias y preparados que, por inhalación,


ingestión o penetración cutánea en pequeñas o muy pequeñas cantidades,
pueden provocar efectos agudos, crónicos o, incluso, letales.

Tóxicos para la reproducción: son sustancias o preparados que, por


inhalación o penetración cutánea, pueden producir efectos negativos no
hereditarios en la descendencia, o aumentar la frecuencia, o afectar de manera
negativa la función o la capacidad reproductora masculina o femenina.
*NOTA: se incluyen las sustancias y los preparados que pueden tener efectos
teratogénicos.

Valorización: es un conjunto de operaciones que tienen por objetivo que un


residuo vuelva a ser utilizado, totalmente o parcialmente.

Valorización energética: es una operación de aprovechamiento del poder


calórico de un residuo, cuando es asimilable al de un combustible, y el balance
ambiental y energético es favorable.

50
10. Direcciones y
bibliografía
Direcciones:

¹ Programa de Gestió Intracentre de Residus Sanitaris


Direcció General de Salut Pública
Departament de Sanitat i Seguretat Social
Travessera de las Corts, 131-159
Pavelló Ave Maria
08028 Barcelona
Tel 93 227 29 00

¹ Junta de Residus
Departament de Medi Ambient
c/ Dr. Roux, 80
08017 Barcelona
Tel 93 567 33 00
http://www.junres.es

¹ Centro de Emergencias de Catalunya


Tel 93 586 79 79

Bibliografía

¹ Abwasser aves Krankenhäusern: Shadstoffe; Vorkommen und


Möglichkeiten zur Verminderung
K. Kümmerer, Umweltschutz in Krankenhäusern, Symposium, Juni 1994

¹ An Ounce of Prevention, Waste Reduction Strategies for Health Care


Facilities
American Society of Healthcare Environmental Services of the American
Hospital Association

¹ Decreto 27/1999, de 9 de febrero, de la gestión de los residuos sanitarios


DOGC 2808 – 16.2.99

¹ Diccionari de gestió ambiental


Termcat. Enciclopèdia Catalana

51
¹ Guía de gestió intracentre de residus sanitaris
Departament de Sanitat i Seguretat Social.
Direcció General de Salut Pública, con la colaboración del Institut Cerdà
Barcelona, 1994

¹ Guía de gestió de residus químics en centres sanitaris


Departament de Sanitat i Seguretat Social. Generalitat de Catalunya
Direcció General de Salut Pública. Barcelona, 1998

¹ Manual de bioseguridad en el laboratorio (2 ª edición)


Organización Mundial de la Salud. Ginebra, 1994

¹ Proyecto MINHOS
Institut Cerdà

¹ Proyecto CLINHOS
Institut Cerdà

¹ Writing a Wasate Reduction Plan for Health Care Organizations


University of Tennessee, Center for Industrial Services

52
Anexo 1: Recogida selectiva en
los centros sanitarios

Durante las últimas décadas se ha producido un considerable aumento del uso


de objetos, productos y materiales desechables en todos los ámbitos de la
sociedad y también en los centros sanitarios. Este hecho ha representado un
incremento importante de la cantidad de residuos generada.

Con el objetivo de reducir la cantidad de residuos que acaban en las


incineradoras y en los vertederos, hay que participar en los sistemas de
recogida selectiva, a través del sistema municipal o bien con un gestor
autorizado, ya que determinados materiales poseen un gran potencial de
reciclaje y así puede contribuirse al ahorro de recursos y en el cierre de los
circuitos de los materiales.

Muchos residuos del grupo I que se producen en un centro sanitario pueden


ser objeto de recogida selectiva, al margen de los residuos químicos33 que
tienen que gestionarse como tales. Entre estos residuos que ofrecen un
potencial elevado de reciclaje se encuentran las fracciones siguientes:

2 materia orgánica, que procede de los restos de la preparación de


alimentos en la cocina - sobre todo vegetales crudos -, restos de la
comida elaborada y de la poda de jardines: hierbas, ramas, césped,
flores, hojas, etc. La cantidad producida de estos residuos varía
considerablemente, en función de los servicios de restauración del centro
y de la superficie de zonas con jardín que dispone.

2 papel y cartón, el papel procede principalmente de las áreas


administrativas, aunque una parte importante tiene una producción más
difundida y está constituida por diarios, revistas y otras publicaciones, que
hay en las habitaciones, salas de espera, zonas de descanso del personal
sanitario, etc. Por otra parte, el cartón se produce en grandes cantidades
en los almacenes de fungibles.

2 plásticos, pueden producirse en puntos muy diversos; pero, sin duda,


donde se generan en mayor cantidad es en el almacén de abastecimiento
de cocina y limpieza. Básicamente, son residuos que proceden de los
envases, ya sea en forma de lámina (bolsas, retráctil, etc.) o rígidos
(botellas, tarros, garrafas, etc.). Los principales tipos de plásticos que se
producen son: polietileno de alta y de baja densidad (PEAD y PEBD),

33
Guía de gestió de residus químics en centres sanitaris

53
polipropileno (PP), policloruro de vinilo (PCV) y polietilentereftalato (PET)
Los envases plásticos no representan un porcentaje importante de los
residuos en lo que concierne al peso total; pero sí por su volumen, debido
a su baja densidad.

2 vidrio, se genera principalmente en los comedores, cafeterías, bares,


restaurantes y procede de los envases de bebidas. También se producen
cantidades de vidrio importantes en algunos servicios sanitarios,
procedentes de las botellas de suero.

2 metales, estos residuos pueden ser férricos (latón y acero) o no


(principalmente aluminio); proceden de latas de bebidas, de alimentos o
de utensilios fuera de uso.

2 voluminosos, son residuos que, como su nombre indica, se caracterizan


por su tamaño. Los más frecuentes son: colchones, mobiliario (sillas,
sofás, mesas, etc.), televisores, ordenadores, electrodomésticos,
impresoras, etc. Por su tamaño, muchas veces plantean verdaderos
problemas de gestión.

2 textiles, son principalmente: sábanas, toallas, mantas, manteles,


servilletas.

El destino final de estos residuos, una vez recogidos selectivamente y


entregados a los gestores privados o a los servicios municipales, es su
reciclaje, que es la utilización del material contenido en los residuos en un
proceso de producción, como materia primera, para la fabricación de nuevos
productos con contenido reciclado. Esto permite que los materiales obtenidos
de los residuos se integren en un proceso industrial y se cierre el ciclo de los
materiales ahorrando recursos (primeras materias vírgenes).

No obstante, el reciclaje de los materiales es un elemento más en la gestión de


residuos, pero no es un fin en sí mismo: tiene unos límites cuantitativos y
cualitativos, a partir de los cuales todos los esfuerzos para aprovechar los
materiales de los residuos no son ambientalmente ni económicamente viables.

A continuación, se exponen determinados aspectos de los diferentes procesos


de reciclaje para materiales, que son interesantes de conocer:

• el reciclaje de papel y cartón tiene importantes beneficios ambientales, en


relación a la fabricación de papel nuevo, ya que supone disminuciones:
♦ del consumo de agua y de energía
♦ de la necesidad de fibras vegetales
♦ de la contaminación atmosférica y del agua.

Además, es un aspecto estratégico para la industria papelera estatal, ya


que permite poner a su alcance materias secundarias (papel y cartón) de
buena calidad y a un precio competitivo frente a las importaciones. El papel
usado se utiliza para la fabricación de otros tipos de papel: el de prensa, el

54
higiénico, el de escritura; mientras que el cartón se utiliza mayoritariamente
para la fabricación de cajas.

• el reciclaje del vidrio tiene importantes beneficios ambientales en relación


a la fabricación del vidrio nuevo, ya que representa:
♦ una disminución del consumo de agua y de energía
♦ un ahorro de recursos naturales que hace disminuir el consumo de
materias primeras
♦ una disminución de la contaminación atmosférica y la del agua.

Esto es especialmente interesante, ya que supone un ahorro energético y


económico en los procesos de fabricación de vidrio, que es un elemento
100% reciclable, por el hecho que mantiene sus propiedades y calidad, y se
utiliza, generalmente, para la fabricación de nuevos envases; pero se han
identificado más de 75 alternativas de aprovechamiento del vidrio
recuperado: drenajes, árido de asfalto, pinturas reflectoras, etc..

• el reciclaje de envases ligeros, principalmente de plástico, pero también


de brics y latas, tiene importantes beneficios ambientales ya que presenta:
♦ disminución del consumo de agua y de energía
♦ ahorro de recursos naturales y disminución del consumo de materias
primeras
♦ disminución de la contaminación atmosférica y la del agua.

Estos envases (latas, plásticos, aluminio, tetrabrics) antes de reciclarlos


hace falta separarlos por fracciones en las plantas de selección. Estas
fracciones se integran en el reciclaje con los otros materiales o en la
valorización energética.

• el reciclaje de la materia orgánica comporta importantes beneficios


ambientales, ya que representa una disminución de las emisiones de los
gases responsables del efecto invernadero. El reciclaje de la materia
orgánica se realiza en las plantas de compostaje, donde se tratan los restos
procedentes de la alimentación o de las podas de jardinería. Se utiliza para
la fabricación de compostajes.

• el reciclaje de plásticos presenta importantes beneficios ambientales, ya


que disminuye la contaminación atmosférica, la del agua y la del suelo. Sin
embargo, este proceso requiere una clasificación previa según el tipo de
resina: PP, PET, PVC, PEAD, PEBD, etc., hecho que encarece el proceso.
Esta clasificación se efectúa en las plantas de selección, pero también
puede llevarse a cabo en las mismas instalaciones de reciclaje.
El resultado del reciclaje de plásticos es la fabricación de productos con
contenido de plástico reciclado. Algunos de ellos son habituales, como las
bolsas de basuras, y otros son nuevos y están iniciando su entrada en los
mercados. También es posible la fabricación de productos con diferentes
tipos de plástico mezclados, que tienen como resultado la fabricación de
mobiliario urbano y material viario.

55
• el reciclaje de los metales procede de la recogida de chatarra o bien de los
metales contenidos en los envases ligeros (contenedor amarillo). Los
envases metálicos férricos pueden separarse fácilmente del resto de
residuos, en las plantas de selección, con un electroimán. Mientras que los
no férricos (aluminio) se extraen con un separador de corrientes de Foucault.
Los metales recuperados se introducen en los procesos de fundición para
poder elaborar nuevos productos metálicos. Es importante destacar que el
reciclaje del aluminio supone un ahorro energético notable, con respecto al
proceso de obtención de aluminio virgen.

• el reciclaje de la madera, aunque exige su trituración previa, representa


también un ahorro de recursos naturales (fibras naturales procedentes de los
árboles). Los destinos más habituales de la madera reciclada son la
obtención de planchas de aglomerado para la fabricación de mobiliario y el
compostaje. En este último caso es importante que las maderas no hayan
sido tratadas previamente con compuestos químicos (colas, barnices...), ya
que podrían ser tóxicos para los microorganismos que actúan en el proceso
del compostaje.

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Anexo 2: Prevención de riesgos
en la manipulación de los
residuos

Atendiendo a la importancia que tienen las medidas de prevención de riesgos


en la gestión correcta de los residuos, sobre todo para el personal de limpieza,
a continuación se exponen las prácticas incorrectas identificadas como más
frecuentes que hay que evitar:

¹ trabajar sin guantes o con los de látex

¹ vaciar el contenido de una bolsa en el interior de otra

¹ comprimir las bolsas de residuos con el pie o con la mano

¹ sacar las bolsas de su soporte antes de cerrarlas

¹ acercarse las bolsas al cuerpo o a las piernas

¹ arrastrar las bolsas por el suelo

¹ tirar las bolsas o recipientes

¹ dejar temporalmente las bolsas y los recipientes en lugares de paso

¹ apilar las bolsas hasta alturas considerables, en el almacén intermedio

¹ no lavarse las manos al finalizar el trabajo o al cambiar de actividad

¹ no respetar las normas de seguridad laboral internas del centro sanitario.

Hay que evitar las situaciones anteriores y cualquier otra que implique un
aumento de los riesgos para el personal. Se recomienda, periódicamente,
revisar las prácticas del personal de limpieza y asegurarse que:

¹ todo el personal esté vacunado contra la hepatitis B y el tétanos

¹ se dispone del equipo de trabajo adecuado: bata, guantes de goma, etc. y


que se utilice

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¹ las personas sepan a quién tienen que dirigirse en caso de accidente

¹ en el caso de que se introduzcan cambios (bolsas, recipientes, envases,


etc.), que el suministro y mantenimiento del nuevo material sea puntual y
regular

¹ hay una persona fija o dos, si el centro es muy grande, asignadas para la
recogida y transporte de los residuos del grupo III y citotóxicos.

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