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Gálatas

GÁLATA
S

INTRODUCCIÓ
N

Gálatas
1:1-2
“1 Pablo, apóstol (no de parte de hombres ni mediante hombre alguno,
sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que le resucitó de entre los
muertos), 2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de
Galacia:”1

Observaci
ones

Los primeros versículos nos dicen que fue Pablo quien escribió esta carta, y
que la escribió a la iglesias de Galacia, o sea, a los creyentes que eran
miembros de las iglesias en Galacia. Comenzaremos nuestro tratado de
esta epístola con un breve estudio del trasfondo de los protagonistas
principales, tanto el autor como los receptores de su correspondencia.

Pab
lo

Pablo fue uno de los Apóstoles, y así se identifica a sí mismo al comienzo de


su carta a los gálatas. Pero, ¿qué más sabemos acerca de Pablo? Lo
siguiente es un breve resumen de hechos y características acerca del
Apóstol Pablo:

Nacido en
Tarso
Sabemos que Pablo era de la región que ahora es Turquía.
Específicamente, Pablo era de la ciudad de Tarso en la región que
entonces se conocía como Cilicia (Hechos 21:39). Tarso era una ciudad
muy prospera en los tiempos de Pablo. La localización geográfca de Tarso
era en un plano fértil donde se cultivaba lino que se usaba para hacer hilo
para tejer. Otro prominente producto del área era algo llamado “cilicium”,
un material tejido con pelo de cabras del cual se hacían coberturas
diseñadas para proteger del frió y del agua. Este “cilicium” pudo ser el
material que Pablo utilizaba en su ocupación de hacer tiendas. Quien sabe,
quizás Pablo también tejía el material que usaba para hacer las tiendas.

Tarso también era conocida como un centro de estudio, pero a nivel local.
Es decir, a pesar que Tarso tenía mejores oportunidades académicas,
gentes de otros lugares no viajaban a Tarso para aprovechar estas
oportunidades.
Notas de Escuela Dominical
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1
Gálatas

Tarso estaba localizada en la provincia romana de Cilicia. Cilicia había


sido gradualmente conquistada por los romanos, hasta que en el año 25 A.
de C. la región oriental de Cilicia, que incluía Tarso, fue unida con Siria, la
cual se había convertido en una provincia romana bajo Pompeyo en el año
64 A. de. C. No sería hasta el año 72 D. de C. que las regiones del oriente y
del occidente de Cilicia serían unificadas. Así que por toda la vida de
Pablo, el área de Cilicia donde él nació, fue parte de la provincia unida de
Siria-Cilicia, algo que él nos indica en Gálatas
1:2
1.

1
Todas las citas bíblicas son de la Biblia de las Américas; The Lockman Foundation; La Habra, California; 1986.

Notas de Escuela Dominical


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2
Figura 1: Galacia y Sus Alrededores2

Provincias Regiones Ciudades


Bitinia y Ponto (Bithynia & Pontus) Pisidia Dorileo (Dorylaeum)
Asia Panfilia (Pamphylia) Antioquía de Pisidia (Antioch in Pisidia)
Galacia (Galatia) Licaonia (Lycaonia) Atalia (Attalia)
Licia (Lycia) Mira (Myra)
Capadocia (Cappadocia) Perge (Perga)
Cilicia Listra (Lystra)
Siria (Syria) Iconio (Iconium)
Chipre (Cyprus) Derbe
Ancyra
Tarso (Tarsus)
Seleucia
Antioquía de Siria (Antioch in Syria)
Salamina (Salamis)
Pafos (Paphos)

2
Figuras y Tablas han sido adaptadas de la English Standard Bible; Crossway Bibles; 2008. Los nombres en
paréntesis son los de ingles como aparecen en el mapa.
Ciudadano
Romano
Pablo no solamente era de una región de prestigio sino que también era
ciudadano romano, y lo era por nacimiento (Hechos 22:3). En esos
tiempos el ser ciudadano romano llevaba mucho prestigio y privilegios.
No muy distinto como ahora el ser ciudadano de Estados Unidos provee
privilegios que el gobierno del país no les extiende a los que no son
ciudadanos. Por ejemplo, en los tiempos de Pablo, un ciudadano romano
tenía el derecho a un juicio al ser acusado por algún crimen, y es por eso
que los magistrados de Filipos durante el primer viaje misionero de Pablo
tuvieron temor al saber que le habían violado este derecho a ciudadanos
romanos, incluyendo a Pablo (Hechos 16:22-24, 37-39). Los ciudadanos
romanos también disfrutaban del derecho de apelación al Emperador al ser
acusados de algún crimen, y Pablo uso ese derecho (Hechos 25:11) para
aprovechar compartir el evangelio al Emperador (Hechos 9:15) y a la gente
que lo rodeaban (Filipenses 1:12-14).

Que Pablo era ciudadano romano por nacimiento quiere decir que su padre
tenía que haber sido ciudadano romano. La ciudadanía romana se
otorgaba originalmente solamente a gente que nacían en la ciudad de
Roma, y que nacían siendo libres y no esclavos. Pero al extender Roma su
control sobre Italia y el resto del Mediterráneo, la ciudadanía romana
también fue extendida a gente que no eran romanos por nacimiento.
Entonces, ¿cómo fue que una familia judía de Tarso obtuvo la prestigiosa
ciudadanía romana? Simplemente no se sabe. Hay distintas posibilidades
pero son solamente especulaciones. El hecho es que de cualquier modo por
el cual la familia de Pablo obtuvo la ciudadanía romana, sí la tenían, y
Pablo era ciudadano romano por nacimiento. Es posible que Pablo hasta
andaba con sigo alguna prueba de su ciudadanía. Aunque esto es difícil
dado todas las tragedias por las que él paso (por ejemplo Hechos 27-28).
Pero lo que sí sabemos es que la gente no mentían tan fácilmente acerca
de la ciudadanía romana. Tal mentira llevaba pena capital y con segura y
cruel tortura.

“Hebreo de
Hebreos”
Para Pablo, quizás más importante que ser ciudadano romano, nacido
en una ciudad distinguida, era el hecho que él era hebreo, y no hebreo
cualquiera (Filipenses 3:5-6), sino que “hebreo de hebreos”. Pablo era
judío de nacimiento. Él no solo sabía que era judío sino que también sabía
su linaje, que era de la tribu de Benjamín (Romanos 11:1). Que Pablo
sabía su linaje es impresionante y testifica de su devoción a las tradiciones
de su ascendencia. El territorio de la tribu de Benjamín fue originalmente
localizado al norte del área más grande de Judá. La ciudad de Jerusalén, a
pesar de haber sido parte de la tierra de Benjamín, se formo como un
territorio enclavado entre Judá y Benjamín. Eventualmente estos territorios
constituirían el reino del sur, Notas
el dereino de Judá.
Escuela Dominical
Siendo tan pocos, la
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1
gente de la tribu de Benjamín perdieron su identificación como tribu, pero
pocos se mantuvieron sabedores e informados de sus raíces, de su linaje
(Nehemías 11:7-8). Y es de estos de quienes probablemente Pablo fue
descendiente.

Al decir que él era hebreo, Pablo aparentemente quería dar a


entender algo más que simplemente afirmar que era un israelita. Por
ejemplo en Hechos 6:1 hay una distinción entre hebreos helenistas y
hebreos nativos.3 La distinción probablemente tenía que ver con el idioma
y la cultura que estos grupos de judíos usaban. Los hebreos de nacimiento
se reunían en sinagogas donde las actividades se conducían en hebreo y
en su vida diaria estos hablaban arameo. Por

3
La Biblia de las Américas traduce el termino griego “HEBRAIOUS” como “judíos” en Hechos 6:1, el cual sería
más apropiadamente traducido “hebreos”.

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2
otro lado, los hebreos helenistas iban a sinagogas donde se enseñaba en
griego y ellos hablaban griego en sus hogares. Pablo hasta estudio bajo
uno de los eruditos de los hebreos nativos, Gamaliel (Hechos 22:3).

Faris
eo
Gamaliel, bajo quien Pablo había estudiado, fue un prominente fariseo en
su día. Los fariseos eran judíos que seguían las tradiciones de sus
ancianos con mucha disciplina, pensando que de esa manera cumplían
con la ley. Los fariseos seguían sus creencias con tanta devoción que se
separaban o se alejaban de todo lo que consideraban ceremonialmente
sucio. Por eso se cree que el término “fariseo” viene de la misma palabra
hebrea de la que viene la palabra “separar”. Pablo repetidamente se
describe a sí mismo como un fariseo, y antes de su conversión su vida
reflejaba el tipo de disciplina que el partido de los fariseos tenía. Los
fariseos deseaban obedecer la ley basándose en la interpretación de sus
ancianos y sus tradiciones; y lo hacían principalmente por medio de ritos
ceremoniales.

Es importante notar que fácilmente podríamos decir que los fariseos eran,
más que nada, un partido político. Constituían un partido unido por las
creencias y tradiciones religiosas de sus miembros. Fue por su devoción a
las tradiciones de cómo cumplir con los mandatos de la ley que Pablo se
hizo en el mayor perseguidor de la iglesia, hasta que el Señor lo llamara a
Su obra.

Creyen
te
En su afán por perseguir a los seguidores del “Camino” Pablo pidió y
obtuvo permiso de las autoridades religiosas en Jerusalén para aprender a
estos seguidores del “Camino” y traerlos a Jerusalén para ser juzgados, y
posiblemente acecinados como Esteban. Pero el Señor tenía otros planes
para Pablo y lo llamó a Su servicio (Hechos 9:1-6; 22:6-11; 26:12-18; 1
Corintios 15:8).

Apóst
ol
Al ser llamado por Cristo, Pablo no solamente se convirtió en creyente
del “Camino” que él había tratado de destruir, sino que también fue hecho,
o designado, un Apóstol por Dios mismo. Los Apóstoles fueron creyentes a
quienes Cristo les revelo directamente el mensaje del evangelio, y quienes
fueron dados el encargo de fundar la iglesia de Cristo (Efesios 2:19-22;
4:11-12; 1
Corintios 12:28-29). Estas son unas de las razones porque no hay
apóstoles ahora. Es decir, la
revelación de Dios al hombre ya está completa en Su Palabra, en la Biblia
(Apocalipsis 22:18-19); y la iglesia ya fue fundada, y todos aquellos en
quienes ahora habita el Espíritu Santo son sus miembros (Efesios 4:1-6).

Los Apóstoles fueron hombres a quienes Dios les dio revelación especial,
para que comunicaran, tanto por hablado como por escrito, las cosas que
Dios les reveló. Dios confirmó como autentico el mensaje de los Apóstoles,
o sea, como verdaderamente el mensaje que Dios les dio, por medio de los
milagros que ellos hicieron (Hechos 2:43; 2 Corintios 12:12).

Habiendo sido encargados directamente por Dios los Apóstoles tenían


más autoridad (1
Tesalonicenses 2:6) al enseñar ya que ellos habían recibido el mensaje
directamente de Jesús, así como Pablo (Gálatas 1:1).
Evangelista y
Misionero
El evangelizar a gente de todo trasfondo es la responsabilidad de todo
creyente (Mateo 28:19-20), incluyendo a Pablo. Pero el encargo apostólico
que Cristo le dio a Pablo fue específcamente de evangelizar a los gentiles
(Gálatas 1:16; 2:8-9). Esto Pablo lo hizo ejemplarmente en su vida
cotidiana (Filipenses 1:13) y en sus viajes misioneros.

Miembro de
Familia
Es interesante que la Biblia no nos dice mucho acerca de la familia de
Pablo. En Hechos 23:16 hay una oscura referencia a la hermana de Pablo
y a un sobrino de Pablo, pero no hay mucho más sobre sus parientes.
Sabemos que Pablo no estaba casado por lo que él nos dice en 1
Corintios 7:1, 7-8. Unos han especulado que Pablo fue viudo ya que las
tradiciones judías le hubieran requerido que fuera casado antes de darle
los cargos que los lideres fariseos le dieron. La verdad es que la Palabra
simplemente no nos dice.

Los
Gálatas

Galacia fue establecida por los célticos en Asia Menor durante el tercer siglo
A. de C, después de que se disolviera el reino de Alejandro Magno. Los
gálatas, como grupo étnico, se concentraron en el área norte-central del
moderno país de Turquía. Sin embargo después de ser conquistados por los
romanos, éstos usaron el nombre de Galacia para la provincia que incluía al
área donde vivían gálatas étnicos en el norte y el área donde no habían
tantos al sur de Ancyra.

Dado el hecho que los gálatas étnicos se habían conglomerado alrededor de


Ancyra, por muchos años estudiantes de la Biblia habían pensado que fue
a estos a quienes les escribió el Apóstol Pablo. Pero desde el siglo pasado,
estudio más detallado ha llevado a muchos al entendimiento que Pablo les
escribió a la gente que vivían en la provincia romana de Galacia, y no
solamente a la gente quienes eran gálatas étnicos. Hay varias razones
muy sólidas en apoyo de este punto de vista. Para empezar, Pablo
típicamente usa los nombres romanos de provincias en sus epístolas. A más
de esto, las ciudades de Galacia que Pablo visitó se encuentran en la
provincia romana de Galacia pero no en el área donde se congregaron los
gálatas étnicos. Es más, dada la evidencia que la Epístola a los Gálatas
fue escrita alrededor del año 48 D. de C., es prudente entender que Pablo
les escribió esta carta a las iglesias que él acababa de fundar durante
su primer viaje misionario, que tomo lugar en los años 46 y 47 D. de C.

El Marco de
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1
Gálatas

El mejor entendimiento es que el libro de Gálatas fue escrito por Pablo


alrededor del año 48 D. de C., muy pronto (Gálatas 1:6) después de
regresar de las ciudades de Galacia donde fundó iglesias durante su
primer viaje misionero de los años 46 y 47. Las ciudades de la provincia
romana de Galacia que Pablo visito en su primer viaje misionero incluyeron
Antioquía (Hechos
13:14-52, y 14:24), Iconio (Hechos 13:51-14:1-6, y 19-21), Listra (Hechos
14:6, 8-19, y 21-23), y
Derbe (Hechos 14:6, y
20-21).

Notas de Escuela Dominical


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2
Figura 2: El Primer Viaje Misionero del Apóstol Pablo

Provincias Regiones Ciudades


Asia Pisidia Antioquía de Pisidia (Antioch in Pisidia)
Galacia (Galatia) Panfilia (Pamphylia) Atalia (Attalia)
Licia (Lycia) Licaonia (Lycaonia) Mira (Myra)
Capadocia (Cappadocia) Perge (Perga)
Cilicia Listra (Lystra)
Siria (Syria) Iconio (Iconium)
Chipre (Cyprus) Derbe
Palestina (Palestine) Tarso (Tarsus)
Seleucia
Antioquía de Siria (Antioch in Syria)
Salamina (Salamis)
Pafos (Paphos)
Damasco (Damascus)
Jerusalén (Jerusalem)
Tabla 1: Itinerario del Primer Viaje Misionero de Pablo
Ciudad Provincia/Región Referencia en Hechos
Antioquía Siria 13:1-3
Seleucia Siria 13:4
Salamis Chipre 13:5
Pafos Chipre 13:6-12
Perge Licia (región de Panfilia) 13:13
Antioquía Galacia (región de Pisidia) 13:14-52
Iconio Galacia 14:1-6
Listra Galacia (región de Licaonia) 14:6, 8-19
Derbe Galacia (región de Licaonia) 14:6, 20-21
Listra Galacia (región de Licaonia) 14:21-23
Iconio Galacia 14:21-23
Antioquía Galacia (región de Pisidia) 14:24
Perge Licia (región de Panfilia) 14:24-25
Atalia Licia 14:25
Antioquía Siria 14:26-28

Tabla 2: Eventos Principales en la Vida del Apóstol Pablo


Año Evento
5 A. de Pablo nace en Tarso como un israelita de la tribu de Benjamín y como
C.–10 D. ciudadano romano (Hechos 22:3, 28; Romanos 11:1; Filipenses 3:5).
de C.? Posiblemente criado en Jerusalén (Hechos 22:3) y en Tarso.
15-20? Pablo es educado como un fariseo bajo el tutelaje de Gamaliel I (Hechos 22:3;
26:5; Gálatas 1:14; Filipenses 3:5-6).
33† Muerte y resurrección de Cristo
31-34 Pablo está presente para el asesinato de Esteban, y persigue cristianos (Hechos
7:58; 8:1; 22:4ª; 26:9-11; 1 Corintios 15:9; Gálatas 1:13; Filipenses 3:6).
33/34* En camino a Damasco Pablo es convertido, llamado y encargado con llevar el
evangelio a los gentiles (Hechos 9:1-19; 22:6-11; 26:12-18; Gálatas 1:15-16).
33/34- Pablo se queda por un poco tiempo en Damasco (Hechos 9:19b); se va a
36/37 “Arabia” (al reino Nabateo; 2 Corintios 11:32; Gálatas 1:17); regresa a
Damasco (Gálatas 1:17; Hechos 4:20-22?); lo tratan de arrestar y matar los
judíos y el rey Aretas; y Pablo escapa por medio de la pared de la ciudad
(Hechos 9:23-24; 2 Corintios 11:32-33).
36/37* Pablo se reúne con Pedro, y también visita a Santiago (o sea, Jacobo) en
Jerusalén (Hechos 9:26-30; Gálatas 1:18).
Judíos helenistas buscan como matar a Pablo, causando que él huya a Tarso
(Hechos 9:28-30; Gálatas 1:21).
37-45 Pablo desempeña su ministerio en Siria-Cilicia (2 Corintios 11:22-27).
42-44 Pablo recibe su “espina en la carne” (2 Corintios 12:7-9).
44 Herodes Agripa I muere (Hechos 12:20-23).
44-47* Pablo pasa un año desempeñando su ministerio junto con Bernabé en
Antioquía (de Siria) (Hechos 11:25-26).
Pablo visita Jerusalén por segunda vez durante el tiempo de una severa carestía
(Hechos 11:27-30; Gálatas 2:1-10).
46-47 Primer viaje misionero de Pablo, dura alrededor de año y medio (Hechos 13:4-
14:26).
48* Pablo y Bernabé pasan “mucho tiempo” en Antioquía (de Siria) (Hechos
14:28; Gálatas 2:11-14); Pablo escribe su epístola a los Gálatas.
48-49* Pablo regresa a Jerusalén para el concilio apostólico (Hechos 15); Pablo y
Bernabé regresan a Antioquía (de Siria) (Hechos 15:30-33), pero tienen un
desacuerdo sobre Juan Marco que causa que se separen (Hechos 15:36-41).
48/49-51* Segundo viaje misionero de Pablo, dura alrededor de dos años y medio
(Hechos 15:36-18:22).
49 Decreto de Claudio (Hechos 18:2).
Pablo y Silas viajan a Galacia del sur por medio de Asia Menor; y de allí a
Macedonia, incluyendo a Filipos (1 Tesalonicenses 2:2), Tesalónica (1
Tesalonicenses 2:2; Filipenses 4:15-16) y Berea (Hechos 17:10-15); y después
a Acaya, incluyendo Atenas (1 Tesalonicenses 3:1) y Corinto (2 Corintios
11:7-9).
49-51* Pablo pasa año y medio en Corinto (Hechos 18:11); se presenta frente a Galión
(Hechos 18:12-17); y escribe 1 y 2 Tesalonicenses.
51 Pablo regresa a Jerusalén? (Hechos 18:22).
52-57* Tercer viaje misionero de Pablo, dura alrededor de 5 años (Hechos 18:23-
21:17).
52 Pablo viaja a Antioquía (de Siria) y pasa allí “algún tiempo” antes de viajar por
Galacia y Frigia (Hechos 18:22-23).
52-55 Pablo llega a Éfeso (Hechos 19:1; 1 Corintios 16:8) y desempeña su ministerio
allí por tres años (Hechos 20:31). Es en esta visita a Éfeso que escribe 1
Corintios en su última primavera allí. También durante esta estadía en Éfeso
hace una breve visita, la “visita dolorosa”, a Corinto (2 Corintios 2:1).
Después de esa visita regresa a Éfeso y escribe “con muchas lagrimas” la
“carta severa” (la cual no tenemos) a Corinto (2 Corintios 2:3-4; 7:8-16),
55-56* Pablo viaje hacia el norte a Macedonia, donde se encuentra con Tito (Hechos
20:1; 2 Corintios 2:12-13).
Pablo escribe 2 Corintios.
57* Pablo pasa el invierno en Corinto (Hechos 20:2-3; 2 Corintios 9:4), escribe su
epístola a los Romanos desde Corinto; viaja a Jerusalén y es arrestado (Hechos
21:27-36).
57-59 Pablo, como prisionero romano, es transferido a Cesarea, donde pasa dos años
(Hechos 24:27).
60* Pablo sigue siendo prisionero romano y mandado a Roma. En camino a Roma
su barco se hunde y pasa como naufrago por tres meses en la isla de Malta
(Hechos 28:11), pero eventualmente llega a Roma.
62* Pablo pasa bajo arresto pero le permiten que rente donde vivir y le permiten
que tenga visitantes (Hechos 28:30-31). Durante este tiempo escribe las
“epístolas de la prisión”: Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón.
62-67 Pablo es soltado de su arresto en Roma y viaja un poco más, posiblemente
visitando España. Pablo escribe 1 Timoteo, posiblemente desde Macedonia, y
Tito (posiblemente desde Nicópolis). Pablo es arrestado de nuevo y durante
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1
este arresto escribe 2 Timoteo desde Roma un poco antes de su ejecución.
64-67* Pablo es ejecutado
† El año 33 D. de C. es la fecha con mejo evidencia pero hay unos argumentos para fijar la muerte y resurrección de
Cristo en el año 30 D. de C. * Denota una aproximación. / Denota que es uno o el otro año

Observaciones
Adicionales

Hemos visto quién fue el autor — Pablo. Y a quienes les escribió esta
epístola — a las iglesias de Galacia. También hemos considerado cuando
es que Pablo escribió esta carta — posiblemente alrededor de año 48 D.
de C. Pero todavía no hemos visto detalladamente por qué fue que
Pablo les escribió. Encontraremos los detalles del por qué Pablo escribió
esta epístola al estudiar el resto del libro, pero en breve resumen
encontraremos que:

• Pablo escribió para defenderse de ataques a la autoridad de su


mensaje. Los ataques eran en contra de su apostolado, o sea,
ataques que negaban que él había sido encomendado por Dios.
• Pablo les escribió el libro de Gálatas a las iglesias de Galacia
porque falsos maestros
estaban enseñándoles que el evangelio que él les había predicado no
era sufciente para la salvación ya que no incluía a la ley.
Pablo les escribió a las iglesias de Galacia porque éstos falsos maestros
enseñaban erróneamente que las obras de le la ley eran necesarias para
vivir bien, para acercarse a Dios; y que sin la ley la gente se deteriorarían a
todo exceso y libertinaje.

Tabla 3: Las Primeras Visitas de Pablo a Jerusalén en Gálatas y Hechos


Gálatas Evento Hechos Evento
1:15-17 La conversión de Pablo 9:1-25 La conversión de Pablo
1:18-19 Tres años después de su 9:26-30 Pablo llega a Jerusalén con
conversión Pablo visita Bernabé
Jerusalén, por primera vez
como cristiano
2:1-10 Catorce años después de su 11:29-30 Visita de socorro por el hambre
conversión, Pablo se reúne con en Jerusalén
los de “alta reputación” de la
iglesia en Jerusalén
2:11-14 Disputa en Antioquía (incluso 15:1-2 Disputa en Antioquía
con Pedro)
Pablo escribe la Epístola a los
Gálatas
15:2-29 El concilio de Jerusalén
Figura 3: Los Primeros Viajes del Apóstol Pablo

Numero Evento
1 Jesús se le apareció a Pablo en camino a Damasco y él creyó.
(Hechos 9:3-9)
2 Pronto después de su conversión Pablo fue por un tiempo a Arabia
(Gálatas 1:17)
3 Después de pasar un poco tiempo en Arabia Pablo regreso a
Damasco (Gálatas 1:17).
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1
4 Al darse cuenta que Pablo estaba en peligro unos creyentes lo
llevaron a Cesarea. (Hechos 9:30)
5 Pablo regreso a Tarso por un tiempo. (Hechos 11:25)

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2
Gálatas

SALUDO
S

Gálatas
1:3-5
“3 Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, 4
que se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este
presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a
quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

En las epístolas del Apóstol Pablo vemos que él normalmente expresa


deseos de gracia y de paz para con la gente a quienes les escribe, pero
también acostumbra expresar algún tipo de gratitud o algún elogio a su
audiencia (ver por ejemplo: Romanos 1:5-12; 1 Corintios 1:2-9; 2 Corintios
1:2, 7, 11, 13-14, 21-22, 24; Efesios 1; Filipenses 1:1-11; 1
Tesalonicenses 1; 2 Tesalonicenses
1:1-
5).

Sin embargo, en el caso de los gálatas, Pablo no expresa gratitud por ellos
ni les da algún elogio. Aún a los corintios, quienes quizás eran los hijos
espirituales de Pablo que se habían quedado más carnales que otros y que
le dieron mucho que hacer por sus pecados, sí recibieron elogios de parte de
Pablo en sus cartas a ellos.

Lo que la ausencia de tales elogios nos indica es la seriedad de las faltas


por las cuales Pablo les estaba escribiendo a los gálatas. Ellos se habían
dejado llevar a creer y practicar un evangelio distinto al que Pablo les
había enseñado. Los gálatas habían aceptado las enseñanzas de falsos
maestros quienes le habían agregado obras, las obras de la ley judía, al
evangelio.

El ejemplo que Pablo nos da en cómo él trata con las distintas iglesias de
su tiempo es algo muy interesante, ya que él parece darle más importancia
a la enseñanza que a las faltas o pecados de las iglesias. Toda iglesia
cristiana tendrá cosas que podremos reconocer como malas, cosas por las
que el mundo nos acusará de ser hipócritas. ¡Pero en realidad lo que
somos es pecadores! Por supuesto, el ser pecador no es algo de tolerar pero
sí de reconocer y por medio de la Palabra de Dios corregir (2 Timoteo 3:16-
17). Por lo tanto, parece que lo principal para que Pablo le de elogios a una
iglesia no es que el pecado no exista en ella, ya que eso será imposible
(Romanos
3:23), sino que la enseñanza sea sana y pura, donde la Palabra sea
escudriñada (Hechos 17:10-
11). Ya que si la enseñanza es corrupta no hay modo de cómo combatir el
pecado. Es mas, si la enseñanza es corrupta tampoco habrá salvación ya
que ésta sólo es por medio de la Palabra de Jesús (Juan 14:16).
Gálatas

Pero veamos qué es exactamente lo que Pablo les dice a los gálatas. Para
comenzar él les desea “gracia,” o en griego “CHARIS.” La “gracia” de
Dios es un favor sin merito. La “gracia” de Dios nos da a entender el favor
de Dios hacia nosotros que no merecemos recibir. Nos recuerda de la
posición del creyente ante Dios — salvados a pesar de no merecerlo. Era
esta gracia, que Pablo tanto deseaba para los gálatas, que estaba siendo
atacada por las enseñanzas de los falsos maestros, quienes querían
agregarle obras a la gracia. Al agregar obras para poder recibir la
gracia por la cual somos salvados por medio de la fe estamos negando la
intención y la eficacia de la gracia de Dios (Efesios 2:8-9).

Pablo también les desea “paz,” o en griego “EIPENE,” el equivalente del


común saludo hebreo “SHALOM.” Es una expresión que indica un deseo
de armonía entera. La “paz” nos da a entender que no hay conflicto.
Éste es el estado real de un creyente: que Dios ya no tiene
conflicto con él. Y el creyente puede llegar a este estado por la gracia, el
favor de Dios que nadie se merece recibir pero que Dios le regala a los que
son llamados conforme a Su propósito para que hagan la voluntad de Dios
(Romanos 8:28; Efesios 2:10).

Que Pablo dice que tanto esta gracia como esta paz son “de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesucristo” nos indica la igualdad de Dios nuestro Padre
y de Jesucristo nuestro Señor. La divinidad de Jesús es parte del
evangelio. La divinidad de Cristo es parte de la verdad que Dios nos ha
revelado. El negar esta verdad es negar el evangelio. Sin esta verdad no
hay salvación.

Porque Jesús era Dios, Él nos hizo el favor de pagar por nuestros pecados
voluntariamente. Él “se dio a sí mismo por nuestros pecados.” Es
importante notar que Jesús estuvo en control de su muerte, ya que su vida
no le fue quitada sino que fue Él quien entrego su espíritu al momento
predestinado: “Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo:
¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.” (Juan 19:30)

Que Jesús voluntariamente se dio a sí mismo como substituto nuestro por


el pago de nuestros pecados indica que la salvación que Él nos ofrece no
es algo que nosotros nos ganamos ni podríamos haber ganado por medio
de nuestros esfuerzos o nuestras buena obras, por muy buenas que éstas
fueran o por muy sinceras que nuestras intenciones fueran. La salvación
se obtiene al confar (o sea al creerle a Dios) que Él cumplirá con Su
promesa de perdonar los pecados de todo el que crea que lo que Jesús hizo
por él en la cruz fue, es y será sufciente para pagar por todos los pecados.

Es importante también notar que ésta fue la voluntad de Dios, o sea, que
el ofrecer la salvación por gracia por medio de la fe, fue tanto la voluntad
de Dios el Padre como la voluntad de Jesús, Dios el Hijo, también. Nadie
forzó a Jesús a que muriera por nosotros, sino que es algo que Él quiso
hacer y que predestinó haría por sus elegidos desde antes de la creación.
La voluntad de Jesús siempre ha sido la voluntad de Dios porque Él es Dios
(por ejemplo ver: Mateo 26:36-46; Lucas 22:39-46; Juan 18:11; Mateo
16:21-23; Romanos 11:7; 1 Corintios 1:27; Colosenses 3:12;
2 Tesalonicenses 2:13; 2 Timote 2:10; Tito 1:1; 1
Pedro 1:1-2).

¿Por qué se dio Jesús a sí mismo? Porque Él pagó “por nuestros pecados.” Y
¿por qué pagó por nuestros pecados? Él pagó por nuestros pecados “para
librarnos de este presente siglo malo.”

¿De qué nos libró Jesús? La palabra “librarnos” es traducida de la palabra


griega “EXAIREO” que indica un rescate de peligro. Jesús nos libró tanto
del castigo que merecemos por nuestros pecados, como de la esclavitud al
Notas de Escuela Dominical
Valley Bible Church, 3347 West Avenue J, Lancaster, California 93536, www.valleybib le.net/sp anish_ministry.php
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pecado de la que sufrimos en la carne ahora (Marco 14:38), o sea, en “este
presente siglo malo.”

¿Qué es “este presente siglo malo”? La palabra traducida “siglo” aquí


es la palabra griega “AION”, pero aquí no se refiere a un defnido
periodo de tiempo sino que a un sistema transitorio o pasadero que
presentemente existe. En este caso se refere a un “malo” sistema, al
sistema mundial satánico que ha dominado al mundo desde la caída de
Adán y continuará dominando al mundo hasta el regreso de Cristo en
gloria.

Pablo concluye sus saludos con una breve doxología en el versículo 5: “a


quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” La costumbre de
Pablo era más de concluir sus cartas con una

Notas de Escuela Dominical


Valley Bible Church, 3347 West Avenue J, Lancaster, California 93536, www.valleybib le.net/sp anish_ministry.php
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doxología que comenzarlas con una. Pero en este caso la doxología que
usa sirve un propósito muy importante: establece la centralidad de la
preeminencia del Señor Jesucristo y Su obra en el evangelio. Es a Él que se
le dará gloria “por los siglos de los siglos,” o sea para siempre, por toda la
eternidad. Estamos pasando por un “siglo malo” ahora, por un tiempo;
pero Dios será glorifcado siempre.

Resumen de la Introducción y
los Saludos

En su comentario sobre el libro de Gálatas John MacArthur reconoce que


Pablo en los primeros cinco versículos, en su introducción y saludos, logra
cubrir las cuatro etapas de la salvación del hombre. MacArthur indica que
estas etapas son:
1. El soberano decreto de Dios para salvar.
2. La muerte, o sea el sacrificio de Cristo por los pecados del hombre.
3. La designación de apóstoles por Dios para que testifquen de la
provisión divina de la salvación.
4. El don de la gracia y la paz de Dios a los que creen en Jesús.

En cada una de estas etapas el Padre y el Hijo trabajan en conjunto porque


Su voluntad y Sus obras siempre son las mismas (Juan 5:30; 6:38; 10:30).

De hecho, Pablo establece desde el principio de esta carta que él defenderá


su apostolado y la pureza del evangelio. Es por su apostolado, o sea, por
ser directamente encomendado a llevarles el evangelio a los gentiles por
Dios mismo, que Pablo predica su mensaje con autoridad. El mensaje
con el que él fue encomendado es el único evangelio y éste es que
Jesús pagó por nuestros pecados por completo y ya no hay qué se pueda o
tenga que ser agregado a lo que Él ya hizo por nosotros.

LA RAZÓN POR LA CUAL PABLO


ESCRIBIÓ

Gálatas
1:6-10
“6 Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por
la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; 7 que en realidad no es
otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo. 8 Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os
anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea
anatema. 9 Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os
anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. 10 Porque
¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por
agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los
hombres, no sería siervo de Cristo.”

Como ya hemos notado, Pablo no les da elogios a los gálatas, y es aquí,


después de los saludos, que él normalmente lo hace en sus otras epístolas.
Pero en el caso de la iglesias de Galacia, su problema y su error era tan
serio que Pablo comienza dirigiéndose más directamente al problema.

Pablo dice, “me maravillo,” en griego “THAUMAZO,” o sea, “me sorprendo


o me admiro de gran manera.” Pablo no esperaba lo que estaba pasando
en Galacia hubiera acontecido. Él de
verdad estaba sorprendido y entristecido por los acontecimientos. Pablo
no sólo estaba sorprendido por lo qué había pasado, sino que también por
la rapidez con la que esto vino a pasar.

Cuando Pablo dice “que tan pronto,” indica que lo que pasó vino a pasar
con mucha rapidez y con mucha facilidad. Es mas, la palabra traducida
“pronto” es la palabra griega “TACHEOS,” la cual se puede traducir
también como “fácil.” Cómo la usa Pablo aquí la palabra puede dar a
entender ambas ideas. De modo que Pablo estaba muy sorprendido por la
rapidez y por la facilidad con la que los gálatas estaban abandonado a
Cristo.

La frase “hayáis abandonado” en español traduce la palabra griega


“METATITHESTHE,” que es mejor traducida “estáis abandonando,” ya que
el verbo está en el tiempo presente. Por lo tanto, el abandono, o la
deserción de la que los gálatas eran culpables no estaba completa todavía y
podía aún ser parada y cambiada. No obstante, el “abandono” del que
Pablo acusa a los gálatas sí es algo serio; es el mismo tipo de abandono o
de deserción por la cual un soldado sería merecedor de pena capital, o sea
de la ejecución. Éste abandono nos da la idea de una traición.

Algo que quizás haya contribuido bastante a la sorpresa de Pablo es que


los gálatas estaban abandonando a Cristo voluntariamente. Esto también
se puede ver en la conjugación del verbo en griego ya que está en la voz
media, la cual indica que la acción del verbo está siendo hecha en o por el
sujeto. En otras palabras, los gálatas no eran inocentes en este asunto.

Pablo también les hace ver a los gálatas que por su conducta ellos no lo
están abandonando a él, sino que a Cristo, porque es Cristo quien los
llamó. Si Pablo, que sólo fue el mensajero, está disgustado con ellos,
¿cómo no lo va a estar el que les mandó el mensaje que ellos ahora
estaban rechazando?

El abandono había sido “para seguir un evangelio diferente; que en realidad


no es otro evangelio.” De nuevo, estudiando las palabras griegas que Pablo
usa nos explica bastante de lo que está pasando en este pasaje. La
palabra “diferente” traduce la palabra griega “HETERON,” y la palabra
“otro” traduce la palabra griega “ALLO.” “HETERON” expresa una
diferencia cualitativa y denota otra cosa de un distinto tipo. Por otro lado,
“ALLO” expresa una diferencia en cantidad y denota otra cosa del mismo
tipo. En otras palabras, aquí Pablo da énfasis al usar estas palabras al
hecho que sólo hay un evangelio.

Es probable que los falsos maestros que habían llegado a Galacia


llamaban lo que estaban enseñando “evangelio.” Dado que éstas
enseñanzas eran diferentes a lo que Pablo les había enseñado, él las llama
un evangelio “diferente” (HETERON). Pero explica más detalladamente que
“en realidad no es otro (ALLO) evangelio,” ya que sólo hay un evangelio y
no puede haber otro del mismo tipo. Por tanto, lo que los falsos
maestros estaban enseñando no era otro evangelio, sino que enseñanza
opuesta al único evangelio, el cual Pablo les había predicado.

Pablo les advierte a los gálatas que los falsos maestros “os perturban y
quieren pervertir el evangelio de Cristo.” Estos falsos maestros estaban
alborotando y agitando a los gálatas. Y lo hacían porque querían
pervertir el evangelio. La palabra griega traducida “pervertir” aquí es
“METASTREPHO,” y da a entender la idea que la perversión era de
cambiar algo convirtiéndolo en lo que está completamente opuesto. Y
esto era exactamente lo que los falsos
maestros estaban haciendo al agregarle obras a la gracia de Dios. ¡Al
agregarle obras a la gracia, la gracia deja de ser gracia! Al agregarle
obras a la gracia — el favor de Dios no merecido por el hombre — deja
de ser un don y comienza a ser un merito. Si la salvación fuera por medio
de algún merito, llegaría a ser algo que nos mereceríamos. Si hay
algo que nos merecemos, entonces podríamos gloriarnos en esto.
Claramente, este pensar era lo que los falsos maestros estaban enseñando
y lo que Pablo estaba combatiendo fuertemente. Es importante notar que
lo que estos falsos maestros estaban enseñando estaba completamente
opuesto a lo que nos enseña Efesios 2:8-9 acerca de qué sí es el evangelio.

En el versículo 8 Pablo les explica hipotéticamente lo que debería pasar si


alguien, tanto él o aun un ángel del cielo fuera a predicar un evangelio
distinto. Él dice: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara
otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.”

La palabra “anatema” es la transliteración de la palabra griega


“ANATHEMA.” Esta palabra frecuentemente se usa en el Septuagésimo
(LXX) para traducir la palabra hebrea “CHEREM,” la cual describe lo que es
dedicado a Dios, como a Su servicio en el caso del sacrifcio (Levíticos
27:28); o algo para ser destruido, como un ídolo (Deuteronomio 7:26), una
ciudad (Josué 6:17). Con el tiempo “ANATHEMA” llegó a obtener el sentido
más general de la desaprobación de Dios (Zacarías 14:11), que es como
es más frecuentemente usada en el Nuevo Testamento. “ANATHEMA” es
usada para describir una sentencia declarada (Hechos 23:14); o el objeto
sobre el cual es puesta la sentencia de condena o de maldición. Es así
como es usada en nuestro pasaje. En otras palabras, Pablo está declarado
de la forma más fuerte posible que el evangelio que él predicó a los gálatas
era el único evangelio, las únicas buenas noticias acerca de cómo la
salvación es ofrecida al hombre. Y la peor condena le espera al que
predique lo opuesto.

En el versículo 9, Pablo repite algo que ya les había dicho a los gálatas
cuando los visitó por primera vez: “Si alguno os anuncia un evangelio
contrario al que recibisteis, sea anatema.” Pero en este caso Pablo no
habla hipotéticamente, ya que alguien ya había enseñado algo diferente al
evangelio. Y la máxima condena es lo que Pablo expresa como la merecida
recompensa por tal maldad al decir que el que enseñe tales cosas “sea
anatema.”

En el versículo 10, Pablo comienza la transición de explicar la razón por la


que él escribió su epístola a los gálatas a la defensa de su apostolado.

Dice Pablo, “Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O


me esfuerzo por agradar a los hombres?” Estas preguntas por supuesto
son retóricas, ya que los gálatas deberían de saber que Pablo no andaba
buscado el favor o el agrado de los hombres. Pablo les explica lo obvio: “Si
yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de
Cristo.” De hecho, si alguien quiere ser amado por el mundo, si alguien
quiere ser famoso o popular, el evangelio de Pablo no es el camino a esa
meta.

LA DEFENSA DEL APOSTALADO DE


PABLO

Gálatas
1:11-24
“11 Pues quiero que sepáis, hermanos, que el evangelio que fue anunciado
por mí no es según el hombre. 12 Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue
enseñado, sino que lo recibí por medio de una
revelación de Jesucristo. 13 Porque vosotros habéis oído acerca de mi
antigua manera de vivir en el judaísmo, de cuán desmedidamente
perseguía yo a la iglesia de Dios y trataba de destruirla, 14 y cómo yo
aventajaba en el judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos,
mostrando mucho más celo por las tradiciones de mis antepasados. 15
Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me
llamó por su gracia, tuvo a bien 16 revelar a su Hijo en mí para que yo le
anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre, 17
ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a
Arabia, y regresé otra vez a Damasco. 18 Entonces, tres años después,
subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días. 19 Pero
no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor. 20
(En lo que os escribo, os aseguro delante de Dios que no miento.) 21 Después
fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22 Pero todavía no era conocido en
persona en las iglesias de Judea que eran en Cristo; 23 sino que sólo oían
decir: El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en un
tiempo quería destruir. 24 Y glorifcaban a Dios por causa de mí.”

Pablo les escribió esta carta a los gálatas porque ellos se estaban
dejando llevar por las enseñanzas de falsos maestros. Lo que Pablo les
había enseñado había sido puesto en duda, al igual que la autoridad de
Pablo para enseñar. De manera que Pablo tubo que defender su
apostolado.

La Fuente del
Evangelio

La fuente del evangelio tiene que ser Cristo, y es de Cristo que Pablo
recibió el evangelio que les predicó a los gálatas, y es este punto con el que
Pablo comienza la defensa de su apostolado.

En le versículo 11 Pablo comienza su defensa con la frase: “Pues quiero


que sepáis.” Ésta usa una forma fuerte del verbo griego “GNORIZO,” y
da a entender una garantía o una certitud. En otras palabras, Pablo está
certifcando de una manera muy fuerte “que el evangelio que fue
anunciado” por él “no es según el hombre.” Lo que Pablo les predicó a los
gálatas no fue basado en algo que él aprendió de hombres, sino en lo que el
Señor mismo le enseñó.

Distintivamente, el evangelio que Pablo les predicó a los gálatas no


dependía en las obras humanas, sino que dependía de la gracia de Dios.
El orgullo del hombre se ofende con la idea que sólo la misericordia y la
gracia de Dios pueden salvarlo del castigo y la esclavitud del pecado, y es
por eso que las religiones del hombre siempre tienen las obras del hombre
tomando parte en la salvación. Cultos y religiones falsas como los Judíos,
los Testigos de Jehová, los Mormones, los Musulmanes, y los Católicos, por
ejemplo, incluyen las obras humanas como requisitos en sus versiones de la
salvación. Por lo tanto, el hecho que Pablo predicó un evangelio en el cual
las obras de los hombres no toman parte en su salvación es evidencia de
la fuente divina de ese mensaje. Efectivamente, el mensaje que Pablo les
predicó no fue inventado por hombres.

No solo no fue inventado por hombres el mensaje que Pablo les predicó a
los gálatas sino que él tampoco lo recibió por medio de hombres, ni le fue
enseñado o explicado por hombres. En otras palabras, Pablo da énfasis al
hecho que él no aprendió el evangelio por medio de la enseñanza de algún
creyente, sino que le fue revelado directamente por Dios.

Los judíos enseñaban las interpretaciones y las tradiciones de sus


ancestros, pero Pablo les predicó lo que él recibió de Jesucristo. Lo que
Pablo predicaba él lo recibió “por medio de una
revelación de Jesucristo.” La palabra “revelación” viene de la palabra
griega “APOKALUPSIS” y da a entender que algo nuevo ha sido destapado,
que algo que era secreto ha sido divulgado. Cómo se usa la palabra
“revelación” en la Biblia siempre tiene que ver con nuevo conocimiento que
Dios le manifesta al hombre. Y aquí en este versículo, fue Jesucristo quien
fue el objeto de la revelación a Pablo. En otras palabras, fue Jesucristo
quien le fue revelado a Pablo.

Debemos notar que no es que Pablo no tenía conocimiento acerca de


Jesús antes de su conversión, ya que fue porque Pablo sabía algo de Jesús
que él perseguía a sus discípulos – Pablo sabía lo que los cristianos creían
cuando él todavía los perseguía. Pero Pablo no llegó a creer que lo que los
cristianos creían era cierto hasta que él tuvo un encuentro personal con
Jesucristo, un encuentro supernatural en el cual Pablo recibió revelación
divina.

Es importante aclarar que Pablo no estaba diciendo que una revelación


supernatural es necesaria para cada uno de nosotros, como lo es para
alguien que dice ser un Apóstol. Sino, él estaba aclarando que la razón por
la cual él tenía la autoridad de un Apóstol era porque, al igual que los otros
Apóstoles, él también había recibido su mensaje directamente de Dios. Él
predicaba lo que recibió directamente de Jesús y no lo que le fue enseñado
por otros.

También es importante aclarar la importancia de una relación personal.


Algo distintivo acerca de un cristiano es su relación personal con su
Salvador. Es decir, al igual que Pablo, cuando verdaderamente llegamos al
punto de nuestra salvación es porque hemos llegado a tener una relación
personal con Jesús. Pero, ¿qué quiere decir el tener una relación personal
con Jesús?

El tener una relación personal con Jesús


quiere decir que:
1) Creemos intelectualmente lo que la Biblia nos dice acerca de Jesús.
En otras palabras, creemos el evangelio intelectualmente. Creemos
que Cristo es Dios encarnado, que Él dio su vida humana como el
pago por los pecados del mundo, y que todo el que
verdaderamente cree esto tendrá sus pecados perdonados por Dios.
2) Confamos que nuestra vida eterna, incluyendo lo que será de
nuestras almas después de morir, depende exclusivamente en lo que
Cristo Jesús hizo por nosotros.
3) Dado el conocimiento y la confanza que tenemos, si estos son
reales, vamos a estar extremamente agradecidos; agradecidos de
una manera personal a Dios por su gracia y su misericordia para con
nosotros. Le tendremos un amor personal a Dios, y la meta principal
de nuestras vidas será el buscar cómo conocerlo mejor con el
propósito de poder adecuadamente demostrar el agradecimiento que
le tenemos por ser quien Él es. Buscaremos conocerle mejor por medio
de lo que Él ha revelado de sí mismo en la Biblia. Sabiendo que la
obediencia a Dios le glorifca nos esforzaremos para obedecerle, y nos
dolerá el fallar en esto de la misma manera que nos duele cuando
decepcionamos a otra persona a quien amamos. (Juan 14:15;
Romanos 12:1; Efesios 4:30; Hebreos 13:15-16)

La Conversión de
Pablo

Pablo usa los hechos de su vida como evidencia de la legitimidad de su


Apostolado, tanto lo que pasó antes de su conversión, como también lo que
pasó durante y después de su conversión.

En los versículos 13 y 14 Pablo les recuerda a los gálatas acerca de su


“antigua manera de vivir en el judaísmo.” Antes de su conversión Pablo
había oído el mensaje del evangelio y Pablo no
había creído. Es mas, el mensaje lo había disgustado tanto que él se había
propuesto a perseguir “a la iglesia de Dios y trataba de destruirla.” Su
celo por las tradiciones de sus antepasados fue demostrado en su
dedicación a la persecución de la iglesia, y por esto Pablo fue
recompensado por otros judíos.

Desde un punto de vista materialista o secular, a Pablo le aventajó en su


vida el perseguir a los cristianos. Que Pablo llegara a cambiar su punto
de vista – para ser perseguido en vez de perseguir – es evidencia que él
estaba considerando algo más que su simple bien estar físico. No sólo eso,
sino que lo que Pablo ya sabía acerca de los cristianos tampoco fue
sufciente para hacerlo creer. Tuvo que haber otra cosa que llevara a Pablo
a cambiar su punto de vista.

De nuevo, el punto que Pablo estaba haciendo, no es que todos


necesitamos revelación divina para creer, sino que el mensaje que él
predicaba era autoritativo y de un Apóstol porque él sí había recibido
revelación divina.

Dado lo que Pablo nos cuenta acerca de su “antigua manera de vivir en el


judaísmo” el cambio en su vida no vino para mejorar su estación social. Es
mas, de acuerdo a Pablo en los versículos
15 y 16, fue Dios quien había preparado de antemano que Pablo llegara a
creer, y que llegara a representar a Cristo del modo en el que lo hizo. De
acuerdo a Pablo, Dios lo “apartó desde el vientre” de su madre. En otras
palabras, que Pablo llegara a creer en el evangelio no fue por sabias
palabras que alguien le dijo, sino porque Dios así lo había predestinado. Y
de acuerdo a Pablo, Dios no lo escogió por algo que Pablo había hecho o
que llegaría a hacer en el futuro. Sino que Dios lo “llamó por su gracia.”
Que el llamado de Pablo al apostolado fue por la graci a de Dios indica que
de ningún modo fue su apostolado algo que él escogió por sí mismo, sino
algo que Dios preparó para él. El apostolado de Pablo fue un favor no
merecido que Dios hizo por él. Y el enfoque especifico que Dios le dio a Pablo
para su apostolado fue hacia los gentiles.

Cómo Pablo respondió al ser llamado al apostolado a los gentiles también


es evidencia que él da de la legitimidad de su apostolado. Pablo no dudo
lo que Cristo le había revelado, por eso nos dice que el no consultó a nadie
acerca de esto. Pablo no consideró necesario el ir a Jerusalén
inmediatamente después de su conversión para aprender más o
comprender mejor de los otros apóstoles porque la validez de lo que él
recibió no venia de otros hombres sino que de Dios, de Cristo quien se lo
revelo. Y cuando Pablo sí fue a Jerusalén, ni se quedó allí por mucho
tiempo, ni lo consideró necesario el reunirse con todos los apóstoles en su
primera visita.
Aunque Pablo no era conocido en persona en las iglesias de Judea, su
reputación sí lo era. En los versículos 22 a 24 Pablo nos dice: “22 Pero
todavía no era conocido en persona en las iglesias de Judea que eran en
Cristo; 23 sino que sólo oían decir: El que en otro tiempo nos perseguía,
ahora predica la fe que en un tiempo quería destruir. 24 Y glorifcaban a Dios
por causa de mí.”

La reputación de Pablo había sido reconocida aun en estas iglesias.


Este hecho también da testimonio por la legitimidad del apostolado de
Pablo ya que el que anteriormente perseguía a los cristianos ahora
predicaba “la fe que en un tiempo quería destruir.” Y quizás el punto
más fuerte de todo esto es con el que Pablo termina este capitulo. El
hecho de su conversión, y la evidencia de la legitimidad de su apostolado
resultó en que los cristianos glorifcaran a Dios por causa de él.
ACEPTACIÓN DEL MENSAJE DE
PABLO

En Gálatas 2:1-10 vemos cómo Pablo usó la aceptación de su mensaje por


los Apóstoles y lideres de la iglesia en Jerusalén, no como algo que en sí
confrmaba su mensaje, sino que, más que nada, demostraba que estos
Apóstoles y lideres no estaban de acuerdo con los falsos hermanos que
habían introducido el legalismo a la iglesia en Galacia.

Comenzando con Gálatas 2:1 Pablo les recuerda de su

visita a Jerusalén… Gálatas 2:1


Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé,
llevando también a
Tito
.

Como ya hemos visto, esta visita a la que Pablo se refere en este


pasaje de Gálatas 2:1-10 coincide más probablemente con la visita de
socorro de la cuál Lucas nos habla en Hechos
11:29-30 (ver la Tabla 3: Las Primeras Visitas de Pablo a Jerusalén en
Gálatas y Hechos).

Con la frase “después de catorce años” Pablo nos indica cuando es que
regresó a Jerusalén. Pero a pesar de esta información siempre hay duda
sobre la fecha exacta. En otras palabras, ¿fue esta visita catorce años
después de su conversión? O ¿fue esta visita catorce años después de su
previa visita? Es más probable que Pablo se refería a catorce años después
de su conversión, y esto nos ayuda un poco más para determinar la fecha
de la cuál él estaba hablando. Pero dada la duda sobre cuando fue que
Jesús fue crucificado, entre el año 30 y el año 33 D. de C., se estima que
esta visita de Pablo a Jerusalén tomó lugar entre los años 44 y 47 D. de
C. (ver la Tabla 2: Eventos Principales en la Vida del Apóstol Pablo).

En esta visita a Jerusalén, Pablo nos dice que llevó consigo a Bernabé y a
Tito. ¿Quiénes eran
Bernabé y
Tito?

Bernabé aparece por primera vez en Hechos 4:32-37. En este pasaje


Bernabé es específicamente citado como un ejemplo de alguien quien
voluntariamente, y honestamente, dedicó sus riquezas para el benefcio del
evangelio. Es importante tomar nota que si la práctica de vender propiedad
propia para ofrendar las ganancias fuera algo obligatorio Bernabé no habría
sido citado específicamente como un ejemplo de caridad, en contraste a
los protagonistas del siguiente capitulo de Hechos, Ananías y Safra.
Ananías y Safra mintieron diciendo que ofrendarían más de lo que
verdaderamente intentaban ofrendar, y por eso fueron castigados con la
muerte. Esta pareja querían recibir halagos y glorifcarse por hacer algo
“bueno” y no tenían los intereses de los necesitados en mente, ni el darle
honor a Cristo con sus ofrendas.

Este pasaje en Hechos 4:32-37 nos enseña que Bernabé era un creyente
honesto y caritativo. En este pasaje también aprendemos que el nombre
“Bernabé” era sólo un apodo y que su verdadero nombre era José. El apodo,
“Bernabé”, era un nombre descriptivo de este José, y se nos dice que la
palabra signifca “hijo de consolación”. La palabra griega “PARAKLESEOS”
traducida aquí como “consolación” también quiere decir “exhortación”
o “estimulo”, así que todas estas palabras son descriptivas de Bernabé.
Aquí también aprendemos que él era de la tribu de Leví, y que había
nacido en la isla de Chipre, en el mediterráneo (ver la Figura 1:
Galacia y Sus Alrededores).
En Hechos 9:26-30, vemos que Bernabé defendió a Pablo al dar testimonio
sobre él y sobre su conversión a los discípulos en Jerusalén durante la
primera visita de Pablo como creyente a esta ciudad. Es evidente que
Bernabé acompañó a Pablo en esta visita también.

Podemos deducir que Bernabé era considerado como un fel creyente y


como alguien maduro en su discernimiento. Vemos que éste era el caso
por la confanza que la iglesia en Jerusalén le tenía, primero al tomar su
testimonio en defensa de Pablo en Hechos 9:26-30; y después, en Hechos
11:19-26, al enviarlo a Antioquía para confrmar que las conversiones de
gentiles que habían sido reportadas eran verdaderas.

Después de confirmar que gentiles estaban siendo convertidos en


Antioquía, Bernabé se fue a Tarso, a traer a Pablo y llevarlo de regreso a
Antioquía, donde pasaron un año desempeñando su ministerio juntos
(Hechos 11:25-26).

En Hechos 11:27-30 vemos que al regresar a Jerusalén, Bernabé


regresó con Pablo y con provisiones que la iglesia de Antioquía mandaba
como socorro para los creyentes en Judea. Ésta es la visita que mejor
corresponde con la visita detallada en el pasaje que estamos estudiando de
Gálatas 2:1-10.

Después de esta visita, Bernabé y Pablo regresaron a Antioquía, y se


llevaron con ellos a Juan Marcos (Hechos 12:25). Y éste fue el trío que la
iglesia en Antioquía envió en una misión evangélica, el primer viaje
misionero de Pablo detallado en Hechos 13. Es interesante que el primer
lugar que visitaron fue Chipre, el hogar de Bernabé; y que fue en este viaje
cuando Pablo y Bernabé fundaron las iglesias de Galacia (ver la Tabla 1:
Itinerario del Primer Viaje Misionero de Pablo).

En Hechos 15:39 vemos que Bernabé y Pablo partieron caminos sobre


el desacuerdo que tuvieron acerca del deseo de Bernabé de volver a incluir
a Juan Marcos, quien era su primo, en otro viaje misionero. A pesar que su
desacuerdo fue tan grande que dejaron de desempeñar su ministerio juntos,
es aparente que sí hubo reconciliación entre ellos, dado cómo Pablo habla
de Juan Marcos más tarde en sus epístolas (ver Colosenses 4:10, 2 Timoteo
4:11).

Por otro lado Tito, era un gentil que parece haber sido un hijo espiritual de
Pablo. En otras palabras, parece que Tito vino a tener fe en Cristo por
medio de la obra evangélica de Pablo. Tito no sólo llegó a ser un
compañero de viaje de Pablo, sino que también un importante ayudante
en el ministerio de Pablo. Vemos esto en varios pasajes de 2 Corintios,
donde Tito es el enviado de Pablo por un tiempo a los corintios. Tito
también es a quién Pablo le escribió la epístola por ese nombre.
Evidentemente Pablo le había confado el ministerio de la iglesia en Creta
a Tito, y la epístola pastoral que le escribió era para darle ánimos en e
instrucciones sobre ese ministerio.

El hecho que Pablo llevó consigo a Jerusalén a Tito, un gentil, en esta


visita ha sido visto por unos como un reto de parte de Pablo para con los
lideres de la iglesia en Jerusalén. Es decir, si ellos verdaderamente creían
que los gentiles deberían ser circuncidados antes de poder
convertirse en cristianos, como los falsos maestros que habían llegado a
Galacia decían, entonces los lideres de la iglesia en Jerusalén tratarían de
determinar si Tito ya había sido circuncidado, y
si no lo había sido entonces lo forzarían a que lo fuera. Talvez el mejor
modo de considerar el hecho que Pablo llevó consigo a Tito a Jerusalén,
no es tanto como un reto, sino como un ejemplo o una prueba
(evidencia). En la persona de Tito Pablo llegó a tener un caso ejemplar de
alguien que no había sido circuncidado para poder convertirse en creyente
y quien así había sido aceptado como creyente no sólo por los creyentes en
Antioquía sino también por los creyentes y los lideres de la iglesia en
Jerusalén.

Gálatas
2:2
Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico
entre los gentiles, pero lo hice en privado a los que tenían alta reputación,
para cerciorarme de que no corría ni había corrido en vano.

Pablo estaba en Antioquía antes de viajar a Jerusalén. A pesar que


Antioquía está al norte de Jerusalén Pablo dice “subí” porque Jerusalén
está localizada en una altitud más alta que Antioquía (por ejemplo ver
la Figura 3: Los Primeros Viajes del Apóstol Pablo).

Es importante tomar nota de la razón por la cuál Pablo dice que fue a
Jerusalén en esta visita caritativa: fue “por causa de una revelación”. En
otras palabras, Dios le reveló o le hizo saber a Pablo que debía ir a
Jerusalén a presentar el evangelio que él estaba predicando a los gentiles
a los lideres de la iglesia en Jerusalén.

Pablo les presentó en privado a los lideres de la iglesia en Jerusalén lo que


él predicaba a los gentiles. Hizo esto, en parte, fuera de respeto; pero
principalmente para no poner en riesgo enseñar algo con lo que ellos no
estuvieran de acuerdo. No porque Pablo no estaba seguro de la veracidad
de lo que él enseñaba, ya que lo que él enseñaba lo había recibido de
Cristo; sino que Pablo no quería causar divisiones. No obstante sí estaba
listo a hacerlo si los lideres de la iglesia en Jerusalén no hubieran estado de
acuerdo con él.

De nuevo, sabemos que Pablo no dudaba su mensaje porque el mensaje


que él había recibido por medio de revelaciones divinas, igual como la
revelación de ir a Jerusalén a presentar ese mensaje, él sabía era de Dios
y por lo tanto era autoritativo y verdadero sin importar quién lo rechazara
o quién lo aceptara.

Cuando Pablo dice que les presento su mensaje en privado a los lideres de
la iglesia en Jerusalén, dice que lo hizo para cerciorarse que “no corría ni
había corrido en vano.” Con esta frase Pablo no está poniendo la veracidad
de su mensaje en duda, sino que nos está haciendo saber que él no sabía si
los lideres en Jerusalén iban a estar de acuerdo o no. Pablo temía que
podría haber una división entre creyentes, entre los que estaban de
acuerdo con él y los que creían que la circuncisión era necesaria
antes de poder convertirse en cristianos. Pablo no iba a hacer
concesiones de su mensaje, así que si no hubiera sido aceptado habría
habido una división entre los creyentes, y Pablo habría tratado en vano
mantener la unión.

Gálatas
2:3
Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse,
aunque era griego.

Por la gracia de Dios, todos habían tenido la misma revelación. El


Espíritu Santo estaba obrando en Pablo y el resto de los lideres de la
verdadera iglesia temprana de la misma manera.
Por lo tanto, los lideres de la iglesia en Jerusalén aceptaron el mensaje de
Pablo. La evidencia de esto fue dada inmediatamente, ya que los lideres de
la iglesia en Jerusalén no obligaron a Tito a que fuera circuncidado, ni Tito
se sintió obligado a ser circuncidado – que es lo que este versículo nos
indica.

Los Falsos Hermanos y Sus


Enseñanzas

Gálatas
2:4-5
4 Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente,

que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús,
a fin de someternos a esclavitud, 5 a los cuales ni por un momento
cedimos, para no someternos, a fn de que la verdad del evangelio
permanezca con vosotros.

Varios comentarios sobre los versículos 3 a 5 indican que la gramática


griega usada en éstos es muy difícil de traducir. No obstante, el punto
que Pablo trató de hacer sí se puede entender claramente. Es decir, los
lideres de la iglesia en Jerusalén no vieron la necesidad de que Tito, un
gentil, fuera circuncidado para poder hacerse creyente. El pensar que
habrían obras que hacer antes de poder convertirse, fue algo
introducido por “falsos hermanos.” La frase “falsos hermanos” traduce
la palabra griega “PSEUDADELPHOS” que indica a gentes que pretenden
ser hermanos, es decir, que pretender ser creyentes.

Estos falsos hermanos, de acuerdo a Pablo, habían sido introducidos


secretamente, o sea, no habían revelado su verdadera identidad, no
habían revelado que no eran creyentes. Unos comentaristas piensan
que estos falsos hermanos fueron introducidos secretamente por fariseos
que deseaban corromper lo que ellos consideraban como una amenaza al
judaísmo. Pero, es muy posible también que estos “falsos hermanos”
simplemente creían en lo que enseñaban, sin haber sido provocados
directamente por los fariseos. Es posible que ellos simplemente pensaban
que tenían el verdadero evangelio y era por eso que lo querían compartir.
No obstante, por muy buenas que puedan haber sido sus intenciones, Pablo
los trata como espías, o sea, como ladrones, o traidores. Lo que estos
“falsos hermanos” estaban haciendo estaba en contra del verdadero
evangelio.

El propósito de su infltre es claramente ilustrado como algo malo por Pablo,


su propósito era: “espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fn de
someternos a esclavitud.”

¿Cuál es la libertad que tenemos en Cristo Jesús? En este contexto, la


libertad que tenemos es la de no tener que cumplir con la ley para poder
ser salvados. La libertad que tenemos en Cristo es que nuestra salvación
no depende de nosotros o de nuestras buenas obras. Sino que nuestra
salvación depende en la obra de Cristo, en Su sacrifcio por nosotros y
en la confianza que tenemos en ese sacrifcio que Cristo hizo por nosotros
como sufciente para pagar nuestra deuda por el pecado. Si tuviéramos
que ser circuncidados o de algún modo seguir la ley o algunas reglas,
eso sería algo que nos esclavizaría. Si tuviéramos que hacer buenas obras
para merecer la salvación estaríamos esclavizados a las buenas obras. Eso
sería algo adicional a lo que Cristo ha hecho por nosotros.

La gente que, al igual que estos falsos hermanos, piensan que algo
adicional es necesario para poder merecernos la salvación menosprecian y
disminuyen el valor de lo que Cristo ha hecho; y
efectivamente, demuestran su falta de confanza (o sea su falta de fe) al no
creerle a Cristo. ¡Esta gente rechazan el evangelio y a Cristo!

Es útil tomar nota que la libertad del cristiano no sólo tiene que ver con el
no tener que hacer buenas obras para poder ser salvado. Sino, tiene
mucho más que ver con el poder hacer las buenas obras que han sido
preparadas para que las hagamos. Es decir, es porque el cristiano ha sido
liberado del yugo del pecado que puede hacer las buenas obras; es por la
libertad que el cristiano tiene en Cristo que ahora tiene la opción de hacer
buenas obras. Sin Cristo en nuestras vidas, sin ser liberados del castigo y
el yugo del pecado, no podemos hacer las verdaderas buenas obras que le
agradan a Dios.

Debemos tener muy en mente que la libertad que tenemos en Cristo es


la que nos permite someternos a Su voluntad. Antes de tener a
Cristo en nuestras vidas simplemente nos sometíamos a nuestra propia
voluntad. Estábamos esclavizados al pecado porque no conocíamos a Cristo
para saber cuál es Su voluntad, y no estábamos interesados en complacerlo
por quién Él es. No deseábamos complacerle a Él más que a nosotros
mismos.

¡Por la gracia de Dios, los creyentes hemos sido liberados de la


esclavitud al pecado!

En estos versículos Pablo nos dice que él y otros no cedieron a las


enseñanzas de estos falsos hermanos. Y no lo hicieron para no ser
esclavizados, para no someterse a doctrinas u obras erróneas. Sabiendo
que si ellos se hubieran sometido a estas falsas doctrinas otros creyentes
podrían haber caído en el mismo error, ellos podrían haber dado un
mal ejemplo, y más importante, ellos podrían haber ofendido a Cristo.

La palabra “permanezca” traduce la palabra griega “DIAMENO” que da


énfasis a un estado que no cambia. ¡El evangelio no cambia!

Es importante tomar nota que Pablo está hablando de asuntos doctrinales.


Él aquí está defendiendo el evangelio, la enseñanza de cómo es que uno
puede ser salvado del castigo del pecado y de la vida en el pecado.
Pero cuando Pablo habla de métodos de ministerio o de asuntos no
doctrinales él cedía más fácilmente. Es hablando de esto que en 1 Corintios
9:22 nos dice: “A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a
todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos.”

Pablo no estaba interesado en ganar un argumento. Que Pablo atacó


con tanta fuerza a los falsos hermanos y sus enseñanzas es evidencia de
qué tan en serio Pablo tomó los errores que ellos estaban enseñando.
Gálatas
2:6-10
6 Y de aquellos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me

importa; Dios no hace acepción de personas), pues bien, los que tenían
reputación, nada me enseñaron. 7 Sino al contrario, al ver que se me
había encomendado el evangelio a los de la incircuncisión, así como Pedro
lo había sido a los de la circuncisión 8 (porque aquel que obró efcazmente
para con Pedro en su apostolado a los de la circuncisión, también obró
efcazmente para conmigo en mi apostolado a los gentiles), 9 y al reconocer la
gracia que se me había dado, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados
como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo,
para que
nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión. 10 Sólo
nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo estaba
también deseoso de hacer.

Pablo comienza el versículo 6 con la frase “Y de aquellos que tenían


reputación de ser algo.” Aquí, muy probablemente se refiriere a Jacobo,
Pedro y Juan, a quienes nombra en el versículo
9; y quines probablemente también son los de alta reputación a quienes
Pablo les presentó su mensaje por privado en el versículo 2. Que Pablo
subió a Jerusalén para reunirse con ellos indica que él los veía como los
verdaderos lideres de la iglesia en Jerusalén y como Apóstoles como él. Que
Pablo se reunió con ellos en privado indica que les tenía mucho respeto.
Así, que el modo en el que Pablo se refiere a ellos en estos versículos no es
derogatorio a ellos. Sino que es dirigido a los falsos hermanos.

Continuando, Pablo nos da su opinión acerca de la alta reputación, “lo


que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas.”
Como hemos dicho, aquí Pablo no los está poniendo de menos a los
Apóstoles lideres de la iglesia en Jerusalén. Sino, Pablo está dando énfasis
a la verdad que “Dios no hace acepción de personas.” Es decir, en los ojos
de Dios todos somos iguales, todos somos pecadores, en necesidad de ser
salvados.

La importancia de estos lideres no venía de ellos mismos sino del mensaje


que Cristo les había dado a que predicaran. Y el punto al que Pablo va a
llegar en este pasaje es que ese mensaje que estos Apóstoles predicaban a
los judíos era el mismo que él predicaba a los gentiles. Por eso, Pablo
termina el versículo 6 con esta frase: “pues bien, los que tenían
reputación, nada me enseñaron.”

Los que tenían reputación, los Apóstoles quienes eran los lideres de la
iglesia en Jerusalén, no le enseñaron nada a Pablo porque el mensaje que él
predicaba él lo había recibido de Cristo mismo y ese era el mismo mensaje
que estos lideres en Jerusalén predicaban.

Es posible que los falsos hermanos habían dicho que ellos habían
aprendido lo que ellos enseñaban de los Apóstoles lideres de la iglesia
en Jerusalén y que por eso, a pesar de ser diferente a lo que Pablo
enseñaba, ellos tenían más autoridad. Y parece que este argumento es lo
que Pablo les está refutando. Los lideres de la iglesia en Jerusalén no
tenían más autoridad que Pablo, ya que ambos habían recibido el evangelio
directamente de Jesucristo; y ese mensaje era el mismo. Y es eso a lo que
Pablo da énfasis en el versículo 7.

Continuando en el versículo 8, Pablo nos dice por qué ellos tenían el mismo
mensaje: “porque aquel que obró efcazmente para con Pedro en su
apostolado a los de la circuncisión, también obró efcazmente para
conmigo en mi apostolado a los gentiles”

El mismo Espíritu Santo que obro en Pedro también había obrado en Pablo.
Dada esta verdad, los Apóstoles lideres de la iglesia en Jerusalén, Jacobo,
Pedro y Juan, les dieron “la diestra de compañerismo” a Pablo y Bernabé.
Esta frase “la diestra de compañerismo” tiene que ver con la costumbre
cultural del medio oriente por la cual al dar la mano de esta manera se
demostraba apoyo, camaradería, amistad, confianza, y complicidad. Los
falsos hermanos podían creer que lo qué ellos enseñaban lo habían
aprendido de los lideres de la iglesia en Jerusalén, pero ellos no habían
recibido el apoyo y la confanza que Pablo y su mensaje había recibido de
estos lideres. De nuevo, tal apoyo no era necesario para validar el
mensaje de Pablo, pero tal apoyo sí
demostraba que el mensaje de Pablo era el mismo que el de los demás
Apóstoles, y no el mensaje de los falsos hermanos.

La única diferencia era que Pablo y Bernabé irían a los gentiles y los
lideres de la iglesia en
Jerusalén a los de la circuncisión, o sea,
a los judíos.

En el versículo 10, Pablo da énfasis a la única petición que los lideres de la


iglesia en Jerusalén le hicieron: “que nos acordáramos de los pobres, lo
mismo que yo estaba también deseoso de hacer.” El acordarse de los
pobres es algo que tiene que acompañar al evangelio, tanto a los
gentiles, como a los judíos — quienes eran quizás los más
necesitados en este contexto, especialmente en Judea.

LA JUSTIFICACIÓN POR MEDIO DE


LA FE

La parte fnal del capitulo 2 de Gálatas nos recuerda que la justifcación, o


sea, el ser considerado como justo o piadoso ante Dios, no se obtiene por
medio nuestras obras, no se obtiene por medio del cumplir con ciertas
reglas, ritos o disciplinas; sino que se obtiene por medio de la fe, y
solamente por medio de la fe. Y, por la gracia de Dios, ¡la fe es un regalo
que Dios mismo nos da! (Efesios 2:8)

¿Por qué es que la gente ven, y han visto, las obras, los ritos o las
disciplinas personales como requisitos necesarios para la salvación? Es
posible que sea porque todos sentimos un sentido de culpa por nuestros
pecados, y el hacer cosas como estas nos puede dar alivio a nuestra
conciencia engañándonos a nosotros mismos. Al hacer buenas obras
sentimos como que nos hemos ganado el favor de Dios.

Pero deberíamos de saber que el sacrifcio de Cristo es todo lo que es


necesario y lo único que en verdad vale. Es mas, desde la caída del
hombre, Dios nos hizo saber que el derrame de sangre era necesario para
el perdón de los pecados (Hebreos 9:22).

Cuando Adán y Eva pecaron, Dios los cubrió con vestiduras de piel, o
sea, animales fueron sacrifcados y su sangre derramada para cubrir la
hombre por su pecado (Génesis 3:21). Esto fue una ilustración de lo que
Cristo llegaría a hacer por nosotros.

No obstante el hombre es testarudo y ha rechazado lo que Dios le ha


demostrado. Podemos decir que desde la caída del hombre, el hombre ha
querido que sus obras sean lo que complace a Dios, a pesar que Dios ordene
lo contrario.

Por ejemplo, Caín no sólo trajo su sacrifcio de mala gana, sino que
también trajo el sacrificio que Dios no había ordenado. Pónganse a
pensar: Dios le dio permiso al hombre que comiera solamente plantas
(Génesis 1:29-30), y después de expulsar al hombre del jardín del Edén Dios
le dijo al hombre que tenía que labrar la tierra para obtener su comida.
De modo que Caín labraba la tierra y le trajo ofrenda a Dios de los frutos
por los cuales él había trabajado muy duro (Génesis 4:3). Es más, su
ofrenda fue de algo necesario para la vida — la comida. En el modo de
pensar del mundo, el modo de pensar pecaminoso del hombre, tal
sacrificio debería serle agradable a Dios.
No obstante, ¿qué nos dice la Biblia que opinó Dios de esta ofrenda? Nos
dice que a Dios ¡no le agradó! (Génesis 4:4) ¿Por qué? Obviamente porque
el sacrifcio que Dios había ordenado no era el de la comida, sino el
derrame de sangre, ya que este sacrificio sí señalaba al sacrifcio que Cristo
daría por nuestros pecados. Es posible que Caín no pudo entender por qué
Dios había ordenado lo que había ordenado — el sacrifcio de animales, y
por eso decidió desobedecer a Dios y ofrecer lo que él pensó era algo mejor
— Caín sacrificó lo que necesitaba para vivir.

Que Caín trajo su ofrenda de mala gana es evidente en que él se enojo con
Dios porque a Dios no le agrado el sacrifcio que Caín quería que le
agradara.

Hoy día, el hombre continua con sus ritos, con sus tradiciones religiosas y
quiere que Dios las acepte y que le agraden; pero el hombre, sin ser
movido por el Espíritu Santo, no trata de agradar a Dios con el sacrificio
que sí le agrada a Él (Romanos 12:1; Hebreos 10:1-10).

Por otro lado, el sacrifcio de Abel sí le fue agradable a Dios, no porque


Abel ofrendó más que Caín, no porque Abel ofrendó de lo que necesitaba
para vivir, sino porque ofrendó lo que Dios había ordenado, lo que sí
señalaba al sacrifcio que Cristo daría por nosotros. Talvez Abel tampoco
comprendía por qué Dios quería que animales fueran sacrificados, animales
que no se podían comer todavía, pero a pesar de no comprender, Abel fue
obediente, Caín no.

En esta sección de Gálatas 2:11-21, vemos cómo unos judíos que decían
ser creyentes habían infiltrado la iglesia en Antioquía, y habían causado
que la gente comenzaran a pensar como Caín. Es decir, a que pensaran
que las cosas que les parecían mejores a ellos le deberían de agradar a
Dios y por tanto necesitaban hacer estas cosas que ellos habían razonado
en vez de lo que Dios sí había mandado. Ellos comenzaron a tratar sus
obras de obediencia a la ley como que eran necesarias para la salvación, o
para complacer a Dios.

La confanza en los rituales de la ley estaba reemplazando la confanza en


la obra de Cristo. Y
hasta creyentes prominentes, como Pedro y Bernabé, estaban
cayendo en este error.

Pablo Confronta la
Hipocresía de Pedro

Gálatas
2:11-13
“11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque
era de condenar. 12
Porque antes de venir algunos de parte de Jacobo, él comía con los
gentiles, pero cuando vinieron, empezó a retraerse y apartarse, porque
temía a los de la circuncisión. 13 Y el resto de los judíos se le unió en su
hipocresía, de tal manera que aun Bernabé fue arrastrado por la hipocresía
de ellos.”

Aparentemente los falsos hermanos, los que decían que habían llegado a
Antioquía de parte de Jacobo, también habían acusado a Pablo de no ser
un verdadero Apóstol. Así que cuando Pedro, comenzó a acceder a las
reglas de la ley judía que estos querían que los creyentes en Antioquía
cumplieran, Pedro le dio credibilidad al error que estos enseñaban. Pablo,
sabiendo que Pedro estaba en error, indica en este pasaje que él tenía
tanta autoridad apostólica como la de Pedro, tanto como para corregirlo y
hasta condenar su conducta.
La conducta de Pedro era de condenar porque Pedro tomó una posición que
él sabía no estaba correcta. Pedro sabía que no era necesario para la
salvación el seguir las reglas de la ley. Es mas, no fue hasta que los falsos
hermanos llegaron a Antioquía que Pedro comenzó a comportarse como
ellos. Antes de esto, Pedro sí se había asociado con los hermanos
gentiles y había disfrutado con ellos la libertad de la ley que se tiene en
Cristo.

Es importante notar que era la conducta de Pedro lo que Pablo estaba


condenando y no a Pedro. El seguir estas obras de obediencia a la ley
(como interpretada por los fariseos) no condenaría a nadie en sí. Pero el
ponerle la confanza para la salvación en cualquier cosa otra que la obra
redentora de Cristo sí condena. Es decir, Pablo estaba condenando el
comportamiento de Pedro porque éste iba a confundir a la gente,
hacerles pensar que sí se necesitaba algo más que simplemente la fe en
la obra de Cristo para la salvación.

Nos dice este pasaje que Pedro temía a los que decían que habían llegado
a Antioquía de parte de Jacobo, pero ya que éstos decían que eran
creyentes, Pedro no les temía por su vida, Pedro no temía que ellos le
fueran a hacer daño físico. Eran los judíos quienes rechazaban a Cristo y
que no admitían de ningún modo ser creyentes a los que sí les podría
haber temido por su vida. A éstos que habían llegado a Antioquía, el
temor que Pedro les tenía, era probablemente el de ser hecho ridículo. Los
falsos hermanos estaban haciendo cosas por las que ellos se consideraban
piadosos, Pedro parece haber temido no ser considerado piadoso por ellos o
por la gente a la que ellos estaban convenciendo.

Lo peor fue que la conducta de Pedro, dada su reputación como el líder de


los Apóstoles, le sirvió de ejemplo a otros creyentes judíos. Hasta Bernabé
“fue arrastrado” por las enseñanzas de los falsos hermanos ya que
aparentemente él también estaba siguiendo el ejemplo de Pedro.

La importancia de la oposición de Pablo a la conducta de Pedro y de


Bernabé, y a las enseñanzas de los falsos hermanos no puede ser recalcada
sufcientemente. Al oponerse Pablo a lo que Pedro estaba haciendo, no sólo
demostró Pablo su autoridad, sino que rectifcó el error de su hermano.

También, la importancia de esta corrección debe ser estimada


apropiadamente en la iglesia ahora. Creyentes no se pueden separar
entre sí por raza, por costumbres, por clases sociales, o por otras
distintivas. Es posible que este tipo de prejuicio haya contribuido a que
los falsos hermanos, y los judíos creyentes (como Pedro y Bernabé)
aceptaran las falsas enseñanzas de los que decían haber llegado de parte
de Jacobo. Es posible que estas falsas enseñanzas de los falsos hermanos
simplemente hayan dado la oportunidad para que practicaran sus
verdaderos sentimientos sin sentirse culpables de hacer algo malo.

Los judíos de esos días no querían a los gentiles. Los creyentes judíos
pueden haber tenido ese mismo sentimiento pecaminoso aún después de
haber sido salvados. El tener un motivo para no asociarse con gentiles,
aunque fueran creyentes, o de hacer que los creyentes gentiles se hicieran
culturalmente judíos antes de asociarse con creyentes judíos, les puede
haber parecido atractivo en su carne. Pablo condenó aquí ese tipo de
pensar, ya que en Cristo no hay tal división ni distinción de ese tipo
(Romanos 10:12).

También es posible que los falsos hermanos que llegaron a Antioquía


verdaderamente fueron enviados por Jacobo, y que Jacobo también había
sido engañado por la atracción de no tener
que convivir con creyentes gentiles, por el común prejuicio de los judíos de
ese día contra los gentiles. Por la gracia de Dios, Pablo supero todo esto.

Pablo Confronta el Error


de Pedro

Gálatas
2:14-16
“14 Pero cuando vi que no andaban con rectitud en cuanto a la verdad del
evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como
los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir
como judíos? 15 Nosotros somos judíos de nacimiento y no pecadores de entre
los gentiles; 16 sin embargo, sabiendo que el hombre no es justifcado por
las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros
hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justifcados por la fe en
Cristo, y no por las obras de la ley; puesto que por las obras de la ley nadie
será justificado.”

Podemos aprender unas lecciones muy valiosas de Pablo en este pasaje.


Para comenzar, Pablo usó el evangelio para evaluar, medir y juzgar la
conducta de Pedro. La impresión que Pablo da es que él estudió lo que
los que habían llegado a Antioquía de parte de Jacobo estaban
enseñando, y que cuando se dio cuenta de qué era lo que enseñaban, lo
comparó a la verdad del evangelio. Y fue porque esta enseñanza no estaba
de acuerdo con el evangelio – que la salvación es un regalo de Dios y no es
algo que el hombre se merece o se gana por medio de las obras – que
Pablo concluyó que estos visitantes “no andaban con rectitud.”

De similar manera hoy día vemos creencias de todo tipo que son enseñadas
por todos lados, incluyendo en la iglesia. Lo que se enseña en la iglesia, lo
que se enseña como la verdad revelada por Dios, es algo serio. No
debemos permitir que alguna falsedad sea introducida a la enseñanza del
evangelio. No podemos quitarle ni agregarle nada a la Palabra de Dios
(Apocalipsis 22:18-
19
).

Ya que Pedro no había corregido a los falsos hermanos sino que había
accedido a sus falsas enseñanzas, Pedro había dado un mal ejemplo y
necesitaba ser corregido. Porque la ofensa de Pedro — el no distinguir,
el no corregir el error que se estaba enseñando en la iglesia de
Antioquía, y el comenzar a imitar y apoyar ese error — fue una ofensa
publica, una ofensa de la que los creyentes en Antioquía se habían dado
cuenta, fue importante que Pablo lo corrigiera en publico.

La corrección en publico les demostró varias cosas muy valiosas a los


creyentes en Antioquía, y a nosotros también:
1) Comunicó que creyentes deben darse cuenta cuando una
falsedad estaba siendo
enseñada entre ellos.
2) Lo que se enseña en la iglesia es algo serio.
3) La enseñanza de errores en la iglesia no puede ser tolerada.
4) Errores cometidos en público deben ser corregidos en público.
5) Doctrina errónea debe ser corregida sin importar quién la enseñe o
quien la acepte.
6) Aún los creyentes más maduros, como Pedro, pueden ser
engañados y caer en error o pecado.
7) Porque todos somos vulnerables a las mentiras demoníacas, y
podemos ser engañados y caer en error, necesitamos creyentes
alrededor nuestro que nos corrijan cuando erramos.
8) Cuando vemos a otros creyentes siguiendo enseñanzas erróneas
debemos corregirlos (aún si esto los ofende).

Así como la iglesia de Antioquía nosotros hoy día también podemos


aprender de la corrección publica de Pedro por parte de Pablo. Aprendemos
que Pedro no fue perfecto. Pedro, el Apóstol principal, cayó en errores aún
después de haber sido el medio por el cual la fe de los gentiles había sido
confirmada. Ésta es una verdad que vemos claramente en la Biblia pero
que la Iglesia Católica niega para poder mantener su creencia que los Papas
no cometen errores doctrinales, ya que ellos creen que Pedro fue el primer
Papa. Pero la verdad que vemos es que aún los más espirituales de entre
nosotros podemos caer en pecado, podemos ser engañados, si en vez de
enfocarnos en el evangelio, en lo que Dios verdaderamente enseña, nos
enfocamos en lo que nos agrada, o en lo que nos parece mejor a nosotros.

También es muy útil ver que Pablo no permitió que la posición o que la
reputación de Pedro lo intimidara, previniendo que él hiciera lo que por la
Palabra de Dios él sabía era lo correcto. Es mas, en su corrección de Pedro,
Pablo parece no haber tratado de decir lo que le dijo a Pedro de manera que
Pedro no fuera a ofenderse. Pablo no parece haberle puesto mucha
atención a los sentimientos de Pedro al corregirlo. ¿Por qué cree usted que
fue así? ¿Cree que eso estuvo bien?

Es probable que fue así porque la mala doctrina no puede ser tolerada en la
iglesia. Y sí estuvo bien que Pedro corrigiera la mala doctrina con fuerza,
así como lo está bien ahora también, porque ese fue el ejemplo que
Cristo nos dio — Él no fue muy amable al corregir a los que enseñaban
o apoyaban doctrinas erróneas (ver por ejemplo: Mateo 12:1-14, 22-45;
21:12-17,
23f; Lucas 6:1-5; Lucas
20:27ff).

Es muy probable que Pedro reconoció su error y le estuvo agradecido a


Pablo por haberlo corregido. Pablo quizás no incluyó eso aquí para no darse
crédito, pero sí sabemos que Pedro no termino pensado de esta errónea
manera (Hechos 15:12ff) y que Pedro le tenía mucho respeto a Pablo (2
Pedro 3:14-18).

¿Cuál era el error de Pedro en particular? Comenzando con el versículo


14 Pablo le dice a Pedro: “… Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y
no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir como judíos? 15
Nosotros somos judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles.”

Pedro era judío pero él mismo había dejado de seguir las tradiciones de los
judíos al comenzar a seguir a Cristo. Efectivamente, lo que los falsos
hermanos estaban haciendo que los gentiles en Antioquía hiciera era que
comenzaran a practicar esas tradiciones judías (las que Pedro ya no
practicaba), antes de poder ser considerados creyentes en Cristo. Por eso
Pablo le dice a Pedro que él vivía como gentil, pero al apoyar a los falsos
hermanos estaba haciendo que los creyentes gentiles de Antioquía vivieran
como judíos. Pablo aquí también le recuerda a Pedro que ellos (Pablo y
Pedro) sí tenían más razón para seguir algunas de las tradiciones,
posiblemente Pablo tenía en mente la circuncisión, ya que ellos habían
nacido siendo judíos.

El versículo 16 es muy poderoso. Pablo nota que no importa si se es judío


de nacimiento o pecador de entre los gentiles ya que “… el hombre no es
justifcado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús.” Y es
por eso que de los creyentes judíos él dice que “… también
nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justifcados por la
fe en Cristo, y no por las obras de la ley; puesto que por las obras de la ley
nadie será justificado.”

¡Amen! Pablo aquí aclara que los creyentes judíos como él y Pedro no han
sido justificados por cumplir con las obras de la ley, o sea las obras que
los falsos hermanos estaban tratando de instituir. Sino que ellos habían
sido justifcados por la fe en Cristo. Y puesto que nadie sería justificado
por las obras de la ley, no tenía sentido hacer que los creyentes gentiles
cumplieran con la ley.

La Justicia No Viene por


medio de la Ley

Gálatas
2:17-21
“17 Pero si buscando ser justifcados en Cristo, también nosotros hemos
sido hallados pecadores,
¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo! 18 Porque si yo
reedifico lo que en otro tiempo destruí, yo mismo resulto transgresor. 19 Pues
mediante la ley yo morí a la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo he
sido crucifcado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la
vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No hago nula la gracia de Dios,
porque si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en
vano.”

En los versículos 15 a 16 Pablo estableció la justificación por medio de la


fe, y ahora en los versículos 17 a 21 él defende esa enseñanza.

Lo que estos versículos defenden está claro; defienden el hecho que la


ley o cualquier obra o grupo de reglas, por muy buenas y sabias, no son
necesarias para la justificación, o sea para la salvación. Los enemigos de
Pablo estaban enseñando que si la salvación fuera sólo por medio de la fe
en Cristo, entonces la ley sería puesta al lado completamente, y ellos no lo
querían aceptar el no tener que seguir con las demandas de la ley. En su
modo de pensar, el no tener que seguir las demandas de la ley era algo
imposible, algo inaudito. A su punto de vista la ley de Dios no podía ser
abrogada o abolida – pero ignoraban que Cristo no la abolió sino que la
cumplió (Mateo
5:17). Consideraban que el dejar de seguir las demandas de la ley sería
pecado. Pero más al
punto, si no tenían que seguir las demandas de la ley, y ésta no fuera el
medio por el cual se obtenía la salvación, entonces los judíos se
encontrarían en la misma posición que los gentiles. Es decir, los judíos se
encontrarían en necesidad de la gracia de Dios para su salvación, al igual
que los gentiles. En otras palabras, el merito étnico del que los judíos se
enorgullecían no tendría valor, y ellos no podrían discriminar a los gentiles
– ya no podrían justificar tratarlos como seres inferiores. Esto era lo que en
verdad no les era aceptable a los enemigos de Pablo.

Aunque el punto que estos versículos enseñan sí está claro, cómo es que lo
enseñan no está tan claro. Es decir, hay varias interpretaciones del
versículo 17 que son validas y que enseñan el mismo punto, solo que de
distintos modos. Aquí veremos tres de éstas:

1. Pablo ve la enseñanza de los que habían llegado a Antioquía


supuestamente de parte de Jacobo como una ofensa a Cristo mismo y
un ataque al evangelio. Por tanto, Pablo con sus palabras estaba
repudiando el insulto a Cristo de una manera muy fuerte. Por eso
declara que el buscar ser justificados en Cristo, aparte de la ley, los
puso en una posición de pecadores ya que esa era su verdadera
posición ante Dios. Siendo pecadores, ellos
necesitaban un Salvador, y Cristo los salvó; Él no los había llevado al
pecado sino que Él los había salvado de sus pecados.

2. Pablo se estaba dirigiendo a Pedro, Bernabé y los demás judíos que


estaban siguiendo las enseñanzas de los que habían llegado a
Antioquía supuestamente de parte de Jacobo. Entonces Pablo les
dice que si ellos habían buscando la justificación en Cristo, pero si
ahora tenían que regresar a la practica de la ley para obtener la
salvación, entonces ellos habían comprobado ser pecadores al haber
seguido a Cristo. Por tanto, Cristo los había llevado al pecado y era
un ministro del pecado. Este pensar le habría sido detestable a
Pedro, quien amaba a Cristo. Pero todos sabían que sería imposible
que Cristo fuera culpable de esta manera, así que al hacerles Pablo
su pregunta, “¿es Cristo, entonces, ministro de pecado?”, les estaba
demostrando que ellos habían errado al pensar que necesitaban
algo más que la fe en Cristo para su justificación. Por eso
continua diciéndoles “¡De ningún modo!”.

3. Una posible paráfrasis va algo así: “Pero si [nosotros] buscando ser


justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados [o
juzgados como] pecadores [por nuestros enemigos porque hemos
abandonado la ley, entonces Cristo nos ha llevado al pecado].” Ya
que los enemigos de Pablo estaban enseñando que el dejar de seguir
las demandas de la ley era pecado, por tanto Cristo sería un ministro
de pecado ya que por Él era que la ley ya no se seguía. Que Cristo
fuera un ministro del pecado era algo imposible, por tanto el
argumento de los falsos hermanos, los judíos que habían llegado a
Antioquía supuestamente de parte de Jacobo, estaba en error.

En el versículo 18, al decirles Pablo que “Porque si yo reedifico lo que en


otro tiempo destruí, yo mismo resulto transgresor” les está haciendo ver que
el dejar de seguir las demandas de la ley no es pecado como los falsos
hermanos enseñaban, sino que el regresar a la ley lo es, o sea el
reedifcar lo que fue destruido. El restaurar lo que uno ya había destruido
previamente, o sea la justificación por medio de la ley, lo hace a uno un
verdadero transgresor. Y esto era lo que Pedro había hecho al dejar de
comer con los gentiles en Antioquía. Efectivamente, Pedro había saboteado
uno de los principios básicos del evangelio. No se le puede agregar nada a
lo Cristo ha hecho, la fe en lo que Él ha hecho por nosotros, en Su sacrifcio
y resurrección, es sufciente para la justificación.

Pablo continua con este mismo pensar en el versículo 19, al declarar


“Pues mediante la ley yo morí a la ley.” Pablo no solamente había
rechazado la ley como el medio a la salvación, él había muerto a ésta, y
por tanto no podía regresar a ella. Pablo había sido un fanático de la ley,
pero al ver su vida antes de su conversión él sabía que el haber vivido
bajo la ley le había demostrado que la ley era inadecuada para obtener la
salvación. Ésta solamente le demostró su necesidad por un Salvador al
demostrarle que no podía cumplirla. Efectivamente, la ley le demostró que
era un pecador y lo castigo por serlo.

Pablo continua, diciendo que “a fin de vivir para Dios.” [Yo] “20 Con Cristo
he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y
la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Pablo se volteo de la ley hacia
Cristo para encontrar la vida y para vivir para Dios. El vivir para
Dios y para complacerle no es lo mismo que el vivir para cumplir con la
ley. El haber sido crucifcado con
Cristo signifca que este evento pasado está teniendo un efecto presente, o
sea, Dios ha hecho al creyente participe con Cristo en su muerte. El
creyente, por tanto, está muerto al pecado y ahora vive en y por Cristo.
Es decir, el creyente puede dejar de centrar su vida en sí mismo y puede
centrarla en Cristo. El creyente puede y va a desear comprender qué
es lo que le complace al Señor y va a tratar de agradarlo, no para
obtener la salvación, sino porque la ha obtenido por medio de la fe por la
gracia de Dios.

Y la salvación tiene que ser por la gracia de Dios, “porque si la justicia viene
por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano.” Este es un apto
resumen del mensaje de este capitulo.

DEFENSA DE LA JUSTIFICACIÓN POR MEDIO DE


LA FE

Gálatas
3:1-5
1 ¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante
cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucifcado? 2 Esto
es lo único que quiero averiguar de vosotros:
¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? 3
¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a
terminar ahora por la carne? 4 ¿Habéis padecido tantas cosas en vano? ¡Si
es que en realidad fue en vano! 5 Aquel, pues, que os suministra el
Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por
el oír con fe?

En los versículos anteriores, Pablo acaba de hacerles ver a los gálatas


cómo él le puso alto a los errores que los judíos que habían llegado a
Antioquía estaban enseñando; y cómo él hasta a Pedro corrigió al ver
que él estaba en error. Este era el mismo error en el que los gálatas
habían caído y ahora Pablo regresa a corregirlos a ellos directamente, y
lo hace con palabras muy fuertes.

Para empezar, Pablo llama a los gálatas “insensatos.” La palabra griega


traducida “insensatos” es la palabra griega “ANOETOI”, la cual indica
pereza mental o descuido. En otras palabras, los gálatas habían
disfrutado la enseñanza de Pablo, ellos habían sido testigos de la obra
del Espíritu Santo en sus vidas, ellos habían visto milagros tomando lugar
entre ellos, pero ellos se habían descuidado al no haber puesto mucho
esfuerzo para saber y entender lo que la Palabra de Dios enseña. Los
gálatas se habían hecho haraganes y habían dejado de seguir lo que Pablo
les había enseñado.
Inmediatamente después de llamarlos “insensatos” a los gálatas, Pablo les
hace la primera de una serie de preguntas retóricas: “¿Quién os ha
fascinado a vosotros…?” Los gálatas habían sido “fascinados” o
encantados. La palabra “fascinados” traduce la palabra griega
“BASKAINO” que indica el ser encantado, el ser engañado como por falsos
halagos. El uso de esta palabra aquí indica que las enseñanzas erróneas
que los gálatas habían aceptado les habían sido atractivas a sus
emociones. Los gálatas habían creído con sus emociones, no porque
hubieran estudiado y evaluado las enseñanzas de los falsos hermanos.

Es común hoy día que al hablar de la mente uno se refere al


entendimiento, y al hablar del corazón uno se refere a las emociones.
Si no ponemos atención a lo que la Biblia enseña podríamos pensar que
eso es cómo la Biblia usa la metáfora del corazón. Pero en realidad,
cuando la Biblia habla del corazón del hombre habla tanto de su
entendimiento y no de sus
emociones. La palabra griega que es principalmente traducida
corazón es la palabra “KARDIA” y es de la cual vienen muchas palabras
que ahora usamos con referencia al corazón, como ataque cardiaco.

La palabra “KARDIA” en griego da a entender toda la actividad mental y


moral del hombre, tanto sus elementos emocionales como los racionales.
En otras palabras, el corazón es usado de una manera fgurativa para
signifcar la parte interna del hombre, que incluye a nuestra mente, nuestro
entendimiento.

Lo que los falsos hermanos habían llegado a enseñarles a los gálatas les
había agradado a sus emociones, y ellos habían fallado en discernir lo que
estos falsos hermanos enseñaban porque les había agradado. Esto le ha
de haber sido especialmente difícil para Pablo, ya que como él les dice a
los gálatas, que fue ante ellos “ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado
públicamente como crucifcado” por medio del verdadero y único evangelio
que Pablo les había predicado.

Lastima que aún es común hoy día que los cristianos se congreguen en
iglesias donde se sientan mejor que en iglesias donde se les enseñe la
Palabra.

Recordándoles a los gálatas de su propia conversión y su experiencia de


ésta, Pablo les hace su próxima pregunta retórica en el versículo 2:
“¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?” Es decir,
cuando Pablo les compartió por primera vez la verdad del evangelio, él no
les habló de la ley sino de la fe. Y cuando ellos aceptaron originalmente
el evangelio no sabían de la ley ya que ellos eran gentiles y no judíos. Si
ellos habían verdaderamente recibido el perdón de sus pecados y la
justifcación que es sólo por medio de la fe, ¿por qué ahora pensaban que
tenían que agregarle obras a esa fe? Si fue porque sus obras no podían
ser suficientes para salvarlos que necesitaban la fe, ¿por qué ahora
pensaban que habrían obras que pudieran añadirle algo a la justificación
que ya habían recibido?

Ésta es la idea con la que Pablo les hace las siguientes preguntas retóricas
en el versículo 3: “¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el
Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?” Pablo les quiere hacer que
razonen, que si necesitaron el Espíritu Santo para creer, cómo es que ahora
pudieran pensar que sus mismas obras, en su carne pecaminosa,
podrían añadirle o mejorar lo que la carne y sus obras no pudieron hacer
para empezar.

Con la su siguiente pregunta retórica en el versículo 4, Pablo les


recuerda de nuevo de las experiencias que los gálatas habían tenido al
oír el evangelio, y les hace pensar si eso había sido en vano o no: “¿Habéis
padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano!”
Aunque talvez no hayan “padecido” dolores, sí han de haber padecido algo
en el sentido de que sus vidas habían cambiado al haber recibido el
mensaje de Pablo. ¿Fue en vano que “padecieron” tales cambios?
Claramente que no, y es eso lo que Pablo les quería hacer ver. Su cambio
había sido verdadero, y había ocurrido sin que ellos supieran o siguieran
la ley que los falsos hermanos ahora les querían hacer cumplir.

En el versículo 5 Pablo les hace la última, y quizás la más fuerte de sus


preguntas retóricas: “Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace
milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con
fe?” Los milagros que Cristo mismo había hecho y estaba haciendo
entre ellos, los hacia por medio de la fe que ellos le habían tenido y no
porque ellos hayan sido feles seguidores o cumplidores de la ley de la que
hasta ahora estaban aprendiendo.

La epístola a los creyentes en Galacia fue probablemente la primera


epístola del apóstol Pablo. La escribió durante tiempos apostólicos,
cuando los milagros todavía estaban pasando para verifcar y confrmar
la validez y la veracidad del mensaje. Por medio de Pablo, Cristo había
hecho milagros ante los gálatas. Estos milagros testificaban de la validez,
de la veracidad del mensaje de Pablo; que al contrario de las enseñanzas
de los falsos hermanos, enseñaba que la justificación del creyente la
obtiene sólo por medio de la fe, y no por medio de la fe y las obras de ley.

Por tanto, si una persona había recibido el don la salvación eterna al haber
creído el mensaje de Pablo, al haber puesto su fe en Cristo Jesús, al haber
puesto su confanza para la vida eterna en la obra y la promesa de Cristo;
¿cómo era posible que ahora quisieran agregarle algún merito obtenido
por obras al don que Cristo ya les había dado?

Defensa de la Justificación por medio de


la Fe de Abraham

En este tercer capitulo Pablo comenzó a defender la justifcación


por medio de la fe; primeramente acordándoles a los gálatas de su
propia experiencia, de cómo fue que ellos llegaron a la fe en Cristo.
Segundamente les explica cómo es ilógico que después de haber sido
salvados sin haber hecho nada que merite esa salvación, ahora estén
queriendo hacer que nuevos creyentes hagan obras que les meriten
recibir la salvación. Si no fue necesario antes, no es necesario ahora; si la
fe fue suficiente antes sin obras meritorias, la fe es sufciente ahora
todavía sin obras meritorias.

En la siguiente sección del capitulo 3, Pablo les da el ejemplo más obvio de


cómo es que la fe ha sido, es, y será suficiente para la obtener la salvación
dado lo que enseñan las Escrituras. El ejemplo que Pablo usa es el de
Abraham.

Gálatas
3:6-9
6 Así Abraham CREYÓ A DIOS Y LE FUE CONTADO COMO JUSTICIA.
7 Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de
Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por
la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: EN TI
SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES. 9 Así que, los que son de fe son
bendecidos con Abraham, el creyente.
El versículo 6 comienza con la palabra “Así”, la cual traduce la palabra
griega “KATHOS”, que generalmente se usa para introducir una nueva
idea, pero que enlaza a la idea precedente. Y es exactamente eso lo que
hace Pablo aquí al introducir una nueva idea, la justifcación de
Abraham en el Antiguo Testamento, y enlaza esa idea con el contexto de
la justifcación por medio de la fe del que ha comenzado a presentar en
este capitulo.

En el versículo 6, Pablo sita Génesis 15:6. Al ver este versículo en su


contexto podemos hacer unas observaciones clave:
Génesis
15:1-6
1 Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión,

diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será


muy grande. 2 Y Abram dijo: Oh Señor DIOS, ¿qué me darás, puesto que
yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco? 3 Dijo
además Abram: He aquí, no me has dado descendencia, y uno nacido en
mi casa es mi heredero. 4 Pero he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él,
diciendo: Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él
será tu heredero. 5 Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta
las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu
descendencia. 6 Y Abram creyó en el SEÑOR, y Él se lo reconoció por justicia.

En los versículos anteriores a Génesis 15:6 vemos qué es lo que Abraham


(o quizás mejor dicho, Abram, ya que Dios no le había cambiado el nombre
todavía), le creyó a Dios. Y ¿qué fue lo que Abraham le creyó a Dios?

Primeramente, Abraham le creyó a Dios cuando Él le dijo que le daría un


heredero que saldría de sus entrañas. O sea, Abraham le creyó a Dios que
a pesar de su avanzada edad (de alrededor de cien años) Dios le daría un
hijo. Abraham demostró que le tuvo confanza a la lo que Dios le dijo.
Abraham comprendió que Dios tenía el poder de hacer lo que fuera — aún
darle un hijo a alguien de edad tan avanzada; y Abraham confó que Dios
cumpliría con Su Palabra. Abraham creyó que Dios podía y haría lo que le
prometió.

Abraham también le creyó a Dios cuando Él le dijo que le daría


descendencia tan innumerable que, como las estrellas del cielo, no se
podrían ni contar. No sólo comprendió Abraham que Dios milagrosamente
le proveería un descendiente sino que también de éste Dios proveería
innumerables descendientes.

El punto es que Abraham creyó la Palabra de Dios. Esta fe que Abraham le


tuvo al Señor le fue reconocida por justicia, o sea, la justicia de Dios le fue
imputada.

Es interesante notar que la palabra hebrea traducida “reconoció” en


Génesis 15:6 es la palabra “CHASHAD”, la cual quiere decir “imputar”. Ésta
es la primera vez que la palabra “imputar” es usada en la Biblia. Por tanto,
desde antes que Dios le diera la ley a Israel vemos que la justicia que
salva es imputada, o sea, ¡que la salvación es un don de Dios!

Romanos 4:1-12 es un pasaje parecido notable. En Romanos 4 Pablo


también usa este pasaje de Génesis 15 para explicar el signifcado de la fe
de Abraham, pero en el pasaje de Romanos 4 es que Pablo explícitamente
hace varios puntos que son hechos más implícitamente en nuestro
pasaje de Gálatas 3:6-9. Unos de estos puntos:
1. Abraham creyó la Palabra de Dios siendo pagano, no siendo
circunciso, y a pesar de eso su fe le fue contada por justicia.
2. Dado que éste fue el caso para Abraham, que la j usticia le fue
imputada, ¿por qué sería diferente para los romanos (o para los
gálatas, o para la gente ahora)?
3. Abraham es padre de todos los que siguen los pasos de la fe,
tanto circuncisos como incircuncisos, ya que él recibió esta bendición
siendo todavía incircunciso.

En Gálatas 3:7 vemos uno de estos puntos reiterados: “Por consiguiente,


sabed que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.”
¿Quiénes son hijos de Abraham? De acuerdo a Pablo, “los que son de fe”.
En otras palabras, todos los creyentes, tanto los del Antiguo Testamento
como los del Nuevo Testamento y los creyentes del presente y del futuro
“son hijos de Abraham”. Éste fue el punto que Jesús les quiso dar a
entender a los judíos en Juan 8:31-47, pero que ellos se rehusaron a
aceptar. Estos judíos a los que Jesús les dijo “Sois de vuestro padre el diablo”
(Juan 8:44), tenían la misma perspectiva que parece evidente en los falsos
hermanos que habían introducido erróneas doctrinas en Galacia. Ambos
pensaban que su descendencia física o étnica de Abraham los hacía
merecedores o dignos de ser “hijos de Abraham” en el sentido de su
posición en el reino de Dios. Es decir, ellos creían que porque eran
descendientes carnales de Abraham esto les ganaría la salvación. Es por
eso que los falsos hermanos querían que los gálatas, y todos los
gentiles, se identifcaran como descendientes de Abraham por medio de la
circuncisión antes de ser aceptados como creyentes en Cristo.

Pablo explica detalles adicionales sobre este tema en el siguiente versículo,


Gálatas 6:8 dice “Y la Escritura, previendo que Dios justificaría a los
gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham,
diciendo: EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES.”

Pablo usa la palabra griega “DE”, que traducida “Y” en español aquí
indica continuación del punto anterior. Pablo la usa para dar énfasis al
hecho que el punto del versículo 8 está conectado con el punto del
versículo 7. En el versículo 8 Pablo está introduciendo la evidencia de
la Escritura que apoya el punto del versículo 7.

Antes de ver esta evidencia, es importante notar cómo Pablo personaliza


a “la Escritura”. Es decir, Pablo usa “la Escritura” como equivalente a
“Dios”. Esto es aceptable ya que es Dios quien se puede decir que estaba
“previendo”. El decir que la Escritura dice algo es equivalente al decir que
Dios dice algo ya que la Escritura es la Palabra de Dios. Tal intercambio
de “la Escritura” con Dios es usado por Pablo también en Romanos 9:17, y
es evidencia que tanto los autores humanos de la Biblia y los Apóstoles
consideraban “la Escritura” como la verdadera Palabra de Dios.

Y ¿qué es lo que la Escritura previó? Que Dios justifcaría a los gentiles por
la fe. Y ¿qué fue lo que la Escritura anunció de antemano a Abraham? Las
buenas noticias (o evangelio) que en él serían benditas todas las naciones.
¿Dónde vemos esto en la Escritura? Lo vemos en Génesis
12:
3.

Génesis
12:3
Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti
serán benditas todas las familias de la tierra.

¿Cuáles son los puntos clave de Génesis 12:3 que Pablo está notando
aquí? Hay dos puntos principales:
1. La bendición que Dios le prometió a Abraham, fue desde un
principio dada y revelada con toda intención de incluir a los gentiles.
2. La promesa de las buenas noticias, o del evangelio, fue dada antes
que la ley.
La bendición de la salvación vino por medio de Cristo Jesús, el
descendiente de Abraham. Y
esta bendición le es accesible a toda familia de la tierra, o sea,
todas las naciones.

Pero, ¿cómo es que esta bendición es obtenida por todos, judíos o no? La
respuesta a esta pregunta es el contenido del siguiente versículo (Gálatas
3:9), ya que “los que son de fe son bendecidos con Abraham, el
creyente.”

La frase, “los que son de fe”, intencionalmente incluye tanto a judíos como
a gentiles. “Los que son de fe” son todos los que creen la Palabra de Dios.
Y es la Palabra de Dios que nos dice que la salvación es por gracia por
medio de la fe, por medio de la confanza en que Jesús pagó la pena de
muerte que como pecadores merecemos, y que Dios ha reconocido esa fe
en la obra de Cristo Jesús como justicia. La muerte de Cristo paga por
nuestros pecados y la perfecta y justa vida de Cristo nos es imputada
como justicia. Estas son las buenas noticias que las Escrituras previeron y
le anunciaron desde antes que la ley fuera dada a Israel.

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