Es importante estar en capacidad de imponer su voluntad sobre otro, bien sea por medio
de la diplomacia o una vez que esta falle, por medio de la guerra. La guerra es un asunto
de importancia más para los países, algo para lo cual deben estar preparados. El estudio
o análisis de la guerra efectuado por Sun Tzu fue posiblemente la primera referencia
planeación y ejecución de movimientos de forma organizada y audazmente y utilizada
por los gobernantes y generales para intentar tener éxito en el intento de imponer su
voluntad militar sobre el otro. La guerra se considera la mejor forma de violencia y
sufrimiento hacia el enemigo, para Sun Tzu es más importante ganarle al enemigo “sin
llegar a luchar abiertamente” con él, atacar su voluntad y conocerle muy bien, para
encontrar sus debilidades con y tomar ventaja de ello, logrando atacar puntos
específicos sin infligir más daño del necesario y obtener la victoria.
La moral
El clima
El terreno
El mando
La doctrina
Esto permite en cierta forma determinar el rumbo del enfrentamiento, aquel que los
maneja o domina es quien tendrá mayores posibilidades de vencer y el que no, es el que
tendrá más posibilidades de sufrir una derrota.
Los especialistas del “management” reiteran que, para formular sus estrategias,
las empresas deben conocer con profundidad, la situación de los mercados, las
fortalezas y debilidades de sus competidores, así como tener un diagnóstico
preciso sobre sus fuerzas y debilidades internas. “La razón principal por la cual
el general sabio conquista al enemigo, es el conocimiento previo”.
El estratega debe analizar si hay una verdadera necesidad de llevarlo a cabo.
Propone analizar si hay otras opciones que no impliquen atacar, que muchas
veces puede debilitarnos o dejarnos en una posición más complicada. También
plantea analizar si el ataque puede realizarse, hacerlo de manera “rentable”, y
que tengamos ventajas, sean numéricas o de otro tipo, que nos den buenas
posibilidades de triunfar.
Impedir que tus enemigos (competidores) se unan para oponérsele.
Si existen alianzas poderosas evita atacarlas.
Usa con habilidad a tus propios aliados.
No elijas aliados que no convienen.
Saber cómo conservar una alianza y cuando terminarla.