1. La filosofía de las ciencias es, como su nombre lo indica, la parte de la filosofía que
estudia las ciencias. La ciencia, por lo tanto, es el objeto de esta disciplina que, por
ser filosófica utilizará el método propio de la filosofía. La filosofía conoce sus
objetos desde sus causas primeras o últimas, intentando alcanzar la esencia. La
esencia de una cosa la expresamos por medio de una definición. Así, la esencia del
hombre coincide con su definición de “animal racional”. El objetivo de la filosofía
de las ciencias será, entonces, establecer en un primer momento una definición de la
ciencia.
2. Una buena definición debe tener dos partes claramente distintas: el género próximo
y la diferencia específica. El primero expresa el “conjunto” más pequeño dentro del
cual se encuentra lo que intentamos definir (en el caso del hombre la animalidad) y
la diferencia específica expresa justamente la característica (que tienen todos y cada
uno de los elementos del conjunto definido y solamente ellos) que diferencia lo que
queremos definir del resto de los integrantes del género próximo (en el caso del
hombre la “racionalidad” que lo distingue del resto de los animales)
3. En muchos casos no hay una única propiedad que comparten todos y solamente
ellos, por lo que aparentemente podría haber varias definiciones alternativas. En el
caso del hombre, por ejemplo, además de ser el único animal racional, es el único
“risible” (que se ríe) o el único “parlante” (que habla), etc. En estos casos la mejor
definición es aquella que expresa la propiedad más fundamental. La racionalidad del
hombre fundamenta su capacidad de reír (porque “entiende” un chiste puede reírse)
y su capacidad de hablar (porque piensa, tiene algo que decir). Así la racionalidad es
la diferencia específica y las otras propiedades (que comparten todos pero no son la
esencial) se las llama simplemente “propios”.
4. ¿Cómo establecemos usualmente una definición? ¿Qué método podemos seguir para
establecer una definición? El camino más lógico sería recoger varios casos de
“ciencia” y ver qué tienen todos y nada más que ellos en común. Y, si hay varias
características, buscar cuál es la más fundamental. (Si quisiéramos establecer la
definición de “perro”, por ejemplo, investigaríamos varios perros para ver que
tienen todos ellos y nada más que ellos en común, hasta que, posiblemente
llegáramos a su “capacidad de ladrar” (aunque es un propio y no la diferencia
específica)).
6. La salida más natural a este aparente círculo vicioso es analizar “lo que los hombres
llaman ciencia”. Es el camino que seguían los antiguos (y aún hoy tiene prestigio).
Si queremos saber lo que es, por ejemplo, el alma, veamos los casos en los que se
utiliza el término y purifiquemos su uso hasta encontrar la definición. Por ejemplo
se habla de “animales”, de “dibujos animados”, de “poner el alma en un partido”, de
una “persona desalmada”, de un “cuerpo inanimado”. No es difícil relacionar, en
todos los casos al alma con el movimiento intrínseco y por lo tanto, con la vida.
Veamos, entonces, lo que los hombres llaman ciencia y abstraigamos de allí una
definición. Pero, al intentar este nuevo camino, no son menores las dificultades.
Mencionaremos las seis principales:
9. Resignándose a asumir las dos dificultades anteriores uno aún podría abrigar la
esperanza de basar su definición de ciencia en aquellas actividades que hoy son
consideradas tales por la mayoría, porque, aún cuando es innegable que hay muchas
de las cuales se duda, también hay varias que parecen gozar de un consenso
generalizado (la astronomía, la matemática, la biología, la geometría, etc. ¿quién
duda que son ciencia?) Pero aquí aparece la tercer dificultad: aún lo que se acuerda
en llamar ciencia hoy es muy diverso y por lo tanto es sumamente complicado
encontrar un elemento en común, una diferencia específica de todas las ciencias.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 3
10. Pero esto no es todo. ¿Cuando decimos “lo que los hombres llaman ciencia”, a qué
hombres nos referimos? ¿Al hombre común? No parece el más indicado para
responder, al menos que asumamos que la verdad depende (como casi todo hoy en
día) de la opinión de la mayoría. Bastaría hacer una simple encuesta para ver la
diversidad y el disparate de las respuestas del hombre común. Pero, preguntemos a
los que saben, preguntemos a los científicos. Enseguida aparece una dificultad: si no
sabemos qué es la ciencia, ¿cómo sabremos quienes son científicos?, por otro lado,
sabiendo que lo que dicen que hacen muchas veces no coinciden con lo que
realmente hacen, ¿qué tomaremos como base de nuestras investigaciones, lo que
hacen o lo que dicen que hacen? Finalmente, que una persona realice con éxito una
actividad, no implica necesariamente que haya reflexionado lo suficiente como para
conocerla y explicarla con precisión. Son dos actividades muy distintas. Por eso
Imre Lakatos (que luego estudiaremos) decía que “un científico sabe tanto de
epistemología como un pez de hidrodinámica”. Diego Maradona juega mejor al
fútbol que Enrique Macaya Márquez, pero éste último lo entiende mejor.
Preguntemos, entonces, a un “Macaya” de la ciencia, es decir, no al que la practica
sino al que la estudia, a un epistemólogo. Pero los problemas son similares, si no
sabemos qué es la ciencia no sabemos tampoco quién la estudia. Además, si
prestamos atención a lo que los que se llaman epistemólogos dicen, veremos que
hay tantas epistemologías (es decir definiciones de la ciencia) cuántos
epistemólogos hay. El cuarto problema es, entonces, que no hay una autoridad
reconocida.
13. A esta altura tenemos dos posibilidades, o dejamos de dar vueltas y damos
finalmente una definición de ciencia o reconocemos que no hay una posible
definición, que por lo tanto la filosofía de la ciencia es imposible y damos por
terminado el curso. Ni lo uno ni lo otro, no tenemos una definición precisa de lo que
es la ciencia, pero tampoco debemos resignarnos a no buscarla, después de todo, las
seis dificultades que vimos son sólo eso, sólo dificultades, ninguna demuestra que la
ciencia no pueda definirse.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 4
Posible solución
14. Hay dos pequeños faros que nos pueden guiar en nuestra búsqueda de la definición
de ciencia. En primer lugar no puede negarse que hay cierto acuerdo general,
aunque no pueda explicitarse, hay cierto acuerdo implícito, cierto terreno en
común, si no, no podría discutirse el tema. Todos sabemos más o menos que la
ciencia es cierto tipo de conocimiento riguroso o intento de conocimiento con un
intento de fundamentación o rigor. Por otro lado hay ciertos ejemplos
paradigmáticos que cualquier intento de definición trata de incluir, que nos guían
en la búsqueda y que su exclusión dentro de la definición de ciencia mostraría que la
definición no es correcta. Nadie puede negar que lo que han hecho Galileo, Newton,
Einstein, Planck, Pasteur, Lavosier, es ciencia, cualquiera sea su definición. Y
también hay ejemplos paradigmáticos negativos, todos sabemos que lo que hay
hecho Maradona, Porcel, Olmedo, Tyson, no es ciencia.
15. Asumiremos, a lo largo del curso, una perspectiva histórica para tratar de llegar,
estudiando lo que los hombres consagrados han denominado ciencia, a una correcta
definición de la misma.
Física Relativista
y Cúantica
Sistema
Copernicano,
Física
Newtoniana
Sistema Ptolemaico
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 5
Platón
El cambio y la permanencia en los filósofos presocráticos
17. Los primeros filósofos (llamados también físicos o cosmólogos) buscaban algo
permanente que estuviera detrás de todos los cambios, que permaneciera y se
encontrara presente en toda la realidad. Buscaban un principio (“arjé” en griego) de
todas las cosas. Así, Tales de Mileto consideró que el agua era el arjé, todas las
cosas estaban compuestas, en cierta medida, de agua.
18. Anaximandro se opone a Tales afirmando que el agua no puede estar presente en
todos pues el agua tiene contrario (el fuego) y no puede estar presente en su
contrario sin destruirlo (el agua no puede estar en el fuego sin apagarlo). El arjé, por
lo tanto, no debía tener contrario. Y como cualquier determinación posee su
contrario, Anaximandro sostuvo que el principio de todas las cosas era “lo
indeterminado”, “lo infinito” (en griego: tò àpeiron). Una sustancia indeterminada,
invisible, presente en todas las cosas.
19. Anaxímenes, a su vez, critica a Anaximandro afirmando que aquello invisible y sin
contrario que buscaba no era esa substancia tan extraña de la que él hablaba sino
simplemente el aire (que, justamente, es invisible y no tiene contrario)
20. Evidentemente este divorcio entre cambio y permanencia no era fácil de conciliar,
por lo que algunos, directamente, optaron por uno negando directamente el otro. Es
el caso de Heráclito y Parménides. El primero negó la estabilidad llegando a afirmar
que “todo cambia” o que “no te bañas dos veces en el mismo río” (se supone:
porque el río ya no es el mismo). Frente al conflicto entre la razón que le dice que
algo debe permanecer y los sentidos que le muestran que todo cambia, Heráclito
opta por el cambio, negándole valor a la razón.
21. Parménides, en cambio, dirá que los sentidos son falsos y engañosos, y que por lo
tanto, cuando nos muestran que las cosas cambian, simplemente nos están
engañando, las cosas no pueden cambiar (nos enseña la razón) porque “el ser es y no
puede dejar de ser y el no ser no es y no puede empezar a ser” pero todo cambio
implica un dejar de ser algo para pasar a ser otra cosa, por lo tanto es contradictorio.
Si los sentidos me muestran que las cosas cambian me están engañando.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 6
23. Platón fue, sin duda, el filósofos más grande de toda la antigüedad
y, posiblemente, el pensador que más ha influido en la cultura
occidental. Tanto es así que Witehead ha llegado a afirmar que
todo el pensamiento occidental no es más que notas a pié de
página de los diálogos platónicos. Fundó la Academia (escuela de
filosofía que duró casi 1000 años, al pie del monte Academos –de
ahí el nombre).
Platón
24. ¿Qué solución da Platón al problema del cambio y la permanencia? (427-347 A.C.)
Digamos, un poco simplísticamente, que evita la pelea dándole a
cada uno un mundo propio. El mundo sensible donde todo cambia, nada permanece,
donde los sentidos nos pueden engañar y no hay verdadero conocimiento (porque no
hay nada estable), un mundo donde Heráclito tendría razón por un lado y por otro el
mundo de las Ideas, un mundo perfecto, inmutable, donde puede haber
conocimiento y ciencia, el mundo de Parménides.
25. ¿Cómo llegó Platón a sostener la existencia de un mundo distinto al sensible pero
más real, morada de las ideas perfectas e inmutables? Ante todo hay que aclarar que
no es ridículo pensar en un mundo semejante. Los cristianos, por ejemplo, creemos
en un mundo distinto, “paralelo” si se quiere, trascendente a éste pero más real,
donde habita Dios, los ángeles y los santos y donde estaremos, esperamos, algún
día. De hecho San Agustín simplemente meterá todo el mundo de las Ideas
platónico en el pensamiento de Dios y así conciliará el pensamiento platónico con el
cristiano.
26. ¿Cómo llego a obtener la idea perfecta de una cosa imperfecta? -se pregunta Platón.
Es decir: las cosas que vemos en este mundo cambian constantemente y por lo tanto
son imperfectas, porque el cambio es signo de imperfección. Pero, por otro lado
encuentro en mí ideas perfectas, inmutables: la idea de Belleza, de Justicia, etc. son
ideas que están presentes en mí y que no cambian: ¿de dónde saqué yo la idea de
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 7
belleza? No puedo haberla obtenido de ningún habitante del mundo sensible que
hoy es bello, pero sólo en parte, y mañana ya no lo es. Evidentemente, dice Platón,
porque la idea está en mí la he recibido en otro momento y de otros objetos, de
objetos perfectos. El otro momento es la vida (anterior a esta vida) donde nuestras
almas (todavía sin cuerpo), habitando el mundo de las Ideas, las contemplaban en
paz. Los otros objetos son estas ideas perfectas. (ver texto 1 y 2)
27. Las cosas sensibles simplemente me hacen acordar de las ideas perfectas que
contemplé en el otro mundo. ¿Cómo puedo yo reconocer a una persona viendo sólo
su sombra? La puedo reconocer porque anteriormente la he visto en persona. Así al
ver una flor más o menos bella mi alma recuerda la idea perfecta de belleza que
contemplé en una vida anterior.
28. Veamos algunas características de estas ideas: 1) Aunque siempre han sido llamadas
“ideas” no tienen que confundirse con “ideas mentales”, ideas subjetivas, no
dependen de nuestra inteligencia para existir, ni existen en nuestra mente. Tienen
una existencia objetiva, trascendente (que trasciende nuestra inteligencia) en un
mundo aparte, por eso es mejor llamarlas “formas” que “ideas”.
29. 2) Estas ideas no sólo trascienden nuestro conocimiento, sino que también a los
mismos objetos sensibles. No están presentes en las cosas. La idea perfecta de
belleza no está en cada flor bella, sino en mundo aparte. Pero esto no quiere decir
que no tienen ninguna relación con el mundo sensible. Las ideas son “modelos” de
las cosas sensibles, éstas los imitan imperfectamente, pero los imitan (como un
cuadro a un paisaje o como la sombra a su objeto) Son copias imperfectas, pálidas,
pero lo suficientemente fieles como para que susciten en nosotros el recuerdo. (ver
texto 3 y 4)
30. 3) Tienen, las ideas, mayor realidad ontológica, mayor peso ontológico, es decir, son
más reales, más verdaderas que las cosas sensibles. Para nosotros, influidos por el
empirismo, es difícil entenderlo porque vemos como más real lo que podemos tocar,
pero de la misma manera que Dios es más real que sus creaturas, o un modelo que
su cuadro, o un hombre que su sombra o la luna que su reflejo en el agua, las ideas
son más reales que sus imitaciones sensibles.
31. 4) Existe, entonces, entre las ideas y las cosas una relación de participación. Las
cosas “participan” imperfectamente de la perfección de las ideas. El objeto sensible
es manifestación pobre, “en blanco y negro”, “en dos dimensiones” de las ideas.
33. Platón, en la famosa alegoría de la línea (ver texto 7) describe los tipos de
conocimiento que corresponden a cada realidad. Cuanto la realidad es más perfecta,
más perfecto es el tipo de conocimiento. He aquí un cuadro que resume la alegoría.
ALEGORÍA DE LA LÍNEA
CIENCIA MUNDO
(EPISTEME) Razonamiento (parte de Entes Matemáticos INTELIGIBLE
principios hipotéticos (figuras geométricas
apoyados en lo sensible) abstractas)
Aristóteles
34. Aristóteles fue, sin duda, el más grande discípulo de Platón.
Convivió con él más de veinte años estudiando en la
Academia. Finalmente funda su propia escuela de filosofía
llamada “Liceo” que, aún cuando tuvo una importantísima
influencia, nunca llegó a competir con la Academia. Aunque
suele verse a Aristóteles como opuesto a Platón,
evidentemente ha recibido de su maestro una tremenda
influencia y su filosofía no podría entenderse sin la de su
maestro. Sin embargo tampoco podría entenderse sin la de
otro personaje que influyó profundamente en el espíritu
aristotélico: Nicómaco, el mismo padre de Aristóteles, que Aristóteles
había sido un prestigioso médico en Atenas. (384-322 A.C.)
37. En el comienzo de la Metafísica (ver texto 6), Aristóteles distingue seis modos de
conocer. En primer lugar está la experiencia o memoria, forma de conocimiento
que el hombre comparte con algunos animales superiores. Es un conocimiento
exclusivamente de lo concreto y no se conoce por las causas, por lo tanto no es un
conocimiento que pueda ser transmitido. Por ejemplo el hombre de campo, que no
ha estudiado meteorología, sabe, sin embargo, cuando va a llover (aunque no sabe
por qué –o sea no conoce la causa-) sabe que tal planta robustece a tal animal o que
tal hoja lo cura de tal enfermedad, aunque, insistimos, no conoce las causas.
38. La principal diferencia entre el conocimiento del hombre y de los animales es que el
hombre conoce universales y los animales no. Un perro, por ejemplo, puede saber
que su dueño le da de comer, pero no que “todos los dueños dan de comer a sus
perros”. Por eso, excepto el primer tipo de conocimiento (que es exclusivamente
concreto) todos los demás son propios del hombre. El segundo modo de conocer
Aristóteles lo llama técnica y consiste en “saber hacer algo”, sea ese algo de utilidad
(y entonces sería lo que hoy llamamos técnica) sea para expresar belleza (y hoy lo
llamaríamos arte). En este caso sí hay conocimiento de la causa y por lo tanto se
conoce el universal (porque conozco la causa puedo estar seguro de que se aplica a
todos los casos). Un médico sabe por qué tal virus puede ser combatido con tal
medicación (conoce la causa) y sabe, por lo tanto, que todas las personas que
padecen ese virus serán curadas con esa medicación (conocimiento universal). Con
esta forma de conocimiento se sabe más y mejor que con la anterior. Más porque
mientras en el primero se conocen algunos casos aislados, en ésta se conoce el
universal y mejor porque se conoce el por qué. Y porque se conoce la causa es
transmisible, puede ser enseñado y aprendido.
39. El tercer modo de conocer es la prudencia que consiste no en un saber hacer sino
en un saber obrar. Se suele distinguir entre “hacer” que es realizar acciones cuyo
efecto es exterior (construir una casa) y “obrar” que consiste en realizar acciones
con efectos internos, inmanentes (realizar una obra de bien cuyo efecto es
perfeccionar a la persona). La prudencia es saber manejarse en este último sentido,
es conocer los principios universales de la moral y saber aplicarlos a cada caso
concreto.
43. Veamos ahora sí, en detalle, la concepción aristotélica de la ciencia. Se suelen dar
dos definiciones de ciencia, una un poco más completa que la otra. Nosotros
daremos ambas y mostraremos cómo las características que faltan explícitamente en
la primera (la más corta) pueden deducirse si se la entiende correctamente. La
primera definición es “Conocimiento cierto por las causas” (definición 1) y la
segunda “conocimiento cierto y demostrativo por las causas en lo que éstas tienen
de universal y necesario” (definición 2). Analicemos cada uno de los elementos de
la primera definición.
45. Contra esta concepción de la ciencia como conocimiento podemos poner como
ejemplo el nombre de la Cátedra, obligatoria para todos los alumnos de la U.B.A.,
de Introducción al Pensamiento Científico. ¿Puede existir un pensamiento
científico? Pensamiento no es lo mismo que conocimiento. El conocimiento
necesariamente está ligado a la verdad, no puedo conocer algo que no sea verdadero.
En cambio el pensamiento no lo está, puedo perfectamente pensar en realidades que
no son verdaderas. Puedo pensar en “Caperucita Roja”, pero no puedo conocerla.
46. Otro ejemplo puede ser el título de uno de los libros que pertenecen a la bibliografía
obligatoria de esa materia, escrito por la titular de la Cátedra, Esther Díaz, La
producción de los conceptos científicos. (Recordemos que concepto es el fruto de la
simple aprehensión. Cuando conocemos algo se forma en nosotros un concepto que
no es otra cosa que la forma misma de la cosa presente en nosotros).
Etimológicamente concepto viene de “concepción”. El concepto es el fruto de una
concepción. El hijo, por ejemplo es el concepto, (lo concebido) fruto de la
concepción de los padres. Para que haya una concepción es necesario que haya dos
(padre y madre para un hijo, inteligencia y realidad para un concepto mental) y
ambos son de una naturaleza semejante (el padre y la madre, la inteligencia y la
realidad). Además el concepto comparte la naturaleza de los que lo han concebido
(el hijo tiene la misma naturaleza que sus padres y el concepto tiene algo de la
inteligencia y algo de la realidad)
48. Queda entonces claro que para Aristóteles la ciencia es un conocimiento y por lo
tanto es conocimiento verdadero, la ciencia busca y alcanza la verdad.
49. Cierto: en este contexto no significa “verdadero”. Cierto, aquí significa, “con
certeza”. Certeza es la firme adhesión de nuestra inteligencia a una verdad. Cierto,
entonces, se opone a probable o a opinión (“creo que es así pero no estoy seguro,
acepto que podría ser de otra forma”)
50. La certeza puede ser inmediata o mediata. Inmediata cuando percibo la verdad por
medio de los sentidos (o de una intuición intelectual) pero sin mediación (in-
mediata) de ningún razonamiento. En la certeza mediata también mi inteligencia
está segura, no puede dudar, pero llego a la firme adhesión por medio de una
demostración. Demostrar es partir de una verdad conocida para dar a conocer una
desconocida. Siempre la certeza mediata supone la inmediata. No se puede
demostrar todo, es necesario partir de premisas indemostrables que son, justamente,
las que conocemos por certeza inmediata.
52. Es muy importante destacar que para Aristóteles la inducción no es una mera
recolección de datos, la cantidad de datos no me demuestra nada. La inducción para
nuestro autor supone la inteligencia, (es decir la “lectura adentro” (intus lectus) de
los datos) mirando los casos se “entiende” que tiene que ser así. Por eso es posible
realizar una inducción de un único caso, porque en él entiendo que es necesario y
por lo tanto debe darse en todos.
53. Para Aristóteles, entonces, el conocimiento sigue el siguiente camino: parto de los
datos sensibles y por medio de la inducción me elevo a principios universales, luego
de estos principios parto para deducir conocimientos particulares.
55. Por las causas: Causa es aquello de lo que se sigue algo en el ser. Aristóteles, para
que haya ciencia, exigía tres requisitos (ver texto 9):
3) Saber por qué la causa es la causa Y cuando conozco el por qué de la causa sé
que esa es la causa y que no puede ser otra y por lo tanto sé que es necesaria
(puesto que necesario es lo que no puede no ser) y al saber que es necesario sé
también que es universal pues si es necesario se dará en todos y en cada uno (y
universal es lo que se da en todos y cada uno). Si es necesario que los perros ladren,
todos y cada uno de los perros ladrarán. Descubro la relación íntima causal entre la
causa y el efecto. Sé realmente por qué es la causa (esta última no es respetada
actualmente por la ciencia) Queda entonces claro que al hablar de conocimiento
por las causas Aristóteles supone aquello de “en lo que éstas tienen de universal y
necesario”.
56. Existen cuatro tipos de causas, (ver texto 15) dos intrínsecas (causan al efecto
formando parte de él, no se distinguen realmente del efecto) y dos extrínsecas
(causan al efecto desde fuera, se distinguen realmente de él)
57. Las causas intrínsecas son la material y la formal. La causa material es aquello de lo
que se hace el efecto (la causa material de la estatua de bronce es el bronce). La
causa formal es lo que hace que la cosa sea lo que es y no otra cosa (la de la estatua
es la forma que el escultor le imprime)
58. Las causas extrínsecas son la eficiente y la final. La causa eficiente es el agente que
imprime la forma en la materia. Es la que “hace el efecto” (en la estatua es el
escultor, vemos que se distingue realmente del efecto) La causa final es aquello por
lo cual el agente obra, el fin que se propone el agente al realizar su obra. (en el
ejemplo de la estatua podría ser : expresar belleza, ganar dinero, etc.) Suele
distinguirse entre el fin del agente y el fin de la obra que pueden no coincidir. El fin
de una obra de arte es la expresión de belleza, pero el del artista puede muy bien ser
cualquier otro.
59. Es muy importante destacar la primacía que tiene en Aristóteles la causa final. Si no
tiene un fin el agente (la causa eficiente) no obra y si la causa eficiente no obra la
materia y la forma no se unen y el efecto no se produce, por lo tanto la causa final es
la primera de las causas. En la ciencia de Aristóteles las explicaciones finalistas
(teleológicas) tienen mucha importancia. En el renacimiento, con el nacimiento de la
“nueva ciencia” se perderá este tipo de explicaciones y recién resucitará en nuestro
siglo para las llamadas ciencias sociales.
60. Podemos, además, distinguir dos niveles de causalidad : las causas próximas y las
causas remotas (primeras o últimas). Por ejemplo a la pregunta de por qué murió
determinada persona puedo contestar diciendo que murió porque recibió un balazo
en la cabeza, pero también puede responderse aludiendo a la finitud del ser humano.
Ambas respuestas son verdaderas y válidas, pero una se refiere a las causas
próximas y la otra a las últimas. (como resumen, ver texto 17)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 14
62. En primer lugar hay una fuerte confianza en la experiencia sensible, en lo que los
sentidos nos puedan enseñar (contra su maestro Platón que los despreciaba). Todo el
conocimiento comienza por los sentidos. (ver texto 18)
63. En segundo lugar y muy relacionado con el primero hay una primacía de la
observación frente a la teoría, frente a la razón. Ninguna teoría será aceptada por
más bonita que sea si las observaciones me muestran lo contrario. En este sentido se
podría hablar de una primacía de Heráclito en Aristóteles, mientras que en su
maestro Parménides se llevaba los laureles. (ver textos 11,12,21 y 22)
64. En tercer lugar, el conocimiento científico, dice Aristóteles, debe partir de lo más
conocido para llegar a lo menos conocido (ver textos 19 y 20). (Ya tratamos este
tema al hablar de la demostración). Así como en el conocimiento ordinario a uno le
explican algo nuevo a partir de conocimientos que ya tiene, así tiene que suceder en
ciencia. Por lo tanto para Aristóteles, la explicación de una enfermedad por un virus
no sería una explicación científica (puesto que la enfermedad, o sea los síntomas de
la enfermedad, nos son más conocidos que el virus que nadie ve). Como tampoco lo
sería la explicación del calor (que todos percibimos) mediante el movimiento de las
moléculas (que nadie puede ver). Este tipo de explicaciones, como veremos más
adelante corresponden a lo que Aristóteles llama “dialéctica”.
65. La cuarta característica de la ciencia aristotélica es que en ella hay una primacía del
objeto respecto del método (ver texto 14). El método es el camino que emprendo
para llegar al objeto, por lo tanto el objeto (el fin del camino) me determina que
objeto debo seguir. Hay una fuerte tendencia en el hombre de ciencia de aplicar un
método del cual se ha enamorado a todos los ámbitos del conocimiento (a todos los
objetos), esta tendencia se llama reduccionismo, pues se termina “reduciendo” el
objeto a lo que ese método me permite conocer.
66. Hay una aparente paradoja con respecto al problema del método. El método me
permite conocer el objeto, pero sin conocer el objeto no puedo elegir el método. El
problema se resuelve apelando al conocimiento precientífico. No es necesario ser un
científico para saber que en astronomía es más conveniente un telescopio que un
microscopio.
La dialéctica en Aristóteles
67. No hay que profundizar mucho en la ciencia aristotélica para darse cuenta que es
muy exigente para lo que hoy se llama ciencia. Muy raramente la ciencia llega a
conocer la causa y prácticamente nunca sabe por qué la causa es causa, jamás parte
de lo más conocido y casi nunca alcanza la certeza. ¿Qué lugar tiene en Aristóteles
lo que nosotros llamamos “ciencia”?
68. Ningún lugar. Porque lo que nosotros llamamos ciencia en la época de Aristóteles
no existía, pero si debiéramos ubicarla lo haríamos en lo que él llamó dialéctica. La
dialéctica es un conocimiento sin certeza, pero muy parecido a la ciencia. En vez de
partir de principios más conocidos que las conclusiones y conocidos con absoluta
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 15
Edad media
69. Dividiremos la exposición en tres secciones: 1) la historia, 2) discusión sobre los
prejuicios contra la edad media y 3) los aportes de la edad media a la ciencia.
Historia :
70. Sin duda Aristóteles, por su concepción filosófica, tenía una mayor inclinación que
su maestro Platón por las ciencias. Pero, a pesar de ello, luego de la muerte de
Aristóteles y por muchos siglos, siempre será mayor la influencia de Platón que la
de su discípulo. Sobre todo en el plano filosófico, pero en aquella época la distinción
entre los saberes no era tan clara como ahora.
71. La mayor influencia de Platón no debe asombrarnos demasiado, hay muchas
razones que podrían explicarla. Daremos las dos principales. En primer lugar Platón
influyó más simplemente porque fue más grande, porque fue un pensador más
profundo y metafísico. Aunque esto podría llamar la atención teniendo en cuenta los
grandes resultados a los que llegó Aristóteles, no hay que olvidar que Aristóteles es
“un enano parado sobre los hombros de un gigante”, de un maestro como Platón no
podía esperarse menos que Aristóteles. (No es lo mismo con la relación Platón –
Sócrates, porque aunque también sin duda Sócrates fue un gran filósofos, lo fue en
ámbitos no metafísicos (morales especialmente).
72. La segunda razón es de carácter histórico. Unos siglos después de la gloria de estos
autores nacía el Cristianismo y lentamente se convertiría en el centro y distribuidor
de la cultura en Occidente. El cristianismo recibió, al menos en un comienzo, con
mucha más simpatía la filosofía platónica que la aristotélica. Platón, en efecto, tenía
muchos temas “en común” con el Cristianismo: la inmortalidad del alma, la
espiritualidad del alma, la aparente e inexplicable “caída” del alma, el mundo de las
Ideas (que no es difícil meter en la mente de Dios), una moral que consiste en la
primacía del alma, etc. Aunque, es importante aclararlo, en algunos temas hay una
radical oposición entre la doctrina cristiana y el platonismo (el más claro ejemplo es
el desprecio platónico por el cuerpo: para un cristiano el cuerpo es bonísimo y
dignísimo, primero porque lo creó Dios y segundo porque Cristo se “encarnó”,
asumiendo la carne humana). En Aristóteles, en cambio, la inmortalidad individual
del alma no estaba muy claro y eso ya era muy peligroso (recién en el siglo XIII con
Alberto Magno y Tomás de Aquino, el pensamiento aristotélico entrará en el seno
del cristianismo dejando finalmente una huella igual o mayor a la de Platón).
73. Por ello, ya desde los mismos comienzos del cristianismo, hubo una mayor
influencia platónica que aristotélica. En el 431, en el Concilio de Éfeso, fue
condenada la herejía nestoriana. Nestorio, en efecto, había acentuado tanto la
humanidad de Cristo que prácticamente negaba su Divinidad. Aquí puede verse
claramente la influencia aristótelica: el amor por lo concreto, lo sensible, le llevó a
negar la Divinidad. Nestorio tenía gran influencia en la escuela aristotélica del
Imperio Romano y cuando fue prohibida la enseñanza de la doctrina nestoriana en
todo el Imperio, los nestorianos (que es decir, prácticamente, los aristotélicos) huyen
a Persia y allí es conservada la enseñanza de los textos aristotélicos. A partir de este
momento, Aristóteles pasará a ser un desconocido por todo el Occidente Cristiano y
la influencia platónica se acentuará aún más.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 17
74. En el S. IX Boecio, que había sido formado en Grecia, viendo que el Cristianismo
desconocía a los grandes sabios griegos, se propone traducir al latín todas las obras
de Platón y las de Aristóteles y mostrar que entre ellos no hay incompatibilidad.
Lamentablemente no puede llevar a cabo su propósito porque es condenado a
muerte y ejecutado cuando solamente había traducido una parte de las obras lógicas
de Aristóteles.
75. Sin embargo, bastó esa pequeña muestra de la extraordinaria capacidad de
Aristóteles para que tuviera, en el Occidente una fama sólo comparable a la de su
maestro. Juan de Salisbury escribe en 1160 un halagador texto sobre Aristóteles
cuando sólo se conocían las obras lógicas de Aristóteles. (ver texto 24)
76. A finales del siglo XI y comienzos del XII, gracias a las Cruzadas, se produce un
nuevo contacto entre Oriente y Occidente y se dan a conocer al Cristianismo todas
las obras aristotélicas. Gran conmoción, entusiasmo e interés causó semejante
noticia: aquel genio en lógica, había escrito acerca de todo: Botánica, Zoología,
Medicina, Astronomía, Metafísica, Física, etc.
77. Hubo, sin embargo, dos dificultades que estorbaron la correcta interpretación de
Aristóteles. Por un lado, las obras que llegaron al mundo occidental habían sufrido
cinco traducciones por lo que, sumado esto al ya difícil texto aristotélico, hicieron
prácticamente ininteligible su obra. En efecto habían sido traducidos del griego al
persa, de éste al sirio, del sirio al árabe y finalmente al latín. La otra dificultad
consistió en que, a lo largo de los siglos, habían aparecido como aristotélicos textos
que en realidad no le pertenecían. Estas obras hacían muy difícil ver el pensamiento
aristotélico en su generalidad, porque eran de difícil compatibilidad con las obras
auténticas.
78. La llegada de Aristóteles al Occidente Cristiano, de fuerte tradición platónica, sobre
todo a través de San Agustín, produjo tres diversas reacciones. Por un lado produjo,
en algunos (los agustinianos más conservadores) un fuerte rechazo. Celosos de la
tradición agustiniana, veían en Aristóteles un peligroso pagano.
79. Sin embargo no todo fue rechazo. Muy por el contrario, en algunos, encantados con
la sabiduría aristotélica, hubo una asimilación acrítica de todo el pensamiento de
Aristóteles. Tanto es así que por ejemplo Siger de Brabante llegó a sostener una
doctrina de la Doble Verdad que intentaba solucionar las dificultades que se le
presentaban a quien quisiera armonizar a Aristóteles “en bruto” y al cristianismo.
Esta teoría sostenía que existen dos verdades, una para la teología (donde tiene
razón el Cristianismo) y otra filosófica donde Aristóteles es indiscutido. No importa
que hubiera oposición entre ambos, porque eran dos verdades distintas.
80. Hubo sin embargo quienes fueron capaces de asimilar a Aristóteles pero no
ciegamente. Aceptando lo que de él se podía tomar (que ciertamente era mucho) y
rechazando lo que se oponía a la fe. Lograron así enriquecer al cristianismo con todo
el aporte aristotélico y, a su vez, corregir a Aristóteles en no pocas cosas.
Representantes de esta posición son San Alberto Magno (1195-1280) y su discípulo,
Santo Tomás de Aquino.
81. Luego de unos años de mucha fecundidad intelectual, tras la muerte de Alberto
Magno (que murió después que su discípulo) ya comienza la decadencia de la edad
media. Aquí sí comenzarán a dominar, en cierto sentido, los que asumieron
acríticamente a Aristóteles, pues toda la ciencia no consistirá en otra cosa que en
comentar sus obras.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 18
Discusión :
82. Muchas veces, los períodos históricos son juzgados por sus últimos tiempos, sobre
todo cuando son extensos. Y, generalmente en sus últimos años están en decadencia.
Con la Edad Media ha pasado eso. Hay grandes prejuicios que tienen origen en el
Iluminismo contra el Medioevo. Estos prejuicios pueden ser ciertos en la decadencia
(1400-1500), pero no durante su larga vida. Enunciaremos a continuación tres
prejuicios y luego los criticaremos.
83. 1). En la Edad Media la ciencia consistía en repetir lo que habían dicho los
grandes científicos antiguos. Por ejemplo: Galeno en Medicina ; Aristóteles en
física, biología, botánica; Ptolomeo en astronomía, etc..
84. En el año 1500 comienza una fuerte oposición entre la escolástica decadente,
aristotélicos que representaban a la edad media (representaban su decadencia) y los
platónicos que representaban la modernidad. Los primeros hacían consistir la
ciencia en la repetición de lo que habían dicho los antiguos, los segundos
despreciaban las autoridades en honor de la experiencia.
85. Jerónimo Borrius, Profesor de la Universidad de Pisa decía en 1976 expresa muy
bien el exagerado aprecio por las autoridades (ver texto 25), y Juan Huarte, médico
español, expresa cuatro años más tarde la postura opuesta (ver texto 26). Otros dos
ejemplos : Andrés Vesalio cuando no pudo negar los hechos descritos por un célebre
anatomista, afirmó que la naturaleza había cambiado desde la época en que
escribieron los antiguos sabios, tal era el fanatismo por Aristóteles. Del otro lado
Paracelso (Felipe Bombast Von Horhenhein, 1493) profesor de física y cirugía de
Basilea, empezaba el curso quemando frente a sus alumnos las obras de Galeno y
Avicena.
86. La razón por la que Aristóteles tenía tanta autoridad y por la que la ciencia consistía
sólo en comentar libros de autoridades se puede buscar en la aplicación del método
teológico (donde sí la autoridad es importante y también los escritos - la Sagrada
Escritura -) a la ciencia.
87. El segundo prejuicio con el que habitualmente se condena al Medioevo podríamos
expresarlo de la siguiente manera: 2). La Edad Media despreciaba el conocimiento
científico. Podríamos preguntarnos: ¿qué avance importante hubo en la ciencia
desde Aristóteles hasta Galileo? ¿Qué ha aportado la Edad Media?
88. El tercer prejuicio sostiene que 3). Los medievales confundían los planos: a todo se
le daba respuesta teológica. La autoridad de la Iglesia gobernaba la ciencia.
89. En el libro de Esther Diaz, La producción de los conceptos científicos, (que hemos
criticado cuando vimos la definición aristotélica de ciencia (ver párr. 46) se ven
claramente los prejuicios (ver texto 27).
90. Como ya hemos anticipado, debemos reconocer que los prejuicios tienen cierto
fundamento, pero sólo en la decadencia de la Edad Media. Veamos cómo estos
prejuicios son infundados para el resto del Medioevo.
91. Contra el primer prejuicio podemos poner por ejemplo a San Alberto Magno, se
cuenta de él que recorrió a pie toda Europa haciendo observaciones y preguntando a
los lugareños. Su ciencia no se limitó al comentario a Aristóteles. (Ver texto 28
donde nos expresan claramente el espíritu de San Alberto.)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 19
92. Contra el segundo argumento, es importante reconocer que aquella época no tiene
una especial predilección por la ciencia (cómo esta época no la tiene por la filosofía
o la teología) pero ello no implica que exista un desprecio. Se inclina más hacia la
teología y la filosofía, pero no desprecia la ciencia. Abundan ejemplos de
verdaderos amantes de la ciencia.
93. Un monje llamado Gerbert que llegó a ser Papa en el 999 fue un matemático y físico
muy reconocido en su época y, además, construyó un órgano a vapor. Como
ejemplo del interés de San Alberto por los temas de la ciencia, ver en el texto 29 el
título de algunas de las obras que ha escrito.)
94. Contra el tercer prejuicio podemos poner como ejemplo una vez más a San Alberto
en quien se ve clarísimamente que no todos los medievales no confundían los planos
(ver texto 30).
Contribuciones.
La Revolución Copernicana.
La esfericidad de la Tierra
100. No son pocos los que afirman que los antiguos y medievales (hasta Cristóbal
Colón, prácticamente) creían que la Tierra era plana. Sin embargo ya el mismo
Aristóteles, y muchos antes de él, afirmaban que la Tierra tenía la forma de una
esfera.
101. Los argumentos son varios. El primero es más metafísico que físico y se
remonta a los pitagóricos. Para ellos la figura perfecta es la esfera (porque todos los
puntos de la superficie equidistan del centro) y, siendo la Tierra el centro del
universo, era lógico esperar que tuviera la forma más perfecta. Aunque este
argumento pueda parecer hoy simplemente anecdótico ha tenido una gran fuerza
cuando fue presentado pues no había distinciones metodológicas tan marcadas como
hoy en día.
102. Sin embargo, no todos los argumentos son metafísicos. Tenían, por lo menos,
tres argumentos físicos. El primero es el que, habitualmente, se le atribuye a
Colón, pero que ya desde antiguo se utilizaba. Cuando uno ve llegar un barco desde
la costa, percibe primero la parte superior del barco y luego su parte inferior. Esto
sólo puede explicarse si la Tierra tiene forma esférica, sino debería verse el barco
cada vez más grande a medida que se acerca, pero todo completo. (Ver figura 1)
Figura 1
El Sistema Ptolemaico.
Observaciones.
109. Veamos ahora los hechos que debían explicar, partiendo de estos dos principios.
Lo primero que vemos al mirar una noche estrellada es un conjunto inmenso de
estrellas que mantienen constante su distancia entre ellas (las Tres Marías,
siempre están a la misma distancia entre ellas) pero que, todas juntas van rotando
desde el este hacia el oeste de tal manera que en 23 hs 56 minutos la estrella había
dado una vuelta completa alrededor de una estrella que parecía no moverse (por ser
el eje del movimiento) llamada estrella polar.
110. Por otro lado el Sol parece acompañar a las estrellas en su movimiento diario (es
decir, tiene un movimiento de este a oeste) pero se atrasa un grado por día con
respecto a las estrellas. Si suponemos que las estrellas no se mueven, podemos
trazar diariamente el atraso del Sol sobre el mapa de las estrellas, de tal manera que
va apareciendo un movimiento de oeste a este que avanza un grado por día; por lo
tanto a lo largo de un año da una vuelta completa (lo cual, si ponemos en
movimiento a las estrellas implica que el Sol se atrasa una vuelta por año). Esta
línea que marca el “atraso” del Sol se la llama eclíptica. (la eclíptica está inclinada
23º y medio sobre el ecuador celeste).
111. En tercer lugar vemos el movimiento de la Luna, bastante parecido al del Sol: es
decir avanza con las estrellas de este a oeste, pero también sufre un atraso
(siguiendo más o menos la eclíptica) bastante más marcado que el del Sol, ya que
pierde 12º por día (lo cual implica que se atrasa una vuelta en 27 días y unas horas)
112. Una observación un poco más detalla y paciente lleva a descubrir que hay cinco
estrellas que parecen “despegadas” de las otras, es decir que no mantienen las
distancias relativas. A estas estrellas, por tener movimientos tan extraños, las
llamaron estrellas “vagabundas” (que en griego se dice “planeta”, de ahí el nombre).
Los griegos habían descubierto cinco estrellas planetas: Mercurio, Venus, Marte,
Júpiter y Saturno (que son los únicos planetas que pueden verse a simple vista).
Estos planetas tenían las siguientes propiedades:
1) No centellean como el resto de las estrellas.
2) Como ya dijimos, no respetan las distancias relativas entre las estrellas, se mueven
sobre el “fondo” de las estrellas.
3) Tienen un movimiento parecido al del Sol (es decir un movimiento de atraso)
aunque mucho más irregular
4) La principal de esas irregularidades es que, cada tanto, retroceden sobre su misma
órbita durante unas semanas, para luego retomar su dirección habitual. (movimiento
de retrogradación)
5) Cuando retrogradan los planetas aparecen más brillantes.
6) Dos de esos planetas (Venus y Mercurio) no se separan mucho del Sol (nunca más
de 45º, de tal manera que siempre se los ve o al amanecer (si están adelantados con
respecto al Sol) o al anochecer (si el Sol les va ganando), pero nunca, por ejemplo, a
media noche.
7) El resto de los planetas (Marte, Júpiter y Saturno) retrogradan cuando están en
oposición al Sol.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 23
Explicación.
Las estrellas, el Sol y la Luna
113. El universo griego,
entonces, consistía en dos
esferas principales. La
Tierra en el centro, inmóvil
(no caía porque no había
abajo o arriba por
encontrarse en el centro).
La Tierra, a su vez, se
encontraba en el interior de
otra gran esfera, llamada
esfera de las estrellas fijas
en cuyo interior estaban
“pegadas” todas las
estrellas que no presentan
irregularidades. Esta esfera
giraba sobre sí misma una
vuelta completa cada 23
hs. y 56 minutos en
dirección este-oeste
apoyada sobre el eje que Figura 4: representación renacentista del universo según la
formaba la línea imaginaria concepción ptolemaica.
que une el centro de la
tierra con la estrella polar y alguna supuesta estrella polar en el sur. De esta manera
se explica perfectamente el movimiento regular de las estrellas de este hacia oeste.
114. En el espacio que separaba la Tierra del interior de la esfera de las estrellas fijas
se encontraban la luna, el Sol y los cinco planetas. Todos acompañaban a la esfera
de las estrellas fijas en su movimiento diario pero cada uno tiene, a su vez, su propio
movimiento independiente de “atraso”. El Sol, entonces, es montado sobre una
órbita circular llamada deferente (que coincide con la eclíptica) sobre la cual avanza
hacia el este un grado por día. La composición de los dos movimientos explica
perfectamente el movimiento del Sol.
115. Con la luna sucede algo semejante. Avanza con todas las estrellas hacia el oeste
pero además, montada sobre su propio deferente, más cercano a la Tierra que el del
Sol, avanza hacia el este a razón de 12º y medio por día.
Los Planetas.
116. Con los planetas, por la variedad de las observaciones y la gran cantidad de
irregularidades, la explicación se complica considerablemente. Pero es justamente
en ellos donde se ve el gran genio griego.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 24
Los problemas
122. El sistema como aquí ha sido presentado posee una belleza y una simplicidad
extraordinarias. Logramos explicar todos los movimientos celestes con dos esferas
(la de la Tierra y la de las estrellas fijas), muy pocos deferentes y sólo cinco
epiciclos. Pero, para ajustarse a las observaciones, los griegos tuvieron que
introducir una serie de cambios que fueron complicando la belleza y simplicidad
original.
123. En primer lugar tuvieron que introducir la excéntrica. Para salvar las apariencias
las órbitas circulares debían girar con centro no exactamente en la Tierra, sino en un
punto geométrico un poco alejado de la Tierra llamado excéntrica. La Tierra no era,
entonces, el centro exacto del Universo sino la mencionada excéntrica. (Ver figura
6)
124. En segundo lugar, aunque Platón había
establecido que los astros debían moverse con
velocidades uniformes, no sólo los planetas
sino el mismo Sol tenía variaciones de
velocidad a lo largo de su período. Además los
planetas no giraban exactamente sobre la
eclíptica, describían más bien un movimiento
irregular. Para solucionar estos inconvenientes
se introdujeron dos instrumentos más. Por un
lado los llamados epiciclos menores cuyo
objetivo no es el de explicar la retrogradación
de los planetas (de ello se encargaban los
epiciclos mayores) sino corregir los cambios
de velocidad o de trayectoria.
Figura 7: Las velocidades angulares son
125. Una forma de sostener la constancia de la constantes con respecto al punto Q
velocidad frente a un movimiento acelerado llamado equante. El planeta (P) tarda el
mismo tiempo en recorrer A-F que en
(como la velocidad se mide no en la distancia recorrer F-B y, como se ve claramente la
recorrida sino en la amplitud de ángulo que distancia F-B es mucho mayor.
recorre en un determinado tiempo), corriendo
el centro del ángulo del centro del deferente hacia uno de sus extremos se podía
lograr que se recorriera una mayor distancia recorriendo el mismo ángulo y por lo
tanto haciendo la velocidad “constante” (con respecto al
ángulo). El nuevo centro desde donde se medía la
velocidad angular se lo llamó equante. (ver figura 7)
126. Estos tres elementos introducidos obscurecía bastante
la belleza original y complicaba muchísimo el sistema
que, además, a lo largo de los siglos, con la acumulación
de nuevos datos, fue agregando epiciclos menores hasta
llegar, en la época de Copérnico a unos 70. (ver figura 8)
excéntrica, debía acercarse a la Tierra tanto como para duplicar su tamaño a lo largo
del día, efecto que evidentemente no se observaba. Por otro con Marte sucedía algo
semejante, a veces su brillo aparente había crecido tanto que debía suponerse que
estaba mucho más cerca de lo que el sistema de Ptolomeo predecía. A pesar de estas
irregularidades (y algunas otras) es sistema era muy bueno y servía para predecir
con bastante exactitud la posición de los cuerpos celestes.
El Sistema Copernicano.
en un escrito
llamado “Commentariolus”,
pero luego lo publicó bajo su
nombre en su magistral obra:
“De Revolutionibus Orbium
Coelestium”
130. El sistema Copernicano
quita del centro del universo
a la Tierra, pone en su lugar
al Sol sobre el cual giran
todos los astros, inclusive la
Tierra que, además de su
órbita alrededor del Sol, gira
sobre sí misma de oeste hacia
este. Con este último
movimiento logra explicar el
movimiento aparente de las
estrellas (que parecen
desplazarse cuando es la
Tierra la que se mueve) por
lo que la esfera de las
estrellas fijas no girará más.
(ver figura 9)
131. El nuevo sistema logra
eliminar los cinco epiciclos
mayores ya que el
movimiento de retrograda-
ción de los planetas queda
explicado como un efecto
visual que produce el juego
de movimientos de la Tierra
y el planeta. Como se ve en el Figura 9: página del De Revolutionibus donde se
gráfico el planeta parece esquematiza el sistema de Copérnico. El texto coincide
con el texto 34 de la selección de textos.
retroceder cuando se encuen-
tra lo más cerca que le permite su órbita de la Tierra y, justamente en ese momento,
el Sol aparece en oposición. Por lo cual logra explicar varios fenómenos observados.
(ver figura 10)
132. Elimina, además, Copérnico la equante (lo cual considera él ser el mayor mérito
de su propuesta pues tenía un especial rechazo hacia ella, parecía una traición a las
premisas metafísicas de velocidad uniforme) Sin embargo, por no poder
desprenderse de las órbitas circulares (aquí se ve su fuerte influencia Pitagórica)
no se ajusta mejor a los hechos su sistema que el Ptolemaico y tampoco, finalmente,
goza de una mayor simplicidad (pues también tiene que agregar muchos epiciclos
menores y excéntricas)
133. Pero por tener una no pudo desprenderse de las órbitas circulares por lo que su
sistema no explicaba, en realidad, mejor que el Ptolemáico las observaciones. Por lo
cual debió agregar tantos epiciclos y correcciones como tenía el mismo sistema
Ptolemaico. Es justamente este fracaso en la explicación de las observaciones lo que
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 28
hizo que el sistema Copernicano cayera en el olvido por, más o menos, cien años.
Era visto como un sistema alternativo, pero no era más sencillo que el Ptolemaico,
por lo que no se impuso.
134. Copérnico, además, tuvo que defender su sistema a un cúmulo de objeciones que
le presentaban. Las cuatro más importantes son las siguientes.
135. Si, como dice Copérnico, la Tierra gira sobre sí misma deberíamos sentir un
fuerte viento desde el este (de la misma manera que cuando vamos en un automóvil
sentimos el viento de frente). A esta objeción contestó Copérnico sosteniendo que el
aire giraba con la misma Tierra, por eso no se producía el viento.
136. Aristóteles afirmaba que cada elemento tiene su lugar natural. Los ”graves”
abajo, los “ligeros” arriba y así explicaba lo que Newton explicaría por medio de la
gravedad. Todos los cuerpos tienden a su lugar natural, por eso si yo arrojo una
piedra hacia arriba, vuelve a caer. El movimiento natural, entonces, era en línea
recta hacia el centro de la Tierra. Si el Planeta gira sobre sí mismo, como sostiene
Copérnico, y yo arrojo una flecha para arriba, no debería caer en el mismo lugar
sino un poco más atrás pues, mientras la flecha subía y bajaba la Tierra se había
movido. Copérnico contestó diciendo simplemente que Aristóteles se había
equivocado, que el movimiento natural era no recto sino en parábola. La verdadera
respuesta que consiste en la descomposición de fuerzas vendrá luego con Newton.
137. La tercera objeción a la que Copérnico tuvo que responder consistía en lo
siguiente. La paralaje es el ángulo que hay entre la Tierra y una determinada
estrella. Si, como dice el Sacerdote, la Tierra giraba alrededor del Sol, entonces
debería registrarse un cambio en el paralaje de las estrellas cuando se medían con
seis meses de diferencia por las inmensas distancias que recorrería la Tierra.
Copérnico responde diciendo que, si bien existe esa diferencia es imperceptible
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 29
Galileo Galilei
149. Galileo Galilei (1564-1643) fue el gran defensor del
Heliocentrismo frente a la hostilidad de la jerarquía de la
Iglesia ante semejante novedad. Fue, además, quien aportó
pruebas contundentes a favor del sistema Copernicano.
Galileo Galilei
(1564-1643)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 31
Galileo y la Iglesia
154. Veamos ahora el problema que Galileo tuvo con la Iglesia. Había muchos textos
de la Sagrada Escritura que, interpretados literalmente (al pie de la letra) afirmaban
que el sol se movía y que la tierra no. Ejemplo del primero es el siguiente de Josue
10, 12-13:
Aquella vez, cuando el Señor puso a los amorreos en manos de los
israelitas, Josué se
dirigió al Señor y
exclamó, en
presencia de Israel :
“Detente, sol, en
Gabaón, y tú, luna,
en el valle de
Aialón” El sol se
detuvo, y la luna
permaneció inmóvil,
hasta que el pueblo
se vengó de sus
enemigos”
Y de lo segundo en el Salmo
93 :
El mundo está
firmemente
establecido: ¡No se
moverá jamás!
155. Ante esta evidente
oposición entre lo que
enseñaba la Palabra de
Dios y lo que parecía
decir la ciencia, la Iglesia
tenía dos posibilidades: o
abandonar la
Figura 13: Tapa del Diálogo sobre los dos grandes sistemas de
Galileo, donde se ven los tres protagonistas.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 32
interpretación literal (cosa que habían hecho, con moderación, los Santos Padres) o
debilitar la verdad de la ciencia afirmando que la teoría de Galileo era, en realidad
hipotética y que no pretendía describir la realidad sino, solamente, ofrecer un
sistema de cálculo.
156. Galileo, citando a San Agustín, afirmaba que Dios era autor de dos libros: la
Sagrada Escritura y el libro de la naturaleza, en el primero se decía cómo el hombre
debía llegar a Dios, en el segundo se enunciaban verdades físicas, y estaba en
idioma matemático. Citando a un tal Borrius decía que la Bilbia nos enseñaba cómo
llegar al cielo, no cómo los cielos se habían formado.
157. Afirmaba además que, habitualmente se interpretaba de modo figurado la Biblia,
que lo suyo no era una excepción. Por ejemplo cuando la Biblia habla de las manos
de Dios, o de los ojos de Dios, o de la ira del Señor. Una interpretación literal sería
herérica, Dios no tiene ojos. Y -afirma- incluso en el texto de Josus está interpretado
simbólicamente porque, para ser literal tendría que decir que se parara no sólo el Sol
y la Luna, sino también la esfera de las estrellas fijas, los planetas, etc. Sus ideas,
incluso sobre la interpretación de la Biblia, eran bien recibidas, lo que no agradaba
mucho era que un laico les dijera a los sacerdotes cómo interpretar las Escrituras.
158. En 1616 aparece el Decreto que obliga a Galileo a, si desea exponer sus teorías,
hacerlo en forma hipotética. Galileo escribe su famoso Diálogo sobre los dos
grandes sistemas del mundo (ver figura 13) donde, durante toda la obra afirmaba de
modo categórico que era verdad pero había incluido un prefacio y una conclusión
donde recordaba el carácter hipotético. Al Clero no le gusto y el 22 de junio de 1635
fue obligado a abjurar. Galileo aceptó ante las autoridades de la Iglesia que sus ideas
eran falsas y fue condenado a pasar el resto de sus días en un Convento, donde pasó
sus últimos años investigando. En un cuadro que apareció el año de su muerte
figuraba su ya famosa frase: Eppur si muove (sin embargo se mueve) que parece que
murmuró mientras abjuraba.
159. El tema de Galileo y la Iglesia es un tema muy delicado y es muchas veces
utilizado indiscriminadamente en cualquier ataque contra la Iglesia. Sin duda (no
tiene sentido negarlo) las autoridades de la Iglesia se equivocaron pero es necesario
comprender esa situación en su contexto histórico y no juzgarlo con los criterios
contemporáneos. Lo primero que hay que decir es que no es signo de una postura
anticientífica (como muchos se empeñan en demostrar) ya que, justamente, se lo
hacía para proteger no sólo la teología, sino también la ciencia que se creía
verdadera, además el iniciador de todo esto fue un sacerdote, Copérnico.
160. Hay que tener en cuenta además que en aquel momento, por la reciente reforma,
la Iglesia estaba muy sensible a cualquier intento de libre interpretación de las
Escrituras, posiblemente en otro momento se hubiera analizado con más objetividad
y tranquilidad pero en ese momento cualquier interpretación paralela a la oficial olía
a protestante. Por otro lado en aquel momento no existía ni la clara separación entre
ciencia y religión que existe ahora (de hecho la ciencia estaba a cargo de la Iglesia -
los sabios o eran clérigos o formados por clérigos-) ni tampoco había una clara
conciencia de la posibilidad de la interpretación figurada de la Biblia. A veces se le
exige a la Iglesia que esté más allá del tiempo, como si no estuviera formada por
hombres que viven en una época determinada y, por otro lado y contradiciéndose le
exigen también que se case con la época (como ahora que se dice que la Iglesia debe
permitir el aborto, o el divorcio, “porque todo el mundo lo hace”)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 33
165. Galileo fue un gran opositor a los aristotélicos de su época. Los aristotélicos
representaban la ciencia oficial, es decir el modelo ptolemaico junto con la física
aristotélica. Pero Galileo no se oponía a ellos simplemente porque sostuvieran una
teoría distinta de la que el creía verdadera, sino por el método que utilizaban. Los
aristotélicos habían otorgado tanta autoridad a su maestro que ya se había convertido
en un fanatismo. Bastaba con que lo hubiera dicho Aristóteles para que fuera
verdad, aún cuando se opusiera a las experiencias más evidentes. Veremos, en
cuatro casos concretos, como Galileo discutía con los aristotélicos.
166. En primer lugar, Galileo les dice que no se llamen a sí mismos “filósofos” sino
“historiadores” o “doctores de la memoria” puesto que la filosofía habla del mundo
sensible y no de un mundo de papel. Es decir, ellos eran especialistas en las obras de
Aristóteles, pero no en la realidad. (ver texto 35)
167. En segundo lugar, Galileo había encontrado varias contradicciones en las obras
de Aristóteles, frente a esto los aristotélicos respondían que era absurdo pensar que
Aristóteles, que había sido justamente el creador de la lógica, pudiera equivocarse al
aplicarla, pudiera contradecirse. Galileo responde que así como el que construye un
piano puede no saber tocarlo o quien construye un barco no saber manejarlo, de la
misma manera Aristóteles puede haber construido la lógica y no por ello saber
utilizarla.
168. Galileo, en tercer lugar, les recordaba a los aristotélicos que Aristóteles había
afirmado dos cosas: por un lado que el cielo es incorruptible pero que de las cosas
celestes no podíamos conocer con mucha certeza porque están demasiado lejos y,
por otro lado, afirmaba que siempre hay que hacerle caso a lo que nos presentan los
sentidos. Como ambas afirmaciones son insostenibles, porque los sentidos nos
muestran que el cielo no es incorruptible, debemos elegir y, si queremos respetar a
Aristóteles, se tendría que negar la incorruptibilidad de los cielos puesto que no se la
conoce con certeza absoluta mientras que la prioridad de los sentidos es innegable.
Por lo tanto, dice Galileo, si Aristóteles estuviera hoy, aquí, y viera lo que ustedes y
yo podemos ver, estaría de acuerdo conmigo y no con ustedes. (ver texto 36). Es
importante destacar que en esto Galileo tiene razón, los aristotélicos respetaban la
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 34
René Descartes
Biografía
Contribuciones a la Ciencia
172. Descartes se destacó en muchísimas ramas del saber, escribió varios tratados
sobre óptica y había elaborado su propio sistema cosmológico que, ante la condena
de Galileo, decide no publicar, un poco por respeto a la Iglesia, otro por temor.
como se ve claramente en una carta escrita en abril de 1634 a Mersenne (ver texto
39)
173. Pero sus más grandes contribuciones fueron sin duda en matemática.
Descubre (o inventa) la geometría analítica: ve que cualquier figura geométrica
puede expresarse en fórmulas matemáticas y así explicita la profundamente íntima
relación que se suponía que había entre la aritmética y la geometría. Inventa además
los ejes cartesianos (Cartesius es Descartes en latín) y simplifica mucho la escritura
de las ecuaciones expresando con números las potencias. Antes de él la ecuación X3
+ 2x2 - x = 8 se escribía así: CN + 2QN - N aeq. 8 (cubus numen más dos quadratus
numen menos numen aequalis ocho)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 36
Método:
184. Como se ha visto, sin duda para Descartes la ciencia tiene un gran valor (y
dentro de las ciencias la matemática) pero no pretende abarcar la religión o la moral
con la ciencia. Respeta la autonomía de ambas (como ya vimos, de la religión
porque es revelada y de la moral porque es práctica)
Filosofía.
espíritus. A los espíritus, llamados por él res cogitans (cosas que piensan), llega
diciendo: Es indudable que pienso, pienso luego existo, es decir existe una cosa que
piensa, esa cosa que piensa la llamamos espíritu. Justamente por ser espiritual es
inextenso.
186. A los cuerpos no llega tan directamente, necesita nuevamente pasar por la
veracidad de Dios para afirmar que existen. Esto es así porque desconfía de los
sentidos (ellos son los que nos manifiestan que hay cuerpos), más de una vez -dice
él- los sentidos nos han engañado (en sueños, alucinaciones, espejismos, etc.) por lo
tanto, no es lícito fiarse absolutamente de ellos. Necesitamos de la veracidad de
Dios que garantice que lo que se me aparece como existiendo independientemente
de mí, realmente existe afuera. En realidad esto es consecuencia de su criterio de
verdad que, como dijimos, parte de su razón. Parto de mi inteligencia y uso a Dios
de puente para llegar a la realidad extramental. (ver texto 42)
187. Para Descartes los espíritus y los cuerpos serán dos cosas distintas, dos
substancias distintas, por lo cual se le hará sumamente complicado explicar la unión
del alma y el cuerpo en el hombre. Recordemos que para Aristóteles la substancia es
el hombre y el alma (la forma substancial) y el cuerpo (la materia prima) son dos co-
principios que se reclaman recíprocamente, por lo que, para él, no hay ningún
problema de unión. En cambio en Descartes, por decir que son dos substancias
distintas y absolutamente distintas, la unión del hombre queda seriamente
comprometida. A continuación, un texto donde afirma que espíritu y cuerpo son dos
substancias distintas. (Ver texto 43)
188. El problema intentará solucionarlo de una manera realmente poco digna de su
genio. Hablará, muy confusamente, de una glándula pineal situada detrás del cerebro
donde se concretaría la tan deseada comunicación de cuerpo y alma. Pero,
evidentemente, esto no soluciona nada porque, si la glándula es corpórea lo único
que hace es retrasar el problema, no explica cómo se une el alma a la glándula y si
es espiritual, estaría afirmando que los espíritus son extensos y además, no
explicaría la comunicación de la glándula con el resto del cuerpo. Digamos que este
problema es insolucionable desde la postura dualista de Descartes.
Dios
189. Descartes esboza varios argumentos para demostrar la existencia de Dios, uno de
ellos consiste en ver a Dios como causa necesaria de su idea de un ser perfecto:
190. Fundamentalmente dice que: tengo en mí la idea de un ser perfecto, no puedo ser
yo, imperfecto, la causa de esa idea perfecta, por lo tanto tiene que existir una causa
perfecta de esa idea perfecta y es lo que todos llamamos Dios. (ver texto 44)
191. Y, otro argumento, más acorde con su método, consistía en analizar la idea de
Dios y ver que necesariamente implicaba su existencia: Así como en la idea de
triángulo está necesariamente que tenga tres lados, así en la idea de Dios está
necesariamente su existencia. Si analizo su idea me doy cuenta que necesariamente
tiene que existir porque la idea de Dios implica la de un ser perfecto y la idea de
perfección la de existencia (es más perfecto algo que existe). (ver texto 45)
192. Se le podría objetar a Descartes dos cosas con respecto a sus demostraciones de
la existencia de Dios. Primero que comete una falacia conocida como petición de
principio (que consiste en suponer en las premisas la conclusión) porque, las
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 39
Blaise Pascal.
Biografía
Contribuciones científicas:
194. Como acabamos de decir ha hecho grandes aportes en casi todos los campos: en
matemática inició el cálculo combinatorio (deducir todas las combinaciones posibles
entre un número dado de términos), el cálculo de probabilidades y el infinitesimal)
En física descubrió la presión atmosférica. Pensó que si el aire pesaba, debía pesar
más en los valles que en las montañas y, al realizar el experimento, comprobó su
intuición.
Método
persuasión que se dirige al corazón. Afirma, por ejemplo, que las pruebas de la
existencia de Dios, aún siendo verdaderas, no convencen a nadie, que primero es
necesario persuadirlos, es decir: hacerles desear que Dios existe y después sí, con el
corazón dispuesto, pueden aceptar la demostración. (ver texto 47)
197. Contra los antiguos dice que, en realidad, no son los más antiguos sino los más
jóvenes. La edad madura hay que buscarla lo más lejos del nacimiento y ellos están
más cerca que nosotros de él, así relativiza su autoridad. Además afirma que por
más antiguos que sean, la verdad es más antigua que ellos. (ver texto 48 y 49)
198. Con respecto a su postura frente a la ciencia, si bien tenía un gran entusiasmo en
su juventud, lo fue perdiendo poco a poco, hasta desencantarse de ella (algo
parecido a lo que le sucedió a Ernesto Sábato). (ver texto 50)
199. Es un autor, en este sentido, no tan fanático como Descartes. Toma altura con la
ciencia, reconoce sus límites (no puede explicar correctamente al hombre). No
confunde los métodos como Descartes.
Filosofía
Dios
203. Como ya dijimos, tiene varias demostraciones de la existencia de Dios, pero por
lo que se destaca es por la persuasión, donde tiene un modo muy conocido por su
originalidad, la apuesta (ver texto 51)
204. Resumiendo: Si hay 50% de que Dios exista y otro 50% de que no y si Él existe,
apostando nuestra vida ganaremos una vida infinita en extensión y felicidad y,
además, estamos obligados a apostar (porque no apostar es apostar que no), es una
insensatez apostar a que no existe. Un ejemplo tal vez ilustre: Si nos obligaran a
apostar a la caída de una moneda, de tal manera que si sale cara ganaremos todo el
oro del mundo y si sale cruz no ganaremos nada, ¿quien apostaría a la cruz?
205. También tuvo intervenciones en teología, aunque no muy acertadas. Luchó
contra dos posturas opuestas: el pelagianismo que tanto minimiza los efectos del
pecado original que niega la necesidad de la gracia y el luteranismo que exagera
tanto las consecuencias del pecado original que la sólo la gracia puede salvar al
hombre, sin ningún mérito propio. Pascal busca un equilibrio entre las dos posturas,
pero no logra encontrarlo.
Isaac Newton
Biografía
Contribuciones científicas:
Método
Filosofía
213. Con respecto a su filosofía es justo reconocer que es más bien mediocre, pero
evidentemente no se lo puede culpar por ello. Fue un científico y en lo suyo fue el
mejor. Sin embargo, si tuvo mucho interés por Dios (tanto especulativamente como
por ser un hombre de fe) por lo que desarrollaremos brevemente el tema. Lo primero
que hay que decir es que se afirma que ha escrito más de teología que de ciencia
(aunque su teología es bastante pobre y roza la herejía). Newton era un hombre de
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 43
fe, no necesitaba de la ciencia para llegar a Dios, sin embargo encontró en ella una
demostración más de la existencia y grandeza del creador.
Dios
Albert Einstein
Biografía
Contribuciones científicas
218. En 1905, cuando trabajaba en una oficina de patentes (su trabajo consistía en
describir los inventos que debían ser patentados) propuso la teoría especial de la
relatividad (algunos años más tarde publicará la teoría general de la relatividad,
1913) Sin duda es una teoría muy complicada y escapa, tanto a los objetivos de estas
clases como a la capacidad nuestra, el hacer una exposición detallada de la misma.
En la época de Einstein se cuenta que sólo tres personas la comprendían. Además de
Einstein, un era Eddinton que, cuando le preguntaron qué pensaba de ser una de las
tres únicas personas que comprendían la teoría de la relatividad, se cuenta que
después de hacer un breve silencio dijo: “estoy pensando quien es la tercera
persona”. Sin embargo daremos unas nociones muy vagas pero que servirán para
saber, por lo menos, de que se trata.
219. Como en el caso de Newton, la genialidad de Einstein coincidió con una época
propicia para grandes revoluciones. Habían descubierto accidentalmente (en un
experimento que trataba de demostrar la existencia del “éter”) que la luz se propaga
a 300.000 km por segundo cualquiera sea el sistema de referencia. ¿Qué tiene esto
de especial?
220. Si un cuerpo se mueve con determinada velocidad en un cuerpo que a su vez
también está en movimiento con una velocidad propia, para un observador que está
en reposo (enseña Newton) la velocidad será igual a la suma de las dos velocidades
si los cuerpos van en la misma dirección y a la resta si van en contraria. Por ejemplo
si yo camino en dirección al chofer a 5 km/h en un colectivo que a su vez se
desplaza a 60 km/h, con respecto a una persona que está en la calle, yo me desplazo
a 65 km/h (se suman las velocidades). Si yo fuera hacia atrás del colectivo, me
desplazaría a 55 km/h (se restan las velocidades). En el caso de la luz, y esto es lo
asombroso, inexplicable desde la física de Newton, si yo enciendo una linterna en el
colectivo, desde el fondo de tal manera que el rayo de luz avance en la misma
dirección que el colectivo, la velocidad de la luz con respecto a un observador que
está afuera no es (como diría Newton) de 300.000 km/seg más los 60 km/h del
colectivo, sino de 300.000 km/h. No importa cuál sea la velocidad del móvil sobre el
cual se envía un rayo de luz, ni si el móvil va en la misma o en contraria dirección,
para cualquier observador la luz se desplaza a 300.000 km/seg. Este es el postulado
más importante de la teoría de la relatividad: la velocidad de la luz (300.000 km/seg
= c) es absoluta para cualquier sistema de referencia. Además es la velocidad límite
del universo, nada puede ir a una velocidad mayor.
221. De este postulado Einstein deduce las consecuencias de la teoría que son
ampliamente populares: 1) el tiempo se va retrasando en un cuerpo en movimiento
hasta llegar a detenerse si la velocidad es c; 2) la longitud de los cuerpos disminuye
en la dirección del movimiento hasta llegar a desaparecer si la velocidad es c; 3) la
masa de los cuerpos crece con la velocidad hasta hacerse infinita si llegara a
alcanzar a c. Todas estas consecuencias, ciertamente impresionantes, son
insignificantes cuando las velocidades son muy pequeñas, sólo cuando se acercan a
c, se comienza a notar las diferencias.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 45
222. Analicemos uno de los experimentos ideales con los que Einstein demuestra una
de estas consecuencias (en este caso la de la disminución del tiempo). Imaginemos -
dice Einstein- que un tren un pasajero envía un rayo de luz desde le piso hacia el
techo del tren y que en el techo hay un espejo que hace rebotar la luz y volverla a su
fuente, y que el tren se desplaza a una velocidad de 240.000 km/seg.. Supongamos
que hay un observador en la plataforma del tren (es decir en reposo) y otro en el
tren. Supongamos que el observador de la plataforma determinó que entre la
emisión y vuelta del haz de luz pasaron 10 seg. En éstos la luz recorrió 300.000 km
x 10 = 3.000.000 km. Pero el movimiento que ve el observador desde afuera no es el
mismo que ve el observador que está en el tren. El del tren ve que la luz sube y baja
al mismo punto (a la fuente de luz) pero el que está en la plataforma ve que la luz
describe una diagonal (porque el tren se está moviendo) al subir y otra al bajar (ver
figura) de tal manera que si llamamos A al punto donde sale el rayo de luz, B al
punto donde llega al espejo y C al punto cuando regresa a la fuente, concluimos que
los lados AB y BC del triángulo isósceles ABC miden 1.500.000 km cada uno. El
lado AC vale de acuerdo a la distancia recorrida por el tren en 10 seg., 240.000 x 10
= 2.400.000 km.
223. Ahora es fácil determinar la altura del vagón que será la altura del triángulo
ABC. Recordemos que en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa AB
es igual a la suma de los cuadrados de los catetos (AD y BD) (llamemos D al punto
medio entre AC. De la igualdad AB2 = AD2 + BD2 , tenemos la altura del vagón
BD = 900.000 km. Ahora bien, desde el punto de vista del pasajero que está dentro
del tren, el camino recorrido por el haz de luz desde el techo hasta el suelo del vagón
es indudablemente el doble de la altura (ida y vuelta), o sea: 2 x 900.000 km =
1.800.000 km. Para recorrer esta distancia la luz necesita 1.800.000/300.000 = 6
segundos. Por lo tanto lo que para el observador dentro del tren son 6 segundos, para
el que está fuera son 10. El tiempo pasa, dice Einstein, más despacio en el tren, en
un cuerpo con determinada velocidad. Por supuesto la velocidad es relativa por lo
que si realizamos el experimento en la plataforma, el que está en el tren verá que
tarda 10 segundos y el de la plataforma, 6 segundos. se acortan y las masas
aumentan.
Observador dentro del Tren Observador fuera del Tren
Espejo C
Rayo de Luz
D
Fuente de Luz A B
224. Veamos para terminar las fórmulas y reflexionemos un segundo sobre ellas.
225. A) La longitud: L´ = L. √ (1-v2/c2) Donde L´ es la longitud del cuerpo en
movimiento, L es la longitud del cuerpo en reposo, c es la velocidad de la luz y v es
la velocidad entre el cuerpo y el sistema de referencias. Vemos que si v es muy
pequeña el término v2/c2 tiende a 0, por lo tanto L´ es prácticamente igual a L. Si v
va creciendo, L´ va disminuyendo y si v = c, entonces el término (1-v2/c2) es igual a
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 46
Dios
229. ¿Qué pensaba Einstein de Dios? Para él, sostener que Dios es un ser personal es
una antropomorfización (atribuir a Dios atributos del hombre), pero en realidad es el
hombre el que está hecho a imagen de Dios, por eso no es extraño -deberíamos
decirle a Einstein- que Dios se parezca, en algunas cosas, a nosotros. Afirma que
una moral basada en la recompensa y el castigo no es ética. (ver texto 56)
230. En cierto sentido tiene razón, si sólo basamos la ética en el miedo al infierno o
las ganas de poseer los bienes del cielo, pero lo que no es cierto es que los cristianos
afirmen eso: para ellos uno debe cumplir la voluntad de Dios por amor a Dios, no
por deseo de recompensa ni miedo al castigo, por lo menos ese es el estado de
santidad al cual todos aspiramos. Un poema lo expresa claramente, ver texto 57.
231. Recordemos que de las cuatro causas, dos son intrínsecas (pertenecen al efecto,
lo componen) y dos son extrínsecas (lo causan sin confundirse con él) Dios es la
causa eficiente y final del universo (por eso, por ser intrínseca no es parte de la
Creación, la trasciende) (ver parr. ¿?-¿?). Para Einstein Dios es como si fuera -
Einstein no lo dice así porque no manejaba el lenguaje aristotélico- la causa formal,
explica el mundo, pero desde dentro, no se distingue realmente de él. En el siguiente
texto se ve claramente. Dios es la razón que se manifiesta en la naturaleza, es decir
las leyes científicas. (ver texto 58)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 47
232. Por eso llegará a afirmar que: “La única gente profundamente religiosa
son los investigadores científicos serios.” (A. Einstein, Mis ideas y opiniones,
Antoni Bosch, Barcelona, 1981, pág. 35)
Stephen W. Hawking
Biografía
Efecto Doppler
234. Cuando en los años veinte se empezó a analizar el espectro de las estrellas que
no pertenecen a nuestra galaxia se observó un hecho muy peculiar:
qué velocidad lo hace. Esta relación entre frecuencia y velocidad es lo que se llama
efecto Doppler, que era ya conocido porque lo mismo se producía en la ondas
sonoras.
237. Justamente un ejemplo tomado del sonido es ya clásico para explicar el
fenómeno, ejemplo tomado de experiencias mucho más cercanas a nosotros que una
estrella. Cuando escuchamos un automóvil pasar por la ruta notamos que cuando se
nos aproxima, su motor suena con un tono más agudo que lo normal (lo que
corresponde a una frecuencia más alta de las ondas sonoras) y cuando se aleja
produce un sonido más grave.
238. Cuando Hubble observó que los espectros de las estrellas de otras galaxias
manifestaban un corrimiento al rojo y que, cuanto más lejos estuvieran de la nuestra,
más hacia el rojo se corrían, comprendió en seguida lo que ello significaba: todas las
galaxias se estaban alejando de la nuestra y de tal manera que, las que estaban más
lejos lo hacían a una velocidad mayor. La única manera factible de explicarlo era
suponer que todo el universo se estaba expandiendo.
Agujeros Negros :
239. En 1969 John Wheeler bautizaba a unos extraños fenómenos con este nombre
pero, aunque el nombre es relativamente nuevo, el concepto ya aparecía en 1783
cuando John Michell propuso la posibilidad de la existencia de estrellas tan masivas
y compactas que la luz no podía escapar de ella. Sin embargo la propuesta de
Michell no tuvo éxito porque se basaba en la teoría corpuscular de la luz (sólo si la
luz es un cuerpo puede verse afectada por la influencia gravitatoria) que cayó en
desuso durante todo el siglo XIX.
240. 165.Cuando, durante este siglo, Albert Einstein disfruta de una corroboración de
su teoría de la Relatividad al observar en un eclipse que efectivamente la luz se ve
afectada en su trayectoria por la atracción gravitatoria, se vuelve a estudiar la
posibilidad de los agujeros negros, pero ahora en códigos relativistas y teniendo en
cuenta el ciclo de una estrella. En efecto las estrellas que no son inmutables como
pensaban los griegos tienen su propio ciclo vital. Se forma cuando una gran cantidad
de gas comienza a colapsar sobre sí mismo por efecto de la propia atracción
gravitatoria. Los átomos del gas por la cercanía comienzan a colisionar entre sí
calentándose y durante mucho tiempo la estrella se estabiliza dando luz y calor pero
al acabársele el combustible se enfría y contrae. Al suceder esto algunas estrellas,
según su masa y su tamaño, recuperarán el equilibrio, otras explotarán y algunas se
colapsarán sobre sí mismas y es tan fuerte la atracción que ejerce el agujero negro
que ni la luz puede escapar de él.
241. El oscuro final que le espera a una estrella, llamado justamente agujero negro,
fue descrito como una singularidad por un físico y matemático británico, Roger
Penrose, en 1965 (aún antes de que fuera llamado “agujero negro”). En efecto,
Penrose, aplicando la teoría general de la Relatividad, demostró que una estrella que
se colapsara sobre sí misma por efecto de su propia gravedad queda atrapada en una
región cuya superficie se reduce con el tiempo a tamaño cero. Toda la materia estará
comprimida en una región de volumen cero. La densidad será, por lo tanto, infinita y
también la curvatura espacio-temporal. Esto es lo que en matemática se conoce
habitualmente como una singularidad.
242. La singularidad es un concepto de origen matemático. Cuando en una
determinada función aparece una región que es irresoluble, por ejemplo porque
debemos dividir por cero, nos hallamos frente a una singularidad. Un punto singular
sería, por ejemplo la tangente de p/2, pues la tangente es el cociente de seno sobre
coseno y el coseno de p/2 es 0. Esto aplicado al caso del agujero negro implica que
los conceptos de espacio y tiempo se vuelven intratables físicamente, lo cual
constituye un serio límite para la ciencia pues las matemáticas no pueden tratar
números infinitos.
243. Por ahora, sin embargo, sólo hemos hablado de la posibilidad de la existencia de
un agujero negro pero nada dice que aquella idea platónica que han concebido los
científicos tenga una imitación en el mundo sensible.
244. El físico británico es muy precavido, aún reconociendo que hay sistemas
gravitatorios que parecerían indicar la presencia de un agujero negro (como el
llamado Cygnus X-1), no lo afirma contundentemente.
En 1965, leí acerca del teorema de Penrose según el cual cualquier cuerpo que
sufriera un colapso gravitatorio debería finalmente formar una singularidad.
Pronto comprendí que si se invirtiera la dirección del tiempo en el teorema de
Penrose, de forma que el colapso se convirtiera en una expansión, las
condiciones del teorema seguirían verificándose, con tal de que el universo a
gran escala fuera, en la actualidad, aproximadamente como un modelo de
Friedmann. El teorema de Penrose había demostrado que cualquier estrella
que colapse debe acabar en una singularidad. El mismo argumento con el
tiempo invertido demostró que cualquier universo en expansión, del tipo de
Friedmann, debe haber comenzado en una singularidad. (...) El resultado final
fue un artículo conjunto entre Penrose y yo, en 1970, que al final probó que
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 51
debe haber habido una singularidad como la del big bang, con la única
condición de que la relatividad general sea correcta y que el universo contenga
tanta materia como observamos. (pp.81-82)
246. Es decir Hawking afirma que, de la misma manera que una estrella termina en
una singularidad, el universo ha comenzado en ella y así le da al cosmos tan oscuro
nacimiento como negra es la muerte de una estrella.
“Las leyes de la ciencia, tal como las conocemos actualmente, contienen muchas
cantidades fundamentales, como la magnitud de la carga eléctrica del electrón y
la relación entre las masas del protón y el electrón. Nosotros no podemos, por el
momento, predecir los valores de esas cantidades a partir de la teoría” (pág.
174)
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 52
“El hecho notable es que los valores de esas cantidades parecen haber sido
ajustados sutilmente para hacer posible el desarrollo de la vida. Por ejemplo, si
la carga eléctrica del electrón hubiese sido ligeramente diferente, las estrellas, o
habrían sido incapaces de quemar hidrógeno y helio, o, por el contrario, no
habrían explotado. Por supuesto, podría haber otras formas de vida inteligente,
no imaginadas ni siquiera por los escritores de ciencia ficción, que no
necesitasen la luz de una estrella como el Sol o los elementos químicos más
pesados que son fabricados en las estrellas y devueltos al espacio cuando éstas
explotan. No obstante, parece evidente que hay relativamente pocas gamas de
valores para las cantidades citadas, que permitirían el desarrollo de cualquier
forma de vida inteligente. La mayor parte de los conjuntos de valores darían
lugar a universos que, aunque podría ser muy hermosos, no podrían contener a
nadie capaz de maravillarse de esa belleza.” (págs. 174-175)
El Universo Autocontenido
258. El más fuerte opositor que tuvo el descubrimiento de Hawking fue el mismo
Hawking. Cuando, no sin esfuerzo, lograba convencer a la comunidad científica de
la necesidad de la singularidad en el big bang, tuvo que comenzar a convencerlos de
lo contrario.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 53
Así, al final, nuestro trabajo llegó a ser generalmente aceptado y, hoy en día,
casi todo el mundo supone que el universo comenzó con una singularidad como
la del big bang. Resulta por eso irónico que, al haber cambiado mis ideas, esté
tratando ahora de convencer a los otros físicos de que no hubo en realidad
singularidad al principio del universo. (p.82)
259. Para comprender la nueva propuesta del físico británico, debemos tener en
cuenta que la gran revolución científica que sufrió la física desde principios de siglo
se debe a dos grandes teorías maravillosas y muy fecundas pero incompatibles entre
sí, al menos en principio. La teoría general de la Relatividad, que explica el universo
a gran escala, y la teoría Cuántica, que explica lo extremadamente pequeño, parecen
a veces resistirse tanto al matrimonio como el cambio y la permanencia, pero los
científicos no se han resignado y no son pocos los intentos de unificación.
260. La propuesta de Hawking, una más de las llamadas Teorías Cuánticas de la
Gravedad, ha sido bautizada por él mismo como propuesta del no-borde (The No-
boundary proposal) o del Universo Autocontenido. Trataremos brevemente de
explicarla. Comienza el físico británico haciendo una nueva interpretación de la
singularidad. Si bien es cierto que sigue siendo un límite para la ciencia, lo es sólo
para la ciencia clásica, para la relativista; pero lo que nos está diciendo la
singularidad es que en ella los efectos gravitatorios cuánticos son tan importantes
que no pueden ser ignorados y, reinterpretando el big bang desde la teoría cuántica
no será necesario apelar a la singularidad.
261. Si bien, como lo reconoce el mismo Hawking, no poseemos una teoría que
combine exitosamente las dos grandes teorías parciales, un intento resulta de
incorporar la idea de la suma de historias de Feynmann según la cual una partícula
no tendría ya, como en la teoría clásica -dice Hawking, y como el sentido común
indica, agregamos nosotros-, una historia única, es decir un único recorrido. Se
supone que la partícula sigue todos los caminos posibles que unen esos dos puntos, a
cada uno de los cuales caminos se les asigna un par de números que representa el
tamaño de la onda y su fase. La probabilidad de que una partícula pase por un
determinado punto se halla sumando las ondas asociadas con cada camino posible
que pase por ese punto. Aunque técnicamente sea muy complicado, la idea central
es bastante clara, ya no se supone que recorre un único camino sino todos y para
saber si pasó realmente por un punto se calcula, sumando las historias, cuán
probable es.
262. Pero la aplicación de la suma de historias tiene una dificultad técnica y la única
forma de sortearla es recurriendo a un concepto de dudosa realidad, hasta por el
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 54
mismo nombre: el tiempo imaginario. Dice Hawking que, si bien puede sonar a
ciencia ficción, se trata de un concepto matemático bien definido. Los números
imaginarios surgen en matemáticas cuando uno desea obtener la raíz cuadrada de un
número negativo. Puesto que todo número multiplicado por sí mismo da un número
positivo, es imposible encontrar dentro de los números reales, la raíz cuadrada de un
número negativo. Es aquí donde la matemática recurre a los números imaginarios,
que son números reales multiplicados por i tal que el cuadrado de i (i2) es igual a
menos uno (-1). Es sin duda un procedimiento matemático sumamente ingenioso,
pero de dudoso correlato real. Justamente por eso nos resulta sospechosa la realidad
de un tiempo imaginario, para el cual se utilizan para medirlo números imaginarios
en vez de reales. Hawking llega al extremo de afirmar que el tiempo imaginario es,
el real y el real es imaginario.
267. Veamos primero las consecuencias que extrae desde la primera postura de
Hawking, aquella que se apoya en la teoría de la Relatividad y concluye las
singularidad.
268. Con respecto al primer argumento para asegurar la necesidad de un creador, el
cual afirma que Dios es necesario porque el universo tiene origen temporal (ver
párr.172), debemos reconocer que es absolutamente cierto que un origen temporal
del mundo asegura la necesidad de un Creador. Pero debemos preguntarnos si puede
la ciencia llegar a un origen temporal absoluto, es decir si puede asegurar que antes
de lo que ella considera el inicio, no había absolutamente nada. Sabemos que la
ciencia conoce sólo las causas segundas (ver párr. 19 -allí son llamadas “causas
remotas”) Y la creación no se produce por causas segundas puesto que cualquier
causa segunda es también creada. La creación es un acto donde no intervienen
causas segundas, es una acción directa de la causa primera, por lo tanto, la ciencia
no puede asegurar un origen temporal. Puede, y de hecho lo hace, determinar un
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 55
El Inductivismo:
Visión ingenua y popular de la ciencia (inductivismo ingenuo)
278. Normalmente la gente común tiene una gran confianza en la ciencia, nadie duda
que lo que dice la ciencia sea realmente verdad. Por ejemplo, nosotros, normalmente
nos sometemos llenos de confianza a operaciones quirúrgicas estando seguros que el
médico “sabe lo que hace” y normalmente no dudamos cuando nos receta un
medicamento. Si la ciencia dice que los cuerpos caen con una aceleración de 9,8 m
por segundo al cuadrado no hay por qué dudarlo, si dice que el universo se originó
con una gran explosión hace 15.000 millones de año no lo dudamos tampoco.
Normalmente creemos que la ciencia “sabe lo que dice” y lo que dice la ciencia “es
así” y sería necio ponerlo en duda. ¿Por qué razón tenemos tanta confianza en la
ciencia?
279. Confiamos en lo que dicen los científicos porque sabemos que su conocimiento
está probado, está demostrado, es objetivo. ¿Qué queremos decir que está probado?
Que la ciencia se basa en observaciones y experimentos objetivos, que todos
podemos comprobar con nuestros propios ojos. La ciencia parte de datos objetivos y
crece respetando una rigurosa lógica hasta afirmar las leyes y teorías que sostiene,
por lo tanto no tiene sentido dudar de la verdad de lo que afirma. Parte de una base
sólida y crece con un método garantizado (la lógica), el edificio de la ciencia es
sumamente sólido. En cuanto la ciencia se fue dando cuenta que tenía que leer el
“libro de la naturaleza” y no más la Biblia o las obras de los antiguos, empezó a
avanzar a pasos agigantados
280. La objetividad de la ciencia también consiste, se piensa normalmente, en que el
científico deje de lado todos sus gustos, opiniones, deseos personales. Tiene que ser
absolutamente objetivo, o sea, ser una hoja en blanco y dejarse informar por lo que
la realidad le dice a través de los experimentos. Cualquier cosa que él ponga será
perjudicial. Como un árbitro de fútbol no debe dejarse influir por su nacionalidad o
sus preferencias cuando dirige un partido y, al ponerse el uniforme de árbitro debe
sacarse la camiseta de su equipo y la bandera de su nación, así el científico tiene que
ser totalmente neutro.
281. Que la ciencia es absolutamente objetiva y no da lugar a “reflexiones demasiado
personales” se ve también claramente en que, normalmente, los alumnos no se
animan a “guitarrear” en un examen de física o biología y sí en uno de filosofía.
282. La ciencia, para esta visión, que a partir de ahora –y enseguida veremos por qué-
la llamaremos inductivismo ingenuo, parte de la observación pura, sin ningún
prejuicio ni “sospecha” del resultado. Si es posible aumentar la capacidad de nuestra
observación con instrumentos, mejor (como telescopios, microscopios, etc.). Mis
observaciones (que siempre son de hechos singulares, ubicados en el tiempo y en el
espacio) que son un conocimiento seguro e indudable, las expreso en enunciados
singulares o enunciados observacionales. Por ejemplo, si veo al Sol salir hoy a las
6:30 de la mañana, lo expreso en un enunciado singular: “El día tal de tal mes de tal
año, en la Ciudad de Buenos Aires, el Sol salió a las 6:30 hs. según la hora local”, si
veo la tiza caer, lo expreso en un enunciado singular: “la tiza cayó tal hora en tal
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 58
290. Por ahora supongamos que la base empírica es fiable, es decir que no hay ningún
problema en aceptar que los enunciados observacionales o singulares reflejan
perfectamente la realidad (más adelante veremos si esto es tan simple).
291. Analizaremos solamente, por ahora, el salto de los enunciados singulares a los
universales, es decir, la inducción. La gran pregunta es ¿cómo justificar la
inducción? Es decir, ¿por qué la inducción me garantiza que, partiendo de
enunciados singulares puedo afirmar un enunciado universal? Dicho de otra manera:
¿qué poder mágico tiene la inducción para asegurarme, habiendo visto mil cuervos
negros que el próximo cuervo será negro? ¿Puede la inducción garantizarme que si
las premisas (es decir los enunciados observacionales) son verdaderas, la conclusión
será verdadera? El problema de justificar la inducción ha sido llamado el problema
de la inducción.
292. Está claro que con la “deducción” el problema no se presenta, no cabe ninguna
duda que, si las premisas son verdaderas, la conclusión de una deducción lo será, y,
esto, en el fondo, porque la conclusión está de alguna manera contenida en las
premisas (que Sócrates es mortal está de alguna manera contenido en que Sócrates
es hombre y todos los hombres son mortales). En cambio con la inducción sí está el
problema porque la conclusión dice algo más que sus premisas (que Juan sea
hombre y tenga dos ojos, que Pedro sea hombre y también tenga dos ojos, que José,
Manuel, Emilio, etc., no me dice que Jorge porque es hombre vaya a tener dos ojos).
293. La inducción, entonces, no me garantiza la verdad de la conclusión a partir de la
verdad de las premisas, y la deducción sí. Una forma de justificar la inducción sería,
entonces, convertirla en una deducción. ¿Cómo puedo convertirla? Para que sea una
deducción necesito una premisa universal que, de alguna manera, contenga la
conclusión. A esta premisa universal la llamaremos Principio de Inducción y
podemos enunciarlo de la siguiente manera: “y en todos los casos sucede lo mismo”.
Así al tener una premisa universal, la conclusión universal que pretende la inducción
quedaría justificada:
Sócrates es filósofo y aburrido, Platón es filósofo y aburrido, Popper es filósofo y aburrido, etc.
“en todos los casos sucede lo mismo”
El inductivismo probabilista.
“Cuanto más numerosos sean los hechos que confirman una hipótesis, cuanto
mayor sea la precisión que con ella reconstruye los hechos, y cuanto más vastos
sean los nuevos territorios a explorar, tanto más firme será nuestra creencia en
ella, esto es, tanto mayor la probabilidad que le asignemos” (M. Bunge, La
ciencia, su método y su filosofía)
302. Todas estas críticas parecen ser correctas, por lo que uno tendría que aceptar que
la ciencia no es tan segura como parece. Pero ello supone algo que no hemos
analizado. Si la ciencia es inductivista, entonces la ciencia no es tan segura, pero ¿es
la ciencia realmente inductivista?
303. Para responder a esta pregunta tenemos que hacer dos distinciones. Por un lado
es conveniente distinguir dos contextos donde se realiza la ciencia. Por un lado el
contexto de descubrimiento que abarcaría el proceso por el cual el científico llega
a proponer sus leyes y teorías y luego el contexto de justificación que abarcaría el
proceso por el cual el científico justifica lo que ha propuesto en el contexto de
descubrimiento. Una cosa es descubrir una ley y otra justificarla. Un inductivista
podría afirmar que la inducción sirve para descubrir leyes: un científico se pasa
analizando una y otra vez los metales ante el calor y ve que siempre se dilatan hasta
que induce una ley que jamás se le habría ocurrido de otra manera: “los metales se
dilatan con el calor”. Otro inductivista podría decir: “No. No importa cómo se le
ocurrió la ley (tal vez se la sugirió un ángel, o la soñó) pero la inducción le sirve
para justificarla, una vez que tiene la ley debe una y otra vez probarla en casos
concretos”.
304. La otra división se refiere a dos tipos de leyes, pues no todas las leyes en las
ciencias son iguales. Hay leyes empíricas y leyes teóricas. Las leyes empíricas
tienen, en su enunciado, sólo elementos observacionales o empíricos: “los metales
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 62
306. Debe tenerse presente que las críticas que hemos esbozado contra la inducción,
es contra una determinada concepción de la inducción, la que podríamos llamar
“inducción ciega”. Pero no es la única. Aristóteles, por ejemplo (ver párr. ¿?)
sostenía un tipo de inducción muy distinto. Para él la inducción me permitía “ver”,
“descubrir” la razón por la cual algo sucedía y así, la repetición de casos no tenía
como objetivo sumar “argumentos a favor” como si cada caso sumara un poco más
para alcanzar la certeza, sino que cada nuevo caso me servía para volver a ver el
fenómeno y tratar de entender por qué sucedía. La inducción aristotélica me permite
descubrir la causa y una vez conocida la causa mi seguridad en que los casos se
repetirán no depende del número de casos observados, sino de haber comprendido la
razón por la cual se repiten. Ver a muchos hombres morir me ha permitido
comprender la naturaleza mortal del hombre y es por la naturaleza mortal del
hombre (y no por ver cada vez más hombres muertos) que sé que todos los hombres
morirán.
307. La inducción aquí analizada, que es la predominante hoy en día, es una
inducción “baconiana” (ver párr. ¿?), ciega, no descubre en los casos la causalidad,
tampoco lo intenta (por considerarlo imposible) sino que trata de juntar casos
tratando que el número de casos le dé certeza. La diferencia es fundamental porque,
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 63
308. De todas maneras, frente al fracaso de la inducción como método para explicar
la ciencia (en ambos contextos) surgió el método hipotético-deductivo. No es una
invención de este siglo, ya puede verse en los antiguos, pero recién en este siglo se
lo “sistematiza”, es decir, antes se lo utilizaba, pero en este siglo se lo estudia.
309. Para comprenderlo pongamos un ejemplo. Supongamos que hace dos días nos
hemos puesto de novios y ella prometió llamarnos a las tres de la tarde. Son las tres
y dos minutos y nuestra impaciencia nos tortura, inmediatamente nos preguntamos:
¿por qué no me llamó? y empezamos a elaborar hipótesis: “será que tiene atrasado el
reloj”, o “será que se le rompió el teléfono”, o “se habrá olvidado mi número” o “no
me quiere, me ha olvidado” o peor aún: “no me llama porque está hablando con su
ex-novio”, etc. Elaboramos una gran cantidad de hipótesis que, de ser verdaderas,
explicarían por qué no me llama. Si continúa sin llamar, intentamos saber cuál de las
hipótesis que hemos elaborado es la verdadera, o por lo menos, intentamos descartar
algunas. Para hacerlo sacamos algunas “consecuencias observacionales” de nuestra
hipótesis que sean comprobables por nosotros. Si tiene roto el teléfono, al llamarla
me dará ocupado, o no contestará nadie. Si está hablando con el ex-novio me dará
ocupado. ¿Cómo saber, si me da ocupado, si está hablando con el ex-novio o está
roto? Puedo llamar a su ex-novio, si me da ocupado tal vez esté hablando con él,
pero si él me contesta, evidentemente no está hablando con él. Y seguimos tratando
de “constatar empíricamente” las hipótesis que hemos elaborado mientras nuestra
novia hace lo mismo pensando que era yo el que tenía que llamarla...
310. Este ejemplo nos permite ver los pasos del M.H-D. En primer lugar estamos
frente a un problema que intentamos resolver. El problema, es importante aclarar,
es siempre un problema dentro de una teoría. Que mi novia no me llame es un
problema porque habíamos quedado en que me llamaba. Para poner un ejemplo más
científico. Un científico se puede plantear como problema: ¿por qué los murciélagos
pueden volar de noche sin chocar?. Es un problema, pero dentro de una teoría, es
decir, suponiendo que para esquivar objetos es necesaria la vista y la vista necesita
la luz. Por eso no es un problema que una paloma vuele sin chocar objetos.
311. En segundo lugar elaboramos una hipótesis que, de ser verdadera, explicaría el
fenómeno, resolvería el problema. Podríamos decir que mi novia no me llama
porque está hablando con su ex-novio o que el murciélago esquiva los objetos
porque conoce de memoria el lugar donde se desenvuelve.
312. En tercero extraemos consecuencias observacionales de la hipótesis. Si está
hablando con su ex-novio, al llamar a su casa me dará ocupado, si los murciélagos
conocen su lugar de memoria, si soltamos un murciélago en un ámbito donde jamás
ha estado, chocará con los objetos.
313. En último lugar contrastamos empíricamente la consecuencia observacional.
Si mi hipótesis se revela falsa elaboraremos una nueva y se renueva el circuito.
314. Veremos ahora una corriente histórica que ha sostenido un inductivismo
probabilista combinado con el método hipotético deductivo, el neopositivismo
lógico.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 64
El neopositivismo lógico.
315. El neopositivismo surge en Viena cuando Moritz
Schlick (1882-1936) asume en aquella ciudad la cátedra de
filosofía de las ciencias. En 1924 forma un círculo de debate
sobre temas epistemológicos con varios filósofos: Otto
Neurath y Rudolf Carnap (1891-1970) entre los más
importantes. Durante varios años se reúnen en un Café de la
vieja Viena los jueves a la noche para discutir estos temas y
en 1929 deciden publicar su “manifiesto” llamado “La
Concepción del Mundo” donde exponen las principales
líneas de su pensamiento y empiezan a organizar
conferencias, debates y fundan una revista. Luego, durante
la Guerra, deberán huir a los EE. UU. lo cual les permitirá Moritz Schlick
expandir sus ideas más allá de (1882-1936)
Europa. Esta corriente tendrá
mucho éxito en Norteamérica, donde usualmente se los
llama filósofos analíticos (que, si bien tienen influencia
del círculo, no sólo de ellos).
316. Su propuesta epistemológica, llamada
“neopositivismo lógico” está basada en dos grandes
bases o pilares que podemos enunciar de la siguiente
manera:
1) Sólo lo que utilice el método hipotético-deductivo es
ciencia y
2) Todo lo que no sea empíricamente verificable carece de sentido.
Otto Neurath
(1882-1945) 317. El primer principio puede ser
sólo una cuestión terminológica.
Podríamos decir que, en este sentido, la filosofía, la
historia y otras ciencias no deben ser llamadas
tales y atribuirles otro nombre. En ello no
habría ningún problema si no reflejara un
desprecio de fondo, que es justamente el que se
encuentra en los neopositivistas. Para
ellos, sólo es ciencia, sólo es conocimiento cierto y
metódico aquel saber que utiliza el método
hipotético-deductivo y en ello no podemos estar
de acuerdo. La filosofía (y tantas otras)
son realmente Rudolf Carnap
(1891-1970)
conocimientos ciertos, metódicos (aunque
tengan otro método) y sistemáticos de la realidad, si al decir que no son ciencia se
quiere decir que no son lo que acabamos de afirmar, entonces los neopositivistas
están equivocados: podrán tener otro método, pero son conocimiento.
318. El segundo principio está principalmente dirigido en contra de la filosofía. A
diferencia de los empiristas clásicos, los neopositivistas no afirman que las
realidades meta-empíricas (que están más allá de la experiencia sensible) no existen,
sino que no tienen sentido. La afirmación: “Dios existe” no es ni verdadera ni falsa,
carece de sentido, es decir, no se puede entender, es lo mismo que afirmar “un Subte
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 65
también:
“Por eso una proposición, cuando dice algo, sólo puede enunciar un hecho
empírico. Algo que estuviera en principio más allá de lo experimentable no
podría ser dicho, ni pensado, ni planteado.” ( Rudolf Carnap, Idem, pág 82.)
319. En realidad, todas estas críticas a la metafísica, afirmando que no tiene sentido,
se basan casi exclusivamente en un filósofo en particular. Martin Heidegger,
contemporáneo de estos neopositivistas, era un filósofo sumamente complicado,
hablaba y escribía en un lenguaje particularmente obscuro y tenía, además, la
costumbre de inventar nuevas palabras. Como si esto fuera poco tenía frecuentes
ataques contra la lógica, muy estimada por nuestros neopositivistas, veamos dos
textos, el primero donde expresa su desprecio por la lógica, el segundo, tomado al
azar, donde se ve su intrínseca complicación que llevaría a cualquiera a concordar
con los neopositivistas. Si la filosofía fuera solamente Heidegger, la filosofía no
tendría sentido.
322. La otra razón por la que una proposición no tiene sentido es cuando combina
palabras con sentido pero de una manera sintácticamente (aquí debe entenderse
lógicamente) incorrecta. La frase que recién mencionábamos (“un Subte le hizo un
cañito al tiempo colorado” o también: “ayer sol escarabajos lentamente”) está
compuesta por palabras que tienen sentido, pero en una combinación que no lo
tiene. En ambos errores dice Carnap que cae habitualmente la filosofía (mirando,
insistimos, casi exclusivamente a Heidegger):
323. Ahora bien, uno lícitamente podría preguntarse (y Carnap se lo pregunta) por
qué si la filosofía es un sinsentido ha tenido tanto éxito durante tanto tiempo.
¿Cómo es posible que se vendieran tantos y tantos volúmenes y se discutiera hasta
el hartazgo tantos temas filosóficos? Porque los filósofos tratan, con sus escritos, no
de expresar la verdad, sino sus sentimientos, sus afectos, sus estados interiores;
como un artista. De hecho, Carnap llega a decir que los filósofos son músicos sin
capacidad musical, porque tratan de expresar sus sentimientos, pero no tienen
capacidad artística para ello. Y agrega, así como no tiene sentido que dos poetas se
pongan a discutir cuál de los dos poemas es el más verdadero, así tampoco con las
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 67
filosofías; se puede discutir cuál es más bella, cuál expresa mejor los sentimientos
del autor, pero no cuál es más verdadera, no tiene sentido.
324. Pero una crítica a Heidegger no es una crítica a toda la filosofía, y de ello se da
cuenta Carnap. Puede haber sinsentidos en filosofía, pero qué es lo que nos lleva a
afirmar que toda la filosofía es un sinsentido:
325. ¿Cuál es la razón por la que toda la filosofía no tiene sentido? El objetivo que se
proponen: “el descubrimiento y la formulación de un género de conocimiento que
no es accesible a la ciencia empírica”. En el fondo, y esta es una crítica importante
que podemos hacerle al neopositivismo, es un mero empirismo sin nada de original.
Dicen que no tienen sentido algunas filosofías (y en ello podemos estar
perfectamente de acuerdo) pero cuando intentan criticar a toda la filosofía en
conjunto, simplemente afirman lo que desde siempre sostuvieron los empiristas: que
intentan conocer algo que está más allá de la experiencia. Ya Hume había dicho lo
mismo mucho tiempo antes:
326. Podemos además criticarles que uno de sus principios: “todo lo inverificable
carece de sentido” es inverificable y, por lo tanto, carece de sentido. La postura
neopositivista es contradictoria internamente.
327. Pero veamos, para terminar, los aportes que hacen: Por un lado profundizan el
método hipotético-deductivo (gran parte de lo que aquí hemos visto: el planteo de
un problema, una hipótesis que lo resuelve, la deducción de una consecuencia
observacional, etc.) En segundo lugar realizan una interesante crítica al inductivismo
mostrando que la verdad de una teoría nunca puede demostrarse con certeza, y ellos
afirmaran (como adelantáramos cuando hablamos del inductivismo -ver párr. ¿?.) el
inductivismo probabilista sosteniendo que, con la acumulación de verificaciones
exitosas una teoría queda “verificada probablemente” expresión que, como veremos
en seguida, es agudamente criticada por Karl Popper.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 68
329. Antes de ver su propia teoría sobre las ciencias digamos algo sobre su crítica al
inductivismo y al neopositivismo. Al primero le critica que no alcanza certeza ni de
su verdad (en la primera versión del inductivismo) ni de su probabilidad (en la
segunda):
330. Es decir, por una lado no es posible afirmar con certeza la verdad de un
enunciado universal, pero por otro, tampoco ni siquiera su probabilidad. Pues,
siendo el número de casos posibles infinito, nunca, por más grande que sea el
número de casos que tenga en cuenta, la probabilidad será mayor que cero. Siempre
el número de casos analizados, frente a los infinitos potenciales, es insignificante.
Por lo tanto, dice Popper, no sólo no puedo asegurar la verdad de las leyes que
sostiene la ciencia mediante la inducción, ni siquiera puedo afirmar su probabilidad,
o, lo que es aún peor: todas las leyes de la ciencia tienen probabilidad cero, o sea
son altísimamente improbables.
331. Pero volvamos a Popper, otra de las críticas al inductivismo la realiza
directamente contra el principio de inducción (ver párr. ¿?):
“...Sea a el enunciado “el viernes lloverá”, b el enunciado “el sábado hará buen
tiempo”, y ab la conjunción de ambos enunciados “el viernes lloverá y el sábado
hará buen tiempo”. El contenido informativo de ab será mayor que el de su
componente a y el de su componente b . También es obvio que la probabilidad
de ab (o lo que equivale a lo mismo, la probabilidad de que ab sea verdadera)
será menor que la de cualquiera de sus componentes. (...) Ese hecho trivial tiene
las siguientes consecuencias ineludibles: si desarrollo conocimiento significa que
operamos con teorías de contenido creciente, ello debe significar también que
operamos con teorías de probabilidad decreciente (en el sentido del cálculo de
probabilidades). Así, si nuestro objetivo es el avance o desarrollo del
conocimiento, entonces no puede ser también nuestro objetivo lograr una
elevada probabilidad (en el sentido del cálculo de probabilidades): esos dos
objetivos son incompatibles” (Karl Popper, conjeturas y refutaciones, Paidós,
1983, 2da ed., cap 10, pág 267)
333. Contra Carnap dirá que una proposición puede no tener contenido empírico (y
por ello ser, tal vez, falsa) pero no carece de sentido. Yo entiendo, dice Popper,
cuando alguien dice que los ángeles existen, aunque esto sea falso. En este sentido
abre una puerta a la metafísica: podrá ser falsa, pero por lo menos, no carece de
sentido.
El Falsacionismo.
334. Popper parte de una ventaja lógica: Mientras la confirmación de una hipótesis no
es posible, porque sólo se puede confirmar una premisa universal mediante la
inducción y eso es imposible, sí es posible la refutación definitiva de una hipótesis,
puesto que un único caso me basta para saber definitivamente que es falso. Jamás
podré saber si todos los cuervos son negros, pero puedo saber, si encuentro un
cuervo rosa, que es falso que todos los cuervos son negros.
335. Esto se ve claramente con el siguiente silogismo condicional:
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 70
a) p ⊃ q
q
∴????
Es decir, no puedo deducir nada. Si llueve entonces el patio se moja, el patio está
mojado, pero eso no me permite deducir que ha llovido puesto que podría estar
mojado por las más variadas razones (mi madre lo limpió, mi hermano jugó con
bombitas de agua, etc.) En cambio:
b) p ⊃ q
-q
∴-p
Si llueve entonces el patio se moja, pero el patio no está mojado, entonces puedo
asegurar que no ha llovido. Es esta ventaja lógica la que Popper va a explotar al
máximo.
336. Puesto, entonces, que la “falsación” (es decir: la demostración de la falsedad de
una teoría demostrando la falsedad de una consecuencia observacional) es
determinante y definitiva, el método científico consiste en tratar de falsar las
teorías. Así el mayor mérito de una teoría es poder ser falsada. Antes se creía que lo
mejor era una teoría irrefutable y aún muchos científicos siguen buscándola
(Hawking entre ellos), pero ello no es un mérito sino un gran defecto, una teoría
irrefutable por principio no es una teoría científica:
337. El método de Popper es, entonces, la expresión más pura del M.H-D., sin
ninguna contaminación de inducción.
338. La ciencia parte de problemas, Popper ha insistido muchísimo en esto. No existe
la observación pura, sin un problema que guía la observación. Cuando uno observa
es porque tiene un problema presente. ¿En qué puede contribuir a la ciencia juntar
casos sin ninguna idea detrás, por ejemplo, medir el lóbulo de las orejas de los niños
nacidos entre septiembre y octubre?
339. Para solucionarlo, dice el M.H-D, se debe proponer una hipótesis. Y Popper
agrega: “lo más audaz posible”. ¿Qué quiere decir esto? Las hipótesis más audaces
son aquellas que son más fáciles de falsar, es decir, de demostrar su falsedad. Y son
más fáciles de falsar aquellas hipótesis que prohiben más cosas.
340. Esto es importante: las leyes científicas, como las leyes humanas, se caracterizan
por prohibir cosas. Las leyes prohiben cruzar cuando el semáforo en colorado.
Supongamos que una ley prohibe permanecer en un boliche después de la una de la
mañana y otra prohibe hacerlo después de las dos. ¿Cuál prohibe más? La primera,
puesto que siempre que se viola la primera se viola también la segunda, pero puede
violarse la segunda sin violarse la primera. Justamente por prohibir más, es más fácil
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 71
violarla. Lo mismo sucede con las leyes científicas. Una ley que diga que “las tizas
caen con una aceleración de 9,8m/s2” prohibe menos y es menos falsable que la que
dice que “todos los cuerpos caen con una aceleración de 9,8m/s2”.
341. Las teorías que prohiben más, entonces, deben ser preferibles y las que prohiben
más lo hacen porque informan más sobre el mundo, dicen más que las otras. La ley
que dice que todos los cuerpos caen dice menos que la que afirma que lo hacen con
determinada aceleración.
342. Además, las leyes que son más precisas siempre son más falsables, puesto que
prohiben más. El ejemplo anterior lo muestra: que los cuerpos caigan es menos
preciso que los cuerpos caigan con determinada aceleración. Resumiendo entonces,
deben elegirse las teorías más audaces, que son las más falsables, que son la que
prohiben más, porque informan más (y son más precisas). Cuando una teoría
informa más se dice que tiene más “falsadores potenciales”, es decir, más hechos
que, de comprobarse, falsarían la teoría.
343. Puede aquí también verse la diferencia de espíritu entre un popperiano y un
inductivista. El inductivista es muy precavido, cuidadoso y escrupuloso antes de
animarse a proponer una teoría, en cambio un popperiano es audaz, casi
irresponsable en sus propuestas. Aunque, claro, es muy riguroso cuando intenta
falsarla. Es algo así como: “propongan lo que quieran, pero después aténganse a las
consecuencias”.
344. Una vez propuesta la hipótesis se debe proceder a extraer las consecuencias
observacionales, o sea, los “falsadores potenciales”.
345. Finalmente se debe intentar con toda la fuerza falsar esa teoría. Un científico
propone una teoría y debe someterse al duro juicio de sus compañeros que
intentarán mostrar que se equivoca, es decir, que hacen el papel del “abogado del
diablo”. Si se logra refutar, es un triunfo para la ciencia porque sabemos con
seguridad que esa teoría no era verdadera y así, eliminando un error, nos acercamos
más a la verdad. Será cuestión de proponer otra hipótesis. Si no logra refutarse,
Popper dice, no queda “demostrada” ni “confirmada” sino simplemente
“corroborada” lo cual quiere decir, solamente, que “hasta el momento es la mejor
que tenemos”, que “hasta ahora ha sobrevivido con éxito”, pero nada más. No me
asegura (como cree un inductivista) que es una hipótesis más segura, simplemente
es lo mejor que tenemos hasta el momento.
Popper propone justamente lo contrario: será científica la teoría que pueda ser
falsada, es decir cuando exista por lo menos un enunciado observacional,
lógicamente posible, incompatible con ella.
348. Este criterio permite distinguir a la ciencia de la metafísica (que no es ciencia,
pero tiene sentido, como ya hemos dicho) y de la pseudo-ciencia, es decir,
disciplinas que intentan presentarse como ciencia pero no lo son. Los candidatos
preferidos de Popper son la magia (en el sentido de adivinos, horóscopos, etc.) y la
psicología freudiana.
349. Veamos algunos ejemplos: no son falsables las siguientes proposiciones : “la
alumna aprobó o no aprobó el examen”, pues no puede haber ningún hecho que la
contradiga, lo mismo sucede con “todos los hombres son animales racionales”
aunque en este caso simplemente porque las definiciones nunca pueden ser
falsables. Jamás se puede encontrar un hombre que no sea un animal racional,
porque dejará de ser hombre. Tal vez se vea más claramente en este ejemplo: “todos
los solteros son no casados”.
350. Pero tampoco es falsable la siguiente proposición metafísica “Existe un alma
espiritual” o también “Dios existe” puesto que no hay forma de deducir una
consecuencia observacional de dichas proposiciones.
351. También los horóscopos se sirven usualmente de frases no falsables y en ello
basan su aparente éxito. Jamás se equivocan, pero jamás se equivocan porque jamás
dicen nada. Por ejemplo: “Tal vez sea el tiempo propicio para iniciar una relación de
pareja” Pero tal vez no y si la pareja que inicio en ese tiempo propicio, fracasa, se
excusarán diciendo que era el tiempo propicio pero no la pareja propicia, etc. Los
adivinos también suelen utilizar este recurso, por ejemplo si afirman: “le sucederá
algo impresionante”. Claro, puede ser impresionante que me gane la lotería, pero
también que me mate con el auto, o que mi perro empiece a hablar o... Usualmente
también ciertos discursos políticos utilizan este recurso. Todos estos ejemplos, por
no ser falsables, según Popper no constituyen ciencia.
352. Pero sí son científicas, por ejemplo, las siguientes proposiciones, pues son todas
falsables: “todos los metales se dilatan con el calor” (al menos, claro, que la
dilatación con el calor sea la definición de metal), “todos los planetas giran en
órbitas circulares”, “El sida es causado por el virus HIV”.
354. Lo más atrayente del falsacionismo (ingenuo) es que, mientras nunca puede ser
definitiva la corroboración de una hipótesis, la falsación sí es definitiva. Podemos
demostrar con todo el rigor de la lógica que cierta teoría es falsa. Basándonos en la
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 73
Tesis Duhem-Quine
364. La segunda crítica también es muy fuerte. Hemos visto que la fuerza del
falsacionismo se basa principalmente en una ventaja lógica:
p⊃q
-q
∴-p
Pero las teorías, lamentablemente, con constan de una única proposición (p) sino de
varias. Por un lado, entonces, las hipótesis de una teorías son varias. Por otro es siempre
imposible derivar consecuencias observacionales de una teoría sin suponer otras
hipótesis (más o menos corroboradas, pero nunca demostradas) que hacen de puente
entre la teoría y la observación. A estas hipótesis las vamos a llamar: hipótesis
auxiliares. En tercer lugar, nunca podemos predecir un hecho (y por lo tanto, contrastar
una hipótesis) sin ciertas condiciones iniciales, que normalmente se obtienen por
observación (pero siempre contaminada de teorías). Pero si es así, la verdadera forma
lógica de la falsación de una teoría es la siguiente:
(p1.p2.p3.a1.a2.a3.i1.i2.i3) ⊃ q
-q
∴-(p1.p2.p3.a1.a2.a3.i1.i2.i3)
365. Es decir, como para obtener una consecuencia observacional (q) se suponen
muchas hipótesis de la teoría (p1.p2.p3), más hipótesis auxiliares (a1.a2.a3), más
condiciones iniciales (i1.i2.i3), si la experiencia me muestra que tal consecuencia no
se ha producido (-q), la lógica no me dice en dónde está el error, lo único que me
dice es que o una proposición de la teoría o alguna hipótesis auxiliar o alguna
condición inicial es falsa, pero no cuál (-(p1.p2.p3.a1.a2.a3.i1.i2.i3)). Por lo tanto, no
puedo acusar a la teoría del fracaso empírico, entonces, una vez más, la falsación no
es determinante, porque el error puede estar en otro lado.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 75
dificultad y no se abandonó la teoría. Uno podría decir: “pero Popper tenía razón,
tendría que haber sido abandonada, como al final hizo Einstein”. Claro, pero
seguramente hubiera sido imposible el desarrollo de la teoría de la relatividad sin
toda la evolución de la física newtoniana.
373. Lo más terrible de esta objeción es que siempre, absolutamente siempre, las
teorías nacen “falsadas”, es decir no concuerdan, al principio, con todos los datos.
Es necesario hacerles muchísimos “ajustes”. Por lo tanto, según el falasacionismo
ingenuo, jamás podría haberse sostenido una teoría.
374. Entonces: no sólo la falsación no es definitiva (objeción 1) y no sé qué estoy
falsando (objeción 2) sino que, además, la ciencia ignora, por su bien, las
falsaciones (objeción 3).
375. ¿Cómo responde Popper a esta tercera objeción? Acepta que no es necesario
abandonar toda la teoría apenas se encuentra una falsación, se puede “modificar” la
teoría existente. ¿De qué manera? Agregando nuevas hipótesis, dice Popper, pero a
condición de que nunca sean “ad hoc”. Una hipótesis ad hoc se caracteriza por no
poder ser contrastada de forma independiente, o sea, no tiene consecuencias
observacionales distintas de la anterior.
376. Veamos un ejemplo de intento de salvar una teoría mediante una hipótesis ad
hoc y por lo tanto “ilegal” para Popper: Cuando Galileo mostró, mediante el
telescopio, que la luna distaba mucho de ser una esfera perfecta por estar llena de
cráteres y valles, un aristotélico-ptolemaico, para salvar su teoría afirma que, la luna
está rodeada por una sustancia invisible que llena los valles y cubre los cráteres de
tal manera que la luna sigue siendo perfectamente esférica. Cuando Galileo preguntó
de qué manera podía observarse esa sustancia, el aristotélico contestó: “De ninguna
manera, puesto que es invisible”. Galileo, entonces, con su habitual ironía respondió
que estaba de acuerdo con la existencia de dicha substancia, pero que estaba ubicada
en la cima de las montañas de la luna, haciendo así aún más irregular su forma.
Estas formas de “salvar la teoría” por medio de hipótesis ad hoc no es aceptada por
Popper.
377. En cambio, cuando para explicar la existencia de Urano, Leverrier propuso la
existencia de Neptuno, era una hipótesis que tenía claramente la intención de salvar
la física newtoniana, pero no era “ad hoc” en el sentido de Popper puesto que podría
ser contrastada empíricamente de forma independiente: era cuestión sólo de enfocar
el telescopio.
378. Un texto de Lakatos (discípulo de Popper que veremos luego) expresa
claramente como, sin embargo, siempre se pueden seguir agregando hipótesis no ad
hoc, pero que no solucionan el problema:
El concepto de Paradigma
La dinámica de la ciencia:
395. La historia del desarrollo de una ciencia comienza con un período de preciencia,
luego pasa a ser ciencia normal, luego surgen las anomalías, se entra en crisis y se
produce una revolución científica para luego entrar en un nuevo período de ciencia
normal.
Preciencia Î Ciencia normal Î Anomalías Î Crisis Î Rev. Científica Î Ciencia Normal
410. Kuhn aclara por qué a este proceso ha decidido llamarlo revolución:
1. Comparándolo con una revolución política. Siempre, antes de una revolución,
una parte de la comunidad tiene el sentimiento de que las instituciones
establecidas ya no resuelven satisfactoriamente los problemas para los cuales
fueron concebidas. De la mima manera, un sector de la comunidad científica
empieza a sentir que el paradigma es incapaz de resolver ciertos problemas.
2. Las revoluciones políticas tienden a cambiar las instituciones políticas en modos
que esas mismas instituciones prohiben y durante la revolución, la sociedad no
es gobernada por ninguna institución. De la misma manera, la revolución
científica se produce “violando las leyes” del paradigma dominante y mientras
se sucede el cambio, la comunidad no asume ninguno de los dos (o, mejor dicho,
cada parte asume uno).
3. Las revoluciones políticas estallan cuando, finalmente, se produce el
enfrentamiento entre los dos bandos y, como no hay una superestructura que esté
por encima de ambos bandos, no hay caminos legales para resolverlo, es
necesario apelar a la persuasión y a la fuerza. De la misma manera, cuando se
produce el enfrentamiento, por no haber una superestructura pues la ciencia es el
paradigma dominante y las reglas de la ciencia son las del paradigma dominante,
no hay forma “legal” de resolver la cuestión. Los científicos apelan no ya a las
demostraciones, observaciones y argumentos lógicos, sino a toda clase de
artilugios para imponer su posición.
4. Finalmente, este cambio de paradigma es llamado revolución y no evolución
puesto que no hay continuidad. El cambio de paradigma es un cambio radical.
Sólo hay evolución dentro del período de ciencia normal.
411. Luego, al imponerse el paradigma alternativo, las aguas se calman y se vuelve al
período de ciencia normal, pero regida, claro está, por este nuevo paradigma. Los
científicos se abocarán a la tarea de resolver los nuevos problemas que les plantea el
nuevo paradigma, luego surgirán las anomalías, la crisis y otra vez una revolución...
412. Hemos dicho que el cambio de paradigma es un cambio radical y ello porque los
paradigmas son radicalmente distintos, veamos cuáles son sus diferencias
fundamentales:
413. 1) Cada paradigma, dice Kuhn, constituye el universo con objetos distintos. Y
esto debe entenderse no sólo en el sentido que ahora hay más objetos que antes, sino
que con cada paradigma mueren objetos del antiguo paradigma. Así, cada
paradigma tiene su propia “ontología”. Ahora se habla de átomos, electrones,
moléculas, células, virus, agujeros negros, galaxias, supercúmulos, espaciotiempo,
campos magnéticos, bacterias, singularidades, big bang, quásars, protones,
positrones, spin, etc. Todos objetos que fueron propuestos por los paradigmas
actuales de las diversas ciencias. Y han dejado de existir los cuatro elementos, la
división entre los dos mundos, la esfera de las estrella fijas (que era una cápsula real
para un ptolemaico, si pudiera viajar hasta ella, se chocaría, no podría atravesarla),
las órbitas circulares de los planetas, el flogisto, el éter, etc.
414. 2. En segundo lugar, cuestiones que para un paradigma eran sumamente
importantes, para otro son totalmente irrelevantes. Por ejemplo para un
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 84
Sol-Luna
Planetas Tierra Sol Tierra - Planetas Sol-Estrellas Tierra-Planetas
417. Uno podría todavía objetar que, aunque cambien radicalmente de significado se
sigue refiriendo a los mismos objetos, la Tierra sigue siendo la misma, las estrellas
las mismas, los planetas, cada vez más, pero siempre los mismos, etc. Pero no es
cierto: Antes Mercurio, Venus, Júpiter, Marte y Saturno eran estrellas, hoy no lo
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 85
son. El Sol antes era un planeta al igual que la luna, hoy no lo son. Hoy el Sol es una
estrella y antes no lo era. Ver el cuadro siguiente, donde se dividen los entes según
su mayor semejanza en los tres paradigmas.
Inconmensurabilidad de Paradigmas
421. Es importante aclarar que, a lo largo de los años fue matizando su posición,
sobre todo por el debate con Popper y otros. Téngase en cuenta que desde la
publicación de “la estructura” hasta su muerte pasaron más de 30 años en los cuales
Kuhn siguió desarrollando su concepción. Lo cierto es que, al final, reconocía que
era posible cierta “traducción” entre los paradigmas. Si bien uno no puede
traducirlos perfectamente, dice Kuhn, uno puede lograr ser “biligüe” y entender
ambos paradigmas. También es justo afirmar que Kuhn fue muy mal interpretado en
un principio, tal vez nunca quiso afirmar cosas que le hicieron decir los
exageradamente racionalistas. Se lo acusó, principalmente de dos cosas: de ser
irracionalista y de ser relativista.
422. El irracionalismo de Kuhn estaría en que hace depender la ciencia de factores
que no son exclusivamente racionales. Pero en ello estaríamos también nosotros de
acuerdo. Digamos que fue acusado de irracionalista por los exageradamente
racionalistas como todos aquellos que creen que el método científico consiste
simplemente en la lógica (identifican racionalidad con tratamiento lógico).
423. El relativismo sí está mejor fundado. Kuhn jamás aceptó que la ciencia buscara
conocer la realidad, sino simplemente resolver problemas. Pero eso no quiere decir
que su descripción de la ciencia sea intrínsecamente relativista. Creemos que la
descripción de Kuhn es muy acertada, el desafío es salvar la verdad en la ciencia, sin
negar los aportes de Kuhn. Desafío, por cierto, que está por hacerse.
Imre Lakatos
424. Podría decirse que Kuhn y Popper tuvieron dos hijos
“intelectuales”; Lakatos y Feyerabend, el primero ser
parecerá, sin embargo, más a Popper, aunque con algo de
Kuhn, mientras el segundo se parecerá más a Kuhn,
aunque con algo de Popper.
425. Imre Lakatos nació en Hungría el once de septiembre
de 1922 y murió en el dos de febrero de 1974 a la edad de
52 años. En su juventud participó activamente en un
movimiento antinazi, luego ocupó un alto cargo político en
su país y posteriormente, por vaivenes políticos estuvo
encarcelado varios años, finalmente huye a occidente y se
doctora en Filosofía con un trabajo llamado “Ensayo sobre
la lógica del descubrimiento matemático”. Luego Imre Lakatos
comienza a enseñar en la “London School of Economics”, (1922-1974)
donde conoce a Popper, en quien se inspirará, aunque no
sin criticarlo duramente. Su muerte prematura nos sugiere que, si hubiera vivido un
poco más, su pensamiento habría llegado a una síntesis prácticamente insuperable.
426. El pensamiento de Lakatos puede entenderse como una síntesis crítica entre
Kuhn y Popper. Del primero tomará el enfoque sociológico y dinámico de la ciencia
pero criticará su irracionalismo y relativismo. De Popper asumirá su racionalismo y
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 87
434. Son reglas muy generales y muy simples, la heurística negativa establece que no
se puede rechazar ni modificar el núcleo central de un programa de investigación. Es
decir, que todo problema debe resolverse en el cinturón protector. La heurística
positiva, en cambio, establece cómo debe evolucionar el cinturón protector para
mejorar el programa de investigación: qué técnicas matemáticas deben desarrollarse,
qué observaciones realizarse, etc. El trabajo en el ámbito del cinturón protector
coincide con lo que Kuhn llamaba período de ciencia normal (en el cual no se ponía
en duda la legitimidad del paradigma)
435. Veámoslo con un ejemplo: en el programa de investigación copernicano, para
proteger el núcleo central (la movilidad de la Tierra, la centralidad del Sol) las
luchas se establecieron en el ámbito de cinturón protector: se cambiaron los cánones
de observación (antes era la simple observación a ojo pelado, ahora debería
concedérsele primacía a lo visto a través del telescopio), se cambiaron incluso
algunos datos de observación (téngase en cuenta, mucho antes de poderse
comprobar) cuando se afirmó, para proteger al núcleo de la objeción de la paralaje,
que la distancia entre la Tierra y las estrellas era mucho mayor de lo que se creía y
también, en último lugar, se modificaron las condiciones iniciales agregando un
nuevo planeta (Neptuno, por los problemas de Urano) con el único objetivo de
evitar la caída del núcleo newtoniano.
436. Téngase presente que, si se toca el núcleo ya se deja de trabajar en un programa
de investigación determinado (y se comienza a trabajar en otro). Tal es el caso de
Tycho Brahe con su propuesta que volvía a poner en el centro a la Tierra, negando
así el núcleo central del programa copernicano (en términos kuhnianos estamos
frente a una revolución científica).
437. Ahora bien, toda esta descripción puede ser más o menos interesante, pero sin
duda la gran pregunta es: ¿Cuándo y por qué razones es lícito abandonar un
programa de investigación y adherir a otro?
438. Para responder a esta pregunta debemos distinguir entre programas de
investigación progresivos y regresivos.
439. Un programa de investigación será progresivo si
440. A) es progresivo teóricamente, o sea, que las nuevas modificaciones
introducidas para defender el núcleo no son ad hoc (en el sentido de Popper, o sea,
pueden ser contrastadas independientemente). Un ejemplo clásico de movimiento
“progresivo teóricamente” de un programa es la postulación de Neptuno para
proteger el núcleo del programa newtoniano. Observando por el telescopio podía
contrastarse la nueva hipótesis, no era, por lo tanto, ad hoc.
441. B) y es progresivo empíricamente, es decir, por lo menos alguna de las
modificaciones teóricas es corroborada empíricamente. Siguiendo el ejemplo, el
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 89
448. Pero por otro lado, al poder comparar de alguna manera a los distintos
programas y mostrar cierta preferencia por los progresivos, se aleja claramente de la
inconmensurabilidad de Kuhn. Los programas pueden compararse entre sí y se
puede saber cuál es mejor, aunque uno prefiera trabajar en uno peor con la
esperanza de que la situación se revierta.
La lucha entre dos programas de investigación es obviamente un proceso de
larga duración en el cual es razonable trabajar en cada uno de ellos (o, si se
puede, en ambos). El último esquema se vuelve importante por ejemplo cuando
uno de los programas de investigación es vago y sus opositores desean
desarrollarlo en forma más precisa para mostrar su debilidad. Newton elaboró
la teoría cartesiana de los vértices para mostrar que era incompatible con las
leyes de Kepler. (El trabajo contemporáneo sobre programa rivales,
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 90
450. Podemos ver, entonces, en Lakatos, una síntesis más flexible que Popper y más
racional que Kuhn.
Paul Feyerabend
451. Paul Feyerabend, el otro hijo intelectual
de Kuhn y Popper, nace en 1924 y muere en
1994, ha estudiado muy variadas disciplinas
y sin duda ha sido un hombre de un genio
intelectual (y también artístico)
impresionante. Estudió teatro, ganó incluso
concursos de actuación y canto, estudió
historia, historia de la ciencia y, sobre todo,
física, astronomía y filosofía. Participó en la
Guerra donde fue herido por una granada y
permaneció rengo hasta su muerte (la
granada tuvo también “otros efectos” en su
constitución física). Feyerabend,
tremendamente atractivo, de una
personalidad muy simpática y de una
extravagancia inusitada (jamás preparaba las
clases y las conferencias las “pensaba”
mientras se dirigía a ellas), debe ser Paul Feyerabend
considerado, sin duda, uno de los (1924-1994)
epistmólogos más importantes del siglo.
Frecuentó círculos intelectuales, entre ellos el de Viena y otro que había formado
también un miembro del círculo. En sus reuniones se dio cuenta de algo que sería,
sin duda, fundamental para toda su epistemología:
“He conocido eminentes hombres de cultura, artistas, políticos (y sus bellas
aunque normalmente frustradas mujeres) y debo mi carrera académica a la
amigable ayuda de estos hombres (y de sus mujeres). Muy rápido me di cuenta
que en una discusión pública no importan los argumentos, sino ciertas dotes
teatrales. Para controlar mi sospecha, intervine en las discusiones y sostuve con
gran seguridad ideas absurdas. Dentro de mí temblaba de miedo –en definitiva
no era más que un pequeño estudiante en medio de grandes calibres-, pero en el
fondo era un estudiante de teatro y así pude demostrar mi hipótesis con mi
plena satisfacción”
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 91
Contra el método
452. Aunque gran amigo de Imre Lakatos (trabaron, por un tiempo, ambos en la
London School of Economics, donde, además, estaba Popper), fue sin embargo su
principal opositor, junto con Popper. Por tal motivo habían decidido publicar un
libro juntos donde Feyerabend, en la primera parte, expusiera su posición, luego
Lakatos, en la segunda lo criticara y luego una conclusión de Feyerabend,
respondiendo a las críticas cerrara la obra. La composición de la obra, sin embargo,
duró muchísimo más de lo previsto porque Feyerabend cambiaba constantemente
sus argumentaciones y su exposición, así, cuando Lakatos tenía ya preparada la
crítica basada en un borrador que Feyerabend le había enviado, él le enviaba uno
nuevo totalmente distinto. Lakatos finalmente muere (1974) antes de poder concluir
la obra (el Dr. Klimovsky afirma que justamente estos vaivenes de Feyerabend
mataron a Lakatos). Finalmente, un año después de la muerte de su querido amigo
Feyerabend decide publicar su parte de la obra que la llamo “Contra el Método”.
453. En ella, siguiendo principalmente a Kuhn, muestra con abundantes ejemplos
históricos (sobre todo de la revolución copernicana) que ninguna de las
metodologías propuestas a lo largo de la historia han tenido éxito: ni el inductivismo
ingenuo ni el probabilista (de criticarlos ya se encargó Popper), ni el falsacionismo
ingenuo ni sofisticado (Kuhn los critica) ni, finalmente, la propuesta de Lakatos que
el mismo Feyerabend se encargará de criticar (enseguida veremos cómo). Insiste,
entonces, en que cualquier metodología es incompatible con la historia de la ciencia
pues ésta es mucho más rica de lo que permite cualquier método.
454. No sólo ningún método permite justificar todos los procedimientos que a lo
largo de la historia han tenido los científicos sino que, además, muchísimas veces la
ciencia ha progresado justamente de la mano de aquellos que, conscientemente o no,
fueron directamente en contra de las más establecidas reglas.
La noción de un método que contenga principios firmes, inmutables, y
absolutamente vinculantes, en calidad de guía de la actividad científica, choca
con dificultades notables cuando se enfrente con los resultados de la
investigación histórica. En efecto, nos encontramos con que no existe una sola
norma –por plausible que sea y por sólidamente arraigada que se encuentre en
la epistemología- que no haya sido violada en alguna circunstancia. Se hace
evidente también que tales violaciones no son acontecimientos accidentales, y
tampoco son el resultado de un saber insuficiente o de faltas de atención que
hayan podido evitarse. Al contrario, vemos que dichas violaciones son
necesarias para el avance científico. En efecto, uno de los rasgos que más
llaman la atención en las recientes discusiones sobre historia y sobre filosofía de
la ciencia es el tema de conciencia del hecho de que acontecimientos y avances
como la creación del atomismo en la antigüedad, la revolución copernicana, (...)
sólo se llevaron a cabo porque algunos pensadores decidieron no dejarse atar
por determinadas normas metodológicas obvias, o porque involutariamente las
violaron (Contra el Método)
O también:
Más específicamente, se pude demostrar lo siguiente: dada una norma
cualquiera, por fundamental o necesaria que resulte para la ciencia, siempre
existen circunstancias en las cuales es oportuno no sólo ignorar la norma, sino
también adoptar su contrario. Por ejemplo, hay circunstancias en las cuales es
aconsejable introducir, elaborar y defender hipótesis ad hoc, hipótesis que
contradigan los resultados experimentales bien establecidos y universalmente
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 92
aceptados, o hipótesis cuyo contenido sea menor con respecto al de las hipótesis
alternativas existentes y empíricamente adecuadas, o incluso hipótesis
autocontradictorias, etc. Asimismo, hay circunstancias, que se producen con
bastante frecuencia, en las cuales el razonamiento pierde su aspecto de
orientación hacia el futuro, convirtiéndose en un bloqueo para el progreso”.
(Contra el Método)
Crítica a Lakatos.
455. Ahora bien, ¿por qué la metodología propuesta por Lakatos tampoco resiste el
juicio de la historia? Ya hemos visto, en efecto, que ni el inductivismo ni el
falsacionismo popperiano lo logran, pero no hemos criticado a Lakatos. De hecho,
parece, por su “tolerancia metodológica” ajustarse perfectamente a la historia.
Puesto que no establece un límite en el cual sea necesario abandonar un programa de
investigación regresivo, el método propuesto por Lakatos no puede ser “falsado” por
la historia. Feyerabend acepta todo lo que acabamos de afirmar, pero lo da vuelta
para tirar aún más agua para su molino. “Es cierto, Lakatos se ajusta a la historia,
pero se ajusta porque es un anarquista metodológico igual que yo, pero disfrazado”.
Puesto que no establece un límite de tiempo, al fin y al cabo, Lakatos no propone
nada. Si no le dice a los científicos cuando abandonar su programa de investigación
regresivo, su propuesta no es normativa, no sirve como método, y si lo dice, por ser
el límite arbitrario, no se ajustará a la historia.
456. Por eso Feyerabend vivía irritando a Lakatos diciéndole que, en el fondo, él
también sostenía el anarquismo metodológico, sólo que lo disfrazaba con
“ornamentos verbales”, es decir, lo adornaba con palabras para que pareciera
racional, pero no lo era.
Anarquismo metodológico
458. En esto consiste su propuesta metodológica, en que no hay método, por eso la ha
llamado anarquismo metodológico, cada científico puede seguir el método que más
le plazca.
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 93
Inconmensurabilidad
Irracionalidad de la ciencia
resumen, lo que queda son nuestros deseos subjetivos (Contra el Método, pág.
285)
Ciencia y Estado
Conclusión
Índice
INTRODUCCIÓN: PROBLEMAS EN LA DEFINICIÓN DE LA CIENCIA.....................................1
LA DEFINICIÓN DE LA CIENCIA, OBJETO DE LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA .................................................1
SEIS PROBLEMAS PARA DEFINIR LA CIENCIA ..............................................................................................2
POSIBLE SOLUCIÓN ....................................................................................................................................4
PLATÓN .....................................................................................................................................................5
EL CAMBIO Y LA PERMANENCIA EN LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS ........................................................5
CAMBIO Y PERMANENCIA EN PLATÓN.......................................................................................................6
MUNDO DE LAS IDEAS EN PLATÓN ............................................................................................................6
ARISTÓTELES..........................................................................................................................................9
MODOS DE CONOCER EN ARISTÓTELES ...................................................................................................10
DEFINICIÓN ARISTOTÉLICA DE CIENCIA ..................................................................................................11
CARACTERÍSTICAS DE LA CIENCIA ARISTOTÉLICA ...................................................................................14
LA DIALÉCTICA EN ARISTÓTELES ............................................................................................................14
EDAD MEDIA..........................................................................................................................................16
HISTORIA : ..............................................................................................................................................16
DISCUSIÓN : ............................................................................................................................................18
CONTRIBUCIONES....................................................................................................................................19
LA REVOLUCIÓN COPERNICANA. ..................................................................................................20
LA ESFERICIDAD DE LA TIERRA ...............................................................................................................20
EL SISTEMA PTOLEMAICO. ......................................................................................................................21
Principios Metafísicos ........................................................................................................................21
Observaciones. ...................................................................................................................................22
Explicación.........................................................................................................................................23
Los problemas ....................................................................................................................................25
GALILEO GALILEI ...............................................................................................................................30
PRUEBAS A FAVOR DEL SISTEMA COPERNICANO .....................................................................................31
GALILEO Y LA IGLESIA ............................................................................................................................31
MÉTODO CIENTÍFICO EN GALILEO ..........................................................................................................33
GALILEO FRENTE A LOS ARISTOTÉLICOS. ................................................................................................33
RENÉ DESCARTES................................................................................................................................35
BIOGRAFÍA ..............................................................................................................................................35
CONTRIBUCIONES A LA CIENCIA .............................................................................................................35
MÉTODO: ................................................................................................................................................36
APRECIO POR LA CIENCIA. ......................................................................................................................37
FILOSOFÍA. ..............................................................................................................................................37
DIOS ........................................................................................................................................................38
BLAISE PASCAL. ...................................................................................................................................39
BIOGRAFÍA ..............................................................................................................................................39
CONTRIBUCIONES CIENTÍFICAS: ..............................................................................................................39
MÉTODO .................................................................................................................................................39
APRECIO POR LA CIENCIA:.......................................................................................................................40
FILOSOFÍA ...............................................................................................................................................40
DIOS ........................................................................................................................................................41
ISAAC NEWTON ....................................................................................................................................41
BIOGRAFÍA ..............................................................................................................................................41
CONTRIBUCIONES CIENTÍFICAS: ..............................................................................................................42
MÉTODO .................................................................................................................................................42
Apuntes sobre Filosofía de las Ciencias y del Arte 97
FILOSOFÍA ...............................................................................................................................................42
DIOS ........................................................................................................................................................43
ALBERT EINSTEIN ...............................................................................................................................43
BIOGRAFÍA ..............................................................................................................................................43
CONTRIBUCIONES CIENTÍFICAS ...............................................................................................................44
DIOS ........................................................................................................................................................46
STEPHEN W. HAWKING......................................................................................................................47
BIOGRAFÍA ..............................................................................................................................................47
TEORÍA CIENTÍFICA DE HAWKING: ..........................................................................................................48
Efecto Doppler ...................................................................................................................................48
Agujeros Negros :...............................................................................................................................49
La Singularidad en el Big Bang. ........................................................................................................50
CONCLUSIONES FILOSÓFICAS DE HAWKING: ...........................................................................................51
NUEVA TEORÍA CIENTÍFICA ....................................................................................................................52
El Universo Autocontenido.................................................................................................................52
NUEVAS CONSECUENCIAS FILOSÓFICAS ..................................................................................................54
CRÍTICA A SUS CONSECUENCIAS FILOSÓFICAS .........................................................................................54
FILOSOFÍA DE LA CIENCIA CONTEMPORÁNEA: .......................................................................57
EL INDUCTIVISMO:..............................................................................................................................57
VISIÓN INGENUA Y POPULAR DE LA CIENCIA (INDUCTIVISMO INGENUO) .................................................57
CRÍTICA AL INDUCTIVISMO INGENUO ......................................................................................................59
EL INDUCTIVISMO PROBABILISTA............................................................................................................61
¿ES LA CIENCIA INDUCTIVISTA? ..............................................................................................................61
DISTINTOS TIPOS DE INDUCCIÓN: ............................................................................................................62
MÉTODO HIPOTÉTICO-DEDUCTIVO (M. H-D.) ........................................................................................63
EL NEOPOSITIVISMO LÓGICO.........................................................................................................64
PAUL FEYERABEND.............................................................................................................................90
CONTRA EL MÉTODO ...............................................................................................................................91
CRÍTICA A LAKATOS. ..............................................................................................................................92
ANARQUISMO METODOLÓGICO ...............................................................................................................92
INCONMENSURABILIDAD .........................................................................................................................93
IRRACIONALIDAD DE LA CIENCIA ............................................................................................................93
CIENCIA Y ESTADO .................................................................................................................................94
CONCLUSIÓN ...........................................................................................................................................95
ÍNDICE .....................................................................................................................................................96