Texto de la Iniciativa
1
Managua, Nicaragua
16 de junio del año 2008
Doctor
Carlos Wilfredo Navarro Moreira
Primer Secretario de la Junta Directiva
Asamblea Nacional
Su despacho
Los suscritos Diputados ante la Asamblea Nacional, con fundamento en los artículos 138
numeral 1 y 140 numeral 1, ambos de la Constitución Política y los artículos 14 inciso “2”, 90 y
91 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, presentamos para su inclusión en agenda y que
se le dé trámite de Ley, la presente iniciativa denominada LEY DE EJECUCIÓN, BENEFICIO
Y CONTROL JURISDICCIONAL DE LA SANCIÓN PENAL.
Atentamente,
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EXPOSICIÓN DE MOTIVO
Managua, Nicaragua
16 de junio del año 2008
Ingeniero
Rene Núñez Téllez
Presidente de la Junta Directiva
Asamblea Nacional
Su despacho
Los suscritos Diputados ante la Asamblea Nacional, con fundamento en los artículos 138
numeral 1 y 140 numeral 1 ambos de la Constitución Política de la República de Nicaragua y
los artículos 14 inciso “2”, 90 y 91 de la Ley N° 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo de la
República de Nicaragua, presentamos para su inclusión en agenda y que se le dé trámite de
ley, la presente iniciativa denominada LEY DE EJECUCIÓN, BENEFICIO Y CONTROL
JURISDICCIONAL DE LA SANCIÓN PENAL.
La iniciativa tiene por objeto cumplir y desarrollar el verdadero objetivo que establece el
artículo 39 de la Constitución Política de la República de Nicaragua, referido a que el sistema
penitenciario es de carácter humanitario y tiene como objetivo fundamental la transformación
del interno para reintegrarlo a la sociedad.
Igualmente la iniciativa se introduce, en virtud que en el dictamen del Código Penal del año
2003, se encontraba un título referido a la pena, su clase y efecto. Garantías penal. No
obstante, en el proceso de estudio, análisis y actualización realizado por la Comisión de
Justicia y Asuntos Jurídicos y que culmino con la elaboración en consenso de mociones al
dictamen, se acordó suprimir dicho titulo y que posteriormente se iba a presentar un proyecto
de Ley especial que regulase este aspecto.
Las cárceles en América Latina, constituyen una de las debilidades más visibles y dolorosas
del Estado de Derecho. Visibles no precisamente porque exista una política de apertura a la
sociedad civil y de preocupación por esos espacios, sino más bien porque los brotes de
violencia, motines, muertes e incendios, alcanzan tal magnitud, que generan o hacen que
finalmente aunque no se pretenda, terminen siendo objeto de conocimiento a través de los
medios de comunicación de todo el universo. Espacios donde parece que la “dignidad
humana” es un concepto desconocido y muy lejos de ser incorporado, perfectas escuelas del
crimen y dolor, donde no hay comida para todos, no hay espacio suficiente, ni aire, ni luz, ni
camas, ni agua potable, donde ni siquiera se garantiza la vida. Espacios donde morir
asesinado resulta más probable que en libertad, donde circula más droga y es más alto el
porcentaje de suicidios, en donde se vive menos y sobrevivir es toda una proeza.
A pesar de esta realidad notoria que nos embarga, en Nicaragua la situación del Sistema
Penitenciario Nacional aún con todas las limitaciones y dificultades, presenta pocos motines y
una sana transparencia, y cuenta con la participación y el compromiso de la sociedad civil. Sin
embargo sigue siendo un espacio donde “reinan” las carencias, donde la resocialización y la
reeducación no parecen tan cercanas ante las limitaciones del Sistema Progresivo y donde
continúa el encierro como principal modalidad para el cumplimiento de la pena, muchas veces
más allá incluso del periodo legalmente establecido en el caso concreto por el Juez.
A partir del 2002, con la entrada en vigencia del Código Procesal Penal, se incorporó al
ordenamiento jurídico la figura del Juez de Ejecución de la Pena y Vigilancia Penitenciaria,
como un mecanismo del Sistema de Justicia Penal, para procurar la ejecución real de las
penas dentro de los límites del Estado de Derecho, en cumplimiento por lo tanto,
sobremanera, de los derechos fundamentales de la población penal. Se rompe así con la
concepción errada de que el proceso penal finaliza con el dictado de la sentencia
condenatoria y se tiene a la fase de ejecución de la pena como una etapa más del proceso,
en función de la cual existen las fases que le preceden. Se asume con la “judicialización de la
pena”, una etapa procesal que había estado abandona en manos de la Autoridad
Penitenciaria.
Fundamental resulta complementar la normativa vigente con un instrumento legal que regule
con precisión y detalle el contenido de la sanción privativa de libertad así como sus límites.
Adicionalmente se requiere establecer con claridad la competencia de los diferentes órganos
que participan en la ejecución, así como los procedimientos para accionar ante el Juez de
Ejecución de la Pena y Vigilancia Penitenciaria en función de asegurar los beneficios y los
derechos fundamentales y penitenciarios de la población penal.
En consecuencia con este texto legal, desde la Ejecución de la Pena se procurará establecer
los principios y garantías procésales del procedimiento de ejecución, así como los diferentes
mecanismos de acceso ante el juez, como el Incidente de Queja, la Libertad Condicional, la
Enfermedad y la Ejecución Diferida, la Unificación y Adecuación de Penas, el régimen de
Convivencia Familiar, el cumplimiento de penas impuestas en el extranjero, la Extinción de
Pena y de Antecedentes Penales, así como el régimen de impugnación correspondiente a
todos estos asuntos.
FUNDAMENTACIÓN.
Con la presente iniciativa de ley, se viene a desarrollar aún más el respeto a los derechos
humanos de los privados de libertad, garantizándoles que durante el cumplimiento de su
pena, van a ser tratado con dignidad y con el verdadero objetivo esencial de los Sistema
Penitenciario, el de ser humanitario y transformador del sujeto que cumple pena en ellos, para
luego ser reinsertado en la sociedad.
Es necesario dejar claro que el presente proyecto de ley, no traerá carga económica para el
Estado de Nicaragua, es esencialmente una ley garantista del cumplimiento de la pena con un
enfoque humanitario.
Por todo lo anteriormente expuesto, es claro que es responsabilidad y obligación del Estado
de la República de Nicaragua, tomar las medidas que sean necesarias, para cumplir fielmente
la disposición Constitucional del artículo 39, por ello es de suma necesidad la aprobación de
la presente iniciativa de ley por parte de la Asamblea Nacional.
Ha dictado
La siguiente
CAPITULO I
Principios generales y garantías procésales de la Sanción Penal.
Artículo 1: Principio de legalidad y garantía ejecutiva.
En la ejecución de la pena toda persona privada de libertad deberá ser tratada con el debido
respeto a la dignidad inherente al ser humano. El Estado deberá garantizar el efectivo respeto
a la integridad física, moral y psicológica de la población penal y nadie podrá ser sometido a
tortura o a penas crueles, tratos malos, inhumanos o degradantes.
Toda persona declarada culpable con sentencia firme o medida de seguridad tiene derecho a
la defensa material y técnica, en la etapa de ejecución de pena y procesos administrativos.
Tratándose de reclamos por privación ilegítima de libertad, tortura o malos tratos, inhumanos
o degradantes, cualquier persona se encuentra legitimada para accionar a favor del privado o
la privada de libertad, sin constituirse en parte, solicitando directamente o a través de
defensor particular o público, la intervención de la autoridad judicial.
Los incidentes de convivencia familiar y de libertad condicional, así como aquellos en los que
indispensable evacuar prueba testimonial o pericial, se resolverán en audiencia oral y de
acuerdo con los principios de inmediación y publicidad, salvo limitación conforme la
Constitución Política u otras Leyes de la República.
Artículo 11: Principio de intervención de la víctima.
Cuando la víctima se haya constituido en parte en el proceso penal principal, tendrá el mismo
tratamiento en la fase de ejecución de la sentencia. El ofendido o víctima tiene derecho
constituirse en parte en cualquier momento de la fase de ejecución de la sanción penal o
medidas, sin retrotraer los actos ya realizados, de la misma manera podrá ser escuchado o
intervenir en las audiencias públicas de esta fase a las que se haga presente y donde solicite
su intervención.
CAPÍTULO II
Ejecución de sentencia.
Además de las funciones legalmente establecidas por el artículo 407 del Código Procesal
Penal, corresponderá al Juez de Ejecución de la Pena y Vigilancia Penitenciaria, la unificación
y adecuación de las penas del privado o la privada de libertad, cuando la última autoridad
sentenciadora no haya resulto por desconocer la diversidad de sentencias condenatorias.
Tratándose de sujetos detenidos únicamente bajo prisión preventiva el competente para
resolver las incidencias relacionadas con su detención o las condiciones de la misma será
únicamente el juez de la causa a cuya disposición se encuentren. No obstante sin perjuicio de
su situación legal el juez de ejecución de sentencia y vigilancia penitenciaria tendrá
competencia para conocer y resolver de todos los incidentes de los privados de libertad en
relación al régimen y tratamiento penitenciario en cuanto afecten sus derechos y a las
reclamaciones que estos formulen sobre sanciones disciplinarias.
La autoridad judicial competente para conocer del recurso de apelación contra las
resoluciones del Juzgado de Ejecución de la Pena, será la misma autoridad que conoce en
apelación contra las resoluciones emitidas por la autoridad sentenciadora, según la gravedad
de la pena correspondiente. El recurso de resolverá de conformidad con el dispuesto en el
Código Procesal Penal.
CAPITULO III
Sobre la vigilancia penitenciaria, medidas correctivas y control del régimen
disciplinario.
De conformidad con el artículo 407 inciso 5) del Código Procesal Penal y 104 de la ley Nº 473,
de Régimen Penitenciario y Ejecución de la Pena, notificado el sujeto de la sanción
disciplinaria, por la autoridad administrativa, podrá en ese mismo acto ejercer verbalmente su
derecho de impugnación o presentar por escrito su recurso, dentro del plazo de ocho días,
ante el Juzgado de Ejecución de la Pena.
A través del incidente de queja el privado o la privada de libertad, podrá plantear ante los Juzgados
de Ejecución y Vigilancia Penitenciaria, el reclamo de sus derechos fundamentales o penitenciarios
vulnerados por la administración penitenciaria, siempre que no exista otra vía especialmente prevista
al efecto.
De previo a accionar la vía judicial el individuo deberá haber presentado su reclamo ante la autoridad
administrativa y acreditar la respuesta negativa o la omisión de respuesta, cuando planteada la
gestión en esa vía haya transcurrido un plazo de un mes sin resolución expresa o incluso en un plazo
menor cuando el no pronunciamiento en tiempo de esa autoridad signifique la no efectividad de la
pretensión del sujeto. Tratándose del reclamo contra resoluciones administrativas dictadas
oficiosamente por la administración, el privado o privada inconforme tendrá un plazo máximo legal
para presentar la respectiva queja, de un mes a partir de la comunicación o notificación de la
resolución administrativa.
Del reclamo se brindará a las partes audiencia legal para que se pronuncien y ofrezcan prueba y en
el mismo acto de oficio se solicitará un informe dentro del plazo máximo de cinco días según las
necesidades del caso, a la autoridad penitenciaria que corresponda De no remitirse el informe
oportunamente, de inmediato se convocará al responsable administrativo a audiencia oral con la
presencia de las partes procésales, sin necesidad de la remisión del privado o privada de libertad,
cuando la presencia de su representante legal sea suficiente para asegurar su defensa.
Evacuada toda la prueba y previa audiencia legal, se resolverá el incidente dentro del plazo de tres
días.
El Juez, al conceder la libertad condicional, podrá imponer al privado o privada de libertad por el
plazo que resta para el efectivo cumplimiento de la sanción, alguna o algunas de las siguientes
condiciones, de acuerdo con las particularidades del caso y la prueba evacuada:
d) La obligación de tener un domicilio fijo y conocido, mismo que solo podrá modificar con
autorización del Juzgado.
j) Las condiciones o restricciones propuestas por el propio condenado o cualquier otra restricción
necesaria que se torne útil para asegurar el buen desenvolvimiento del sujeto, siempre que sea
respetuosa de la dignidad humana y sus derechos fundamentales.
En caso de que se remita informe de incumplimiento, el Juzgador podrá modificar cautelarmente las
condiciones dictadas u ordenar la revocatoria provisional del beneficio por el plazo de tres meses
mientras se resuelve en definitiva sobre el asunto. Contra la resolución que modifique las
condiciones u ordene la revocatoria cautelar o definitiva, podrá interponerse el recurso de apelación.
b) Si el liberado comete, en el período de prueba, que no podrá exceder del que le falta para cumplir
la pena, un nuevo hecho punible sancionado con prisión mayor de seis meses.
Revocado el beneficio el sujeto deberá descontar la parte de la pena que dejó de cumplir.
Transcurrido el plazo de la libertad condicional sin que haya sido revocada, la pena quedará
extinguida en su totalidad.
Cualquiera de las partes procesales podrá solicitar valoraciones médicas, a fin de obtener un informe
en audiencia por el Instituto de Medicina Legal sobre el estado de salud del privado de Libertad.
Unificadas las penas, la persona declarada culpable adquiere el carácter de primario, después de
efectuada la segunda unificación, no se atribuirá tal carácter salvo prescripción del antecedente. Para
resolver la incidencia el Juzgador solicitará informe de sus juzgamientos a la autoridad
correspondiente y a la oficina de control penal del centro penitenciario.
Cuando las penas impuestas al sujeto excedan en un solo momento el máximo legal, considerando
el monto pendiente por descontar de la pena activa, el Juez de Ejecución de la Pena y Vigilancia
Penitenciaria, de oficio o a instancia de partes, deberá limitar la última sentencia impuesta a un
monto tal que sumado a las penas pendientes, no se exceda el máximo legal de treinta años de
prisión. De oficio se requerirá a la autoridad penitenciaria informe de la situación jurídica y
penitenciaria del sujeto y del monto pendiente por descontar a partir del momento que resulte de
interés determinar.
La adecuación de penas es el mecanismo por el cual, cuando las penas impuestas al sujeto en su
totalidad y en un mismo momento, exceden el máximo legal de los treinta años,
El Juez de ejecución de pena, una vez que ordena la celebración del trámite, resolverá mediante
sentencia fundada, adecuando la sanción impuesta en el tribunal extranjero a la normativa penal
nacional.
1) Por efectivo cumplimiento podrá ser declarada aún de oficio, inmediatamente de tenerse
conocimiento.
2) Si se tratare de pago de multa o de días multas, una vez que hubiesen satisfecho.
Para la tramitación de estos incidentes, el Juez podrá de oficio o a petición de partes, dar curso a la
solicitud, siempre y cuando aporten las pruebas pertinentes.
Para resolver la extinción por efectiva reclusión y tiempo laborado, el Juzgado solicitará el informe
correspondiente a la autoridad de Control Penal del Sistema Penitenciario. El cómputo del tiempo por
trabajo será, a razón de un día de trabajo penitenciario por un día de efectiva privación de libertad,
abonándose incluso el periodo laborando durante la aplicación de la prisión preventiva.
El Juez de Ejecución de la Pena, podrá abonar a la pena ejecutada, los periodos de prisión
preventiva sufrida por el privado(a) de libertad en causa distinta que no haya sido computada para
ningún cumplimiento, siempre que se trate de hechos posteriores a la causa activa.
Cuando de conformidad con el régimen del sistema penitenciario, proceda el disfrute de permisos de
salida, la autoridad penitenciaria deberá solicitar la aprobación correspondiente al Juzgado de
Ejecución de la Pena y Vigilancia Penitenciaria. El Juzgador resolverá de conformidad con los
parámetros establecidos en la Ley del Régimen Penitenciario y Ejecución de la Pena, previa
audiencia a las partes. De la misma manera se procederá cuando el avance de ubicación del interno
al régimen abierto signifique su ubicación en un establecimiento o granja sin la contención ordinaria.
La resolución del juez en esta materia podrá ser modificada en forma cautelar o definitiva, cuando
autorizado el avance se demuestre la existencia de hechos nuevos o desconocidos al momento de
otorgarse la autorización que hagan improcedente el disfrute del egreso. La resolución que en ese
sentido emita la autoridad penitenciaria tiene los recursos de reposición y apelación.
El privado (a) de libertad podrá solicitar la extinción de sus antecedentes penales, cuando a partir del
cumplimiento de la pena impuesta haya transcurrido el plazo legalmente establecido sin presentar
nueva sentencia condenatoria. El Juzgado de Ejecución y Vigilancia Penitenciaria, solicitará un
informe de la situación jurídica del interno y sus juzgamientos, a la oficina correspondiente y a las
autoridades de Control Penal de la Administración Penitenciaria.
CAPÍTULO V
Sobre la ejecución de medidas alternativas a la privación de libertad.
Artículo 37: Multa.
El cumplimiento del efectivo pago de la pena de multa o días multa, será competencia de la
misma autoridad sentenciadora. En caso de incumplimiento y conversión en pena privativa de
libertad, la sanción se ejecutará de conformidad con las normas correspondientes.
Los autos que decidan en definitiva la solución de los diferentes tipos de incidentes, tendrán
recurso de apelación con efecto suspensivo, así como aquellos donde se resuelva sobre la
suspensión cautelar de actos administrativos o la suspensión cautelar de la libertad
condicional, el incidente de enfermedad o los permisos. En lo demás regirán las normas
generales de impugnación del Código Procesal Penal.
CAPÍTULO VI
Disposiciones finales y transitorias.
Artículo 41: Se ordena la creación dentro del plazo de seis meses, de un Registro Nacional de
Antecedentes Penales, que recopile y archive la información de todas las sentencias condenatorias
dictadas por los Juzgados y Tribunales de la República, así como mantenga actualizado los
antecedentes penales de la población. Constituye antecedente penal la declaratoria de
responsabilidad penal por hechos posteriores a la firmeza de una sentencia condenatoria previa no
prescrita.
Artículo 42: Para el seguimiento y control de beneficios penitenciarios, se asignará al menos una
plaza de Auxiliar Judicial -Asistente Social- en cada despacho. Tratándose de circunscripciones
judiciales donde exista varios Juzgados de Ejecución, podrán ubicarse en una oficina administrativa
independiente, adscritos a las dependencias de Ejecución de la Pena.
Artículo 43: En aquellos casos cuya tramitación se hubiere solicitado o iniciado bajo el
procedimiento anterior a la vigencia de la presente ley, se tramitarán conforme a dicho procedimiento
o conforme a lo regulado en la presente ley a petición del interesado.
Artículo 45: La presente ley deroga toda disposición que se le oponga, quedando sin efecto alguno.
Lo no previsto expresamente en esta ley, regirá el Código Penal y el Código Procesal Penal.
Artículo 46: La presente Ley entrará en vigencia a partir de su publicación por cualquier medio de
comunicación social escrito, sin perjuicio de su posterior publicación en la Gaceta Diario Oficial.
Dado en el salón de sesiones de la Asamblea Nacional, en la ciudad de Managua, a los _____ días
del mes de ______ del año ______.