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Títulos originales: Atant-Garde and Kitsh, Tbe Crisis of the Easel


Pictare, Cézanne and the Unity of Modern Art, American-Type
Painting, Sculpture in Our Time, Tbe Pasted-Paper Reaolution
y Modernist Painting
Colección dirigida por Juan Antonio Ramírez
Diseño gráfico: Gloria Gauger
@ The Estete of Clement Greenberg
@ De la selección, introducción, trad.ucción y notas, Fllix Fanés
@ Ediciones Siruela,S. A., 2006
c/ Alnagro zs, ppal. dcht.
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Tel.: +34 91 35557 20
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parecen más convencionalmente decorativos. En lugar de la fu_
sión sin costuras de lo decorativo con la estructura espacial del
ilusionismo que se da en los collages de los otros dos maestros, en
Gris hay una alternancia, una combinación, de lo decorativo y lo
La pintura rnoderna
ilusionístico.Y cuando esta relación va más allá, suele fiatarse más
de un producto de la confusión que de una verdadera fusión en_
tre estos elementos. Los collages de Gris tienen su mérito, pero
han sido sobrevalorados-Y ciertamente no confirman el papel de_
cisivo del cubismo en la renovación del estilo pictórico.
Este papel, en mi opinión, consistía en restaurar y realzar Lo modernosE no incluye sólo el arte o la literarura. En es-
la decoración mediante un proceso constructivo que dotara a te momento engloba casi todo lo verdaderamente vlvo en nues-
configuraciones manifiestamente planas de un contenido pictórico tra cultura. Sucede,sin embargo, que desde un punto de vista his-
y una autonomía parecida a la consegu.ida hasta entonces a través tórico es una gran novedad. La civilización occidental no ha sido
de la ilusión. De este modo, elementos esencialmentedecorativos la primera que se ha interrogado sobre sus propios fundamentos,
se utilizaron no para adornar sino para identificar, localizar, cons_ pero sí ha sido la que ha ido más lejos al formularse esrascues-
truir; esto es, para crear, al usarsede este modo, obras de arte en tiones. Identifico lo moderno con Ia intensificación, casi la exa-
las que lo decorativo era trascendido o transfigurado en una uni- cerbación, de la tendencia autocrítica que empezó con Kant.
dad monumental. Monumental es, de hecho, la palabra que me Puesto que este filósofo fue el primero en criticar los medios
parece más adecuada para describir la cualidad preeminente del mismos de la crítica, veo en Kant al primer moderno verdadero.
cubismo. La esencia de lo moderno consiste,en mi opinión, en el
uso de los métodos específicosde una disciplina para criricar es-

[Art News,septiembre de 1958 j ta misma disciplina. Esta crítica no se realiza con la finalidad de
subvertir la disciplina, sino para aftanzzrla más sólidamente en su
área de competencia. Kant usaba la lógica para establecerlos Ií-
mites de la lógica, y aunque la privó de muchas de sus antigrras
competencias, después del proceso crítico, ésta quedó, en lo que
había conservado como propio, mucho más firme.
La autocrítica moderna se desarrolla a partir de Ia crítica
ilustrada, pero no son lo mismo. La Ilustración criticaba desde el
exterior, según se desprende del sentido más aceptado de la pala-
bra crítica; lo moderno, en cambio, critica desde el interior, em-
pleando los métodos propios de lo que está siendo criticado. Es
bastante natural que este nuevo tipo de criticismo surgiera pri-
mero en Ia ñlosofia, que es crítica por definición. A lo largo del
siglo xlx, sin embargo, se extendió a muchos otros ámbitos. Ha-
bía empezado a exigirse una justificación más racional de la acti-
vidad social formal y la autocrítica kantiana, que había nacido en
el campo filosófico como respuestaa esta demanda en primera
instancia, fue llamada con el tiempo a enfrentarsey dar respuesta
a esa misma necesidad en áreasque quedaban muy lejos de la fi_
losofia.
A una actividad como la religión, que no podía recurrir al
criticismo inmanente kantiano parajusrificarse,sabemoslo que le
ha sucedido.A primera vista, podría pensarseque las artes se en_
contraban en una situación similar. Al serles denegadas por la
Ilustración todas las tareas que podían llevar a cabo seriamente,
parecia que estabanabocadasal puro y simple entretenimiento y,
en tanto que tal, a una labor, como la religión, útil por sus valo_ 41. Edoua¡d Manet, Olympia, lB6J,
Musée d'Orsay, París.
res terapéuticos.Las artes sólo podrían evitar esaequiparación por
abajo si conseguían demostrar que deparaban un tipo de expe_
riencia valiosa por sí misma, que no podía obtenerse mediante soporte, las propiedades del pigmento- eran tratadas por los
ninguna otra actividad. maestros del pasado como factores negativos que sólo podían ser
Como se ha comprobado finalmente, cada arte tuvo que reconocidos implícita o indirectamente. La pintura moderna
realizar esta demostración por su cuenta. Era necesario exponer contempló estasmismas limitaciones como factores positivos y las
lo que el arre en general tenía de único e irreductible, pero ram_ reconoció abiertamente. Los cuadros de Manet son las primeras
bién lo que de único e irreductible tenía cada arte en particular. pinturas modernas a causa de la franqueza coÍ que confiesan la
A través de sus propias operaciones y sus propias obras, las artes superficie plana en que fueron pintados [41]. Los impresionistas,
tuvieron que determinar los efectos que les pertenecen en ex_ en la estela de Manet, renunciaron a las preparacionesprevias de
clusiva.Al hacerlo reducían sin duda su áreade competenclas,pe_ la tela y a los barnices para que resultaravisualmente claro que los
ro al mismo tiempo se asegurabande una manera más sólida sus colores utilizados estaban hechos con pintura procedente de tu-
derechos sobre ese ámblro. bos y potes. Cézanne sacrificaba la verosimilitud o la exactitud
Rápidamenre resultó que el ámbito de competencia pro_ con el fin de adaptar su dibujo y composición más explícitamen-
pio de cada arte coincidía con lo que era único en la naruraleza te a la forma rectangular de la tela.
de su medio. La labor de la autocrírica consisrió en eliminar de los Fue, sin embargo, el subrayado de la planitud ineluctable
efectos específicosde las distintas artes todo aquello que hubiera de la superficie del cuadro lo que resultó más que cualquier otro
podido ser pedido en préstamo al medio por las otras artes restan_ aspecto fundamental en el proceso por el que el arre pictórico se
tes.Así cada arte se volvería opura>y en su (pureza))hallaría la ga_ criticaba y se definía a sí mismo.Y ello porque sólo Ia planitud
rantía de sus patrones de calidad y de su independencia. <pureza> era una cualidad única y exclusiva del arte pictórico. La forma
significa autodefinición y el proyecto de la autocrítica en las arres que delimitaba el cuadro era una condición -o norma- restricti-
se convirtió en un proyecto de autodefinición con mayúsculas. va que era compartida por el teatro; el color era una norma -o
El arte realista o naturalista encubría el n.redio y usaba el un recurso- compartida no sólo por el teatro sino también por la
arte para ocul[ar el arte. El arte moderno, en cambio, utiliza el ar_ escultura. Puesto que la planitud era la única condición que la
te para llamar la atención sobre el arte.Las limitacronesoue cons- pintura no compartía con nadie, la pintura moderna se inclinó
tituyen el medio de la pintura -la superficie plana, la forma del hacia ella de un modo completamente prioritario.

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Los maestrosdel pasadohabían constatado
la necesidadde escultura.Y es en su esfuerzo por conseguirlo, y no tanto por el
preservar lo que se denomina la integridad
del plano del cuadro; afán de excluir lo representacionalo lo literario, que la pintura se
esto es,la necesidad de indicar, por debajo
y por encima de la ilu_ ha vuelto abstracta.
Al mismo tiempo, sin embargo, y precisamente a causade
su resistencia a lo escultórico, la pintura moderna demuestra lo
muy ligada que permanece a Ia tradición, pese a todas las apa-
riencias en sentido contrario. La resistencia a lo escultórico, en
ta contradicción; más bien han invertido
los términos. Frente a efecto, empezó mucho antes de la llegada de lo moderno. La pin-
sus obras uno toma conciencia de
la planitud de los cuadros an_
tura occidental, en la medida en que es un arte naturalista,tiene
tes, y no después,de tomar conciencia
de lo que esta planirud una gran deuda con la escultura,que le enseñó en sus inicios có-
contiene. Mientras se tiende a ver lo
que se representaen un lien_ mo sombrear y modelar las formas para conseguir una ilusión de
zo de un viejo maestro antes de ver
el cuadro en sí, en una pin_ relieve, e incluso a situar esta ilusión en una ilusión complemen-
tura moderna lo primero que se
ve es el cuadro. Ért, .r, derd.
taria de espacio profundo. Con todo, algunas de las grandes proe-
luego, la mejor manera de mirar
cualquier tipo de pintura, seaan_
zas de la pintura occidental se deben al esfuerzo realizado duran-
tigua o contemporánea, pero los artistas
modernos rmponen este te los últimos cuatro siglos para prescindir de lo escultórico.
camrno como el único posible y necesario,
y su éxito al hacerlo Iniciado enVenecia en el siglo XVI y continuado en España,Bél-
es un éxito del autocriticismo.
gica y Holanda en el siglo xvll, esre esfuerzo se llevó a cabo al
No es por principio que los pinrores
modernos de la úl- principio en nombre del color. Cuando David, en el siglo xVItl,
trató de revitalizar la presencia de lo escultórico en la pintura, lo
hizo en parte para salvar el arte pictórico del aplanamienro de-
corativo al que parecía desembocar el énfasisen el color. Sin em-
bargo, la fuerza de sus mejores cuadros, que son predominante-
misma una fase necesaria en el autocriticismo
del arte pictórico, mente sus obras más informales, se encuentra tanto en su color
aunque artlstas tan eminen[es como
Kandinsky o Mondrian Io como en otros factores.E Ingres, su discípulo fiel, aunque subor-
hayan pensado.La representación
o la ilustración, como tales,no
dinó el color de una manera más consistente que David, ejecutó
suponen nrnguna merma a la específica
unicidad del arte pictó_ algunos retratos que se hallan entre las pinturas más planas y me-
nco;sí lo es la asociación de las cosas
representadas.Todas las en_ nos escultóricas realizadaspor un artista de gusto refinado en Oc-
tidades reconocibles (incluidos los
mismos cuadros) existen en el
cidente desde el siglo XIV. De este modo, hacia la mitad del siglo
espacio tridimensional; por ello, la sugerencia
más simple de una xlx, todas las tendencias ambiciosasen pintura convergieron, más
entidad reconocible es suficiente para
traer a la memorra recuer_ allá de sus diferencias,en una dirección antiescultórica.
dos de un espacio de este tipo. La silueta
fragmenmria de una fi_ La pintura moderna no sólo prosiguió en esta dirección
sino que hizo estos métodos más conscientes de sí mismos. Con
Manet y los impresionistas,el problema dejó de plantearse como
una oposición entre el color y el dibujo y pasó a verse como una
confrontación entre una experienciapuramente óptica y una ex-
cultura. Para conseguir la autonomía,
la pintura debe, por encima periencia del mismo tipo, pero revisada o modificada por asocia-
de todo, despojarsede todo aquello
que pueda compartrr con la
ciones táctiles. Fue en nombre de lo puro y literalmente óptico,
y no en el del color, que los impresionistasse pusieron a eliminar
fin de ser experimentada como cuadro. La pintura moderna ha
el sombreado y el modelado y cualquier otro procedimiento que
descubierto que se puede hacer retroceder estoslímites indefini-
en una pintura sugiriera lo escultórico. y fue, una vez más, en
damente antes de que un cuadro deje de ser una obra y se con-
nombre de lo escultórico, con su sombreado y modelado, que
vierta en un objeto arbitrario. El entrecruzamiento de líneas ne-
Cézanne y los cubistas re¿ccionaron acto seguido contra el im_
gras y los rectángulos de color de las pinturas de Mondrian no
presionismo, como lo había hecho David contra Fragonard. pero
parecen suficientes para hacer un cuadro, y sin embargo estosele-
del mismo modo que la reacción de David e Ingres había culmi_
mentos, al ser un eco tan similar a la forma del marco de la pin-
nado, paradójicamente, en un tipo de pintura aún menos escultó_
tura, imponen esta forma como una regla normativa dotada de
rica que la anterior, la contrarrevolución cubista culminó
en un una nueva fierzay plenitud.Lejos de caer en los riesgos de la ar-
tipo de pintura más plana que cualquier otra producida en
el ar_ bitrariedad, a medida que el tiempo pasa, el arte de Mondrian
te occidental desde los tiempos anteriores a Giorto y Cimabue
aparece,en ciertos aspectos,casi demasiado disciplinado, casi de-
-ran plana, de hecho, que dificilmente
podía contener imágenes masiado ligado a la rradición y a las convenciones.A medida que
reconocibles.
nos acostumbramos a su abstracción radical, nos damos cuenta de
Mientras tanto, el resto de normas cardinalesdel arte
de la que su obra es más conservadora en relación al color, del mismo
pintura habían empezado a experimentar una revisión
que era modo que en su sumisión al marco, que las últimas pinturas de
igualmente minuciosa, aunque no tan espectacular.Necesitaría
Monet.
más tiempo del que ahora dispongo para explicar cómo
en suce_ Se enriende, espero, que con el afin de racionalizar los
sivasgeneraciones de pintores modernos la regla de la forma
que fundamentos de la pintura moderna haya tenido que simplificar
delimita el cuadro -esro es, el marco de la pintura_
se relalaba, y exagerar.La planitud hacia la que se orienta Ia pintura de Mon-
despuésse reforzaba,luego se relajaba de nuevo, se aislaba,
y des_ drian no podrá ser nunca absoluta.El acrecentamiento visual del
pués se volvía a tensar.O cómo las reglasdel acabado
y de la tex_ plano del cuadro ya no permite la ilusión escultórica o el trompe-
tura de la pintura, o del contraste de valores y de
color, eran in_ I'eil, pero puede y debe permitir la ilusión óptica. La primera
cesantemente revisadas.En todos estos casoslos pintores
modernos marca realizadaen una tela destruye su planitud total y literal. De
han corrido muchos riesgos no sólo pensando en nuevas
formas hecho, el resultado de las marcas hechas por Mondrian es un ri-
de expresión sino también en la manera más clara de
presentar es_ po de ilusión que aún sugiere algo así como una tercera dimen-
tas reglas como tales.Al hacerlasexplícitas,se comprueba
si son o sión. Sólo que ahora se trara de una tercera dimensión estricta-
no indispensables.Esta verificación de ninguna manera
ha finali_ mente pictórica, estricramenre óptica. Los maestros del pasado
zado. Que su examen se haga más concienzudo
a medida que crearon una ilusión de espacio profundo en el que uno podía
avanza,explica las simplificaciones radicales que se
han visto en imaginarse caminando. En cambio, en la ilusión análoga creada
las últimas pinturas abstractas,por no hablar de las
complicacio_ por los pintores modernos sólo se puede mirar; es decir, sólo se
nes radicales que en estasobras también se han podido
percibir. puede pasear,Iiteral o figuradamente, con los ojos.
Ningún extremismo es cuestión de capricho o d..rbitrr_
La pintura abstractamás reciente trata de colmar la insis-
riedad. Al contrario, cuanto más cuidadosamente
se definen las tencia impresionista en que un arte esencialmente pictórico sólo
reglasde una disciplina, menos propensasson éstas
a permirir que puede invocar un único sentido, el visual. Al darse cuenta de es-
la libertad se disperse incontrolada en distintas
direcciones. Las to uno empieza también a comprender que los impresionistas,o
reglasy convenciones esencialesde la pintura son
al mismo tiem_ al menos los neo-impresionistas, no estaban tan equivocados cuan-
po las condiciones limitadoras que una pintura
debe acatar con el do coqueteaban con la ciencia. Más que en la filosofia, es preci-
samente en la ciencia donde el autocriticismo kantiano. como logros de sus obras son también antes que nada personales.Y ha
hoy se reconoce, ha encontrado su perfecta expresión.y cuando sido necesaria la acumulación durante décadas de un gran núme-
este sistema de pensamiento empezó a aplicarse al arte, la verdad ro de obras personales para poner de manifiesto la tendencia a
esencial de éste se acercó al método científico como nunca lo ha- una autocrítica general en la pintura moderna. Ningún arrish era
bía hecho antes -ni siquiera en tiempos del Renacimiento, en la -o es- consciente de esta situación, y ningún artista, si llegara a
época de Alberti, Llccello, Piero della Francesca o Leonardo-. alcanzar este grado de consciencia, podría continuar trabajando
Que el arte üsual se confine exclusivamente en Ia experiencia ü- libremente. En este sentido J no se trata de un aspecto menor-
sual y no contenga referencias a nada procedente de otro orden el arte moderno funciona como siempre ha funcionado el arte.
de experiencias, es un principio cuya única jusrificación se en- Quizás no he insistido lo suficiente en que el arte moder-
cuenfra en la lógica científica. no nunca ha supuesto -ni lo supone ahora- algo parecido a una
Sólo el método científico reclama, o puede reclamar, que ruptura con el pasado. Puede haber significado un ocaso, una
una situación se resuelva exactamente en los mismos términos paularina decadencia de la tradición, pero también ha representa-
que se ha presentado. Pero esta clase de lógica no asegura naü en do un avance, un progreso de esta tradición. El arte moderno re-
cuanto a la calidad estética. El hecho de que el mejor arte de los anuda el pasado sin lagunas ni rupturas. Donde quiera que pueda
últimos setenta u ochenta años cada vez se halle más cerca de es- llegar, siempre será entendido en términos de tradición. La ela-
te método científico tampoco demuestra lo contrario. Desde el boración de las obras ha estado controlada desde el principio por
punto de vista del arte, su convergencia con la ciencia resulta ser las reglas que he mencionado. El pintor o el t¡llador del paleolí-
un mero accidente. Ni el arte ni la ciencia se ofrecen o se dan re- tico podían menospreciar la norma del merco y trata;r la superfi-
cíprocamente más ahora que en épocas anteriores. Lo que su cie de una manera literalmente esculrural porque hacían imáge-
convergencia actual demuestra, sin embargo, es hasta qué punto nes mas que pinh¡ras, y trabajaban en un soporte -una pared de
el arte moderno pertenece a la misma corriente cultural que la roca, un hueso, un cuerno, una piedra- cuyos límites y superficie
ciencia, algo que, como hecho histórico, es de la mayor relevancia. eran dictados arbitrariamente por la naturaleza. Pero la elaboración
Debe entenderse que el autocriricismo en el arte moder- de un cuadro significa, entre otras cosas,crear y elegir delibera-
no siempre se ha ejercido de una manera espontánea y casi in- damente una superficie plana y también deliberadamente cir-
consciente. Como ya he indicado, ha sido más bien dgo relacio_ cunscribirla y ümitarla. Esta manera de operar, basada en restric-
nado con la práctica -inmanente a la prácrica- y nunca, en ciones, es precisamente lo que la pintura moderna no cesa de
cambio, un tema teórico. Se ha hablado mucho de programas en repetir: el arte es una experiencia humana porque las condicio-
el arte moderno, pero ha habido en realidad mucho menos de nes limitativas del arte son de procedencia humana.
programático en la pintura moderna que en la renacentista o la Pero quiero también repetir que el arte moderno no ofre-
académica. Con algunas raras excepciones, como la de Mondrian, ce demostraciones teóricas. Puede decirse que más bien transfor-
los maestros modernos no han tenido más ideas predeterminadas ma posibilidades teóricas en posibilidades empíricas y, al hacerlo,
sobre el arte de las que tuvo Corot. Ciertas inclinaciones, afirma- pone e prueba diversas teorías existentes en relación a la prácrica
ciones y énfasis, ciertos rechazos y abstenciones, parecen ser ne- y la experiencia actual del arte. Sólo desde este punto de vista la
cesarios simplemente porque el camino hacia un arte más con- opción moderna puede considerarse subversiva. Ciertos factores
tundente y expresivo pasa por este tipo de actitudes. Los objetivos 'que
solíamos considerar esenciales pata la elaboración y la expe-
inmeüatos de los artistas modernos eran
J continúan siendo- riencia del arte han demostrado no serlo desde el momento en
antes que nada personales, del mismo modo que la verdad y los que la pintura moderna ha sido capaz de desprenderse de ellos y,

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v
sin embargo, poder continuar ofreciendo la experiencia
del arre
en todo lo que le es substancial.
eue esa demostración deje la
mayor parte de nuestros antiguosjuicios de valor intactos
sólo sir_
ve para hacerla más concluyente. El gusto moderno
puede haber
tenido alguna influencia en la recuperación de artlstas Notas
como (Jc_
cello, Piero della Francesca,El Greco, Georges Latour,
e incluso
vermeer; del mismo modo que la ha tenido en la
confirmación,
sino el relanzamiento, de la reputación de Giotto.Todo
ello, ade_
más, sin rebajar la categoría de Leonardo, Rafael,
Tiziano, Ru_
bens, Rembrandt o'Watteau. Lo que el arte moderno I Greenberg escribe <a
Tin Pan Alley songr, nombre con el que en los
ha demos_
trado, en todo caso,es que si en el pasado se apreció Estados Unidos se conocía antes de la revolución del rock la música popular
con raz6n a
estos maestros, este juicio, con frecuencia, se basaba N. detr)
en razones t El Saturday Euening
Post (1821-1969)fue uno de los semmarios ilustra-
equivocadaso irrelevantes.
dos más populares de los EE UU. Durante muchos años Norman Rockwell ilus-
En cierto sentido esta situación no ha cambiado. La trc sus portadas (N. delT)
críti_
'EdgarA.
ca y la historia del arte van con retraso respecto al arte Guest (18tt2-1959)fue un periodista norreamericano autor de
moderno
versos populares publicados en la prensa diaria. (N. delT)
como antes en relación al arte premoderno. Casi todo
lo que se ' Greenberg
cita una serie de ejemplos de la hisroria de la culrura rela-
escribe sobre el arte de hoy procede más del periodismo
que de cionados, por una u otra razón, con la decadencia, la imitacrón mecánica de mo-
la crítica o la historia del arte. Se debe atribuir al periodismo _y delos anteriores o simplemente con la incapacidad de sobrevivir a los cambios so-

al complejo de milenarismo que ranros periodistas padecen ciales /A{ d¿lT)


hoy ' El ejemplo
de la música, que desde hace tanto tiempo ha sido un arte
en día- que cada nueva fase del arte moderno sea saludada
como abstracto y a la que la poesía vanguardista siempre ha intentado imitar, es intere-
el inicio de una época que comportará la ruptura
con las cos_ sante La música, decía Aristóteles bastante sorprendentemente, es la más imitati-
tumbres y convenciones del pasado. Cada vez se espera va y viva de todas las artes porque copia a su modelo -los esados del alma- con
un tipo
de arte tan diGrenre del anterior, y tan libre de las reglas la mayor inmediatez. Hoy este comentario nos golpea como el opuesto exacto de
de la
la verdad, puesto que ningún arte nos parece contener menos referencias hacia al-
práctica y el gusto, que todo el mundo, esté bien o mal
informado, go exterior a sí mismo que la música. Con todo, e independientemente de que
puede decir la suya sobre este asunto.y cadavez,
esra esperanza en un cierto sentido Aristóteles pueda tener razón, debe explicarse que la música
se ve frustrada cuando la nueva fase en cuestión acaba griega antigua se hallaba estrechamente ligada a la poesía, y dependía de ella co-
por ocu_
par su sitio en la conrinuidad inteligible del gusro y mo un accesorio del verso para hacer más claro su signi6cado imitativo. Platón,
la tradición.
refrriéndose a la música, d¡o: oAl no haber palabras resulta muy dificil reconocer
Nada podría ser más ajeno al arte auténtico de nuestro
el significado de la armonía y el ritmo o de ver que éstos initan algún objeto dig-
trempo que la idea de ruptura de la conrinuidad. El arre _en_
¿s no de ellos, Por lo que sabemos, la música tenía originalmente esa función acce-
tre otras cosas- continuidad, y sin ella resulta incomprensible. soria Pero una vez abandonada, la música se vio obligada a retirarse dentro de sí
Si
prescindiera del pasado,y de la necesidady la obligación misma para encontrar una limitación o un principio Algo que encontró en los di-
de man_
versos medios que le son propios de composición y ejecución. (Nota del Autor)
tener los niveles de calidad, al arte moderno le faltaría sustancia
v r' (No existen
escuelas de canto sino el estudio./ de los monumentos y de
justificaciónso.
su propia magnificencia > La cira procede del poema <Sailing to Byzantium> del
lib¡o de Wi B.Yeats, TheTouer (t928). (N. delT)
t Debo esta formulación
a un comentario realizado por Hans Hofmann,
[Forum l-ectures(Washington, D. C.:Voice ofAmerica), 19ó0]0,,
el profesor de arte, en una de sus conferencias. Desde este punto de vista, el su-
rrealismo, en las artes plásticas, es una tendencia reaccionaria que intente restau-
rar los temas <exteriores> La preocupación principal de un pintor como Dalí es

r20
r2r

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