Integrantes : ➤ Jesica Caballero Cruz.
➤ Daiana Ibañez
➤ Camila Mariana Avila
➤ Nazareno Zurita Suárez
➤ Kevin Aliaga
Nombre del grupo:
Materia: Enfermería médica 2.
Fecha de entrega: 1 5 de abril de 2019
Sede academica: Unidad Asistencial Dr. Cesar
Milstein
INTRODUCCIÓN:
La meningitis es una inflamación de las capas de tejido que cubren el encéfalo
y la médula espinal (meninges) y del espacio que contiene el líquido situado
entre las meninges (espacio subaracnoideo).
● La meningitis puede estar causada por bacterias, virus u hongos, por
trastornos que no son infecciones o por fármacos legales o ilegales.
● Los síntomas de la meningitis son fiebre, dolor de cabeza y rigidez de
nuca que hace que bajar la barbilla hacia el pecho sea difícil o
imposible, aunque puede ocurrir que los lactantes no presenten nuca
rígida y los síntomas pueden diferir en las personas de edad avanzada y
en personas que toman fármacos que deprimen el sistema
inmunológico.
FISIOPATOLOGÍA:
Debido a que los glóbulos blancos, las inmunoglobulinas y el complemento
son normalmente escasos o están ausentes en el LCR, las bacterias
inicialmente se multiplican sin causar inflamación. Más tarde, las bacterias
liberan endotoxinas, ácido teicoico y otras sustancias que desencadenan el
proceso inflamatorio meníngeo, que se desarrolla directamente por la
producción de mediadores pro-inflamatorios o citoquinas (TNF, IL1, IL-6, PAF,
IL-8, etc.) por nuestras células en respuesta a la presencia en el espacio
subaracnoideo de un agente infeccioso invasor. Normalmente en el LCR,
aumentan las concentraciones de proteínas, y dado que las bacterias
consumen glucosa y como se transporta menos glucosa en el LCR, los niveles
de glucosa disminuyen.
Por lo general, las bacterias llegan al espacio subaracnoideo y las meninges a
través de la diseminación hematógena. Las bacterias también pueden llegar a
las meninges desde estructuras cercanas infectadas o a través de un defecto
congénito o adquirido en el cráneo o la columna vertebral.
Grupo etario Bacterias
Niños y adultos jóvenes * Neisseria meningitidis
* Streptococcus pneumoniae
* Staphylococcus aureus*
* Haemophilus influenzae
Adultos de edad media * S. pneumoniae
* S. aureus*
* N. meningitidis
Adultos mayores * S. pneumoniae
*S. aureus*
*Listeria monocytogenes
*Bacterias gramnegativas
FISIOPATOLOGIA:
Inicialmente debe haber una vía que le confiera la ruta de acceso al microbio,
se describen 7 y 8:
• Hematógena: secundario a una bacteremia; por ejemplo una bacteria que
esté colonizando las vías respiratorias superiores, y por diferentes factores se
disemine por la sangre, y colonice e infecte en otro órgano, en este caso el
SNC.
• Continuidad: la formación de una fistula de LCR consecuencia de una
mastoiditis, o posterior a un trauma. O en el caso de una derivación quirúrgica
de LCR, que las bacterias por ascenso.
• Inoculación directa: en casos de politrauma, con trauma craneoencefálico,
con disrupción de la cortical ósea.
O posterior a procedimientos neuroquirúrgicos, por exposición e contagio
directo.
• Neuronal: ruta utilizada por el virus del herpes simple, o el virus de la rabia
entre otros; los patógenos ascienden a nivel axonal.
En el caso de la vía hematógena, aún el microorganismo le resta penetrar la
BHE, intrínsecamente segura; sin embargo se conocen varios mecanismos de
migración por los cuales traspasa esa barrera 7:
• Transporte transcelular: el microorganismo entra y atraviesa la célula, no hay
ruptura de las uniones intercelulares. Se manipula los compartimentos
endosomales. Bacterias como S. pneumoniae, N. meningitidis, E. coli, S.
agalactiae, lo utilizan.
• Traspaso paracelular: esto lo logra alterando las uniones laterales de las
células. Conocido en Borrelia spp
• Método de Caballo de Troya o intra leucocitario: el microorganismo se aloja
en un macrófago o neutrófilo (PMN) y éste atraviesa la membrana con el
agente adentro. Ej. Listeria monocytogenes M. tuberculosis.
El mejor entendimiento de los procesos fisiopatológicos que se producen
durante el curso de una neuroinfección ha permitido precisar el rol de la
terapia antiinflamatoria en el tratamiento de niños afectados destinadas a
prevenir o atenuar la inflamación meníngea y reducir el daño cerebral de los
pacientes afectados. Hasta la fecha solamente la dexametasona ha pasado el
riguroso escrutinio clínico, aunque el uso previo o concomitante de la
dexametasona con los antibióticos ha disminuido la posibilidad de secuelas
auditivas y neurológicas, existe preocupación reciente por el potencial retraso
en la erradicación microbiana del espacio subaracnoideo durante el curso de
la meningitis causada por neumococos altamente resistentes a los fármacos
betalactámicos. Se requiere el desarrollo y estudio de nuevos fármacos
antibacterianos, como las fluoroquinolonas, para solventar el problema de la
resistencia mientras se logra la sistemática y universal aplicación de vacunas
conjugadas frente a los patógenos meníngeos más comunes.
SEMIOLOGIA: SIGNOS MENÍNGEOS.
La aguja espinal se dirige al espacio entre las vértebras lumbares (L3 y L4),
dentro del canal espinal y se deja que fluya el LCR.
Técnicas rápidas
Técnicas de cultivo
Antibiograma
MÉTODOS DIAGNÓSTICO
E
xploración física:
Pruebas de imagen:
Como pruebas diagnósticas pueden realizarse radiografías de tórax, de los
senos paranasales, para buscar una infección a ese nivel (sinusitis) que se
haya extendido al sistema nervioso, y un TAC (tomografía axial
computarizada) que no siempre está indicado. Sin embargo, el diagnóstico
definitivo requerirá probablemente un análisis del líquido cefalorraquídeo
obtenido mediante punción lumbar.
Punción lumbar:
El examen del líquido cefalorraquídeo constituye el estudio fundamental. En
condiciones normales se trata de un líquido claro y transparente. En el caso de
la meningitis bacteriana, su aspecto es turbio y su análisis manifiesta un
aumento importante de los leucocitos (glóbulos blancos). Puede cultivarse
parte del líquido para determinar el tipo de microorganismo causante de la
enfermedad.
Cuando existe sospecha de hipertensión intracraneal no se debe realizar una
punción lumbar, porque puede conllevar complicaciones severas. En estos
casos, se realiza previamente un TAC craneal para descartar la hipertensión y,
en caso de existir, se tomarán las medidas oportunas.
Las pruebas estándar de líquido cefalorraquídeo para el diagnóstico de la
meningitis son las siguientes:
Estas pruebas se utilizan junto con la historia clínica del paciente y la
epidemiología, para respaldar los posibles diagnósticos. El recuento total de
proteínas y de glóbulos blancos refleja la inflamación en el LCR. Mientras
tanto, la disminución de la relación glucosa en LCR y sangre es un signo de
consumo de glucosa con infección activa.
TRATAMIENTO DE LA MENINGITIS:
3. Tratamiento antimicrobiano según la edad del paciente y la situación
epidemiológica.
Tratamiento antibiótico
En la elección del tratamiento antibiótico se han de tener en cuenta tanto la
eficacia antimicrobiana del fármaco como su capacidad para atravesar la
barrera hematoencefálica y alcanzar el LCR en concentraciones bactericidas
mantenidas. Hay que tener en cuenta que la inflamación de las meninges
aumenta la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, lo cual permite a
algunos antibióticos alcanzar concentraciones superiores a las que se
conseguirían con las meninges íntegras. Experimentalmente se demuestra
que para erradicar los patógenos responsables de las meningitis bacterianas
se han de alcanzar unas concentraciones en LCR al menos de 10 veces
superiores a la concentración bactericida media.
En la mayoría de los casos será necesario establecer un tratamiento
antibiótico empíricamente, por no disponer todavía de confirmación
microbiológica.
En las meningitis neumocócicas por cepas resistentes a la penicilina, una
buena opción terapéutica son los modernos carbapenemes (meropenem y
ertapenem) que tienen buena eficacia antimicrobiana, penetran bien en el LCR
y no tienen el peligro convulsivógeno del primer carbapenem (imipenem).
También hay buena experiencia con las cefalosporinas de cuarta generación
(cefepima, cefpiroma), más activas que la cefotaxima y ceftriaxona frente a
neumococos resistentes a penicilina.
Como alternativa a los antibióticos reseñados se están realizando en la
actualidad diversos ensayos clínicos con fluoroquinolonas. En uno de ellos,
Sáez Llorens et al7 concluyen que con el trovafloxacino se obtienen resultados
tan favorables como con los tratamientos convencionales de las meningitis
bacterianas, incluyendo las causadas por neumococos resistentes a
penicilina.
El tratamiento con dexametasona ha sido muy debatido, pero en la actualidad
hay bastante consenso en su administración comenzando unos 10-15 min
antes de la primera dosis de antibiótico en casos de meningitis debidas a H.
influenzae, meningococos y neumococos sensibles a la penicilina. En casos
de neumococos resistentes a la penicilina que se traten con vancomicina no
se recomienda debido a que la acción antiinflamatoria del corticoide dificulta
el paso del antibiótico al LCR y puede facilitar un fracaso terapéutico. Se
administrará por vía intravenosa en dosis de 0,15 mg/kg/dosis cada 6 h
durante 2 días, o bien 0,8 mg/kg diarios en 2 dosis durante 2 días. La
dexametasona no está indicada en meningitis parcialmente tratadas ni ante la
presencia de abscesos cerebrales o parameníngeos ni tampoco en las
meningitis neonatales.
Se ha discutido mucho la eficacia de la restricción hídrica con objeto de
disminuir el edema cerebral. Esta medida, propugnada hace años por
prestigiosas autoridades de la pediatría, se basó más en consideraciones
teóricas que en datos experimentales. Sin embargo, los resultados de estudios
en animales de experimentación, llevados a cabo por Singhi, demuestran el
nulo efecto de la restricción hídrica sobre el edema cerebral y la hipertensión
intracraneal y, por el contrario, el desfavorable efecto que un estado de
deshidratación tiene sobre el pronóstico final de las meningitis bacterianas,
sobre todo debido a la disminución del flujo sanguíneo cerebral que conlleva.
En el estado actual de nuestros conocimientos, la correcta hidratación forma
parte fundamental del tratamiento de las meningitis bacterianas.
Como medicación anticonvulsiva el fármaco utilizado con más frecuencia es
la fenitoína en una dosis inicial de 18 mg/kg con monitorización cardíaca,
seguida al cabo de 8 h en dosis de 2 mg/kg cada 8 h.
PREVENCION DE LA MENINGITIS
La meningitis es una enfermedad contagiosa y, por lo tanto, las vacunaciones
sistemáticas son la mejor forma de prevenir esta enfermedad (como la de la
Haemophilus influenzae tipo b y la MCV4 o “antimeningocócica tetravalente”).
La mayoría de los casos de meningitis se propagan a través de las diminutas
gotas de líquido procedentes de la garganta y de la nariz de una persona
infectada. El hecho de compartir comida, utensilios u otros objetos es otra
forma de transmitir la infección. Algunas veces la meningitis también se
puede propagar a través de las heces.
Muchas de las bacterias y de los virus que pueden desencadenar una
meningitis son bastante frecuentes en nuestro entorno habitual. Por lo tanto,
unos buenos hábitos higiénicos son fundamentales para prevenir esta
enfermedad: lavarse las manos a conciencia y a menudo, evitar el contacto
directo con personas claramente enfermas y no compartir comida, bebida ni
objetos con otras personas.
● Prevención de la meningitis bacteriana
La meningitis bacteriana es una infección prevalente en los primeros años de
la vida.
El desarrollo y mejoramiento de vacunas en los últimos años ha significado
que la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b resulte una infección
erradicada en ciertos países, que las vacunas conjugadas contra
Streptococcus pneumoniae sean una realidad en un futuro cercano y que
también se esté avanzando en el mejoramiento de las vacunas
antimeningocócicas.
Entre tanto, es necesario establecer medidas concretas frente a los casos de
meningitis por Haemophilus influenzae tipo b y Neisseria meningitidis.
● Prevención de la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b
El riesgo de infección por Haemophilus influenzae tipo b es alto en los
contactos íntimos (se define así a quienes tienen más de 4 horas diarias o 25
horas semanales de contacto) con menores de 4 años. Por esta razón, las
familias con menores de 48 meses deben recibir profilaxis antibiótica
(incluyendo a los adultos).
De esta manera se erradica el estado de portación en un 95% de los casos.
Los contactos vacunados en forma completa también deben recibir profilaxis
antibiótica.
Las mujeres embarazadas deben recibir profilaxis específica con ceftriaxona.
Para los contactos de guarderías, la eficacia de la profilaxis no es bien clara,
pero se debería utilizar en los grupos de niños menores de 24 meses con más
de 25 horas semanales de contacto.
Es importante remarcar la necesidad de vacunar con vacunas conjugadas
contra Haemophilus influenzae tipo b a los menores de 5 años, ya que éstas
han demostrado claramente su eficacia en la prevención de las infecciones
graves producidas por este agente causal.
El uso de profilaxis antibiótica se indica en:
Contactos domiciliarios, especialmente habiendo menores de 4 años.
Embarazadas que formen parte del núcleo familiar con menores de 4 años.
Guarderías donde se haya producido un segundo caso en menores de 2 años,
quedando comprendidos en esta medida los otros niños y el personal.
● Prevención de la meningitis por Neisseria meningitidis
La profilaxis antibiótica para la prevención de esta enfermedad está indicada
en los contactos íntimos y de la guardería.
Debe ser indicada lo antes posible, así como también es importante recalcar
que el personal médico, excepto que haya efectuado maniobras directas de
reanimación al caso índice, no requiere de esta medida en cuestión.
El caso índice debe ser decolonizado al finalizar el tratamiento específico. Las
embarazadas que mantengan contacto prolongado con él también necesitan
profilaxis específica.
CONCLUSIÓN : La meningocócica es la más frecuente de las meningitis
bacterianas y es capaz de generar epidemias. Provoca la inflamación de los
tejidos que recubren el cerebro y septicemia, que es un estado en el que la
sangre se encuentra completamente infectada por bacterias, que a su vez
liberan toxinas, generando un envenenamiento y puede resultar mortal.
Por eso es importante que los chicos cumplan con el Calendario de
Vacunación que ofrece el Estado obligatoria para poder prevenir estas tipos de
enfermedades.Nuestro trabajo, como enfermeros es educar a todas las
familias para que sus hijos adquieran inmunidad a la enfermedad (aunque hay
chances de que pueda aparecer en el transcurso de su vida) y poder estudiar
los signos y síntomas para que puedan tener un diagnóstico rápido y no
invasivo, así como también evitar complicaciones a futuro como p érdida de la
audición, problemas de memoria, impedimentos para el aprendizaje, daño
cerebral, problemas de la marcha, convulsiones, insuficiencia renal, choque y
muerte.