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I.

INTRODUCCION

El flujo de energía en un ecosistema está expresado en la dependencia


de esencialmente alimentaria y se expresa en las cadenas Tróficas o
alimentarias.

El término ciclo de elementos químicos deriva del movimiento cíclico de


los elementos que forman los organismos biológicos (bio) y el ambiente
geológico (geo) e intervienen en un cambio químico.

Los principales elementos integrantes de la materia viva son los más


intensamente ciclados por los microorganismos: el carbono, hidrógeno, oxígeno,
nitrógeno, fósforo y azufre.

La actividad humana que origina una liberación de elementos alterando


los equilibrios de las etapas de los ciclos biogeoquímicos pueden tener gran
importancia en el desarrollo de las poblaciones microbianas, de plantas y de
animales y en la productividad de los ecosistemas particulares.
II. REVISION LITERARIA

2.1. Ciclo de la cadena Trófica

En el ecosistema todos los animales forman parte de la cadena


alimenticia; ya que todos los organismos (muertos o vivos) son fuente de
alimento para otros.

2.1.1. Esta cadena está conformada por tres grupos:


 Los productores

Son las plantas verdes y algas marinas, que por medio de la fotosíntesis
pueden fabricar a partir de agua y luz solar, su propio alimento. Es decir, son
aquellos organismos que producen energía útil para todos los seres vivos del
planeta.

 Los consumidores

Son los animales que se alimentan directamente de otros porque son


incapaces de utilizar la energía del Sol para producir su propio alimento. Todos
los animales están en esta categoría.

Hay dos tipos de consumidores:

a) Primer orden. Son aquellos que se alimentan de los organismos


productores (plantas y algas). Se les conoce como herbívoros. Por
ejemplo: la vaca, la jirafa, la vicuña, el conejo, etc.
b) Segundo orden. Son los animales que se alimentan de otros
animales como el jaguar, quien se alimenta de venados, aves, etc.
Se les conoce como carnívoros.

 Los descomponedores

Son los microorganismos que habitan en el suelo. Su función es


descomponer los organismos muertos para que el CO2 regrese al aire y los
minerales al suelo.
 Aquí se encuentran los hongos y las bacterias, quienes se ubican al final
de la cadena alimenticia.
 Estos grupos son importantes, pues si un nivel desaparece, los seres del
siguiente se quedarían sin alimento. Además, sirven para controlar la
sobrepoblación.
 Por eso es de vital importancia la protección de los ecosistemas y de todos
sus organismos.
2.1.2. Unos datos importantes

1. Los hongos desintegran a los restos vegetales (plantas) que están en el


suelo. Mientras que las bacterias descomponen los restos de animales.

2. La pirámide alimenticia comienza con la fotosíntesis de las plantas y


termina con la descomposición de los animales, con lo cual se cierra el
ciclo.

3. La cadena se puede representar así: Productores - consumidores


(herbívoros y carnívoros) - descomponedores.
2.2. Ciclos Elementos químicos

Se denomina ciclo biogeoquímico al movimiento de cantidades masivas de


carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, calcio, sodio, azufre, fósforo,
potasio, y otros elementos entre los seres vivos y el ambiente (atmósfera,
biomasa y sistemas acuáticos) mediante una serie de procesos de
producción y descomposición. En la biosfera la materia es limitada de
manera que su reciclaje es un punto clave en el mantenimiento de la vida
en la Tierra; de otro modo, los nutrientes se agotarían y la vida
desaparecería.

Un elemento químico o molécula necesario para la vida de un organismo,


se llama nutriente o nutrimento. Los organismos vivos necesitan de 30 a 40
elementos químicos, donde el número y tipos de estos elementos varía en
cada especie. Los elementos requeridos por los organismos en grandes
cantidades se denominan:
2.2.1. Ciclo del Carbono

El ciclo del carbono es el sistema de las transformaciones químicas de


compuestos que contienen carbono en los intercambios entre biosfera,
atmósfera, hidrosfera y litosfera. Es un ciclo biogeoquímico de gran
importancia para la regulación del clima de la Tierra, y en él se ven
implicadas actividades básicas para el sostenimiento de la vida.

El carbono es un componente esencial para los vegetales y animales.


Forma parte de compuestos como: la glucosa, carbohidrato importantes
para la realización de procesos como: la respiración; también interviene
en la fotosíntesis bajo la forma de CO2 (dióxido de carbono) tal como se
encuentra en la atmósfera.

La reserva fundamental de carbono, en moléculas de CO2 que los seres


vivos puedan asimilar, es la atmósfera y la hidrosfera. Este gas está en la
atmósfera en una concentración de más del 0,03% y cada año
aproximadamente un 5% de estas reservas de CO2 se consumen en los
procesos de fotosíntesis, es decir que todo el anhídrido carbónico se
renueva en la atmósfera cada 20 años.

La vuelta de CO2 a la atmósfera se hace cuando en la respiración, los


seres vivos oxidan los alimentos produciendo CO2. En el conjunto de la
biosfera la mayor parte de la respiración la hacen las raíces de las plantas
y los organismos del suelo y no, como podría parecer, los animales más
visibles.

Los productos finales de la combustión son CO2 y vapor de agua. El


equilibrio en la producción y consumo de cada uno de ellos por medio de
la fotosíntesis hace posible la vida.

Los vegetales verdes que contienen clorofila toman el CO2 del aire y
durante la fotosíntesis liberan oxígeno, además producen el material
nutritivo indispensable para los seres vivos. Como todas las plantas
verdes de la tierra ejecutan ese mismo proceso diariamente, no es posible
siquiera imaginar la cantidad de CO2 empleada en la fotosíntesis.

En la medida de que el CO2 es consumido por las plantas, también es


remplazado por medio de la respiración de los seres vivos, por la
descomposición de la materia orgánica y como producto final de
combustión del petróleo, hulla, gasolina, etc.

En el ciclo del carbono participan los seres vivos y muchos fenómenos


naturales como los incendios. Los seres vivos acuáticos toman el CO2 del
agua. La solubilidad de este gas en el agua es muy superior a la que tiene
en el aire.

2.2.2. Ciclo Del Oxigeno

La reserva fundamental de oxígeno utilizable por los seres vivos está en


la atmósfera. Su ciclo está estrechamente vinculado al del carbono pues
el proceso por el que el C es asimilado por las plantas (fotosíntesis),
supone también devolución del oxígeno a la atmósfera, mientras que el
proceso de respiración ocasiona el efecto contrario.

Otra parte del ciclo natural del oxígeno que tiene un notable interés
indirecto para los seres vivos de la superficie de la Tierra es su conversión
en ozono. Las moléculas de O2, activadas por las radiaciones muy
energéticas de onda corta, se rompen en átomos libres de oxígeno que
reaccionan con otras moléculas de O2, formando O3 (ozono). Esta
reacción es reversible, de forma que el ozono, absorbiendo radiaciones
ultravioletas vuelve a convertirse en O2.

2.2.3. Ciclo del agua

Se conoce como el ciclo del agua o el ciclo hidrológico a uno de los


circuitos bioquímicos más importantes del planeta Tierra, en el cual el
agua sufre una serie de transformaciones y desplazamientos fruto de
reacciones físico-químicas, atravesando los tres estados principales de la
materia: líquido, sólido y gaseoso.

Es importante saber que el agua es una de las sustancias más


abundantes del planeta: un 71% de la superficie terrestre se halla cubierta
por agua líquida, de la cual 96,5% es agua salada de los océanos. Del
agua dulce restante, 69% se halla congelada en los casquetes polares; al
mismo tiempo, entre un 1% a 4% de los gases de la atmósfera
corresponden a vapor de agua.

Por ende, el ciclo del agua es vital para el mantenimiento y la estabilidad


de nuestro planeta, no sólo para la vida tal y como la conocemos,
impensable sin acceso a este líquido vital, sino también para la
regularidad del clima, de la temperatura mundial y de otras condiciones
que determinan la realidad planetaria.

En este ciclo hidrológico intervienen diversos factores ambientales y


fuerzas intra y extra planetarias, como el viento y la luz solar,
respectivamente. Como todo ciclo, no inicia realmente en ningún punto
determinado, sino que se trata de una continuidad de procesos que se
repiten sucesivamente, movilizando cantidades de energía química.

Si este ciclo por alguna razón se detuviera, los efectos serían


catastróficos: las regiones calientes tardarían mucho más en enfriarse, el
agua se estancaría en los océanos y lagos y la vida sufriría las
consecuencias.

2.2.3.1. Etapas del ciclo del agua

El ciclo del agua se compone de las siguientes etapas sucesivas y


simultáneas, que se repiten sin cesar y se compenetran unas con otras:

 Evaporación. Considerando que alrededor de 96% del agua del


planeta se encuentra almacenada en los océanos, estos pueden
tomarse como punto de partida para el estudio del ciclo hidrológico.
Así, este iniciaría con los procesos de evaporación que convierten
en gas la superficie del agua líquida de los océanos, gracias a la
acción de la luz solar y al calentamiento diario de la Tierra. Los
océanos brindan un 90% del vapor de agua que hay en la
atmósfera. Los lagos y ríos aportan un porcentaje menor; y otro
menor aún los glaciares y nieves que, al estar en climas muy fríos
para convertirse en agua, se subliman en lugar de evaporarse
(pasan de sólido a gaseoso directamente).

 Condensación. El agua en la atmósfera se desplaza enormes


distancias, esparciéndose por los vientos y enfriando regiones
alejadas del océano. Allí arriba, la temperatura más baja le permite
al vapor de agua condensarse, recuperando su forma líquida de
manera gradual, hasta formar nubes cada vez más oscuras a
medida que contienen más y más gotas de agua.

 Precipitación. Cuando las gotas de agua contenidas en las nubes


son ya lo suficientemente grandes y pesadas, rompen su estado de
equilibrio y se producen las lluvias o precipitaciones. Por lo general
el agua cae en forma líquida, pero en ciertas regiones y
condiciones climáticas puede hacerlo en forma más o menos
sólida, como nieve, escarcha o granizo.

 Derretimiento y aguas escurridas. En el caso específico del agua


que cae en tierra firme, lejos de ríos, lagos u océanos, o de la que
cae como nieve o granizo en la cumbre de las montañas y otros
lugares helados y secos, el retorno del líquido hacia los mares se
produce a través de otros métodos. Así, la descarga de las aguas
filtradas hacia las capas subterráneas de la tierra, el escurrimiento
por acción de la gravedad y la topografía, o el derretimiento de los
hielos en las estaciones cálidas, como ocurre en los polos y en las
regiones continentales heladas, devuelve el agua a su punto inicial
del ciclo.

2.2.4. Ciclo del fosforo

El fósforo es un elemento químico no metálico cuyo símbolo es la


letra P. Debido a su alta reactividad, forma con facilidad compuestos con
otros elementos, y es muy difícil de hallar en estado puro. Cumple un ciclo
biogeoquímico en los ecosistemas del planeta, desplazándose dentro del
mismo a través de diferentes lugares, y como nutriente dentro de los seres
vivos, sufriendo en el recorrido diversas reacciones químicas. El ciclo del
fósforo es uno de los ciclos que ocurre de modo minoritario dentro de los
ciclos biogeoquímicos.

2.2.4.1. Dónde ocurre el ciclo del fósforo

El ciclo del fósforo se da en los ecosistemas de todo tipo, aunque


difiere de los ciclos que sufren otros elementos en que el fósforo no pasa
a la atmósfera. Los principales reservorios del elemento se hallan en la
litosfera, en forma de fosfatos, como parte del suelo rocoso. Es procesado
por los seres vivos, luego de lo cual vuelve al suelo.

También puede llegar a la hidrosfera, donde los seres vivos


acuáticos también lo procesan, y desde donde por diversos mecanismos
puede regresar a la litosfera. Las actividades humanas también pueden
influir en el ciclo del fósforo, ya que la explotación rocosa afecta los suelos,
ricos en fosfatos.

2.2.4.2. Etapas del ciclo del fósforo

Suele ubicarse como primera etapa del ciclo, la presencia de


fosfatos en los diferentes tipos de rocas del suelo. Estas rocas sufren un
proceso de desintegración debido a fenómenos físicos (intemperie,
erosión o desplazamientos geológicos) o químicos (reacciones internas
de los compuestos que se hallan en las rocas), que va liberando su
contenido de fosfatos. Estos se integran a los nutrientes del suelo.
Además, la lluvia puede hacer que los fosfatos se integren a la hidrosfera,
en los distintos cuerpos de agua del planeta.

En una segunda etapa, los fosfatos son absorbidos como nutrientes


por las plantas terrestres y acuáticas, que usan el fósforo para sus
diversos procesos, junto con otros elementos químicos. Allí se dan las
primeras reacciones químicas.

La siguiente etapa ocurre cuando diversos animales consumen las


plantas: El fósforo contenido en ellas es incorporado para los procesos
vitales de dichos animales, sufriendo también reacciones químicas. Estos
animales pueden ser a su vez depredados por otros, añadiendo otro nivel
a este ciclo. Las deposiciones de los animales, que contienen parte del
fósforo consumido, regresan al suelo o a los lechos acuáticos. Es
oportuno indicar que algunos animales terrestres son depredadores de
animales acuáticos.

Como parte de los procesos naturales, los seres vivos, animales o


vegetales, terminan pereciendo, y sus cuerpos se ven sometidos a
diversos procesos de descomposición desencadenados por otros seres
vivos, como insectos y sus larvas, además de la acción de una gran
cantidad de microorganismos. Estos inician otra serie de reacciones
químicas que derivan en fosfatos, que son devueltos al suelo y lechos
acuáticos por la acción de la intemperie y las corrientes que tienen lugar
en el agua. Esto hace que los fosfatos queden esparcidos de nuevo.

Parte del fósforo que se halla en la hidrosfera se devuelve a las


rocas terrestres por la acción de los depredadores terrestres que
merodean en ellas. Pero hay otro mecanismo de devolución de rocas
fosfatadas a la superficie: los lentos procesos geológicos que desplazan
rocas de los lechos acuáticos a la superficie, y la desecación de los
cuerpos de agua, en especial arroyos, ríos y lagos.
2.2.4.3. Importancia del ciclo del fósforo

El fósforo reviste importancia esencial en los procesos vitales, ya


que forma parte de la molécula de los ácidos ribonucleico y
desoxirribonucleico, que se encargan de portar y transmitir la información
genética de los seres vivos. También forma parte de la molécula del
nucleótido ATP, o adenosín tri fosfato, que juega un papel crucial en los
procesos energéticos de las células.
III. CONCLUSIONES
 Se llama nivel trófico en ecología a cada uno de los conjuntos de
especies, o de organismos, de un ecosistema que coinciden por el
turno que ocupan en la circulación de energía y nutrientes, es decir, a
los que ocupan un lugar equivalente en la cadena trófica. En este
sentido, existen tres niveles tróficos; el primero está ocupado por los
productores, organismos capaces de transformar la materia inorgánica
en orgánica gracias a la energía de la luz solar o de reacciones de
oxidación. En el segundo nivel se sitúan los consumidores primarios o
herbívoros, que se alimentan de los vegetales.
 Cualquier elemento que un organismo necesite para vivir, crecer y
reproducirse se llama nutrimento o nutriente. Los organismos vivos
necesitan de 30 a 40 elementos químicos, aunque el número y tipos
de estos elementos pueden variar con los distintos organismos. En
general, tales nutrientes se encuentran en diversos compuestos. Los
elementos requeridos por los organismos en grandes cantidades se
denominan macronutrientes.

IV. BIBLIOGRAFIA
 AMACA, Nubia Elsy. Ciencias Naturales 7º. Bogotá. Santillana. 1999.
Pág. 117, 118.

 MILLER Jr., G. Tyler. Ecología y Medio Ambiente. Iberoamericana. Pág.


91, 113 – 115.

 http://www.monografias.com/trabajos11/ciclobio/ciclobio2.shtml#ixzz4f77
PHRU2

 https://www.paxala.com/ciclo-del-fosforo/

ANEXO
Figura 1. Cadena trófica alimenticia
Figura 2. Ciclo del carbono

Figura 3. Ciclo del agua


Figura 4. Ciclo del Oxigeno

Figura 5. Ciclo del carbono

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