TRATAMIENTO DE
LAS FRACTURAS
Posted on November 22, 2012
INDICE
I. PRINCIPIOS BASICOS EN EL TRATAMIENTO DE LAS FRACTURAS
1.INTRODUCCION
7. PLANIFICACION PREOPERATORIA
8. LA FERULIZACION
33. POLITRAUMA
38. SEUDOARTROSIS
V. INFILTRACIONES
1. INTRODUCCION
Hasta antes de 1958, los tratamientos de las fracturas se realizaba en una gran mayoría de las
veces mediante inmovilizaciones con aparatos de yeso, siguiendo las enseñanzas de la escuela
vienesa encabezada por el Profesor Lorenz Böhler. El tratamiento quirúrgico tenía una gran
cantidad de fallas, básicamente por la falta de estandarización de los equipos e implantes y por
un desconocimiento de la Biomecánica de las fracturas.
El Profesor Robert Danis, cirujano belga, había publicado en 1949 una libro “Thèorie et
Practique de l’Ostèosyntèse”, en donde explicaba sus conceptos de una rehabilitación temprana
después de la fijación rígida de las fracturas, sin inmovilizaciones postoperatorias mediante
yesos, logrando tener una consolidación de las fracturas sin la formación de callo óseo. Este
hecho insólito para aquel entonces, capturó la atención de un joven cirujano suizo, Maurice
Müller, quien visitó al Dr. Danis en marzo de 1950. Entusiasmado con este nuevo tratamiento
de las fracturas, regresó a Suiza y se comunicó con una serie de amigos, otros tres cirujanos:
Hans Willenegger, Martin Allgöwer, Robert Schneider y más tarde se les unió el Profesor
Walter Bandi; tomaron las decisión de formar un grupo de estudio, en el que realizarían
investigaciones sobre este método de tratamiento de las fracturas.
De tal manera que en 1958 por Maurice E. Müller, junto con sus amigos, fundaron la AO,
Como se fundó en la parte de habla alemana de Suiza, las siglas AO, vienen
deArbeitsgemeinshaft für Osteosynsthesefragen, que quieren decir Asociación Grupo de
Trabajo para el Estudio de la Fijación Interna de las Fracturas. Pronto se comenzaron a llevar a
cabo no solamente investigaciones sino también una incansable labor de enseñanza de las
técnicas, pero no solamente a los cirujanos sino también a las enfermeras, a través de cursos
teóricos con prácticas en huesos de cadáver. Cuando la AO se expandió y salió de Suiza
llegando a los Estados Unidos de Norteamérica, las siglas AO se encontraban registradas por la
American Optical, por lo que en este país se le denominó ASIF (Association for the Study of
Internal Fixation).
Para poder lograr los objetivos planteados, tuvieron que estandarizar el equipo y los implantes
por lo que se llamó a Robert Mathys-Sieber, como responsable; llamaron a veterinarios para
poder hacer cirugía en animales de experimentación; histo-patólogos para poder ver qué pasaba
e nivel microscópico en la fractura y cómo reaccionaba el hueso a los metales; ingenieros para
poder aprender Biomecánica; de tal manera que los que se inició como un grupo de amigos
médicos, creció al punto de tener que cambiar su estructura administrativa y de esta forma de
una asociación, pasó en Diciembre de 1984 a ser la Fundación AO/ASIF, con una nueva
estructura que alberga varios comités y subcomités encargados del estudio de diferentes áreas
de desarrollo.
Introducción
Cuando dos fuerzas actúan de manera encontrada, es decir una en contra de la otra, hablamos
de esfuerzos de compresión.
Cuando dos fuerzas actúan en dirección opuesta (centrífuga), son esfuerzos de tensión
Cuando dos fuerzas actúan en sentido perpendicular, una con respecto a la otra, se convierten
en esfuerzos cortantes.
e) En Torsión: los esfuerzos en sentido opuesto (de tensión) en el plano transversal, provocan
solicitaciones en torsión.
Los ingenieros vuelven a influir sobre los ortopedistas al explicar la manera en que la
compresión era provechosa, explicando la fuerza de fricción como la causante de la estabilidad.
La fricción es la fuerza de rozamiento entre dos cuerpos que se opone al movimiento y es
directamente proporcional al área de contacto, a la carga entre sus superficies y a la
irregularidad en las superficies, es decir, al aumentar cualquiera de estas condiciones, aumenta
la fuerza de fricción.
Compresión Férula
Principio Estática Protección Tirante Sostén Intramedular
Implante en
superficie de Alineación y
Fricción tensión de estabilización de
producida por hueso curvo, fracturas
cirujano entre Complementar sometido a Sustituto diafisarias con
fragmentos una tensión, en temporal implante dentro
mediante osteosíntesis trazos de soporte de conducto
Definición implantes insuficiente transversos óseo medular
Mantener
Mantener alineada y
Aumentar la Convertir los una estable una
carga y por lo esfuerzos de distancia fractura
tanto Evitar falla de flexión en cuando no diafisaria
laestabilidad una esfuerzos de existe permitiendo
entre osteosíntesis compresión soporte compresión
Objetivo fragmentos inestable axial óseo dinámica axial
Axial
Principio Radial Axial Bilateral + Protección + Sostén
Dos
implantes
colocados en
dos planos o Con fijación
superficies estática (dos
diferentes Con fijación orificios
En sentido En sentido para un dinámica (orificio proximales,
Definición transversal longitudinal mismo trazo oval proximal) oval y circular)
Estabilizar en
Estabilizar torsión trazos Estabilizar en
trazos diafisarios con todas
Estabilizar trasversos soporte óseo direcciones
trazos Estabilizar con permitiendo trazos
oblicuos y trazos propiedades compresión diafisarios sin
Objetivo espiroideos transversos especiales dinámica axial soporte óseo
Indicaciones e Implantes
Compresión Férula
Principio Estática Protección Tirante Sostén Intramedular
Istmo de diáfisis
Radial: trazos húmero, fémur y
largos y verticales tibia
en metáfisis y transversales+
sólo en diáfisis de Protección:trazos
peronéAxial: con soporte óseo
Trazos Trazos en 3/5 de diáfisis
transversosBilat: transversos Cualquier mismos huesos.
transverso en Cualquier en huesos hueso, + Sostén:
húmero distal, hueso y trazo curvos, segmento
diáfisis tibial, susceptibles de rótula, y trazos
Igual sin soporte
epífisis y compresión la algunas sin
óseo
metáfisis, cual resulta avulsiones soporte
Indicaciones artrodesis insuficiente y maléolos óseo
El hueso es un material plástico de gran resistencia pero que puede romperse bajo pequeñas
deformidades. El objetivo de la cirugía es el de guiar y apoyar el proceso de consolidación.
Aunque las fracturas sean consideradas como un proceso puramente mecánico, éstas involucran
una gran cantidad de reacciones biológicas, tales como la circulación ósea, la reabsorción del
hueso y la formación de callo.
Cuando ocurre una fractura se encuentra en la mayoría de los casos una situación por completo
inestable, la naturaleza tratará de reducir la movilidad anormal de los fragmentos de la fractura
(inestables), mediante acortamiento y contractura muscular, lo anterior formará una reacción de
hueso cicatricial exuberante (callo óseo). De manera artificial el hueso fracturado puede tener
una menor deformidad gracias a la ferulización de los fragmentos, lo anterior se debe entender
como el desalojamiento que tienen los fragmentos de una fractura entre sí cuando se les aplica
una carga a través de los mismos.
La fijación interna altera la Biología del proceso de curación de las fracturas. En Osteosíntesis a
excepción de los métodos de compresión, pueden ser vistos como una técnica de ferulización,
que pude considerarse como un método mas apegado a la Biología ya que se formará un callo
óseo, sin embargo, el fresado de la cavidad medular causa un retardo en el retorno circulatorio
del hueso cortical, por lo que en general se tiende a evitarse.
Una vez que la fractura ha formado un callo, se inicia el proceso de remodelación ósea, la cual
puede durar desde meses, hasta años.
La estabilidad absoluta que se obtiene solamente mediante los métodos que proporcionan
compresión, reduce el estrés a nivel del sitio de fractura, lo que permite una consolidación
directa, sin callo óseo, pero causan un mayor daño circulatorio en general, de tal forma que los
métodos de ferulización dañarán menos la circulación ósea.
En las zonas metafisarias es menos frecuente la necrosis ósea debido a que en estas áreas se
tiene una mejor circulación y por lo tanto se toleran mejor los métodos de compresión en estas
zonas de hueso metafisario.
En general, la fractura solamente representa la parte radiológica visible del daño circulatorio
que ha ocurrido, pero hay que recordar que se encuentra un daño circulatorio en todos los casos
por daño a las partes blandas en mayor o menor grado en todos los casos por lo que el método
de Osteosíntesis será aquel que agregue el menor daño circulatorio posible.
Los materiales para los implantes. Solamente el metal ofrece al mismo tiempo resistencia,
rigidez y al mismo tiempo ductibilidad y biocompatibilidad al mismo tiempo. Actualmente los
metales empleados para la Osteosíntesis se fabrican en acero inoxidable o en Titanio. La
Osteosíntesis restablece la resistencia del hueso de manera temporal, mientras que la
consolidación la restablece de manera definitiva. La resistencia de un implante dependerá no
solamente del metal del que está hecho, sino también del diseño y de sus dimensiones. Un
implante con menor rigidez reducirá pero no eliminará el estrés a la deformidad del hueso. La
resistencia que tenga un implante a la deformidad repetida bajo carga es más importante que la
rigidez que tenga el implante en sí mismo. Un implante más dúctil será preferible, debe ser
también resistente a la corrosión para ser más biocompatible. La biocompatibilidad está
también relacionada con la cantidad de reacciones alérgicas que un metal pueda producir. Por
ejemplo, las reacciones alérgicas al acero inoxidable son raras, pero son inexistentes con el
Titanio. Los implantes biodegradables, tienen un uso muy limitado debido a sus propiedades
mecánicas.
BIBLIOGRAFÍA.
El hueso es el único tejido en el organismo que se repara mediante su replicación sin presentar
una cicatriz formada por otro tejido. El hueso sana de forma espontánea, sin embargo es
frecuente la falta de consolidación.
La curación no quirúrgica de las fracturas en el hueso compacto ocurre mediante una
organización progresiva del hematoma perifracturario mediante una serie de transformaciones
celulares que resultan en el endurecimiento progresivo del tejido de reparación . Finalmente el
callo se mineraliza y se osifica, resultando una rigidez absoluta y eliminando la presencia de
movimientos entre fragmentos.
En 1949, Danis publicó su experiencia con técnicas de reducción anatómica y fijación rígida
interna estable. Su objetivo principal fue el de favorecer la movilización de las extremidades
operadas de forma inmediata. Observó que con estas técnicas la consolidación se realizaba sin
la formación de callo óseo y llamó a este proceso “soldadura autógena”.
Observaron que los pequeños defectos con ausencia de estabilidad se rellenaban con hueso
lamelar y posteriormente sufrían remodelación osteonal llamándola consolidación por
aposición. Observaron también que en los fragmentos en donde existía contacto y estabilidad
no fue necesario rellenarse por aposición, sino que las osteonas penetraron a través del trazo
realizando un puente entre los fragmentos mediante unidades Haversianas nombrándolo
consolidación por contacto.
Se seleccionó el radio canino como elemento de estudio realizando una osteotomía. Se realizó
una reducción directa, fijación mediante una placa y compresión ene l sentido axial del hueso
mediante un aditamento externo a 20 o 30 kiloponds. Una característica importante es que la
placa fue aplicada de forma recta, lo que ocasionó pérdida de la forma natural del hueso. De
esa forma, la compresión se ejerció solamente en la cortical por debajo de la placa y en la
cortical opuesta se presentó una separación de los bordes. También se realizaron controles
radiográficos periódicos del sitio de la osteosíntesis. Diez semanas después de la operación, la
radiografía final se comparó con la preparación histológica de la sección de osteotomía que fue
teñida con fuchina básica. La línea de osteotomía es perceptible y un pequeño callo a lo largo
de la capa perióstica dentro y fuera del conducto medular.
En el primer caso se observó el paso de la unidad funcional ósea, la osteona, por el trazo de
osteotomía de forma directa. En el segundo caso, de forma inicial se presentó la invasión del
espacio interfragmentario por tejido mesenquimatoso y un capilar arterial para que
posteriormente se forme tejido osteoide y por aposición ulterior, se realice mineralización del
tejido y remodelación haversiana.
Estabilidad absoluta: Cuando no existe movimiento entre los fragmentos de una osteotomía o
una fractura.
Estabilidad relativa: Cuando existe movilidad entre los fragmentos de una osteotomía o fractura
hasta de 5 micras.
Inestabilidad: Cuando existe movilidad entre los fragmentos de una osteotomía o fractura
mayor de 5 micras.
Las fracturas tratadas bajo estabilidad tienden a la consolidación por varios factores.
En los últimos años, sin embargo, se ha virado hacia la preservación de dicha vascularidad y
con ello han cambiado las técnicas de reducción y fijación de las fracturas.
Así, debemos considerar que cuando se ha decidido el tratamiento quirúrgico de una fractura,
para realizar éste se deben considerar durante la Planificación Preoperatoria dos aspectos
fundamentales: primero, realizar la reducción de la misma, entendiendo por esto el acto de
restaurar la posición correcta de los fragmentos de fractura incluyendo el proceso de
reconstrucción y/o desimpactación del hueso esponjoso y segundo, realizar la fijación adecuada
que mantenga dicha reducción.
Para conseguir esto, debemos de contar con diversos recursos y realizar una cuidadosa
Planificación Preoperatoria para lo cuál será necesario un adecuado estudio radiográfico, que en
el caso de fracturas diafisarias y metafisarias simples bastará con al menos dos proyecciones,
antero posterior y lateral, mientras que en fracturas metafisarias complejas y/o epifisarias,
puede requerirse de proyecciones agregadas, oblicuas o aún estudios como TAC y/o resonancia
magnética.
En la Reducción Directa, deberemos realizar una exposición quirúrgica del foco de fractura
para poder manipular los fragmentos aplicando fuerza directamente en la vecindad de la
fractura y esto estará indicado principalmente en fracturas articulares y en caso de fracturas
diafisarias, en trazos simples cuidando de no utilizar pinzas en forma repetida y en caso
necesario, deberán utilizarse pinzas con área de contacto limitado sobre el hueso, como las
pinzas de puntas o instrumentos puntiformes con la misma finalidad.
En el caso de la Reducción Indirecta, significa que el foco de fractura no se expone para visión
directa, permitiendo que los tejidos blandos adyacentes continúen cubriendo la fractura y la
La Reducción Indirecta, por lo tanto, evita daño agregado a la vascularidad regional del hueso
fracturado pero requiere de Planificación cuidadosa y resulta por ello más difícil pero nos
permite mejores resultados en el caso de fracturas diafisarias en que no requerimos de
reducción anatómica y en fracturas complejas en las que la vascularidad regional está ya muy
comprometida.
Bibliografía:
1. -Leunig M. et al: The Evolution of Indirect Reduction Techniques for the Treatment of
Fractures. Clin Orthop 2000 Jun;(375):7-14
2.-Ruedi TP, Murphy WM: AO Principles of Fractures Management. Stuttgart-New York,
Thieme 2000.
3.-Ruedi TP, Sommer C; Leutenegger A: New Techniques in Indirect Reduction of long bone
fractures. Clin Orthop 1998 Feb;(347);27-34
4.-Siebenrock KA; Muller U; Ganz R: Indirect reduction with a condylar blade plate for
osteosynthesis of subtrochanteric femoral fractures. Injury 1998; Suppl 3: C7-15
7. PLANIFICACION PREOPERATORIA
La planificación de una operación debe ser considerada como algo imprescindible cuando uno
se propone a realizar una operación de osteosíntesis, sea por fractura o para corrección de una
deformidad.
De la misma manera que cuando yo quiero desplazarme en una ciudad poco conocida me sirvo
de un mapa, como el piloto de un avión se sirve de un mapa, el cirujano también se sirve y
necesita de un mapa, que es la planificación preoperatoria para alcanzar los objetivos
propuestos en el tratamiento.
Para realizar la planificación preoperatoria, para operar una fractura se inicia por diseñar la
fractura con sus fragmentos y a seguir se “reduce” la fractura sobre el lado normal o sobre los
ejes. Las maniobras de reducción son estudiadas para producir el menor daño posible a la
vascularización, así como se seleccionan los implantes y como fijarlos de manera ideal.
Por otro lado cuando se quiere tratar una deformidad (consolidación viciosa o seudoartrosis con
desviaciones) se comienza por hacer el diseño del lado sano o de los ejes. Enseguida se copia la
deformidad y se determinan los ángulos y acortamiento existentes. La rotación es, en general,
determinada clínicamente. El próximo paso será determinar como y lo que se quiere corregir y
como hacerlo.
Así es que la planificación permite al cirujano comprender la lesión, escoger el abordaje ideal,
planear los métodos de reducción y fijación, ahorrar tiempo y energía, anticipar las dificultades
y suponer las soluciones.
Creemos importante decir algunas palabras con respecto a la reducción indirecta. La reducción
indirecta representa medios de reducción de una fractura realizada a distancia de la misma con
la utilización de fuerzas mecánicas casi siempre realizadas con el objetivo de alcanzar la
reducción sin alterar la vascularización. Pueden ser fuerzas mecánicas aplicadas lejos de la
lesión (mesa ortopédica, distractor AO) o aplicadas en la propia región de la lesión, pero de una
manera suave, como por ejemplo la utilización de una placa antideslizante o una placa en
puente. Aparte de evitar la lesión de la vascularización local, la reducción indirecta evita la
manipulación intempestiva y el esfuerzo excesivo, es fácilmente repetida cuantas veces
necesario y orienta la fijación, provocando una estabilización progresiva de la lesión.
Por otra parte la planificación, y por lo tanto la repetición, permite al cirujano perfeccionar su
concepto tridimensional, y acostumbrarse con la anatomía normal de los huesos. Eso permite
evaluar con mayor precisión la exactitud de la reducción cuando la exposición es limitada y
además facilita la modelación de las placas.
Para terminar es importante recordar que algunos pocos cirujanos tienen la capacidad
intelectual suficientemente desarrollada para realizar la planificación mentalmente. Por otro
lado, la mayoría de nosotros, cirujanos comunes, nos beneficiamos muchísimo de la
planificación preoperatoria.
SI. Si porque es la guía del cirujano, facilita el acto quirúrgico porque evita improvisaciones (en
la operación y con respecto a los implantes y instrumental), anticipa las dificultades eventuales
y prevé sus soluciones, y ahorra tiempo y energía.
BIBLIOGRAFIA.
Aún cuando por férula entendemos “un aditamento resistente, rígido o flexible, de forma y
material diversos, que se aplica a un miembro del cuerpo, generalmente fracturado, para
conseguir una completa inmovilización”, ésta férula la podemos dividir en dos grandes grupos:
la que nos produce compresión en el sitio de fractura y la que NO la produce; a ésta última nos
referiremos como “Ferulización”.
Dependiendo del tipo de fijación que utilicemos, estaremos produciendo una fijación rígida
(con compresión) o una fijación flexible (ferulización) en el foco de fractura lo cuál nos llevará
a brindar una estabilidad absoluta o relativa según sea el caso y con ello, podremos llevar la
fractura hasta una consolidación primaria o secundaria respectivamente.
Fijación
Rígida Flexible
COMPRESIÓN FERULIZACIÓN
Estabilidad
Absoluta Relativa
Consolidación
Primaria Secundaria
Relacionando esto con los principios biomecánicos de fijación de las fracturas, podremos
incluir a la compresión estática y al tirante en el grupo de fijación en compresión, al sostén y
férula intramedular en la fijación flexible o ferulización y a la protección como una
combinación de ambas.
Compresión Ferulización
1. -Estática 3. -Sostén
5. -Protección
Así tenemos que, dependiendo del tipo de acoplamiento al hueso, y su relación al cuerpo,
tenemos principalmente tres tipos de férulas: Externa (extracorpórea), Transcutanea e Interna,
la cuál a su vez puede subdividirse en extramedular e intramedular.
Externa
(extracorpórea)
Transcutanea
Interna
extramedular
Interna
intramedular
Bibliografía:
1. -Ruedi TP; Murphy WM:AO Principles of Fracture Management. Stuttgart- New York 2000.
Thieme
1.- Rectas,
2.- Anguladas
3.- Especiales.
Entre las placas rectas tenemos las de tercio de caña para tornillos de 3.5 mm, las de media
caña para tornillos de 4.5 mm (hoy casi abandonadas, sólo se utilizan en pubis), las DCP para
tornillos de 3.5 mm, las DCP para tornillos 4.5 mm ancha y angosta, las LC-DCP para 3.5 mm
y 4.5 mm y las placas de reconstrucción.
Las placas especiales son muchas y entre las más utilizadas están las de trébol, la placas en “L”
y en “T”, las placas doble acodadas en “L” y en “T”, las de palo de jockey, placas condilares,
placa cobra y placas en cuchara (hoy en desuso).
Placas de protección.-
Cuando en una fractura diafisaria se realiza una osteosíntesis con tornillos de compresión
radial, este tipo de fijación no es lo suficientemente estable para soportar las cargas mecánicas
del hueso, por lo que se debe colocar una placa que proteja a la reducción y fijación con los
tornillos. Esta placa es llamada como de protección.
Es importante mencionar que los tornillos de compresión radial en este tipo de fijación son los
responsables de la estabilidad interfragmentaria y no la placa. Los tornillos de compresión
radial se pueden colocar a través de la placa.
Es importante mencionar que las placas pueden actuar bajo varios principios al mismo tiempo,
por ejemplo: Una fractura diafisaria en fémur con un trazo oblicuo corto, se coloca una placa y
un tornillo de compresión radial a través de la placa. Aquí está actuando de protección porque
el tornillo de compresión radial da la estabilidad principal, pero como el trazo es de soporte
óseo (oblicuo corto) se le puede dar compresión axial con la placa utilizando tornillos
excéntricos y así funciona como una placa de compresión, pero si además la colocamos en la
superficie de tensión (como debe de ser por tratarse del fémur que es un hueso curvo) estará
actuando como un tirante.
Recordemos que toda placa recta tensada debe ser pretensada (predoblada). Además de que se
deben amoldar para que se adosen perfectamente a la superficie de contacto óseo. Existen los
triscadores para torcer las placas y pinzas para doblarlas, los triscadores no se deben usar para
doblar las placas ya que se les daña la capa de pasivación que tienen todas las placas.
Placas de sostén.-
Como su función es soportar carga deben estar perfectamente moldeadas al hueso y los
tornillos se deben colocar de forma tal que no permitan movimiento de la placa durante la
compresión.
Placas de compresión.-
Cuando tenemos una fractura con un trazo transverso u oblicuo corto, decimos que son
fracturas con soporte óseo, porque el hueso puede soportar carga sin que exista un
acortamiento. En este tipo de fracturas se pueden colocar placas que den compresión axial. La
compresión axial se puede dar de 2 formas:
1.- Utilizando la torre de compresión, fijando primero la placa con un tornillo a un extremo de
la fractura y colocando la torre de compresión en el extremo opuesto, se va dando compresión (
la placa se va sometiendo a tensión y el huso a compresión) y una vez obtenida esta, se colocan
todos los tornillos de la placa. Así logramos tener unacompresión estática ejercida en el
sentido axial del hueso.
2.- Utilizando las DCP, que son placas de autocompresión, ya que el diseño de sus orificios
(cilindro inclinado y angulado) permiten que al colocar un tornillo en forma excéntrica (lejos de
la fractura) se vaya dando compresión conforme se va introduciendo el tornillo en el hueso.
Cuando se da compresión a una fractura con una placa y se tensa está el hueso es sometido a
compresión, la cortical que está inmediatamente debajo de la placa se pone en contacto y la
cortical opuesta a la placa se separa dejando una brecha y disminuyendo la estabilidad. Por este
motivo las placas se deben predoblar, angulando en el sitio de la fractura para lograr cerrar la
cortical opuesta al someterse a tensión el implante.
Placas de tensión.-
Pawels postulo que cuando un hueso curvo es sometido a carga, una cortical experimenta
compresión y otra tensión. Esto a sido probado in vivo y sabemos que cuando un hueso es
sometido a un esfuerzo en flexión la cortical convexa experimenta tensión y la cóncava
compresión.
Los implantes pueden soportar los esfuerzos de tensión pero no los de compresión. Cuando
colocamos una placa en el hueso, esta debe ir siempre en la cortical de tensión. La placa soporta
la tensión y convierte los esfuerzos en compresión. Esto es el principiodel tirante.
Un requisito indispensable es que el hueso pueda soportar carga, esto significa que el trazo
debe ser transverso u oblicuo corto. El tipo de compresión que se lleva a cabo es dinámica,
porque con cada esfuerzo se aumentará la fuerza de compresión. El vector de la fuerza en el
trazo de fractura estará variando de magnitud pero nunca de sentido, es decir que la fuerza
siempre será en la misma dirección por lo que no compromete la estabilidad de la fractura.
La fijación rígida de las placas sigue siendo el tratamiento de elección en fracturas articulares
donde la movilidad inmediata es mandatoria, en fracturas diafisarias de antebrazo no hay
método más seguro y efectivo que las placas y en pacientes politraumatizados con trauma
torácico, las placas compiten con los fijadores externos en el tratamiento más adecuado.
Bibliografía:
Müller M. E. Manual of internal fixation. Ed. Springer-Verlag. 3a. edic. 1992. Alemania
COMPRESIÓN ESTÁTICA
Se define como la fricción producida directamente por el cirujano, entre fragmentos óseos a
través de implantes.
Puede ser de dirección axial o radial en relación con el eje longitudinal del hueso.
La compresión estática axial puede ser unilateral o bilateral si esta compresión se ejerce sobre
una cortical o en dos diferentes superficies de dicha cortical ósea.
COMPRESIÓN DINÁMICA
Se define como la fricción entre fragmentos óseos producida por la combinación de efectos de
las cargas y los implantes aplicados a un trazo de fractura.
Cuando entre dos superficies disminuye la fricción, la movilidad entre esas superficies se
presenta sin la necesidad de aplicar una gran cantidad de energía. Por el contrario, si la fricción
aumenta entre las superficies, el movimiento será mínimo o nulo al aplicar la misma cantidad
de energía que en el caso anterior. Un ejemplo que explica esto es el que se presenta cuando
caminamos por un piso liso como el de un mosaico seco en donde nuestro peso y el impulso
que realizamos con nuestras piernas nos lleva hacia delante; si colocamos agua jabonosa sobre
ese mismo piso, nuestro peso y el impulso realizado por nuestras piernas nos llevará al suelo
una vez disminuida la fricción entre el piso y la suela del zapato; se deslizará la una sobre la
otra haciendo perder el equilibrio.
La compresión ejercida, será suficiente para evitar movimientos entre fragmentos óseos, de tal
manera que podamos lograr una estabilidad absoluta entre los fragmentos y, de esa manera,
fomentar la consolidación primaria o sin formación de callo óseo.
Los implantes con los que se puede aplicar la compresión estática son: Los tornillos, las placas
y los fijadores externos.
En física, uno de los principios mecánicos es el tornillo. Junto con la palanca, el plano inclinado
y la polea, el tornillo es utilizado para que de una forma simple podamos modificar las fuerzas
y sus resultantes.
Los tornillos utilizados para ejercer el principio de la compresión estática pueden ser aplicados
en dos modalidades de acuerdo a la dirección que tome en relación con el eje longitudinal del
segmento óseo en el que se encuentre colocado. Así se presenta:
b) Dirección axial: Cuando la dirección del tornillo es paralela al eje del segmento
óseo. En el cuello femoral, en maleolo tibial.
TORNILLOS
En la actualidad los tornillos se encuentran estandarizados. Los tornillos que se utilizan para
fragmentos óseos grandes se fabrican en con diámetros de 6.5 y 4.5 milímetros. Para
fragmentos medianos los tornillos con diámetros de 4, 3.5 y 2.7 milímetros. Los tornillos para
fragmentos pequeños en 2 y 1.5 mm de diámetro.
Los tornillos con diámetros de 6.5 y 4 mm son utilizados, en general, como tornillos para tejido
óseo trabecular. Por las características del paso de rosca. Los demás tornillos son utilizados
como tornillos para tejido óseo cortical o compacto. Sin embargo éstos últimos pueden ser
aplicados en tejido trabecular también.
TORNILLO DE CORTICAL
Su función más importante es el de ejercer compresión estática. Existen dos diseños básicos. El
de rosca continua y el tornillo de vástago. Éste último con rosca en el extremo de la punta y
ausencia de paso de rosca en la porción cercana a la cabeza.
El tornillo de vástago deberá ser utilizado para ejercer compresión a nivel del trazo de fractura
exclusivamente. No es recomendado para fijar placas a la diáfisis.
TORNILLO DE ESPONJOSA
El tornillo de 6.5 mm de diámetro tiene tres distintos diseños en relación con la longitud del
segmento de rosca:
1) 16 mm
2) 32 mm
3) Rosca continua
Está fabricado en acero o titanio.
Así como las características de fabricación de cada tornillo tienen que poseer exactitud
milimétrica, los instrumentos con los que se han de aplicar estos implantes, debe tener las
mismas características.
Con base en el análisis de los resultados en la experimentación con los tornillos para hueso, se
concluye que uno de los factores en el éxito de la Osteosíntesis es la técnica de aplicación. La
respuesta biológica a la agresión con las brocas y la necrosis por contacto del metal y el hueso,
pueden ocasionar una pérdida en la fijación de los implantes. De esta manera se garantizaría la
pérdida de la estabilidad y se correría el riesgo de producir un retardo en la consolidación o una
pseudoartrosis.
4) Avellanado.
BIBLIOGRAFÍA:
INTRODUCCIÓN :
El principio del tirante fue introducido por Pauwels y aplicado como principio de tratamiento
en cirugía ósea. Cualquier hueso sometido a una carga excéntrica es solicitado en flexión. La
típica distribución en fuerzas externas de tracción e internas de compresión, ocasionan la
distracción de la línea de fractura sobre el lado de tensión, con la consiguiente angulación
externa del hueso. Si estas fuerzas de tensión son absorbidas por un tirante y las fuerzas de
compresión internas son soportadas por el hueso, se restablece la capacidad de carga del hueso.
Entonces la compresión axial interfragmentaria se realizará durante las solicitaciones de carga.
DEFINICIÓN.
OBJETIVO:
Cuando la resistencia del material del material de la columna no es suficiente para soportar el
peso que se aplica se indicara un tirante. El efecto obtenido es la transformación de las
solicitaciones en flexión en compresión axial. La compresión axial será directamente
proporcional a las solicitaciones en flexión. De tal manera que a mayor flexión, mayor
compresión axial.
INDICACIONES :
Cuando no exista contacto óseo, el principio del tirante no es aplicable, ya que las solicitaciones
de carga y de flexión alternantes producirán una rotura por fatiga del implante.
En osteosíntesis el principio del tirante se aplican en los huesos fracturados que se comportan
como columnas curvas. En el esqueleto humano todos los huesos tienen ese comportamiento
con excepción de la tibia que en condiciones normales es una columna recta.
IMPLANTES:
1. CERCLAJE DE ALAMBRE
2. ALAMBRE MAS CLAVILLOS
3. PLACAS
4. FIJADOR EXTERNO.
1.- CERCLAJE CON ALAMBRE.: El cerclaje de alambre ejerce una compresión dinámica y
esta indicado siempre que pueda absorber todas las fuerzas de tensión que actúan a nivel de la
fractura y cuando sea capaz de neutralizar las fuerzas de flexión y cizallamiento, por el hecho
de aumentar por si solo o con ayuda de agujas adicionales, la fricción interfragmentaria.
3.- PLACAS.: La placa absorbe todas as fuerzas de tensión. Se utilizará en trazos transversos,
en huesos curvos. Siempre que las palcas se utilicen como tirante deberán ser amoldadas,
pretensadas y tensadas para establecer respectivamente un contacto intimo a nivel del trazo de
fractura en la cortical opuesta al sitio en que se aplico la placa y por debajo de ésta.
Se requiere un mínimo de corticales a cada lado del trazo de fractura para garantizar su correcta
sujeción. Se consideran suficientes corticales para:
Húmero 6 corticales
Fémur 8 corticales.
En el húmero y y fémur se utilizan placas anchas y en los huesos del antebrazo se utilizarán
placas para tornillos 3.5 mm
BIBLIOGRAFÍA.:
Müller M.E., Allgöwer M., Schneider R., Willenegger H.. Manual de Osteosíntesis, tecnicas
recomendadas por el grupo de la AO. 3ª. Edición, Edit. Springer-verlag ibérica. Barcelona
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New York. 2000.
Browner B.D., Must J., Mendes M., Principles of internal fixation. In Skeletal Trauma. 1992,
edit. W.B. Saunders. USA, Vol 1, pp 248-253.
Munuera L. Fracturas, tratamiento y complicaciones. En Traumatología y Cirugía Ortoedica.
1996, 1ª edición. Edit. Interamericana – McGraw-Hill. Pp. 68-85.
Se define como aquel principio mediante el cual se hace estable o se complementa una fijación
interna inestable y su objetivo es el de proteger dicha Osteosíntesis inestable por lo que siempre
debe emplearse en combinación con otro de los principios biomecánicos.
Entre los implantes que se pueden utilizar para el Principio de la Protección están las placas, los
fijadores externos, los fijadores internos y los clavos bloqueados.
Si tenemos una fractura diafisaria fijada con tornillos de compresión, es inestable, por lo que se
puede proteger con una placa (placa de protección), los tornillos de compresión pueden ser
colocados a través de la placa, siendo una combinación de compresión estática con tornillos y
protección, se puede usar en fracturas oblicuas, o con un fragmento en cuña. La placa de
protección cada vez se emplea menos ante el advenimiento de los clavos bloqueados con
pernos, sin embargo, si se elige colocarse en una fractura de tibia, la placa deberá colocarse en
la superficie ventro medial y lo más dorsal posible, especialmente en fracturas del tercio distal.
Las placas que se deben de utilizar son: placa ancha en fémur y en húmero; placa angosta en
tibia; en antebrazo placas para tornillos 3.5. En el húmero fracturado se obtienen excelentes
resultados con tratamientos conservadores, es una cirugía difícil y con posibilidades de dañar el
nervio radial, sin embargo, cuando se requiere colocar una placa, debe ser ancha para evitar una
fractura longitudinal si los tornillos están alineados; en los casos de húmeros angostos se podrá
colocar una placa angosta pero es importante dirigir los orificios para los tornillos hacia la
izquierda y derecha alternadamente evitando así caer en una misma línea.
El número de corticales por fragmento fracturado para poder cumplir con el principio de la
protección mediante placas es: 7 corticales para el fémur; 5 para la tibia; 6 para el húmero; 7
para el cubito y radio (placas de 3.5 no menores de 8 orificios). El número de corticales se
consideran sólo los orificios con rosca labrada, no en orificios de deslizamiento.
Los clavos bloqueados con pernos permiten el principio de la férula intramedular con el de
Protección en los casos de fracturas con soporte óseo, es decir, fracturas oblicuas cortas,
transversales.
BIBLIOGRAFÍA.
OBJETIVO: Mantener la distancia entre fragmentos cuando no existe soporte óseo, evitar
acortamientos.
Soporte Óseo – Definición: Es el hueso capaz de llevar sobre sí una carga sin sufrir
acortamiento, ya sea por el tipo de trazo o que soporte carga gracias a la aplicación de un
implante, es decir que si tenemos un trazo inestable, el cual se estabiliza mediante osteosíntesis
y las cargas se transmiten de fragmento óseo a fragmento óseo, existe soporte óseo. Cuando la
carga se transmite de fragmento óseo a implante y éste a su vez la transmite a otro fragmento
óseo, entonces no hay soporte óseo.
(en azul)
El implante funciona al igual que una ménsula o como lo hace una cariátide, la cual es una
columna en forma humana, al soportar una estructura, realizando prácticamente toda la carga.
Indicaciones
Las indicaciones para utilizar el principio biomecánico del Sostén son: trazos múltiples, en
escoplo (verticales con respecto a la dirección de las cargas) o con hundimiento en cualquier
segmento, de cualquier hueso.
Implantes
Prácticamente todos los implantes pueden funcionar bajo el principio biomecánico del sostén,
siempre y cuando se seleccionen de manera apropiada.
Las placas de sostén sólo deben amoldarse. Si se tensan o se predoblan (prentensan), entonces
no cumplen con su objetivo de mantener una distancia, la modifican.
BIBLIOGRAFÍA
El bloqueo mediante pernos es obligatorio en los clavos con fresado mínimo o sin fresado.
Secuencia de bloqueo: debe bloquearse distal primero, verificar rotaciones y longitud de la
extremidad y una vez corregidas, bloquearse proximal, en fracturas localizadas en las metáfisis
es posible aumentar la estabilidad de un enclavado mediante el empleo de unPoller screw, el
cual crea una cortical interna metálica artificial, evitando la angulación de la metáfisis, al
chocar el clavo contra el perno intramedular. Los métodos para verificar las rotaciones son la
del cable del electro coagulador, el trocánter menor y la anchura de las corticales en el fémur,
además de la apariencia clínica de la extremidad.
La dinamización de los clavos es rara en fracturas del fémur pero más frecuentemente necesaria
en fracturas de la tibia.
Actualmente se tiende a utilizar menos la Radiología para poder bloquear los pernos distales de
los clavos, gracias al uso de aditamentos especiales que sirven como guías (DAD).
A pesar de los nuevos diseños de los clavos, siguen siendo válidas las contraindicaciones para
los enclavados intramedulares, éstas incluyen:
1. Infección del sitio de entrada o con infección del canal medular (Schanz infectados)
2. Fracturas femorales en politraumatizados con trauma pulmonar grave, EPOC, Diabetes,
edad avanzada, inmunosupresión o reanimación vigorosa de un estado de choque
3. Fracturas metafisarias donde el bloqueo pueda resultar insuficiente para controlar el
alineamiento de los fragmentos.
Actualmente el enclavado debe realizarse:
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Pape Hc, Krettek C. Fatal pulmonary embolization after reaming of the femoral medullary
cavity in sclerosing osteomyelitis: a case report. J. Orthop Trauma, 10(6):429-432, 1996
15. INTRODUCCION A LA CLASIFICACION AO DE LAS FRACTURAS
Siempre que se necesita tomar decisiones sobre como tratar una fractura, es fundamental que se
utilice un padrón de lenguaje que sea comprendido por todos. Por esa razón es sumamente
importante la existencia de una clasificación.
Para ser aplicable debe identificar con precisión la lesión, orientar el tratamiento, y permitir
evaluar los resultados; además permite suponer la gravedad de la fractura y sus características
biológicas y mecánicas.
Para finalizar la clasificación debe ser adaptable, o sea permitir incluir nuevas posibilidades de
tipos o subtipos indefinidamente. Eso es posible si se utiliza un sistema alfanumerico.
La clasificación AO se compone de dos números (N1N2) seguidos por una letra y un número
(LN3), y complementada por una o dos letras (N4 y n5).
Así, genericamente podemos clasificar una Fx de la siguiente manera:
N1N2-LN3.N4(n5)
Una fractura no articular según la Clasificación AO puede ser simple – tipo A, (trazo único) o
multifragmentada (trazos múltiples). Las multifragmentadas pueden tener una cuña – tipo B (de
torción, de flexión o fragmentada) o ser complexa – tipo C con multiples fragmentos. Se evita
utilizar el término conminución.
El conjunto –LN3 – caracteriza el grupo de la fractura y el tipo. El grupo –L– (A, B o C) nos
muestra la severidad de la lesión. El tipo –N3– (1, 2 o 3) nos indica el mecanismo de la
fractura. N4– y –n5– detallan la caracteristicas de la lesión y la particularización , siendo
especialmente útiles para rescatar vía computadora.
Las Fracturas tipo A tienen trazo simple. A1 son Fxs por torción; A2 oblicuas (ángulo mayor de
30 grados) y A3 transversales (ángulo menor que 30 grados).
Las Fracturas multifragmentarias con cuña puden ser: B1 –cuña de torción, B2 – cuña de
flexión y B3 cuña fragmentada.
Como ejemplo se pude traducir 32-B1.2 como una fractura del fémur (3), en la diafisis(2), con
cuña de torción (B1) en el tercio medio (.2).
La clasificación sigue los mismos principios generales al considerar las fracturas metafisiarias y
las articulares (en los segmentos 1y 3). Tenemos los tres grupos (A, B y C). Las fracturass tipo
A son extraarticulares (metafisiarias puras); A1 con trazo simple,A2 cuña metafisiaria
y A3 metafisiaria compleja. Las fracturas tipo B son articulares parciales, o sea, por lo menos
una parte de la cara articular presenta continuidad con la diafisis. B1 Fx simple poco
severa, B2 Fx con hundimiento y B3 son las Fxs en el plan frontal. Por ultimo las
fracturas tipo C son articulares totales, lo que indica que no hay ningún fragmento articular
unido a la diafisis. Las C1 muestran trazo articular y metafisiario simple. Las C2 – trazo
articular simple y metafisiario complexo, y en las C3ambos los trazos son complejos. Como
ejemplo 33-C2 es una fractura del fémur (3) distal (3) articular total (C) con trazo articular
simple y metafisiario complexo.
Literatura
– Incapacidad para reducir o mantener reducida una fractura por métodos conservadores
BIBLIOGRAFÍA.
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tibia. Clin. Orthop. (339):58-64, 1997
Sin embargo con el uso de técnicas de tratamiento y estandarización de implantes, poco a poco
se han obtenido avances positivos en el tratamiento quirúrgico de estas lesiones.
Estos análisis demostraron que el resultado de la patogenia de estas fracturas está dado por dos
aspectos:
Los antecedentes patológicos, la edad, los padecimientos concomitantes, son factores que
influyen en la decisión del tratamiento de estas fracturas.
Además de la historia del evento traumático que ha producido la lesión, deberá el cirujano
evaluar la lesión con estudios radiográficos que cuenten con, por lo menos, proyecciones
simples en antero posterior y lateral. Los estudios complementarios serán proyecciones
oblicuas y cuando sea posible estudios tomográficos o de resonancia magnética nuclear. La
reconstrucción tridimensional será un apoyo invaluable para la planificación preoperatoria del
tratamiento quirúrgico de estas lesiones.
Las fracturas articulares tienen un comportamiento distinto a las que se presentan en las diáfisis
de los huesos largos. La presencia de los elementos vasculares, ligamentarios y estabilizadores
pasivos, demandan una acuciosidad en el estudio de la lesión y la planificación del tratamiento.
1. Identificar. La lesión
2. Clasificar. Para establecer la complejidad, el tratamiento y el pronóstico
3. Planificar. El tratamiento
4. Momento de la cirugía. Cuándo está indicado proceder?
5. Acceso quirúrgico. El más conveniente en relación al pronóstico.
6. Estado de la superficie articular. Necesita injertos?
7. Reconstrucción metafisaria. Necesita injertos?
8. Reconstrucción de partes blandas. Reconstrucción ad integrum.
Uno de los factores más importantes es evitar el que prevalezca una reducción inadecuada y
evitar las consolidaciones viciosas.
BIBLIOGRAFÍA:
ANTECEDENTES.
Las fracturas del fémur, son un evento catastrófico, en la mayoría de los casos provocado por
traumatismos de alta energía ( accidentes automovilísticos, atropello, caída de altura o por
proyectil de arma de fuego), pudiendo secuestrar de 600 a 1,800 ml. de sangre y de un 15 a 20
% de estas ocurren en el paciente politraumatizado , poniendo en riesgo la vida en corto tiempo
si no se brinda el tratamiento inicial adecuado en Centros Traumatológicos Especializados.
Las complicaciones inmediatas directamente asociadas a una fractura de fémur , son pérdida
sanguínea, pérdida de la función para la deambulación, deterioro de la función respiratoria, (
embolismo graso, síndrome de insuficiencia respiratoria progresiva del adulto y choque
hipovolémico) . Así como complicaciones directamente relacionadas al tipo de estabilización
como es infección, retardo de la consolidación, no unión , rigideces articulares y pérdida de la
estabilización.
Las fracturas de fémur hasta antes de 1939 eran tratadas por métodos conservadores. A finales
del siglo XVIII el tratamiento más preconizado fue mediante la tracción preconizada en Gran
Bretaña por Houg Owen Thomas y a principios de este Siglo , Esteinmann y Kirschner
efectuaban la tracción de Thomas adicionando clavos trans-óseos.
En la actualidad es un hecho indiscutible que toda fractura diafisária del fémur requiere de
estabilización , interna o externa, ya que el tratamiento conservador a demostrado ser
ineficaz, causando ángulaciones, acortamiento y rotaciones, por la incapacidad de contrarrestar
las grandes fuerzas musculares por medio de molde enyesado o tracciones esqueléticas
,además de largos periodos de hospitalización provocando complicaciones
respiratorias ocasionadas por periodos prolongados de inmovilización en la cama en posición
de crucifixión en decúbito horizontal.
Con el desarrollo tecnológico aunado a la violencia , cada día son más frecuentes las fracturas
complejas de la diáfisis femoral y éstas en pacientes polifracturados o politraumatizados que
de acuerdo a múltiples estudios retrospectivos la estabilización inmediata de estas fracturas
conlleva grandes beneficios como son: movilización temprana del paciente, disminución de las
úlceras por decúbito, trombosis venosa profunda, movilización adecuada por enfermería,
menores dosis de analgésicos y lo más importante, la disminución de las complicaciones
respiratorias como son el Síndrome de Embolia Grasa y el de Insuficiencia Respiratoria
progresiva del Adulto.
Riska y Myllynen 1982 encontró una reducción del embolismo graso del 22% al 1.4 % cuando
se efectuó la estabilización temprana.
Johnson en 1985 en un estudio de 132 pacientes con edad y I.S.S . similar a los que se les
efectuó estabilización en las primeras 24 hrs., se presentó el Síndrome de disestres respiratorio
del adulto en el 7% y el 39% en paciente estabilizados en forma diferida. Cuando los paciente
fueron subdivididos con I.S.S. mayor de 40 con estabilización tardía, hubo un incremento
significativo en la incidencia de SIRPA a 75%, contra el 17% en los estabilizados
tempranamente. Concluyendo: La estabilización retardada del fémur en el politraumatizado
aumenta la incidencia del
SIRPA 2.- Entre más severa sea la lesión más importe es la estabilización temprana.
ESTABILIZACION SI ESTABILIZACION
NO. TOTAL
Nº PACIENTES. 83 49 132
EDAD
PROMEDIO. 30.7 30.6 30.6
S.I.R.P.A. 6 19 25
INFECCION SISTEMICA. 4 12 16
OSTEOMIELITIS. 17 4 21
MORTALIDAD. 2 6 8
PROMEDIO DIAS
UCI. 4.9 11.1 7.2
DIAS P. DE
INTUBACION. 4.9 11.1 6.8
DIAS PROM.
HOSPITAL. 31.6 38.3 34.1
Bone 1989 en un estudio con pacientes estabilizados en forma temprana menos de 24 hrs., otro
con estabilización tardía más de 24 hrs., desarrollando S.I.R.P.A. EL 2.2.% el primer grupo
contra 37.8% en el segundo grupo, mostrando claramente los beneficios de la estabilización
temprana.
Contrariamente , hay varios reportes que concluyen que la estabilización precoz de estas
fracturas mediante el enclavado intramedular con o sin fresado favorece la presentación de
estas complicaciones pulmonares.
G. Küntscher( 1967 ) mencionaba que había que diferir el enclavado femoral de 5 a 7 días para
evitar complicaciones pulmonares, causadas por el aumento de la presión intramedular durante
el fresado.
Wenda ; Runkel (1993 ) efectuaron un estudio sobre embolismo de medular ósea durante el
enclavado medular, encontrando un considerable aumento de la presión intramedular hasta de
1510 mm Hg. y el paso de médula ósea a la circulación, émbolos de 1 a 4 cm. Por lo que
recomiendan que en ausencia de co-factores ( déficit circulatorio, choque, trauma torácico y
enfermedad pulmonar restrictiva ) el enclavado medular precoz debe ser considerado como
tratamiento inicial, no así cuando existen los co-factores , debiendo efectuar estabilización
mediante osteosíntesis biológica ( placa puente ) o fijadores externos.
W. Strecker (1990 ) en un estudio sobre las complicaciones presentadas con el fresado y no
fresado en fracturas de tibia, encontrando que existe un aumento
importante de Prostaglandinas PGF2 alfa y Tromboxano B2, que provocan efectos nocivos
en los pulmonares, como bronco constricción , hipertensión pulmonar y
agregación plaquetaria, probablemente responsables en el desarrollo de alteraciones
pulmonares, recomendando el no enclavado intramedular en pacientes con trauma grave
asociado a trauma pulmonar, debiendo efectuar la estabilización precoz con fijadores externos.
Stürmer en 1985 han demostrado que en los pacientes con trauma pulmonar y que se les efectúa
enclavado intramedular con fresado presentan alteraciones pulmonares 3 veces más que a los
pacientes que se les estabiliza con placas o fijadores externos.
Stürmer (1990 ) en estudios sobre la presión intramedular durante el fresado , con cifra
promedio de 1,300 mmHg. causante de la liberación de productos de degradación de los
macrófagos los cuales tienen un papel fundamental en el desarrollo del S.I.R.P.A. por lo que
recomienda igualmente que el paciente con fractura de fémur asociado a choque y/o trauma
pulmonar sea estabilizado precozmente con fijadores externos o placas.
1.- El enclavado intramedular con fresado en pacientes con trauma torácico representa
un peligro potencial para el deterioro pulmonar y desarrollo del S.I.R.P.A.
2.- Para la presentación del S.R.P.A. además de las causas mecánicas , se inicia una
cascada junto con liberación de mediadores químicos causantes del síndrome.
3.- Las técnicas de enclavado medular que no requieren del fresado medular van asociados a
una menor embolización del contenido medular, menor liberación de mediadores y menor
daño pulmonar, por lo que si se quiere seguir contando con las ventajas del enclavado
medular y estabilización temprana , el enclavado sin fresado es el tratamiento indicado.
Existen otros estudios como los de Ruinelander, Müller han podido comprobar los hallazgos de
Strümer por lo que, en términos generales, podemos hacer las siguientes recomendaciones:
METODOS DE OSTEOSINTESIS. RECOMENDACIONES:
1.- Poli trauma asociado a contusión pulmonar, o choque, se debe estabilizar con fijadores
externos unilaterales uniplanares , que pueden ser cambiado a osteosíntesis interna una vez que
el paciente se encuentre estable, a enclavado intramedular en cerrojo sin fresado de la cavidad,
o en forma definitiva inicial mediante “osteosíntesis biológica.
3.- Pacientes con fractura diafisária femoral aislada, enclavado medular con o sin fresado de
la cavidad o con “osteosíntesis biológica” .
Conclusiones:
1.- Todo paciente con fractura de la diáfisis femoral , esta debe ser estabilizada en las primeras
24 Hrs. de evolución y más si se trata de un politraumatizado con contusión pulmonar o
choque, teniendo como primera elección los fijadores externos y como segunda el enclavado
intramedular sin fresado y no efectuar fresado por el aumento significativo en la incidencia de
complicaciones respiratorias.
3. En el paciente que presente una fractura de fémur aislada debe ser estabilizado en las
primeras 24 Hrs. Mediante enclavado cerrado sin fresado y cuando no es posible por los
recursos tecnológicos mediante placa puente , enclavado intramedular en cerrojo con fresado o
con placa en forma tradicional “osteosíntesis mecánica “.
4.- Quedando aún amplias dudas sobre los factores desencadenantes de la Falla Pulmonar que
presentan los paciente con fractura aislada del fémur o el politraumatizado grave sobre la
estiopatogenia de la falla pulmonar , quedando un amplio terreno a la investigación…
Las fracturas del segmento diafisario del fémur tienen una incidencia del 14.56% (Orozco) del
total de las ocurridas en el esqueleto.
Incluye, sin lugar a dudas a las fracturas comúnmente denominadas como subtrocantéricas,
considerándose de especial gravedad en su presentación aislada o como parte de un poli-
trauma. La incidencia creciente de lesiones de alta energía ha estimulado la búsqueda de
procedimientos quirúrgicos de urgencia que permitan la inmovilización y estabilización
temprana de éstas fracturas, dejando en un segundo plano la reducción anatómica de los ejes de
carga de dicho segmento.
Las fracturas subtrocantéricas son lesiones poco frecuentes ya que tienen una incidencia baja
comparada con otras fracturas de la cadera, que varía del 8 al 20 % (Steinberg), resultan
difíciles de tratar y requieren de excepcional habilidad y paciencia de parte del cirujano
(Tronzo) para efectuar la reducción y fijación estable.
Cabe mencionar que en dicho segmento la deformidad en valgo es mejor tolerada que la
deformidad en varo y que la rotación externa resulta mejor tolerada que la rotación interna.
Estas deformidades pueden convertir una lesión diafisaria en una complicación articular, ya que
modifica la distribución de cargas de la extremidad y condiciona una alteración degenerativa
diversa tanto en la cadera como en la rodilla.
De tal forma que la reducción de estas fracturas no se efectúa de manera convencional; ya que,
equivocadamente se acostumbra realizarla como si se tratara de una fractura típica de cadera lo
que provoca un desplazamiento medial de la diáfisis, siendo necesario efectuar una reducción
con el miembro en adducción, efectuar una maniobra de descenso de la diáfisis proximal y
ascenso del segmento distal para reducir en los casos de multi-fragmentación mediante
ligamento-taxis y así alinear los ejes convencionales del fémur favoreciendo la utilización de
técnicas quirúrgicas de mínima invasión que evitan la evacuación del hematoma fracturario y
promueven una consolidación primaria.
Selección del implante: la selección del implante depende de múltiples factores que van desde
el tipo y severidad de la fractura hasta las condiciones generales de salud en el paciente. A
continuación se enumeran algunos de ellos de especial importancia.
Las placas anguladas de 95° y 130° se utilizan con frecuencia y se prefiere que sean de gran
longitud para efectuar una fijación distal para no remover el hematoma, teniendo como
inconveniente en los casos de pérdida ósea medial la fractura temprana del implante en la unión
de la hoja con la placa.
Los sistemas de tornillo deslizante como el DHS y DCS son preferidos por la superioridad de
su fortaleza en la unión del barril con la placa que resulta ser 6 veces mayor a la de las placas
anguladas, de igual forma, se prefieren implantes largos para fijación distal, siendo el
inconveniente en casos de osteopenia y de fijación distal insuficiente el desanclaje de los
tornillos de la placa.
Los implantes intra-medulares como el PFN (clavo proximal de fémur) han otorgado un avance
en las técnicas de mínima invasión; su utilización no demuestra una ventaja superior comparada
con el DCS y DHS a pesar de que biomecánicamente acerca los ejes de carga del implante a los
de la extremidad. Existen dos variedades de PFN el estándar y el largo, este último no se
encuentra disponible en forma comercial actualmente.
El sistema de UFN resulta ser un implante con gran versatilidad para trazos que se irradian
hacia la diáfisis media utilizando los sistemas de anclaje proximal antetrógrado o con hoja
espiral. A resuelto el manejo de aquellas lesiones que no son susceptibles de tratamiento con un
clavo PFN por ser lesiones que se encuentran por debajo del dispositivo de bloqueo distal.
Conclusiones: Las fracturas subtrocantéricas resultaban difícil de clasificar y por muchos años
se consideró que eran una variante de las fracturas de cadera y por tal motivo el tratamiento
resultaba erróneo y de difícil resolución. Actualmente y gracias a la fundación para el estudio
de la osteosíntesis “AO” se integran dentro del grupo de lesiones diafisarias del fémur
correspondientes al tercio proximal; lo cual a cambiado el pronóstico y el enfoque del
tratamiento, por lo que la evolución y desarrollo de técnicas quirúrgicas atraumáticas y de
mínima invasión han florecido para promover la curación en un solo tiempo.
Se considera que el implante ideal para el tratamiento de estas lesiones debe ser un sistema
rígido y resistente que permita una fijación estable y suficiente para rehabilitar tempranamente
el segmento lesionado.
Estas fracturas son susceptibles al tratamiento con diversos implantes como lo son las placas y
los clavos intramedulares; las primeras no requieren del uso de sistemas avanzados de
tecnología como los segundos, siempre y cuando se cumpla con el principio biomecánico
adecuado a cada lesión.
No existe indicación alguna para realizar aporte óseo en forma inicial, a menos que la
evolución culmine en un retardo de la consolidación y/o una pseudoartrosis, para lo cual será
conveniente además, realizar un análisis también de la estabilidad de la fijación y de el
principio biomecánico que esta cumpliendo el implante.
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Las fracturas de la tibia son frecuentes y a causa del progreso automotriz cada vez mas severas.
Por ser un hueso subcutáneo la tibia esta sujeta a los traumatismos y con alguna frecuencia la
consecuencia son fracturas, por veces abiertas.
Esta situación particular de la tibia hace que las condiciones de las partes blandas sean el factor
mas importante y determinante de la evaluación preoperatoria, de la orientación del tratamiento
y del pronostico funcional. En otras palabras la selección del tratamiento, del implante y del
momento del tratamiento son determinados en gran parte por el estado de las partes blandas.
Es también importante un examen completo clinico general y local, con especial atención a la
situación neuro-vascular. El diagnostico se finaliza con los examenes de imagen, siendo los
Rayos-X usualmente suficientes.
Las fracturas tipo A (trazos simple) tienen 3 tipos: A1 (espirales), A2 oblícuas largas (>30
grados) y A3 transversales (<30grados). Las fracturas multifragmentadas pueden ser de dos
tipos – B o C – (tipo B – con cuña- y tipo C – complejas). Las B1 presentan cuña de torción,
las B2 cuña de flexión y las B3 cuña fracturada. Las tipo C1 presentan multiples cuñas, las C2
son las fracturas segmentarias o dobles, y las C3 son las mas severas y por lo tanto complejas.
Tratamiento
C) Fijador Externo: indicado en las fracturas tipos IIIb y IIIc de Gustilo y siempre que haya
malas condiciones de partes blandas. Se aplica el Fijador Externo en politraumas afín de
acelerar el procedimiento quirúrgico. Disponemos de tres sistemas fundamentales de Fijador
Externo: el sistema tubular modular (tubo-tubo), el sistema híbrido (circular / tubular) y el
pinless. Los dos objetivos principales del uso del Fijador Externo son: ofrecer suficiente
estabilidad para solución de los conflictos de partes blandas y permitir libre acceso a la lesión
para curaciones y otros procedimientos. La mejor estabilidad se consigue con: pines lo mas
apartado entre si, mayor numero de pines, menor distancia tubo-hueso, segundo tubo y montaje
en “V”. Gran atención debe volverse a los trayectos de los pines y no permitir que la piel quede
bajo tensión. Observar y evitar que el pié se ponga en equino. Cuando se decide tratar hasta la
consolidación con Fijador Externo muchas veces es necesario dinamizarlo. Pero en la mayoría
de los casos cerca de la segunda o tercera semana se cambia el tratamiento: aparato de yeso u
osteosíntesis interna. Las complicaciones mas frecuentes y comunes con el uso del Fijador
Externo son el “pin track infection” y el retraso de la consolidación.
BIBLIOGRAFIA.
INTRODUCCIÓN
El húmero es un hueso curvo, ya que su eje anatómico no coincide con el mecánico, por lo
tanto, cuenta con una superficie de tensión (convexa) y otra de flexión (cóncava). Soporta carga
de manera constante por la acción muscular y al apoyar la extremidad en alguna superficie.
Presenta corticales muy angostas en proporción a su diámetro y se encuentra entre la
articulación más móvil del organismo, la glenohumeral y la del codo.
El 80% de las fracturas diafisarias del húmero se tratan conservadoramente de manera exitosa.
Absolutas Relativas
ExposiciónLesión vascular o nerviosaFracturas Trazos transversosDiáfisis distalFracturas
ipsilaterales y múltiples costales ipsilaterales
Lesiones o condiciones que requieran estancias Mala consolidación (viciosa)
prolongadas en cama
Tumores óseos
Pseudoartrosis.
TRATAMIENTO QUIRUGICO
VENTAJAS DESVENTAJAS
Movilización precoz
Mayor comodidad
Menor tiempo de recuperación Lesiones del nervio radial
Menos doloroso Dificultad en acceso quirúrgico
Mejor alineación Infección
Exploración de nervio radial Compromiso en circulación ósea
Exploración vascular Grosor de corticales
CLASIFICACION
Planificación Preoperatoria
Al ser un hueso curvo, el método que se debe utilizar es el de Calco en el Lado Sano, técnica
que se describe en el capítulo específico, debe llegarse a un diagnóstico adecuado mediante las
proyecciones radiográficas necesarias en AP y lateral o transtorácica, auque esta última en
ocasiones no permite una evaluación precisa de los trazos por la sobre posición de imágenes,
siendo necesario solicitar proyecciones alternas como la axial para escápula o en “Y”. Lo más
importante es la selección adecuada del principio biomecánico el cual se debe elegir de acuerdo
al trazo y segmento de la fractura.
La placa que generalmente debe utilizarse en el húmero es la placa ancha, debido a que éste
presenta corticales angostas y la disposición en zig – zag, evita que se provoque una fractura
longitudinal al alinear tornillos. Cuando no es posible utilizar una placa ancha por el diámetro
pequeño del hueso, se puede utilizar una placa angosta pero dirigiendo la broca para
perforación en sentidos lateral y medial alternada para evitar la fractura mencionada.
El fijador externo puede funcionar como complemento de una osteosíntesis inestable, bajo el
principio biomecánico de la protección y también como sostén cuando no existe soporte óseo.
En fracturas del tercio proximal, pueden utilizarse placas especiales como la placa en “T” para
tibia medial, con el inconveniente de que puede lesionarse la circulación de la cabeza humeral.
También se utiliza la placa de Weber como el ejemplo de la presentación.
Accesos Quirúrgicos
El acceso dorsal es el que se utiliza por excelencia, con el inconveniente del trayecto del nervio
radial. También se puede utilizar el acceso lateral o de Henrry es el más sencillo de todos pero
la placa no puede colocarse en la superficie dorsal. El deltopectoral es útil para fracturas muy
proximales y los accesos especiales como los utilizados en la mínima invasión deben
considerarse ampliamente.
Complicaciones
La lesión del nervio radial ocurre ene 10 al 15% de los pacientes, siendo recuperable en el 80%
de los casos. La infección se presenta en menos del 3%. Aunque la mala consolidación puede
ser una complicación frecuente, sobre todo del tratamiento conservador, la gran movilidad de la
articulación del hombro compensa tanto las mal rotaciones como angulaciones y
desplazamientos. El acortamiento no representa gran repercusión funcional por lo general.
BIBLIOGRAFÍA
Las fracturas del antebrazo, dentro las fracturas diafisarias presentan una característica muy
especial. Aunque las fracturas de los huesos del antebrazo sean diafisarias, deben ser
consideradas como articulares, desde el punto de vista de la necesidad de una reducción
anatómica. Detallando mejor lo dicho arriba, el antebrazo suele ser considerado como si fuera
una articulación, ya que realiza movimientos de rotación – la pronosupinación. Así las fracturas
del antebrazo son las únicas fracturas diafisarias de los huesos largos que se tratan con
reducción anatómica. Es de fundamental importancia la restauración de las curvaturas del radio,
la rotación del radio y cubito y la perfecta reducción y restauración de las articulaciones radio
cubitales proximal y distal para que se recupere la función del antebrazo permitiendo que la
mano pueda alcanzar cualquier región del espacio. Esta libre colocación de la mano en el
espacio es uno de los hechos responsables por el desarrollo de los primates hasta los humanos.
Por lo tanto la mayoría de las fracturas diafisarias de uno o de ambos huesos del antebrazo
merecen tratamiento quirúrgico, con reducción anatómica y osteosíntesis estable.
El objetivo primario del tratamiento de las fracturas del antebrazo es restablecer la longitud, los
ejes y la rotación de ambos los huesos para asegurar la completa pronosupinación. Además es
necesario conseguir una fijación suficientemente estable para permitir la movilización libre del
codo y principalmente de la mano.
Como consecuencia las indicaciones para el tratamiento quirúrgico de las fracturas del
antebrazo son las siguientes: Fracturas de ambos huesos, con desviaciones o inestables,
Fractura aislada de uno de los huesos con desviación rotacional, Fractura de Monteggia (Fx del
cubito con luxación radiocubital proximal) o de Galeazzi (Fx del radio con luxación
radiocubital distal), y fracturas abiertas. Por lo tanto pocas fracturas diafisarias del antebrazo
tienen indicación de tratamiento ortopédico. En verdad solamente las fracturas estables y sin
desviaciones apreciables se tratan sin operación.
El diagnostico es confirmado, después del examen clínico, por las radiografías. Los estudios
radiográficos obligatoriamente incluyen el codo y la muñeca, para evaluar correctamente si hay
luxación. Analizar las radiografías con mucha atención ya que con alguna frecuencia la fractura
del cubito es doble. La TAC o la MRI usualmente no son necesarias. Hecho el diagnostico y
existiendo indicación quirúrgica las fracturas deben ser operadas lo mas rápido posible.
El abordaje para el cubito es fácil y simple. Incisión medial paralela a la diáfisis, (dirección
olécranon-estiloides cubital) entre el extensor ulnar del carpo y el flexor ulnar del carpo. La
placa (implante ideal para antebrazo como veremos adelante) se le coloca dorsal en el cubito.
El abordaje para el radio es mas variable. Se utiliza el abordaje dorsolateral (dirección
epicondilo lateral-estiloides radial) en el espacio entre el extensor corto y el extensor común de
los dedos para las fracturas del tercio medio y proximal. Atención con el ramo superficial
sensitivo del nervio radial que emerge por debajo del braquioradial junto al abductor largo del
pulgar. En las fracturas del tercio proximal y medio hay que tener extrema atención con el
nervio radial (interoseo posterior, que apunta en el supinador a 3 dedos transversos de la cabeza
radial. El abordaje de Henry (palmar, con dirección entre el bíceps y el braquioradial-estiloides
radial) se puede utilizar para las fracturas radiales dístales, pero también se puede utilizarla en
cualquier nivel.
La reducción necesita ser anatómica, pero con cuidado en la manipulación para no agregar
mayor desvitalización local. Fragmentos mayores deben ser reducidos y fijados a uno de los
fragmentos principales. Pequeños fragmentos son retirados y sustituidos por injerto de
esponjosa. El implante ideal para antebrazo es la placa DCP o LC-DCP de 3,5 mm. Como el
radio realiza la rotación y el cubito la flexión, ambos huesos deben ser estabilizados
adecuadamente; por lo tanto son necesarias 6-7 corticales de cada lado de la Fx.
Se fija habitualmente antes la fractura mas simple, con un tornillo de cada lado de la fractura.
Se reduce la otra fractura y se le estabiliza. Algunas veces es necesario aflojar la primera placa.
Cuando hay una fractura transversal y otra oblicua, es prudente fijar antes la transversal, porque
es la más difícil de reducir. Durante toda la operación mantener la atención con relación a la
rotación. En fracturas transversales es recomendable pretensar la placa. En las oblicuas
siempre que posible agregar tornillo de tracción. Terminada la fijación se evalúa la
pronosupinación y se confirma la calidad de la reducción con intensificador de imágenes o con
Rayos-X. Atención con el tamaño de los tornillos. Cuando se utiliza injerto de esponjosa evitar
colocarlo cerca de la membrana interosea.
Fracturas-luxaciones del antebrazo: son las lesiones conocidas como Monteggia (fractura del
cubito y luxación de la cabeza del radio) y Galeazzi (Ffractura del radio y luxacion radiocubital
distal). Es importante tratarlas lo mas temprano posible, porque la reducción es mas facil y las
secuelas serán menores. Las lesiones de Monteggia cuando son tratadas luego del accidente en
general no necesitan abordaje para la cabeza radial que se reduce automaticamente cuando se
reduce el cubito. Si la cabeza radial no se reduce significa de una de dos : el cubito no esta
correctamente reducido, o hay interposición de partes blandas. En este segundo caso, es
necesario abordar la articulación radiohumeral liberar la interposición y reparar las estructuras
lesionadas. Lo mismo se pasa con la luxación en la fractura de Galeazzi; se reduce el radio y la
luxación se corrige. Las lesiones antiguas muchas veces necesitan abordaje y reducción abierta
de la luxación. Siempre que existe una inestabilidad luego de la fijación del radio es prudente y
aconsejable inmovilizar por 3 semanas el antebrazo en supinación. La reconstrucción del
ligamento anular (en el cuello del radio)es dicutible, pero la fijación de la estiloides cubital
muchas veces estabiliza la muñeca y permite uma recuperación funcional más pronta.
Dentro de las complicaciones existentes las más importantes son la infección y la seudoartrosis.
La sinostosis radiocubital es infrecuente pero muy incapacitante. La consolidación viciosa trae
trastornos importantes de la pronosupinación y su corrección es muy dificil. La refractura luego
del retiro de los implantes no es infrecuente; su causa principal es uma mala evaluación de la
consolidación y remodelación.
Para finalizar debemos resaltar que hoy en día en funcción del progreso de la osteosíntesis, la
causa principal de los malos resultados funcionales es mucho mas dependiente de la lesión de
partes blandas que de la lesión osea.
Bibliografia:
CRITERIOS TERAPEUTICOS
Las fracturas del extremo próximal del fémur, se presentan con mayor frecuencia en personas
de edad avanzada, mayores de 60 años, principalmente en mujeres y constituyen en la
actualidad un problema de salud a nivel mundial por el alto costo que requiere su manejo.
Los recursos físicos son también importantes e incluyen cirujano y personal de quirófano
entrenados, mesa ortopédica o mesa radiolucida, amplificador de imágenes, instrumental e
implantes suficientes.
En cuanto a la clasificación AO de las fracturas, las del extremo proximal del fémur se
codifican con el número 31 ya que el numero 3 corresponde al fémur y el 1 al segmento
proximal que tiene tres regiones, Trocanterica codificada como tipo A, cervical codificada
como tipo B y capital codificada como tipo C.
CRITERIO TERAPEUTICO:
El principio biomecánico que se utiliza en las fracturas del extremo proximal del fémur es en
general el del sostén, solo en aquellas fracturas tipo A3.2 sin trazos asociados se puede utilizar
el principio del tirante.
Reducción anatómica, compresión interfragmentaria con tornillos para los fragmentos grandes
y Osteosíntesis con DHS 135 grados, variación de ángulo CCD (valguización), en caso de
reconstrucción insuficiente del soporte medial y/o osteoporosis severa (DHS 140-145-150
grados).
Reducción anatómica y Osteosíntesis con DHS 135 grados, DCS o placa angulada de 95º de
acuerdo al tamaño del fragmento proximal (PLANIFICACION PREOPERATORIA), si es
necesario compresión interfragmentaria con tornillos. También es posible el uso de clavo
proximal de fémur (PFN) sobre todo en fracturas A3.3.
26. FRACTURAS DE CUELLO FEMORAL.:
Son fracturas que comprometen el aporte sanguíneo dela cabeza femoral y tienen riesgo de
necrosis avascular, se presentan a cualquier edad, en personas jóvenes son más frecuentes en el
sexo masculino, producidos por traumatismo de alta energía y en los ancianos son más
frecuentes en el sexo femenino. Su tratamiento es quirúrgico. La decisión de practicar
Osteosíntesis depende de la evaluación de los siguientes factores :
EDAD
SEXO
INDICE DE SINGH
CRITERIO TERAPEUTICO.:
Se lleva a cabo en pacientes ancianos que requieren una movilización precoz y el tipo de
prótesis elegida de acuerdo a los criterios de sustitución protésica ( PROTESIS PARCIAL O
TOTAL, CEMENTADA O NO ).
PLACAS ANGULADAS.:
En los años 50 existían una serie de implantes para el manejo de las facturas del extremo
próximal del fémur que no cumplían con los requisitos para una fijación estable, la mayoría de
ellos articulaban dos componentes lo que producía desanclaje y/o corrosión.
En 1959 la AO desarrolla las placas anguladas que constan de dos partes, una lamina con perfil
en U y una placa recta, unidos en ángulo fijo. Las ventajas del ángulo fijo eran su mayor
resistencia mecánica y resistencia a la corrosión; siendo su principal desventaja la dificultad
técnica para su inserción.
En el fémur próximal la hoja debe insertarse en el centro del cuello femoral, de manera que al
finalizar la introducción la placa permanezca paralela al eje longitudinal de la diáfisis . En el
fémur distal la hoja debe insertarse en el centro de la mitad anterior de los cóndilos femorales,
quedando la placa paralela al eje mayor de la diáfisis. Requiere por lo tanto experiencia en el
cirujano y un conocimiento profundo de la anatomía con un concepto tridimensional.
La indicación de las placas anguladas de 130 grados son las fracturas trocántericas y de las
placas anguladas de 95 grados las fracturas supracondileas femorales y las fracturas
subtrocantericas.
DETALLES DE TECNICA.:
Es importante el uso inicial de un clavillo guía colocado sobre el borde anterior del cuello
femoral que nos va a marcar la orientación en anteversión del cuello femoral y un segundo
clavillo que se introduce en el hueso por arriba del punto de inserción de la placa paralelo al
primer clavillo y con la misma inclinación que tendrá la hoja de la placa.
La biomecánica del extremo proximal esta bien descrita en la actualidad. El análisis teórico de
Culman de más de 120 años de antigüedad o el modelo de Pauwels de 1954 fueron
conformados por diversos investigadores en huesos de cadáver y recientemente gracias a la
telemetría en implantes in situ
Los mayores esfuerzos se dan en el cuello del fémur en la zona del calcar en forma de
compresión lo que produce la gran mineralización de esta zona, mientras que la cortical
superior es más débil al estar sometida a menores esfuerzos de tracción.
La distribución trabecular a nivel del cuello y cabeza femorales y la formación del triángulo de
Ward confirman el análisis de fuerzas a este nivel.
Debido al aspecto biomecánico particular del fémur proximal, el implante ideal para la fijación
de las fracturas en esta región será el que tome en cuenta la relación entre las distintas fuerzas,
así como la orientación y distribución de su trayectoria que produzca deslizamiento en el eje de
carga, que se fije proximal a las trabeculas de compresión y que su aplicación sea sencilla
obteniendo un sistema de carga repartida entre implante y el hueso.
INDICACIONES.:
El tornillo dinámico de cadera (DHS) esta indicado en las fracturas de la región trocanterica
(31A) y en algunos casos de fracturas cervicales (31 B), cuando es posible colocar la rosca del
tornillo proximal al trazo de fractura.
El tornillo dinámico condilar (DCS) esta indicado en fracturas supracondileas con trazo
intercondileo (33 A2-3 y C1-2) y algunas fracturas del extremo proximal del fémur (31 A3)
VENTAJAS DE DISEÑO.:
Estabilidad en rotación del montaje placa-tornillo mediante dos bordes aplanados en el interior
del cilindro que corresponden con el perfil del tornillo.
Rosca del tornillo DHS-DCS con inclinación hacia el vástago lo que facilita la extracción
cuando ésta es necesaria.
BIBLIOGRAFÍA:
Parker J.M., Prior A.G., Hip fracture management. Edit. Blackwell Scientific Publications.
1993,Massachusetts,USA.
Stambough. L.J., Extracapsular hip fractures. In The Hip. Balderston A.R. Rothman H.R., et al.
Edit. Lea & Febiger. 1992 Philadelphia, USA..
Browner D.B., Jupiter J., et al. Skeletal Trauma. Edit. WB Saunders co. 1992, Philadelphia
USA
Steinberg M.E., The Hip and its disorders. Edit. WB Saunders co. 1991, Philadelphia USA.
Las fracturas del extremo distal del fémur se clasifican en tres tipos:
1. Extrarticulares
2. Intrarticulares
3. Extra e intraarticulares
Las fracturas A no involucran la superficie articular y a su vez se clasifican en:
1. Simples
2. Con cuña metafisaria
3. Metafisaria completa
Las fracturas B comprometen la superficie articular. Se subclasifican en tres grupos atendiendo
a la topografía del fragmento articular y al plano del trazo de fractura.
1. Compresión estática.
2. Sostén.
3. Tirante.
Los implantes que se recomiendan para el tratamiento de estas lesiones son:
d) Placas en “T”.
El principio del tirante se utilizará en las fracturas de trazo único, de resultante transversa y en
la zona metafisaria. También en los casos de fractura supra e intercondilea con trazos simples y
en donde las corticales de la metáfisis tienen apoyo “hueso contra hueso”.
El resto de las lesiones se tratará mediante los principios de compresión estática en sentido
radial y el sostén. En este último caso, cuando exista fragmentación de las corticales en el área
metafisaria se recomienda utilizar una placa en la superficie lateral y un fijador externo medial
para evitar desvitalización de fragmentos, evitar el colapso de el pilar metafisario medial y la
angulación secundaria.
Como un factor de capital importancia es el evitar la rotación de los cóndilos femorales por la
acción ejercida de los gastrognemios. Esto evitará el desarrollo precoz de artrosis. El cirujano
valorará siempre las condiciones de la superficie articular. El omitir una valoración de la
superficie articular de la patela y la tibia puede hacer que el cirujano tenga un concepto erróneo
del pronóstico de la lesión y un resultado fatal a pesar de que el tratamiento de la fractura
femoral sea óptimo.
BIBLIOGRAFIA.:
INTRODUCCIÓN:
Los platillos tibiales son las superficies donde se articulan los cóndilos femorales
El platillo medial es más grande de los dos y es cóncavo de adelante a atrás, el platillo lateral es
mas alto y pequeño. Esto debe ser recordado al efectuar procedimientos de fijación interna.
El platillo lateral ayuda al cirujano a identificar al cirujano ambas superficies. La región de las
espinas tibiales no es articular y sirven tanto para separar ambas regiones como para insertar a
los ligamentos cruzados.
La porción más externa de ambos platillos esta cubierta por la presencia de los meniscos, la
consistencia del cóndilo tibial medial es mas fuerte que la lateral de ahí que las fracturas más
frecuentes son las del platillo lateral. Cuando ocurre una fractura de condilo tibial medial, el
accidente libero una gran cantidad de energía, por lo que se les debe asociar con lesiones de
tejidos blandos como el ligamento colateral lateral, vasos poplíteos o nervio peroneo lateral.
MECANISMOS DE LESION:
CLASIFICACIÓN:
El sistema de la clasificación de las fracturas de los huesos largos es aplicado a este tipo de
fracturas.
Esta organizada, de tal manera que va en orden de menor a mayor complejidad, siendo las tipo
A las más sencillas, las B con afectación parcial y las muy severas las tipo C, yendo de la mano
con él pronostico, de acuerdo a la severidad de la lesión.
Siendo las tipo A extrarticulares, las tipo B fracturas articulares parciales y las tipo C fracturas
articulares completas.
TIPO A
TIPO B
TIPO C
PLAN PREOPERATORIO:
Una vez hecho él diagnostico de la fractura, descartando lesiones asociadas y de haber
investigado patologías previas o agregadas, la planificación se deberá efectuar con un calco
preoperatorio, donde se describa el tipo de fractura, los pasos a seguir y la aplicación del
implantes, recordar que se debe seleccionar primero el principio biomecánico al cual se le
someterá a este.
TRATAMIENTO.
El tratamiento es quirúrgico, en las fracturas por ablución se deberá tomar en cuenta que son
sitios de tracción ligamentaria o tendinosa importantes, por lo que la fijación deberá ser los más
estable posible.
En las metafisiarias simples se deberá efectuar osteosíntesis, con compresión radial estática y
placa de protección. Cuando existe fragmentación y no se logra la reducción de los fragmentos,
será necesario el uso de doble placa e injerto óseo. Así como la osteosíntesis del peroné para
dar mayor estabilidad (en la mayoría de los casos esta lesionado)
En las articulares con trazos simples se efectuara reducción anatómica y la aplicación de, con
tornillos de compresión estática radial y algunas veces una placa de protección.
En las articulares totales será necesario, la reducción anatómica, y fijación con una o dos placas
de acuerdo a la integridad de la cortical opuesta, así también la necesidad de dar estabilidad
con osteosíntesis del peroné en caso de que este fracturado. Recordar que la aplicación de
injerto óseo es necesaria.
BIBLIOGRAFÍA:
Schatzker J. Tibial Plateau Fractures. In Skeletal trauma. Browner DB., Jupiter B.J., Levine
M.A., edit. WB Saunders. Pp 1745-1770.
Watson J.T., Tibia proximal. In Rüedi P.T., Mürphy W.M. AO principles of fracture
management.. Edit. Thieme 2000, pp. 497-515.
Müller ME, Allgöwer M., Schneider., Willenegger H. Manual de osteosíntesis. 3ª Edic. Edit.
Springer-Verlag ibérica 1993, pp. 568.
Es la fractura luxación del tobillo, por mecanismo generalmente indirecto que incluye a
ambos maléolos, lateral y medial, considerándose el lateral a todo el peroné o fíbula,
además del maléolo posterior y obviamente la sindesmosis y el ligamento deltoideo (Fig.
1a).
Figura 1
Clasificación AO
Se basa en la de Danis y Weber en la que ocupa el número 44 y A se refiere a fracturas
infrasindesmales, las B transindesmales y las C suprasindesmales, en éstas dos últimas, se
encuentra siempre lesionada la sindesmosis y en las B, sólo están lesionados los ligamentos si
el trazo inicia distalmente por encima de la inserción del ligamento anterior.
Planificación Preoperatoria
Se utiliza el método de calco en el lado sano de acuerdo a la técnica descrita en el capítulo
correspondiente. Parte de la planificación es evaluar el trayecto del nervio peroneo superficial
en el lado sano como se demuestra en la presentación.
· Revisión · Revisión
· Reducción
Limpieza Reducción · Fijación
Reducción Osteosíntesis Fijación
Maléolo Lateral
La reducción debe ser anatómica mediante una correcta disección cuidando el nervio
peroneo. La reducción puede realizarse directa o indirectamente, ésta última mediante la
placa dorsal o antideslizante, la cual ofrece más ventajas por una fijación más estable que
una lateral por el mayor diámetro antero posterior del peroné, por aplicarse en el plano
del desplazamiento de la fractura (antideslizante), por permitir reducción por
interferencia, por no invadir la articulación de la sindesmosis con los tornillos. Debe ser
colocada sobre el vértice de la fractura para evitar desplazamientos, no debe colocarse en
el borde lateral de peroné por provocar varo el peroné al “enrielarlo” en su concavidad.
No provoca lesión o irritación de tendones peroneos.
Sindesmosis
Las líneas de Merle D` Aubigné (descritas por Chaput en 1908) no siempre traducen
lesión ligamentaria, ya que puede encontrarse invertida la relación con ligamentos
íntegros y pede estar cerrada con ligamentos rotos, por lo que debe revisarse bajo visión
directa con una correcta incisión y disección, retirar los tejidos interpuestos y fracturas
osteocondrales, además de evaluar la estabilidad del ligamento dorsal de la sindesmosis, el
cual es el más importante y puede ser reparado aunque con gran dificultad. La manera de
evaluar su estabilidad es una vez fijada la fractura se realizan radiografía en AP con el
tobillo en dorsiflexión, si se abre, entonces debe repararse el ligamento anterior y colocar
tornillo de situación en la posición en que el pie cae en la mesa de operaciones, es decir , la
fijación de la sindesmosis no debe realizarse en dorsiflexión porque se fija el peroné
abierto y rotado lateral, si la sindemosis está estable, no es necesario colocar tornillo de
situación. Si nos enfrentamos a una fractura suprasindesmal, se coloca un tornillo de
situación, se realiza dorsiflexión y si existe inestabilidad rotacional, entonces se coloca el
2º tornillo, si no, no se coloca el 2º. Los tornillos deben colocarse por encima de la
sindesmosis, es decir, no invadir la zona de doble contorno en la proyección AP porque es
articulación y se degenera a largo plazo. En caso de no poder cerrar la sindesmosis puede
ser por utilizar el mismo orificio del peroné cuando ya se falló en la dirección, por
interposición de tejidos, por falta de visión directa al cerrarla, por adelantamiento del
peroné, para lo cual deberá realizarse maniobra de dorsalización y de cierre para
reducirla.
Lado Medial
La incisión ideal es recta y oblicua de dorsal a ventral para lograr una buena
visualización sin lesionar los tejidos y visualizando completamente la “axila medial” . Se el
ligamento medial es el que se encuentra lesionado, sólo es necesario abrir y repararlo en
caso de que éste se interponga y no permita la perfecta reducción del astrágalo. Si no se
repara el ligamento deltoideo y la reducción es adecuada, el pronóstico es tan bueno como
si se abriera y reparara. La fractura del maléolo se reduce visualizando la cortical medial
y la axila y se puede fijar con dos tornillos de manera convencional, transversales al trazo
y la fijación retrógrada o el tirante con clavillos y alambre están indicadas en fracturas
con trazo inverso o con fragmentos muy pequeños.
Maléolo Posterior
BIBLIOGRAFÍA
Las fracturas en el tercio proximal del húmero son frecuentes en los ancianos y habitualmente
por traumatismos de baja intensidad; en el paciente joven estas fracturas se presentan en
eventos de liberación de alta energía como en accidentes automovilísticos o en caídas de altura
considerable.
Las características anatómicas de la región del hombro, hacen que el tercio proximal del
húmero se encuentre lejano del cirujano y rodeado por elementos de especial cuidado.
El diagnóstico deberá realizarse con la historia del accidente, la exploración clínica y estudio
radiográfico simple.
1. AP verdadera de hombro
2. Lateral en proyección axilar.
3. Axial de escápula.
El 80 % de este tipo de lesiones se puede tratar mediante inmovilización y ulteriormente
rehabilitación. Este tratamiento está indicado también en pacientes que por sus condiciones
generales o por alto riesgo anestésico o quirúrgico.
1. Compresión estática.
2. Tirante.
3. Sostén.
4. Protección.
Los implantes recomendados en el tratamiento de estas lesiones son:
1. Placa en “T”.
2. Tornillos de 4.5 y 6.5 mm.
3. Clavos Steinman 2mm.
4. Alambre de acero 1.25 mm.
Con la tendencia actual de realizar procedimientos de baja invasividad, se tiende al tratamiento
de estas lesiones mediante el enclavijamiento de los fragmentos y estabilización con alambre en
la superficie lateral. La movilidad es precoz y la evolución de la fractura, habitualmente es
hacia la consolidación. De esta forma no se altera la vascularidad de tejidos periarticulares.
El reemplazo articular se indicará solamente en casos de mala evolución de la fractura, necrosis
de la cabeza humeral y en pacientes con bajo riesgo anestésico.
BIBLIOGRAFÍA:
Introducción
Las fracturas del húmero distal en la mayor parte de las veces son graves y no fáciles de tratar.
Las extraarticulares altas y las articulares parciales simple son las que permiten alcanzar los
mejores resultados. Las extraarticulares muy dístales, las articulares totales y las complejas
constituyen un desafío al cirujano mismo, el más experto.
Mientras tanto hay factores que interfieren con la decisión del tratamiento y por supuesto del
resultado. Me refiero a los enfermos mayores, aquellos con osteoporosis lo que determina una
mala resistencia ósea a los tornillos. Otro factor que suele perjudicar el resultado es la
fragmentación de la cara articular, con destrucción del cartílago. Hay que considerarse aún las
condiciones de partes blandas y eventuales lesiones neurovasculares.
Clasificación
Las Fxs de húmero distal se clasifican en 3 tipos: 13-A, 13-B y 13-C. 13 es el húmero distal.
Las tipo A son las extrarticulares, las tipo B son articulares parciales y las tipo C las articulares
totales. Cada tipo posee tres sub-tipos de gravedad progresiva: A1,A2 y A3, etc hasta el tipo
C3, el mas severo, que representa las fracturas articulares totales, con multiples fragmentos
articulares y metafisiarios.
El examen clínico local, contemplando partes blandas (edema, ampollas, heridas), función
neurovascular (circulación arterial y venosa, actividad de cada uno de los tres nervios
principales de la región, s. compartimental) y estado clínico general, así como alteraciones
síquicas complementan la primera etapa del diagnóstico.
Planificación
Veamos las etapas fundamentales. La posición del enfermo en la mesa operatoria puede ser
lateral o ventral. Eso se determina basicamente por las condiciones clínicas y presencia de otras
lesiones. Lo importante es permitir un buen abordaje posterior y flexión hasta 120 grados del
codo durante el acto quirúrgico.
El los casos poco frecuentes en que se necesita de aporte de esponjosa no olvidar de prever un
sitio donador. La piel es suturada sin tension bajo drenaje aspirativo. En las fracturas abiertas
no se sutura, el sítio de la lesión inicial. El manejo posoperatorio debe buscar la mobilización
activa y precoz (24 horas). El uso de la CPM es muy práctico, pero no siempre está accesible.
La movilización pasiva es prohibida y el esfuerzo en los periodos iniciales.
Complicaciones
Las complicaciones principales son la infección, por suerte poco frecuentes; otras
complicaciones son conescuencias de síntesis inestables o agresión intempestivo de partes
blandas: dolor crónico, perdida de la reducción, rigidez articular, consolidación viciosa,
seudoartrosis. Las lesiones neurológicas, especialmente del nervio cubital meritan atención
durante las manobrias de reducción y fijación.
La literatura muestra que el promedio de resultados fallidos es de un 15%. Así es prudente que
estas dracturas sean tratadas por cirujanos expertos.
BIBLIOGRAFIA
Debemos recordar que la articulación de la muñeca, en la cual participa el extremo distal del
radio, nos permite orientar la mano en la posición óptima de prensión para sujetar un objeto, y
de ahí su gran importancia.
Las fracturas del extremo distal del radio fueron reconocidas y descritas desde 1814 por el Dr.
Abraham Colles y desde entonces se delineó su tratamiento, habiendo mencionado también el
Dr. Colles, que “queda un consuelo solamente, que en algún momento, la extremidad gozará
de libertad de movimiento, exenta de dolor”, y de ahí el surgimiento de mitos que limitan el
tratamiento adecuado de éstas lesiones.
Entre éstos mitos se sigue considerando lo enunciado por el Dr. Colles hace casi 200 años
¡!!!!!!!, y entre otras cosas se menciona que la reducción abierta y fijación interna no son
posibles en fragmentos pequeños.
Epidemiología: debemos recordar que éstas fracturas representan 1/6 de las fracturas atendidas
en los servicios de urgencias y que su frecuencia está en aumento en pacientes cada vez más
jóvenes y con ello se incrementa también el daño y limitación de la actividad productiva de la
población que sufre de ésta patología.
Clasificación: En la clasificación AO, El extremo distal del radio corresponde al número 23, y
como en el resto de la clasificación, (A) corresponde a fracturas extraarticulares, (B) a
articulares parciales y (C) a articulares totales y cada una de ellas con sus apartados
correspondientes como se ilustra:
Clasificación:
Extraarticular
Articular parcial
Articular total
Y en cada grupo, subgrupos de .1, .2 y .3, con sus respectivas características específicas.
Ahora bien, resulta muy importante reconocer la clasificación, porque de ella dependerá el
tratamiento a realizar, evitando así, DAR TRATAMIENTOS SIMILARES PARA PATRONES
DE FRACTURA DIFERENTES
Evaluación radiográfica: se requiere contar con al menos dos proyecciones radiográficas, en PA
y lateral, pero con la posición estandarizada, correcta, para facilitar la interpretación y en caso
de fracturas complejas, complementar el estudio con proyecciones oblicuas y/o con desviación
ulnar;
Esto nos permitirá realizar las mediciones básicas de 1) Angulo de inclinación radial, 2) Angulo
de inclinación palmar, 3) Longitud radial, 4) Variación cubital así como la existencia y
magnitud de conminución de las corticales dorsal y/o volar en la zona metafisaria. Con ésta
evaluación, se podrá determinar la estabilidad o inestabilidad de la fractura teniendo las
siguientes características como propias de inestabilidad:
C2 y C3: Fijador externo/ reducción abierta limitada/ injerto óseo/ alambres de Kirschner.
La evaluación de resultados dependerá también de la evaluación radiográfica y los criterios
enunciados como normales.
En conclusión, debemos replantear si de veras las fracturas del extremo distal del radio “van
bien a fin de cuentas” y conocer los parámetros radiográficos de estabilidad e inestabilidad para
poder delinear una conducta terapéutica acorde al momento actual, recordando además la
coexistencia de lesiones agregadas regionales de otras estructuras.
Bibliografía:
1. – Knirk JL, Júpiter JB (1986) Intraarticular fractures of the distal end of the radius in young
adults. J Bone Joint Surg (Am); 68 (5):647-659.
2.- Distal Radius Fractures: Changing Concepts of Management. The Orthopedic Clinics of
North America April 1993
3.- Ruedi TP, Murphy WM, AO Principles of Fracture Management. Stuttgart-New York 2000.
Thieme
33. POLITRAUMA:
Las reacciones sistémicas postraumáticas producen una reacción inflamatoria global sistémica
(SIRS). Las prioridades de tratamiento del aparato locomotor que requieren de una reducción y
fijación provisional son:
– Lesiones medulares
– Control de la hemorragia
Deben evitarse protocolos de tratamiento estrictos para seleccionar implantes o para el tiempo
apropiado para llevar a cabo el procedimiento de estabilización definitivo, cada método tiene
sus ventajas y desventajas biológicas, las cuales deben adecuarse de acuerdo a cada paciente.
Por ejemplo: fracturas de trazos simples con pacientes jóvenes con cavidades medulares
estrechas son más propensos a desarrollar embolismo pulmonar.
Salvar o amputar una extremidad. Gracias al desarrollo de la microcirugía así como a las
técnicas de fijación de las fracturas, se han incrementado las oportunidades de efectuar
reimplantes de extremidades amputadas. Sin embargo en pacientes politraumatizados, estas
técnicas de reimplantes están prácticamente contraindicadas ya que por sí mismas promueven o
favorecen una respuesta inflamatoria. El uso de escalas numéricas como el MESS, facilitan la
toma de decisiones en la urgencia. Cuando se efectúen procedimientos de amputación en
pacientes politraumatizados éstas deben realizarse con la técnica de “guillotina”, la cual
consiste básicamente en una amputación dejando la herida abierta.
BIBLIOGRAFÍA.
Bone RC. Immunologic dissonance: a continuing evolution in our understanding of the
systemic inflammatory response syndrome (SIRS) and the multiple organ dysfunction
syndrome (MODS). Ann Intern Med: 125 (8):680-687, 1996
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randomized study. J. Bone Joint Surg. 71A (3):336-340, 1989
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mutiple musculoskeletal injuries: effect of early operative stabilization of fractures. J. Trauma;
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Reynolds MA, Richardson JD. Is the timing of fracture fixation important for the patient with
multiple trauma? Ann Surg; 222 (4):470-481, discussion 478-481, 1995
I. GENERALIDADES
Las lesiones de tejidos blandos asociadas a fracturas deben ser consideradas para establecer un
diagnóstico correcto que nos guíe para otorgar un tratamiento adecuado de la lesión esquelética,
tomando como base una clasificación lógica de las referidas lesiones.
Las lesiones de tejidos blandos son problemáticas sobre todo cuando acompañan a fracturas
cerradas, siendo menos consideradas en un alto porcentaje de los casos. Aún una contusión en
una extremidad con una fractura cerrada puede ser mas complicada que una fractura expuesta,
ya que la piel contundida es susceptible de necrosis teniendo altas posibilidades de cursar con
un proceso infeccioso. Una abrasión cutánea profunda se asocia con frecuencia a infecciones ya
que la barrera cutánea se encuentra rota.
b) Prevención de la infección
Sin embargo se debe recordar que la fisiopatología depende de algunos factores, entre los que
se pueden destacar:
5. Cualquier constricción mecánica, causada por fascia o piel produce deterioro del estado
metabólico en el tejido dañado, predisponiendo a infección y obstaculiza el proceso de
cicatrización.
Piel, con lesiones cerradas o abiertas ( IC, IO). Músculos y tendones ( MT) . Neurovascular
(NV).
Todos los tejidos afectados son calificados por una escala que va de 1 a 5 de acuerdo a la
gravedad de la afección. Esta clasificación es la siguiente:
IC – 1,2,3,4,5
IO – 1,2,3,4
MT – 1,2,3,4,5
NV – 1,2,3,4,5
Las lesiones por avulsión o denudación requieren de un tratamiento “agresivo” para poder
restituir la integridad de la cubierta cutánea en corto plazo, una manera común, mas no correcta
de tratar éstas lesiones es con reposición de la piel avulsionada y sutura de la misma, existiendo
la posibilidad de necrosis de toda esa piel, por lo cual debe ser evaluada cuidadosamente y en
caso de ser factible, utilizar la misma piel como injertos de espesor parcial o total.
Si estos requisitos no son cubiertos se debe realizar un colgajo local, que puede ser muscular
tomando en consideración la distribución propuesta por Mathes y Nahai, fasciocutáneos, o en
algunos casos colgajos microvasculares.
No debe perderse de vista que en algunos casos y en ciertas situaciones puede efectuarse un
colgajo cruzado de pierna, a pesar de que existen los colgajos microvasculares y los colgajos
reversos descritos recientemente.
V. BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA
1. Tscherne H, Gotzen L. Fractures with Soft Tissue Injuries. Berlin: Springer-Verlag, 1984.
3. Mathes SJ, Nahai F. Clinical Atlas of Muscle and Musculocutaneous Flaps. St. Louis, CV
Mosby, 1979.
4. Mathes SJ, Nahai F. Clinical Applications for Muscle and Musculocutaneous Flaps. St.
Louis, CV Mosby 1982.
5. Masquelet AC, Glbert A, Romaña MC. Los Colgajos Musculares y cutáneos. Técnicas
Quirúrgicas. Los Colgajos de Cobertura en la Extremidad Inferior. Barcelona: Springer-
Verlag,1992.
8. Shaw WW, Ed. Lower Extremity Trauma and Reconstruction. Clinics in Plastic
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9. Fix RJ, Vasconez LO. Eds. Reconstruction of the Lower Extremity. Clinics in Plastic
Surgery1991;18(3):437-651.
10. Sherman R. Ed. Soft-Tissue Reconstruction. The Orthopedic Clinics of North America
1993;24 (3):383-569
Antecedentes.
La aseveración hecha por Hipócrates, “ La Guerra es la Única Escuela Adecuada para los
Cirujanos”. Podemos aplicarla por analogía a “ la Sobrepoblación del Área Metropolitana
con más de 20 millones de habitantes, el impulso tecnológico con vehículos más veloces y
frágiles, poca capacitación en la industria, la pésima educación vial tanto de conductores como
de peatones , el alcoholismo y la creciente violencia social , actualmente son la Mejor Escuela
que existe para el Cirujano dedicado al Trauma ”.
4.- Reintegrar al paciente a su vida productiva, social y familiar en el menor tiempo posible y
sin secuelas.
Labor desarrollada por paramédicos, que deben estar entrenado en el manejo inicial de este
tipo de lesiones, una vez efectuadas las maniobras de reanimación si el caso lo requiere,
deben proteger las fracturas abiertas mediante la alineación longitudinal del segmento, cubrir
las heridas de exposición con apósitos estériles ( no aplicar antisépticos locales
) inmovilización del o los segmentos mediante férulas o sacos de arena y el traslado del
lesionado a los Hospitales dedicados a la Atención del Trauma “ no al más cercano ” ya que
se pierde tiempo valioso en el tratamiento de estos pacientes y no en pocas ocasiones la vida
por falta de personal entrenado e instalaciones inadecuadas para el tratamiento de esta
patología.
1.- En urgencias.
Toda fractura abierta debe ser considerara como “ Urgencia Quirúrgica “, con atención
integral desde su ingreso de acuerdo a la Academia Americana de Cirujanos “ ATLS “. Fase de
evaluación inicial con reanimación simultanea, mediante vía aérea permeable, ventilación con
control de la columna cervical, circulación con control de hemorragia aparente y estado
neurológico .
Evaluación secundaria, sistema músculo-esquelético completo y cavidades, con el paciente
desnudo de cabeza a pies.
con técnica estéril, ( cubículo aislado, bata , gorro, cubre boca y guantes).
En este paso es recomendable tomar una fotografía clínica instantánea de la herida y anexarla
al expediente clínico , que evita revisiones continua de la herida, que conllevan mayor riesgo de
contaminación, además sirve como base documental y con fines médico legales .
g.- cubrir con gasa estéril y vendaje elástico no compresivo, ( no aplicar antisépticos locales
soluciones yodadas, merthiolate etc.), reducir ángulaciones severas del segmento verificando
nuevamente circulación distal.
c.- mecanismo del accidente, caída de menos de 2 mts. de altura, caída de más de 2 mts. de
altura , colisión , volcadura, atropello, aplastamiento, contusión directa, herida por proyectil de
arma de fuego.
3.- Antibióticos.
como profilácticos, ya que dependiendo del tipo de exposición y tiempo de evolución las
heridas se deben considerar como contaminadas ( menos de 6 hrs. ) o infectadas ( mas de 8 Hrs.
de evolución).
Los antibióticos son utilizados por periodos de 3 días. Si hay datos clínicos y/o de laboratorio
de infección se debe efectuar cultivo con antibiograma del tejido de desbridación y cambió de
antibiótico de acuerdo al antibiograma. Se re-inician nuevamente por tres días a cada nueva
desbridación u osteosíntesis.
cada 8 hrs.
Aminoglucosidos.
Quninolonas.
Otros antibióticos.
Cuando la lesión ocurre en terrenos agrícolas ,drenajes, con alta probabilidad de anaerobios, se
debe agregar al esquema:
a.- Metronidazol 7.5 mg/kg./dosis, cada 6hrs. en infusión continua a pasar en 1 Hr. “ o “
b.- Clindamicina 300 a 600 mg cada 6 Hrs. IV “ o “
Protección antitetánica.
1.- Paciente con inmunización antitetánica, con mas de 5 años de la última vacunación, o
con lesiones en cara aplicar.
a.-inmunoglobulina humana hiperinmune antitetánica 250 UI como dosis única I.M., más una
dosis inicial de toxoide tetánico 0.5 ml. y una segunda dosis a las 8 semanas.
Paciente con inmunización completa con menos de 5 años , únicamente una dosis de toxoide
tetánico de 0.5 ml. I.M.
Imagenología.
Radiografías simples de preferencia sin férulas enyesada, del o los segmentos afectado, siempre
bajo la supervisión del médico, con el objeto de que sean tomadas de la región adecuada,
proyección deseada y de buena calidad que permitan al cirujano estar en posibilidad de
hacer el diagnóstico correcto y una planificación preoperatoria acorde al caso.
Solo en casos muy especiales se requiere para el tratamiento inicial de una fractura expuesta
tomografía axial computadorizada “TAC”. como las fracturas expuestas de la pelvis, acetábulo
o sacro.
Laboratorio.
.- Pruebas de coagulación.
.- Grupo Sanguíneo y factor Rh.
.- Química sanguínea.
.- V.I.H.
DIAGNOSTICO.
Tratamiento quirúrgico.
Como se mencionó previamente toda fractura expuesta es una urgencias quirúrgica por lo que
una vez estabilizado el paciente se deberá pasar a quirófano a la brevedad posible para realizar
el “desbridamiento quirúrgico”, ( Procedimiento quirúrgico encaminado a retirar todos
los tejidos necróticos o desvitalizados y cuerpos extraños ), procedimiento inicial y
fundamental en el tratamiento de toda fractura expuesta.
y hueso.
Para evaluar la viabilidad del músculo utilizamos los parámetros descritos por Scully ( 5 ),
color, consistencia, capacidad de sangrado y contractilidad.
Drenaje. Siempre se debe colocar un drenaje para evitar colecciones hemáticas que favorecen
la proliferación bacteriana. Este puede ser por capilaridad si la cubierta cutánea se afrontó o se
dejo abierta o por vacío si se cerro de primera intención.
– Revisión de la herida con técnica estéril , con el fin de detectar posibles complicaciones
(tensión o necrosis de los bordes de la herida, datos de infección , síndrome
compartimental, formación de hematomas o hueso expuesto ).
– En sospecha de infección se debe tomar una muestra para cultivo con antibiograma.
– Cambio de gasa seca diario y no aplicar sobre los tejidos expuestos , antisépticos
locales ya que estos aumentan el proceso inflamatorio local por irritación química , así como
tampoco cuando existe una herida abierta la introducción de gasas, estas se deben colocar
puenteando la herida.
Cierre de heridas.
Conclusiones.
Bibliografía.
1.- Gustilo,R.B, ; Anderson, J.T. Prevention of infection in the treatment of one thousand and
twenty-five open fractures of long bones. J.Bone Joint Surg 58 A: 453,1976
6.- Josep Trueta . La Estructura del Cuerpo Humano. Edit. Labor . Barcelona España. 1975.
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7.-Ilizarov GA, The tension-stress effect on the genesis and growth of tissues .Clin.Orthop.
1989; 238: 249-281.
ETIOPATOGENIA
LOCALIZACIÓN
Antebrazo, pierna, mano, pié, región glútea, puede ocurrir en brazo y muslo, no en abdomen o
tórax.
ETIOLOGÍA
DIAGNÓSTICO
Es una urgencia absoluta. Su reconocimiento temprano, se manifiesta por dolor severo, que se
incrementa con la movilización pasiva de los dedos, tensión palpable, palidez, brillo,
agregándose déficit sensitivo y motor.
Existen variables en la presión dependiendo del método empleado, presión diastólica del
paciente. Whiteside y col. Concluyen una presión 10 a 30 mm Hg por arriba de la presión
diastólica del paciente hace el diagnóstico.
La presión del compartimento debe medirse en pacientes con insensibilidad al dolor, parálisis,
intoxicados, inconscientes, sedados, ya que el dolor puede estar ausente. Ante la duda debe
hacerse fasciotomía.
FRECUENCIA DE PRESENTACIÓN
1. Antebrazo-mano
2. Pierna-pié
3. Región glútea
4. Posible en brazo y muslo
TRATAMIENTO
Es una urgencia absoluta y debe incluir fasciotomía amplia (menos de cuatro horas previene
necrosis), desbridamiento amplio de músculo isquémico, estabilizar fracturas, no suturar, cierre
secundario.
CONCLUSIÓN
En la curación de las fracturas existe una relación estrecha entre la biomecánica y la reacción
biológica, por lo tanto, se requiere del conocimiento de los factores mecánicos que proveen el
ambiente óptimo para la curación de la fractura y la restitución funcional de la extremidad
lesionada.
Cierto grado de movimiento entre los fragmentos óseos es compatible con la consolidación de
una fractura, cuando se mantiene debajo del nivel que permite la formación del tejido de
reparación.
Las fracturas pueden estabilizarse en forma espontánea a través del proceso biológico de
formación de tejido, con la subsecuente diferenciación a tejido de granulación y hueso. El
incremento en el diámetro del callo es un factor de estabilización, por otra parte la movilidad
excesiva induce resorción de la superficie de la fractura con aumento de la separación de los
fragmentos y falta de consolidación.
En el hueso vivo la reacción a un alto índice de compresión entre el hueso o entre hueso-
implante es la resorción.
La fijación estable con continuidad estructural del hueso reduce la carga a la que es sometido el
implante “el hueso puede proteger al implante “, pero el incremento de la carga por el uso
incorrecto de los implantes es mucho mayor que la resistencia que puede tener el implante
metálico, lo que conduce a la fatiga del material, esto produce fricción entre dos superficies en
especial cuando se trata de placas y tornillos, lo que resulta en corrosión.
Por lo tanto la falla de los implantes resulta principalmente del desconocimiento de los factores
mecánicos inherentes al hueso y aquellos que afectan la resistencia de los implantes metálicos.
Podemos decir que existen las siguientes causas que conducen a la falla del implante:
Müller M.E., Allgöwer M., Schneider R., Willenegger H. Manual de Osteosíntesis. Técnicas
recomendadas por el grupo de la AO. Ed. Springer-Verlag Ibérica , Barcelona 1993.
Schatzker J., Tile M., Tratamiento quirúrgico de las fracturas. Editorial Medica Panamericana
38. SEUDOARTROSIS
Las causas etiológicas de la seudoartrosis son múltiples; se pude ejemplificar entre otras la
infección, neuropatías, no adherencia del enfermo al tratamiento, fracturas abiertas, algunas
fracturas articulares, distracción entre los fragmentos fracturarios, interposición de partes
blandas y muchísimos otros. Pero el resumen es que hay solamente dos factores que son los
responsables directos en la génesis de la seudoartrosis: la inestabilidad siempre y la mala
vascularización muchas veces. Los factores citados arriba, en último análisis representan
inestabilidad y/o mala vascularización.
Hablemos rápidamente de las bases científicas. Trabajos ya conocidos por todos realizados por
Willenegger y Schenk, demostraron cabalmente que la mayoría de las seudoartrosis son bien
vascularizadas, o sea, el hueso es viable y el aspecto de gran densidad ósea en los Rayos-X no
es necrosis, sino hueso vivo. Para curar estas seudoartrosis el único elemento necesario es
ofrecer la estabilidad necesaria.
Literatura
Algunos gérmenes tienen una especial adherencia por la superficie de los implantes, por
ejemplo, el Staphylococo puede adherirse muy bien a las paredes de acero inoxidable, las que
lo protegen de la acción antibacteriana. La osteomielitis se caracteriza por la colonización de
bacterias al hueso necrótico, las bacterias se ocultarán en los conductos Haversianos vacíos
donde pueden evadir los mecanismos de defensa del organismo, la bacteria necesita de un
cierto espacio para poder construir una barrera de defensa contra el organismo. El organismo
por su parte sólo puede eliminar la infección mediante la reabsorción ósea y por la
remodelación de áreas de hueso viable.
– Extensión del daño de partes blandas, a mayor daño de éstas el riesgo de infección
aumenta
– Fracturas expuestas, el riesgo de infección para fracturas cerradas es del 1.9% mientras
que el riesgo de infección para fracturas expuestas en general es del 6.2%, para fracturas
expuestas de III grado es del 10.2%. En algunos casos de fracturas tipo IIIB de Gustilo,
segmentarias con desperiostización extensa, el índice de infección llegó al 44%
– Técnica de reducción, la reducción debe ser lo más atraumática posible, es decir que
añada el menor daño agregado posible a las partes blandas que rodean la fractura.
– Método de fijación, cada método de Osteosíntesis tiene sus riesgos, de este modo
analizaremos los más frecuentes.
1. Fijación externa. Se puede tener infección en el trayecto de los clavos de Schanz o bien en el
sitio de la fractura por el daño que ha provocado la energía cinética del traumatismo, dejando
fragmentos desvitalizados.
2. Fijación interna con placas y tornillos. La placa por sí misma ocasiona un daño vascular por
contacto lo que ocasionará una necrosis ósea por debajo de la placa, puede haber el daño en el
fragmento o fragmentos de hueso fracturado por el traumatismo, daño producido por una mala
técnica de perforación de los orificios, orificios perforados en el hueso y dejados vacíos.
Tratamiento.
La remoción del implante solamente en los casos de que se encuentre inestable, el implante
estable aún en presencia de infección debe dejarse en su sitio. Puede retirarse cuando la fractura
muestre signos de consolidación.
Para los casos de infecciones en enclavados se recomienda: retiro del clavo, apertura de una
ventana distal para permitir la salida de detritus y fresado de la cavidad medular hasta 2 ó 3 mm
más del diámetro del clavo retirado, estabilización con fijadores externos y colocación de un
rosario de antibiótico local que se retira luego de 10 días.
Los pacientes infectados deben permanecer aislados en hospitalización y el quirófano debe ser
aislado y señalizado luego de haber realizado un procedimiento séptico, desinfectando el
quirófano después del
La luxación congénita de cadera se clasifica como displasia articular, es decir, dentro de las
anomalías anatómicas caracterizadas por una conformación anómala de las cabezas articulares.
Estas anomalías son malformaciones congénitas que alteran progresivamente la función de la
articulación afectada, dando origen a una artrosis secundaria.
La displasia congénita de cadera (DCC), la forma más frecuente de displasia articular, afecta
preferentemente al sexo femenino (5:1), y si no se trata puede causar cambios degenerativos ya
en la tercera década de la vida. El término DCC se utiliza para hacer referencia a casos de
luxación completa de la cabeza del fémur, asícomo a diversas formas incompletas, como la
inestabilidad posicional de la cadera, la preluxación y la subluxación. En todos los casos se
pierden las relaciones articulares normales entre la epífisis femoral y el acetábulo.
En términos generales, las causas de DCC son genéticas o mecánicas. La primera categoría está
representada principalmente por alteraciones del desarrollo que afectan al acetábulo, el rodete
acetabular, la cabeza del fémur y la cápsula articular. Las causas mecánicas más importantes de
DCC son la posición intrauterina del feto y el tipo de parto. Los factores predisponentes son,
entre otros, la familiaridad, el sexo femenino, el orden de nacimiento (la LCC es más frecuente
en los niños nacidos en primer lugar), la raza (es rara en las razas negras y orientales) y la
presentación del feto en el parto (más frecuente con una presentación de nalgas y pies).
Diagnóstico
En la actualidad, el diagnóstico de DCC se basa principalmente en la ecografía y, en menor
medida, en las radiografías simples.
Radiografía simple: puede utilizarse para evaluar una serie de parámetros (índices angulares)
utilizando diversos métodos, algunos bien conocidos y otros no tanto, que reflejan
principalmente la morfología acetabular (la pendiente del techo del acetábulo, la pendiente
acetabular, etc.) y la posición de la cabeza del fémur (método de Ombredanne, línea de
Shenton, etc.) (Fig. 340).
Fig. 340. Esquema de los parámetros radiográficos utilizados para evaluar la luxación
congénita de cadera (LCC).
El ángulo acetabular (a), formado por la intersección de la línea A a través de los cartílagos
en Y y la línea B tangente al cotilo acetabular (B), es un índice de la pendiente acetabular; en
la LCC se observan ángulos de > 30°.
Línea cervicoobturatriz (arco de Shenton): curva continua que sigue normalmente el borde
medial de la epífisis femoral y el borde superior del agujero obturador; está interrumpida en la
LCC.
Núcleo epifisario: hay cuatro cuadrantes delimitados por la intersección de la línea A, que
pasa a través de los cartílagos en Y, y su línea perpendicular (C), que pasa a través del punto
más alto del borde acetabular. El núcleo epifisario se encuentra normalmente en el cuadrante
inferointerno; en la LCC se eleva hasta el cuadrante superoexterno.
Sin embargo, dado que las radiografías convencionales no permiten visualizar las estructuras
cartilaginosas, tienen una utilidad escasa antes del cuarto mes de vida, cuando los centros de
osificación ya han aparecido (Fig. 341).
Fig. 341. Luxación congénita de cadera (LCC): los signos clásicos de luxación están
representados por la marcada oblicuidad del techo acetabular (flecha), la interrupción del
arco de Shenton (punta de flecha) y la elevación de la epífisis femoral.
Fig. 342. Ecografía de una luxación congénita de cadera. La cabeza del fémur, que se
encuentra desviada hacia arriba y hacia fuera, comprime los músculos glúteos situados por
encima. El acetábulo aparece excesivamente poco profundo con un techo óseo aplanado.