La Novela Histórica nace pues como una necesidad literaria inspirada en los ideales
románticos ante la rápida transformación de los valores de aquella sociedad ahora
en manos de la clase burguesa y su visión del mundo. El nuevo género literario deja
aflorar los sentimientos nostálgicos por el pasado y se configura, así como una
especie de refugio o evasión, pero, por otra parte, permite leer en el pasado una
crítica a la historia del presente, por lo que es frecuente en las novelas históricas
encontrar una doble lectura o interpretación no sólo de una época pasada, sino
también contemporánea.
En este contexto del 1.800 surgirá la novela histórica que se configura como género
definitivo a partir de las novelas sobre la Edad media Inglesa del erudito escocés
Walter Scott.