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UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS

MARIÁTEGUI

“FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS,


EMPRESARIALES Y PEDAGÓGICAS”

CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

“HOMICIDIO POR EMOCION VIOLENTA”

AUTOR:
 Stacy Rojas
 Fabrizio Rios
 Margot Carpio

DOCENTE:
 Laura Ortiz

ILO –PERU
2018
TEORIA DEL DELITO
TIPIFICACION

Caso: Mata a su hermano y le dan 3 años por emoción violenta.

Descripción del hecho:

Según la noticia los hechos sucedieron así:

Eduardo Quintero (imputado) estaba en un supermercado haciendo unas compras,


mientras tanto el día del hecho, Mario Quintero (victima) llegó a la vivienda y
comenzó a discutir con su hermana y las hijas de su hermano. Luego, causó daños y
destrozos en el lugar. Cuando llegó su hermano (imputado), se encontró con este
panorama, por lo que “enloqueció y perdió la razón” y éste empezó a pelear con su
hermano. Entonces, tomó un palo de amasar y lo golpeó varias veces. Luego, agarró
un cuchillo de cocina y le asestó una puñalada. Mario Quintero intentó escapar y
terminó muriendo en la vereda de la casa.

Posteriormente el imputado aceptó haberlo golpeado con un palo de amasar pero juró que
“no recordaba si lo había acuchillado”.

Después también, declaró su sobrino. Sostuvo que Quintero mató a su hermano y luego
amenazó verbalmente al resto de los presentes. Sin embargo, después confirmó que el
occiso era “un hombre golpeador” y que el juzgado “no era de tener esas actitudes
violentas”.

Doctrina:

1.-Tipo Penal

El homicidio por arrebato repentino está debidamente tipificado en el artículo 109 del
Código Penal con el contenido siguiente:

El que mata a otro bajo imperio de una emoción violenta que las circunstancias hacen
excusables, será reprimido con pena privativa de libertad, no menor de tres ni mayor de
cinco años.
Si concurren algunas de las circunstancias previstas en el artículo 107, la pena será ni
menor de cinco ni mayor de diez años.

2.-Tipicidad Objetiva

El ilícito penal se configura cuando el sujeto activo actúa y da muerte a su víctima bajo
el dominio de una emoción, violenta, la cual surge repentinamente por circunstancias
excusables o, mejor aún, justificables provocadas por el mismo sujeto pasivo o por un
tercero.

No obstante, no debe pensarse que el legislador pretende que se tenga como atenuante del
homicidio cualquier emoción violenta surgida en el agente, sino que este estado de la
conciencia, debe ser de cierta intensidad que genere un estado transitorio de conmoción
o perturbación en la personalidad del sujeto activo que le impida controlar sus actos frente
a determinadas circunstancias, realizando con frecuencia conductas irracionales que
normalmente no realizaría.

No obstante, la intensidad de la emoción violenta no debe hacer perder el poder de


inhibición al agente. Caso contrario, la situación se desplazaría hacia los confines de la
inimputabilidad. Un individuo emocionado no es un individuo inimputable.

a. Circunstancias excusables

"Para gozar de la atenuante el autor debe matar bajo el imperio de una emoción violenta
excusable por las circunstancias, esto es, requiere que las circunstancias que rodean el
hecho justifiquen que una persona se emocione y que se encuentre en dicho estado
psicológico en el momento de la ejecución delictiva" o Las circunstancias excusables
pueden ser de cualquier naturaleza, no necesariamente éticas, solo deben tener una
capacidad de causar conmoción en la conciencia del sujeto activo.

b. Intervalo de tiempo transcurrido entre la provocación y el acto homicida

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que las circunstancias que provocaron la
emoción violenta deben ser inmediatos, anteriores al acto homicida, es decir, entre la
causa que hizo nacer la emoción violenta y el resultado muerte de la víctima, no debe
transcurrir mayor tiempo que cree convicción en el juzgador que el sujeto activo tuvo
oportunidad y tiempo suficiente para sobreponerse, reflexionar y no cometer el
homicidio.
2.1. Agravante del homicidio por emoción violenta

El segundo párrafo del artículo 109, regula la figura del parricidio cometido por emoción
violenta como agravante del homicidio realizado bajo el imperio de una emoción violenta.
A comparación de la figura típica del parricidio ya estudiada, el presente hecho típico
viene a constituir una atenuante de aquel, ello por las mismas circunstancias especiales
en las que ocurre. Es decir, estamos ante un supuesto que se constituye en agravante del
homicidio por emoción violenta recogido en el artículo 109 y, a la vez, una atenuante del
parricidio previsto en el artículo 107 del Código Penal.

2.2. Bien jurídico protegido

Es la vida humana independiente que como ya expresamos, se inicia desde el momento


del parto hasta la muerte cerebral del individuo. Bien jurídico que se protege en forma
rigurosa por nuestro sistema jurídico al constituir el principal interés de las personas y del
Estado. A pesar de la fijación de una penalidad menor, el bien jurídico: "vida" sigue
conservando toda su significación valorativa. El fundamento de la atenuación no deriva
de la menor valiosidad de la vida, sino de un especial estado anímico del autor del delito
emergente de las circunstancias.

2.3. Sujeto activo

Agente del homicidio por emoción violenta puede ser cualquier persona natural, pues del
tipo penal no aparece que se exija alguna condición o cualidad especial.

2.4. Sujeto pasivo

Puede ser cualquier persona. No necesariamente el que provocó la emoción violenta en


el agente será el sujeto pasivo de la acción homicida, pues fácilmente aquel puede ser un
tercero, Un ejemplo típico es la obra clásica de William Shakespeare "Otelo", en la cual,
un tercero "yago", mediante el ardid provocó en Otelo tal conmoción por celos que se
determinó y finalmente dio muerte a su amada.

3. Tipicidad Subjetiva

El agente debe actuar con conocimiento y voluntad de poner fin a la vida de su víctima.
La resolución homicida debe ser producto o consecuencia inmediata de la emoción
violenta surgida en forma súbita y repentina por especiales circunstancias excusables o
justificables. No obstante. debe tenerse en claro que, aquella emoción violenta de ningún
modo debe alcanzar real intensidad en el agente que le genere una grave alteración de la
conciencia de tal forma que afecte gravemente su concepto de la realidad y anulen la
facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto. Si ello se evidenciara, al
desaparecer el dolo no habría homicidio atenuado sino estaríamos ante una causa de
inimputabilidad previstos en el inciso 1 del artículo 20 de la parte general del Código
Penal.

ENCAJAMIENTO DEL HECHO EN UN TIPO PENAL:

Artículo 109°.- El que mata a otro bajo el imperio de una emoción violenta que las
circunstancias hacen excusable, será reprimido con pena privativa de libertad, no menor
de tres ni mayor de cinco años.
Si concurren algunas de las circunstancias previstas en el artículo 107°, la pena será no
menor de cinco ni mayor de diez años.

El siguiente hecho constituye un delito que calza perfectamente en el tipo penal de


“homicidio por emoción violenta “y se argumenta con lo siguiente:

 El imputado según relatos de testigos era una persona tranquila, que no era de
carácter agresivo, por lo que el haber cometido este hecho representa que fue un
arranque de ira donde este se desconoció así mismo esto producto de las
constantes agresiones por su hermano hacia su familia

 Otro hecho que compraría la tipificación de este hecho en este tipo penal es que
el imputado se acerco con total tranquilidad a prestar declaraciones y confirmó y
ratifico que esta no recordaba haberlo apuñalado. Esto sería indicio de que de que
el imputado se desconoció mientras realizaba estos actos.

ANTIJURICIDAD
En este nivel se determinará si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico O en su
caso, concurre alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas en el artículo
20 del Código Penal. De ese modo el operador jurídico analizará si en el homicidio
emocional concreto concurre la legítima defensa o el estado de necesidad justificante o el
agente actuó por una fuerza física irresistible o compelido por un miedo insuperable o en
cumplimiento de un deber.
En el caso que estamos analizando:

 Legítima Defensa
El homicidio no fue por legítima defensa ya que el homicida no estaba siendo
agredido ni su familia estaba siendo agredida por la víctima en el momento que
llega al lugar donde se encontraban sus parientes.

 Estado de necesidad
No es posible esta causa de justificación ya que el agente no se encontraba en un
estado de necesidad, y su familia ya estaba fuera de peligro en el momento que
llego. Aunque el agresor se encontrara presente el tenia medios lícitos para evitar
que suceda algo así de nuevo como presentar una denuncia sin necesidad de
agredirlo y causarle la muerte como ocurrió.

 Ejercicio legítimo de un Derecho:


No está presente tampoco esta causa de justificación ya que el agente no estaba
ejercitando derechos o deberes conforme a las leyes penales que puedan incurrir
en responsabilidades de este carácter.

CULPABILIDAD
En el caso: “Mata a su hermano y le dan 3 años por emoción violenta”.

Después de analizar de manera detallada el caso y las circunstancias en las que se dieron
los hechos, y como es que el hermano asesino a Mario Quintero.

Podemos decir de manera concreta que el imputado aceptó haberlo golpeado con un palo
de amasar pero posteriormente el juro que “no recordaba si lo había acuchillado” pues
fue en un momento de desesperación, recordando que el día del hecho, Mario Quintero
llegó a la vivienda y comenzó a discutir con su hermana y las hijas de su hermano, causó
daños y destrozos en el lugar, Mientras tanto, Eduardo Quintero estaba en un
supermercado pero, cuando llegó, se encontró con esta escena, por lo que empezó a pelear
con su hermano en el que el de manera instantánea tuvo esta reacción, sin pensar con la
cordura debida que ese acto era ilícito o no, pues se sabe que esta persona nunca antes
había presentado ningún caso, o conducta agresiva, mucho menos había sido violenta con
alguna persona según lo que habían dicho algunas personas que lo conocían, en caso
contrario el occiso era una persona muy agresiva

Entonces aquí lo que sucedió con el autor de los hechos fue que el no tenía conciencia
total.

Sabiendo también que: El siguiente hecho constituye un delito que calza perfectamente
en el tipo penal de “homicidio por emoción violenta” se logra decir que es por una:

El homicidio producido en estado de emoción violenta, opera como circunstancia de


atenuación de la pena, no como causal de inimputabilidad.

El tipo penal habla de "estado de emoción violenta" con lo cual se pretende diferenciar a
la emoción como más duradera que la pasión, como instantánea; se requiere además que
sea violenta. El imputado actuó por un impulso súbito, conmocionado su ánimo en ese
estado crepuscular que obnubiló por breve tiempo su conciencia, que sin llegar a provocar
un estado de inimputabilidad, atenúa en gran proporción el contenido disvalioso de la
conducta, por lo que debe subsumirse en la figura descripta como homicidio en estado de
emoción violenta.

El estado psíquico que debe experimentar el homicida al cometer su delito en -"estado de


emoción violenta, es una vivencia afectiva, que pensar en la capacidad penal, permite
razonablemente aventar la posibilidad de que haya actuado con el ánimo frío y en forma
deliberada.

Por lo tanto se refiere a un fuerte estallido luego de ver los destrozos y las huellas de
violencia cometida por su hermano, que fueron los factores desencadenantes. La conducta
del agente durante el estado emocional violento guarda relación con la naturaleza de la
crisis de los sentimientos que sentía al ver constantemente la agresividad de su hermano

LA PENA

Como estipula el articulo 109 del código penal aquel que mata por emoción violenta
recibirá una pena no menor de tres ni mayor de cinco años.

Pero también meciona que si en el delito concurre algunas de las circunstancias previstas
en el artículo 107, la pena será no menor de cinco ni mayor de diez años.
Artículo 107.- Parricidio

El que, a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a una


persona con quien sostiene o haya sostenido una relación conyugal o de convivencia, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años.

La pena privativa de libertad será no menor de veinticinco años, cuando concurra


cualquiera de las circunstancias agravantes previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4 del
artículo 108.

En caso de que el agente tenga hijos con la víctima, además será reprimido con la pena
de inhabilitación prevista en el inciso 5 del artículo 36.

Análisis

En nuestro caso la víctima era hermano del imputado por lo tanto se presenta las
circunstancias que menciona el artículo 109, lo que significa que recibirá una pena no
menor de 5 ni mayor de 10 años

 No obstante cabe recalcar que como dice una frase de la doctrina el que se
homicidio por “emoción violenta” no justifica que el sujeto activo que impune por
lo que debe ser sancionado ya al final termina dañando un bien jurídico y en ese
sentido la pena más justa seria de 5 o 6 años ya que el homicidio se sometió con
la agravante de parricidio que se tipifica en el código.

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