Conforme lo previsto por el artículo 22 del Código Sustantivo del Trabajo (CST),
el contrato de trabajo es el acuerdo de voluntades por el cual una persona
natural se obliga a prestar un servicio personal a otra persona natural o jurídica,
bajo la continuada dependencia o subordinación de la segunda y mediante
remuneración.
Así, a partir de la lectura del artículo 23 del CST se pueden establecer como
elementos esenciales del contrato de trabajo: (i) la prestación personal del
servicio; (ii) la continuada subordinación o dependencia del trabajador al
empleador; y (iii) el salario o retribución. Lo que configura, atendiendo al
principio de primacía de la realidad sobre las formalidades establecidas por los
sujetos de las relaciones laborales (artículo 53 inciso 2° de la Constitución
Política), que una vez presentes los tres elementos mencionados se esté frente
un contrato de trabajo, a pesar que las partes le den una denominación diferente
al acuerdo de voluntades o no le hayan entregado denominación alguna.1
De tal suerte que el artículo 24 del CST establece la presunción conforme la cual
toda relación de trabajo se encuentra regida por un contrato de trabajo,
entendiendo por relación de trabajo toda prestación personal de un servicio. Es
decir, si una persona natural presta a favor de una persona natural o jurídica un
servicio, se configura una presunción legal conforme la cual esta relación está
regida por un contrato de trabajo. Al respecto, la Sala de Casación Laboral de la
Corte Suprema de Justicia ha expresado:
1 Barona, Ricardo. Primacía de la realidad en el sector de la salud. Bogotá D.C.: Librería Ediciones
del Profesional, 2012. p. 114.
Lo anterior significa, que al actor le basta con probar la prestación o la
actividad personal, para que se presuma el contrato de trabajo y es a la
empleadora a quien le corresponde desvirtuar dicha presunción con la que
quedó beneficiado el operario”.2(Negrilla y subrayado fuera del original).
Contrato de trabajo por término definido, donde las partes establecen un tiempo
de duración para el contrato. En el caso colombiano, este contrato posee reglas
diferentes si el mismo se pacta por un término inferior a un (1) año, o si pacta
por un término mayor a éste. En todo caso, el contrato de trabajo por término
definido no puede ser pactado por más de tres (3) años y debe ser suscrito por
escrito.
2 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Sentencia del seis (6) de agosto de 2014.
SL10546-2014. M.P.: GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ.
3 Barona, Ricardo. La contratación de profesionales y trabajadores de la salud. Protección del trabajo
digno. (…) pp. 129 y 130.
En el siguiente sentido lo ha conceptuado la Sala Laboral de la Corte:
“Por otra parte, es preciso señalar que en los contratos de prestación de servicios,
por lo general el contratista desempeña sus actividades con sus propias
herramientas, equipos o medios; sin embargo, bajo ciertas particulares
circunstancias es posible que esa actividad autonomía e independiente se
desarrolló en las instalaciones del contratante, con elementos de su propiedad
necesarios para la ejecución de la labor encomendada.
Así lo dijo la Corte en sentencia del 16 de agosto de 2017 radicación no. 48531
sentencia SL13020-2017:
(…)
Con otras palabras, si bien el contrato que suscribieron las partes contiene
cláusulas que obligaban al accionante a cumplir con los requerimientos legales,
reglamentarios y administrativos derivados del Plan Obligatorio de Salud cuya
prestación asistencia desarrollaba y que, en principio, desvirtuaría la subordinación
jurídica características del contrato de trabajo, no ocurre lo mismo con la
obligación frente a la denominada disponibilidad laboral para trabajar en las
funciones propias del cargo durante los días de descanso, porque ello per se la
lleva implícita… (…)” (Negrilla y subrayado fuera del original).
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Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia en sentencia del 16 de agosto de 2017 radicación no. 48531
SL13020-2017.
Conforme lo expuesto, puede llegarse a afirmar que la Sala Laboral de la Corte
Suprema de Justicia ha establecido un nuevo concepto de subordinación en el
caso de los contratos de prestación de servicios médicos en el ámbito o ejecución
del SGSSS. De tal forma que al analizarse los supuestos fácticos para determinar
si determinada relación jurídica está regida por un contrato de trabajo o no,
debe atenderse a los criterios de la Corte conforme los cuales: (i) el
cumplimiento de horarios; (ii) la solicitud de informes; (iii) la supervisión del
servicio; y (iv) el hecho que los servicios sean prestados en las instalaciones de
la EPS o IPS; no sugieren per se la existencia de un vínculo laboral. En cambio,
por su parte, (i) la disponibilidad; y (ii) la prohibición de subcontratar los
servicios médicos, sí son un indicio de la existencia de un contrato de trabajo en
el marco del SGSSS.