Anda di halaman 1dari 4

LA SUBORDINACIÓN COMO ELEMENTO ESENCIAL DEL CONTRATO DE

TRABAJO EN EL MARCO DE LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS MÉDICOS

Por Diana Guette Osorio

Conforme lo previsto por el artículo 22 del Código Sustantivo del Trabajo (CST),
el contrato de trabajo es el acuerdo de voluntades por el cual una persona
natural se obliga a prestar un servicio personal a otra persona natural o jurídica,
bajo la continuada dependencia o subordinación de la segunda y mediante
remuneración.

Estableciendo el citado artículo que quien presta el servicio se denomina


trabajador, quien lo recibe y remunera, empleador, y a la remuneración,
cualquiera sea su forma, se le llama salario.

Así, a partir de la lectura del artículo 23 del CST se pueden establecer como
elementos esenciales del contrato de trabajo: (i) la prestación personal del
servicio; (ii) la continuada subordinación o dependencia del trabajador al
empleador; y (iii) el salario o retribución. Lo que configura, atendiendo al
principio de primacía de la realidad sobre las formalidades establecidas por los
sujetos de las relaciones laborales (artículo 53 inciso 2° de la Constitución
Política), que una vez presentes los tres elementos mencionados se esté frente
un contrato de trabajo, a pesar que las partes le den una denominación diferente
al acuerdo de voluntades o no le hayan entregado denominación alguna.1

De tal suerte que el artículo 24 del CST establece la presunción conforme la cual
toda relación de trabajo se encuentra regida por un contrato de trabajo,
entendiendo por relación de trabajo toda prestación personal de un servicio. Es
decir, si una persona natural presta a favor de una persona natural o jurídica un
servicio, se configura una presunción legal conforme la cual esta relación está
regida por un contrato de trabajo. Al respecto, la Sala de Casación Laboral de la
Corte Suprema de Justicia ha expresado:

“(…) para la configuración del contrato de trabajo se requiere que en la actuación


procesal esté demostrada la actividad personal del trabajador a favor de la
demandada, y en lo que respecta a la continuada subordinación jurídica, que es el
elemento característico y diferenciador de toda relación de carácter laboral, no es
menester su acreditación con la producción de la prueba apta, cuando se encuentra
evidenciada esa prestación personal del servicio, ya que en este evento lo
pertinente, es hacer uso de la presunción legal prevista en el artículo 24 del C. S
del T., que para un caso como el que ocupa la atención de la Sala, sería en su
versión posterior a la sentencia de la Corte Constitucional C-665 del 12 de
noviembre de 1998 que declaró inexequible su segundo inciso, esto es, en los
términos vigentes para el momento de la ruptura del vínculo (1° de marzo de
1999) que consagró definitivamente que “Se presume que toda relación de trabajo
personal está regida por un contrato de trabajo”.

1 Barona, Ricardo. Primacía de la realidad en el sector de la salud. Bogotá D.C.: Librería Ediciones
del Profesional, 2012. p. 114.
Lo anterior significa, que al actor le basta con probar la prestación o la
actividad personal, para que se presuma el contrato de trabajo y es a la
empleadora a quien le corresponde desvirtuar dicha presunción con la que
quedó beneficiado el operario”.2(Negrilla y subrayado fuera del original).

En este orden, es necesario precisar que en Colombia existen 4 modalidades del


contrato de trabajo. Conforme lo cual se encuentran:

Contrato de trabajo por término indefinido, el cual, al no tener plazo pactado,


subsiste mientras permanezcan las causas que le dieron origen y materia al
mismo.

Contrato de trabajo por término definido, donde las partes establecen un tiempo
de duración para el contrato. En el caso colombiano, este contrato posee reglas
diferentes si el mismo se pacta por un término inferior a un (1) año, o si pacta
por un término mayor a éste. En todo caso, el contrato de trabajo por término
definido no puede ser pactado por más de tres (3) años y debe ser suscrito por
escrito.

Contrato de trabajo por obra o labor, acuerdo en el cual no se establece un


tiempo determinado, pero sí determinable mientras esté en ejecución la obra o
la labor para la cual se contrata.

Contrato de trabajo ocasional, contrato de trabajo cuya duración no puede ser


mayor a treinta (30) días y por labores diferentes a las normales ejecutadas por
el empleador.3

Ahora bien, conforme lo dicho en virtud de la presunción dispuesta por el artículo


24 del CST, cuando conforme lo convenido en un contrato una persona natural
le presta servicios personales a una persona jurídica y/o natural se presume la
subordinación de la primera, y, por consiguiente, la existencia de un contrato de
trabajo.

No obstante lo anotado, en el caso de la prestación de servicios médicos cuando


el contratista es una persona natural y el contratante una persona jurídica que
pertenece al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), sea bien
una EPS o IPS, la Corte Suprema de Justicia ha conceptuado que el mismo
reviste unas características especiales, por cuanto la prestación del servicio se
da en el marco del cumplimiento de una reglamentación específica que debe ser
observada por el contratista y que es responsabilidad del contratante supervisar
su cumplimiento, como lo es la normativa referida al SGSSS y que ello NO
implica la existencia de un contrato de trabajo.

2 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Laboral. Sentencia del seis (6) de agosto de 2014.
SL10546-2014. M.P.: GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ.
3 Barona, Ricardo. La contratación de profesionales y trabajadores de la salud. Protección del trabajo
digno. (…) pp. 129 y 130.
En el siguiente sentido lo ha conceptuado la Sala Laboral de la Corte:

“Por otra parte, es preciso señalar que en los contratos de prestación de servicios,
por lo general el contratista desempeña sus actividades con sus propias
herramientas, equipos o medios; sin embargo, bajo ciertas particulares
circunstancias es posible que esa actividad autonomía e independiente se
desarrolló en las instalaciones del contratante, con elementos de su propiedad
necesarios para la ejecución de la labor encomendada.

Desde esa perspectiva, cuando se someta a juicio el principio de la realidad sobre


las formas con el fin de que se establezca la existencia del contrato de trabajo, le
corresponde al juez, en cada caso, sin desconocer los principios tuitivos del
derecho laboral, analizar las particularidades fácticas propias del litigio a
fin de establecer o desechar. Según el caso, los elementos configurativos
de la subordinación” (Negrilla y subrayado fuera del original). 4

En este mismo sentido, en el caso de contratos de prestación de servicios


médicos dentro del marco del SGSSS la Sala Laboral de la Corte ha establecido
que: (i) la fijación de horarios, (ii) las solicitudes de informes, (iii) las medidas
de supervisión o vigilancia; no configuran subordinación propia de un contrato
de trabajo, a menos que se evidencie la presencia de elementos de (i)
disponibilidad y (ii) la imposibilidad de subcontratar los servicios.

Así lo dijo la Corte en sentencia del 16 de agosto de 2017 radicación no. 48531
sentencia SL13020-2017:

“Por su parte, el contrato de prestación de servicios se caracteriza por la


independencia o autonomía que tiene el contratista para ejecutar la labor
convenida con el contratante, lo cual lo exime de recibir órdenes para el desarrollo
de sus actividades; no obstante, este tipo de contratación no está vedado
de la generación de instrucciones, de manera que es viable que en función
de una adecuada coordinación se puedan fijar honorarios, solicitar
infirmes e incluso establecer medidas de supervisión o vigilancia sobre
esas mismas obligaciones. Lo importante, es que dichas acciones no
desborden su finalidad a punto de convertir tal coordinación en la
subordinación propio del contrato de trabajo.

(…)

Con otras palabras, si bien el contrato que suscribieron las partes contiene
cláusulas que obligaban al accionante a cumplir con los requerimientos legales,
reglamentarios y administrativos derivados del Plan Obligatorio de Salud cuya
prestación asistencia desarrollaba y que, en principio, desvirtuaría la subordinación
jurídica características del contrato de trabajo, no ocurre lo mismo con la
obligación frente a la denominada disponibilidad laboral para trabajar en las
funciones propias del cargo durante los días de descanso, porque ello per se la
lleva implícita… (…)” (Negrilla y subrayado fuera del original).

4
Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia en sentencia del 16 de agosto de 2017 radicación no. 48531
SL13020-2017.
Conforme lo expuesto, puede llegarse a afirmar que la Sala Laboral de la Corte
Suprema de Justicia ha establecido un nuevo concepto de subordinación en el
caso de los contratos de prestación de servicios médicos en el ámbito o ejecución
del SGSSS. De tal forma que al analizarse los supuestos fácticos para determinar
si determinada relación jurídica está regida por un contrato de trabajo o no,
debe atenderse a los criterios de la Corte conforme los cuales: (i) el
cumplimiento de horarios; (ii) la solicitud de informes; (iii) la supervisión del
servicio; y (iv) el hecho que los servicios sean prestados en las instalaciones de
la EPS o IPS; no sugieren per se la existencia de un vínculo laboral. En cambio,
por su parte, (i) la disponibilidad; y (ii) la prohibición de subcontratar los
servicios médicos, sí son un indicio de la existencia de un contrato de trabajo en
el marco del SGSSS.

Anda mungkin juga menyukai