“Algo tenes que hacer”

Mis queridos, creer que la vida cristiana consiste solamente en confiar en Dios y nosotros
liberarnos de toda responsabilidad es simplemente una herejía. Algo tenemos que hacer. No,
en cuanto a la salvación porque es nuestra fe en su sacrificio lo que nos da acceso directo al
cielo. Eso no lo pongo en duda bajo por ningún punto de vista. Sin embargo, hay cosas que el
Padre desea que hagamos en lo inmediato y que no nos pasemos la vida racionalizando tanto.

Por ejemplo, evangelizar. Llevar almas nuevas a la iglesia. Hay gente que todavía ora a Dios
pidiendo confirmación para ver si tienen el don de evangelista y luego ir a predicar, cuando es
un mandato divino. Es algo que ya está estipulado. Marcado a fuego en la Biblia. Pero, existen
hermanos que siguen esperando la tan famosa voluntad de Dios y la usan de excusa para no
moverse.

Están como Moisés. El gran libertador de Israel se encontraba en una de sus tantas discusiones
con el pueblo. Ya la gente estaba cansada de que no tenían para comer, para tomar, etc.
Entonces, Moisés diría las siguientes palabras en Éxodo 14:13-14

Exo 14:13 Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Sólo quédense
quietos y observen cómo el SEÑOR los rescatará hoy. Esos egipcios
que ahora ven, jamás volverán a verlos.
Éxo 14:14 El SEÑOR mismo peleará por ustedes. Sólo quédense
tranquilos.

Las palabras de Moisés son las mismas que podemos escuchar cada domingo en nuestras
congregaciones. “No tengan miedo. Confíen en el Señor. Él les dará la victoria sobre sus
enemigos y nunca más sabrán de ellos, porque Dios pelea por nosotros” Sin embargo, ese
triunfo jamás se materializaría si ellos no marchaban. Por eso la respuesta del Señor es la
siguiente:

Éxo 14:15 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí?
¡Dile al pueblo que se ponga en marcha!

Por eso te digo que hay cosas que debemos hacer para ver la mano de Dios en nuestras vidas.
Nada es fortuito en los caminos del Señor. Todo es intencional. Somos nosotros quienes con
nuestras actitudes podemos mover o no la mano de Dios. Seguramente Dios te ha estado
demandando algo en este tiempo. No sé qué será. Pero habrán áreas de tu vida donde ya
tenes que marchar. Ya no podes esperar más para orar. Para leer la Palabra. Para clamar por
los perdidos. Esto no lo puede hacer el Señor por vos. La decisión de crecer en tu vida es tuya.
Vos determinas hasta dónde queres llegar en tu vida cristiana.

Hay sueños que te estan esperando atrás de tus dudas y miedos. Hay objetivos que te hacen
señas para que vos los alcances. Este 2019 tiene que ser el año donde vos marches y te dejes
sorprender por Dios. Es el año donde vos te la tenes que jugar por las metas que Dios ha
trazado para tu vida. Es tiempo de que te pongas en marcha. No importa si tenes dinero o no
tenes dinero. No importa lo que digan los demás. No importa cuál sea tu situación actual, es
tiempo de activarte. De salir del cascaron. Es momento de vivir conforme al llamamiento que
Dios te ha dado. De estar a la altura de lo que significar seguir a Cristo. Muévete en fe. Empezá
a llamar las cosas que no son, como si fuesen. Empezá a declarar que tu familia, será para
Cristo. Batallá en oración por los tuyos. Guerreá en intercesión por la gente que se pierde.
Arrebatale al diablo lo que tanto te quitó en este tiempo. Deja atrás tu pasado. Deja atrás lo
que no conseguiste en el 2018. El Señor me dice que te diga, “es tiempo de que marches”. Es
tiempo de que conquistes. Es tiempo de que te anotes en esa facultad. Que le hables a la
persona que te gusta. Que mandes ese mail. Que ames como nunca a tu esposo o tú esposa
inconversa. Que busques ese trabajo que tanto has soñado. Es momento de activarte.

De eso se trata el verdadero avivamiento. El avivamiento comienza cuando marchamos. El

avivamiento empieza cuando nos dejamos de jugar al cristianismo, y vivimos en conformidad a
lo que Dios quiere que vivamos. El avivamiento arranca cuando hacemos algo. La liberación de
Israel comenzó cuando el pueblo avanzó. No era momento para razonar. No era tiempo para
estar pensando en cómo Dios hará para vencer a los egipcios. Sino que era momento de
avanzar por se venía una poderosa victoria para todo Israel.

Éxo 14:22 Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar,
caminando sobre tierra seca, con muros de agua a cada lado.
Éxo 14:23 Entonces los egipcios —con todos los carros de guerra y sus
conductores, y con los caballos del faraón— persiguieron a los israelitas
hasta el medio del mar.
Éxo 14:24 Pero poco antes del amanecer, el SEÑOR miró al ejército egipcio
desde la columna de fuego y de nube, y causó gran confusión en sus
fuerzas de combate.
Éxo 14:25 Torció* las ruedas de los carros, para que les resultara difícil
manejarlos. «¡Salgamos de aquí, alejémonos de los israelitas! —gritaban los
egipcios—; ¡el SEÑOR está luchando por ellos en contra de Egipto!».
Éxo 14:26 Cuando todos los israelitas habían llegado al otro lado, el SEÑOR
le dijo a Moisés: «Extiende otra vez tu mano sobre el mar, y las aguas
volverán con fuerza y cubrirán a los egipcios, a sus carros y a sus
conductores».
Éxo 14:27 Entonces, cuando el sol comenzaba a salir, Moisés extendió su
mano sobre el mar y las aguas volvieron con fuerza a su estado normal. Los
egipcios trataron de escapar, pero el SEÑOR los arrastró al mar.
Éxo 14:28 Enseguida las aguas volvieron a su lugar y cubrieron todos los
carros y a sus conductores: el ejército completo del faraón. No sobrevivió ni
uno de los egipcios que entró al mar para perseguir a los israelitas.
Éxo 14:29 En cambio, el pueblo de Israel caminó por en medio del mar
sobre tierra seca, mientras las aguas permanecían levantadas como muros
a ambos lados.
Éxo 14:30 Así es como el SEÑOR aquel día rescató a Israel de las manos
de los egipcios. Y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla
del mar.
Éxo 14:31 Cuando el pueblo de Israel vio el gran poder que el SEÑOR
había desatado contra los egipcios, se llenaron de temor reverente delante
de él. Entonces pusieron su fe en el SEÑOR y en su siervo Moisés.

Cuando la gente vea el cambio tremendo que Dios hará en tu vida, se van a
llenar de temor reverente hacia a Dios y le creerán.