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Revista Española de Sociología (RES)

2016, Vol. 25 (2), 205-225. ISSN: 1578-2824


© Federación Española de Sociología

¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un


análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana del
mercado del arte
Why art galleries cluster? A sociological analysis of urban
structure and dynamics of art market
*Joaquim Rius-Ulldemolins
Departament de Sociologia i Antropologia Social. Universitat de València. España/Spain
joaquim.rius@uv.es

Recibido/Received: 19/05/2015
Aceptado/Accepted: 15/01/2016

RESUMEN ABSTRACT
¿Por qué las galerías de arte se concentran en clúste- Why art galleries cluster? Some authors have
res? Algunos autores han respondido a esta pregunta answered this question by arguing that cluster
argumentando que, agrupadas de este modo, con- increase their power of attraction for visitors and
siguen un mayor poder de atracción de visitantes y consumers. While this argument explains why the
clientes. Si bien este argumento explica por qué las galleries tend to form one cluster, however, does
galerías tienden a concentrarse, sin embargo, no not explain why in most large cities there are se-
explica por qué en la mayoría de grandes ciudades veral artistic clusters and not just one. Based on
existen diversos distritos galerísticos diferenciados. the analytical tools of the sociology of art (es-
Partiendo de las herramientas analíticas de la socio- pecially Pierre Bourdieu and Raymonde Moulin)
logía del arte (especialmente Pierre Bourdieu y Ra- we will show how the concentration makes visi-
ymonde Moulin) mostraremos cómo la existencia de ble the structure and oppositions of the artistic
diversos clústeres evidencia la estructura y las oposi- field and the different strategies dealers within
ciones internas en el campo artístico y las diferentes it. From the cases of Paris and New York, we will
estrategias y posicionamientos de los marchantes en analyze the structural and professional reasons
su seno. A partir de los casos de París y Nueva York, that explain the rise and fall of the art market
analizaremos las causas estructurales y profesiona- clusters. Finally, we discuss what are the current
les que explican el surgimiento y declive de los clús- trends and changes in the urban configuration of
teres galerísticos. Finalmente, analizaremos cuáles the art market taking into account the postmo-
son las tendencias y transformaciones actuales en la dern dynamics and the role of the cultural sphere
configuración urbana del mercado del arte, tomando in the post-Fordist society.
en consideración las dinámicas postmodernas y el rol
de la cultura en la sociedad postfordista. Keywords: sociology of arts, art gallery clusters, art
Palabras clave: Sociología del arte, clústeres ga- market, art dealers, posmodernity.
lerísticos, mercado del arte, marchantes de arte,
posmodernidad.

*Autor para correspondencia / Corresponding author: Joaquim Rius-Ulldemolins. Departament de Sociologia i Antropologia
Social. Universitat de València. Avinguda Tarongers, 4b, 46021 València.
Sugerencia de cita / Suggested citation: Rius-Ulldemolins, J. (2016). ¿Por qué las galerías de arte se concentran en clúste-
res? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana del mercado del arte. Revista Española de Sociología,
25 (2), 205-225.

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

Introducción: industrias culturales dustrial marshalliano por parte de Michael Porter


y creativas y clusterización (2000), su aplicación en el campo de las industrias
culturales (Lorenzen y Frederiksen, 2007) y su pos-
El fenómeno de los barrios artísticos es un ob- terior ampliación al campo de las llamadas indus-
jeto de estudio que de forma creciente ha llamado trias creativas (Cooke y Lazzeretti, 2008). De forma
la atención de los científicos sociales. Una atención resumida, podemos afirmar que estos análisis se
que ha aumentado de forma paralela a la impor- fundamentan en destacar la reducción de los cos-
tancia otorgada a la economía de la cultura y las tes de intercambio, la mayor accesibilidad a una
industrias culturales (J. O’Connor, 2007). Un cam- mano de obra cualificada y la facilidad en los pro-
bio que en parte se explica por la vertiginosa trans- cesos de colaboración, interacción y competencia
formación de una economía fordista a una postfor- entre las empresas del clúster (Scott, 2000; Scott,
dista en la que la esfera del consumo ejerce una 2010). Asimismo, la concentración de creadores e
mayor influencia en la estructura social y las di- intermediarios culturales es explicada porque fa-
námicas urbanas (Bell, 1991; Featherstone, 1991; cilita las sinergias creativas y las colaboraciones
Featherstone, 2000). En este contexto, los sectores flexibles e informales (Menger, 1993; Rius-Ullde-
culturales y creativos han obtenido una nueva cen- molins, 2014a).
tralidad social (Florida, 2005; Pratt, 2008), a la vez Sin embargo, menos atención ha recibido el es-
que son crecientemente instrumentalizados, hasta tudio de la clusterización en las artes visuales. Y en
constituir el nuevo espíritu del capitalismo (Bol- las pocas excepciones, el análisis se ha centrado
tanski y Chiapello, 2002), caracterizar las formas mayoritariamente por una parte en los artistas vi-
dominantes de trabajo (Menger, 2009) o constituir suales y en las causas y efectos económicos de esta
la pieza clave en la generación de valor en la eco- concentración (Markusen y Schrock, 2006a; Marku-
nomía (O’Connor, 2004; Scott, 2007) sen y Gadwa, 2010). O bien, desde una perspectiva
En este contexto, los clústeres culturales han más crítica, algunos estudios se han centrado en
aparecido como el remedio a numerosos proble- los efectos gentrificadores sobre su entorno ur-
mas urbanos y económicos surgidos a raíz de la bano de su concentración (Martí-Costa y Pradel i
desindustrialización y la creciente competencia en Miquel, 2012; Zukin, 1982). Asimismo, desde los
torno de la economía creativa (J. O’Connor, 2004; años setenta han aparecido algunos estudios so-
Zarlenga et al. 2013). Así, numerosos autores tam- bre la formación de los nuevos barrios artísticos,
bién han atribuido a los barrios culturales un papel especialmente el SoHo de Nueva York, en los que
importante en la estimulación de la innovación y de forma más analítica se reconstruye el proceso
la creatividad (Moomas, 2004), en el desarrollo del del surgimiento de un distrito artístico y la interre-
consumo cultural (Zukin, 1992; Zukin, 1995; Zukin y lación entre los artistas, galeristas, coleccionistas
Braslow, 2011) y en la generación de nuevos estilos y amateurs del mundo del arte que se dan cita en
artísticos y estilos de vida (Lloyd, 2010b; Simpson, estos enclaves urbanos (Kostelanetz, 2003; Simp-
1981). Recientemente, también se le ha señalado son, 1981). Finalmente, más recientemente han
su contribución a la potenciación de la economía aparecido algunos estudios sobre la configuración
creativa de las ciudades (Pratt, 2008; Wu, 2005) y urbana de los barrios de galerías, mostrando la
de la imagen proyectada al exterior (Evans, 2003; aparición de diversos distritos de galerías en gran-
Markusen y Gadwa, 2010; Vanolo, 2008). des centros artísticos como Nueva York (Molotch y
Por ello, se ha desarrollado numerosos estudios Treskon, 2009; Zukin y Braslow, 2011) o bien otras
sobre la clusterización y cultura, en una perspecti- ciudades emergentes como Seúl (Kim, 2007) o ciu-
va que intenta combinar los factores económicos y dades periféricas el mercado del arte mundial como
las dinámicas de interacción de los sectores cul- Barcelona (Rius, 2012). Habitualmente, los análi-
turales y creativos (J. Rius-Ulldemolins y Zarlenga, sis de estas configuraciones suelen pivotar en los
2014; Scott, 1999). Básicamente, estos análisis se análisis de tipo económico (precio de las obras, al-
basan en una relectura del concepto de distrito in- quiler, etc.) y en el análisis bajo este paradigma de

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la evolución de los clústeres galerísticos (Molotch y abordará en primer lugar la razón de la concentra-
Treskon, 2009). ción de las galerías de arte en clústeres, a partir de
Ciertamente, esta perspectiva tiene una capa- las contribuciones de la sociología del arte. Y anali-
cidad interpretativa de la concentración en un clús- zará en detalle las aportaciones de sus principales
ter: tal y como establece la socióloga del mercado corrientes, la estructuralista y la interaccionista
del arte Raymonde Moulin, estando la demanda (Menger, 1992). En tercer lugar, a partir de estas
dispersa, el monopolio local ofrece escaso interés aportaciones teóricas se analizará las estructuras
y por lo tanto las galerías de arte se concentran y dinámicas de clusterización del mercado del arte
para así poder atraer la demanda (Moulin, 1983). desde inicios del siglo xx hasta la actualidad a
Sin embargo, si bien la agrupación de galerías se partir de los casos de las dos principales capitales
puede en parte explicar por esta dimensión de la artísticas del siglo xx y xxi, París y Nueva York, re-
demanda, entendemos no se puede explicar la clus- velando la relación dialéctica entre la evolución de
terización por puras razonas económicas, sino que la configuración espacial del mercado artístico y la
al tratarse el arte de una esfera de actividad relati- conceptualización que de ella hace la sociología del
vamente autónoma y con normas específicas (Bec- arte. A continuación, se analizará el impacto de las
ker, 1984; Bourdieu, 2002) debe tenerse en cuenta dinámicas postmodernas y de la globalización en la
no sólo los factores económicos o macro-sociológi- configuración urbana de los clústeres galerísticos.
cas sino también las dimensiones meso y micro-so- Y finalmente, realizará un balance de la utilidad,
ciológicas. Es decir, para analizar la formación de vigencia y límites de la sociología del arte y la cul-
distritos artísticos se debe tomar en cuenta la con- tura en el análisis de este fenómeno.
figuración y normas del sector artístico (y su doble
vertiente económica y simbólica) y las dinámicas
de interrelación (de cooperación y competencia) de La sociología del arte, la profesión
los propios agentes implicados, los marchantes de de marchante de arte y el análisis de
arte. Esta perspectiva nos permitirá desarrollar un los clústeres de galerías
análisis sociológico de la dinámica de clusteriza-
ción desde una perspectiva global, como reflejo de Desde la Segunda Guerra Mundial ha experi-
una estructura y como respuesta a una actuación mentado un notable desarrollo en diversos campos
estratégica. Ello nos habilitará para responder a los de estudio y en su fundamentación teorica (Zol-
numerosos interrogantes que siguen abiertos: por berg, 1990). Partiendo de un enfoque centrado en
qué existen diversos clústeres artísticos y no sólo la influencia del marco macro-sociológico al objeto
uno o por qué a veces las galerías se mudan de dis- artístico y su recepción, perspectiva cercana a la
trito o qué causas explican el crecimiento y declive historia del arte y dominante hasta mediados del
de los diversos clústeres galerísticos. siglo xx (Furió, 2000), una corriente central de la
Este artículo, basado en los resultados de una sociología del arte se ha orientado progresivamen-
investigación comparativa sobre barrios artísticos1, te desde entonces hacia el estudio de los sectores
culturales, las profesiones y las prácticas artísticas
1 Este artículo es producto de una investigación compa-
rativa sobre distritos artísticos financiada por el Minis- asociaciones de marchantes y de las guías del mercado
terio de Ciencia y Competitividad (Proyecto: Museos y del arte elaboradas por publicaciones especializadas
barrios artísticos: arte público, artistas, instituciones, en este campo que se han analizado específicamente
Ref. HAR2012-38899-C02-01). El equipo de la Univer- para esta investigación. Sin embargo, una parte del
sidad de Valencia ha desarrollado la línea de investi- marco teórico se basa en trabajos precedentes sobre el
gación acerca de la configuración del mercado del arte mercado del arte en España y en entrevistas a actores
y la generación de distritos artísticos. En este proceso destacados del mundo artístico como marchantes de
se ha recogido datos sobre el mercado del arte a nivel arte y directores de instituciones artísticas (Rius, 2012;
internacional a través de fuentes secundarias como J. Rius-Ulldemolins, 2014).

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o la construcción de los evaluación y la recepción Sin pretender en este artículo analizar todo el
cultural (Heinich Roberta, 2012; Hennion, 2004; vasto desarrollo teórico de Pierre Bourdieu y cen-
Moulin y Cardinal, 2012) . En grandes rasgos pode- trándonos en el campo artístico, podemos afirmar
mos dividir esta segunda fase de la sociología del que a partir de los años setenta este autor elabora
arte en dos grandes corrientes: la sociología del arte su concepción del campo artístico moderno (Bour-
estructuralista y la sociología del arte interaccio- dieu, 1977). En primer lugar, Bourdieu definirá el
nista (Ariño, 1997; Menger, 1992). Dos perspectivas arte como un campo autónomo que no puede ser
que, aunque no será su objeto de estudio principal, analizado desde los parámetros de otros campos
se revelarán las más útiles para fundamentar so- (Bourdieu, 2001). Esta autonomía se construye a
ciológicamente el análisis entre mercado del arte y partir de la ruptura con otras esferas que lo condi-
el espacio urbano (Rius, 2012). Por ello, a continua- cionaban como la economía, la política y la religión
ción, analizaremos brevemente las bases teóricas y en el marco del proceso de división funcional de la
conceptuales de cada corriente y cómo estas dos sociedad y su modernización (Lash, 1997; Weber,
corrientes conceptualizan e interpretan los proce- 1944). De este modo, Bourdieu caracteriza el arte
sos de clusterización artístico. Concluiremos con como un espacio social auto-regulado el que se
un balance sobre la vigencia y los límites de las rige por unas oposiciones estructurantes caracte-
perspectivas sociológicas presentadas así como rísticas de este campo.
la necesidad de desarrollar nuevas herramientas La primera oposición la constituye el antago-
analíticas y de nuevas investigaciones empíricas nismo entre el polo del arte puro y el polo del arte
para comprender actualmente el fenómeno de la comercial. Una oposición que delimita, respectiva-
clusterización del mercado del arte. mente, el subcampo autónomo, autoregulado por el
propio campo artístico, y el subcampo heterónomo,
o condicionado por otros campos, especialmente el
La sociología del arte estructuralista y el económico (Bourdieu, 1977). La segunda oposición
análisis de los clústeres artísticos se produce a causa de la rivalidad entre las van-
guardias emergentes y la vanguardia consolidada.
En la primera corriente, destaca la figura del Las vanguardias emergentes pugnan por entrar
sociólogo Pierre Bourdieu y su pensamiento socioló- en el campo artístico y ganar capital simbólico a
gico, aunque podemos encontrar otros autores que partir de una apelación a los principios de innova-
han contribuido en mayor o menor medida y en di- ción y autenticidad. Y por su parte, la vanguardia
ferentes etapas a su desarrollo como, por ejemplo, consolidada ejerce un dominio del campo y trata de
Christophe Charle y su estudio del campo literario impedir el éxito de las revoluciones artísticas para
(Charle, 1998), Alain Darbel en el análisis de las conservar su capital simbólico acumulado. Final-
visitas en los museos (Bourdieu et al., 2003), Luc mente, para Pierre Bourdieu se produce una homo-
Boltansky en el caso de la práctica de la fotografía logía estructural entre el campo de la producción,
o la constitución del campo del cómic (Boltanski,
1975) o Jean Claude Grignon y Jean-Claude Passe- para analizar el rol de los intermediarios culturales en
ron en el estudio de la cultura popular y su relación los diversos campos artísticos como el cine, el teatro o
con el campo literario y la dominación simbólica la música (Jeanpierre y Roueff, 2013). Por otra parte,
(Grignon y Passeron, 1989)2. en el ámbito académico anglosajón la perspectiva
estructuralista inspirada por Bourdieu sigue vigente
2 Esta tradición de aplicación de la perspectiva artística como terreno de análisis de la sociología de la cultura
ha encontrado su continuación en los trabajos de en un sentido amplio, como por ejemplo muestra el
Gisèle Sapiro sobre el campo intelectual (Sapiro, 1996) reciente libro editado por Costa y Murphy, Bourdieu,
o de una nueva generación de sociólogos franceses Habitus and Social Research. The Art of Application
que —como muestra el libro editado por Jeanpierre y (Costa y Murphy, 2015) o en campos tan actuales como
Roueff— parten del esquema teórico estructuralista la programación de videojuegos (Allington, 2015).

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la distribución y el consumo cultural que reproduce lo que en un principio ofrecería la ventaja de atraer
estas oposiciones, con lo que se producirán alian- la demanda.
zas formales y/o cooperación informal entre los Asimismo, aunque Pierre Bourdieu (ibídem) no
diferentes agentes del campo, es decir, artistas, lo afirme (puesto que su material de análisis es de
galeristas y coleccionistas o público en general los años sesenta), se puede deducir de su esque-
(Bourdieu, 1991). ma teórico que el surgimiento de nuevos clústeres
Este marco de análisis que pretende revelar las culturales como los que aparecerán en los años
reglas del campo artístico ha ejercido una gran in- setenta expresaría la irrupción de un nuevo polo
fluencia y también ha recibido numerosas críticas de arte emergente que competiría para entrar en
(Menger, 1992) sobre las que no profundizaremos. el campo artístico y que concentraría a artistas
En todo caso, la conceptualización del mundo artís- emergentes, nuevos galeristas y público ama-
tico como campo de oposiciones y luchas se refleja teur dispuestos a competir por el poder simbólico
en la forma de interpretar los procesos de clusteri- dentro del campo y, por lo tanto, con el objetivo
zación. Y aunque ya avanzamos que para Bourdieu de desbancar el anterior centro galerístico, que
y su escuela de análisis el espacio no es una varia- concentra los artistas, galeristas y público de la
ble explicativa del campo en sí misma, ésta es uti- vanguardia consolidada.
lizada para visualizar gráficamente las oposiciones Finalmente, según Bourdieu (ibídem) la coin-
anteriormente mencionadas en el campo artístico, cidencia entre los espacios sociales del comercio
literario o escénico: “La oposición entre comercial de lujo y las galerías de arte no debe convertirse
y no comercial se encuentra en todas partes: es el en un reflejo de la sumisión del mundo del arte
principio generador de la mayor parte de los juicios a la esfera económica en su conjunto tal y como
que, en materia de teatro, de cine, de pintura, de denuncian algunos colectivos artísticos como
literatura, pretenden establecer la frontera entre lo Grup de Treball (Parcerisas, 2000). Según esta
que es el arte y lo que no lo es, es decir práctica- corriente el hecho observable que el polo co-
mente entre arte “burgués” y arte “intelectual”, en- mercial del campo (y por lo tanto heterónomo y
tre arte “tradicional” y arte de “vanguardia”, entre dependiente del campo económico) comparta es-
la “Rive droite” y la “Rive gauche”3. Por lo tanto, pacio junto a los agentes dominantes del campo
podemos interpretar el surgimiento de los clústeres socioeconómico -y sus espacios residenciales,
artísticos como la expresión geográfica de las opo- viviendas de gama alta, o sus lugares de con-
siciones constitutiva del campo artístico entre el sumo, como los comercios de lujo- es producto
polo del arte comercial y el polo de arte puro y entre de la lógica del campo: este polo es heterónomo
vanguardia consolidada y vanguardias emergen- y por lo tanto dependiente de la influencia y los
tes. Asimismo, según este esquema de Bourdieu condicionamientos de otros campos. No será sino
las oposiciones conducen a los agentes del campo, a través de un largo proceso durante el siglo xix
en este caso los galeristas, a distanciarse y enfren- y xx de rupturas y construcción de una illusio y
tarse. Y ello explica la permanencia de los clústeres unas reglas propias del campo que este conquis-
opuestos y no la centralización en un solo clúster, tará una relativa autonomía respecto a los otros
campos. Y ello permitirá el surgimento del polo
autónomo y del clúster vanguardista de galerías
3 Desde el siglo xix, con la apelación de “Rive droite” y la de arte. Sin embargo, a mediados del siglo xix no
“Rive gauche” se designan la orilla derecha e izquier- existía aún una autonomía del campo artístico.
da del Sena a su paso por París, que constituyen dos En sus inicios las galerías de arte eran una sim-
distritos céntricos de la ciudad. A partir del periodo de ple evolución de antiguas tiendas de decoración
entreguerras hasta finales del siglo xx, la “Rive droite” o de venta de suministros de pintura. No será
ha sido considerada la parte burguesa y conservadora y hasta la segunda mitad del siglo xix que surge la
la “Rive gauche” la parte intelectual y de izquierdas de figura del marchante profesional (White y White,
la capital francesa (Lottman, 1981). 1991) que debe combinar sus competencias de

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en el campo artístico y unas habilidades en el puesta (Menger, 1992). Debemos señalar asimis-
campo económico, representando así una figu- mo que la sociología interaccionista no constituye
ra doble de nexo entre dos campos (Bourdieu, en sí mismo un conjunto acabado y coherente
2002). de teorías y conceptos –como ocurre con la es-
Sin embargo, según Bourdieu el análisis tructuralista- sino que constituye en una nueva
del campo artístico a partir de su estructura de perspectiva de análisis, alimentada por numero-
clústeres tiene sus límites: “El hecho que las po- sos estudios empíricos desarrollados desde los
siciones constitutivas de los diferentes campos años ochenta (Zolberg, 1990). Si debiéramos, no
se manifiesten a menudo en el espacio no debe obstante, fijar un punto de partida teórico sin
engañarnos: el espacio físico sólo es el soporte duda elegiríamos el trabajo fundacional de este
vacío de las propiedades sociales de los agentes corriente, Los mundos del arte, del sociólogo
y de las instituciones que, distribuyéndose en él, Howard S. Becker (1984). Este libro tiene la vir-
lo convierten en un espacio social, socialmente je- tud de presentar desde la perspectiva interaccio-
rarquizado (Bourdieu, 1977: 4). Por lo tanto, desde nista los mundos del arte destacando con ello la
el punto de vista de Bourdieu se debe evitar una dimensión cooperativa, convencional y dinámica
reificación de los polos y las jerarquías de espa- que los caracteriza. Esta aproximación permite
cios urbanos concretos, puesto que en el campo un enfoque más flexible, neutral y basado en la
artístico son las propiedades de los agentes los dinámica concreta de cada profesión artística sin
que definen la jerarquía y no al contrario. Asimis- imponer por ello estructuras supuestamente uni-
mo, observa como Christophe Charle (1998) en su versales a todos los sectores culturales (Menger,
estudio del campo literario, que los creadores y 1992). Ello no presupone, al contrario, renunciar a
los intermediarios cambian de espacio al pasar revelar regularidades o tipologías en los mundos y
de un polo a otro (típicamente, del polo del arte las profesiones artísticas. Una de ellas, tal y como
puro al comercial) o bien al consagrarse (y pasar conceptualiza Becker (1984) es que podemos es-
de la vanguardia emergente a la consagrada), lo tablecer tipos y niveles de consagración, integra-
que muestra que no es el espacio el que expli- ción y centralidad de los profesionales, diferen-
ca las propiedades del campo sino al contrario, ciando entre profesionales integrados, francotira-
el campo el que define las propiedades que se le dores, artistas populares y artistas naïf (opus cit.,
otorgan al espacio. Sin embargo, el propio Bour- 236-275). Esta tipología que en principio no hace
dieu y Charle reconocen que algunas partes de la referencia al espacio, puede ser plasmada en un
ciudad quedan connotadas estilísticamente al mapa geográfico, entendiendo que los artistas in-
haber albergado durante un tiempo los agentes tegrados se localizan en los espacios centrales de
que defendían un determinado estilo, lo que, en las grandes capitales artísticas, los francotirado-
principio, contradiría una visión que otorga al es- res en barrios marginales o bohemios, mientras
pacio y las concentraciones el rol de mera variable que los artistas populares o naïf se sitúan en las
dependiente, explicada por las reglas del arte y periferias urbanas o las provincias, tal y como de
sus oposiciones constitutivas (Bourdieu, 2002; hecho ha demostrado posteriormente un estudio
Charle, 1998). de Per Mangset (1998) sobre la distribución geo-
gráfica de los artistas noruegos.
Esta perspectiva de Becker (opus cit.) del tra-
La sociología del arte interaccionista y el bajo artístico como cadena de trabajo cooperativa
análisis de los clústeres artísticos entre diferentes profesiones permite evaluar el rol
que cada una ejerce y su mayor o menor centra-
La corriente interaccionista de la sociología lidad y fortaleza en el marco de la producción de
del arte se desarrolla posteriormente y en cierta valor artístico. En este caso, en las artes visuales la
medida como reacción a la impronta y el éxito de aplicación de esta perspectiva nos conduce a com-
la perspectiva estructuralista anteriormente ex- prender la centralidad de la esfera de la creación

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reforzada por el mito del artista-genio (Heinich, La corriente interaccionista, representada en


1992) y la relativa debilidad económica y atomiza- la sociología del mercado del arte de Raymonde
ción de la esfera de la distribución, es decir, de los Moulin (1983; 1992; 2003), tampoco se centra en
marchantes de arte. Ello explica en parte la nece- el estudio de la clusterización galerística en sí
sidad de agruparse en asociaciones profesionales misma, pero nos da algunos elementos para com-
de galeristas y de concentrarse geográficamente, prender la especial relación entre el mercado del
sin que una o varias galerías puedan establecer un arte y el espacio urbano. Si en la primera corrien-
dominio sobre el mercado (Moulin, 1983). te, la configuración espacial del mercado del arte
Esta perspectiva de conceptualización de los era una variable explicada por la estructura del
agentes del mundo artístico en relación a un siste- campo artístico, en la corriente interaccionista, el
ma de interacciones y convenciones y la tipologiza- espacio aparece como un elemento definidor del
ción de las profesiones artísticas se revelará fruc- sistema artístico y un componente clave dentro
tífera en el análisis empírico del mercado el arte y de una estrategia del posicionamiento profesio-
la profesión de marchantes. Sin duda la figura más nal y artístico que los marchantes de arte toman
destacable en este empeño es la socióloga francesa en consideración y manipulan estratégicamente
Raymonde Moulin, autora de dos extensos trabajos (Rius, 2012).
sobre las artes visuales en Francia. El primer tra-
bajo de esta autora, publicado en los años sesenta,
refleja el periodo de mayor esplendor del mercado EL ANALISIS SOCIOLÓGICO DE LA CONFIGURACIÓN
moderno de las artes visuales en París (Moulin, ESPACIAL MERCADO ARTÍSTICO
1983). El segundo trabajo, ya en los años noven-
ta, se analiza igualmente el mercado de las artes A finales del siglo xix, la falta de autonomía
visuales, pero se hace un especial hincapié en el del campo artístico se refleja en los mapas de ga-
creciente impacto sobre este mundo artístico de las lerías de finales del siglo xix estudiados por White
políticas culturales y sus instituciones (museos y (1993): la mitad de las galerías están en torno a
centros de arte) y de la globalización del mercado la misma zona de la Rive droite, un barrio habi-
(Moulin, 1992). Un análisis que completará en otro tado por la burguesía. Muchas de estas galerías
estudio posterior en el que destacará el impacto de de arte fueron en su inicio simples tiendas de
la globalización (Moulin, 2003)4. arte pero paralelamente al surgimiento del mer-
cado del arte como mecanismo de valorización y
comercialización del arte, se especializan y van
4 Esta línea de investigación sobre el mercado del arte y
ampliando su clientela entre la emergente clase
sus profesiones será continuada por sus principales
social deseosa de legitimar su posición social a
discípulos como Pierre-Michel Menger que estudiará las
través de la compra y posesión de una colección
profesiones artísticas y el trabajo creativo (Menger, 2009)
o por Alain Quemin que analizará la construcción del va-
de arte (DiMaggio, 1991). Será este clúster, la
lor y las reputaciones a nivel internacional (A. Quemin,
Rive droite, la que dominará desde mediados del
2013a). Por otra parte, la aplicación de esta corriente se siglo xix hasta inicios del xx, defendiendo los ar-
ha iniciado con un análisis del caso barcelonés (Rius, tistas de la llamada Escuela de París y atrayendo
2012). Otros análisis de caso como el realizado por Mo- a los coleccionistas adinerados de toda Europa y
lotch en Nueva York citan a los autores de esta corriente Estados Unidos a la capital artística del siglo xix
de la sociología del arte pero sin embargo, desde nuestro (Harvey, 2003; White, 1993).
punto de vista, no lo aplican en su análisis de cambio de Sin embargo, también surgirán en este pe-
la configuración artística al tomar como vector de cambio riodo otros focos de galerías: uno en Montmartre,
solamente la variación de las cotizaciones y los precios otro en Luxemburgo y un tercero junto al Sena en
de los alquileres, sin considerar así la estrategia de los la Rive gauche. Será este último clúster el que
marchantes en la configuración de los clústeres artísti- elegirán a inicios del siglo xx los marchantes
cos (Molotch y Treskon, 2009). asociados al polo del arte puro para organizar las

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

primeras exposiciones de las primeras vanguar- do artístico y situarse en el que creía que sería el
dias y se consolidará como polo de la innovación nuevo centro espacial del mercado del arte más
artística durante medio siglo (Moulin, 1983). De rupturista y avanzado: la Rive gauche.
este modo, el polo del arte puro dentro del campo La socióloga Raymonde Moulin (1983) interpre-
artístico (y por lo tanto el espacio autónomo) crea ta la tendencia a la concentración de las galerías
sus clústeres en espacios relativamente alejados de arte como una forma de cooperación libremente
de los boulevards del comercio de lujo y en barrios elegida en respuesta a las características de la de-
no dominados por otras dinámicas comerciales manda: “La localización del comercio de cuadros
preexistentes. Una relativo aislamiento urbano, se sitúa en la tradición más antigua del negocio del
que les permitirá así desarrollar una actividad arte y los marchantes de cuadros no buscan pro-
separada y autónoma de otras dinámicas socia- tegerse contra la concurrencia local, que perciben
les y poder crear así un polo autónomo en el que al contrario como beneficiosa; estando la clientela
artistas y galeristas dominan este espacio. Este dispersa, el monopolio local no tiene interés; la con-
surgimiento de un polo de arte puro crea una es- centración aumenta al contrario las posibilidades
tructura de clusterización del mercado del arte de de atraer a los compradores habituales (Moulin,
dos zonas o bipolar y caracterizado por su oposi- 1983: 515).
ción y rivalidad artística e ideológica desde inicios En segundo lugar, Moulin rechaza que pueda
hasta los años sesenta del siglo xx. hablarse de polos o divisiones nítidas de tipos de
Un libro biográfico sobre D. H. Kahnweiler galerías según la zona que ocupan y menos que
(Assouline, 1989), el famoso marchante del cu- ello refleje una estructura preexistente del campo
bismo, nos confirma este análisis de tendencia a artístico como teoriza la corriente estructuralis-
la concentración de los marchantes y asimismo ta (Moulin, 1983). Sin embargo, reconoce que la
de la existencia de dos clústeres galerísticos y posición geográfica puede ser un indicador, en-
de la estructura artística que representan. Se- tre otros, de la posición que se ocupa dentro de
gún Pierre Assouline (1989), cuando Kahnweiler los diferentes segmentos del mercado: “(...) el
estaba proyectando la que sería su primera gale- comportamiento del marchante no es el mismo
ría en 1907 su primer impulso fue el de observar según el lugar ocupado por la galería dentro de
donde estaban las grandes galerías: “Hay que la jerarquía del mercado, según su localización y
ser Rive droite. Cuestión de prestigio. El crítico su standing” (Moulin, 1983: 142). Podemos verlo
Louis Vauxcelles conoce bien su mundo. Asegura reflejado en su primera obra cuando constatamos,
que cuando un marchante pasa de la Rive gau- con la ayuda de un plano, que las galerías de arte
che a la Rive droite, es signo de que le va bien. adheridas el Comitè Professional des Galleries
Esta evolución geográfica tiene su importancia d’Art de Francia y por lo tanto las galerías que
en un mundo en el que la reputación precede la cumplen un mínimo de requerimientos de calidad
cotización del arte. (…) No se dice: voy a recorrer para ser admitidas en este colegio profesional es-
las galerías, sino: voy a la calle Laffite” (opus tán mucho más concentradas que las galerías que
cit, pag. 58). No obstante, este marchante que no están asociadas, las que Moulin califica como
ayudó a revolucionar el arte del siglo xx no qui- simples “tiendas de cuadros” (Moulin, 1983). La
so simplemente situarse al lado de los grandes concentración es por tanto un indicador de los di-
marchantes y ser uno más: “Kahnweiler apren- ferentes tipos y categorías que, aunque borrosos y
de rápido. Se da cuenta enseguida que la calle sujetos a cambios y reevaluaciones, existen entre
Laffitte y la calle Peletier están ya pasadas de los agentes que pertenecen al mundo del arte. Y si
moda, que están muy connotadas de los colores bien, según esta autora, no existen polos opuestos
del siglo xix” (ibídem). El marchante que se situó de arte comercial y arte puro, podemos estable-
a la vanguardia artística intuye pues que hay cer que existen clústeres con un mayor o menor
que avanzarse, separase de los marchantes que prestigio en el mundo del arte: “Otras pinturas
representan según él el polo comercial y el pasa- son vendidas por marchantes especializados, la

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Joaquim Rius-Ulldemolins

respetabilidad de los cuales varía en función de artistas y obras5. Asimismo, Peterson (opus cit.)
los sitios, del barrio de Strasbourg-Montmartre observa que los galeristas con predisposición
al barrio de Champs-Élysés-Palais-Royal, por lo mayor al riesgo y que apuestan por un arte emer-
que respecta a Paris” (Moulin, 1992: 39). Por lo gente, también son los más proclives a hacer
tanto, la posición geográfica es un indicador de la elecciones arriesgadas con su localización en un
posición dentro del mercado artístico, el hecho de clúster. Por lo tanto, estos galeristas serán los
encontrarse en un clúster denso de galerías indica pioneros en mudarse y crear nuevos clústeres o
un nivel mayor de profesionalidad, y la elección bien en instalarse en clústeres aún en proceso
de un espacio puede mostrar una estrategia den- de formación (Peterson, 1997: 260-261). Por el
tro del mercado y un posicionamiento respecto al contario, una estrategia reacia a la asunción de
consumidor. Aunque no podemos hablar de fronte- riesgos se asociará con una tendencia a trasla-
ras nítidas en la geografía del mercado del arte, darse desde zonas periféricas a clústeres cen-
“de un espacio de exposiciones a otro, de un barrio trales del mercado, reforzando así las jerarquías
a otro, la transición se produce de forma inadver- de clústeres del mercado artístico (Rius, 2012).
tida entre un mercado con las formas más pobres Sin embargo, en cuarto lugar, a partir de los
y más anónimas y el mercado que responde, por años setenta puede observarse (ver Mapa 1 so-
los temas tratados a las expectativas análogas bre los clústeres de galerías de arte en París)
de la clientela”. (Moulin, 1992: 40). Según esta como algunas galerías de arte se sitúan a las
corriente, si bien no podemos hablar de homolo- proximidades de las nuevas instituciones del
gías estructurales entre los polos de la oferta y arte contemporáneo, a veces en zonas en pro-
demanda artística como en el caso de la corriente cesos de regeneración urbana (Bianchini, 1991;
estructuralista (Bourdieu, 1977), la existencia en Vicario y Martinez Monje, 2003). Esta corriente
clústeres del mercado del arte no sólo organiza las de la sociología del arte interaccionista interpre-
jerarquías profesionales, sino que establece fron- ta esta apuesta estratégica como una forma de
teras, invisibles y progresivas pero significativas, reducir el riesgo inherente a la creación de una
en los tipos de demanda.
En tercer lugar, esta respetabilidad y pres- 5 La gestión de la incertidumbre y del riesgo en el mun-
tigio dentro del campo artístico no es un dato do de la cultura y las artes es uno de los temas de
prefijado y estable, sino que depende de la es- debate centrales en la sociología de las artes. Mien-
tras que la corriente estructuralista asume que el polo
trategia del propio marchante y del éxito de esta
del arte puro constituye una posición en la que los
estrategia de posicionamiento dentro del merca-
creadores dirigen sus estrategias a renovar los len-
do. Dentro de una lógica tradicional de carrera
guajes artísticos —especialmente las vanguardias
ascendente, el marchante: “(…) acompaña paso
emergentes que crean obras sin un público predefini-
a paso a sus pintores, acepta eventualmente un
do—, para así proceder a una acumulación de capital
pedido exterior que le permite elevarse en la je-
simbólico al parecer un acto desinteresado (Bourdieu,
rarquía económica, inicialmente cambia de lo- 1997, Bourdieu, 2002), la corriente interaccionista
cal, después de barrio, se convierte en un gran parte de la idea de que la combinación de apuestas
marchante en la medida que sus pintores se ha- arriesgadas, o en principio más seguras, en el mun-
cen célebres y envejece con ellos” (Moulin, 1983: do del arte[,] forma parte de la estrategia profesional
147). Esta estrategia de cambio de barrio y su elegida en el marco de un sistema artístico y de unos
lógica viene definida por diversas variables, una recursos previos, como son el capital económico, re-
de ellas es la gestión del riesgo en la trayectoria putación profesional, capital social (Menger, 1999).
empresarial de las galerías de arte. Tal y como Asimismo, esta gestión del riesgo en el marco de un
analiza Karin Peterson (1997), podemos encon- mercado turbulento también es actualmente propio
trar galeristas con estrategias más conservado- de las industrias culturales y se encarna en la figura
ras o más arriesgadas en su proyecto estético y del productor o las compañías o sellos independientes
profesional y por lo tanto en sus elecciones de (Peterson, 1986, Chiapello, 1998).

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

galería de arte vanguardista, mostrando así la institución (el Centro Pompidou, N. del A.) son
creciente interrelación desde los años ochenta afectados cada uno a una imagen social fuerte,
entre las instituciones artísticas y mercado del oponiendo la tradición de la Escuela de París a
arte en la generación de valor y reputaciones las vanguardias internacionales. (Moulin, 1992:
artísticas (Menger, 2010; Moulin, 1992). Esta 186). Un esquema de clusterización que ha sido
forma de asociación simbólica y espacial fue luego imitado en diversas ciudades europeas con
iniciada en el distrito próximo al Centro Nacional el traslado o la nueva instalación de galerías de
de Arte Georges Pompidou de París, el distrito arte en las cercanías de los museos de arte con-
de Beaubourg y Le Marais: (…) ningún barrio temporáneo, como una forma de legitimación del
coincide exactamente con un segmento del mer- arte de este estilo que defienden y venden los
cado. Pero ciertamente, el barrio Rive droite en galeristas (Rius, 2012) y una forma de genera-
la medida en que es percibido como limitado al ción de nuevos clústeres con una marca identi-
sector “Matignon-Saint-Honoré” y el de Beau- ficable y de prestigio asociada a la institución
bourg en la medida que es identificado en la cultural (Rius-Ulldemolins, 2014b).

Figura 1. Clústeres de galerías en París (2014)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Comité Professionnel des Galeries d’Art6.

6 El Mapa 1 de las galerías de arte París se ha desarrollado a partir de la siguiente metodología. En primer lugar, se ha
construido una base de datos a partir de la lista de galerías de arte de la asociación profesional de marchantes de arte

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En resumen, del análisis de la obra de Posmodernidad, ciudad creativa y


Moulin y otros autores de la corriente interac- clusterización de la producción y el
cionista se pueden extraer tres conclusiones consumo cultural
importantes para nuestro análisis: En primer
lugar, los marchantes tienden a agruparse en Desde el desarrollo de las principales corrien-
clústeres como parte de una dinámica coope- tes de la sociología del arte y de sus estudios, las
rativa, debido a su poca dimensión y atomiza- estructuras y dinámicas del mundo artístico se han
ción. En segundo lugar, la posición y el grado transformado de forma significativa. Por ello es
de clusterización dentro del espacio urbano necesario revisar las teorías y los conceptos de la
del marchante identifica su posición dentro sociología del arte expuestos a partir de las contri-
del mercado del arte. En tercer lugar, el cam- buciones que ha hecho la sociología del arte a la
bio de localización geográfica de una galería luz de los cambios macro-sociales que han trans-
se puede asociar a un cambio en el estatus formado la relación entre la sociedad y la esfera
profesional del marchante. Esta disposición a cultural (Rodríguez Morató, 2007).
elegir una zona y cambiar de clúster depende Existe un consenso entre la sociología con-
en buena medida de la estrategia profesional y temporánea en marcar los años setenta un nuevo
de su disposición a asumir o no riesgos artísti- periodo, que ha venido a denominarse posmoder-
cos y económicos, en este caso, dos caras de la nidad, y que se caracteriza por la menor impor-
misma moneda. En cuarto lugar, los galeristas tancia de la industria y la esfera de la producción
han tendido a asociarse de forma creciente a y por una mayor centralidad del conocimiento y de
las grandes instituciones artísticas para así la esfera del consumo (Bell, 1991; Featherstone,
generar con éxito nuevos clústeres artísticos 2000; Lash y Urry, 1998). Esta nueva centralidad
asociados a la marca de la contemporaneidad y del consumo corre paralela a la expansión de la
el valor artístico que representan estas7. esfera cultural sobre la sociedad y la economía
que algunos autores han conceptualizado como
francesa más importante por número de asociados y su la aparición de un capitalismo cognitivo desa-
amplia representatividad: el Comité Professionnel des rrollado especialmente en el marco de la ciudad
Galeries d’Art (Fuente: http://www.comitedesgaleries-
dart.com/). Esta es la fuente que ha utilizado la soció-
loga Raymonde Moulin en sus estudios sobre el mer- de Cent (Rius, 2012). Desde entonces, este centro ha
cado del arte (R. Moulin, 1983; R. Moulin, 1992). Una atraído a sucesivas generaciones de marchantes de
vez creada la lista se ha recabado información acerca arte que han convertido como parte de su estrategia
de su geolocalización a partir de su dirección postal y de consolidación profesional el acceso a este clúster,
se ha representado esta información con la ayuda del confirmando así las observaciones de Moulin sobre la
programa CartoDB. Finalmente, la imagen definitiva del clusterización y la construcción colectiva del prestigio
mapa se ha elaborado por parte del equipo investigador de una zona (R. Moulin, 1983). Sin embargo, desde
de la universidad de (anonimizado) a partir de un soft- entonces diversos fenómenos han desestabilizado en
ware de diseño gráfico. La agrupación de zonas se ha parte esta jerarquía de mercado, una de ellas fue la
realizado a partir de la definición de zonas galerísticas aparición de diversas zonas emergentes en el Born o el
de la fuente mencionada, el Comité Professionnel des Raval en los años ochenta y noventa respectivamente,
Galeries d’Art, aunque se ha reducido la segmentación que confirmaban por una parte el surgimiento de un
de los distritos a las principales zonas para una mayor polo de arte emergente interpretable según el esque-
claridad en la lectura del mapa. ma de Pierre Bourdieu de oposiciones y antagonismo
7 El caso de Barcelona es clarificador en relación a la entre zonas (Bourdieu, 2002), así como la aparición
dialéctica entre espacio urbano, prestigio de la zona y de estrategias de clusterización asociadas a la insti-
estrategia de clusterización: a inicios de los años se- tución artística del Museo de Arte Contemporáneo de
senta un pequeño grupo de marchantes de arte creará Barcelona, como destacaba Moulin en el caso de París
la posición central en el mercado, la zona de Consell (Moulin, 1997).

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

creativa (Scott, 2007). Ello ha erosionado la au- análisis a la globalización (Cf. Moulin, 1997;
tonomía como esfera social separada del ámbito Moulin, 2003). Sin embargo, los procesos de glo-
político y religioso y ha desactivado en parte sus balización implican para el mercado del arte 1/
dinámicas autorreferenciales típicas de la mo- Una ampliación del dominio norteamericano del
dernidad artística (Bourdieu 1977). mercado internacional, constatado por el abru-
Si desde mediados del siglo xix hasta fina- mador porcentaje de artistas norteamericanos
les del siglo xx la relación entre arte y socie- –de nacimiento o adopción- en las ventas tota-
dad se definió por la relativa marginalidad y les del mercado y su presencia en las institu-
autonomía del arte, a partir de los años setenta ciones artísticas más prestigiosas (A. Quemin,
podemos hablar de una nueva centralidad so- 2013b). Ello se correspondería a la perspectiva
cial y un proceso de fusión entre la esfera cul- de la globalización cultural como imperialismo
tural, la económica y la política, que algunos cultural de origen norteamericano (Crane, 2002).
han caracterizado como la postmodernidad Y si Y 2/ El progresivo surgimiento de un mercado del
en la época dorada de la modernidad artística, arte global dominado por unos pocos clústeres
desde finales del siglo xix hasta mediados del de galerías de las ciudades globales -que son
siglo xx, el mundo artístico tuvo una acentuada capitales a la vez la industria financiera- como
influencia sobre la esfera política y económi- Nueva York o Londres o por las grandes ferias
ca, tal y como señaló Daniel Bell (2007), por internacionales como Art Basel. Unas ferias sólo
el contrario, desde la irrupción de la sociedad accesibles a las grandes galerías y coleccionis-
postfordista y sus dinámicas postmodernas tas adinerados y que suponen una pronunciada
(Bell 1976, Jameson 1986), la esfera artística elitización del mercado del arte (Crane, 2009;
de forma progresiva está quedando bajo el in- Quemin, 2013a). Y 3/ Esta globalización tam-
flujo -o la dominación- de otras esferas como la bién ha comportado una extensión del mercado a
economía y la tecnología (Lanier, 2010; Scott, países emergentes de Asia y una exportación de
2007). Paralelamente, este proceso ha cambia- los patrones de clusterización norteamericanos
do la relación también entre la esfera cultural y (Kim, 2007; Wen Wen, 2012), que analizaremos
el espacio urbano, puesto que se ha constatado a continuación.
la capacidad de transformación de los secto- En segundo lugar, actualmente en el marco
res culturales de barrios marginales en activos de la desestabilización del orden artístico mo-
clústeres de producción y consumo cultural derno y de sus instrumentalizaciones urbanas
funcionales a las necesidades de la ciudad y económicas, se está produciendo una ma-
postfordista (Markusen y Schrock, 2006b; Wi- yor inestabilidad del mercado del arte y de su
lliams y Currid-Halkett, 2011). Una capacidad configuración urbana. El fenómeno de concen-
transformadora que ha sido crecientemente tración en barrios artísticos durante décadas
instrumentalizada por el Estado para transfor- y de la progresiva modificación por traslados
mar zonas urbanas degradadas, a pesar de sus interzonales, debida a la emergencia de nue-
efectos gentrificadores (Harvey, 2005; Peck, vas vanguardias o a la trayectoria ascendente
2005). En definitiva, todas estas transforma- de los marchantes, se ha visto completamente
ciones alteran y limitan la capacidad interpre- alterada por la aparición de los traslados masi-
tativa de las teorías sociológicas expuestas y vos de galerías de arte. Un fenómeno que se ha
hacen necesaria la adaptación de sus marcos podido observar en primer lugar en la capital
teóricos y conceptuales. del mercado del arte mundial, Nueva York, con
En primer lugar, las dos corrientes parten la creación del SoHo en los años setenta (Kos-
de un análisis del mundo artístico en el marco telanetz, 2003; Simpson, 1981; Zukin, 1982)
del Estado-nación, aunque ciertamente la co- y posteriormente en los años noventa con el
rriente interaccionista ha hecho más esfuerzos traslado masivo desde el SoHo a Chelsea, como
para adaptar sus conceptos y herramientas de podemos ver en la figura 2.

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Figura 2. Clústeres de galerías en Nueva York (2014)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Art Forum y Art Dealers Association8.

8 En el caso del Mapa 2 de las galerías de arte Nueva York se ha desarrollado a partir de una metodología similar al
Mapa 1 de galerías de arte de París. En primer lugar, se ha construido una base de datos a partir de las listas de
galerías de arte de dos fuentes, la revista Art Forum en su edición de 2014 —revista de referencia en el mercado del
arte estadounidense— y Art Dealers Association of America —la asociación profesional de marchantes de arte más
importante por número de asociados—. Estas fuentes son las que se han utilizado en otros estudios del mercado del
arte neoyorquino anteriores como el estudio de Harvey y Trekson (2009). Del mismo modo que en París, la agrupación de
zonas se ha realizado a partir de la definición de zonas galerísticas del propio sector, la revista Art Forum y Art Dealers
Association of America, aunque se ha reducido la segmentación de los distritos a las principales zonas para una mayor
claridad en la lectura del mapa. Finalmente, la agrupación de zonas se ha realizado a partir de la definición de zonas
galerísticas de las dos fuentes mencionadas (Art Forum y Art Dealers Association). La elaboración del mapa y la imagen
definitiva del mapa se ha elaborado con el mismo procedimiento que el Mapa 1.

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

Sin duda, Chelsea constituye un caso singular, mático y difundido a nivel mundial, extendiéndose
por su dimensión y rapidez, de la creación de un a otras ciudades europeas en los años ochenta y
clúster galerístico, atrayendo en sólo diez años (de noventa con desigual éxito: un notable éxito en el
1998 a 2008) a más de doscientas cincuenta gale- caso del nuevo distrito de Beaubourg-Marais en el
rías, abarcando así alrededor de la mitad del merca- caso de París y de un relativo fracaso en el caso del
do del arte neoyorquino y atrayendo a compradores Born y el Raval de Barcelona (Rius, 2012; Rius-Ull-
de todo el mundo por su fama como clúster cutting- demolins y Zarlenga, 2014). Asimismo, este modelo
edge (Halle y Tiso, 2014; Molotch y Treskon, 2009). de distrito artístico se ha extendido a otras zonas
La formación del clúster de Chelsea y su capacidad emergentes como Corea en la que ha formado par-
de transformar un barrio marginal en uno de los te de planes de reordenación urbana y conversión
distritos más exclusivos de la City revelan asimismo en ciudad global conforme a su rol en la economía
la capacidad económica del mercado del arte para mundial (Kim, 2007) o en China, en la que las au-
regenerar y gentrificar un barrio entero (Zukin y Bras- toridades estatales han intentado crear un distrito
low, 2011) y la tendencia de la élite mundial del arte artístico de forma planificada como forma de diplo-
a aislarse en ferias mundiales y clústeres alejados macia cultural y atracción del turismo, la Zona de
de la diversidad social y étnica (Crane, 2009). Arte 798 (Wen Wen, 2012).
Asimismo, la aparición del nuevo distrito de No se trata por tanto de los cambios interzo-
Chelsea indica la decadencia de los antiguos patro- nales propios del cambio de polo artístico (del
nes estables de estructuración del mercado artístico arte puro al comercial) ni tampoco de trayectorias
y la aparición de la dinámica del leapfrogging y la profesionales que llevan a mudarse para desa-
prevalencia de una dinámica disruptiva (Halle y Tiso, rrollar nuevas etapas profesionales. En este caso
2014). Este concepto, que podríamos traducir como todas las galerías de arte de un clúster, incluidas
salto de etapas, surgió en el contexto de las teorías aquéllas ya consolidadas, se trasladan de distrito
del crecimiento económico, así como en estudios galerístico. Como afirmaba Ileana Sonnabend, una
sobre la innovación en la organización industrial, reputada galerista, en el inicio de la decadencia del
específicamente los que se centran en la compe- SoHo: “Cuando las primeras galerías se fueron a
tencia entre empresas. Se basa en la idea de Joseph Chelsea, pensé que la actitud era elitista. Los ga-
Schumpeter de “destrucción creativa” (Schumpeter, leristas hablaban de la enorme cantidad de gente
1974). Esta hipótesis sugiere que las empresas mo- que había en el SoHo y de cómo querían estar en
nopólicas generan menos incentivos a la innovación un sitio más tranquilo, con la verdadera gente del
que sus competidores potenciales. Esa es la razón arte (…) “Ahora mismo la situación se ha dividido.
por la que con el tiempo pierden su papel como lí- SoHo está lleno de vida y Chelsea todo lo contrario.
deres tecnológicos en nuevas empresas, dispuestos Espero que esta situación cambie. En este punto,
a correr riesgos, adoptar innovaciones tecnológicas parece más probable que la vida llegue a Chelsea
frescas. Cuando estas innovaciones radicales se que el arte vuelva al SoHo” (Sonnabend, 1998).
convierten en los nuevos paradigmas tecnológicos, En definitiva, la creación de nuevos clústeres ga-
las nuevas empresas “salto”, introducen una inno- lerísticos mediante cambio masivo o leapfrogging
vación disruptiva convirtiéndose en los nuevos líde- trastocan las jerarquías profesionales del campo
res. El legapfrogging, cuando se aplica a los distritos artístico porque: 1/ Permiten la entrada de nuevos
de galerías implica un cambio masivo a un clúster profesionales al ofrecer nuevo espacio disponible
emergente (Halle y Tiso, 2014); Este concepto sugie- con rentas inicialmente más bajas y, 2/ Obliga a los
re que el movimiento es iniciado por los sectores de marchantes consolidados como Ileana Sonnabend
galerías innovadoras que tratan de convertirse en lí- a tomar decisiones arriesgadas: quedarse en los
deres y les siguen en una segunda ola los galeristas antiguos clústeres donde tienen un prestigio y una
bien establecidos. posición central en el mercado y correr el riesgo de
Este fenómeno de creación de un barrio artístico que las galerías circundantes abandonen el clúster.
como el SoHo o Chelsea será considerado paradig- O bien mudarse al nuevo clúster junto con otras ga-

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lerías de arte e iniciar de nuevo el trabajo de formar del barrio del SoHo y posteriormente de Williamsburg
un barrio de galerías y atraer la clientela hacia él. y Bushwick se produce la coincidencia en un mismo
A pesar de las dudas iniciales, actualmente la Son- espacio de la producción artística (los talleres de
nabend Gallery se encuentra en Chelsea9. artistas), la difusión y la venta de arte (las galerías
En tercer lugar, a diferencia de lo anteriormente de arte) y el consumo de otros productos no relacio-
analizado por la sociología del arte estructuralista o nados directamente con el arte pero asociados a este
interaccionista, la creación de clústeres no aparece mundo por afinidades a un mismo posicionamiento de
ahora relacionado con un estilo o segmento artísti- estatus o de estilo de vida (Zukin y Braslow, 2011).
co. Actualmente, los nuevos clústeres como Chelsea Este es el caso del SoHo en el que han florecido los
no aparecen relacionados con un arte vanguardista comercios de ropa o joyería “diseño de autor”, o que
como la Rive gauche y el cubismo o el surrealismo ha sido el elegido por grandes marcas de productos de
en el París de inicios del siglo xx o bien el SoHo y el gama alta como Apple o Prada para abrir tiendas con
neoexpresionismo o el pop art en Nueva York en los un estudiado diseño, similar al de las galerías de arte
años setenta. Es más, la mezcla de estilos y hasta contemporáneo en su presentación de los productos
cierto punto de segmentos del mercado del arte en (Evans, 2003). Una evolución parcialmente distinta ha
un mismo clúster galerístico parece indicar la crisis seguido el barrio de Williamsburg en la que al lado de
del modelo vanguardista de organización del siste- unas decenas de galerías de arte abundan las tien-
ma artístico (Crane, 1987), un desdibujamiento de das de productos hipster (tiendas de bicicletas urba-
las fronteras en el mercado del arte –o según los nas fixies, ropa de la marca American Aparel o Urban
términos de DiMaggio (1987; 1991), una desclasi- Outfitters o restaurantes vegetarianos), especializán-
ficación del arte - y en definitiva la debilitación de dose por lo tanto en un segmento del mercado del arte
las oposiciones que marcaban según la corriente relacionado con el street art, muy presente en el barrio,
estructuralista las reglas del arte en la modernidad y los estilos apreciados por esta sub-cultura (Greif y
artística (Bourdieu, 2002). Lorentzen, 2010). Sin constituir numéricamente un
En cuarto y último lugar, otra novedad es que en clúster del mercado del arte, estas galerías se han
algunos de estos nuevos espacios, como es el caso convertido en símbolo y reclamo de la reconversión de
un barrio en centro neobohemio, atrayendo con ello a
numerosos visitantes y compradores a la zona (Lloyd,
9 Sonnabend Gallery es un buen ejemplo de la 2010a; S. Zukin y Braslow, 2011).
trayectoria geográfica del mercado del arte a fi-
nales del siglo xx. Abrió sus puertas en 1962 en
París (Quai des Grands Augustins en el clúster
Conclusiones
de la Rive gauche) donde fue defensora del arte
norteamericano, especialmente el Pop Art. Pos-
Los clústeres culturales han recibido una cre-
teriormente, acompañando el cambio de capita-
lidad artística, en 1970 se mudó a Nueva York ciente atención por parte de las ciencias sociales,
en Madison Avenue, en el clúster tradicional de que usualmente se centran en análisis de corte eco-
galerías del Uptown. Sin embargo, al cabo de un nómico, revelando su tendencia a la concentración
año, en 1971, fue de las primeras galerías en urbana y destacando los beneficios en términos de
mudarse al nuevo clúster del SoHo donde fue uno eficiencia y productividad (Zarlenga et al., 2013).
de los referentes de su escena artística, con su Sin embargo, este tipo de aproximaciones otorgan
defensa del arte conceptual y arte povera euro- una escasa atención a la relación entre esta confi-
peos. A pesar de sus dudas iniciales en cuanto a guración espacial y las dinámicas estéticas y pro-
abandonar el SoHo, Sonnabend tuvo que aceptar fesionales del mercado del arte. En este sentido, la
el cambio de centralidad del mercado y mudarse sociología del arte desarrollada a partir de los años
a finales de los años noventa al 536 West 22nd sesenta ofrece claves interpretativas desde nues-
Street, en pleno corazón del clúster de Chelsea, tro punto de vista muy valiosas que responden a
donde se localiza actualmente. los interrogantes que dejan abiertos las anteriores

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

perspectivas sobre las causas profundas del sur- oposiciones artísticas y la segunda como un factor
gimiento de diversos clústeres de galerías en las que revela y ejemplifica los segmentos y jerarquías
capitales artísticas. del mercado del arte y el rol del marchante. Utilizar
Hemos analizado cómo enfocan las dos co- las teorías y los conceptos de estas dos corrientes
rrientes principales de la sociología del arte, la nos permite comprender por qué surgen clústeres de
estructuralista y la interaccionista, las dinámicas galerías como Rive gauche separados del espacio de
de clusterización galerística. En primer lugar, he- los comercios de lujo. Ello configurará un mercado
mos analizado la sociología del arte estructuralis- bipolar, como bien refleja el mapa de galerías pari-
ta, liderada por Pierre Bourdieu (1977; 2002), que sino de buena parte del siglo xx. Sin embargo, esta
estudia el arte como una esfera relativamente au- aproximación otorga al espacio sólo una categoría
tónoma, la cual se rige por una doble oposición (bá- de variable explicada, producto de las estructuras
sicamente, arte puro vs arte comercial y arte joven preexistentes del campo artístico. En este sentido,
vs arte consagrado). Y, en segundo lugar, hemos será la perspectiva interaccionista la que ofrecerá
estudiado la corriente interaccionista, en la que se una explicación y una constatación artística de la
puede encuadrar Raymonde Moulin (1983; 1997), importancia de la clusterización como: 1/ Una forma
que se centra en las normas y relaciones que confi- de atraer y orientar a los consumidores y delimitar la
guran el mercado y las profesiones artísticas. profesionalidad de las galerías del arte (siendo las
Como hemos podido ver en el artículo y resumi- clusterizadas las más profesionales y reputadas),
mos de forma sintética en la Tabla 1 las dos corrientes 2/ Un producto de la dinámica profesional (y de la
han tomado en consideración (aunque no de forma gestión de la reputación y el riesgo) y 3/ Un producto
directa) la configuración espacial del mercado artís- de la creciente interrelación del mercado del arte con
tico. La primera para ejemplificar esta estructura de las instituciones culturales (Moulin, 1992).

Tabla 1. Principales corrientes teóricas y perspectivas de análisis de la dinámica de clusterización del


mercado del arte

Fuentes teóricas Estructura del mercado Explicación de la Autonomía del mercado del arte
 
del arte clusterización artística respecto otras esferas sociales
Estructuralismo genético El mercado del arte refleja Los clústeres son el reflejo
Autonomía relativa del campo
de Pierre Bourdieu y las reglas del arte y espacial de la estructura
artístico (aunque polo comercial
teoría de los campos sus antagonismos (arte del camp artístico y el
Corriente más heterónomo) y homología
sociales. Liderado puro versus arte puro, antagonismo entre arte
estructuralista estructural con el campo político
por Pierre Bourdieu y arte consagrado y arte comercial y arte puro.
y social.
desarrollado por su emergente).
escuela.
Interaccionismo El mercado del arte está La clusterización es producto Creciente interrelación entre
simbólico, sociología estructurado en segmentos de la cooperación de los mercado del arte privado y la
de las profesiones. diferenciados por los galeristas para atraer institución artística (proximidad
Corriente
Representantes marchantes para establecer público y evidencian la galerías y museos).
interaccionista
principales: Howard el valor de las obras y el tipo segmentación del mercado
S. Becker Y Raymonde de consumidor al que van artístico por estilos y tipos de
Moulin. dirigidas. coleccionistas y público.

Convergencia de diversas Desestructuración del orden Los distritos culturales son Instrumentalización creciente por
disciplinas: sociología cultural moderno. Creciente formas de construir una los planificadores urbanos y los
Otras
urbana, sociología globalización y interrelación escena artística local para actores del mercado inmobiliario
disciplinas
económica, sociología entre el mercado del arte, atraer a los coleccionistas y escenario del consumo sociedad
entorno a la
del consumo en torno el desarrollo territorial y la y/o visitantes. Cada vez postfordista.
ciudad creativa
al análisis de la ciudad oferta de ocio. más son desarrollados
creativa. intencionalmente.

Fuente: Elaboración propia.

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Joaquim Rius-Ulldemolins

Sin embargo, como podemos ver en la Tabla 1, rentes productos que conforman un estilo de vida
actualmente la configuración espacial del mercado pretendidamente contracultural pero que se con-
del arte se ha modificado significativamente como vierte a pasos agigantados en una moda mains-
hemos podido observar en el surgimiento de nue- tream internacional. En definitiva, nos encontramos
vos clústeres en Paris y en Nueva York, producto de ante la crisis de la concepción de la “eternidad del
cambios macro-económicos que podemos resumir arte”, que se plasmaba en una estabilidad de clús-
en la transformación postfordista de la sociedad y teres galerísticos, por la concepción de “un rápido
la aparición de dinámicas postmodernas. Ello se ve y permanente torbellino de renovación artística”
reflejado en el mapa de galerías de la actual ca- (Moulin, 1992) que produce una vertiginosa su-
pital artística como París o especialmente Nueva cesión de clústeres artísticos, en una dinámica de
York, donde podemos observar un mapa complejo consumo e instrumentalización del espacio urbano
de diversos clústeres artísticos (ver Mapa 1 y 2). por parte del mercado del arte.
Estos reflejan en parte la pervivencia de antiguos Por último, hemos mostrado que la perspectiva
patrones de estructuración del campo artístico de la sociología del arte en sus diversas corrientes
(Rive droite en París, Uptown, 57th Street en NY), se revela capacitada para el análisis de los fenó-
las antiguas zonas vanguardistas ahora en deca- menos de clusterización artística. Esta perspectiva
dencia (Rive gauche en Paris, SoHo en NY), concen- permite ir más allá de los estudios descriptivos de
traciones en torno a instituciones artísticas (Beau- los barrios artísticos y encontrar las causas de esta
bourg- Maris en Paris o Lower East Side en NY) o configuración en distritos en función de la estruc-
fenómenos de leapfrogging (Chelsea en NY). tura del mercado artístico, la dinámica de coopera-
Estos nuevos clústeres aparecidos desde ción del campo artístico y por las apuestas estra-
los años setenta en París y en Nueva York mues- tégicas de los marchantes de arte. Sin embargo,
tran cómo la relación entre economía y consumo, debemos reconocer que a partir de la debilitación
entre el mercado del arte y el espacio urbano se del orden cultural moderno desde los años setenta,
han transformado de forma significativa desde la la configuración espacial del mercado del arte debe
emergencia de la sociedad postfordista. En ésta, la ser explicada al mismo tiempo a partir de factores
autonomía del arte entra en declive y las dinámicas urbanos y relativos a la esfera del consumo, en los
del consumo y la política cultural la erosionan de que otras disciplinas como los estudios urbanos, la
forma evidente invadiendo los espacios antes de- economía y otras ramas de la sociología -especial-
dicados al arte y emergiendo una clara alianza con mente, sociología del consumo y sociología urba-
las instituciones culturales que tienden a situarse na- pueden hacer una contribución especialmente
unas cerca de otras. La huida de las galerías de valiosa. De esta síntesis de aportaciones creemos
arte hacia Chelsea para recuperar la ansiada tran- que pueden surgir en futuros estudios comparati-
quilidad y el aislamiento podría parecer una volun- vos de otros casos que revelen la influencia espe-
tad de reconstruir en parte la autonomía del arte cífica en cada uno de ellos de los factores macro-
característica de la modernidad, si no fuera porque económicos, sociales y de configuración urbana
la concentración de todo tipo de galerías de arte (en sobre el mercado del arte y revelen las tendencias
estilos y segmentos del mercado) nos informa que emergentes en este campo.
se han debilitado claramente las oposiciones, las
clasificaciones y la clara segmentación, revelando
la presencia de dinámicas posmodernas de mezcla, AGRADECIMIENTOS Y FINANCIACIÓN
desdiferenciación, elitización y brandización del
mercado del arte. Este artículo es producto de una investigación
Finalmente, la aparición de nuevos clústeres comparativa sobre distritos artísticos financiada
galerísticos en enclaves hipsters (Williamsburg en por el Ministerio de Ciencia y Competitividad (Pro-
NY y Belleville en Paris) no hace sino confirmar una yecto: Museos y barrios artísticos: arte público, ar-
mezcla y confusión cada vez mayor entre los dife- tistas, instituciones, Ref. HAR2012-38899-C02-01.

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¿Por qué las galerías de arte se concentran en clústeres? Un análisis sociológico de la estructura y dinámica urbana…

Queremos agradecer al profesor Jesús Pedro Loren- Charle, C. (1998). Paris fin de siecle: Culture et po-
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