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TEMA 5 LA FAMILIA ROMANA

Persona física
En Roma no todo ser humano era considerado como persona. Para tener una personalidad
completa era necesario reunir tres elementos o status; éstos eran: A. Status libertatis; ser
libre y no esclavo.
B. Status civitatis; ser ciudadano y no peregrino.
C. Status familiae; ser jefe de familia y no estar bajo ninguna potestad
Estos tres estados configuraban la idea de persona reconocida como tal por el derecho. La
pérdida de alguno de ellos traía como consecuencia una disminución en la personalidad, una
capitis deminutio, Los romanos también designaron a la persona con el término caput
(cabeza) y con esta palabra las inscribían en el censo; cuando un hombre perdía la libertad,
cancelaban la anotación y decían que había sufrido una capitis deminutio. En sus
Instituciones, Gayo empieza por decirnos que los hombres pueden ser libres o esclavos; los
primeros serán considerados como personas y los segundos como cosas, división ésta que
tiene como base la posesión o la pérdida de la libertad (Gayo, 1,9).
Las personas libres podían ser ciudadanos romanos o peregrinos según poseyeran o no la
ciudadanía romana, situación que después de la libertad era la más preciada. A su vez, toda
persona libre podía ser ingenuo o libertino; situación que tenía en cuenta el hecho de que el
individuo hubiera nacido libre ingenuo o la circunstancia de haber sido esclavo, libertino.
Dentro del matrimonio, los ingenuos seguían la condición del padre, fuera de él la condición
de la madre; pero para la ingenuidad del hijo no importa el hecho de que los padres sean
ingenuos o libertinos.
Una vez obtenida la libertad, el antiguo esclavo se convierte en liberto en relación con su
antiguo amo o patrono, y su nueva condición en la sociedad será la de libertino.
La personalidad comienza con el nacimiento' y termina con la muerte; pero se llegó a
considerar que el producto concebido pero no nacido (nasciturus), debería ser tomado en
cuenta con el fin de garantizarle ciertos derechos que adquiriría con su nacimiento,
creándose una ficción que consideraba al hijo concebido como si ya hubiera nacido siempre
y cuando naciese con vida. Esto tiene importancia sobre todo por cuestiones hereditarias.

Concepto de familia.
La familia es el conjunto de personas que vive en una misma casa (domus) y que están
sujetas a la potestad de un mismo jefe o cabeza de familias, el paterfamilias. La unidad de la
familia romana no radica en la sangre ni en el afecto, sino en la potestad del padre de familia
(patria potestas). Padre es quien tiene esa potestad reconocida, y los que están sujetos a ella
son sus hijos, aunque no hayan sido engendrados por él; por eso, puede un paterfamilias
tener bajo su potestad a la esposa de su hijo, la cual toma entonces el lugar de una hija; o
puede un hijo huérfano ser paterfamilias, por no estar sujeto a potestad paterna, aunque no
tenga hijos.
El grupo de familias que tenía el mismo nombre constituía una gran familia o gens. Pero este
grupo decae a fines de la República y no se tiene ya en cuenta por el Derecho posterior.
Las familias que consideraban tener un mismo árbol genealógico, constituían la gens y
tenían un nomen gentile común. La gens es conceptualizada como una agrupación de
familias análoga al genos helénico, a la sippe germánica o al clan celta. En un inicio
únicamente las familias patricias podían constituir una gens, sin embargo, con el paso del
tiempo, también aparecen las gentes plebeyas. Se ha llegado a considerar que en tiempos
antiguos fue la gens la que tenía la potestad sobre los bienes inmuebles y cualquier forma de
tenencia de la tierra y en el devenir histórico, paso al paterfamilias.
Por su parte la familia se componía por personas sometidas a la potestad absoluta de un jefe
denominado pater familias. Los sometidos podían ser varones no emancipados, solteros o
casados sin importar su edad, y mujeres que no hubieran pasado por matrimonio a otra
familia, la mujer del pater familias, las mujeres de todos sus descendientes varones casados
cum manu, y las personas dadas en adopción a él, o a cualquiera de sus descendientes
varones.
Como se puede ver, el lazo familiar no era forzosamente por descendencia, sino por
potestad.
El parentesco.
De conformidad con esa concepción de familia, los parientes son quienes están sujetos a la
potestad paterna. Ellos conforman la familia civil y el parentesco que los une se llama
«agnaticio», que es distinto del parentesco por sangre o «cognaticio».
Esta división de las personas desde un punto de vista familiar está íntimamente ligada con la
idea que los romanos tuvieron del parentesco; es decir, los lazos que unen a los distintos
miembros de una familia. Estos lazos podían ser de carácter natural o civil, siendo diferentes
las consecuencias que uno u otro producían.
Así, en Roma nos encontramos con un parentesco natural o de sangre llamado cognación y
un parentesco civil creado por la ley, que se llamaba agnación.
Parentesco cognaticio.
El parentesco cognaticio o natural es el que se establece por la sangre. Este es el único
parentesco que puede establecerse en referencia a las madres, que no pueden ser
paterfamilias; sus hijos, son solo sus parientes cognados. La cognatio es aquel parentesco
que une a las personas descendientes una de otra en línea recta o descendientes de un
autor común en línea colateral, sin distinción de sexos. Este parentesco existe tanto en línea
masculina como en línea femenina.
Parentesco agnaticio.
La agnatio es el parentesco civil fundado sobre la autoridad paternal o marital.
Por lo mismo, este parentesco sólo será reconocido en la linea masculina.
Hay parentesco agnaticio entre padres e hijos, pero si un hijo sale de la potestad paterna, por
haber sido emancipado, pierde ese parentesco; la mujer casada que entre bajo la potestad
de su suegro o de su marido, deja de ser pariente agnada de la familia de su padre y se hace
agnada de la familia de su suegro o marido.
En consecuencia y desde el punto de vista del parentesco agnático, cada persona sólo
tendrá dos abuelos; es decir, los paternos.
Siguiendo estas ideas, nos vamos a encontrar con que dos hermanos uterinos de distinto
padre no serán considerados como tales agnáticamente, mientras que dos hermanos, del
mismo padre y de diferente madre, desde un punto de vista agnático sí lo son.
Son también agnados, aquellos que tienen un ascendiente común, comenzando por los
hermanos, pero también los tíos y primos, y todos aquellos que están o estaban bajo la
potestad de un mismo paterfamilias.
Por tanto, la familia agnática romana se compone por todos los individuos que están bajo la
autoridad de un paterfamilias, o sea por todos aquellos hijos nacidos del legítimo matrimonio
o introducidos a la familia mediante adopción.
Así, por ejemplo, los hijos de un matrimonio legitimo serán agnados entre si y en relación con
su padre y sus abuelos paternos, y con su madre, sólo si ella está casada in manu.
En consecuencia, los hijos de un hijo serán agnados de su abuelo paterno, los de una hija
no.
El derecho civil romano tendió en todos los casos a conceder prerrogativas a los parientes
agnados, especialmente en lo referente a tutela, curatela y sucesiones.
Líneas y grados del parentesco.
Para determinar la proximidad entre parientes, se distinguen «líneas» y «grados» del
parentesco.
La «línea recta» es la que se refiere al parentesco entres ascendientes (línea ascendente) y
descendientes (línea descendente). La «línea colateral» se refiere al parentesco de quienes,
sin estar en línea recta, tienen un ascendiente común.
Los grados se cuentan por el número de generaciones (o nacimientos) que intervienen entre
dos parientes, por ejemplo, entre padre e hijo hay parentesco en línea recta en primer grado,
pues hay solo un nacimiento entre ellos, el del hijo; entre abuelo y nieto, hay parentesco en la
misma línea, pero de segundo grado. En la línea colateral, el parentesco se mide subiendo
hasta el ascendiente común y contando el número de generaciones, por ejemplo, entre
hermanos hay parentesco colateral de segundo grado, ya que intervienen dos nacimientos o
generaciones, uno de cada hermano; entre el tío y el sobrino, hay parentesco colateral de
tercer grado, pues, remontándose hasta el ascendiente común (el abuelo), intervienen tres
nacimientos: el del sobrino, el del padre y el del tío; entre primos, hay parentesco colateral
del cuarto grado, pues intervienen, además de los tres nacimientos que intervienen entre tío
y sobrino (primo en esta relación), debe considerarse el del otro primo.
En el parentesco en línea recta cada generación representa un grado; así, padre e hijo son
parientes en línea recta en primer grado. Para contar los grados en la línea colateral, hay que
subir al autor común y bajar a la persona en cuestión; cada paso representa un grado. Es por
eso que los hermanos son parientes colaterales en segundo grado; lo anterior queda
demostrado gráficamente de la siguiente manera:

Padre

Hijo I  2º grado  Hijo 2

Personas sui iuris y alieni iuris.


Con el derecho de familia, en realidad estudiamos un aspecto más de lo concerniente a las
personas. Como ya sabemos, desde el punto de vista del lugar que guarda el individuo
dentro de la familia, éste puede ser un alieni iuris -y por lo tanto estará sometido a la
autoridad de un paterfamilias- o-un sui iuris, el cual no se subordina a ninguna autoridad.
Las personas alieni iuris pueden estar sometidas a cualquiera de estas tres autoridades:
La autoridad paternal o patria potestad,
La autoridad del marido sobre su mujer, o manus y
La autoridad especial de un hombre libre sobre otro hombre libre, el mancipium.
Por lo que respecta a las personas sui iuris, éstas no se someterán a la autoridad de nadie,
pero su capacidad puede estar limitada por distintas razones, por ejemplo la edad; situación
que traerá como consecuencia el que permanezcan bajo el régimen de tutela o de curatela.
El prototipo de la persona sui iuris es el paterfamilias, quien puede tener un patrimonio y
ejercer las autoridades señaladas.
El ser paterfamilias no implica tener determinada edad ni el hecho de ser padre; un recién
nacido puede ser paterfamilias y tendrá una plena capacidad de goce, no así de ejercicio, ya
que deberá estar representado por un tutor.
En lo que concierne a la mujer, existe el término materfamilias, pero éste no indica ningún
derecho específico; es más bien un título honorífico dentro de la familia y de la sociedad.
La capacidad jurídica de las personas se establece en relación a la posición que tienen en la
familia. Sólo los padres de familia tienen plena capacidad jurídica para el derecho privado,
sólo ellos son sui iuris. Quienes están sometidos al paterfamilias, los hijos y los esclavos, son
alieni iuris. Los hijos están sometidos permanentemente a la potestad paterna (patria
potestas) y los esclavos a la potestad de dueño (dominica potestas).
La mujer casada ocupa una posición digna dentro de la familia, como mater familias (o
matrona) pero no tiene potestad. Ella, según haya sido el matrimonio, puede seguir sujeta a
la potestad de su padre o quedar sujeta a la potestad de su marido o de su suegro; también
podía la mujer casada ser sui iuris si no estaba bajo la potestad de su padre ni ha entrado a
la potestad de su marido o de su suegro, pero, en todo caso, no tenía potestad sobre sus
hijos.
Cambio en la situación familiar (capitis deminutio).
El cambio en la situación familiar de una persona se denomina capitis deminutio, que es
como una disminución de su individualidad. La capitis deminutio implica una salida de la
familia civil, que puede ser por caer en la esclavitud (a causa, por ejemplo de ser cautivo en
la guerra), por pérdida de la ciudadanía (por ejemplo, por una pena impuesta por haber
cometido un crimen), por un cambo de familia (como la mujer cuando se casa cum manu y
entra a la familia de su marido), o por la emancipación de un hijo que, aunque se vuelve sui
iuris, deja de pertenecer a la familia civil de su padre.

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