En el contenido de la tesis de maestría titulada Química y Salud: Sinergias y
Conflictos se nos plantea como premisa principal la aparición, el desarrollo y la relación inseparable desde tiempos antiguos hasta la actualidad de dos de las ciencias más importantes para el desarrollo de la humanidad: la química y las ciencias de la salud. Para empezar la introducción nos da una noción explicita de lo que va a tratar el texto en este caso de la relación en la historia, no siempre buena, entre la química y las ciencias de la salud. Así mismo nos dice que en un principio la medicina fue un pilar de la química, gracias a que esta última no tenía un objeto de estudio propio, sin embargo que esto fue cambiando gradualmente hasta que en nuestros tiempos, la química se ha convertido en uno de los más grandes pilares de las ciencias de la salud. Posteriormente y como parte del desarrollo del texto se nos muestra la historia de ambas ciencias desde la antigüedad hasta nuestro siglo. Esta historia inicia con el origen de la cultura, con el descubrimiento del fuego por parte del hombre y la utilización de este para cambiar su entorno. Se enuncia entonces que este fue el nacimiento de una ciencia que miles de años después se consolidó como tal: la química, ciencia que estudia las transformaciones de la materia (Lagowski, 1998). Se nos dice que gracias a la interacción del hombre con el medio ambiente, gracias a la prueba y error y al conocimiento empírico que fue adquiriendo el hombre para diferenciar entre lo que era útil o perjudicial, se empezaron a formular por primera vez tratamientos contra heridas, esto dio lugar al nacimiento de la “práctica médica”. Después de su nacimiento la química junto con la medicina estuvieron entrelazadas a las prácticas religiosas y el espiritualismo, tanto así que en el texto se nos describe la situación en Egipto donde los para ese entonces eran expertos en el arte de la curación llamados brujos no recibían reconocimiento por el alivio de las enfermedades, sino que este era dado a los dioses (Sigerist, 1974: 20). La práctica médica y la química estaban muy ligada a las creencias religiosas. Esto se ejemplifica mejor en el texto cuando se enuncia el caso de Egipto, con su creencia de la inmortalidad y respeto por los muertos, llevo a desarrollar el embalsamiento de los cadáveres, este se logró gracias a los aportes que dieron los llamados alquimistas que sin saberlo estaban dando también sus primeros aportes a la química. En el texto se nos muestra la consolidación de la unión entre la química y las ciencias de la salud con el “Papiro de Ebers”, un texto donde se clasifican las enfermedades conocidas y se detalla la preparación de medicinas complejas, algunas con más de 35 ingredientes (Sigerist, 1974: 20), en él se puede evidenciar por un lado la relación entre la química en este caso puesta como los ingredientes y los medicamentos en sí mismo para el alivio de las enfermedades que sería la medicina. Se muestra en el texto como gracias a la especulación basada en razonamientos lógicos por parte de grandes filósofos de la época presocrática de cambio la concepción de la medicina .Ésta pasó, de una práctica fundamentada en el empirismo y la religión, a una medicina basada en la observación y la razón, corriente que tuvo su más alta expresión en la escuela de Hipócrates (470-360 a. C.) En este periodo se dieron grandes avances tanto en medicina con el cambio de enseñanza y noción de la medicina, como en química gracias a los descubrimientos de Empédocles de Argento (490-435 a. C) acerca del aire como un cuerpo material y la fundación del atomismo mecanicista de Leucipo y Demócrito (460-370 a. C). Y también avances conjuntos como el libro de Platon llamado El Timeo en el que se planteaba por primera vez la posibilidad de una relación entre los cambios hoy llamados químicos y como estos podrían ayudar a comprender mejor el comportamiento del cuerpo (Leicester, 1967: 277).