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ANALISIS EXPEDIENTE Nº 01153-2012-58-1601-JR-PE-02

I.- DESCRIPCION DEL CASO

1.1.- DATOS DEL PROCESO


ACUSADO : JOSE LUIS RODRIGUEZ GOMEZ
AGRAVIADO : JOSE TEODORO ESQUEN ORDOÑEZ
DELITOS IMPUTADOS: ROBO AGRAVADO Y HOMICIDIO CALIFICADO
POR FEROCIDAD

1.2.- DE LOS HECHOS

El veinticuatro de Noviembre del año dos mil once, aproximadamente a las diez y treinta
minutos de la noche, el occiso José Teodoro Esquén Ordóñez en compañía de su hermano
Felipe Eleodoro Esquén Ordóñez, se encontraban en el frontis del domicilio de su otro
hermano Benjamín Esquén Ordóñez, ubicado en la manzana M, lote 07, barrio III-A, del
asentamiento humano Alto Trujillo del distrito de El Porvenir, a donde acaban de llegar
a bordo de la motocicleta lineal con placa de rodaje Nº NI-22754, en estas circunstancias
aparecieron dos sujetos identificados como el ya fallecido Leónidas Enrique
Ledesma Briseño (a) “Leo” y el acusado José Luis Rodríguez Gómez (a) “Piña”,
de los cuales el primero se acercó al occiso José Teodoro Esquén Ordóñez para exigirle
las llaves de la motocicleta, respondiendo éste que estaban en la motocicleta, pero al
cerciorarse el acusado José Luis Rodríguez Gómez que no se encontraban en el vehículo,
golpeó al agraviado con la cacha de su arma de fuego exigiéndole que se tire al piso, una
vez en el suelo boca abajo el indicado agraviado, el acusado se dirigió a él e hizo un
disparo al piso insistiendo en la entrega de las llaves de la motocicleta, en esos momentos
interviene Felipe Eleodoro Esquén Ordóñez para decirle a su hermano agraviado que
entregue las llaves, por lo que dicho agraviado sacó las llaves del bolsillo de su pantalón
y las arrojó hacía el lugar donde se encontraban los asaltantes, una vez con las llaves
de la motocicleta el ya fallecido Leónidas Enrique Ledesma Briseño se retiró en el
indicado vehículo, en esos momentos se acercó un vehículo color amarillo
deteniéndose junto a la acera donde se encontraba el acusado José Luis Rodríguez
Gómez, quién antes de subir a ese vehículo le disparó al occiso José Teodoro Esquén
Ordóñez y además le pateó la cara y después abordó el vehículo y se dio a la fuga, el
occiso fue conducido al Hospital Belén de esta Ciudad a donde llegó cadáver.

1.3.- MEDIOS DE PRUEBA OFRECIDOS Y ACTUADOS


N° Condición nombre Extremo de la declaración

1 Examen del Jose Luis Rodriguez Acogió derecho guardar silencio


imputado Gomez

2 Declaración Felipe Eleodoro Hno. de la víctima, narra las


testigo Esquen Ordoñez circunstancias en que el imputado
ocasiono la muerte del agraviado.
Reconoce al imputado toda vez que le
vio el rostro

3 Declaración de Charito del Pilar Cuñada del occiso, narra las


Testigo Sanchez Gutierrez circunstancias en que el imputado
ocasiono la muerte del agraviado.
Reconoce al imputado toda vez que le
vio el rostro

4 Declaración de Benjamin Esquen Hno. De la víctima, narra las


Testigo Ordoñez circunstancias en que el imputado
ocasiono la muerte del agraviado. No
Reconoce al imputado toda vez que
no le vio el rostro.

5 Perito, Médico Dra. Martha Cecilia Reconoce el protocolo de Autopsia


legista Bellina Montoya N° 443-11 que concluye que la causa
de la muerte del agraviado fue
“Shock Hipovolémico por
trumatismo toraxico por proyectil de
arma de fuego perforante.

6 Perito Comandante S. PNP Reconoce el Dictamen Pericial de


Balístico Ismael Flores Balística N° 1273-11, concluye que
Bueno el cadáver al momento del examen
balístico presentaba una herida de
entrada, otra de salida y una
tangencial producida por el recorrido
de dos proyectiles de arma de fuego
tipo revolver y/o pistola calibre 6.35
mm.
7 Prueba Dio lectura a la prueba documental
Documental ofrecida oportunamente por el M.P.
que fue admitida en el auto de
enjuiciamiento.

1.4.- ANÁLISIS JURIDICO

El Ministerio Público ha formulado acusación fiscal escrita contra el imputado José


Luis Rodríguez Gómez, como:

 Coautor del delito contra el Patrimonio, en la modalidad de Robo


Agravado, que reprime el artículo 188 del Código Penal como tipo base, con
las agravantes contenidas en los incisos 2 y 3 del primer párrafo del artículo 189
del mismo Código Penal.
 Al plantear la teoría del caso y al formular su alegato de clausura, el señor
representante del Ministerio Público aclara su acusación escrita, precisando que
las circunstancias agravantes del delito de robo son las contenidas en los incisos
2, 3 y 4 del primer párrafo del artículo 189 del Código Penal
 Como autor del delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud, en la modalidad
de Homicidio Calificado, que reprime el inciso 1 del artículo 108 del Código
Penal.
 Al plantear la teoría del caso y al formular su alegato de clausura, el señor
representante del Ministerio Público aclara su acusación escrita y refiere que por
el delito de Homicidio Calificado concurre la circunstancia de homicidio por
ferocidad contemplada en el inciso 1 del artículo 108 del Código Penal.
 solicitando que se imponga al acusado José Luis Rodríguez Gómez doce
años de pena privativa de libertad por el delito de Robo Agravado, y veinte años
de pena privativa de libertad por el delito de Homicidio Calificado por
Ferocidad, que sumadas ambas penas conforme al artículo 50 del Código Penal
por existir concurso real de delitos totalizan treinta y dos años de pena privativa
de libertad, con más la obligación de pagar por concepto de reparación civil, la
suma de mil quinientos nuevo soles por el delito de Robo Agravado, y la suma
de treinta mil nuevos soles por el delito de Homicidio Calificado por Ferocidad.
 Solicitando que se imponga por ambos delitos por existir concurso real de
delitos, treinta y dos años de pena privativa de libertad, y pague la suma de
veinte mil nuevos soles a favor de los familiares del occiso por concepto de
reparación civil.
II.- PRONUNCIAMIENTO DE LA SALA
La sala se pronuncia CONDENANDO al acusado JOSE LUIS RODRIGUEZ
GOMEZ, como coautor del delito contra el Patrimonio, en la modalidad de Robo
Agravado, en agravio de José Teodoro Esquén Ordóñez, a DOCE años de pena privativa
de libertad, y como autor del delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud, en la modalidad
de Homicidio Calificado por Ferocidad, también en agravio de José Teodoro Esquén
Ordóñez a DIECIOCHO años de pena privativa de libertad, que sumadas ambas penas
conforme al artículo 50 del Código Penal, totalizan TREINTA años de pena privativa
de libertad, que computándose desde el cuatro de Julio del año dos mil catorce en que
se le giró papeleta de ingreso en este proceso, vencerá el tres de Julio del año dos mil
cuarenta y cuatro.-

FIJA por concepto de reparación civil que debe abonar el condenado en favor de los
herederos legales de la víctima, la suma de MIL QUINIENTOS nuevos soles por el
delito de Robo Agravado, y la suma de TREINTA MIL nuevos soles por el delito de
Homicidio Calificado por Ferocidad.

III.- DOCTRINA

HOMICIDIO CALIFICADO POR FEROCIDAD DOCTRINA

Según la doctrina contemporánea, el asesinato por ferocidad evoca un signo


demostrativo de manifiesto desprecio por la vida, que sin motivo alguno, o
concurriendo una causa irrelevante adopta una actitud de violencia extrema, que
se expresa en la eliminación de una persona humana

El Homicidio calificado por ferocidad se comete por un instinto de perversidad brutal,


por el solo placer de matar. El comportamiento es realizado por el sujeto activo sin ningún
motivo ni móvil aparentemente explicable, así por ejemplo: la muerte por lujuria
desangre, vanidad criminal, espíritu de prepotencia; en otras ocasiones es debido a causas
fútiles o nimias que desconciertan, por ejemplo: Micaela, señora embarazada que viajaba
dentro de un micro, le pide a Carlos que le ceda el asiento por estar el vehículo lleno, ante
lo cual Carlos se levanta y ahorca a Micaela porque le interrumpió el partido que estaba
escuchando a través de su radio.

El asesinato por ferocidad se define como el realizado en absoluto desprecio y desdén por
la vida humana. En doctrina existe aceptación mayoritaria en afirmar que en la realidad
se presentan hasta dos modalidades que dan a entender el actuar por ferocidad, a saber:
a) Cuando el sujeto activo concluye con la vida del sujeto pasivo sin motivo ni móvil
aparentemente explicable. El agente demuestra perversidad al actuar sin tener un objetivo
definido. Falta un móvil externo. Al final, cuando cualquier persona, ya sea operador
jurídico o común, pretenda encontrar una explicación sobre los motivos y móviles que
hicieron nacer en el agente la intención de poner fin a la vida de una persona, incluso
desconocida por aquel, no puede encontrarlo razonablemente, sino recurriendo a pensar
que aquel sujeto muestra un desprecio por la vida humana. Nada le importa ni le inmuta.
Le da igual matar a una persona que un animal.

b) Cuando el agente actúa con ferocidad brutal en la determinación del agente, es decir,
inhumanidad en el móvil. Vale hacer anotación de que no se trata de la ferocidad brutal,
cruel e inhumana en la ejecución del homicidio, pues este vendría a constituir una
modalidad más del asesinato como es matar con crueldad, si no que la ferocidad se
evidencia en la determinación del agente para poner fin a la vida del sujeto pasivo. Aquí
se trata de una ferocidad cruel entendida desde un aspecto subjetivo.

Raúl Peña Cabrera planteaba certeramente que es menester no confundir el homicidio


perpetrado por ferocidad con la ejecución cruel o brutal, pues no es lo mismo la brutalidad
en la ejecución que la perversidad brutal de la determinación.

El móvil por lo exiguo, mezquino y ridículo no explica racionalmente la acción homicida,


desconcertando a cualquier persona con sus cinco sentidos normales. El móvil inhumano
solo denota insensibilidad en el actor, cuyo grado máximo lo constituye la maldad
perversa. El asesino actúa por “casusas fútiles y mínimas que desconciertan”. La
ejecutoria suprema del 20 de abril de 1995 expone el supuesto de matar por un móvil fútil
y ridículo, al sostener que: “constituye delito de homicidio calificado, contemplado en el
artículo 108 del C.P., el hecho de haber disparado el arma de fuego contra la agraviada
por el solo hecho de no haberle respondido el saludo que este le hiciera, demostrándose
así el poco valor y sentimiento por la vida humana”.

Mientras en la primera modalidad no parece motivo aparente o explicable, en esta última


aparece un móvil que pero que es mínimo, insignificante e incluso ridículo. He ahí la
diferencia entre ambas modalidades, aun cuando en ambas el agente muestra perversidad
al actuar.

Los dos supuestos expuestos previamente por fines didácticos, son separados en la
doctrina y en las diferentes legislaciones, pero hay ocasiones en las que son empleados
como sinónimos, pues al final de cuentas, ambas modalidades muestran la perversidad
del asesino.

Roy Freyre, citando al italiano Francesco Carrara, sostiene que frente al individuo que
mata sin odio, sin pasión, sin provecho, por la sola sed de sangre, no hay nadie que pueda
considerarse seguro, pues no basta para evitar la brutal 'agresión con ser pobre, o ser
prudente, o no tener enemigos. En este homicidio existe el máximo grado difusivo del
daño mediato y también el ínfimo grado de defensa de la víctima. Carece de importancia
que este malvado nada tenga que ganar con su delito y también que nada tenga que le
impulse a su comisión con vehemencia. De ahí surge el fundamento para su mayor
reprochabilidad, debido que el sujeto activo se desenvuelve frente a su víctima sin tener
un interés identificable y razonable o, mejor dicho, sin tener como objetivo el obtener
alguna ventaja cierta con su actuar homicida.

IV.- JURISPRUDENCIA PERUANA

La jurisprudencia peruana pareciera que tiene claro estas diferentes modalidades de actuar
por ferocidad, como son matar con ausencia de móvil y matar por móvil fútil e
insignificante; no obstante, al aplicarlos al caso concreto, los utiliza como sinónimos.

 EJECUTORIA SUPREMA N° 1425-1999/CUSCO


La Ejecutoria Suprema del 27 de mayo de 1999 para descartar la agravante,
sentenció que en la ferocidad: "se requiere que la muerte se haya causado por un
instinto de perversidad brutal o por el solo placer de matar; esto es, que el
comportamiento delictivo es realizado por el agente sin ningún motivo ni móvil
aparente explicable; que, en el caso de autos, si bien el acusado y el agraviado
aparentaban una relación producto de parentesco de características 'normales: esta
no era tal, puesto que entre ambos existían desavenencias en razón a que este
último agredía físicamente y de manera constante a su esposa y hermana de aquel
( ... ), lo que originó que por tales hechos se le instaurará un proceso penal por el
delito de lesiones graves, el cual se encuentra acompañado al presente proceso,
situación que ha motivado la reacción del acusado, aunque no se justifica de
ninguna manera". Igual argumento se esgrime en la Ejecutoria Suprema del 17 de
noviembre de 1999, por el cual también excluyó al asesinato por ferocidad,
calificando el homicidio como simple.
 CASACIÓN N° 163-2010/LAMBAYEQUE
Fija los alcances elementos y la probanza del asesinato por ferocidad. Así tenemos
que en su quinto fundamento destacado establece que:
“El asesinato por ferocidad significa dar muerte a una persona a partir de un móvil
o motivo fútil, inhumano. Es una circunstancia que pertenece a la esfera de la
culpabilidad, en cuanto categoría que alberga la formación de la voluntad del
agente criminal, refleja un ánimo perteneciente a la esfera subjetiva y personal del
agente. (…) [Castillo Alva, JOSÉ LUIS: Derecho Penal – Parte Especial I, Editora
Jurídica Grijley E.I.R.L., Lima, 2008, página 363 y 366].
La circunstancia de ferocidad en el homicidio tiene como elemento significativo
que el motivo o la causa de la muerte es de una naturaleza deleznable -ausencia
de objetivo definido-o despreciable-ferocidad brutal en la determinación- o el
motivo en cuestión no es atendible o significativo.
La jurisprudencia de la Corte Suprema alude a un comportamiento delictivo
realizado sin ningún motivo ni móvil aparente explicable, por un instinto de
perversidad o por el solo placer de matar [Ejecutorias Supremas del veintisiete de
mayo de mil novecientos noventa y nueve, número 2343-99/Ancash, y del
veintidós de enero de mil novecientos noventa y nueve, número 4406- 98/Lima].
Asimismo, también menciona que el motivo o móvil es insignificante o fútil, o
inhumano, desproporcionado, deleznable y bajo [Ejecutorias Supremas del doce
de enero de dos mil cuatro, número 2804-2003/ Lima Norte; veintiuno de enero
de dos mil cinco, número 3904-2004/ La Libertad; y, nueve de septiembre de dos
mil cuatro, número 1488-2004].
En virtud de lo expuesto, en esta clase de delitos se presenta una desproporción
del motivo que le da origen con la gravedad de la reacción homicida, a cuyo efecto
es posible identificarla en homicidios perpetrados por regocijo perverso, lujuria
de sangre, vanidad criminal, espíritu de prepotencia, soberbia, etcétera.
No se trata de la simple ejecución torpe, cruel o brutal; pues es de valorar el móvil
con que actúa el agente, su instinto sanguinario, a partir de lo cual debe ser
desproporcionado, deleznable y bajo, que revelan en el autor una actitud
inhumana, contraria a los primarios sentimientos de solidaridad social. A esto
último se denomina perversidad brutal de la determinación.”
 CASACIÓN N° 1537-2017/ EL SANTA
Nos plantea una definición de ferocidad en su fundamento cuarto:
“Que la circunstancia de la ferocidad, como tal, pertenece al ámbito de la
culpabilidad del agente -a su esfera subjetiva y personal-, en cuya virtud el agente
denota un absoluto desdén y desprecio por la vida humana- es un homicidio
calificado por la especial motivación que agrava la culpabilidad del agente
(Villavicencio TERREROS, FELIPÉ: Derecho Penal- Parte Especial, Volumen
Uno, Editorial Grijley, Lima, 2014, p. 234).
Requiere que el motivo o la causa de la muerte de una persona sea:
i) De una naturaleza deleznable- ausencia de motivo o móvil aparentemente
explicable.
ii) Despreciable –instinto de perversidad brutal en la determinación, por el
solo placer de matar o inhumanidad en el móvil-, o
iii) Que no sea atendible o significativo- el móvil es insignificante o futil…

V.- LA OPINION DEL CASO DEL GRUPO


En el presente caso de la evaluación de los hechos, de las declaraciones testimoniales
aportadas al proceso, y de los elementos de prueba admitidas en el auto de
enjuiciamiento, se puede concluir que el acusado participo en los hechos que se le
imputan y que a pesar de tener una defensa que se basaba en el hecho de que no existía
flagrancia y que no se había probado sin lugar a dudas que el acusado hubiera sido el
causante del delito que se le imputaba. Sin embargo, el acusado es culpable del delito
contra el patrimonio en la modalidad de robo agravado y contra la vida el cuerpo y la
salud en la modalidad de homicidio calificado. Toda vez que los testigos lo sindican
como la persona que participo en el robo de la motocicleta del occiso y que luego
haciendo usa de un arma de fuego le disparo provocando su muerte.
La controversia también versa sobre si califica como homicidio calificado por ferocidad.
Atendiendo al criterio de la ferocidad como la ausencia de motivo o móvil o que el móvil
para cometer el homicidio sea insignificante, se puede verificar en el presente caso que
el agraviado al momento de recibir los disparos se encontraba rendido y tirado en el
piso, es más la moto ya había sido llevada por el cómplice del imputado, por lo que se
verifica una falta de motivo para asesinarlo. Es decir se aprecia una desproporción del
motivo que le da origen al asesinato, con la gravedad de la reacción homicida.
Por lo que somos de la opinión de que se aplicó correctamente la norma referida a
homicidio calificado por ferocidad.

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