SOCIOLOGICA
CLASICA
GEORGE RITZER
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CAPITULO 1
ESBOZO HISTÓRICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: PRIMEROS AÑOS.
INTRODUCCION.
Por teoría sociológica clásica nos referimos a las teorías ambiciosas que se crearon durante la edad
clásica de la sociología en europa, siglos XIX y XX. Comte, Spencer, Marx, Durkheim, Weber y
Simmel son los grandes pensadores de estas teorías en Europa. Mead, Schutz y Parsons en los
Estados Unidos.
Si analizamos a estos nueve teóricos es por dos razones. Primera, su obra cobró gran importancia en
su tiempo y sirvió para desarrollar la sociología en general. Segundo, sus ideas han sido y siguen
siendo importantes y leídas por los sociólogos contemporáneos.
Estos son los pensadores sociales que nos interesan y comenzamos con el examen de las fuerzas
sociales e intelectuales más importantes que configuraron sus ideas.
FUERZAS SOCIALES EN EL DESARROLLO DE LA TOERIA SOCIOLÓGICA.
El contexto social configura profundamente todos y cada uno de los campos intelectuales.
Analizaremos algunas de las condiciones sociales más importantes del siglo XIX y principios del XX,
condiciones de suma importancia para el desarrollo de la sociología.
Revoluciones políticas.
Desde la Revolución Francesa de 1789 se han desarrollado importantes revoluciones en el siglo XIX
en Europa, estas constituyeron el germen de la aparición de la teoría sociológica. La influencia en la
sociedad de estas revoluciones fue muy grande. Sin embargo, lo que atrajo a los teóricos de la
sociología no fueron los resultados positivos de esos cambios, sino sus efectos negativos. El caos y el
desorden resultante, sobre todo en Francia, atrajo a los escritores, sintiendo la necesidad de
restaurar el orden de la sociedad. Algunos de los más extremistas, anhelaban la vuelta a la Edad
Media, otros más sofisticados, reconocían que la vuelta era imposible. Este interés por la cuestión
social fue una de las preocupaciones principales de los teóricos clásicos como Comte, Durkheim y
Parsons.
La revolución industrial y el nacimiento del capitalismo.
Si importante fue la revolución política, la revolución industrial no se quedó atrás. La revolución
industrial no es un único acontecimiento, sino muchos desarrollos interrelacionados que culminaron
en la transformación del mundo occidental, que pasó de ser un sistema fundamentalmente agrícola
a otro industrial. Gran cantidad de personas abandonaron el campo y se volcaron en las fábricas de
las ciudades. Se crearon inmensas burocracias para dar abasto a la industria y al naciente sistema
económico capitalista. El ideal era un libre mercado en el intercambio de productos del sistema
industrial. En este sistema unos pocos obtenían grandes beneficios, mientras la mayoría trabajadora,
trabajaba muchas horas por poco salario. La consecuencia de ello fue la reacción en contra del
capitalismo y del sistema industrial en general. Se creó el movimiento obrero en defensa de los
abusos del capitalismo. Todo esto provocó una revuelta en el mundo occidental, cuyos pensadores
como Marx, Weber, Durkheim y Simmel, pasaron su vida estudiando estos problemas y caminos de
solución.
El nacimiento del socialismo.
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Una serie de cambios cuyo objetivo era solucionar los excesos del sistema industrial y del
capitalismo pueden agruparse bajo el término de “socialismo”. Algunos sociólogos apoyaron el
socialismo como solución de los problemas de la clase obrera, la mayoría se manifestó en contra de
él. Karl Marx apoyaba activamente la caída del sistema industrial y el capitalismo y su sustitución por
el sistema socialista. Marx no desarrolló ninguna teoría del socialismo, aunque criticó activamente el
sistema capitalista.
Weber y Durkheim reconocían las carencias del sistema capitalista, pero se opusieron al sistema
socialista. Buscaron una tercera vía de reforma social dentro del capitalismo. Como veremos más
adelante, la teoría sociológica se desarrolló como una reacción a la teoría socialista en general y a la
marxiana en particular.
Urbanización.
La revolución industrial atrajo a millones de personas del campo a la ciudad. El crecimiento
desmesurado de las ciudades produjo una lista interminable de problemas urbanos. La naturaleza de
esta vida urbana y sus problemas atrajo la atención de Weber y Simmel. De hecho, la primera
escuela sociológica estadounidense, la escuela de Chicago, se define por la preocupación por la
ciudad y sus intereses en la utilización de Chicago como laboratorio de estudio.
Cambio religioso.
Los cambios sociales que se produjeron a raíz de las revoluciones políticas, industriales y la
urbanización, tuvieron un profundo efecto en la religiosidad de la gente. Muchos sociólogos habían
recibido una educación religiosa, y querían aplicar la religión a la sociología. Su deseo era mejorar la
vida de las personas. Para Comte la sociología se convirtió en religión. Durkheim dedicó una de sus
obras principales a la religión. La moral jugó un papel importante para Parsons. Weber dedicó
muchas de sus obras a las religiones del mundo. Marx fue el más crítico con la religión. Spencer
también discutió sobre las “instituciones eclesiásticas” como un componente importante de la
sociedad.
Crecimiento de la ciencia.
En el curso del desarrollo de la teoría sociológica tuvo lugar un creciente interés por la ciencia, no
sólo en las universidades, sino también en la sociedad en general. Los productos tecnológicos
impregnaban todos los campos de la vida. La física, biología y química fueron muy estudiadas. En la
práctica, estos estudios, quisieron modelar la sociología, según creía Comte, Durkheim, Spencer,
Mead y Schutz. Sin embargo, hay otros autores como Weber, que pensaban que las características
particulares de la vida social dificultaban la adopción de un modelo absolutamente científico.
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monarquía y la Iglesia Católica. A ambos les disgustaban las revueltas y deseaban mantener el orden
existente, y por ello deploraban la Revolución Francesa y la Revolución Industrial.
Zeitlin expuso diez proposiciones principales que definen la reacción conservadora y proporcionan la
base del desarrollo de la teoría sociológica clásica.
1.Mientras que la mayoría de los filósofos de la Ilustración tendían a hacer hincapié en el
individuo, la reacción conservadora llevó a un mayor interés por la sociedad. La sociedad no
era un mero agregado de individuos. La sociedad existía per se, con sus leyes de desarrollo y
raíces en el pasado.
2.La sociedad era la unidad de análisis más importante. Era la sociedad la que creaba al
individuo a través del proceso de socialización.
3.El individuo no era ni siquiera el elemento más básico de la sociedad. Una sociedad se
componía de elementos tales como roles, posiciones, relaciones, estructuras e instituciones.
4.Se creía que las partes de una sociedad estaban interrelacionadas y eran interdependientes.
Estas interrelaciones constituían la principal base de la sociedad.
5.Se contemplaba cualquier cambio como una amenaza. Cuando las instituciones se destruyen,
la gente sufre y ese sufrimiento desemboca en desorden.
6.Los diversos componentes de la sociedad eran útiles tanto para la sociedad como para el
individuo.
7.Pequeñas unidades como la familia, el vecindario y los grupos religiosos son calificados como
esenciales para los individuos y la sociedad.
8.La industrialización, la urbanización y la burocratización tenían un efecto desorganizador en la
sociedad.
9.La reacción conservadora llevaba a reconocer la importancia de los factores no racionales
como el ritual, la ceremonia y el culto en la vida social.
10. Los conservadores apoyaban la existencia de un sistema social jerárquico.
Aunque hay elementos de discordancia entre la Ilustración y la contra-Ilustración, Siedman
defiende que hay vínculos y afinidades entre ellas: Primero, la contra-Ilustración prolonga la
tradición científica desarrollada por la Ilustración. Segundo, la contra-Ilustración, adoptó el
interés de la Ilustración por las colectividades, en oposición al individuo, y las estudió en
profundidad. Tercero, ambas se interesaron por los problemas del mundo moderno,
especialmente por sus efectos negativos sobre los individuos.
Pasamos a la fundación real de la sociología como disciplina con la obra de tres pensadores
franceses:
Claude Henri Saint-Simon. Saint-Simon tuvo de discipulo y secretario a Comte, pero un amargo
debate entre los dos terminó a su separación final. Saint-Simon pretendía preservar la sociedad tal y
como sera, pero no anhelaba las ideas de De Bonald y Maistre y el regreso a la vida de la Edad
Media. Saint-Simon era positivista, creía que el estudio de los fenómenos sociales debía emplear las
mismas técnicas científicas que las ciencias naturales. Saint-Simon previó la necesidad de reformas
socialistas, especialmente la planificacion centralizada del sistema económico. No fue tan lejos como
Marx, aunque ambos previeron que los capitalistas suplantarían a la nobleza feudal, Saint-Simon no
creía que la clase trabajadora pudiera sustituir a los capitalistas.
Auguste Comte. Comte fue el primero en utilizar el término “sociología”. Influyó mucho en
Spencer y Durkheim. Comte creía que el estudio de la sociología debía de ser un estudio científico.
Contrario a la Revolución Francesa y la Ilustración, se sentía profundamente perturbado por la
anarquía que reinaba en la sociedad y se mostraba crítico con los que apoyaban a la Ilustración.
Desarrolló el positivismo para luchar contra la filosofía destructiva de la Ilustración. Comte se
alineaba con De Bonald y Maistre. Pese a ser un contrarrevolucionario, su obra debe ser analizada
por dos motivos. Primero, no creía que fuera posible un regreso a la Edad Media. Segunda, desarrolló
un sistema teórico bastante más sofisticado que sus predecesores. Comte desarrolló su física social
para luchar contra las filosofías negativas y la anarquía perjudicial que reinaban en la sociedad
francesa. El uso del término física social evidencia el afán de Comte por modelar la sociología a
partir de las “ciencias duras”. Esta nueva ciencia debía ocuparse tanto de la estática social (de las
estructuras sociales existentes) como de la dinámica social (del cambio social). Comte percibía la
dinámica social más importante que la estática social. Comte recomendaba una evolución natural de
la sociedad, eso mejoraría las cosas. Las reformas eran necesarias sólo para empujar levemente el
proceso de cambio. Esto nos lleva a la piedra angular de la teoría de Comte, su teoría de la evolución
o ley de los tres estadios. De acuerdo con Comte, no sólo el mundo atraviesa este proceso, sino
también los grupos, las sociedades, las ciencias, los individuos y las mentes de las personas. El
primer estadio es el:
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Teológico.- Define el mundo anterior a 1300. Se caracterizaba por la creencia de que los poderes
sobrenaturales, las figuras religiosas, diseñados a partir del hombre, constituían el origen de todo.
Idea de Dios como creador.
Metafísico.- Situado entre 1300 y 1800. La naturaleza lo explica todo mejor que lo sobrenatural.
Positivo.- A partir de 1800.Creencvia en la ciencia. Se abandona a Dios y a la naturaleza como
explicación de todo, para concentrarse en la observación del mundo físico y social y en la búsqueda
de las leyes que lo regían.
Comte afirmaba que el desorden intelectual era la cusa del desorden moral. El desorden se derivaba
de los antiguos sistemas teológico y metafísico que existian en la edad del positivismo. Tarde o
temprano llegaría el positivismo , aunque quizás no tan rápido como algunos afirmaban. Lo
realmente necesario para Comte era el cambio intelectual y apenas podían aducirse razones para
apoyar la revolución social y política.
Comte utilizaba como unidad básica de análisis entidades como la familia y no el individuo. Comte
recomendó elaborar teorías abstractas, hacer uso de la observación, la experimentación y el análisis
histórico comparado. Comte creía que la sociología se convertiría en la fuerza científica dominante
del mundo debido a su capacidad de interpretar las leyes sociales y de desarrollar reformas para
solventar los problemas del sistema.
Emile Durkheim.- También para Durkheim la Ilustración supuso una influencia negativa, aunque
para la obra de Comte y Durkheim tuvo efectos positivos. Durkheim era más conservador que
Comte. Mientras Comte se mantuvo alejado de los círculos académicos franceses, Durkheim legitimó
la sociología en Francia y su obra se convirtió en una fuerza dominante en el desarrollo de la
sociología en general. Durkheim era políticamente liberal, pero intelectualmente adoptó una postura
más conservadora. Gran parte de su obra está dedicada al desorden social, algo que temía y odiaba.
Mientras Marx pensaba que los problemas del mundo eran inherentes a la sociedad, Durkheim y la
mayoría de los sociólogos, disentían de Marx. La bibliografía de Durkheim es muy extensa. En Las
reglas del método sociológico Durkheim defiende que la tarea especial de los sociología era el
estudio de lo que el denominaba hechos sociales, que para Durkheim eran fuerzas y estructuras
externas y coercitivas al individuo. En este libro distinguía dos tipos de hechos sociales: los
materiales y los no materiales. Analizó ambos, pero se centró más en los hechos sociales no
materiales, como la cultura, que en los hechos sociales materiales, como la burocracia o el derecho.
En su obra La división del trabajo social se interesó por los hechos sociales no materiales y concluía
que las sociedades primitivas se mantenían unidas a través de hechos no materiales como la moral
o conciencia colectiva.
En El suicidio razonaba que si se podía vincular un comportamiento individual como el suicidio con
causas sociales, ello supondría una prueba irrefutable de la importancia de la sociología como
disciplina científica.
En Las formas elementales de la vida religiosa se embarcó de nuevo en el estudio de los hechos no
materiales, la religión. En esta obra, Durkheim examina las sociedades antiguas buscando el origen
de la religión. Llegó a la conclusión de que la fuente de la religión era la sociedad per se. A través
del clan como germen mismo de la religión y el totemismo, deificando plantas y animales, concluyó
que la sociedad y la religión era fenómenos indistintos. La religión era el modo en que la sociedad se
expresaba a sí misma bajo la forma de un hecho social no material. Como identificaba a Dios con la
sociedad, Durkheim era contrario a las revoluciones, era un reformador social dedicado a buscar la
manera de mejorar el funcionamiento de la sociedad. En 1898 Durkheim fundó una revista
especializada en sociología,” L’Année Sociologique”. Esta revista se convirtió en referente para la
difusión de las ideas sociológicas.
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contradicciones. Marx aunque aceptó la mayoría de las ideas hegelianas, algunos aspectos de esas
ideas fueron criticados, como por ejemplo que no se aplicaran a la economía.
El idealismo de Hegel da más importancia a la mente y a los productos mentales que al mundo
material. En su forma extrema, el idealismo establece que sólo existen la mente y los constructos
psicológicos. Los idealistas enfatizan no sólo los procesos mentales, sino también las ideas
producidas por esos procesos. Hegel produjo una teoría evolucionista del mundo. Al principio
sensorial, más adelante la capacidad de ser conscientes y entenderse a sí mismos, el
autoconocimiento y la autocomprensión, las personas llegaron a comprender que podrían ser más de
lo que eran. En términos del enfoque dialéctico de Hegel, se desarrolló una contradicción entre lo
que la gente era y lo que sentían que podían ser. La solución reside en que los individuos llegan a
darse cuenta de que su realización esencial consiste en el desarrollo y la expansión del espíritu de la
sociedad como un todo. De esta manera, los individuos evolucionan desde la comprensión de las
cosas a la comprensión de sí mismos, y de aquí a la comprensión de su lugar en el más amplio
esquema de las cosas.
Ludwig Feuerbach fue un importante puente entre Hegel y Marx. Feuerbach criticaba el excesivo
idealismo de Hegel y pensaba que se debía centrar más en la realidad material de las cosas.
Feuerbach se centró en la religión para criticar a Hegel. Dios era una proyección de características
positivas, mientras el hombre se veía a sí mismo como un ser imperfecto y pecador. Feuerbach
reclama que esa religión debe de ser superada y que sea el hombre un fin en sí mismo. Marx
tampoco estaba plenamente satisfecho con la postura de Feuerbach, éste, se centraba demasiado
en la religión y Marx pensaba que se debía analizar el mundo social en su conjunto y, en particular,
la economía.
Para Marx, el idealismo de Hegel era harto conservador y equivocado. Marx adoptó una postura muy
diferente al manifestar que la raíz de los problemas de la vida moderna podía encontrarse en fuentes
reales materiales, y que las soluciones, residían en la destrucción de esas estructuras por medio de
la acción colectiva de un gran número de personas.
Marx se quedó con la dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach, y los incorporó a su propia
orientación teórica, el materialismo dialéctico, que se centraba en las relaciones dialécticas en el
mundo material. El trabajo de Marx hizo que se acercara a la obra de Adam Smith y de David
Ricardo. Para Marx, el trabajo era la fuente de la riqueza. Ello condujo a Marx a la construcción de su
teoría del valor del trabajo, y las siguientes consideraciones de que el obrero era explotado y no
recibía un salario justo, y las ganancias de los capitalistas estaban basadas en la explotación del
obrero. El valor añadido, retenido y reinvertido por el capitalista, constituía la base de todo el
sistema capitalista. Marx consideraba que estos males no eran inevitables y criticaba la aceptación,
como mal menor, del capitalismo, exigía un cambio radical en el sistema productivo.
Marx no era sociólogo, pero podemos encontrar una teoría sociológica de la obra de Marx. La
reacción negativa en la sociología norteamericana constituyó un factor muy importante en la
configuración de gran parte dela teoría sociológica. La razón fundamental del rechazo a Marx era
ideológica. Muchos de los sociólogos heredaron la reacción conservadora y odiaban los desórdenes y
las ideas radicales de Marx. Los sociólogos estaban ávidos de una nueva ideología conservadora con
un envoltorio de teoría sociológica, pero no la teoría de Marx, que se encontraba en las antípodas de
la teoría conservadora. A Marx no le importaban los desórdenes, lo que le importaba era el carácter
opresivo del sistema capitalista, el interés de Marx era la revolución.
En resumen, Marx ofreció una teoría de la sociedad capitalista fundamentada en su imagen de la
naturaleza básica de los seres humanos. Marx creía que las personas eran esencialmente
productivas; es decir, para sobrevivir, las personas necesitaban trabajar en y con la naturaleza. Al
hacerlo, producían alimentos y otros bienes básicos que le permitían vivir. Su productividad era un
modo perfectamente natural del expresar sus impulsos creativos básicos. Las personas eran
inherentemente sociales. Necesitaban trabajar juntas con el fin de producir lo que necesitaban para
su supervivencia. En el transcurso del tiempo se habían creado estructuras que interferían el proceso
productivo natural. Era en la sociedad capitalista donde estas estructuras interferían con más fuerza.
El capitalismo es en lo fundamental una estructura que impone barreras entre el individuo y el
proceso de producción, los productos de ese proceso y los demás individuos, en última instancia,
divide incluso al individuo. Este es el significado básico del concepto de alienación. La alienación se
produce debido a que el capitalismo se desarrolla dentro de un sistema de dos clases en el que unos
pocos capitalistas poseen los medios de producción, los productos y el tiempo de trabajo de los que
trabajan para ellos. Marx dedicó muy poco tiempo en idear un estado socialista utópico.
Raíces y naturaleza de las teorías de Weber y Simmel. La teoría weberiana se desarrolló en gran
parte en oposición a la teoría marxista, en otra parte, Weber intentó “redondearla”. Weber reaccionó
más hacia la obra de los marxistas que contra del mismo Marx. Weber no creía en las teorías
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monocausales económicas que defendían los marxistas. Weber, en lugar de concentrarse en los
factores económicos, dedicó más atención a las ideas y a sus efectos sobre la economía. En La ética
protestante y el espíritu del capitalismo estudió el protestantismo como sistema de ideas y las
consecuencias en el sistema capitalista. Algunos estudiosos llegaron a la conclusión de que Weber
desarrolló sus ideas en oposición a las de Marx. Otros estudiosos consideran que Weber intentó
completar la perspectiva teórica de Marx. Interpretando su trabajo sobre la religión, y el esfuerzo por
mostrar que no sólo los factores materiales afectaban a las ideas, sino que las propias ideas
afectaban a las estructuras materiales. Esta interpretación acerca a Weber y a Marx. Un buen
ejemplo del proceso de redondeo de Weber sobre la teoría de Marx lo tenemos en el área de la teoría
de la estratificación. Marx estudió la estratificación en las clases sociales y Weber la amplió con las
dimensiones del prestigio y el poder. Esta ampliación no supone una refutación de Marx, sino una
ampliación.
Si hubo dos filósofos que influyeron en Weber, estos fueron Kant y Nietzsche. Si Hegel influyó en la
teoría marxista, la influencia de Kant en la sociología alemana fue determinante. Para Kant, el mundo
es una mareante confusión de acontecimientos que no podían conocerse directamente. Sólo se
podía adquirir conocimiento del mundo a través de procesos de pensamiento que filtraban,
seleccionaban y categorizaban aquellos acontecimientos.
A Weber le interesaba la cuestión general de por qué las instituciones habían evolucionado en el
mundo occidental de una forma progresivamente racional, mientras poderosas barreras parecían
impedir desarrollos similares en el resto del mundo. Weber utiliza el término racionalidad, que
implica una preocupación por las elecciones que hacen los actores entre medios y fines, influidos los
actores por estructuras de gran envergadura, como la burocracia y la economía. Weber percibía la
burocracia como el ejemplo clásico de racionalización. Distinguía tres tipos de sistemas de autoridad:
tradicional, carismático y racional legal. Sólo en el mundo moderno se podía ejercer el sistema
racional-legal, en el resto del mundo seguía dominado por los sistemas carismático y tradicional, que
impedía el desarrollo del progreso de un sistema de burocracia moderno. Weber también realizó
estudios detallados de la religión, el derecho, la ciudad y la música. En sus estudios religiosos
concluyó que fue el calvinismo jugó un papel central en el nacimiento del capitalismo en Occidente.
En otras partes del mundo Weber encontró otro tipo de religiones más irracionales que contribuían a
la inhibición del desarrollo de un sistema económico racional.
La teoría de Weber fue mejor aceptada que la de Marx. Weber no ponía soluciones radicales para los
problemas. Weber era más conservador en unos aspectos y liberal en otros. Asimismo, Weber
trabajaba con la tradición filosófica kantiana y esto equivalía a pensar en términos de causa-efecto.
Este modo de pensar era mucho más aceptable para los sociólogos posteriores.
Georg Simmel fue un teórico de la sociología y coetáneo de Weber. Simmel ejerció una influencia
profunda en el desarrollo de la sociología norteamericana, mientras que Weber y Marx fueron
ignorados durante décadas. Simmel contribuyó a dar forma a la Escuela de Chicago y a su teoría
central, el interaccionismo simbólico. Las ideas de Simmel influyeron en la escuela de Chicago
debido a las figuras de Albion Small y Robert Park. Simmel, al contrario que Weber y Marx, estudió
fenómenos a pequeña escala, especialmente la acción y la interacción individual. Lo que
fundamentalmente vio Simmel fue que la comprensión de la interacción entre la gente era una de
las grandes tareas de la sociología. Dispuso de algunas herramientas conceptuales como las formas
de interacción y los tipos de interactores. Lo que hizo a Simmel accesible fue su estilo en el estudio
de la interacción. Produjo una serie de ensayos engañosamente simples sobre fenómenos
interesantes como el pobre, la prostituta, el miserable, el gastador y el extraño. La brevedad de esos
ensayos y el alto nivel de interés que despertaron facilitaron la difusión de sus ideas. Estos breves
ensayos oscurecieron obras más voluminosas como La filosofía del dinero. En esta obra, Simmel
hace patente su trabajo sobre díada y tríada. Simmel estaba convencido que algunos desarrollos
sociológicos cruciales se habían producido cuando un grupo formado por dos personas (o díada) se
convertía, por la adición de un tercero, en una tríada. Con ello surgen posibilidades de que ese
tercero se convierta en árbitro o mediador de las diferencias entre los dos restantes. Y lo que es más
importante, dos de los miembros pueden aliarse y dominar al otro miembro del grupo. También en la
obra La filosofía del dinero hace un estudio sobre como la economía, la cultura y el conjunto total de
sus diversos componentes se expandía y, a medida que lo hacía, decrecía la importancia del
individuo.
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Economía, política, ameliorism y evolución social. Philip Abrams mantenía que la sociología británica
tomó forma en el siglo XIX bajo tres fuentes que entraban con frecuencia en conflicto: la economía
política, el ameliorism y la evolución social.
En el tema de la economía política analizada por Adam Smith, los sociólogos británicos tendían a
aceptar que existía una mano invisible que modelaba el mercado de trabajo y bienes. El mercado era
una realidad independiente que se situaba por encima de los individuos y controlaba su conducta, el
mercado era considerado una fuerza positiva, una fuente de armonía y orden, al contrario que Marx.
Los sociólogos británicos no criticaban la sociedad, simplemente reunían datos sobre las leyes que la
regían. La meta era proporcionar al gobierno los hechos que se necesitaban para comprender cómo
operaba el sistema y dirigir lo mejor posible su funcionamiento. Al contrario de la sociología
continental, los pensadores británicos tendían a estudiar a los individuos que constituían las
estructuras. A mediados de la década de 1800 los estadísticos dominaban la ciencia social británica.
Estos sociólogos orientados hacia la estadística llegaron a encontrar ciertas limitaciones en su
enfoque, necesitaban un mayor esfuerzo de teorización. Para unos pocos sociólogos, un problema
como la pobreza apuntaba hacia los fallos del sistema de mercado y del conjunto de la sociedad.
Para la gran mayoría, la fuente del problema residía en la utilización de métodos inadecuados de
investigación, no en el conjunto del sistema. Los estadísticos trabajaron muy cerca de los políticos
como para llegar a la conclusión de que el conjunto del sistema económico y político era el
problema.
El ameliorism es el deseo de solucionar los problemas sociales mediante la reforma de los individuos.
Los sociólogos deseaban prever la violencia y la revolución, y reformar el sistema sin alterar su
esencia. Deseaban evitar la llegada de una sociedad socialista, los sociólogos británicos eran
marcadamente conservadores.
Herbert Spencer.- A Spencer se le suele estudiar junto a Comte, pero existen importantes diferencias
entre ambos. Básicamente ambos eran conservadores, aunque Spencer en sus inicios era un poco
más liberal. La posición liberal se basa en el laissez-faire, pensaba que el estado no debía intervenir
en los asuntos individuales, excepto en el caso de la muy pasiva función de la protección de las
personas. Esto significa que a Spencer, al contrario de Comte, no sentía interés por las reformas
sociales; su deseo era que la vida social se desarrollara libre de todo control externo. Con estas
premisas, Spencer era considerado un darwinista social y sostenía la idea evolucionista de que el
mundo mejoraría progresivamente. También aceptaba la creencia darwiniana de que el proceso de la
selección natural de la supervivencia del más apto, también se producía en el mundo social. Otra
diferencia es que Spencer se centraba en el individuo y Comte en estructuras más grandes como la
familia. Comte y Spencer compartían con Durkheim la tendencia a pensar en la sociedad como un
organismo. Spencer se inspiró en la biología para dar forma a los conceptos de la estructura general
de la sociedad y la interrelación entre las partes de la sociedad.
Spencer rechazaba los tres estadios de Comte, para Spencer era demasiado teórico, Spencer optó
por desarrollar una teoría de la evolución más real. Spencer desarrolla una teoría con varias formas,
poco clara y muy ambigua. Según Spencer la sociedad crece debido tanto a la multiplicación de los
individuos como a la unión de los grupos (composición). El aumento del tamaño de la sociedad
supone el crecimiento de las estructuras sociales y su mayor diferenciación. Spencer habla de un
movimiento evolucionista desde las sociedades más simples a las compuestas, doblemente
compuestas y las triplemente compuestas. Spencer considera que la sociedad progresa hacia un
estado moral ideal o perfecto. Por otra, manifiesta que las sociedades más aptas sobrevivirán
mientras se dejará morir a las sociedades menos aptas.
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teoría jugó un papel importante en el desarrollo de la teoría de Parsons y, en términos generales, en
el funcionalismo estructural.
La teoría de Mosca es muy similar a la de Pareto. Rechazo de Marx y de la Ilustración, teoría elitista
del cambio social.
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CAPITULO 2
ESBOZO HISTÓRICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: AÑOS POSTERIORES.
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Lester F. Ward. Destacó en su época, ahora tiene escasa relevancia. Pasó gran parte de su vida
dedicado a la Paleontología. Ward leyó a Spencer y Comte y se sintió interesado por la sociología. A
resultas de los éxitos en sus publicaciones, Ward fue elegido como primer presidente de la American
Sociological Society. Ward, como Summer, aceptaban la idea de que la humanidad había
evolucionado desde formas inferiores a su condición presente. La humanidad había pasado de lo
simple a lo complejo. Ward era un convencido de que la sociología debía ocuparse de algo más que
la vida social, en definitiva, que creía necesaria una sociología aplicada. Ello implicaba el uso
consciente del conocimiento científico para lograr una sociedad mejor. De este modo Ward no era un
darwinista social extremista, creía en la necesidad y en la importancia de la reforma social.
La escuela de Chicago.
En 1892, Albion Small fundó el departamento de sociología de la Universidad de Chicago. Albion
actuó en pro de la creación de un departamento en la Universidad de chicago, que terminaría por
convertirse en el centro de la disciplina en los EE.UU. durante muchos años. En 1894 Small colaboró
en el primer manual de sociología. En 1895 fundó el American Journal of Sociology, en 1905 también
fundó con otros la American Sociological Society, asociación profesional de sociólogos. La A.S.S., por
sus siglas no estaba bien vista y pasó a llamarse en 1959 American Sociological Association.
Los inicios de la Escuela de Chicago. El inicio del primer departamento tuvo mucho que ver con la
religión. Algunos de sus miembros eran sacerdotes o hijos de sacerdotes. Albion Small pensaba que
la meta última de la sociología debía ser esencialmente cristiana. Esta creencia condujo a la
sociología a ocuparse de la reforma social a través de un carácter científico. Chicago fue su
laboratorio.
W.I. Thomas se incorporó en 1895 e hizo hincapié en la necesidad de la investigación científica sobre
cuestiones sociológicas. Sus ideas se manifestaron en una obra publicada en 1918 “The polish
peasant in Europe and América”, obra coescrita con Florian Znaniecki. Tanto Martin Bulmer como
Norbert Wiley consideran a esta obra de gran importancia para la sociología en el sentido de que
clarificaba el singular espacio intelectual en el que esta disciplina puede observar y explorar la
desorganización social de los emigrantes polacos. La obra era sobre todo un estudio
macrosociológico de las instituciones sociales. Thomas, más adelante en su carrera, optó por un
enfoque microscópico y socio-psicológico, que se oponía a los estudiosos de grandes estructuras
como Marx, Weber y Durkheim. El producto teórico de la Escuela de Chicago fue el Interaccionismo
simbólico.
Otra figura relevante de la Escuela de Chicago fue Robert Park. Su importancia para el desarrollo de
la sociología se debe a diferentes razones: Primera, se convirtió en la figura principal del
departamento de sociología. Segunda, Park había estudiado en Europa y llevó a américa filosofías
continentales. Al mismo tiempo, Park había seguido a Simmel, por lo que las ideas de Simmel,
particularmente su interés por la acción y la interacción, intervinieron decisivamente en la Escuela
de Chicago. Tercera, antes de ser sociólogo, había sido periodista, y su experiencia le dio un sentido
de la importancia de los problemas humanos y de la necesidad de salir al exterior para recabar datos
mediante la observación personal. Así surgió el duradero interés por la ecología urbana. Cuarta, Park
jugó un papel importante en la dirección de los estudiantes contribuyendo al desarrollo de un
programa de investigación cualificada. Finalmente, en 1921, Park y Burgess publicaron el primer
manual importante de sociología, “An Introduction to the Science of Sociology”, que se convirtió en
un texto influyente durante muchos años. A finales de los años 20, Park se marchó a Fisk University,
una universidad de negros.
El declive de la Universidad de Chicago no se debió a la marcha de Park. Antes de analizar el declive
de la Universidad de Chicago debemos conocer a Charles Horton Cooley y George Herbert Mead.
Charles Horton Cooley. Cooley no comenzó su carrera en Chicago, sino en Michigan, pero se veía
muy atraído por el interaccionismo simbólico. Aunque a Cooley se le recuerda por sus incursiones en
los aspectos socio-psicológicos de la vida social, se mostró más interesado por la conciencia y como
se va modelando con la interacción social, su concepto del self-espectacular. Otro concepto básico
de Cooley es el del grupo primario. Los grupos primarios son grupos íntimos, en los que la relación
es cara a cara, grupos primarios de jóvenes, familia y pares son esenciales en el desarrollo del ser
social. En esos grupos primarios es donde nace el self-espectacular, donde el niño egocéntrico
aprende a ser consciente de los demás y se convierte en un miembro de la sociedad. Cooley
rechazaba la visión conductista de los seres humanos. Creía que las personas tenían conciencia, un
self, y que la responsabilidad de los sociólogos era estudiar este aspecto de la realidad social. Cooley
aconsejaba ponerse en el lugar de los actores que estudiaban, que utilizaran el método de la
introspección simpática para analizar la conciencia.
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George Herbert Mead. Es el pensador más importante vinculado a la Escuela de Chicago y al
interaccionismo simbólico. NO era sociólogo, era filósofo. Mead impartió cursos de filosofía a
sociólogos de la Escuela de Chicago y sus ideas influyeron en un gran número de ellos. Los
estudiantes combinaron las ideas de Mead con las de Park y Thomas, a raíz de esta combinación,
surgió el interaccionismo simbólico. Estos estudiantes reunieron los apuntes tomados y publicaron un
volumen póstumo “Mind, Self and Society”. Este volumen constituye el pilar intelectual del
interaccionismo simbólico.
Es preciso analizar las ideas de Mead en el contexto del conductismo psicológico. Lo que inquietaba
a Mead era que el conductismo no iba lo suficientemente lejos. Es decir, no contemplaba seriamente
la conciencia, ya que mantenía la idea de que no era susceptible de un estudio científico. Se afanó
por extender los principios del conductismo al análisis de la mente. Para llevar a cabo esta tarea
Mead adoptó un enfoque similar al de Cooley. Mientras la postura de Cooley parecía acientífica, la
postura de Mead prometía una concepción más científica de la conciencia mediante la ampliación de
los principios y métodos altamente científicos del conductismo psicológico.
Mead legó a la sociología una teoría totalmente contraria a los principales teóricos europeos, a
excepción de Simmel. Así, el interaccionismo simbólico se desarrolló por el interés de Simmel por la
acción y la interacción y del de Mead por la conciencia. No obstante, esta idea tiene una debilidad,
los niveles societal y cultural.
La decadencia de la sociología de Chicago. Además de la muerte de Mead y la desaparición de Park,
Fred Matthews, identifica varias razones de su decadencia. Primera, La disciplina se mostraba cada
vez más preocupada por ser científica y la utilización de métodos sofisticados y el empleo del
análisis estadístico. Park comenzó a desdeñar la estadística o esa magia parlante, como el la
denominaba, porque parecía prohibir el análisis de la subjetividad, de lo idiosincrásico y peculiar. Se
terminó buscando la cantidad y no la calidad. Segunda, la excesiva influencia de la Escuela de
Chicago a través de sus publicaciones en el resto de las universidades estadounidenses. Esto llevó a
la creación de la American Sociological Review, en contraposición a la American Sociological
Association. Su caída marcó el desarrollo de otros centros poderosos como Harvard y en general de
la Ivy League. El interaccionismo simbólico perdió terreno frente a sistemas teóricos más explícitos y
codificados como el funcionalismo estructural.
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una actividad legítima y significativa. Cuarta, Parsons defendió ciertas teorías sociológicas que
llegaron a tener una profunda influencia sobre la sociología.
Si en un principio a Parsons se le consideró un teórico de la acción, gradualmente se convirtió en un
teórico estructural-funcional centrado en los grandes sistemas sociales y culturales. Parsons se
convirtió en el exponente fundamental del funcionalismo estructural. Parsons se centró en el estudio
de las estructuras de la sociedad y la relación entre ellas. Percibía que estas estructuras se
mantenían recíprocamente y tendían hacia un equilibrio dinámico. El interés se centraba en el modo
en que el orden se mantenía entre los diversos elementos de la sociedad. A Parsons no sólo le
preocupaba el sistema social per se, sino también su relación con los otros sistemas de acción, en
especial los sistemas cultural y de la personalidad. Las estructuras intersistémicas e intrasistémicas
se definían por la cohesión, el consenso y el orden.
Su obra también tuvo algunas consecuencias negativas. Primera, sus interpretaciones de los teóricos
europeos parecía reflejar su propia orientación teórica en lugar de la de aquellos. Muchos sociólogos
se expusieron a recibir una interpretación errónea de las teorías europeas. Segunda, ignoró a Marx,
por lo que las ideas de Marx permanecieron durante muchos años al margen de la sociología.
Tercera, su teoría acusa importantes puntos débiles, aunque su fama apagó toda crítica.
George Homans. Acaudalado bostoniano, obtuvo su licenciatura en Harvard. A través del fisiólogo
L.J. Henderson entró en contacto con las teorías de Pareto. Homans siempre se preguntó por qué se
sentía atacado por los marxistas. Homans estaba dispuesto a creer en Pareto porque le
proporcionaba una defensa. La publicación de “An Introduction to Pareto” convirtió a Homans en
sociólogo, aunque era lo único leído por Homans. Sin llegar a leer su tesis doctoral en Harvard,
Homans se convirtió en una de las principales figuras de la sociología de su tiempo. En 1939 se
propuso la su incorporación al departamento de sociología, pero la guerra interrumpió esa
propuesta. Después de la guerra, Parsons había creado el departamento y Homans se incorporó a él.
Parsons y Homans llegaron a estar enfrentados. Homans afirmaba que la teoría de Parsons no era en
absoluto una teoría, sino un vasto sistema de categorías intelectuales en las que encajaban muchos
aspectos del mundo social. Homans creía que la teoría debía construirse a partir de una observación
cuidadosa del mundo social y , sin embargo, al teoría de Parsons partía del nivel teórico para luego
descender al nivel empírico. Homans acumuló gran cantidad de observaciones empíricas, pero hasta
1950mno dio un enfoque satisfactorio a su teoría. Esa teoría era el conductismo psicológico, que
alcanza su mejor expresión en las ideas de B. F. Skinner. Sobre esta base Homans construyó su teoría
del intercambio. Harvard y su principal producto, el funcionalismo estructural, predominaron en los
años treinta y desplazaron a la Escuela de Chicago y el interaccionismo simbólico.
13
EE.UU y tuvo la oportunidad de seguir trabajando sobre la teoría marxista en la Universidad de
Columbia.
Hubo mucha presión para evitar que el marxismo arraigara en las universidades de los EE.UU.
Después de la guerra, aumentaron las presiones para que volviera a Alemania. McArthur? Aunque el
instituto se volvió a Alemania, muchos pensadores relacionados con él, siguieron sus propios
caminos. Al principio, los investigadores relacionados con el Instituto tendían a ser marxistas
tradicionales centrados en la economía. Pero hacia 1930 se produjo un cambio importante a medida
que este grupo de pensadores se interesaba más por el análisis del sistema cultural. Esta orientación
se alineaba con Georg Lukács, marxista hegeliano. Los teóricos críticos combinaron ideas de Weber e
ideas de Marx, esto sirvió para legitimar años más tarde a los ojos de los sociólogos la teoría
marxista. Otro paso fue el empleo de rigurosas técnicas científico-sociales desarrolladas por los
sociólogos americanos para investigar cuestiones que interesaban a los marxistas. Y aún más. Los
teóricos críticos se esforzaron por integrar la teoría freudiana, centrada en el individuo, con los
principios societales y culturales de Marx y Weber.
La escuela crítica ha venido realizando un trabajo bastante útil desde los años veinte, pero hubo de
esperar hasta los años cincuenta, para ser descubierta por un sinnúmero de teóricos
estadounidenses.
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esfuerzo demostró una escasa coherencia intelectual. Varios autores como Lewis Coser y Van den
Berghe intentan analizar la teoría del conflicto, el resultado es vago y difuso. El gran problema de
las teorías del conflicto era que carecían de lo que más necesitaban: un anclaje coherente en la
teoría marxista. La única excepción digna de mención es el trabajo de Ralf Dahrendorf. Dahrendorf
intentó engastar su teoría del conflicto con la tradición marxista. Sin embargo, al final, su teoría del
conflicto parecía más un reflejo especular del funcionalismo estructural que una teoría marxista del
conflicto. Su obra “Class and Class conflicto in Industrial Society” influyó en la teoría del conflicto,
pero ello se debía principalmente a que parecía alinearse más con el funcionalismo estructural que
con la corriente principal de la sociología. La teoría del conflicto fracasó por ser cobarde en su
apuesta marxista. Ere demasiado pronto, años 50 y 60, para que la sociología estadounidense
aceptara un enfoque plenamente marxista. Sin embargo, este esfuerzo fue útil, ya que sentó las
bases para que a finales de los años sesenta comenzara a aceptarse este enfoque.
No debemos olvidar a Randall Collins en la teoría del conflicto. Collins acusa la misma debilidad que
los otros trabajos pertenecientes a la tradición del conflicto, su pobreza cuando se lo compara con la
tradición marxista.
El problema de la teoría del conflicto es que se centra generalmente en las estructuras sociales;
tiene poco o nada que decir sobre los actores y sus pensamientos y acciones.
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teatrales y el tipo de actos que todos realizamos durante la acción e interacción cotidianas.
Consideraba que la interacción era sumamente frágil y que se mantenía por las representaciones
sociales La representación deficiente o desorganizada constituye una gran amenaza para la
interacción social, del mismo modo que lo que es para la representación teatral. En toda interacción
social existía una región anterior que equivalía al proscenio de la representación teatral. Los actores
en el escenario y en la vida real se muestran interesados en su apariencia, su vestimenta y el
empleo de accesorios. También una región posterior, en la cual los actores podían retirarse y en el
que se preparaban su representación. Entre bambalinas, los actores podían desprenderse de sus
papeles y ser ellos mismos. El análisis dramatúrgico es coherente con sus raíces en el
interaccionismo simbólico. Se fija en los actores, la acción y la interacción. Goffman consideró que el
teatro constituía una metáfora brillante para arrojar luz sobre los procesos sociales de escala
reducida.
Por otro lado, Goffman tuvo bastantes críticas. Primera, se le acusó de centrarse en cuestiones
bastante esotéricas. Segunda, era un teórico micro en una época en que se admiraba todo lo macro.
Tercero, atrajo pocos estudiantes capaces de construir teóricamente a partir de sus principios. Y
cuarta, se ha realizado escaso trabajo teórico dentro de la tradición dramatúrgica.
16
Sociología existencial. Es la sociología menos importante. La sociología existencial se centras
en las complejidades de la vida del individuo y en el mundo en que los actores intentan
solventar esas complejidades. Se muestra particularmente interesada en el self. Aunque
comparten ciertas raíces con la fenomenología y la etnometodología, la sociología existencial
intenta distanciarse de ellas. Se ve a sí misma como más involucrada en el mundo real que
cualquier otra sociología creativa. La obra de Jean-Paul Sartre fue una de sus fuentes. La
sociología existencial, a pesar de los esfuerzos por difundirla, se encuentra en la periferia. No
obstante, las sociologías creativas han hecho su aportación a la sociología, pese a la oposición
de muchos sociólogos.
Hemos analizado cuatro teorías micro: la teoría del intercambio, la sociología fenomenológica,
la etnometodología y la sociología existencial. Mientras las tres últimas comparten la
perspectiva del actor reflexivo y creativo, la teoría del intercambio no lo hace. En la década de
los setenta, estas teorías adquirieron fuerza en la disciplina y amenazaron con desplazar a las
teorías de orientación macrosocial.
Teoría de sistemas.
Uno de los desarrollos más interesantes en la sociología ha sido la ascensión y declive de la teoría
de sistemas. Apareció a finales de los años sesenta y llegó a su punto culminante con la publicación
por parte de Walter Buckley de la obra “Sociology and Modern Systems Theory”. Esta teoría deriva
de las ciencias duras que consideran las entidades orgánicas como mecánicas en términos de
sistemas. Esta teoría ve a la sociedad como un enorme sistema constituido por una serie de partes
interrelacionadas. Hay que examinar las partes y la relación con otros sistemas. También se estudian
las entradas (inputs) que penetran en el sistema, el modo en que se procesan y los resultados.
Durante de la década de los sesenta el funcionalismo estructural era objeto de diversas críticas y los
sociólogos se vieron atraídos por la teoría de sistemas. Parsons escribió en 1951 The Social System,
escrito en unos términos que se asemejaban a los de la teoría de sistemas. Como estaba arraigada
en las ciencias duras, los sociólogos se vieron interesados en fomentar la sociología científica.
Apenas se trabajo en ella y no consiguió arraigar.
17
universidad. Esta literatura deja claro la complejidad de los sistemas que someten a las mujeres. La
cultura popular, la violación o el análisis de la maternidad constituyen el hilo conductor de esta
literatura.
La teoría feminista contempla el mundo desde el ventajoso punto de vista de una minoría hasta
ahora invisible y no reconocida –las mujeres- con la vista puesta en la manera relevante en que las
actividades de esa minoría han contribuido a crear nuestro mundo. Este punto de vista requiere una
nueva elaboración de nuestra comprensión de la vida social.
Algunos sociólogos no han querido incorporar las ideas de la nueva literatura sobre las mujeres a su
comprensión del mundo social. Pero más bien ocurre que los sociólogos y sociólogas feministas han
sido separados de la sociología ortodoxa, y la teoría sociológica se ha reducida una única variable de
investigación, el sexo, y a un único patrón de roles sociales, el género. Los prejuicios antifeministas,
las dudosas credenciales científicas de una teoría tan próxima al activismo político, y la precaución
que suscitó el reconocimiento de las implicaciones radicales de la teoría feminista, son las razones
porque la sociología ha esquivado la teoría feminista.
Las mujeres en general y los hombres y mujeres a los que el feminismo afecta en particular,
constituyen una fracción importante dentro de la comunidad sociológica.
Estructuralismo y posestructuralismo.
El estructuralismo, mejor conocido como estructuralismo francés, constituye actualmente un
fenómeno internacional. Aunque sus raíces se encuentran fuera de la sociología, el estructuralismo
se ha hecho una posición dentro de la sociología. No resulta fácil encontrar una única presentación
del estructuralismo que sea coherente ya que se ha desarrollado poco y el escaso desarrollo ha sido
simultáneo en diversas áreas. Para unos, son las estructuras profundas de la mente las que
conducen a las personas a pensar y a actuar como lo hacen. La obra de Freud puede considerarse un
buen ejemplo de esta orientación. Para otros las estructuras invisibles de la sociedad son las que
determinan las acciones de las personas y la sociedad en general. A veces, se puede considerar a
Marx como un estudioso estructuralista de las estructuras invisibles, como la economía. Un tercer
grupo contempla las estructuras como los modelas del mundo social que se pueden construir.
Finalmente, otros estructuralistas se preocupan por la relación dialéctica entre los individuos y las
estructuras sociales. Al antropólogo Claude Levi- Strauss se le suele relacionar con esta perspectiva.
El problema de la sociología estructural es que aún continúa siendo una mezcla de ideas derivadas
de diversas áreas, entre ellas la lingüística (Saussure), la antropología (Levi-Strauss), la psicología
(Freud) y el marxismo (Althusser). Hasta que estas ideas no se conjuguen de un modo coherente, el
estructuralismo seguirá siendo una corriente marginal dentro de la sociología. Los desarrollos en
estas áreas han sido tan intensos que probablemente en pocos años se desarrollará una teoría
estructural propia de la sociología.
A medida que el estructuralismo se desarrolla dentro de la sociología, se produce un movimiento
fuera de ella que va más allá de las premisas originales de aquel movimiento, el posestructuralismo.
El principal representante es Michel Foucault. En sus primeras obras se centró en las estructuras
para más tarde ir más allá y se centró en el poder y en la relación que existía entre conocimiento y
poder. Los posestructuralistas aceptan la importancia de las estructuras, pero van más allá para
tratar una amplia gama de cuestiones diferentes.
18
otorga prioridad al nivel colectivo-idealista y Ritzer insiste en que debemos ocuparnos de las
relaciones dialécticas entre todos los niveles.
Wiley desarrolla otro enfoque afín, en el que bosqueja cuatro niveles de análisis semejante, el
self, la interacción, la estructura social y la cultura. Los niveles de Wiley son meramente
subjetivos, los de Alexander y Ritzer con objetivos y subjetivos.
James Coleman se centró en la conexión entre micro y macro basada en el planteamiento de la
elección racional derivada de la economía.
Integración acción-estructura. La integración acción-estructura se ha desarrollado más en
Europa que en los EE.UU. Aunque hay muchas similitudes con la integración micro-macro,
también podemos ver grandes diferencias. Por ejemplo, mientras los agentes suelen
considerarse como actores en un nivel micro, colectividades como los sindicatos también
pueden ser agentes. Y mientras las estructuras suelen considerarse en un nivel macro,
podemos encontrarlas en un nivel micro.
En la teoría social europea contemporánea se han producido cuatro grandes líneas de
investigación:
1.- Anthony Giddens y su teoría de la estructuración. Contempla la acción y la estructura
como una dualidad, no pueden ser separadas, la acción está involucrada en la
estructura y viceversa.
2.- Margaret Archer rechaza la idea de considerar la acción y la estructura como una
dualidad y las ve más bien como un dualismo. Es decir, la acción y la estructura pueden
y deben ser separadas.
3.- Bourdieu y la cuestión acción-estructura, que se traduce en una preocupación por la
relación entre el habitus y el campo de acción. El habitus es una estructura mental o
cognoscitiva interiorizada mediante la cual la gente se maneja en el mundo social. El
habitus produce la sociedad y la sociedad produce el habitus. La estructura del campo
de acción constriñe a los actores, ya sean individuales o colectivos. La preocupación
principal de Bourdieu es la relación entre habitus y campo de acción, que el concibe
como una relación dialéctica.
4.- Jurgen Habermas ha tocado la cuestión acción-estructura bajo la expresión de “la
colonización del mundo de la vida”. El mundo de la vida constituye un micromundo
donde las personas interactúan y se comunican. El sistema tiene sus raíces en el mundo
de la vida, pero al final desarrolla sus propias características estructurales. A medida
que las estructuras son más independientes y poderosas, ejercen más y más control
sobre el mundo de la vida. En el mundo moderno, el sistema llega a colonizar el mundo
de la vida, es decir, a ejercer su control sobre él.
Síntesis teóricas. Las ideas micro-macro y la acción-estructura de los años 80 y 90 son la base para
el desarrollo más amplio hacia la síntesis teórica que se ha puesto en marcha a principios de los 90.
La síntesis teórica es un esfuerzo por sintetizar dos o más teorías sociológicas. No obstante, existen
dos aspectos distintivos de estos nuevos trabajos de síntesis. Primero, no constituyen intentos
aislados de síntesis, sino que están muy extendidos. Segundo, la meta es lograr una síntesis
relativamente reducida de ideas teóricas, y no el desarrollo de una gran teoría sintética que abarque
toda la teoría sociológica.
Dentro del funcionalismo estructural, hemos hablado del neofuncionalismo, cuyo objetivo es superar
las muchas limitaciones del funcionalismo estructural incorporando ideas derivadas de otras teorías.
Es una reconstrucción del funcionalismo estructural según Alexander y Colomy.
En el interaccionismo simbólico se ha experimentado una drástica transformación, ya que, en
palabras de Fine, se ha compuesto una teoría a partir de otros planteamientos teóricos tomados de
la sociología fenomenológica, de la teoría feminista y de la teoría del intercambio, entre otras. Al
mismo tiempo se está redefiniendo a autores como Mead y Blumer.
En el ámbito de la teoría del intercambio, Richard Emerson comienza centrándose en los principios
del conductismo, pero posteriormente se esfuerza por vincularlos a la estructura social y a las
relaciones de intercambio social. Más recientemente, Cook, O’Brien y Kollock han llegado a definir la
teoría del intercambio en términos inherentemente integradores y a sintetizarla con ideas derivadas
del interaccionismo simbólico y la teoría de redes.
La teoría social posmodernista se basa en la idea de que en los últimos años hemos pasado de una
sociedad moderna a otra posmoderna. Mientras la sociedad moderna era racional y rígida, la
posmoderna se considera más irracional y flexible. Esta teoría es eminentemente integradora en el
sentido de que extrae ideas de una amplia gama de disciplinas: la filosofía, la teoría cultural y la
teoría social entre otras. Los modernistas defienden más bien esfuerzos sintéticos específicos más
19
reducidos del tipo de los que se han venido realizando en el ámbito de la teoría sociológica a
principios de los noventa.
La teoría marxista incluye tres desarrollos teóricos sintéticos:
1.- El marxismo analítico, que se esfuerza por aplicas los métodos habituales de la
filosofía analítica y la ciencia social a temas marxistas tradicionales. Wright.
2.- Laclau y Mouffe toman ideas prestadas de la teoría de la posmodernidad y las
conjugan con aspectos dela teoría marxista tradicional.
3.- Bowles y Gintis, cuyo objeto es integrar la teoría marxista y liberal.
Metateorización en sociología. La metateorización puede definirse como el estudio sistemático
de las estructuras subyacentes de la teoría sociológica. Mientras que el objeto de estudio de
los metateóricos es la teoría, los teóricos reflexionan sobre el mundo social. El trabajo
metateórico ha formado parte dela sociología desde sus inicios. Particularmente destacables
son los estudios metateóricos de Marx sobre Hegel, los Jóvenes Hegelianos, los economistas
políticos y los socialistas utópicos. Paul Furfey presentó, aunque de forma fallida, el primer
trabajo sobre el esfuerzo sistemático por definir el trabajo metateórico. También, de forma
fallida, Alvin Gouldner intentó definir una sociología de la teoría sociológica, es un precedente
de la metateorización. La metateorización sociológica ha llegado a su mayoría de edad en la
década de los años noventa y promete desempeñar un papel central en la clarificación de las
teorías sociológicas actuales.
CAPITULO 3
AUGUSTE COMTE
20
Stuart Mill fue la gran aportación de Comte a la sociología. Comte creó una serie de leyes positivas
generales, leyes que aplicó al mundo social.
LA SOCIOLOGÍA DE COMTE.
Para hablar de la sociología de Comte debemos empezar por una de sus contribuciones, la distinción
entre estática social y dinámica social.
La estática social.
Comte define la estática social como la investigación de las leyes que gobiernan la acción y la
reacción de las diferentes partes del sistema social. Comte nos dice que las leyes que rigen los
modos de interacción entre las partes del sistema social no se derivan de un estudio empírico, más
bien se deducen de las leyes de la naturaleza humana. Con su estática social, Comte adelantó
muchas ideas posteriores del funcionalismo. Comte desarrolló una perspectiva sobre las partes o
21
estructuras de una sociedad, el modo en que ellas funcionan, y su relación funcional con el conjunto
del sistema social. Las partes y el conjunto se veían en un estado de armonía. La idea de armonía la
transformarían más adelante los funcionalistas en la palabra equilibrio. Ya que conocemos el todo,
debemos estudiar también las partes, decía Comte, por eso se dice que fue uno de los padres del
funcionalismo estructural.
La estática social describe una sociedad que es “típico-ideal”. El sistema de estática social que
concibió Comte nunca existió en el mundo real; se trataba de un modelo ideal del mundo social en
un momento determinado.
El individuo en la teoría de Comte. El individuo constituye una fuente principal de energía en su
sistema social. Es el predominio de los sentimientos en los individuos lo que da energía y
dirige las actividades
intelectuales de las personas. Y los productos de esas actividades intelectuales son los responsables
de los cambios que se producen en el conjunto del sistema social. Comte pensaba que el individuo
era imperfecto, limitado, débil y estaba sometido por formas inferiores de egoísmo más que por
formas superiores de altruismo. Para Comte, el problema principal de la vida humana residía en la
necesidad de que el altruismo dominara al egoísmo. El hombre es egoísta por naturaleza y el cambio
debe venir de la sociedad, promoviendo impulsos altruistas. Comte, como Durkheim, su sucesor,
pensaba que el ser humano era en sí un problema y que sólo podía solucionarse mediante el control
exterior de los impulsos negativos. Consecuentemente, las personas no crean el mundo social, más
bien es el mundo social el que crea a las personas. Comte abordó esta cuestión de otro modo, entre
lo subjetivo y lo objetivo. El principio subjetivo implica la subordinación del intelecto al corazón,
mientras que el principio objetivo entraña la necesidad inmutable del mundo exterior, que realmente
existe fuera de nosotros.
Fenómenos colectivos. La familia y no el individuo es el pilar de la sociología de Comte. Las familias
son unidades macroscópicas similares a la sociedad, aunque más pequeñas que por tanto pueden
constituir la base de la gran sociedad. No sólo es el pilar de la sociedad, sino que también cumple la
función de integración del individuo en la sociedad. Puesto que la familia constituye la institución
central, cualquier cambio en ella influiría profundamente tanto sobre el individuo como sobre el
conjunto de la sociedad.
Si la familia es una institución básica, para Comte, la religión es la más importante. Comte
identificaba dos funciones centrales de la religión: primera, servía para regular la vida del individuo
al reprimir el egoísmo y elevar su altruismo, segunda, cumplía la función más macroscópica de
fomentar las relaciones sociales entre las personas, sentando así las bases para la formación de
estructuras sociales mayores.
Otra institución importante era el lenguaje, ya que esta institución le permitía a la gente interactuar
con sus contemporáneos, antecesores y sucesores.
Otro elemento de la sociedad era la división del trabajo. La solidaridad social se intensificaba en un
sistema en el que los individuos dependían entre sí. No obstante, le preocupaba la excesiva
especialización del trabajo en general y del intelectual en particular.
Otro elemento es el gobierno, que se basaba en la legitimación de la fuerza para mantener el orden
social. Aunque la fuerza pudiera mantener unida a la sociedad, si su uso llegara a descontrolarse, el
gobierno constituiría un factor más de destrucción que de integración.
La dinámica social.
Comte dedicó más tiempo a la dinámica social ya que la consideraba más importante e interesante.
Sin embargo, podemos poner en cuestión esta forma de actuar, ya que, ¿por qué es más interesante
el pasado y el futuro que el presente? Siempre hemos conocido más del presente que del pasado y
del futuro, y que el aquí y ahora es, con mucho, más interesante e importante que el pasado o el
futuro.
El objeto de la dinámica social de Comte era el estudio de las leyes de sucesión de los fenómenos
sociales. La sociedad se encuentra siempre en proceso de cambio, pero un cambio que se produce
ordenadamente, de acuerdo con las leyes sociales. Comte veía a la humanidad en una continua
evolución hacia nuestras más nobles disposiciones, hacia el predominio del altruismo sobre el
egoísmo. Para Comte la sociedad sigue invariablemente la ley del desarrollo progresivo, en las cuales
el individuo no puede influir, o si influye, de una forma muy primaria. El individuo sólo puede
intervenir en cosas que hubieran sucedido de todos modos. Sin embargo, es el momento de señalar
que la idea de que las personas apenas pueden influir no le impidió a Comte trazar grandes planes
para la futura sociedad positiva. Comte había verificado estas leyes en su propia mente mediante
los métodos de observación, experimentación y comparación, y pensaba que estaba tan probada
como cualquier otra ley admitida en cualquier campo de filosofía natural. Comte contemplaba la
22
historia del mundo en términos dialécticos, esto significa, que ubicaba históricamente las raíces de
cada estadio consecutivo en el estadio o estadios precedentes. Dicho de otro modo, cada estadio
histórico estaba dialécticamente relacionado con los estadios pasados y futuros. Marx tenía un punto
de vista similar cuando consideraba que el capitalismo es consecuencia de otros sistemas
económicos como el feudalismo. Comte se limitó al estudio de Europa Occidental y de la raza blanca,
debido a que ésta era la sociedad que más había evolucionado. Y había evolucionado desde un
estadio teológico de guerras a la fase positiva de la industria. Comte creía que el siglo XIV fue un
momento decisivo ya que la teología empezó a decaer, el catolicismo perdía fuerza a favor del
protestantismo, al que Comte consideraba poco más que una protesta creciente contra la base
intelectual del viejo orden social. El protestantismo sentó las bases de la negatividad al fomentar la
especulación libre e ilimitada. Tal doctrina negativa se había desarrollado gracias a Rousseau y
Voltaire, que en opinión de Comte, al no ser unos pensadores sistemáticos, no eran capaces de
obtener especulaciones coherentes. Estas teorías incoherentes de Rousseau y Voltaire obtuvieron
gran apoyo de las masas porque aparecieron en una época en la que la teología se debilitaba y el
positivismo no estaba preparado para reemplazarla. En conclusión, la negatividad superaba con
creces al positivismo, y todavía no se disponía de medios intelectuales para reorganizar la sociedad.
Comte veía en esta anarquía signos muy negativos de desorden moral y filosófico, pero también veía
un desarrollo hacia el positivismo en el arte, en el ámbito científico y en su actividad industrial.
Contrario a las ideas de Rousseau y Voltaire sobre el individuo y sus derechos, Comte aconsejaba
sustituir al individuo por fenómenos colectivos mayores como la familia y la sociedad. El deseaba
una sociedad basada en los deberes más que en los derechos individuales. Este hincapié en los
deberes capacitaría a la sociedad para controlar el egoísmo individual y sacar a la luz el altruismo
innato en las personas.
TEORIA Y PRÁCTICA
Comte quería algo más que teorizar, buscaba cambios sociales prácticos, su objetivo era la conexión
entre teoría y práctica. Para este objetivo Comte fijó dos objetivos al positivismo. El primero era
hacer avanzar la ciencia de la humanidad. El segundo, sistematizar el arte y la práctica de la vida.
Así, el positivismo se constituía tanto como filosofía científica como una práctica política. Una de las
primeras cuestiones políticas que abordó Comte fue la siguiente: ¿Qué grupos sociales sería más
probable que apoyasen la nueva doctrina del positivismo? Comte excluye a las clases altas, siervas
de las teorías metafísicas e interesadas sólo en sus problemas. Comte esperaba ayuda de tres
grupos sociales, los filósofos, la clase trabajadora y las mujeres. Comte pensaba que los trabajadores
y las mujeres tenían fuertes instintos sociales y entre ellos se encontraba el mayor fondo de sentido
común y buenos sentimientos. Comte tenía una idea muy romántica de los trabajadores y las
mujeres. Comte como alternativa al comunismo, que se iba afianzando cada vez más en la
sociedad, proponía el positivismo.
Para Comte el comunismo era el desastre y explicaba varias diferencias entre el comunismo y el
positivismo. Primera, el positivismo buscaba respuestas morales más que políticas o económicas.
Segunda, el comunismo perseguía la supresión de la individualidad, mientras el positivismo
fomentaba tanto la individualidad como la cooperación entre individuos. Tercera, el comunismo
suponía la eliminación de los líderes de la industria, mientras el positivismo los consideraba
esenciales. Cuarta y última, el comunismo buscaba la abolición de la herencia, mientras el
positivismo la consideraba muy importante para la continuidad histórica de las generaciones.
Comte tenía ideas poco comunes sobre las mujeres. Su opinión central en relación con ellas era que
brindaban a la política la necesaria subordinación del intelecto al sentimiento social. Comte
admiraba a las mujeres, pero esa admiración, no impedía que él creyera que la mujer era inferior al
hombre práctica e intelectualmente. No creía en la igualdad de sexos.
El hincapié de Comte en las mujeres y su capacidad para el sentimiento representó un cambio
general de perspectiva. Al orden y al progreso añadió entonces la importancia de los sentimientos (el
amor) que, en su opinión, eran patrimonio de las mujeres. A resultas de lo cual, llegó a proclamar la
máxima positivista, “amor, orden y progreso”.
El énfasis en los sentimientos y el amor llevó a Comte a añadir la moralidad. En su escala de valores,
la moralidad era superior a la sociología. Para Comte la moralidad era el objeto último de toda
filosofía, y el punto de partida de toda política. Con esta filosofía, la moralidad se encontraba en el
centro de la relación entre teoría y práctica.
Después de añadir la moralidad a la lista de sus principales preocupaciones, Comte regresó a su ley
de los tres estados. Observó que los dos primeros estadios, teológico y metafísico estaban
dominados por los sentimientos, sin embargo, el positivismo, el último estadio, ofrecía finalmente
una unidad y armonía de pensamiento, sentimientos y acción. Bajo la guía de la moralidad, el
23
positivismo llegaría a ocuparse de los problemas más complejos, importantes, urgentes y fácilmente
solubles de su época.
Incorporando la moralidad a su teoría, la convertía en religión. Comte y sus seguidores se convertían
en sacerdotes y Comte se declaró a sí mismo, con toda su humildad, como el fundador de la religión
de la humanidad. Su dio era la humanidad que más tarde la llamaría “gran ser”.
Contribuciones positivas.
1. Comte fue el primer pensador que utilizó la palabra sociología.
2. Comte definió a la sociología como una ciencia positiva con la creencia de
las leyes invariantes.
3. Comte enunció los tres principales métodos sociológicos, la
experimentación, la observación y la comparación, que continúan siendo
utilizados hoy día en sociología.
4. Comte diferenció la estática social de la dinámica social. Sigue siendo actual
en sociología, aunque ahora con otro nombre, estructura social y cambio
social.
5. Comte describió la sociología en términos macro y la describió como el
estudio de los fenómenos colectivos, esta definición se vería más clara con
Durkheim. Muchas de las ideas de Comte influyeron en el funcionalismo
estructural.
6. Comte expresó que si se dejaba a su arbitrio, la naturaleza humana se vería
dominada por el egoísmo. En lo fundamental, se requiere la presencia y
actuación de esas estructuras para controlar el egoísmo individual y permitir
que surja el altruismo.
7. Comte ofreció una idea dialéctica de las macroestructuras. Las
macroestructuras de su tiempo, eran una reliquia del pasado y contenían el
germen de las futuras. Continuidad histórica. Su perspectiva histórica era
más avanzada que la de pensadores actuales.
8. Comte no se contentó con desarrollar una teoría abstracta, sino que trató de
integrar teoría y práctica. Esta ambición se frustró debido a algunas ideas
absurdas sobre el futuro de la sociedad.
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3. Perdió contacto con el trabajo intelectual de su tiempo. Come evitaba la
lectura de cualquier texto que pudiera interferir en sus ideas. Hay pruebas de
su intelectualismo en la lista de cien libros para leer, el resto se podía quemar.
La enseñanza que se deriva de los errores de Comte es sin duda que los
teóricos deben estar en contacto tanto con el mundo empírico como con el
intelectual.
4. Apenas se ocupó de la investigación y que la que llevó a cabo consistió
simplemente en una serie de vagas generalizaciones sobre el curso de la
historia del mundo. Es difícil aceptar, en su obra teórica, como leyes
sociológicas muchas de sus extravagantes generalizaciones del mundo social.
5. Aunque se ha afirmado que Comte creó la sociología, encontramos muy poca
sociología auténtica de su obra. Su análisis superficial de los grandes periodos
históricos difícilmente puede calificarse de sociología histórica.
6. Mill minimiza claramente la contribución de Comte a la sociología. Mill dice que
Comte era consciente de sus limitaciones y su falta de originalidad.
7. De ofrecer Comte alguna sociología, ésta sufriría las distorsiones derivadas de
un organicismo primitivo, que le llevaba a ver un gran parecido entre el
funcionamiento del cuerpo humano y el del social. Comte veía analogías entre
el desorden social y las enfermedades físicas del cuerpo humano. Esta suerte
de organicismo hace tiempo que ha desaparecido de la sociología.
8. Comte desarrollaba herramientas que luego las aplicaba sin criterio a sus
teorías. La teoría de los tres estadios la aplicó a la historia social, a la historia
de la ciencia, a la historia de la mente y al desarrollo de los individuos desde
su infancia a su madurez.
9. La concepción extravagante y colosal que Comte tenía de sí mismo le condujo
a una serie de disparates ridículos
10. Comte sacrificó muchas de sus teorías cuando se dedicó posteriormente a la
religión positivista. Huxley describía el sistema de Comte como catolicismo
menos cristianismo.
11. Implicaciones totalitarias de los planes de Comte para el futuro.
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CAPITULO 4
HERBERT SPENCER
En las ideas teóricas de Herbert Spencer advertimos un avance considerable sobre las ideas de
Comte. La obra de Spencer es importante ya que muchas de sus ideas teóricas ocupan un lugar
prominente y seguro en la teoría sociológica contemporánea. A pesar de ello, Jonathan Turner, ha
señalado que los teóricos modernos no han tomado en serio a Spencer y lo han relegado al cubo de
la basura en la historia de la Sociología. Ese rechazo es imputable al conservadurismo de Spencer y
a la teoría de la supervivencia del más apto. Demostraremos que algunas de las ideas teóricas de
Spencer siguen en plena actualidad. No obstante, encontraremos otros puntos débiles que nos dirán
que Spencer no llegaba a la altura de otros grandes teóricos como Marx, Durkheim, Weber o Simmel.
SPENCER Y COMTE.
Aunque las vidas de Spencer y Comte se solaparon en el tiempo, pertenecían a países diferentes y
se llevaban muchos años de diferencia. Cuando Comte finalizaba su obra, Spencer publicó su primer
libro, “Estática social”. Sin embargo, tan pronto como Spencer publicó su libro, empezaron las
comparaciones con Comte. Spencer comentó el trabajo de Comte en varios lugares de su obra. A
pesar de los elogios, a Spencer le interesaba mucho situarse entre los adversarios de Comte y que
sus propias ideas se distinguieran de las de Comte. Spencer adoptó también el uso de la palabra
sociología. Ambos derivaron de la biología los términos de estructura y función, y tendían a usarlos
con un significado similar. Spencer y Comte jugaron un papel muy importante en el desarrollo del
funcionalismo estructural.
Sin embargo, en el tema de estática social y dinámica social, encontramos grandes diferencias entre
los dos pensadores. Para Comte, estos conceptos podían aplicarse a todo tipo de sociedad, mientras
Spencer los relaciona con su sociedad ideal futura. Spencer defiende que la estática social se ocupa
del equilibrio de la sociedad perfecta y la dinámica social del estudio de las fuerzas motrices que
hacen que la sociedad avance hacia la perfección. Así, para Spencer, estos dos conceptos son
normativos y para Comte son descriptivos.
Spencer se describe a sí mismo como un positivista al que le interesaba descubrir las leyes
invariantes del mundo social, pero se apresuraba a decir que Comte no fue quien inventó el
positivismo. Tanto Spencer como Comte estudiaron una amplia de ciencias, pero Spencer pensaba
que era incorrecto clasificar las ciencias según un orden lineal o jerárquico, Spencer pensaba que
todas las ciencias estaban interrelacionadas. Comte estaba interesado en la evolución de las ideas y
Spencer se centró en la evolución estructural y funcional.
El deseo de Comte era construir una sociedad, o incluso un mundo, dominados por una religión
positivista de la humanidad, Spencer afirmó que la fe de Comte en que la religión de la humanidad
fuese la religión del futuro, constituye una creencia que no se sostiene ni inductiva ni
deductivamente. Además, Spencer no veía con buenos ojos el control centralizado puesto que ese
control sería más perjudicial que beneficioso. El ideal de Spencer era una sociedad en la que el
gobierno se redujera a su mínima expresión y en la que se permitiera a los individuos la máxima
libertad. A Spencer le parecía absurda la idea de que la moralidad se pudiera enseñar. Spencer creía
que esa moralidad surgía de la acción individual, es decir, las personas eran recompensadas por
conducirse moralmente, y penalizadas por su comportamiento inmoral.
En suma, aunque Spencer y Comte compartían su interés por la sociología, había profundas
diferencias entre ellos, así como en sus teorías generales.
26
Spencer enunció una serie de verdades generales sobre el mundo, entre ellas que la materia era
indestructible, que existía la continuidad del movimiento y la persistencia de la fuerza, que la
relación entre las fuerzas persiste, y que materia y movimiento se redistribuían constantemente.
Spencer enunció un conjunto de ideas que constituyen su teoría general de la evolución.
Spencer creía que todos los fenómenos –inorgánicos, orgánicos o superorgánicos (o Societas)—
experimentan evolución e involución o disolución. Una vez deducidos estos principios generales de la
evolución y la involución a partir de sus supuestos más generales, Spencer se ocupa de las áreas
específicas con el fin de mostrar que su teoría de la evolución (e involución) se mantienen también
inductivamente, es decir, que todo orden exhibe una integración progresiva de la materia y una
pérdida concomitante de movimiento.
La teoría evolucionista final, según Spencer, nos lleva a:
1. Primero, la evolución implica el cambio progresivo desde una forma menos
coherente a otra más coherente; en otras palabras, implica una integración
creciente.
2. Segundo, junto a esta integración creciente, encontramos el movimiento de
la homogeneidad a una cada vez mayor heterogeneidad; dicho de otro
modo, la evolución implica una diferenciación creciente.
3. Tercero, se produce un movimiento desde la confusión al orden desde el
orden indeterminado al determinado, por tanto, la evolución supone un
movimiento desde lo indefinido a lo definido.
Así, los tres elementos principales de la evolución son la integración creciente, la heterogeneidad y
la definición. Spencer aplica estos tres elementos de su teoría general de la evolución a las
estructuras y las funciones.
Una vez esbozada su teoría de evolución, Spencer analiza las razones que explican que ocurra la
evolución.
1. Primera, Spencer afirma que los fenómenos homogéneos son
inherentemente inestables. Una de las razones de esta inestabilidad es el
hecho de que las diferentes partes de un sistema homogéneo están
constantemente supeditadas a las diferentes fuerzas, y por ellos éstas
tienden a diferenciar aquellas entre sí.
2. Segunda, un segundo factor por orden de intervención es la
multiplicación de los efectos. Para Spencer la multiplicación de los
efectos es geométrica, es decir, un ligero cambio en un sistema
homogéneo tiene efectos que se ramifican de manera creciente.
3. Tercera, Spencer analiza los efectos de la segregación sobre la evolución.
Esta segregación sirve para el mantenimiento de las diferencias entre los
sectores, y ello, a su vez, para impulsar la multiplicación de los efectos
cuando un sector se expone a las características diferenciales de los
otros sectores y las incorpora a su seno.
Teniendo en cuenta de que la evolución es un proceso inevitable… ¿a dónde se encamina la
evolución? En su camino hacia su estado final, los fenómenos atraviesan una serie de estados
transitorios que pueden describirse como de equilibrios en movimiento. Se puede pensar que nos
movemos hacia un estado de quietud, y entonces se plantea la pregunta… ¿acaso no progresamos
claramente hacia la muerte omnipresente debido a la disipación de las fuerzas motrices? Spencer
responde que no, afirmando que nos movemos hacia la vida universal a través de nuevos estadios
del proceso evolutivo. La evolución termina sólo cuando se alcanza la perfección total y la felicidad
absoluta.
A pesar de su fe en la evolución, Spencer admitía, que el proceso de la disolución complementaba el
proceso de evolución y, periódicamente, lo conducía a su ruina. El proceso de disolución es probable
que se produjera cuando la evolución acababa y los fenómenos habían comenzado a decaer.
A nosotros nos importa el punto de vista de Spencer sobre la evolución de las sociedades humanas,
su desarrollo y la evolución de sus estructuras y funciones. La razón principal por la que Spencer
dedicó tanta atención a la evolución de la sociedad y sus instituciones reside en su idea de que para
comprender las relaciones sociales humanas era necesario entender su evolución, ciclos y
disolución.
SOCIOLOGIA
Definición de la ciencia de la sociología.
Spencer define el objeto de la sociología como el estudio de la evolución en su forma más compleja.
Sin embargo, Spencer no limita la sociología al estudio histórico de las sociedades, sino que incluye
27
también el estudio de las organizaciones e instituciones que interactúan entre sí. La necesidad de la
investigación contemporánea, sólo tiene verdadero sentido cuando se sitúa en un contexto histórico
evolucionista. La sociología de Spencer se centra fundamentalmente en los fenómenos
macrosociales (agregados sociales) –las sociedades, las estructuras sociales y las instituciones
sociales--, así como en sus funciones. Spencer compartía con Comte la idea de que la sociología
debía tratar las cuestiones sociales del mismo modo que las ciencias naturales estudiaban sus
fenómenos. Además, Spencer, como Comte, pensaba que la sociología constituía la más compleja de
las ciencias.
Aunque Spencer creía que la sociología no era exacta, ¿qué ciencia lo era? La sociología busca las
leyes de los fenómenos naturales. En su esfuerzo por sentar las bases para esa suerte de sociología
científica, Spencer se encontró con el mismo problema que tuvieron los sociólogos: la necesidad de
legitimarla. Las actitudes profanas en el campo dela sociología eran muchas y Spencer encontró
muchas barreras. Por ello, Spencer advertía que los sociólogos requerían hábitos disciplinados de
pensamiento, y que estos hábitos debían derivarse de un cuidadoso estudio de otras ciencias.
Spencer puso de ejemplo a los sociólogos las ramas de la biología y la psicología. Spencer pensaba
que había tres vínculos básicos entre la biología y la sociología:
1. Primero, creía que todas las acciones sociales estaban determinadas
por las acciones de los individuos, y que aquéllas acciones
conformaban las leyes de la vida general.
2. Segundo, la sociedad en su conjunto es un organismo vivo y se
caracteriza, entre otras cosas, por el desarrollo, la estructura y la
función.
3. Tercero, existe entre los campos una suerte de progresión y relación
natural, puesto que los humanos constituyen el problema último de la
biología y el punto de partida de la sociología.
El funcionamiento del proceso de supervivencia del más apto, tanto en los organismos vivos como
en los sociales, constituye una semejanza aún más específica entre la biología y la sociología.
Spencer también dedicó bastante tiempo al estudio de la psicología. Adoptó la perspectiva general
de que las verdades psicológicas yacen en la base de las verdades sociológicas. En su opinión, la
psicología es el estudio de la inteligencia, los sentimientos y la acción. Creía que una de las
principales lecciones que nos proporcionaba la psicología era que los sentimientos, y no la
inteligencia, eran los que determinaban la acción. Esta idea es bastante similar a la estudiada con
anterioridad con Comte. Si bien las personas han estado siempre dominadas por los sentimientos y
los deseos, es bien cierto que los hombres primitivos eran más impulsivos que las personas del
mundo moderno, que se guían por los hábitos de una vida más colectiva. Así, Spencer afirmaba que
los hombres primitivos se caracterizaban por un mayor egoísmo y que en el mundo moderno existía
más altruismo.
Spencer engasta su sociología en una serie de supuestos sobre las características psicológicas de
los individuos, no acepta la idea de que estas características sean invariables. Spencer pensaba que
las características psicológicas cambiaban cuando se producían cambios en la sociedad. A partir de
su estudio de la psicología, Spencer llega a la conclusión de que las unidades de la sociedad son los
individuos y de que los individuos constituyen la fuente de los fenómenos sociales. No obstante,
Spencer no dedicó demasiado tiempo a analizar el modo en que estos fenómenos psicológicos
conducían al desarrollo de la sociedad y de sus diversas instituciones. Spencer supone que los
individuos son unidades y constituyen la base de la sociedad y las instituciones, para luego pasar a
un macronivel y estudiar así la evolución de la sociedad y sus instituciones.
Métodos sociológicos.
Spencer se centra en los problemas metodológicos en la sociología. En su tiempo, existían
problemas metodológicos en lo tocante a la naturaleza intrínseca de los hechos que lo sociólogos
deben analizar. La sociología no son unas ciencias naturales en las cuales se puede percibir todo a
simple vista. Los fenómenos sociales no pueden medirse con relojes o termómetros, son mucho más
difíciles de estudiar.
Otra dificultad metodológica consistía en que los sociólogos, a diferencia de los psicólogos, no
podían usar la introspección como método; los hechos sociales no pueden medirse con la
introspección. El tiempo y los datos altamente dispersos complican el estudio sociológico.
Otro problema añadido era la escasa fiabilidad de los datos de las sociedades pasadas y presentes.
La distorsión de los hechos y la poca objetividad del sociólogo, son problemas añadidos. Como ser
humano, el sociólogo corre el riesgo de aplicar profesionalmente los modos de observación y
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razonamiento que emplea en la vida cotidiana, y estos hábitos pueden no ser los más adecuados.
Las emociones de los sociólogos pueden llegar a distorsionar el resultado fianl de su investigación.
Si bien Spencer reconocía que las dificultades objetivas son formidables, pensaba que la sociología
podía analizar científicamente las clases generales de hechos, pero no los hechos específicos.
Spencer analiza algunos prejuicios emocionales específicos.
1. En primer lugar está el sesgo educativo. Spencer encuentra su origen en el
hecho de que vivimos en una sociedad que combina elementos de
sociedades militares y sociedades industriales. El resultado es que se nos
educa en una confusa mezcla de ideas derivadas de ambos sistemas, y ello
lleva a los sociólogos a interpretar erróneamente los fenómenos sociales. El
sociólogo debe de ser imparcial en sus apreciaciones.
2. En segundo lugar, el sesgo del patriotismo (y el antipatriotismo). Los
sociólogos deben de emanciparse del prejuicio del patriotismo, pero Spencer
reconoce que no es fácil librarse de ese prejuicio. Spencer creía que con el
avance tecnológico disminuiría el sentido patriótico y aumentaría la
capacidad de objetivar.
3. El tercero es el sesgo de clase. Se halla entre las diferencias de clase. Todos
los sociólogos vienen de una clase u otra, por lo tanto llevan implícitos su
sesgo de clase. Spencer cree que con la futura armonía societal
desaparecerá ese sesgo de clase.
4. El cuarto es el sesgo político. El gobierno, leyes y resto de instituciones
influyen en el trabajo de los sociólogos. Por ejemplo, el gobierno se
encargara de hacer más visible sus acciones positivas que las acciones
negativas.
5. El quinto es el sesgo teológico. Por ejemplo, el sociólogo puede sentirse
inclinado a analizar las cosas relativas al creo de una religión determinada
más que el modo en que influyen en el bienestar general de la humanidad.
Spencer utilizó en su obra el método histórico comparado. Es decir, se comprometió principalmente
con el estudio comparado de los diferentes estadios por los que había atravesado las sociedades en
el curso del tiempo, así como de los diversos tipos de sociedades contemporáneas.
LA EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD.
Spencer emplea su teoría de la evolución en su extensa obra en tres volúmenes The Principles of
Sociology. Spencer emplea las tres dimensiones generales, la integración creciente, la
heterogeneidad y la definición, añade una cuarta dimensión, la coherencia creciente de los grupos
sociales (las civilizaciones modernas se mantienen unidas durante mucho más tiempo que los
primeros grupos nómadas. Spencer no creía que la evolución fuera inevitable y unilineal. Las
sociedades cambian constantemente en función de los cambios que se producen en su entorno, pero
esos cambios no tienen que ser necesariamente evolucionistas. Sólo de vez en cuando, según
Spencer, se producen un cambio en el entorno que inicia en el organismo una alteración que da
lugar a la formación de algo similar a una estructura superior. En cualquier momento determinado
puede producirse la evolución, la disolución o no producirse ningún cambio.
Spencer analiza la cuestión del nominalismo (la sociedad no es nada más que sus partes
constituyentes) frene al realismo (la sociedad constituye una entidad distintiva y distinguible) y se
sitúa de parte del realismo a causa de la permanencia de las relaciones entre las partes
constituyentes que forman la individualidad del conjunto
Para Spencer la sociedad es una “cosa”, si bien no idéntica a las demás cosas excepto por los
principios semejantes relativos a los modos en que se relacionan las partes constituyentes.
El realismo social de Spencer sintoniza difícilmente con su individualismo metodológico. El
individualismo metodológico lleva a adoptar una postura nominalista de la sociedad, mientras que el
realismo social excluye el punto de vista del individualismo metodológico. Spencer mantiene las dos
posturas sin decirnos cómo es posible adoptar estas dos perspectivas discordantes o cómo se
vinculan entre sí.
Spencer maneja el organicismo, este organicismo le llevó a encontrar varios paralelismos entre la
sociedad y las entidades orgánicas. Ambas aumentaban su tamaño y acusaban una diferenciación
estructural y funcional. Es decir, las partes constituyentes de la sociedad, como las de un organismo,
están interconectadas y dependen unas de otras. Y eso no es todo, en el caso de que muera el
conjunto de la sociedad o un organismo, las partes pueden sobrevivir, y a la inversa.
Desde un punto de vista más concreto, Spencer contempla la sociedad como una agregación de
personas que forman un grupo en el que se produce cooperación con objeto de obtener fines
29
comunes. Desde el punto de vista de nuestro pensador, había dos tipos básicos de cooperación: la
división del trabajo que especializaba a los individuos para el beneficio de la sociedad y el segundo
estaba constituido por el gobierno y la defensa, para el servicio del individuo.
En los sistemas sociales, como en los organismos, el sistema mantenedor se ocupa de las cuestiones
internas con el fin de mantenerlas con vida. En un organismo vivo el sistema mantenedor adopta la
forma de aparato digestivo. De las cuestiones externas se encarga el sistema regulador, es el
sistema neuromuscular en los organismos y del aparato gubernamental-militar en los sistemas
sociales. El sistema distributivo conecta los órganos y sistemas mantenedores y reguladores.
Spencer encuentra una semejanza entre las venas y arterias de los organismos y las vías de
comunicación en los sistemas sociales, canales que llevan en unos casos sangre y alimentos y en el
otro, hombres y mercancías.
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gobierno tiende a ser democrático y a permitir que los representantes del pueblo
ejerzan cierto poder. Se da la cooperación voluntaria entre las personas, y la
colectividad existe para el bien de sus miembros. El sistema militar queda
supeditado a las necesidades del sistema industrial. La armonía, más que el
conflicto, caracterizan a las sociedades industriales. Las sociedades industriales
son mucho más interdependientes desde el punto de vista económico. Las
sociedades militares son extraordinariamente rígidas, al contrario de las
industriales, más flexibles y tolerantes.
Las sociedades descritas anteriormente son tipos ideales que, en realidad, pueden llegar a variar
mucho dependiendo de sus ambientes. Spencer especifica algunos factores que contribuyen a que
las sociedades oscilen entre uno u otro tipo, e incluye entre ellos la composición racial, la naturaleza
de la sociedad inmediatamente anterior, el hábitat y las sociedades del entorno.
Spencer también analiza las sociedades híbridas, parcialmente militares o industriales, y sostiene
que suelen ser más militares que industriales. Spencer reconoce la posibilidad de regresión hacia
una sociedad militar. Por ejemplo, un conflicto internacional puede hacer que una sociedad industrial
pase a ser más militar por el hecho de haber emprendido acciones externas más agresivas y
desarrollado un gobierno más represivo.
Instituciones ceremoniales.
Spencer procede también a analizar las instituciones ceremoniales como estructuras que regulan las
vidas de las personas. En las sociedades más primitivas las ceremonias cumplen la función de
ejercer control social, político y religioso sobre las personas. Pero con el tiempo estas formas de
control cambian, pasan a ser autónomas, ejercen control por sí mismas y se convierten en
ceremonias independientes. La función del control ceremonial exige estructuras minúsculas, al
contrario de otras funciones sociales.
Todas las ceremonias son más apropiadas para las sociedades militares se desvanecen con el paso a
la más pacífica y armoniosa sociedad industrial.
Trofeos, mutilaciones, presentes, visitas, reverencias, tratamientos y títulos son instituciones
ceremoniales que de un modo u otro indican la sumisión, respeto, adhesión y el reconocimiento de
unos sobre otros.
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Con la evolución al industrialismo, la riqueza y sus signos ya no equivalen al liderazgo militar. Se
trata de mismo fenómeno que la moda, más que evitar lo que hacen los líderes, los subordinados
demuestran respeto emulando las acciones e imitando las vestimentas de los líderes. Así, la moda
suele producirse en la sociedad industrial y no en la militar, porque la sociedad industrial tiende a
una mayor igualdad. Esta tendencia hacia una mayor igualdad e individualidad suele debilitar las
ceremonias en general. Spencer pronostica un decaimiento de la institución ceremonial.
Instituciones políticas.
En opinión de Spencer, la única fuente de poder político en estas sociedades la constituían los
sentimientos de la comunidad. Es más, las organizaciones políticas son producto de los sentimientos
del grupo y derivan su poder de esos sentimientos, que, a su vez, ejercen restricción sobre aquellas.
La opinión pública controla la autoridad política no sólo en las sociedades primitivas, sino también,
en las contemporáneas.
Existen pequeñas sociedades primitivas que carecen de organizaciones políticas. Pero a medida que
las tribus aumentan de tamaño comienzan a desarrollar una organización política rudimentaria
como, por ejemplo, la figura emergente de un jefe. Estas organizaciones políticas son funcionales en
diversos sentidos: fomentan el mantenimiento del orden, facilitan una división del trabajo algo más
compleja. Sin embargo, pueden también ser disfuncionales, como las sociedades tiránicas. Las
organizaciones políticas, como podemos ver, son necesarias para el desarrollo, pero también pueden
impedirlo. Con todo, Spencer creía que las organizaciones políticas eran positivas.
Después de analizar el desarrollo de estas organizaciones, Spencer procede a estudiar la integración
del sistema político en la evolución. La integración política ocurre cuando los elementos de la
sociedad se someten a fuerzas semejantes. Estas fuerzas pueden ser externas a la sociedad como
puede ser el clima, o internas, como la composición racial de esa sociedad, pero lo que sucede por
regla general es que un conjunto común de estas fuerzas transforma lo que al principio era un
sistema político incoherente en otro cada vez más integrado.
Además de analizar la evolución de la organización política, Spencer estudia la evolución de algunos
elementos específicos de aquélla, como, por ejemplo, los líderes políticos, los cuerpos consultivos,
los cuerpos representativos, etc.
Veamos algunos ejemplos.
El líder déspota es instrumental. El déspota es útil para conducir la guerra en las
sociedades compuestas. En la evolución a las sociedades industriales, el despotismo
deja de ser una forma funcional de liderazgo político.
Es en las sociedades industriales donde aparece la libre elección de los
representantes y la formación de los cuerpos representativos.
Los ministros se forman inicialmente de entre los ayudantes de los gobernantes.
Con la evolución, los ministros son cada vez más numerosos y definidos
Las sociedades militares, a medida que evolucionan, la organización militar se
convierte en una entidad separada de la política.
Al principio, el sistema judicial no se diferencia del militar, con el tiempo, el sistema
judicial se separa y se convierte en una organización centralizada y heterogénea.
El sistema impositivo gubernamental es inicialmente muy irregular e indefinido,
pero más tarde adopta una forma más regular y definida.
Spencer tiene la precaución de explicar que no habrá un único régimen político futuro, sino que
variará de una sociedad a otra. Y aunque las sociedades industriales sean menos propensas a la
guerra que las sociedades militares, es imposible pronosticar si las naciones entrarán en guerra o no.
En su estudio de las estructuras ideales futuras, Spencer describe una jefatura de gobierno electa y
una legislatura representativa que responda a la voluntad general. El gobierno será cada vez menos
centralizado y permitirá un control más local e individual. Las limitaciones impuestas a las
estructuras y las funciones políticas permitirán una mayor libertad individual.
Instituciones eclesiásticas.
Spencer analiza la religión fiel a su perspectiva evolucionista y conservadora. Spencer considera las
instituciones eclesiásticas como estructuras, e indaga la cuestión de su procedencia y las funciones
que satisfacen. Spencer explicita que la religión no es innata en la naturaleza del hombre, puesto
que existen sociedades primitivas que no profesan religión alguna, otra cosa es que no tengan
creencias en espíritus.
En las sociedades primitivas, los curanderos son más poderosos que los sacerdotes debido a que son
los únicos que pueden hacer frente a los espíritus. Con el paso del tiempo, los sacerdotes están
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destinados a ser superiores que los curanderos. Al principio, la función de los sacerdotes aparece
desdibujada en la sociedad, generalmente, es el varón más anciano y experimentado el que se erige
como cuasi sacerdote.
Spencer piensa que las instituciones eclesiásticas se derivan del respeto y la veneración a los
mayores. En consecuencia, en las sociedades primitivas apenas encontramos distinción entre los
mundos sagrado y secular. Probablemente, el antiguo jefe era, al tiempo, el mejor guerrero y
sacerdote.
Las instituciones eclesiásticas no evolucionan independientemente de la naturaleza cambiante de
otras estructuras sociales, sobre todo de la organización política. Allí donde la organización política
apenas se ha desarrollado, encontramos escaso desarrollo en las organizaciones eclesiásticas; por
eso, un gobierno civil coercitivo y centralizado va acompañado de un gobierno religioso no menos
coercitivo y centralizado. A medida que las sociedades ganan estabilidad y confianza, las
instituciones eclesiásticas tienden a definirse y desarrollarse.
Una vez que las instituciones eclesiásticas comienzan a distinguirse de las políticas, se produce una
lucha entre ellas por la supremacía. La religión tiene inicialmente una serie de ventajas en esta
lucha. Por ejemplo, como representante de la deidad, es la religión la que confiere autoridad al
gobernante, tiene influencia sobre los temidos y venerados seres sobrenaturales. A largo plazo, el
poder terrenal se sitúa por encima del poder espiritual, cambio que está estrechamente ligado con el
nacimiento de la industrialización. Finalmente, la propagación del conocimiento reduce la
importancia y el poder del conocimiento sacerdotal.
Para Spencer las instituciones eclesiásticas han sido de enorme influencia e indispensables en las
estructuras sociales desde la antigüedad hasta nuestros días. Entre otras muchas funciones, la
religión fomenta la cohesión social, actúa como freno de la guerra en la sociedad, sirve de sistema
regulador complementario al sistema político, y hace que los individuos sean respetuosos mediante
la coerción eclesial.
Instituciones profesionales.
Las profesiones constituyen para Spencer un caso paradigmático de su perspectiva general. Ningún
grupo de instituciones ilustra con tanta claridad el proceso de la evolución social; y ninguno
demuestra más indiscutiblemente el modo en que la evolución social cumple la ley general de la
evolución.
Spencer comienza su análisis de las profesiones señalando que los grupos realizan una variedad de
funciones para la sociedad, entre ellas, la preservación de la sociedad ante la amenaza de su
destrucción por parte de sus enemigos, la regulación de la vida y su continuidad. Las profesiones
constituyen una estructura cuya función es la mejora de la vida.
Para Spencer, la religión se convierte en la fuente principal de las profesiones. Los sacerdotes eran
capaces de dedicar tiempo y energía a la labor y a la disciplina intelectual que resultan necesarias
para que las ocupaciones profesionales se diferencien de otras ocupaciones.
El origen de la profesión médica tiene su origen en los curanderos, quienes atribuían causas
sobrenaturales a las enfermedades y prescribían tratamientos de esa índole. A resultas de lo cual,
Spencer veía en los sacerdotes la fuente más importante de la profesión médica, puesto que fueron
ellos quienes intentaron acercarse a lo sobrenatural con buenas artes, en lugar de hacerlo de
manera antagonista. Finalmente, los médicos y cirujanos comenzaron a diferenciarse de los
sacerdotes, pero mientras los primeros médicos seguían pareciéndose a sacerdotes, los cirujanos
comenzaron a centrarse en las enfermedades físicas cuyas causas eran más naturales.
Con el tiempo se produjo un aumento de la división del trabajo. Esta creciente diferenciación hizo
que aumentara la integración profesional mediante las asociaciones profesionales. Al final, de
acuerdo con su orientación típicamente conservadora, Spencer concluye que todas las profesiones
específicas, así como las profesiones en general, son indispensables en la sociedad.
Instituciones industriales.
La industria es la última institución que Spencer examina desde su perspectiva evolucionista. Define
la división del trabajo como la especialización de las funciones directa o indirectamente relacionadas
con la satisfacción de necesidades materiales, y las ayudas materiales a las necesidades mentales.
Spencer comienza por examinar las diferencias que existen entre las aptitudes naturales de los
individuos, las diferencias sociales y las diferencias de sexos. Spencer culpa a los varones y a su
capacidad para obligar a las mujeres a realizar las ocupaciones menos deseables y satisfactorias…de
acuerdo con su fuerza, delegan en las mujeres la realización de los trabajos más tediosos y
monótonos. A Spencer le preocupa más el trato inhumano que daban los hombres a las mujeres en
las sociedades militares, aunque se tranquilizaba pensando que ese trato se humanizaba en las
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sociedades industriales. Muchos sociólogos contemporáneos criticarían esta división, pero Spencer
limita sus críticas a los sistemas antiguos.
La siguiente cuestión que estudia es la evolución de la mera adquisición de lo que se necesita para
la supervivencia (por ejemplo, caza y recolección) a la producción de mercancías. El desarrollo inicial
de la producción se ve dificultado en las sociedades militares primitivas. Aunque estas sociedades
necesitan de cierta producción (armas de fuego), en la mayoría de los casos las actividades para la
destrucción inhiben las actividades productivas. Así, el estado de guerra permanente tiende a
destruir todo brote de organización industrial y a obstaculizar el desarrollo de las ocupaciones no
relacionadas con la guerra. El progreso de la industria está estrechamente relacionado con la
decadencia de las instituciones militares.
Otra barrera al desarrollo industrial es la naturaleza humana. Para que la evolución industrial siga
adelante, se requiere una remodelación de la naturaleza humana. Spencer afirmaba que la
naturaleza humana no es estable sino que evoluciona con la sociedad. Los cambios sociales como el
avance de la industria, tienden a expandir la naturaleza humana, lo que permite a su vez un mayor
progreso industrial. Por tanto, la producción aumenta a medida que los deseos se multiplican y se
hacen más fuertes.
Un elemento añadido al aumento de la división del trabajo y la producción es la expansión del
sistema distributivo necesario para transportar los bienes de un lugar a otro. Con el tiempo, aumenta
la complejidad del sistema de distribución. La evolución del sistema distributivo lleva a la del sistema
de intercambio, lo que da lugar al desarrollo de un papel moneda, que facilita la distribución y la
producción.
Otro elemento del sistema industrial lo constituyen los medios de regulación del trabajo. Spencer
esboza la historia de la regulación del trabajo que parte de la regulación paternal, patriarcal,
comunitaria, para llegar a la regulación a cargo de los gremios y sindicatos.
Spencer analiza también la esclavitud y la servidumbre como formas primitivas de control laboral
relacionadas con las sociedades militares. Estos sistemas decaen a medida que la sociedad se inclina
hacia la cooperación voluntaria de la sociedad industrial.
Spencer se declaraba en contra del socialismo, puesto que lo consideraba más apropiado para la
sociedad militar que para otra de tipo industrial, caracterizada por la cooperación voluntaria. A
Spencer le preocupaba más el poder creciente del estado que la propagación del socialismo;
vislumbraba una tendencia hacia la regulación estatal de la industria, a resultas de la cual, la
organización industrial compulsiva usurparía el lugar de la organización industrial voluntaria actual.
Temía que al final se estableciera un estado en el que ningún hombre pudiera hacer lo que desease y
tuviera que hacer lo que le ordenasen. De hecho, hablaba de un estatalismo radicalmente opuesto al
individualismo.
ETICA Y POLITICA.
Spencer manifiesta en su obra una postura ética y política bastante coherente. Las ideas políticas y
morales de Spencer se derivan en no poca medida de su individualismo metodológico. Spencer se
centró en los macrofenómenos, pero lo hizo partiendo de su idea de que la base de esos fenómenos
eran unidades individuales. Esta idea específica del mundo social se deduce de sus principios
generales. Las características de las unidades determinan las del grupo, como ningún cuerpo no
puede exhibir fenómeno alguno si sus miembros individuales carecen de la capacidad inherente de
producirlo. Del mismo modo que los macrofenómenos son producto de los individuos, también lo es
la ley moral de la sociedad. La conducta correcta de la humanidad en su estado de multitud se
encuentra en la humanidad es su estado de unidad. Spencer creía que los individuos nacen con un
sentimiento moral que guía sus acciones y, en última instancia, la estructura y las funciones de la
sociedad.
Aunque los individuos son la causa inmediata de la moralidad social, la causa más lejana es Dios.
Teniendo a Dios por en medio, Spencer suponía que la sociedad evolucionaba hacia una mayor
perfección y felicidad.
Otro factor de esta evolución hacia un estado moral de perfección era que el mal llegaría a
desaparecer de forma progresiva. Spencer recurría al argumento de la supervivencia del más apto.
Spencer pensaba que el mal era una consecuencia de la inadaptación a las condiciones externas.
Spencer pretende que la felicidad del hombre proceda de la satisfacción de sus deseos. Por tanto, las
personas deben practicar el libre ejercicio de sus facultades, es decir, deben tener libertad. Además,
esta libertad no debe constituir el derecho de unos pocas exclusivamente; como todos los hombres
nacen con esas facultades, todos los individuos tienen el derecho a su libre ejercicio. Sin embargo,
esta libertad personal tiene sus limitaciones. Cuando un individuo ejerce su derecho, no debe
permitírsele coartar la libertad del otro. Este pensamiento conduce s Spencer a una perspectiva
34
política libertaria en la que el papel del estado es muy limitado. El estado debe limitarse a proteger
la libertad individual y no intervenir en la propia marcha de la evolución, permitiendo así que se
cumpla la ley y la dinámica del proceso evolutivo. Spencer no considera que las duras realidades
como el hombre y la enfermedad constituyan un mal, sino que son producto de la más alta
benevolencia. Para decirlo de otra manera, los que no disfrutan de salud, no son listos, no son
decididos, y no creen en lo divino que en beneficio de la sociedad deban morir. Si se permite la
supervivencia de los ineptos, la sociedad se verá infectada de ineptos e impide que se reproduzcan
los más aptos y detiene el proceso purificador de la evolución natural. Spencer se opone a la caridad
administrada por el estado y a la educación estatal. Incluso se opone a que el gobierno se implique
en cuestiones sanitarias como la recogida de basura. En suma, se debe frenar la intervención del
gobierno no sólo porque impide la marcha natural de la evolución, sino porque además recorta los
derechos individuales. Para Spencer, el liberalismo defiende la libertad individual frente a la coerción
del estado.
En respuesta a sus críticos, Spencer expresaba su sorpresa ante el hecho de que lo tomasen por un
enemigo de los pobres y otros miembros desafortunados de la sociedad. Aducía que no estaba de
acuerdo con la pasividad ante los problemas sociales, pero que se debían de tomar las medidas
adecuadas. Spencer tenía muy mala opinión de los que vivían a costa del estado y pensaba que unos
trabajadores no debían de cargar con la carga de otros trabajadores.
Obviamente, de la oposición de Spencer a la intervención estatal se deduce su oposición a cualquier
cambio radical de la sociedad. (Socialismo o Comunismo). Spencer distinguía su sociedad ideal de la
de los socialistas cuando afirmaba que no era partidario de dar a las personas una porción igual de
bienes, sino de dar a cada uno la oportunidad de adquirir los objetos que deseen. Spencer creía que
las personas nacían con un instinto de sus derechos, y uno de esos derechos era el deseo de la
propiedad. Por lo tanto, el socialismo se oponía radicalmente a este elemento de la naturaleza
humana y, consecuentemente, el socialismo no podía sobrevivir.
Los teóricos contemporáneos de la sociología, liberales o radicales, tienden a rechazar el tipo de
moralidad y de política conservadora de Spencer. Turner decía que no se debe rechazar una teoría
simplemente porque no se es partidario de la moral o la política de su creador. Sin embargo, hay otra
razón para poner en cuestión la teoría de Spencer, y reside en la percepción de que su sociología
está influida y distorsionada por sus prejuicios morales y políticos.
Dicho esto, no debemos perder de vista el hecho de que en la teoría sociológica de Spencer hay más
mérito del que se le concede en la actualidad.
35
CAPITULO 5
KARL MARX
En algunas zonas del mundo, al menos hasta el final de la guerra fría, la teoría sociológica era
virtualmente idéntica a la teoría marxista y neomarxista, pero en otros países, como los EE.UU., Marx
ha sido prácticamente ignorado como pensador de relevancia sociológica. La influencia de Marx en
Europa del Este era inmensa. Sin embargo, en la Europa Occidental, esa influencia ha sido variable.
En los EE.UU., salvo C. Wright Mills, tendían a ignorar a Marx. Por ejemplo, Talcott Parsons despreció
la obra de Marx en unas pocas páginas, y dedicó, sin embargo, cientos de ellas a Weber, Durkheim y
Pareto. En los años sesenta, debido a la fiebre por los derechos civiles, feminismo y la Guerra del
Vietnam, comenzaron a considerar seriamente a Marx como teórico de la sociología. Desde finales
de la década de los sesenta se ha venido realizando un serio esfuerzo por integrar las teorías
marxista y neomarxista en la teoría sociológica estadounidense.
El reciente fracaso de las sociedades comunistas y su giro hacia una economía más capitalista hace
necesario plantearse el papel que juega la teoría de Marx en la sociología. A primera vista parece
que estos cambios sugieren una decadencia de la teoría marxista. Los nuevos teóricos están menos
dispuestos a buscar en la obra de Marx las respuestas a los problemas de las sociedades capitalistas
modernas. Sin embargo, el alejamiento de la teoría sociológica marxiana será menos limitado por
diversas razones.
1. La mayoría de los sociólogos tienen un largo y profundo compromiso con
ellas.
2. Muchas de las ideas de Marx han sido integradas en diversas teorías
sociológicas.
3. La teoría sociológica de Marx es mucho más importante que su teoría
económica. Marx ofreció una teoría sociológica abstracta, coherente y
sumamente satisfactoria que puede emplearse para analizar cualquier
sociedad.
Los estudiantes formados en una tradición antimarxiana se han socializado en la creencia de que
Marx era un sanguinario radical, es preciso destruir este mito.
Se puede ofrecer un par de argumentos básicos a los antimarxistas que rechazan a Marx como
sociólogo debido a su orientación ideológica.
1. En el enfoque marxista se percibe una poderosa influencia de su ideología,
es importante admitir que todos los sociólogos tienen su sesgo ideológico. Es
más, Marx nunca intentó evitar u ocultar su sesgo ideológico.
2. Marx no era un sanguinario enloquecido. Marx era un humanista al que hería
profundamente el sufrimiento de la clase trabajadora. Su humanismo le llevó
a predicar una sociedad más justa y más humana que la capitalista. Marx no
creía que ese cambio implicaría forzosamente un derramamiento de sangre.
La transición al socialismo podía hacerse pacíficamente.
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Aunque estos argumentos puedes disipar dudas a los lectores con prejuicios antimarxistas,
seguramente no satisfacen a los que comparten una orientación promarxista. Estos estudiantes
pueden objetar que pensar en Marx como simplemente un sociólogo, es limitarle demasiado. Marx
era filósofo, revolucionario, panfletista, periodista y pensador dialéctico.
Hay varias escuelas de teoría neomarxista, y muchas de sus diferencias nacen de las diversas
interpretaciones que hacen de la teoría marxista. Por ejemplo, algunos subrayan la obra temprana
de Marx sobre el potencial humano y consideran el resto de su trabajo una consecución de sus
primeros trabajos. Otros, sin embargo, hacen hincapié en la obra madura de Marx sobre las
estructuras sociales, en especial las estructuras económicas, y consideran que estos trabajos son
distinguibles de su producción temprana.
LA DIALÉCTICA.
Marx adoptó el modo dialéctico de la lógica de Hegel. Si Hegel se ocupó de la dialéctica de las ideas,
el enfoque dialéctico de Marx lo aplicó al mundo material. Marx tomó la dialéctica de la filosofía y lo
aplicó a las relaciones sociales existentes en el mundo material.
Dos características básicas del análisis dialéctico distinguen el pensamiento de Marx de la mayor
parte del pensamiento sociológico.
1.El método dialéctico de análisis no contempla una única y unidireccional relación
causa-efecto entre las diversas partes del mundo social. Para el pensador
dialéctico, las influencias sociales nunca se dan en una sola dirección, como ocurre
para los que piensan en términos de causas y efectos. Este tipo de pensamiento
no implica que el dialéctico nunca tenga en cuenta las relaciones causales
existentes en el mundo social. Significa que cuando los pensadores dialécticos
hablan sobre causalidad, siempre se refieren a las relaciones recíprocas entre los
factores sociales, así como a la totalidad dialéctica de la vida social en la que se
dan.
2.La segunda característica del análisis dialéctico es que los valores sociales no son
separables de los hechos sociales. El pensador dialéctico piensa que no sólo es
imposible apartar los valores del estudio del mundo social, sino que tampoco es
deseable, porque produce una sociología inhumana y desapasionada que apenas
tiene algo que ofrecer a las personas que buscan respuestas a sus problemas.
Hechos y valores están entretejidos. Así, para Marx no era posible ser
desapasionado cuando se trataba de analizar las dos principales clases del
capitalismo: la burguesía y el proletariado. Por ejemplo, en El Capital, cuando Marx
se refería a los capitalistas les llamaba licántropos y vampiros que chupaban la
sangre de los trabajadores y se solidarizaba con la penosa condición del
proletariado. De la implicación tan emocional de Marx no se deduce ningún tipo
de imprecisión en sus observaciones. Un estudioso menos apasionado habría
ahondado menos profundamente en la dinámica del sistema.
Estas dos características de la dialéctica reflejan la idea de Marx de que no existen líneas divisorias
definidas entre los fenómenos del mundo social. Marx creía que los diversos componentes del mundo
social se entremezclaban gradual e imperceptiblemente. Marx afirmaba que los capitalistas y el
proletariado no se encontraban claramente separados, sino que se entremezclaban de manera
gradual. Un capitalista arruinado puede volverse proletario y un trabajador de éxito puede ser
capitalista.
Los pensadores dialécticos también adoptan una perspectiva relacional del mundo social. Las
relaciones entre los individuos, entre los diferentes grupos de personas y entre las diversas
subunidades de la organización, se analizan bajo el meticuloso escrutinio del pensador dialéctico.
Además, un pensador dialéctico jamás se centra en una unidad social aislada del resto de las
unidades sociales. Los pensadores dialécticos se interesan no sólo por la relación entre los
fenómenos sociales del mundo contemporáneo, sino también por la relación entre esas realidades
contemporáneas y los fenómenos sociales pasados y futuros. Ello supone dos implicaciones
diferentes, que los sociólogos dialécticos se interesan por el estudio de las raíces históricas del
mundo contemporáneo, y que los pensadores dialécticos se preocupan por la dirección futura que
tomará la sociedad. Este interés por el futuro constituye una de las principales razones de que la
sociología dialéctica sea intrínsecamente política, pues posee una imagen del mundo futuro y su
interés es promover actividades prácticas que den vida a ese mundo. Para los sociólogos dialécticos
las fuentes del futuro existen en el presente.
La naturaleza básica de la dialéctica se opone a la orientación determinista. El futuro puede basarse
en algún modelo contemporáneo, pero no de forma inevitable. Los marxistas esperaban y creían que
37
el futuro produciría el socialismo, pero el proletariado no podía esperar pasivamente a que éste
llegara. Tenían que ganárselo y carecían de garantías absolutas de su llegada.
Esta miedo a pensar de un modo determinista se lo que distorsiona el bien conocido modelo
dialéctico de tesis, antítesis y síntesis. Este simple modelo implica que un fenómeno social genera
una forma opuesta a su forma original y que el choque entre las dos formas dará lugar a una nueva
forma social sintética. Sabiendo que el pensador dialéctico se interesa por el estudio de las relacione
sociales y no por las grandes abstracciones, es lo que llevó a Marx a alejarse de Hegel y lo que le
hubiera llevado a rechazar hoy la excesiva simplificación de la dialéctica al modelo de tesis, antítesis
y síntesis.
Lo más conocido de la dialéctica tal vez sea su interés por el conflicto y la contradicción. Lo que más
nos importa es que la dialéctica provoca interés por los conflictos y las contradicciones que se dan
entre los diversos niveles de la realidad social. Para Marx, la contradicción última en el seno del
capitalismo se da, tal vez, en la relación entre burguesía y proletariado. En términos de Marx, la
burguesía produce proletariado, y al producir y expandir esta clase, los capitalistas producen sus
propios sepultureros. El filtro de la historia no le da la razón.
EL POTENCIAL HUMANO.
La base de gran parte del pensamiento de Marx la constituyen sus ideas sobre el potencial humano.
Tenía que haber una oportunidad histórica para que los individuos pudieran llegar a realizarse en
plenitud, pero los individuos estaban muy ocupados en conseguir comida y protección, por lo tanto
les era prácticamente imposible realizarse como personas en plenitud. El capitalismo constituía un
medio demasiado opresivo para estos fines humanistas. Así, Marx no podía describir con precisión el
potencial humano porque aún no se le había permitido desarrollarse y expresarse adecuada y
plenamente.
Capacidades y necesidades.
El fundamento de la concepción marxista del potencial humano son sus ideas sobre las capacidades
y las necesidades de las personas. Las capacidades pueden definirse como las facultades y aptitudes
de las personas. Las necesidades constituyen los deseos de las personas de cosas que normalmente
no se pueden obtener de forma inmediata.
Las necesidades, como las capacidades, varían mucho según los entornos sociales en los que viven
las personas.
Es necesario distinguir entre necesidades y capacidades naturales y de la especie. Las capacidades y
necesidades naturales son las que compartimos con otros animales, mientras que las específicas son
exclusivamente humanas. Las capacidades y necesidades naturales per se apenas nos interesan,
porque el hombre natural aún no es un hombre, sino un animal. Sin embargo, todas las capacidades
y necesidades pueden expresarse en formas distintivamente humanas. El sexo, por ejemplo, es un
comportamiento común a los seres humanos y a otros animales, pero cuando se expresa de formas
particularmente humanas entra dentro de la categoría de capacidades y necesidades de la especie.
Conciencia.
El núcleo de la noción del potencial humano reside en la idea de Marx de que los hombres se
distinguen de otros animales pro su conciencia y por su capacidad de ligar esa conciencia a sus
acciones. Estas ideas vienen de la filosofía hegeliana, aunque Marx critica el que analice la
conciencia como si ésta existiera independientemente de las personas, en lugar de analizar la
conciencia de las personas reales y conscientes. Marx no se contentó con señalar simplemente que
los hombres se distinguían de otros animales por su conciencia. Marx creía que las siguientes
capacidades mentales hacían de la especie humana algo totalmente distinto de los demás animales.
1.Mientras los animales sólo hacen, las personas pueden distanciarse mentalmente
de lo que están haciendo.
2.Los actores humanos son capaces de elegir entre actuar o no hacerlo. Además, son
capaces de elegir qué tipo de acción realizar.
3.Las mentes de los seres humanos les permiten planear de antemano la acción que
van a realizar.
4.Los seres humanos poseen flexibilidad tanto física como mental.
5.Los seres humanos son capaces de concentrar su atención en lo que hacen durante
un largo periodo de tiempo.
6.La naturaleza de la mente humana lleva a las personas a ser altamente sociales.
La conciencia es, por tanto, desde sus orígenes, un producto social, y seguirá siéndolo mientras el
hombre exista. Es la capacidad de controlar sus actividades mediante la conciencia lo que distingue
a las personas de los animales. Para Marx, la característica específica de la naturaleza humana es su
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inteligencia creativa, su capacidad de tratar una estructura en la imaginación para luego construirla
en la realidad.
Pero el problema de esta concepción del potencial humano es que es sumamente abstracta, por lo
que Marx sintió la necesidad de trasladarla al mundo real. Las personas, su conciencia y sus
actividades, no pueden existir aisladamente, tienen que relacionarse con el mundo natural. Estamos
rodeados de lo natural e interactuamos con la naturaleza, así pues, Marx distingue tres componentes
de la relación entre los seres humanos y la naturaleza: la percepción, la orientación y la apropiación.
La percepción es el contacto inmediato que tienen las personas con la naturaleza a través de sus
sentidos. Se requiere un proceso de orientación que organice, modele e imponga un marco a las
diversas percepciones del mundo. Una vez percibido el mundo y organizada esa percepción se
procede a la apropiación, por la que los actores emplean sus capacidades creativas para actuar
sobre la naturaleza con el fin de satisfacer sus necesidades. No es sólo que la naturaleza de las
capacidades y necesidades de las personas configure la forma de la percepción, orientación y
apropiación, sino que la forma que éstas adoptan en los distintos entornos sociales influye, a su vez,
en la naturaleza de estas capacidades y necesidades. Esto refuerza la idea de que, para Marx, la
naturaleza humana no era algo petrificado, sino que dependía enormemente de la naturaleza del
entorno social.
Siguiendo a Marx podemos distinguir tres estadios de la relación entre el potencial humano y los
procesos de percepción, orientación y apropiación: la sociedad primitiva, el capitalismo y el
comunismo.
En la sociedad primitiva las personas empleaban sus recursos naturales para producir cosas que
necesitaban. Sus necesidades eran limitadas, por lo tanto, sus capacidades eran limitadas.
Marx pensaba que el capitalismo constituía una fase en la que la capacidad creativa de la mayoría
de los seres humanos, que se expresaba en el acto de apropiación, había quedado virtualmente
eliminada. Así, la meta del capitalismo era la propiedad, en lugar de la expresión de las capacidades
humanas. Cuando Marx las compara señala: el mundo antiguo proporcionaba una satisfacción
limitada, mientas que el moderno no proporciona satisfacción alguna y, en caso de hacerlo, es vulgar
y mediocre.
Sin embargo, el comunismo era una fase en la que se habrían destruido las fuerzas estructurales que
causaban la distorsión de la naturaleza humana, y en la que las personas podrían expresar su
potencial humano en un grado desconocido. El comunismo constituye la fase de la apropiación
personal plena.
Actividad.
La actividades puede ser considerada como el medio que utilizan las personas para apropiarse de los
objetos de la naturaleza. Es importante señalar que el concepto de actividad que emplea Marx es
virtualmente inseparable de sus conceptos de trabajo y creatividad. Para Marx, el trabajo constituye
una expresión de las capacidades distintivas de las personas. De hecho, el trabajo no se limita a las
actividades económicas, sino que entraña todas las actividades productivas que requieren las
capacidades creativas del actor.
Aunque Marx no hizo una distinción entre actividad, trabajo y creatividad, tendió a usar diferentes
términos en las distintas épocas de su carrera. Actividad hacer referencia al movimiento implicado
en los esfuerzos deliberados; el trabajo, al proceso de producción material; y la creatividad, a la
capacidad de las personas para hacer productos únicos. Bajo el capitalismo, el trabajo estaba
separado de la actividad y la creatividad, bajo el comunismo era probable la integración del trabajo,
actividad y creatividad.
Objetivación. Para apropiarse del mundo natural, la gente debe comprometerse siempre con un
proceso de, que implica la producción de objetos como ropas y alimentos. Para Marx el proceso de
objetivación era importante por varias razones. Primera, reafirma su orientación materialista y su
interés por el mundo real de los actores reales. Segunda, Marx creía que la objetivación era el
auténtico proceso en el que las personas expresaban sus capacidades humanas.
Este proceso de objetivación constituye una expresión del potencial humano siempre que presente
ciertas características. Primera, que la conciencia de los actores esté implicada en la actividad.
Segunda que los actores expresen sus capacidades de forma comprehensiva. Tercera, que expresen
su carácter intrínsecamente social en el proceso de objetivación. Y cuarta, que el proceso de
objetivación no constituya simplemente un medio para lograr otros fines.
Trabajo. En el contexto de esta imagen de la objetivación específicamente humana, Marx analiza el
trabajo en la sociedad capitalista. Para el estudio de este tipo de sociedad, Marx, apenas utiliza los
conceptos interrelacionados de trabajo, actividad y creatividad. En las ideas de Marx, el concepto de
trabajo implica la apropiación, objetivación y la plena expresión del potencial humano. Sin embargo,
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Marx pensaba que el trabajo en la sociedad capitalista adoptaba ciertas formas distintivas y
pervertidas. En lugar de constituir un fin en sí, el trabajo en el capitalismo se reduce a un medio para
alcanzar un fin: ganar dinero. Bajo el capitalismo, el trabajo no equivales a trabajo, actividad,
creatividad.
Socialidad.
Otro aspecto de la imagen de Marx del potencial humano es la idea de que las personas son
intrínsecamente sociales. Para Marx, el hombre no sólo es un animal social, sino también un animal
que sólo dentro de la sociedad se convierte en individuo. Esto significa que todas las capacidades
humanas no tienen sentido si se expresan aisladamente. Desde el punto de vista de Marx, las
personas no pueden expresar su humanidad sin la interacción con la naturaleza y con las otras
personas. Por otro, la socialidad constituye una parte integrante de la naturaleza humana. Es decir,
las personas necesitan relacionarse con otras personas tanto por el mero hecho de relacionarse,
como para poder apropiarse de la naturaleza adecuadamente.
Consecuencias imprevistas.
Finalmente, un aspecto apenas analizado hace referencia al hecho de que las personas hayan
producido el capitalismo, una estructura que distorsiona su naturaleza esencial. Si bien solemos
relacionar esta idea con Weber, parece evidente que Marx también tuvo en mente, “he aquí, pues, la
espiral dialéctica: al tiempo que solemos lograr resultados inmediatos de nuestras intenciones
conscientes, demasiado a menudo no anticipamos ni prevemos las consecuencias no deseadas más
remotas de esos resultados”.
En términos generales podemos deducir que el capitalismo constituye una consecuencia imprevista
que resulta de un sinnúmero de acciones. La intención de la gente no era crear una estructura que
distorsiona la naturaleza humana, pero ese fue el resultado. Marx habría especificado que
probablemente las consecuencias imprevistas no constituyen una característica de la sociedad. Es
decir, el comunismo no necesariamente se verá perturbado por las consecuencias imprevistas ya
que estas consecuencias imprevistas dependen del contexto social.
ALIENACIÓN.
Hasta aquí hemos analizado varios componentes a un nivel micro: el potencial humano, las
capacidades, las necesidades, la autoconciencia y la conciencia, la actividad, el trabajo, la
creatividad, el trabajo (percepción, orientación y apropiación), la objetivación, la sociabilidad y las
consecuencias imprevistas. Estos componentes pertenecen a la etapa temprana de Marx. En sus
primeras obras, Marx denominaba alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la
sociedad capitalista en la naturaleza humana. Aunque era el actor el que sufría la alienación en la
sociedad capitalista, Marx centró su análisis en las estructuras del capitalismo que causaban tal
alienación. Marx ofreció básicamente una teoría de la alienación, que según Marx, “es la estructura
social la que rompe las interconexiones naturales que caracterizan la naturaleza humana en un
sentido ideal”. Aquí es sumamente importante el sistema de dos clases, en el cual los capitalistas
emplean a los trabajadores y son propietarios de los medios de producción, así como de los
productos resultantes. Para sobrevivir y tener acceso a las herramientas y materias primas, los
trabajadores se ven obligados a vender a los capitalistas su fuerza de trabajo. Aunque los
trabajadores usen las herramientas y actúen sobre la naturaleza, las interrelaciones naturales están
rotas.
Componentes de la alienación.
Puede considerarse que el concepto de alienación incluye cuatro componentes básicos.
1.En la sociedad capitalista los trabajadores están alienados por su actividad
productiva. Trabajadores y capitalistas creen que el pago de un salario significa
que la actividad productiva pertenece al capitalista. En lugar de ser el trabajo un
producto satisfactorio, la actividad productiva se reduce a un aburrido e idiotizante
medio de cumplir el único objetivo que de verdad importa en el capitalismo: ganar
el suficiente dinero para sobrevivir.
2.Los trabajadores están alienados por el objeto de esas actividades: el producto. El
producto, como el proceso de producción, pertenece a los capitalistas, que pueden
usarlo como deseen. Los trabajadores no sólo no ejercen control alguno sobre el
producto, sino que, tampoco tienen una percepción concreta de lo que producen.
Las cadenas de montaje suelen ser tan largas y tienen tantos eslabones que los
individuos se limitan a cumplir un papel insignificante en el proceso global.
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3.En el capitalismo, los trabajadores están alienados por sus compañeros de trabajo.
Las personas necesitan y desean trabajar en colaboración con otras personas para
extraer de la naturaleza lo que necesitan para sobrevivir. Pero el capitalismo
destruye esa cooperación natural, y las personas se ven obligadas a trabajar codo
con codo para los capitalistas. Y lo que todavía es peor, los trabajadores suelen
verse obligados a competir por su puesto de trabajo. El capitalismo enfrenta a los
trabajadores para ver cuál es el más rentable. A los que son más productivos se
les recompensa con dádivas. En cualquier caso, estas situaciones generan
hostilidad.
4.Los trabajadores están alienados por su propio potencial humano. Los individuos se
realizan cada vez menos como seres humanos y quedan reducidos en su papel de
animales de carga. El resultado es una masa de personas incapaces de expresar
sus capacidades específicamente humanas.
Emancipación.
La crítica marxiana a la sociedad capitalista no era un fin en sí misma, sino un esfuerzo cuyo objetivo
era que se llevaran a cabo los cambios necesarios para crear una nueva sociedad. Podemos afirmar
que el objeto de la sociología de Marx era la emancipación de la humanidad de la esclavitud de la
sociedad capitalista.
La transición hacia la sociedad socialista y la emancipación podía lograrse sólo mediante la acción
concreta o praxis. No debemos sólo filosofar, hay que actuar. El proletario no puede esperar
pasivamente a que llegara el derrumbe final del capitalismo como fruto de sus contradicciones
internas.
La sociedad comunista creada mediante la praxis “no gobernará sobre los individuos, pues en sí
misma, no es otra cosa que los individuos concretos en sus mutuas relaciones sociales, eliminará la
alienación, reunirá a las personas con sus productos, actividades y con otras personas”. La meta de
la emancipación es el ser genérico y el comunismo, que constituye, la primera expresión real y la
realización auténtica del hombre, de la esencia del hombre y de su esencia real.
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sociales numerosas y continuas. Si bien tenía una perspectiva dinámica de las estructuras, Marx
consideraba que el conjunto de relaciones en el capitalismo eran externas a los actores y coercitivas.
Mercancías.
El concepto de mercancía de Marx arraiga la orientación materialista de su análisis sobre las
actividades productivas de los actores. Para Marx, las personas producen los objetos que necesitan
para sobrevivir mediante su interacción con la naturaleza y otros actores; la objetivación constituye
un aspecto necesario y universal de la vida humana. Estos objetos se producen para el uso de una
persona o para el de otras en su entorno inmediato: constituyen valores de uso. Los productos en
vez de ser usados inmediatamente en el sistema capitalista, son intercambiados en el libre mercado
a cambio de dinero (valores de cambio). Aunque son las personas las que producen objetos en el
capitalismo, el papel que desempeñan en la producción de mercancías, y su control sobre ellas, se
mistifica. La mercancía aparece como una realidad externa, mística, independiente.
Fetichismo de la mercancía. El fetichismo de las mercancías implica el proceso por el que los actores
olvidan que es su trabajo el que confiere a las mercancías su valor. Llegar a creer que su valor
procede de las propiedades naturales de las cosas o que el funcionamiento impersonal del mercado
es lo que les otorga su valor. Al conceder realidad a las mercancías y al mercado, el individuo en el
capitalismo pierde el control sobre ellos. El análisis de Marx sobre las mercancías y su fetichismo
consiste en que parte del micronivel del actor y la acción individual para luego elevarse al
macronivel de las grandes estructuras sociales. El fetichismo de las mercancías confiere a éstas y al
mercado una realidad objetiva independiente que es externa y coercitiva.
Reificación. Es necesario señalar que las personas producen no sólo objetos económicos como
comida, ropa p alojamiento, sino también relaciones sociales y, en última instancia, estructuras
sociales. La reificación puede considerarse como el proceso por el que se llega a creer que las
formas sociales humanamente creadas son naturales, universales y absolutas y, consecuentemente,
que esas formas sociales adquieren, de hecho, esas características. El concepto de reificación
implica el convencimiento de las personas de que las estructuras sociales están fuera de su control y
son inalterables. El uso de este concepto implica que las personas reifican no sólo las mercancías,
sino también el conjunto total de las diversas estructuras sociales.
Marx afirma que bajo las circunstancias específicas del capitalismo, el trabajo, como fenómeno
social, se convertía en una mercancía. “La fuerza del trabajo aparece en el mercado como una
mercancía exclusivamente si, y en la medida en que su poseedor, el individuo propietario de esa
fuerza de trabajo, la pone en venta o la vende como una mercancía”. Del mismo modo en que se
reifican las mercancías también se reifican las estructuras religiosas, políticas y organizativas.
Capital.
Como estructura independiente, el capital explotaba a los trabajadores, responsables de su creación.
Marx pensaba que el poder del capital aparecía como “un poder otorgado por la naturaleza, un poder
productivo inherente al capital”. Los trabajadores eran explotados por un sistema y habían olvidado
que ellos lo habían producido mediante su trabajo, por lo que no se percataban de que podían
cambiar. Esta es la idea que llevó a Marx a la conclusión de que el capitalismo era un mundo
invertido.
Circulación de mercancías. Marx examinó la circulación de mercancías y lo consideró como el punto
de partida del capital. Marx distinguía dos tipos de circulación de mercancías. Uno de esos tipos de
circulación Dinero-Mercancías Dinero (D-M-D) es característico del capital; no ocurre así con el otro:
Mercancías-Dinero-Mercancías (M-D-M). O buscas satisfacer tus necesidades con el sistema de
cambiar lo que produces por dinero y así comprar otras mercancías, u optas por hacer lo contrario,
con tu dinero compras mercancía para volver a vender con una plusvalía. El fin de este último
circuito no es el consumo del valor de uso, el fin es el dinero en una forma más extensa, un dinero
que cualitativamente es idéntico, pero no cuantitativamente.
El sistema D-M-D es un proceso más abstracto y por lo tanto más vulnerable a la reificación.
Propiedad privada.
Para Marx, la propiedad privada se deriva del trabajo alienado de los trabajadores. Los trabajadores
no se dan cuenta de esa situación. En lugar de controlar la propiedad privada, es la propiedad
privada lo que controla al trabajador. El concepto de Marx de la propiedad privada está directamente
relacionado con su obra temprana sobre el potencial humano y la interacción. Para que las personas
puedan expresar su potencial humano deben destruir la propiedad privada y los demás componentes
estructurales de la sociedad capitalista
42
División del trabajo.
Marx y Engels encontraron el origen de la división del trabajo en la familia antigua. El padre hacía el
papel de amo y su mujer e hijos de esclavos. Marx no veía bien esta división del trabajo, pero peor
aún lo veía en el sistema capitalista. En particular, a Marx le interesaba la especialización del
trabajador. Esta especialización impedía el pleno desarrollo intelectual y creativo del trabajador.
1. La división del trabajo separa artificialmente al individuo de su comunidad.
2. El proceso laboral se rompe hasta el punto de que se separan funciones que
idealmente deberían estar integradas.
3. Las capacidades del individuo se reducen a una simple herramienta más en
el proceso de producción.
4. Cada persona hace sólo una mínima contribución al resultado del producto
final.
5. La especialización estricta influye en el hombre en el sentido de que le
atonta y deshumaniza.
6. Pese a todo esto, Marx no suponía que todo el mundo supiera hacerlo todo.
Lo que sí creía era que la división del trabajo impedía artificialmente a los
trabajadores un desarrollo pleno. Por lo tanto, según Marx, en el comunismo
no todas las personas serán poetas o arquitectos, pero sí quedarán
eliminadas todas las trabas para un pleno desarrollo humano.
Clase social.
La clase social constituye otra de las cuestiones a las que Marx desarrollo más tiempo en su estudio
dela estructura social. Marx consideraba a las clases sociales como estructuras externas y
coercitivas para las personas. Para Marx, las clases sociales se derivan de los actos de producción;
las personas llegan a Reificar las clases y, consecuentemente, comienzan a cobrar una vida
independiente que constriñe al actor.
Ideología.
La otra gran dimensión cultural del análisis de Marx es la ideología. Puede definirse la ideología como
el sistema integrado de ideas que es externo a los individuos y resulta coercitivo para ellos.
Podemos destacar al menos tres ideas fundamentales interrelacionadas sobre el conceptualización
que hace Marx de las ideologías.
1.Las ideologías representan los intereses de la clase dominante.
2.Constituyen un reflejo invertido y truncado de la realidad.
43
3.Las ideologías tienen una existencia independiente que resulta coercitiva para las
personas.
El papel de las ideologías es asegurar la sumisión de los oprimidos y explotados.
44
CAPITULO 6
EMILE DURKHEIM
La orientación teórica de Durkheim muestra muy pocas ambigüedades. Su mayor preocupación fue
la influencia de las grandes estructuras en la sociedad. Durkheim contribuyó enormemente a la
formación de la teoría estructural-funcional, que se centra en el análisis de la estructura social y la
cultura a nivel macroscópico.
El desarrollo y uso del concepto de hecho social constituye el núcleo de la sociología de Durkheim.
En términos modernos, los hechos sociales son las estructuras sociales, así como las normas y los
valores culturales que son externos y coercitivos para los actores.
Para entender la razón por la que Durkheim desarrolló el concepto de hecho social y su significado
necesitamos examinar al menos algunos aspectos del contexto intelectual en el que vivió.
Para Durkheim, la sociología nació en Francia en el siglo XIX. Reconoció sus raíces en Platón y
Aristóteles y como fuentes más próximas, Montesquieu y Condorcet. Para Durkheim estos filósofos
no llevaron lo suficientemente lejos y ofrecieron ideas novedosas o ingeniosas sobre los hechos
sociales, pero no intentaron el desarrollo de una nueva disciplina. Durkheim le concedió a Saint-
Simon el mérito de haber sido el primero en formular la noción de una ciencia del mundo social,
aunque imperfecta y difusa. Desde el punto de vista de Durkheim, fue Comte el que perfeccionó
esas ideas.
Aunque el término de sociología fue acuñado por Comte algunos años antes, no existía un área
específica para la disciplina en la Francia del siglo XIX. Las disciplinas existentes, como la psicología
y la filosofía, se oponían radicalmente a la fundación de la sociología. La obsesión de Durkheim era
crear un nicho separado e identificable para la sociología.
Durkheim afirmaba que, para diferenciarse de la filosofía, la sociología debía orientarse hacia la
investigación empírica. Esto parece bastante obvio, pero Durkheim también pensó que la sociología
estaba amenazada desde el interior de la escuela filosófica que existía dentro de la sociología.
En su opinión, Comte y Spencer, se interesaban más por la filosofía y las ideas que por el estudio
empírico del mundo social. Durkheim se vio en la necesidad de atacar a Comte y Spencer para
diferenciarse de ellos. Acusó a ambos de teorizar demasiado sobre la realidad social y hacía falta un
método científico de trabajo. A Comte le acusó de suponer teóricamente que el mundo social
evolucionaba hacia la perfección en lugar de llevar a cabo un estudio minucioso de la naturaleza
45
cambiante de las diversas sociedades y a Spencer de dar por supuesta una armonía social en lugar
de estudiar si realmente existía dicha armonía social.
HECHOS SOCIALES.
Con el fin de lograr que la sociología se alejara de la filosofía y de darle una entidad clara y
particular, Durkheim afirmó que el objeto distintivo de la sociología debía ser el estudio de los
hechos sociales de una forma empírica y no filosófica. Durkheim creía que las ideas podían
concebirse introspectivamente (filosóficamente), pero las cosas no pueden concebirse mediante una
actividad puramente mental.
Aunque tratar los hechos sociales como cosas contrarrestaba la amenaza que planteaba la filosofía,
era sólo parte de la respuesta al problema de la amenaza planteada por la psicología. Ambas ya
eran empíricas y para diferenciarlas, Durkheim, afirmó que el objeto de la sociología debía ser el
estudio de hechos sociales externos y coercitivos, mientras que la psicología apuntaba al estudio de
hechos psicológicos internos y heredados.
Al optar Durkheim por una postura muy radical hacia sus objetos de estudio, en un futuro, limitaría
algunas ramas de la sociología actual.
Durkheim distinguía entre dos tipos de hechos sociales:
1.Hechos sociales materiales. Son los más claros de ambos tipos, porque son
entidades reales y materiales. La arquitectura y el derecho son dos ejemplos de
hechos sociales materiales. Son secundarios para el estudio de Durkheim.
2.Hechos sociales inmateriales. Ocupan gran parte de su obra. Hechos sociales
inmateriales son las normas y valores (cultura) que rigen una sociedad.
¿Cómo es posible que hechos sociales inmateriales tales como normas y valores sean
externos al actor? ¿Dónde pueden residir sino es en la mente del actor? Y en el caso de residir
en la mente del actor, ¿acaso no son entonces internos en lugar de externos?
La mejor manera de conceptualizar los hechos sociales inmateriales es pensar en ellos como
externos y coercitivos respecto de los hechos psicológicos. Entonces, deducimos que tanto los
hechos psicológicos como algunos hechos sociales, existen dentro de las conciencias y entre ellas.
Es preferible considerar a los hechos sociales inmateriales como fenómenos mentales, pero externos
y coercitivos respecto a otros aspectos del proceso mental: los hechos psicológicos. Esto difumina un
poco la distinción de Durkheim entre sociología y psicología, pero sirve para hacer más realista la
distinción y, por lo tanto, más defendible. La sociología se ocupa de los fenómenos mentales
distintos de aquellos de los que trata la psicología. Durkheim afirmaba que mientras la sociología se
interesa por las normas y los valores, la psicología se preocupa por los instintos humanos.
El análisis de Durkheim comienza por el nivel de los hechos sociales materiales, no porque fuera un
nivel más importante para él, sino porque sus elementos suelen tener influencia en los hechos
sociales inmateriales.
Los principales niveles de la realidad social en la obra de Durkheim son:
A.-Hechos sociales materiales.
1) Sociedad.
2) Componentes estructurales de la sociedad (Iglesia, Estado)
3) Componentes morfológicos de la sociedad (Demografía, Canales de
comunicación, etc.
B.-Hechos sociales inmateriales.
1) Moralidad.
2) Conciencia colectiva.
3) Representaciones colectivas.
4) Corrientes sociales.
Los niveles dentro de las dos categorías figuran en orden descendente en lo que se refiere a
generalidad.
Su análisis de los hechos sociales en el macro nivel constituye una de las razones que explican el
importante papel de Durkheim en el desarrollo del funcionalismo estructural, que ofrecía una similar
orientación macro. Durkheim se inspiró en la biología para explicar el funcionamiento de la sociedad.
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totalidad de sus miembros tienen aptitudes y conocimientos similares. Una familia
encabezada por un padre cazador y una madre que se ocupaba de la comida era
virtualmente autosuficiente. Como las personas que forman las sociedades
caracterizadas por la solidaridad mecánica suelen parecerse en lo tocante a las
tareas que realizan, hay mayores posibilidades de que compitan entre sí.
2.El tipo más moderno, caracterizado por una sociedad orgánica, presenta una mayor
y más refinada división del trabajo. Una sociedad caracterizada por la solidaridad
orgánica se mantiene unida debido a las diferencias entre las personas, debido al
hecho de que tienen diferentes tareas y responsabilidades. La familia moderna,
para poder vivir, necesita de un amplio compendio de actividades a su alrededor.
La diferenciación facilita la cooperación entre las personas y permite que puedan
ayudarse en una misma base de recursos.
Para Durkheim, la división del trabajo en la sociedad es un hecho real material que indica el grado en
que las tareas o las responsabilidades se han especializado. Por ejemplo, ser madre en las
sociedades primitivas es ocupar una posición mucho menos especializada que en la sociedad
moderna.
Los cambios en la división han tenido enormes implicaciones para la estructura de la sociedad.
Densidad dinámica.
La división del trabajo para Durkheim, constituía la principal pauta de interacción en el mundo social.
Otro hecho social material estrechamente relacionado con la división del trabajo es la densidad
dinámica. Este concepto hace referencia a la cantidad de personas de una sociedad y al grado de
interacción que se produce entre ellas. Un aumento de la cantidad de personas más un aumento de
su interacción conduce a la transición de la solidaridad mecánica a la orgánica, dado que, si se
producen simultáneamente, provocan un aumento de la competencia por los recursos escasos y una
lucha más intensa por la supervivencia entre los diversos componentes paralelos y similares de la
sociedad primitiva.
El nacimiento de la división del trabajo permite a las personas y a las estructuras sociales creadas
por ellas cooperar, en lugar de entrar en conflicto, lo que hace más probable a su vez la coexistencia
pacífica. Además, el aumento de la división del trabajo produce una mayor eficacia, lo que produce
un aumento de los recursos que hace que más y más gente pueda vivir en paz. Durkheim mostró
especial interés en el efecto que tenían estos cambios materiales en los hechos inmateriales y su
naturaleza.
Para estudiar los hechos sociales inmateriales de una manera científica el sociólogo debe buscar y
examinar los hecho sociales materiales que reflejan la naturaleza de los hechos inmateriales y sus
cambios. Esa función la cumple el derecho, sus diferentes formas en distintas sociedades, en la
división del trabajo social.
Derecho.
1.Durkheim afirmaba que una sociedad que presenta solidaridad mecánica se
caracteriza por su derecho represivo. Como las personas son muy similares en
este tipo de sociedad, y como la totalidad de sus miembros creen profundamente
en una moralidad común, cualquier ofensa contra su sistema de valores
compartido suele ser de la mayor importancia para la mayoría de los individuos. El
transgresor suele ser severamente castigado si comete una acción considerada
ofensiva para la moral colectiva. La administración del derecho represivo está en
manos de las masas. Amputaciones pro robo o blasfemia.
2.Por el contrario, una sociedad con solidaridad orgánica se caracteriza por su
derecho restitutivo. En lugar de ser duramente castigado por la más mínima
ofensa contra la moralidad colectiva, a los individuos se les suele pedir que tan
sólo cumplan con la ley o que restituyan a los que han resultado perjudicados por
sus acciones. Apenas existe una moralidad común, o en el caso de que la hubiere,
tiene escasa influencia. El mantenimiento del derecho restitutivo está en manos
de una única entidad especializada como la policía y los tribunales.
En el sistema teórico de Durkheim, los cambios que se producen en un hecho social material, como
el derecho, son simplemente reflejos de aquellos otros que se producen en los hechos sociales
inmateriales, tales como la moralidad o la conciencia colectiva.
En el nivel más general e inclusivo, Durkheim fue un sociólogo de la moralidad. El interés de
Durkheim por la moralidad de su época le llevó, como sociólogo, a dedicarse casi totalmente al
estudio de los elementos morales de la vida social y el debilitamiento de esa moral en el mundo
47
moderno. Estos vínculos morales eran tan importantes que pensaba que sin su existencia, el
individuo llegaría a ser esclavo de pasiones insaciables. Durkheim mantenía la opinión
aparentemente contraria de que el individuo necesitaba de una moralidad y un control externo para
ser libre.
Anomía.
Como bien sabemos Durkheim estaba muy preocupado por la moralidad común. La anomía es el
debilitamiento de la moral en la sociedad, cuando los conceptos morales y apropiados no están
claros.
Para Durkheim la anomía es una patología, por lo tanto susceptible de ser curada. La división del
trabajo, que Durkheim la consideraba un punto de cohesión, no era suficiente para evitar la
relajación moral. La anomía era consecuencia del nacimiento de la solidaridad orgánica. Los
individuos también se pueden encontrar aislados y abandonados en la realización de sus
actividades altamente especializadas, es fácil sentirse aislado y no percibir los vínculos comunes
con los que trabajan a su alrededor. Pero esta aislabilidad es anormal, porque sólo en circunstancias
no normales la división moderna del trabajo relega a las personas a tareas y empleos aislados y
carentes de sentido. El concepto de anomía no está sólo en la división del trabajo, sino también en El
Suicidio como una de las principales causas de suicidio.
Conciencia colectiva.
Durkheim analizó el problema de la conciencia colectiva como ejemplo social inmaterial.
1.Es evidente que cuando Durkheim hablaba del conjunto de creencias y sentimientos
comunes, hace referencia a la conciencia colectiva de una sociedad dada.
2.Durkheim concebía la conciencia colectiva como un sistema cultural independiente,
aunque sostenía la perspectiva de conciencia colectiva, también especificó que se
realizaba en las conciencias particulares.
La lógica de la conciencia colectiva desarrollada en la división del trabajo es que el aumento de la
división del trabajo, que se produce como consecuencia del aumento de la densidad dinámica, causa
una reducción de la conciencia colectiva. Es más probable que en una sociedad moderna se
mantengan unidos mediante la división del trabajo y la mutua necesidad. En otras palabras, la
conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en
otra con solidaridad mecánica.
Anthony Giddens señaló que la conciencia colectiva en los dos tipos de sociedad difiere en cuatro
dimensiones:
1.Volumen. Se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia
colectiva.
2.Intensidad. Se refiere al grado en que sienten esa conciencia colectiva.
3.Rigidez. Se refiere a su nivel de definición.
4.Contenido. Se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos
polares de sociedad.
En una sociedad caracterizada por una solidaridad mecánica, casi todos los individuos comparten la
misma conciencia colectiva. En una sociedad con una solidaridad orgánica la conciencia colectiva es
menor y la comparten una cantidad de gente inferior, se percibe con menor intensidad,
consecuencia del cambio de derecho penal por el restitutivo.
Representaciones colectivas.
El concepto de conciencia colectiva, vago y amorfo, fue abandonado por Durkheim progresivamente.
Lo cambió por otro concepto mucho más específico, las representaciones colectivas. Las
representaciones colectivas pueden considerarse estados específicos o substratos de la conciencia
colectiva. Desde una perspectiva contemporánea, las representaciones colectivas hacen referencia a
las normas y valores de colectividades específicas como la familia, la ocupación, el estado o las
instituciones religiosas o educativas.
Esta idea permitió a Durkheim conceptualizar los hechos sociales inmateriales de una manera
específica, no obstante, estas representaciones pueden utilizarse en el ámbito colectivo e individual.
Las representaciones colectivas, aun pudiéndose aplicar al individuo, lo trascienden, es decir, su
existencia no depende de ningún individuo en particular, en el sentido de que su duración en el
tiempo es mayor que la duración de la vida del individuo.
Las representaciones colectivas constituyen el elemento central del sistema de hechos sociales
inmateriales de Durkheim.
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SUICIDIO Y CORRIENTES SOCIALES.
Durkheim propuso un concepto aún más específico y dinámico como hecho social inmaterial: las
corrientes sociales. Durkheim las definió como hechos sociales inmateriales que son igualmente
objetivas e influyen en igual grado sobre el individuo que los hechos sociales analizados
anteriormente. Puso como ejemplo los grandes movimientos sociales guiados por el entusiasmo, la
indignación o la piedad. Durkheim los definió como hechos sociales ya que pueden, y de hecho lo
hacen, en cualquier individuo.
Durkheim explicó la idea de las corrientes sociales en Las reglas del método sociológico y las aplicó
en el famoso estudio sobre el suicidio. En El Suicidio, Durkheim demostró que los hechos sociales, y
en particular las corrientes sociales, son externas y coercitivas para el individuo. Eligió el suicidio
porque era un fenómeno relativamente concreto y específico; disponía de datos relativamente
fiables sobre este fenómeno y constituía uno de los actos más privados y personales que se pueden
realizar. Si Durkheim era capaz de demostrar que la sociología podía explicar este hecho tan
individual, sería fácil aplicarlo a otros dominios y fenómenos.
Como sociólogo, a Durkheim no le interesaba estudiar por qué un individuo particular se suicidaba,
eso era tarea del psicólogo. Lo que a él le preocupaba era explicar las diferentes tasas de suicidio, es
decir, por qué un grupo tenía una tasa de suicidio más alta que otro. Durkheim pensaba que las
variables sociológicas eran factores determinantes para determinar las tasas de suicidios.
Dentro de la investigación empírica figuraba la psicopatología individual, y analizó la raza, la
herencia o el clima. Todos ellos fueron rechazados por diversos motivos, incluida la teoría de la
imitación propuesta por Gabriel Tarde.
Para Durkheim, los factores más importantes de las variaciones de las tasas de suicidio debían
buscarse en diferencias producidas en el nivel de los hechos sociales. Durkheim analizó la influencia
de la densidad dinámica en las diferencias de las tasas de suicidio, pero descubrió que sus efectos
sólo eran indirectos. Sin embargo, las variaciones en la densidad dinámica y en otros hechos sociales
materiales, influían en las diferencias en los hechos sociales inmateriales, y éstas tenían una
influencia directa sobre las tasas de suicidio.
Durkheim desarrolló dos argumentos interrelacionados:
1.Señaló que las diferentes colectividades desarrollaban diferentes conciencias y
representaciones colectivas. Estas, a su vez, producían diferentes corrientes
sociales, que influían de modo distinto en las tasas de suicidio.
2.Durkheim afirmó que las diferencias en la conciencia colectiva producían
diferencias en las corrientes sociales que, a su vez, conducían a diferentes tasas
de suicidio.
En ambos casos, la lógica del argumento es la misma: las diferencias o cambios en la conciencia
colectiva producen diferencias o cambios en las corrientes sociales, y estas, a su vez, conducen a las
diferencias o cambios en las tasas de suicidio.
49
2. Suicidio altruista. El suicidio altruista se lleva a cabo cuando la integración es
demasiado fuerte. El individuo se ve literalmente obligado a suicidarse. El suicidio
en Guyana es un buen ejemplo. Se suicidaron porque sintieron el impulso de dar
sus vidas por la sociedad intensamente integrada de los fanáticos seguidores de
Jim Jones. Se suicidaron porque se vieron obligado a ello.
A diferencia de lo que ocurre con el suicidio egoísta, el alto grado de integración no
constituye la principal causa del suicidio altruista. Los diferentes grados de integración
producen diferentes corrientes sociales que, a su vez, influyen en las tasas de suicidio.
Mientras que el hastío y la depresión son la causa del suicidio egoísta, la melancolía y la
esperanza de una nueva vida después de la vida mortal, son la causa del suicidio altruista.
3.Suicidio anómico. Es el principal tipo de suicidio para Durkheim. Es el suicidio cuya
probabilidad aumenta cuando dejan de actuar las fuerzas reguladoras de la
sociedad. Son fuerzas externas llamadas interrupciones, una depresión
económica o un crecimiento súbito de la economía suelen desencadenar el
suicidio anómico por crearse actitudes desarraigas y desreguladas. Si normal
podemos considerar el suicidio anómico en una depresión económica, no es
menos normal que el éxito súbito aleja a los individuos de las estructuras
tradicionales en las que se está inmerso.
4.Suicidio fatalista. Mientras el suicidio anómico es más probable que ocurra cuando
la regulación es demasiado débil o laxa, el suicidio fatalista sucede cuando la
regulación es excesiva. Durkheim describía esta tipo de suicidio como “personas
cuyo futuro esta implacablemente determinado, cuyas pasiones están
violentamente comprimidas por una disciplina obsesiva”. Lo mostramos con el
clásico ejemplo del esclavo que se quita la vida debido a la desesperación que le
provoca la reglamentación opresiva de todas sus acciones.
¿Mente colectiva?
El problema de pensar que las corrientes sociales independientes atravesaban el mundo social como
si flotaran suspendidas en el vacío social, llevo a acusar a Durkheim de ser el promotor de la
existencia de una mente colectiva. Los fenómenos culturales no pueden flotar por si mismos en un
vacío social, Durkheim era consciente de ello.
En términos contemporáneos, las corrientes sociales pueden considerarse como conjuntos de
significados que comparten intersubjetivamente los miembros de una colectividad. Se deduce que
esta definición que no pueden derivarse de la mente de un solo individuo, sino que son
mentalmente compartidas por un conjunto de actores miembros de la colectividad y que son
variables de una colectividad a otra, entre ellas, el suicidio.
En defensa de Durkheim podemos aducir que tenía un concepto muy moderno de los hechos
sociales inmateriales como son las normas, valores y cultura. Durkheim solía hacer afirmaciones muy
exageradas sobre los hechos sociales y cometía contradicciones sobre la relación existente entre los
hechos sociales inmateriales y los procesos mentales de los individuos.
RELIGIÓN.
Para Durkheim, la religión es el hecho social inmaterial por excelencia. La religión para Durkheim
tiene una naturaleza dinamogénica, es decir, tiene la capacidad no sólo de dominar a los individuos,
sino de elevarles por encima de aptitudes y capacidades.
La principal fuente de datos, por diversas razones, que utilizó Durkheim para el estudio empírico de
la religión fue sobre una tribu primitiva australiana.
1.Creía que era mucho más fácil entender la naturaleza esencial de la religión en la
sociedad primitiva que en la moderna.
2.Los sistemas ideológicos de las religiones primitivas presentaban un menor
desarrollo que los de las religiones modernas.
3.Mientras la religión adopta las más variadas formas en las sociedades modernas, en
las sociedades primitivas hay conformidad moral e intelectual. En las sociedades
primitivas aparecía la religión en su forma más clara.
4.Si Durkheim empezó por estudiar una religión primitiva no fue por que le interesara
esa religión per se, sino que lo hizo con el fin de entender la naturaleza religiosa
del hombre.
Dado el carácter uniforme y omnipresente de la religión en las sociedades primitivas, podemos
equiparar esa religión con la conciencia colectiva. Pero a medida que aumenta la especialización en
la sociedad, se reduce el dominio de la religión. En vez de ser la conciencia colectiva de la sociedad,
50
la religión pasa a ser una representación colectiva más. Ya no es sólo la religión, sino la ciencia y el
derecho, las que conforman esa conciencia colectiva. Durkheim acepta que cada vez el dominio de
la religión es más reducido, no obstante, las diversas representaciones colectivas de la sociedad
moderna tienen su origen en el tipo de religión omniabarcante de la sociedad primitiva.
Lo sagrado y lo profano.
La cuestión importante es saber la fuente de la religión moderna. Durkheim deduce que todo hecho
social podía ser la causa de otro hecho social. Durkheim concluyó que la sociedad era la fuente de
toda religión. La sociedad, a través de los individuos, clasificaba a ciertos fenómenos como sagrados
y otros profanos. Los aspectos de la realidad social que entran en la definición de lo sagrado
(prohibidos y apartados) forman la esencia de la religión. El resto constituye lo profano, lo mundano
y cotidiano.
No sólo la diferenciación entre fenómenos profanos y sagrados es condición necesaria para el
desarrollo de la religión. Se requieren otras tres condiciones.
1.Tiene que desarrollarse un conjunto de creencias religiosas. Esas creencias
constituyen las representaciones que expresan la naturaleza de las cosas
sagradas y las relaciones que sostienen entre sí o con las cosas profanas.
2.Se requiere un conjunto de ritos, que son reglas de conducta que prescriben el
comportamiento del hombre en relación con las cosas sagradas.
3.Toda religión necesita de una iglesia, una comunidad moral.
Durkheim definió la religión como: “Una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas
relativas a las cosas sagradas; es decir separadas, interdictas, creencias y prácticas que unen en una
misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos aquellos que se adhieren a ellas”.
Totemismo.
El totemismo es un sistema religioso en el que ciertas cosas, en particular, animales y plantas, llegan
a considerarse sagradas y emblemas del clan. Durkheim lo considera como la forma más simple y
primitiva de religión, comparable a una primitiva organización social, el clan.
Un clan podía poseer varios tótems. No eran diferentes religiones, sino que los consideraba como un
conjunto de ideas interrelacionados entre ellas que proporcionaban al clan una representación más o
menos completa del mundo. Los tótems son representaciones materiales de la fuerza inmaterial que
mana de ellos. Y esa fuerza inmaterial no es sino la ya familiar conciencia colectiva de la sociedad. El
totemismo, y la religión en general, se derivan de la moralidad colectiva y se convierten en una
fuerza impersonal.
Efervescencia colectiva.
¿De dónde proviene la conciencia colectiva? Según Durkheim, del clan. El clan es la fuente de la
conciencia colectiva, del totemismo y de la religión. Pero, ¿cómo crea el clan el totemismo? La
respuesta reside en un concepto: la efervescencia colectiva. La efervescencia colectiva no fue
definida por Durkheim, pero a grandes rasgos, eran grandes movimientos históricos en los que una
colectividad alcanza un nuevo y alto nivel de exaltación colectiva, que produce marcados cambios en
la estructura de la sociedad. La Reforma y el Renacimiento podrían ser dos de estos movimientos
históricos de efervescencia colectiva. Es durante los periodos de efervescencia colectiva cuando los
miembros del clan crean el totemismo.
El totemismo es la representación simbólica de la conciencia colectiva, de la religión, del concepto
de Dios y de todo lo sagrado. Por esta razón, podemos afirmar que lo sagrado, y Dios en última
instancia, y la sociedad son lo mismo. Esta relación estaba clara en la sociedad primitiva, pero en la
moderna, esa relación está oscurecida por las complejidades de la sociedad moderna.
REFORMISMO SOCIAL.
Hemos analizado los conceptos más importantes para Durkheim: la moralidad, la conciencia
colectiva, las representaciones sociales y la religión. Hemos analizado que los hechos sociales
inmateriales eran más importantes que los materiales. Pero para Durkheim, los hechos sociales
materiales cumplen otro papel importante, constituyen soluciones estructurales a los problemas
morales de nuestro tiempo.
Durkheim era un reformador y creía que los problemas de la sociedad moderna eran aberraciones
temporales y no dificultades intrínsecas. Por ello se oponía tanto a los radicales como a los
conservadores de su época. Ni el conservadorismo de Louis de Bonald, ni el revolucionario Marx,
eran la solución para los problemas de la sociedad.
51
Durkheim afirmaba que los problemas de la época constituían patologías, como la anomía o la
desigualdad social en el mundo del trabajo, pero que admitían remedios si se administraban con la
racionalidad de un médico.
Asociaciones profesionales.
La principal reforma que Durkheim propuso para aliviar las patologías sociales fue el desarrollo de las
asociaciones profesionales. Opuesto a Marx, Durkheim no creía que hubiera un conflicto básico de
intereses entre propietarios, administradores y trabajadores. El conflicto entre propietarios y
trabajadores era debido a una falta de moralidad común.
Sugirió que la estructura necesaria para proporcionar esta moralidad integradora era la asociación
profesional, que podía agrupar a los actores de un mismo gremio, unidos y organizados en un grupo
propio. Estas asociaciones tenían un nivel superior a los sindicatos y organizaciones empresariales,
ya que éstas últimas, no servían más que para acrecentar las desigualdades entre empresarios y
trabajadores. Estas asociaciones deberían de tener un sistema moral integrador. Este sistema moral,
con sus reglas y leyes, contrarrestaría la tendencia hacia la atomización de la sociedad moderna y
mantendría una moralidad colectiva.
Culto al individuo.
Durkheim creía que los problemas esenciales de la sociedad moderna eran de índole moral y que la
única solución real residía en reforzar la intensidad de la moralidad colectiva. Si bien era difícil
regresar a la conciencia colectiva de sociedades con solidaridad mecánica, Durkheim veía un
germen de aquella, aunque débil.
A esta versión moderna de la conciencia colectiva, culto al individuo. Era un concepto confuso, ya
que, parecía fusionar la conciencia colectiva y el individualismo. El individualismo ganaba terreno y,
para bien o para mal, se estaba convirtiendo en un sistema moral aceptable para la sociedad de la
época. No deja de ser irónico y paradójico que aunque Durkheim se siguiera oponiendo al egoísmo,
propusiera el culto al individuo como solución al egoísmo moderno.
Uno de los muchos problemas que plantea esta perspectiva es la virtual imposibilidad de diferenciar
en la vida real entre las acciones que podrían entrar en un individualismo moral y las que podrían
entrar en el egoísmo. Durkheim afirmaba que sí se podían distinguir.
52
sociedad. Las personas tienen multitud de pasiones, si estas pasiones no se
contienen, el individuo se hace esclavo de ellas. Para Durkheim, las personas son
libres siempre que las fuerzas externas controlen sus pasiones; de éstas fuerzas,
la más general e importante es la moralidad común.
Esta cuestión queda manifiesta en la distinción que hace Durkheim entre el cuerpo y el alma. El
cuerpo representa las pasiones y el alma, la moralidad común de la civilización. Es la civilización la
que ha hecho al hombre tal como es; es lo que le distingue del animal: el hombre sólo es hombre
debido a que ha sido civilizado.
Pero la libertad para Durkheim tiene otra acepción: la libertad se deriva de la internalización de una
moralidad común que acentúa el significado y la independencia de los individuos.
Podemos incluir también las representaciones individuales dentro de los supuestos de Durkheim
sobre la naturaleza humana. Mientras las representaciones colectivas se crean mediante la
interacción entre la gente, las representaciones individuales se forman a raíz de la interacción entre
las células cerebrales. Las representaciones individuales quedan relegadas al ámbito de la
psicología, y Durkheim no quería entrar en ese ámbito. Fue su punto flaco más vulnerable. Hoy la
psicología estudia fenómenos sociales que Durkheim hubiera considerado dominio de la sociología.
Según Homans, hoy en día, es difícil separar con claridad la sociología de la psicología actual.
Variables dependientes.
En todas las obras de Durkheim la conciencia aparece como una variable dependiente determinada
por diversos hechos sociales materiales y, en especial, por los inmateriales.
En El Suicidio, por ejemplo, se mostró bastante ambiguo respecto al modo en que las corrientes
sociales influían en la conciencia individual y a la manera en que esta conciencia alterada elevaba, a
su vez, las tasas de suicidio.
En La división del trabajo, Durkheim analiza la conciencia de un modo indirecto, pero se ve con
claridad que la considera una variable dependiente. Es decir, sostiene que los cambios en los niveles
culturales y societal producen cambios en los procesos de la conciencia individual. En El Suicidio, sin
embargo, el estatus de la conciencia como variable dependiente resulta mucho más claro. En otras
palabras, la principal variable independiente es la moralidad colectiva, y la variable dependiente más
importante son las tasas de suicidio; sin embargo interviene también otro conjunto de variables
dependientes que, simplemente, son los estados mentales.
53
Durkheim percibía los estados de conciencia concretos que acompañaban a cada tipo de suicidio. Es
evidente que estos estados le interesaban poco debido a su mayor preocupación por los fenómenos
de mayor alcance.
Categorías mentales. Un ejemplo específico de esta tendencia a asignar prioridad al
nivel de la sociedad lo constituye la obra de Durkheim y Mauss en torno a la influencia
de la estructura de la sociedad en la forma del pensamiento individual. En lo
fundamental, Durkheim y Mauss afirmaban que la forma que adopta la sociedad influye
en la forma que adopte el pensamiento. Frente a los que creían que las categorías
mentales moldeaban el mundo, ellos afirmaban que era el mundo social el que daba
forma a las categorías mentales. Durkheim hubiera creado una sociología más
satisfactoria si se hubiera detenido a analizar la conciencia en lugar de considerarla una
misteriosa variable dependiente. Durkheim se equivocó al presumir que la conciencia no
era susceptible de investigación y explicación científica. Tal investigación debe
emprenderse si se desean superar las teorías parciales de la vida social. El compromiso
de Durkheim con una perspectiva restringida de la ciencia, así como su tendencia a
hacer enunciados radicalmente sociológicos, que excluyen el recurso a la conciencia, le
llevaron por mal camino.
Durkheim también se equivocó al no asignar a la conciencia un papel activo en el
proceso social. En su sistema teórico las personas están, por lo general, controladas por
fuerzas sociales, pero aquéllas no controlan activamente esos sistemas de fuerzas. Al
mismo tiempo, Durkheim atribuía muy poca independencia a los actores. Los actores
pueden rechazar algunos, la mayoría o incluso todos los principios morales que les
rodean. Cuando Durkheim hablaba de autonomía, se refería a la aceptación de las
normas morales de la autonomía.
Pero para Wallwork, la autonomía tiene un componente bastante más activo. La
autonomía también implica una exploración voluntaria, una iniciativa espontánea, una
destreza competente y la autorrealización creativa. La investigación sobre los procesos
cognitivos llevados a cabo por Piaget, indican que la creatividad individual constituye un
importante componente en la vida social.
En otras palabras, una sociología satisfactoria requiere un actor más creativo y una
investigación más profunda sobre los procesos creativos.
Las ideas de Durkheim, la pasiva imagen de los actores y el carácter periférico que
tienen los procesos mentales confieren vaguedad e indeterminación a su investigación
sobre estos procesos.
54
CAPITULO 7
MAX WEBER.
Max Weber es probablemente la figura mejor conocida y más influyente en la teoría sociológica. Si
son abundantes sus obras, mayor aún es la producción de sus críticos y estudiosos. Una gran parte
del trabajo de sociología de las organizaciones procede de su trabajo sobre burocracia. Asimismo,
sus ideas acerca de la relación entre el protestantismo y el capitalismo son extraordinariamente
polémicas. Weber dificulta bastante la síntesis de su trabajo debido a su inconsistencia y a su
capacidad para decir lo que pensaba. Weber influyó en el funcionalismo estructural a través de
Talcott Parsons, en la tradición del conflicto y en la teoría crítica, donde ha provocado casi tantos
estudios como la orientación de Marx, y sobre todo en la obra de Jurgen Habermas, principal
heredero de la tradición de la teoría crítica. Los interaccionistas simbólicos se han visto afectados
sobre todo por las ideas de Weber acerca de la verstehen. Weber se opuso a la utilización del
razonamiento abstracto puro, prefiriendo siempre una investigación empírica y a menudo histórica.
Su metodología modela su investigación, y la combinación de ambas fundamenta su orientación
teórica.
55
METODOLOGÍA.
Historia y Sociología.
Weber se centraba en lo sustancias: “Las ciencias solamente pueden ser establecidas y pueden
desarrollar sus métodos empleando la claridad y resolviendo problemas sustantivos. Por otro lado,
nunca en tales desarrollos han jugado un papel crucial reflexiones puramente epistemológicas y
metodológicas. Es importante examinar la orientación metodológica de Weber, no sólo porque nos
ayuda a entender su postura ante la sociología, sino también porque muchas de estas orientaciones
son hoy en día trascendentales en lo que se refiere a la metodología sociológica”.
Weber empezó como historiador, años más tarde se dedicó al estudio de la sociología. Desde su
punto de vista consistía en que la tarea de la sociología consistía en proveer a la historia de un
servicio que ésta necesitaba.
Así explica la diferencia entre dichas disciplinas: “La sociología persigue formular conceptos
distintivos y generalizar las uniformidades de los procesos empíricos. Esto la distingue de la historia,
que está orientada al análisis causal y a la explicación de acciones individuales, de estructuras y de
personalidades poseedoras de una significación cultural”. A pesar de tenerlo tan claro Weber, fue
incapaz de combinar ambas ideas.
Definió su proceder ideal como “la segura imputación de hechos individuales y concretos ocurridos
en la realidad histórica para concretar las causas históricamente dadas a través del estudio de
precisos datos empíricos que han sido seleccionados desde puntos de vista específicos”. Así pues,
podemos pensar que Weber era un sociólogo histórico.
Su pensamiento se vio influido por los debates que se hacían en Alemania que abordaban la relación
entre historia y ciencia. En los extremos de esos debates estaban los positivistas, que pensaban que
la historia se rige por leyes generales (nomotéticas) y los subjetivistas, que reducen la historia a
acciones y acontecimientos idiosincrásicos (idiográficos). Por ejemplo, un pensador positivista
generalizará acerca de las revoluciones sociales, mientras que un analista subjetivista se fijará en los
hechos específicos que conducen a la revolución norteamericana. Weber rechazó ambos extremos,
según Weber, la historia se compone de acontecimientos empíricos y únicos; no puede haber
generalizaciones en el nivel de la experiencia. Los sociólogos deben separar el mundo empírico del
universo conceptual que construyen.
Aunque Weber se muestra claramente a favor de las generalizaciones, rechaza a los historiadores
que intentan reducir la historia a un simple conjunto de leyes, ya que una ciencia sistemática de la
cultura, no tendría sentido en sí misma. Weber concluye que la larga y continua historia de la
civilización mediterránea europea no nos muestra ni ciclos cerrados ni una progresión lineal.
Weber adaptó su propia perspectiva que constituía una fusión de las dos posiciones. Weber intuye
que la historia, esto es, la sociología histórica, debe interesarse tanto por la individualización como
por la generalización. Los puntos de vista de Weber ante la sociología histórica están construidos por
la disponibilidad de datos empíricos, así como su compromiso de estudiarlos. Weber se inclinaba más
a estudiar esos datos que a construir generalizaciones abstractas acerca de las verdades básicas de
la historia.
En resumen, Weber creía que la historia se compone de una inagotable fuente de fenómenos
específicos. Para estudiarlos era necesario elaborar una gran variedad de conceptos destinados a ser
útiles para la investigación del mundo real. Weber trataba de combinar lo específico y lo general en
un esfuerzo por hacer evolucionar una ciencia, que hiciera justicia a la compleja naturaleza de la
vida social.
Verstehen.
Weber creía que los sociólogos tenían una ventaja sobre los científicos naturales. Esta ventaja residía
en la capacidad de los sociólogos para comprender fenómenos sociales, mientras que el científico
natural no podía conseguir una comprensión similar del comportamiento de un átomo o de un
componente químico. La palabra alemana para comprensión es verstehen.
Las ideas de Weber sobre la verstehen eran relativamente comunes entre los historiadores alemanes
de su tiempo y se derivaban de un campo conocido como hermenéutica. El objetivo de la
hermenéutica es la comprensión del pensamiento del autor, así como la estructura básica del texto.
Tanto Weber como otros autores, intentaron ampliar esta idea, llevándola desde la comprensión de
textos a la de la vida social. En otras palabras, Weber trató de usar las herramientas de la
hermenéutica para entender los actores, la interacción y asimismo toda la historia de la humanidad.
Weber rechazó categóricamente la idea de que la verstehen implicara el significado de intuición,
participación armónica o empatía. Para Weber, verstehen es un procedimiento de estudio racional.
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La cuestión clave al interpretar lo que Weber entendía por verstehen es si éste pensó que era la
aplicación más apropiada para los estados subjetivos de los actores individuales o para los aspectos
subjetivos de las unidades de análisis de gran escala, por ejemplo, la cultura. Podemos encontrar
elementos de la obra de Weber que apoyan las dos concepciones, y entre sus intérpretes
encontramos defensores de ambas posturas.
Las múltiples interpretaciones del concepto de verstehen nos ayudan a entender por qué Weber
ocupa un lugar tan destacado en la teoría sociológica. La interpretación a escala cultural sería
coherente con las teorías en sentido amplio (como el funcionalismo estructural), mientras que, desde
una perspectiva individual, es apropiado para teorías en sentido estricto (por ejemplo el
interaccionismo simbólico).
Causalidad.
Otro aspecto importante de la metodología weberiana es su empeño por el estudio de la causalidad.
La causalidad es importante porque supone otro espacio en el que Weber intentó combinar sus
aproximaciones idiográficas y nomotéticas.
Weber entendía por causalidad la probabilidad de que un acontecimiento fuera seguido o
acompañado por otro. No es suficiente fijarse en las constantes, las repeticiones, las analogías o los
paralelos históricos, el investigador tiene que observar tanto las razones como el significado de los
cambios históricos.
Weber fue bastante explicito acerca de su postura sobre la causalidad múltiple en el estudio de la
relación entre el protestantismo y el espíritu del capitalismo. Weber afirmaba que la ética
protestante fue uno de los factores causales de la aparición del moderno espíritu del capitalismo,
pero no fue el único.
En La ética protestante y el espíritu del capitalismo, se muestra muy interesado en el problema de la
causalidad, pero no opera simplemente con el modelo de una única dirección; tiene en cuenta
siempre las interrelaciones de un gran número de factores sociales.
Las ideas de Weber sobre el concepto de causalidad están ligadas a sus esfuerzos por resolver el
conflicto entre el conocimiento nomotético e idiográfico. Aquellos que se adscriben al punto de vista
nomotético sostienen que existe una relación necesaria entre los fenómenos sociales, mientras que
los defensores de la perspectiva idiográfica se inclinan a ver relaciones aleatorias entre esas
entidades. Weber toma una postura conciliadora, que se resume en su concepto de causalidad
adecuada. Esta noción supone que lo mejor que se puede hacer en sociología es establecer
proposiciones probabilísticas acerca de la relación entre los fenómenos sociales; o lo que es lo
mismo, si ocurre (x) entonces es probable que ocurra (y). El objetivo es estimar el grado en que
cierto efecto es favorecido por determinadas condiciones.
Tipos ideales.
El tipo ideal es una herramienta creada por Weber como un instrumento conceptual. Según Weber,
un tipo ideal está formado por la acentuación unidimensional de uno o más puntos de vista y por la
síntesis de gran cantidad de fenómenos concretos individuales, difusos, distintos, más o menos
presentes, aunque a veces ausentes, los cuales se colocan según esos puntos de vista enfatizados
de manera unilateral en una construcción analítica unificada. Dicha construcción mental, puramente
conceptual, no puede ser encontrada empíricamente en ningún lugar de la realidad.
No obstante, Weber no fue coherente en su manera de usar el concepto de tipo ideal. Un tipo ideal
es un concepto construido por un científico, a partir de su interés y orientación teórica, para
aprehender los rasgos esenciales de ciertos fenómenos sociales. Los tipos ideales funcionan como
aparatos heurísticos. Como dice Lachman, un tipo ideal es esencialmente una vara de medir y su
función consiste en compararla con la realidad empírica a fin de establecer sus divergencias o
similitudes, de describirla por medio del más inteligible e inequívoco de los conceptos, y de
comprenderla y explicarla causalmente. Por ejemplo, los científicos sociales construirían un tipo ideal
de burocracia a partir de su análisis de los datos históricos. El investigador buscará divergencias en
el caso real respecto al tipo ideal exagerado. El paso siguiente constituye la búsqueda de las
desviaciones, que pueden ser:
1.Burócratas cuyas acciones están motivadas por la desinformación.
2.Errores estratégicos, cometidos por líderes burocráticos.
3.Falacias lógicas ocultas tras las acciones de líderes y seguidores.
4.Decisiones tomadas en la burocracia en función de la emoción.
5.Alguna irracionalidad en la acción de líderes burocráticos o de seguidores.
Por otro lado Hekman apunta que los tipos ideales no son el producto del capricho de la imaginación
del científico social, sino que son conceptos construidos lógicamente. Por lo tanto, para producir
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tipos ideales, los investigadores han de sumergirse primero en ellos mismos en la realidad histórica,
y después derivar los tipos de esa realidad.
En línea con sus esfuerzos para encontrar un campo intermedio entre el conocimiento nomotético e
idiográfico, Weber argumenta que los tipos ideales no han de ser excesivamente generales ni
excesivamente específicos. Por lo tanto, aunque los tipos ideales debieran derivarse del mundo real,
no son imágenes especulares del mundo. Mejor, han de ser exageraciones unilaterales de la esencia
de lo que ocurre en el mundo real.
El uso de las palabras ideal o utopía, según el uso de Weber, significa que la forma descrita en el
concepto está rara vez, si es que lo está alguna vez, basada en el mundo real. Weber creía que
podían describir los tipos ideales tanto entidades estáticas como dinámicas. Por lo tanto, podemos
tener el tipo ideal de una estructura, tal como la burocracia, o de un desarrollo social, tal como la
burocratización.
Los tipos ideales no han sido desarrollados de una vez por todas, ya que la sociedad está
continuamente cambiando y el interés de los científicos sociales también. Como consecuencia, es
necesario desarrollar nuevas tipologías para ajustar la realidad cambiante.
Aunque hay ciertas contradicciones en la manera en que Weber definió el concepto, en su obra
sustantiva usaba este término de una manera que difiere de la forma en que había dicho que se
debía usar.
Weber ofrece diversas variedades de tipos ideales.
1.El tipo ideal histórico. Por ejemplo la situación de mercado capitalista moderno.
2.El tipo ideal de la sociología general. Por ejemplo, la burocracia.
3.El tipo ideal de acción. Por ejemplo la acción afectiva.
4.El tipo ideal estructural. Por ejemplo, la dominación tradicional.
Weber desarrolló claramente gran número de variaciones de tipos ideales, y la riqueza de su trabajo
estriba en su diversidad, aunque lo común de todos ellos sea el modo de construirlos.
Valores.
El pensamiento sociológico moderno de los EE.UU. se ha visto en gran medida modelado por la
noción weberiana de la sociología libre de valores. Una percepción común de los científicos sociales
no tienen que dejar de ninguna manera que sus valores personales influyan en su investigación
científica. El trabajo de Weber a propósito de los valores es mucho más complicado, y no debe
reducirse a una noción simplista el hecho de que dichos valores se mantengan fuera de la sociología.
Valores y enseñanza. Desde este punto de vista, los académicos tienen perfecto
derecho a expresar sus valores personales de forma libre en discursos, en la prensa, y
en tantos otros lugares, pero en el aula académica es distinto. La diferencia básica entre
un discurso público y una conferencia académica radica en la naturaleza de la
audiencia. Una multitud que escucha a un orador público ha elegido estar allí y de
puede marchar cuando guste. Pero los estudiantes, no tienen más alternativa que
escuchar atentamente las posiciones del profesor cargadas de valores. Weber pudo
pensaba que se podía separar hecho y valor, al contrario que Marx, que pensaba que
desde su punto de vista, hecho y valor estaban entretejidos.
Valores e investigación. La postura de Weber sobre el lugar de los valores en la
investigación científica es mucho más ambigua. Éste creía posible separar hecho de
valor, y su posición podía ser ampliada al mundo de la investigación: el investigador y el
profesor deben mantener separados incondicionalmente el establecimiento de datos
empíricos y sus propias evaluaciones personales. Weber solía distinguir entre el
conocimiento existencial de lo que es y el conocimiento normativo de lo que debe ser.
Sin embargo, algunos hechos apuntan a una dirección distinta. Weber no operaba con la
postura simplista de que los valores han de ser eliminados de la investigación social.
Weber quería decir que debemos emplear los procedimientos regulares de la
investigación científica, tales como la precisa observación y la comparación sistemática.
Los valores deben restringirse a los momentos previos a la investigación social. Weber
deriva hacia la relevancia valorativa de Heinrich Rickert, para quien, en la investigación
histórica esto significaría que la elección de los objetos de estudio estaría hecha en
razón de lo que se considera importante en la sociedad donde los investigadores viven.
Para Weber, los juicios de valor no deben ser totalmente eliminados del discurso
científico. Aunque Weber se opusiera a la confusión de hecho y valor, no creía que los
valores tuvieran que ser separados totalmente de las ciencias sociales.
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Hay una discontinuidad entre lo que Weber dijo y lo que realmente hizo. Este no tuvo
miedo de expresar un juicio de valor, incluso en el centro del análisis de datos
históricos.
Otro aspecto de la obra de Weber respecto a los valores, es el que se refiere a sus ideas
sobre el papel de las ciencias sociales como ayuda para que el hombre elija entre varias
posiciones de valor últimas. El científico social debe derivar ciertas conclusiones fácticas
de su investigación social, pero esta investigación no puede decirle a la gente lo que
debe hacer. La investigación empírica puede ayudar a la gente a elegir un significado
adecuado para un fin, pero no debe ayudarlos a elegir ese fin en vez de otros fines.
SOCIOLOGIA SUSTANTIVA.
Vamos a estudiar la anomalía básica de su obra, a pesar de su compromiso con la sociología de los
procesos a pequeña escala, su trabajo se sitúa en los niveles a gran escala del mundo social.
¿Qué es la sociología?
Dentro de las incoherencias entre sus declaraciones programáticas y su sociología sustantiva, los
estudiosos de Weber piensan que esas incoherencias sean debidas a las diferencias inherentes entre
sus programas y su trabajo sustantivo. Weber desde un principio se opuso a la sociología
evolucionista que reinaba en aquellos momentos. Se adhirió al método individualista, reconociendo
que era imposible sustraerse de la sociología de las ideas colectivas. No obstante, sea sociología de
las ideas las redujo a patrones y regularidades de la acción individual. A escala individual, Weber
estuvo muy interesado por el significado y por la manera en que la acción social se produce. Si
Weber cree en la microsociología, ¿cómo pudo desarrollar teorías colectivas como la de los tipos
ideales? Weber usa una metodología individualista y subjetivista. A Weber le interesa reducir las
colectividades a lo que hacen los individuos y el por qué lo hacen. Sin embargo, en la sociología
sustantiva, Weber pone el énfasis en las grandes estructuras como la burocracia o el capitalismo y
no se preocupa de lo que los individuos hacen ni el porqué de sus actos. ¿No es contradictorio?
Con estos antecedentes vamos a describir la sociología weberiana: ”sociología es una ciencia a la
que compete la comprensión interpretativa de la acción social y, por tanto, la explicación causal de
su curso y sus consecuencias”.
Entre los temas que vamos a tratar tenemos:
La sociología debe ser una ciencia.
La sociología debe ocuparse de la causalidad.
La sociología debe emplear la comprensión interpretativa o verstehen.
Acción social.
La teoría de la acción: el propósito más claro de Weber consistía en centrarse en los individuos y en
las pautas y regularidades de su acción, no en la colectividad. A la sociología de la acción le
conciernen en último término los individuos, no las colectividades.
La diferenciación de Weber entre los dos tipos básicos de acción racional es de gran importancia:
1. El primero es la racionalidad con arreglo a fines, o acción que “está determinada por
expectativas en el comportamiento y utilizando estas expectativas como condiciones o
medios para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos”.
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2. El segundo es la racionalidad con arreglo a valores, o acción que “está determinada por
la creencia consciente en el valor: ético, estético, religioso... propio y absoluto de una
determinada conducta, sin relación alguna con el resultado”.
La acción tradicional está determinada por los modos de comportamiento habituales del actor
y por sus costumbres.
Para esclarecer su complejidad Weber subdividió la acción social en cuatro categorías generales:
Por su finalidad racional: acción calculada al margen del valor moral. Posee una racionalidad
instrumental. Se juzga por su grado de eficacia.
Su valoración racional: conducta racional que se ejecuta bajo ciertos principios morales.
Concepto de clase: una clase no era una comunidad. Constituía un grupo humano cuya situación
compartida es una base posible, y a veces frecuente, para la acción de un grupo, una “ situación de
clase” existe cuando se dan tres condiciones:
El estatus se refiere normalmente a las comunidades. Weber definió la situación de estatus como
todo componente típico del destino vital humano condicionado por una estimación social específica
del honor. El estatus se asocia con los estilos de vida.
Los partidos pueden ser establecidos en un orden político, son siempre estructuras que luchan por el
poder. Por tanto, son los elementos más organizados de los sistemas de estratificación weberianos.
Los partidos representan a las clases y/o a los grupos de estatus.
ESTRUCTURAS DE AUTORIDAD
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Aunque Weber criticara el capitalismo moderno casi tanto como Marx, no defendía la revolución.
Pretendía un cambio gradual de la sociedad. Prefería la democracia como forma política, no porque
creyera en las masas, sino porque ofrecía el máximo dinamismo y el mejor medio de generar líderes
políticos.
La autoridad se legitima ante los seguidores mediante tres bases: racional, tradicional y carismática.
La autoridad legitimada sobre fundamentos racionales descansa “en una creencia en la legalidad de
las ordenaciones establecidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a
ejercer la autoridad” la autoridad legitimada sobre fundamentos tradicionales se basa en “la
creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones inmemoriales y la legitimidad de los señalados
por esa tradición para ejercer la autoridad”. Finalmente, la autoridad legitimada por medio del
carisma reside en la devoción de los seguidores hacia el carácter excepcional de los líderes.
a. La autoridad legal: formada por representantes elegidos por los ciudadanos y pueden
ser revocados en caso de incumplirse sus mandatos. En estos sistemas racionales -
legales permanecen otras formas de autoridad: monarquía en España como tradicional
y además el carisma permanece en algunos personajes políticos.
La que más despertó el interés de Weber fue la burocracia: “el tipo más puro de
ejercicio de autoridad legal”. Weber ve en la burocracia aspectos políticos como la
igualdad y la eficacia pero prevé los problemas que va a acarrear la excesiva burocracia
de la sociedad. Eso hace que el individuo no cuente, queda diluido. Se acaba
convirtiendo en una “jaula de hierro”. Los procedimientos se hacen cada vez más
complejos en vez de simplificarse, y se pierde la relación interpersonal.
La burocracia típica - ideal: es un tipo de organización. Weber dijo: “El futuro pertenece
a la burocratización”. Características de la burocracia típico- ideal:
Los actos administrativos, las decisiones y las reglas son formulados y grabados
por escrito.
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poderes antiguos. En tal sistema, el líder no es un superior, sino un maestro. El personal
administrativo está constituido no por funcionarios, sino principalmente por partidarios
personales. La lealtad personal es lo más importante.
c. Autoridad carismática: el sentido del carisma depende más del grupo de seguidores y
del modo en que definen a su líder carismático. Si los seguidores definen a su líder
como carismático, entonces es probable que se convierta en ese líder
independientemente de si posee o no cualidades sobresalientes.
Racionalización.
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La racionalización se sitúa en el corazón de la sociología sustantiva de Weber. Tiene varias
definiciones distintas del término: define la racionalidad con arreglo a fines y la racionalidad con
arreglo a valores, dichos conceptos se refieren a tipos de acción.
El primer tipo es la racionalidad práctica: toda forma de vida que mira y juzga la actividad mundana
en relación a los intereses puramente pragmáticos y esencialmente egoístas de los individuos. Los
que practican la racionalidad práctica aceptan realidades dadas y se limitan a calcular las formas
más oportunas de tratar las dificultades que presentan. No se restringe al mundo occidental.
La racionalidad teórica implica un esfuerzo cognitivo para dominar la realidad mediante conceptos
crecientemente abstractos: inducciones lógicas, deducciones, atribución de causalidad, etc. La
racionalidad teórica conduce al actor a trascender las realidades cotidianas en un intento de
entender el mundo como un cosmos significativo. No necesita influir en la acción.
Weber describió el capitalismo y las burocracias como dos grandes fuerzas racionalizadoras.
Racionalidad formal y sustantiva: la racionalidad formal puede definirse mediante seis características
básicas:
Reemplaza la tecnología humana por tecnología no humana, son más calculables, más
eficientes y más predecibles que las tecnologías humanas.
Tienden a tener consecuencias irracionales para las personas implicadas. Una de las
irracionalidades de la racionalidad es que el mundo tiende a desencantarse, a ser
menos mágico y, en última instancia, menos significativo para la gente.
El derecho como cuerpo de normas es externo y coercitivo para los individuos y para sus
pensamientos y acciones. El derecho primitivo era un sistema de normas apenas diferenciado y
estaba, por lo general, exento de formalidad.
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Toda decisión legal concreta implica la aplicación de proposiciones legales abstractas a
situaciones específicas.
Debe ser posible, en cada caso concreto, derivar lógicamente la decisión a partir de
proposiciones legales abstractas.
El sistema legal sin fisuras debe ser aplicado a todas las acciones sociales.
La historia había visto evolucionar el derecho desde un sistema cultural de normas a otro más
estructurado de leyes formales.
Política: “comunidad cuya acción social se orienta hacia la subordinación a un orden establecido por
los participantes de un territorio y de la conducta de las personas que pertenecen a él, a través de
su disposición a recurrir a la fuerza física, incluyendo normalmente la fuerza armada”. Este tipo de
política nunca ha existido.
La ciudad: Weber se interesó por el nacimiento de la ciudad racional del mundo occidental. Rasgos
que posee la ciudad:
Es relativamente grande.
Posee un mercado.
Las ciudades occidentales desarrollaron de forma peculiar un carácter racional con un mercado
racionalmente organizado y una estructura política entre otras cosas.
Formas de arte: la racionalización de varias formas de arte. Por ejemplo, la música que se ha
desarrollado en Occidente en una dirección peculiarmente racional, y en última instancia,
matemático.
Weber adoptó la perspectiva de que los cambios en el nivel cultural de la racionalidad conducían a
cambios en las estructuras, así como en los pensamientos y acciones individuales en el mundo
moderno. El sistema de racionalización cultural ocupa una posición de prioridad causal en su obra.
La religión y el nacimiento del capitalismo: analiza las fuerzas económicas que influyen
el protestantismo; las fuerzas económicas que influyen en otras religiones; los sistemas de ideas
religiosas que influyen en los pensamientos y acciones individuales (económicamente); los sistemas
de ideas religiosas que han influido a través del mundo; los sistemas de ideas religiosas que han
tenido un efecto único en Occidente, posibilitando la racionalización de los sectores económicos y
virtualmente de cualquier otra institución; y los sistemas de ideas religiosas en el mundo no
occidental que han encontrado barreras estructurales insalvables para la racionalización.
Weber desarrolló una tipología de las rutas de salvación al analizar las relaciones entre las religiones
del mundo y la economía. El ascetismo combina la orientación hacia la acción con el compromiso de
los creyentes de autonegarse los placeres terrenales. Dividido en dos: el ascetismo
ultramundano que obliga a los creyentes a trabajar dentro del mundo secular y el ascetismo
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intramundano, que incluye el calvinismo, sin rechazar el mundo. El misticismo implica
contemplación, emoción e inactividad. El misticismo de rechazo del mundo (ultramundano) conduce
a un apartamiento total del mundo, el misticismo intramundano requiere esfuerzos contemplativos
para comprender el significado del mundo, dentro del mundo.
En esta obra, la más importante, analiza por qué el capitalismo se da en Occidente y la analiza en el
ámbito de la racionalización. No cabe duda de que el capitalismo es una organización racional del
trabajo que ha sido posible gracias a la separación de la economía dogmática de lo que es la
industrial y a la consecución de dinero de forma racional (no sufragar gastos sino gastar dinero).
Las condiciones económicas son importantes pero hay otros aspectos culturales que fomentan una
actitud racional. Enlaza una mentalidad cultural y religiosa con una mentalidad económica. Señala
Weber cómo el protestantismo fomenta las mentalidades afines en el trabajo y la adquisición de
riquezas a través del trabajo y no para el disfrute inmoderado personal.
Trabajo como vocación: trabajo duro y no disfrute. Estas ideas las ve sobre todo en el calvinismo (dos
aspectos).
El espíritu del capitalismo se puede considerar como un sistema normativo que implica diversas
ideas interrelacionadas: una actitud que persiga el beneficio racional y sistemáticamente predica
la renuncia a los placeres terrenales. Es un deber de las personas incrementar constantemente su
riqueza; esto sitúa al espíritu del capitalismo fuera del espacio de la ambición individual y dentro de
la categoría de los imperativos éticos. El protestantismo fue crucial para el nacimiento del espíritu
del capitalismo. El capitalismo fue una consecuencia imprevista de la ética protestante (idea de
Marx).
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éxito económico. Así estaban obligadas a trabajar con ahínco. El protestantismo proveyó al
capitalismo de trabajadores sobrios, sensatos e industriosos.
Posteriormente se produce una burocratización (esta idea será retomada por la Escuela
de Frankfurt).
La primera forma organizativa desde un punto de vista simbólico es la magia: se dan dos
importantes características:
2. No se pueden separar acción social - magia porque ambas surgen del mismo punto. Los
hombres empiezan a pensar de forma religiosa y mágica dentro de sus acciones y en la
vida cotidiana. En esta interacción, una vez que este pensamiento se orienta sobre otra
persona se delega este pensamiento en alguien.
El siguiente paso de este proceso de burocratización dice que la magia llega a producir una
sistematización del objeto que hemos trascendentalizado. Posteriormente se van empleando
divinidades (a medida que el proceso va especializándose estas divinidades se sistematizan y el
mago se convierte en sacerdote). Incluso la adoración se realiza de una forma más estable, precisa,
normada... y una vez que están los dioses establecidos (dogmados) estos sacerdotes
se funcionarizan dedicándose a la administración de lo religioso y se centralizan (Roma).
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Del politeísmo al monoteísmo. Este paso posibilita una mayor universalización, menos local. Desde el
punto de vista de los elementos personales de la organización:
Sacerdotes.
Profetas.
Laicos
Se produce un conflicto entre los tres ámbitos. Entre 1 y 2: los sacerdotes representan más la
tradición y los profetas más la innovación. Entre 1, 2 y 3: los laicos pueden demandar determinadas
transformaciones a los estamentos “profesionales”, se caracteriza por el conflicto.
Formalización de las normas: las normas se acaban convirtiendo en dogmas (unión sacerdocio y
profeta). Normalmente se considera que la base de la religión era rural y de las clases bajas. Weber
dice que en las ciudades los burgueses están más racionalizados y por ello resulta más fácil.
La racionalización se produce más en la burguesía que en la nobleza porque ésta última entiende
más las visiones de magia que la racionalización.
La religión y el capitalismo en China. China pudo ser comparada con el mundo occidental ya que
en China existía una tradición de intenso espíritu adquisitivo y competencia carente de escrúpulos.
Una industria en auge, gremios y un exceso de población parecía ser el caldo de cultivo idóneo para
que surgiera el capitalismo. ¿Por qué no se desarrolló el capitalismo en China? Factores sociales,
estructurales, como por ejemplo, los fuertes lazos de parentesco entre los miembros de la familia
(sibs), la distribución de la tierra, la producción agrícola meramente campesina, la estructura del
Estado chino tradicional y alegal en temas de comercio, el idioma chino y mentalidad de los chinos y
religiosos como la filosofía confucionista que debías pertenecer a una élite literata pero con pocos
conocimientos de mercado, el trabajo de la administración era un trabajo muy bajo para tenerlo en
consideración, no obstante, los no confucionistas tenían vedado el acceso a la administración, todo
estos puntos impidieron dicho desarrollo. Esto no significaba que no hubiera capitalistas en China,
los había, pero de una forma rudimentaria, prestamistas y proveedores, pero faltaba el mercado.
Desde la perspectiva de Weber, el capitalismo rudimentario de China apuntaba hacia una dirección
opuesta al desarrollo de empresas corporativas económicas y racionales.
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CAPITULO 8
GEORG SIMMEL.
El impacto de las ideas de Georg Simmel tuvo poca influencia en la teoría sociológica americana de
principios del siglo XX. Si bien Simmel fue conocido por los primeros sociólogos norteamericanos,
pronto se vio eclipsado por Marx, Weber o Durkheim, aunque Simmel ejerce una influencia superior a
Comte o Spencer. Dicha influencia se aprecia en la teoría del conflicto, el interaccionismo simbólico,
la teoría del intercambio y la teoría de redes. Su obra más importante es La filosofía del dinero.
PREOCUPACIONES PRINCIPALES.
Simmel fue un filósofo y sus publicaciones trataban temas filosóficos y sobre otros filósofos como
Kant. Simmel es el microsociólogo mejor conocido de los que jugaron un papel esencial en el estudio
de pequeños grupos, del interaccionismo simbólico y de la teoría del intercambio. Refleja su creencia
de que los sociólogos deben estudiar la interacción social.
Según David Frisby la fundamentación de la sociología en ciertas categorías psicológicas puede ser
una razón de por qué la sociología de Simmel se considera tan atractiva, no sólo por los
interaccionistas, sino también para la psicología social. El trabajo microsociológico de Simmel sobre
las formas de interacción se enmarcaba en una teoría más extensa de la relación entre los individuos
y la sociedad en sentido común. En su teoría existen cuatro niveles básicos de preocupación en la
obra de Simmel.
1.En primer lugar se encuentran sus suposiciones microscópicas sobre los
componentes psicológicos de la vida social.
2.En segundo lugar se encuentran sus análisis de los componentes sociológicos de las
relaciones interpersonales.
3.En tercer lugar, de forma más macroscópica, esta su estudio sobre la estructura y
los cambios sociales y culturales.
4.En cuarto lugar, adoptó el principio de emergencia, la idea de que los niveles más
altos emergen desde los más bajos.
Su preocupación por los múltiples niveles de la vida social se refleja en su definición del problema de
las tres áreas separables de la sociología.
1.Describió la primera como sociología pura. En esta área, las variables psicológicas
se combinan con formas de interacción. Su trabajo más microscópico versa sobre
las formas que adopta la interacción, así como sobre los tipos de personas que se
ven envueltos en esa interacción. La subordinación, la supra-ordenación, el
intercambio, el conflicto y la sociabilidad se incluyen dentro de sus formas.
Distinguía entre posiciones en las estructuras de la interacción tales como, el
competidor, la coqueta y orientaciones sobre el mundo, tales como el avaro o el
aventurero.
2.En el nivel intermedio se encuentra la sociología en general, que trata de los
productos culturales y sociales de la historia del hombre. Simmel se interesó por
fenómenos de mayor escala como los grupos, la estructura y la historia.
3.Finalmente, en su sociología filosófica, trató de las perspectivas de la naturaleza
básica y del destino inevitable de la humanidad.
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Pensamiento dialéctico. El enfoque dialéctico de Simmel es muy similar al de la sociología de
Marx, un enfoque multicausal y multidireccional, donde integra hechos y valores, que se fija no sólo
en el presente, sino en el pasado y el futuro. A pesar de las similitudes, hay diferencias importantes
entre ellos. Por ejemplo, mientras Marx optaba por el optimismo revolucionario, Simmel tiene una
visión más cercana a “la jaula de hierro” de Weber, de la cual no se puede salir.
Simmel demostró su compromiso con la dialéctica de varias formas. Por un lado, la sociología de
Simmel tuvo siempre en cuenta la interacción y se fijó siempre en los dualismos, conflictos y
contradicciones que existen en cualquier campo del mundo social. Simmel recurrió a la moda, la
cultura subjetiva-objetiva y los conceptos de “más vida” y “más-que-vida” para el análisis del
pensamiento dialéctico.
La moda. Simmel describió las contradicciones de la moda de muchas formas.
La moda es una forma de relación social y de integración, por otro lado, el que se quiere
distinguir también usa la moda para ello. La moda también es dialéctica en el sentido de que
el éxito y la propagación, es decir, el distinguirse de algo conduce a inaugurar una moda, sin
embargo, ya que mucha gente la acepta, esta conducta deja de ser distinta y por
consiguiente pierde su atractivo. Otra dualidad es el liderazgo que se produce en el mundo
de la moda, ese liderazgo guía al grupo, siguiendo una norma. En resumen, Simmel nos dice
que la dualidad se lleva a cabo tanto siguiendo la moda como no siguiéndola. Todas las
tendencias antitéticas dominantes están representadas de una manera u otra.
La cultura individual (subjetiva) y la cultura objetiva. Las personas están influidas
por sus producciones culturales. Hay que distinguir entre cultura individual y
cultura objetiva. La cultura objetiva se refiere a aquellas manifestaciones que las
personas producen, el arte, la ciencia, etc. La cultura individual (subjetiva) es la
capacidad del actor para producir, absorber y controlar los elementos de la
cultura objetiva. Es decir, la cultura individual modela y es modelada por la
cultura objetiva. El problema que se plantea es que la cultura objetiva llega a
tener vida propia, en otras palabras, la existencia de estos productos culturales
entra en contradicción con los actores que los crean porque son ejemplo del
profundo extrañamiento o animosidad que existe entre los procesos orgánicos y
creativos del alma y sus contenidos y productos. Para K. Peter Etzkorn “en la
dialéctica simmeliana, el hombre está siempre en peligro de ser asesinado por
esas criaturas de su creación, que han perdido su coeficiente humano orgánico”.
Más-vida y más-que-vida. La sociología filosófica de Simmel supone una
manifestación de su pensamiento dialéctico. Al analizar las estructuras sociales y
culturales, Simmel y Marx tienen una postura muy parecida. Marx utilizaba el
concepto de fetichismo de la mercancía para remarcar la separación entre las
personas y los productos. Esta separación podría superarse con una etapa
socialista. Para Simmel, esta separación es inherente a la naturaleza de la vida
humana. La cuestión de más-vida y más-que-vida nos dice que las personas
poseen una capacidad doblemente trascendente por dos motivos, primero por su
inquietud y sus capacidades creativas (más-vida) y en segundo lugar, esta
capacidad trasciende, es creativa y les permite producir constantemente
conjuntos de objetos que les trascienden. La existencia objetiva de estos dos
fenómenos establecen una posición irreconciliable. En otras palabras, la vida
social crea y produce por sí misma algo que no es vida pero que tiene su propia
significación y se rige por sus propias leyes. La vida se encuentra en la unidad, y
en el conflicto, entre ambas. Simmel concluye afirmando que “la vida encuentra
su esencia, su proceso, siendo más-vida y más-que-vida.
CONCIENCIA INDIVIDUAL.
Simmel trabajaba desde el supuesto de que los seres humanos poseen una conciencia creativa. Las
bases de la vida social para Simmel estaban formadas por individuos conscientes o grupos de
individuos que interactúan cada uno por gran variedad de motivos, propósitos e intereses. Este
interés en la creatividad viene dado debido a otra creación de los seres humanos como son las
estructuras sociales y los efectos que tienen sobre la creatividad.
Para Simmel, la interacción implica que los actores han de ser conscientemente orientados unos
hacia otros, y esto requiere que los supraordenadores y los subordinados se orienten, de lo contrario
69
el sistema de estratificación fracasaría. Lo mismo se puede decir de todas las otras formas de
interacción.
La sociedad no es ente que está “ahí fuera” sino que es también mi representación, algo
dependiente de la actividad de la conciencia. Los valores de la sociedad se interiorizan en la
conciencia individual.
Además, Simmel tenía una concepción sobre la capacidad de las personas para enfrentarse a sí
mismas mentalmente, una concepción muy parecida a Mead y al interaccionismo simbólico. El actor
puede recibir estímulos externos, calcularlos, probar diferentes vías de acción, y entonces decidir su
proceder. No obstante, existe una paradoja, la mente puede proteger a los actores de ser
esclavizados por estímulos externos, pero también tiene la capacidad de volver sobre sí misma, de
crear objetos que llegarán a esclavizarlos. Por lo tanto, aunque la inteligencia de las personas las
capacita para evitar ser esclavizadas por los mismos estímulos externos que someten a los animales,
crea asimismo estructuras e instituciones que coaccionan sus pensamientos y acciones.
70
La distancia juega asimismo un papel central en El extraño. La distancia peculiar entre el
extraño y el grupo le permite una serie de pautas de interacción inusuales con los miembros
entre sí. Por ejemplo, el extraño puede ser más objetivo en sus relaciones con los miembros del
grupo.
TIPOS SOCIALES.-
El pobre.- El pobre se definía en términos de sus relaciones sociales ya que es ayudado
por otras personas o al menos tiene derecho a ser ayudado. Simmel aprovechó la
ocasión en su ensayo El pobre para desarrollar un amplio abanico de interesantes
intuiciones sobre el pobre y la pobreza. Por ejemplo, la sociedad requiere ayuda para el
pobre para que de esta manera el pobre no se convierta en enemigo activo y peligroso
para la sociedad. Por lo tanto, ayudar al pobre es un beneficio para la sociedad. Simmel
mantenía que los pobres no son simplemente aquellos que están en el punto más bajo
de la sociedad, la pobreza se encuentra en todos los estratos de la sociedad, si los
miembros de la clase alta tienen menos que sus iguales, entonces es probable que se
sientan pobres en comparación a ellos.
FORMAS SOCIALES.- Simmel observó una amplia gama de formas sociales, incluyendo el
intercambio, el conflicto, la prostitución y la sociabilidad. Se puede ilustrar a través de su
análisis de la dominación, es decir, de la supraordinación y la subordinación.
Supraordinación y subordinación.- Estos conceptos tienen una relación recíproca. El líder
no quiere influir completamente en los pensamientos de los otros, espera del
subordinado que reaccione positivamente o negativamente. Ni esta ni ninguna otra
forma de interacción puede existir sin relaciones mutuas. Simmel argumentó que uno
puede estar subordinado a un individuo, a un grupo, o a una fuerza objetiva. El liderazgo
de un solo individuo generalmente conduce a un grupo bien entretejido, ya sea para
apoyar al líder, ya sea para oponerse a él.
ESTRUCTURAS SOCIALES.
Simmel negaba la existencia de este nivel en la realidad social y rechazaba la posición realista
ejemplificada por Durkheim, según la cual la sociedad en una entidad real, material. Sin embargo,
Simmel se sentía incómodo con la concepción nominalista de que la sociedad no es nada más que
un conjunto de individuos aislados. Entonces adoptó una posición intermedia, concibiendo la
sociedad como un conjunto de interacciones. Aunque Simmel enunció esta posición interaccionista,
en la mayor parte de su obra trabajaba como un realista, como si la sociedad fuera una estructura
real y material. En esta contradicción, Simmel afirmaba que la sociedad trasciende al individuo y
vive su propia vida, que sigue sus propias leyes. Se enfrenta, además, al individuo con una firmeza
histórica e imperativa.
La solución a esta paradoja descansa en la diferencia entre la sociología formal simmeliana,
interaccionista, y sus sociologías histórica y filosófica, que le hacían decantarse más por una visión
de la sociedad como una estructura social coercitiva e independiente.
CULTURA OBJETIVA.
Uno de los principales enfoques de la sociología filosófica e histórica de Simmel es el nivel cultural
de la realidad social, o lo que él llamaba la “cultura objetiva”. En su opinión, las personas producen
cultura, pero dada esa capacidad de Reificar la realidad social, el mundo cultural y el mundo social
llegan a tener vida propia, vida que dominan a los actores que la crean. Para Simmel los objetos
culturales llegan a vincularse cada vez más entre ellos en un mundo auto-contenido que tiene cada
vez menos contactos con la psique subjetiva (individual) y con sus deseos y sensibilidades.
En diversas partes de su obra, Simmel identificaba diversos componentes de la cultura objetiva, por
ejemplo:
Herramientas
Productos de la ciencia
Artes
Esfera intelectual
Ideales (patria)
La cultura objetiva crece y se expande de varias formas.
Su tamaño absoluto crece cuando aumenta la modernización. El conocimiento
científico, por ejemplo.
Crece asimismo el número de los diversos componentes del reino de la cultura.
71
Los diferentes elementos del mundo de la cultura se van engarzando más y más en
un mundo poderos e independiente, que se encuentra crecientemente bajo el
control de los actores.
Simmel estaba impresionado por el desconcertante número y variedad de los productos humanos
que en el mundo contemporáneo rodean y asedian al individuo. Simmel se mostraba a favor de que
la cultura individual dominara el mundo, pero esta posibilidad le parecía cada vez más improbable.
La realidad nos dice que se produce un crecimiento de la cultura objetiva, a costa de la individual
subjetiva.
En la Metrópoli y la vida mental, Simmel analiza los tipos de interacciones que se producen en las
ciudades, concluye que las relaciones genuinas disminuyen y las relaciones sociales tienden a estar
dominadas por actitudes distantes y reservadas. La ciudad es el centro dela división del trabajo y la
especialización juega un papel central en la producción de una cultura objetiva siempre en
expansión, con la consiguiente disminución de la cultura subjetiva o individual.
Es necesario indicar que una de las muchas ironías de la influencia de Simmel en el desarrollo de la
sociología es que se utilizara su microanálisis, pero que sus implicaciones más atrevidas se
ignorasen casi en su totalidad.
72
ámbito personal. Simmel no consideraba si el proceso de reificación, sino como parte de un proceso
más general por medio del cual la mente se encarna y simboliza en los objetos.
El dinero no sólo ayuda a crear un mundo oficial reificado, sino que también contribuye a la creciente
racionalización de este mundo social. Tomaba como ejemplo de reificación a las transacciones de
capital, que llegan a convertirse en una parte importante de la decadencia de la individualidad. El
dinero ha venido a ser el ejemplo extremo de un medio que se ha convertido en un fin en sí mismo.
Una sociedad en la que el dinero se convierte en un fin en sí mismo, cuando no en el fin último, tiene
diversos efectos negativos sobre los individuos, dos de los más interesantes son el aumento del
cinismo y la apatía. Otro efecto negativo de la economía del dinero son las relaciones cada vez más
impersonales que fomenta. En la división del trabajo moderna del trabajo, característica de una
economía dineraria, nos encontramos con la situación paradójica de que, mientras dependemos más
de otras posiciones para sobrevivir, sabemos menos acerca de la gente que las ocupa.
Asunto muy relacionado es el dela influencia de la economía dineraria sobre la libertad individual. La
economía pecuniaria lleva a un aumento de la esclavización de las personas. Por ejemplo, la
prostitución.
Algunas de las intuiciones más interesantes de Simmel radican en su reflexión sobre la influencia del
dinero en el estilo de vida de las personas. Por ejemplo, una sociedad dominada por una economía
dineraria, tiende a reducirlo todo a una cadena de conexiones causales, que pueden ser entendidas
intelectualmente, no emocionalmente. La clave del análisis de Simmel sobre la influencia del dinero
en el estilo de vida descansa en el crecimiento de la cultura objetiva a expensas de la cultura
individual. La distancia entre ambas crece a un ritmo acelerado. La causa más importante de esta
creciente disparidad es el aumento de la división del trabajo en la sociedad moderna. El incremento
dela especialización es un incremento de la disparidad entre cultura objetiva y subjetiva, cuanto más
crece la cultura objetiva, más ser atrofia la individual. Uno de los ejemplos de este fenómeno es que
el lenguaje, en su totalidad, se ha expandido claramente, y con todo, las capacidades lingüísticas de
los hablantes parecen deteriorarse.
La masiva expansión de la cultura objetiva tiene un efecto devastador sobre el ritmo de vida. En
tiempos pasados el consumo de alimentos era cíclico, hoy con los métodos de conservación se
pueden comer todos productos durante todo el año. Los medios de comunicación hacen posible estar
comunicado en cualquier momento. La luz eléctrica ha cambiado el ritmo natural de noche y día. No
obstante, hay elementos positivos en todo esto, las personas son mucho más libres porque están
menos coartadas por su ritmo natural de vida. A pesar de todos estos adelantos, los problemas se
originan porque todos estos desarrollos se producen en el nivel cultural objetivo y son parte de un
proceso por el cual la cultura objetiva crece y empobrece la cultura individual.
Al final, el dinero ha venido a ser el símbolo y el factor más importante del desarrollo de un modo
relativista de existencia. En otras palabras, el dinero nos permite relativizar todo. La alienación
endémica provocada por la expansión de la cultura objetiva en la moderna economía dineraria
supone una amenaza para las personas.
La moderna economía dineraria también tiene sus aspectos positivos.
Nos permite tratar con muchas más personas en un mercado más extenso.
Nuestras obligaciones con los demás se limitan a servicios concretos de productos y
no lo abarcan todo.
La economía del dinero permite a las personas encontrar satisfacciones que no
podrían darse en sistemas económicos anteriores.
Las personas tienen una mayor libertad para desarrollar su individualidad de forma
plena en este ámbito.
Las personas son más capaces de mantener y proteger su centro subjetivo, toda
vez que están implicadas sólo en relaciones muy limitadas.
El dinero ayuda a las personas a desarrollarse cada vez más libres de las
constricciones de los grupos sociales.
73
relación dialéctica entre la interacción (existencia) y el cuadro mental que tenemos de los otros
(concepción).
En todos los aspectos de nuestras vidas nos hacemos con parte de la verdad, pero también con la
ignorancia y el error. Sin embargo, es en la interacción con otras personas donde ignorancia y error
adquieren un carácter distintivo. Las personas, a diferencia de cualquier otro objeto de conocimiento,
tienen la capacidad de revelar intencionalmente la verdad acerca de sí mismas o de mentir y ocultar
tal información.
El hecho es que incluso si las personas quisieran revelar toda su información (y casi nunca lo hacen),
no podrían hacerlo, porque esta información podría volverse contra uno mismo. Las personas deben
de decidir que contar y que no contar, sólo ofrecemos fragmentos de nuestra vida interiores a otros,
elegimos. Por ello, en toda interacción, sólo descubrimos una parte de nosotros mismos, y la parte
que elegimos mostrar depende de cómo seleccionemos y ordenemos los fragmentos.
Esto nos conduce a mentir, el mentiroso esconde intencionalmente la verdad a los otros. En la
mentira, no ocurre sólo que los otros se queden con una idea falsa, sino que el error se une al hecho
de que el mentiroso se propone que los otros sean engañados.
Simmel analiza la mentira en términos de geometría social, concretamente de sus ideas sobre la
distancia. Esta distancia influye en la aceptación de las mentiras. Nos duele que nos mienta una
persona cercana, mucho menos nos duele que el que nos miente sea un político que no conocemos.
Simmel defiende que las relaciones sociales requieren todos los elementos, conocidos y no
conocidos, lo que conocemos y lo que no conocemos. Incluso la relación más íntima requiere tanto
cercanía como distancia, un conocimiento mutuo y la mutua ocultación. El secreto es una parte
integral de todas las relaciones sociales.
El secreto está vinculado con el tamaño de la sociedad. En los pequeños grupos es más difícil que se
desarrollen secretos. En los grandes grupos, por el contrario, los secretos pueden desarrollarse más
fácilmente y se necesitan más porque hay grandes diferencias entre las personas.
Sobre la cuestión del tamaño, en el nivel más macroscópico, debemos hacer notar que el secreto no
sólo es una forma de interactuar, sino también, puede llegar a caracterizar a un grupo en su
totalidad, por ejemplo las sociedades secretas.
Hay factores como la confianza, la amistad, la discreción y el matrimonio que son fundamentales a la
hora de hilvanar el concepto de secreto y su funcionamiento.
Simmel considera el secreto como una de las más grandes conquistas de la humanidad, el secreto
supone una gran ampliación de la vida, porque en completa publicidad muchas manifestaciones de
ésta no podrían producirse. El secreto ofrece un segundo mundo, junto al mundo patente.
La interacción humana se modela por medio del secreto y su oposición lógica, la traición. El secreto
siempre va acompañado dialécticamente por la posibilidad de ser descubierto. La traición puede
producirse por dos causas, o te descubren o lo revelas. Del contraste entre ambos intereses, el de
ocultar y el de descubrir, brota el matiz y el destino de las relaciones mutuas entre los hombres.
Simmel vinculó sus ideas sobre la mentira a sus consideraciones sobre la sociedad en el mundo
moderno. Para Simmel, el mundo moderno es mucho más dependiente de la honestidad que las
sociedades anteriores.
74
CAPITULO 9
GEORGE HERBERT MEAD.
75
En el pensamiento de Mead encontramos ambos elementos pragmáticos. La obra de Mead se
caracteriza por una dialéctica entre el realismo y el nominalismo. Esto nos lleva a otra importante
fuente intelectual del pensamiento de Mead, la filosofía de Hegel y su dialéctica.
LA PRIORIDAD DE LO SOCIAL.
Según Mead, para poder comprender la experiencia social había que darle prioridad al mundo social.
El todo social precede a la mente individual. En su análisis del acto, el cual implica a una sola
persona, se centra en el estímulo y la respuesta. Para el vemos el estímulo como una oportunidad
para actuar y no como un mandato. Identifico cuatro fases fundamentales, que se interrelacionan,
del acto.
-El impulso es un estímulo sensorial inmediato y la reacción del actor al estímulo es la necesidad de
hacer algo como respuesta. El impulso puede estar relacionado con un problema en el entorno.
-La percepción es donde el actor busca y reacciona a un estímulo relacionado con el impulso. Son
capaces de percibir o sentir el estímulo a través del oído, el tacto, el gusto, el olfato, etc. Implica
estímulos entrantes como imágenes mentales que crean. Las personas seleccionan las
características de un estímulo y eligen entre diferentes estímulos.
-La manipulación ocurre luego de que se manifiesta el impulso y se percibe el objeto. Es la acción o
manipulación que la persona emprende sobre el objeto. Para Mead es una pausa temporal pues en el
proceso por que no ocurre ninguna respuesta inmediatamente permitiendo que los humanos puedan
contemplar diferentes respuestas.
-La consumación es donde el actor emprende la acción que satisface el impulso original.
El acto social implica dos o más personas. Su mecanismo básico son los gestos. Los gestos son
movimientos del primer organismo que actúan como estímulos específicos de respuestas
socialmente apropiadas del segundo organismo. En otras palabras, la acción de un individuo causa
automáticamente la reacción de otro individuo. Los humanos participan en conversaciones
inconscientes de gestos. Hay acciones inconscientes de gestos no significantes donde el individuo
responde instintivamente a las acciones del otro, y los significantes donde el individuo reflexiona
antes de que se produzca la reacción. En el desarrollo de los gestos significantes es importante el
gesto vocal. La función del gesto es posibilitar la adaptación entre los individuos involucrados en
cualquier acto social dado.
SELF
76
¿Cómo es posible que un individuo salga experiencialmente de tal modo que pueda ser objeto para
sí mismo? Mead llama a este proceso auto-indicación (Self indication) y lo refiere como un problema
de naturaleza psicológica referida a la mismidad (Selfhood) o auto-conciencia. La auto-conciencia
incluye un proceso racional, objetivo que se manifiesta en una actitud no afectiva hacia el individuo.
También la situación social donde la persona está inmersa influye el proceso. En la medida en que el
individuo puede reflexionar objetivamente, en esa medida, se objetiviza. El contenido social de esta
objetivación es la capacidad del individuo de verse a sí mismo desde los diferentes puntos de vista
de los miembros del grupo o desde un punto de vista generalizado del grupo al que pertenece. El
individuo, pues, se convierte en "Self" en la medida en que introyecta e incorpora las actividades
que otros tienen hacia él dentro de un ambiente o contexto social de experiencia o conductas donde
todos (el individuo y los otros) están involucrados.
La característica más importante de la explicación anterior es el reconocimiento de Mead de las
habilidades reflexivas sus del es decir, la capacidad del individuo de ser propio objetivo de
conocimiento. Estas habilidades son posibles gracias a que se percibe como parte de un todo social:
su grupo. Entonces, la auto-conciencia o la conciencia de sí mismo no puede surgir en aislamiento,
no es concebible en un vacío social. La autoconciencia, pues, es posible tanto porque el individuo se
experimenta como el destino de las reflexiones (de los otros hacia él como por la conciencia del
individuo de que " parte de un todo social constituido por otros individuos que también son parte y
todo.
La explicación de la auto-conciencia responde claramente a la cuarta tesis del Holismo I de Phillips:
"Las partes no pueden ser entendidas si son consideradas aisladamente (por separado) del todo". En
términos de la explicación de Mead: la auto-conciencia (la parte) no puede ser concebida por
separado, independientemente, del grupo (del todo). Más específicamente, la auto-conciencia no
puede ser entendida aisladamente del grupo social: "es posible concebir el surgimiento de un "Self"
fuera de la experiencia social".
Según Mead la comunicación es una conducta que le permite al individuo ser un objeto para sí
mismo. La comunicación humana, pues, es una instancia de expresión del "Self": al tiempo que
afecto a mi interlocutor con lo que digo, me afecta a mí mismo con lo dicho. Cuando un mensaje es
estímulo tanto para la persona que lo transmite a una segunda como para sí misma, se convierte del
mensaje en un conjunto de símbolos significantes.
Mead nos dice que existe tina diferencia entre la comunicación humana y otras formas animales de
comunicación. Ilustra su punto estableciendo que no es lo mismo el llamado de una gallina a sus
polluelos o el aullido de un lobo a su manada y la comunicación de símbolos significantes. La
comunicación humana involucra al "Self".
La comunicación humana, en tanto conversación con símbolos significantes, nos remite a lo que
Mead refiere como el discurso o la argumentación significativa (significant speech). Esta consiste en
una, acción "que afecta al propio individuo y este electo es parte del llevar a cabo inteligentemente
la conversación con otros,... Uno conversa con su "Self" como uno conversaría con otra persona" (p.
205).
En esta instancia particular, Mead explica la comunicación humana como el resultado, la
consecuencia de la capacidad del individuo de objetivarse. Esto es, reconoce que el individuo tiene
habilidades reflexivas (v. gr., auto conciencia) y, a través de símbolos significantes, se puede
comunicar, con los demás y afectarlos de la misma manera en que sé afecta a sí mismo. La
comunicación entre humanos está, pues, determinada por la capacidad reflexiva de las personas,
por su autoconciencia (Self-consciousnéss). Esta explicación está, en espíritu, cerca de, la tercera
tesis del Holismo I de Phillips: "El todo determina la naturaleza de las partes". Sin embargo, en,
seguida esto no es claro prima face como lo veremos en seguida.
Mead nos ha hablado de cómo un individuo se transformara en persona al aparecer el "SeIf". Esta
persona desarrolla habilidades reflexivas al adquirir un lenguaje y experimentar su como parte de un
todo social. Sin embargo, la persona surge también y paralelamente, como, un todo social. Es
precisamente, aquí donde la naturaleza de la comunicación humana es relevante, en tanto que la
persona no sólo es un individuo sitio una persona en posesión de un "SeIf" social, es decir, un
individuo con auto conciencia. La persona, como un todo, determina la naturaleza de su
comunicación con los demás. Es el todo (la persona, el individuo con auto-conciencia, el individuo
con habilidades reflexivas) el que determina la naturaleza de sus partes (la comunicación con los
demás). El individuo incorpora los procesos sociales generales y los organiza en su experiencia
personal, lo cual constituye la base y prerrequisito para el máximo desarrollo del "Self" individual.
Queda claro que para Mead la sociedad es a la persona corno la persona es a su conducta consciente
(conducta con la presencia reflexiva del "Self"). Este paralelo "todo partes" es posible por la
presencia del "otro generalizado" que Mead explica así "La comunidad organizada grupo social que
77
da al individuo su unidad de "Self" puede ser llamado ´el otro generalizado. La actitud del otro
generalizado es la actitud de toda la comunidad. Esta es, sin duda, una de las instancias más
elocuentes donde Mead presenta su posición frente a lo que es la acción social y la formación de
actitudes.
SOCIEDAD.
Los espíritus, las personas, la conciencia y la inteligencia no podrían haber surgido de otro modo:
tiene que haber existido alguna clase de proceso social en desarrollo. Mead busca la base de la
sociedad humana a través de dos vías: lo biológico y lo institucional.
Desde el polo biológico Mead va a buscar una continuidad entre el hombre y el animal.
Desde el polo institucional el ubica como punto de partida a la familia y todas las formas de
organización social humana mas amplia, están en definitiva basadas en la familia.
Las normas sociales pueden ser transformadas por los mismos individuos ya que todos tienen
posibilidad de generar algo nuevo en la experiencia pues pueden ubicarse en cualquier lugar de la
sociedad y gracias a su discurso influir en el otro. La sociedad para este autor adquiere sustento en
base a la comunicación que posibilita el intercambio económico y el bien por el prójimo y es la
misma interacción social la que genera los mecanismos de control pues la comunicación nos lleva a
buscar el bien común.
Mead hace derivar la sociedad humana de alguna forma anterior en que no existía aun la interacción
simbólica: la sociedad humana se entiende desde dos polos
Polo fisiológico: el hombre, como los animales, tiene impulsos que solo puede satisfacer son su
semejante: sexo, paternidad y vecindad. Se satisface, sobretodo, la familia, comunidad originaria de
la vida social.
Polo institucional: las instituciones o conjuntos de reacciones idénticas a los otros, con las que surge
el lenguaje simbólico, y que controlan la realización de los instintos. Los vertebrados tienen familias
y se unen en rebaños, pero sin personas no hay sociedades humanas, y las personas surgen e la
comunicación social.
EVOLUCION.
Mead comienza por distinguir entre el organismo fisiológico como tal y el "SeIf". El primero está allí
cuando nacemos, el segundo se desarrolla en el proceso de interacción del individuo con su
ambiente. Dentro del ambiente que rodea al individuo, Mead destaca el conjunto de relaciones
humanas. Es precisamente esta experiencia evidenciada y dramatizada por la adquisición del
lenguaje, que sirve de fundamento al "Self".
En esta observaciones primeras de su teoría, Mead hace clara su adherencia al punto de vista holista
del desarrollo del "Self" y a una concepción dinámica, vis-a-vis estática, del ser humano. Esto se
hace evidente al notar su viso de los conceptos de desarrollo, proceso y relaciones. También es
importante destacar el espíritu dinámico que pernea el texto.
Al establecer la diferencia entre el organismo fisiológico y el "Self", Mead apunta -Implícitamente- a
una tesis de lo que Phillips identifica como Holismo 1: "el todo es más que la suma de sus partes". El
siguiente análisis de Mead nos da más material para apoyar un cuerpo y un "Self". Un cuerpo "está
allí" y puede operar, incluso de manera inteligente, sin la presencia de un "SeIf". El "Self", como ya
se apuntó antes, tiene la capacidad del individuo de objetivarse, es decir, de ser su objeto y objeto
de conocimiento al mismo tiempo. Es perfectamente aceptable decir que el ojo ve al pie, sin
embargo, no puede ver al cuerpo como un todo. Las experiencias corpóreas están organizadas
alrededor de un "Self" Las partes del cuerpo pueden distinguirse de este "Self". Es más, podemos
perder partes del cuerpo sin afectar seriamente al "Self" El cuerpo entonces, no se experimental sí a
mismo como el "SeIf " lo experimenta.
Uno de los aspectos más conocidos y mejor logrados de la teoría del "Self" de Mead es su explicación
del "yo" y del "mi". Ya habíamos mencionado que algunas explicaciones de Mead caen dentro de lo
que algunos autores en ciencias sociales han llamado el pensamiento holista. También citamos la
tesis holista acerca de la influencia del todo en sus partes. La descripción mediana del "yo" del "mi"
ilustra claramente esta tesis. El "SeIf", es decir, la capacidad reflexiva de la persona es el todo que
tiene dos partes: el "yo" y el "mi".
El "yo" es la parte reactiva de la persona en las actitudes de los demás. Es, por decirlo de alguna
manera, la parte originalísima que la persona aporta -a través de sus respuestas -en su interacción
con los otros. Estas actitudes que toma ante los demás son el elemento novedoso, la aportación de
la persona. El "yo", afirma Mead, da un sentido de libertad, de iniciativa.
78
El "mi", por el otro lado, "representa una organización definida de la comunidad ahí en nuestras
actitudes, la cual demanda una respuesta, pero la respuesta que tiene lugar es algo que sólo pasa.
No hay seguridad en cuanto a ella".
La relación del "yo" y del "mi" es curiosa e interesante. Son entidades que existen de manera
independiente y, sin embargo, se pertenecen, están juntas. Son partes de un mismo todo. Su
separación, nos dice Mead, no es ficticia, es real. No. son idénticos. El "yo" no es calculable,
predecible. La "mi" demanda una respuesta del individuo de acuerdo con una situación, sin embargo,
el "yo" que es la entidad que provee la respuesta nunca llega a dar la respuesta perfectamente
adecuada a la situación. "El "yo" tanto llama al "mi" como responde a él. Tomados juntos constituyen
una personalidad tal y como aparece en la experiencia social. El "Self" es esencialmente un proceso
social en marcha con dos fases distinguibles. Si no tuviese estas dos fases, no podría haber
responsabilidad consciente y no habría nada novedoso en la experiencia.
En lo anterior encontramos en el trabajo de Mead una instancia teórica difícil de analizar. El
problema de la dualidad en la unidad está presente cuando Mead discute las dos partes
estructurales del "SeIf": el "yo" y el "mi". El autor ¡lo se refiere explícitamente a ninguna estructura,
sin embargo, establece un paralelo entre el "yo" y el "mi" y la estructura tripartita de la personalidad
según Freud; el id o ello, el ego y el superego.
Por un lado, uno está tentado a tratar al "Self" como un término holista que, corno antes dijimos,
define su unidad en la dualidad. Aquí las partes (el "yo" y el "mí") están concebidas y explicadas
como entidades interrelacionadas y, dinámicas de un todo (el "Self"). Están interrelacionadas porque
se afectan mutuamente. Son interdependientes porque el "yo" es inconcebible sin el "mi" y el "mi"
es contingente de la existencialmente "yo" para su surgimiento.
Por otro lado, la concepción del "mi" es holista en el sentido de que no es solamente una mera
internalización de normas sociales por parte del individuo sino de alguna manera se refiere al mismo
contenido del otro generalizado, es decir, la completud del grupo social, una actitud a un todo social
externo, organizado y unitario. El "mi" incorpora esta alteridad otherness) al "SeIf".
La argumentación no puede ser positiva en cuanto a que el "yo" y el "mi", corno en el caso del otro
generalizado, necesitan nuevos conceptos para definir partes de la estructura del "Self". A pesar' de
que la descripción estructura del "Self" de Mead está llena de colorido y utilidad, su explicación
conlleva problemas de definición.
PENSAMIENTO DIALECTICO.
Los conceptos de Mead están dialécticamente relacionados unos con otros. Su enfoque se inspira en
Hegel y se asemeja a la dialéctica de Marx.
Es imposible separar claramente los conceptos de mente, self y sociedad.
Pasamos a estudiar los principales elementos de la dialéctica y el modo en que se manifiestan en la
obra de Mead.
1.El pensador dialéctico rehúsa analizar el mundo en términos causales
unidireccionales. Por ejemplo, el self surge de la sociedad, y lo selfs contribuyen al
desarrollo de una sociedad más compleja y organizada, a una mayor
diferenciación, evolución y organización de la sociedad.
2.El pensador dialéctico se niega a separar hecho y valor. Mead no se opuso a hacer
juicios de valor, como con su aversión a la Iglesia como institución represora.
3.El pensador dialéctico no encuentra líneas divisorias rígidas y marcadas entre los
fenómenos sociales. Se niega a separar mente, self y sociedad.
4.El pensador dialéctico adopta una perspectiva relacional del mundo. Esto se
manifiesta en el análisis de la relación entre el yo y el mí, que se necesitan
mutuamente para existir.
5.El pensador dialéctico se preocupa no sólo por el presente, sino también por su
relación con el pasado y con el futuro. Esta preocupación por el pasado, presente y
futuro se manifiesta en la reflexión que hace acerca de la evolución social.
6.El pensador dialéctico nunca adopta una perspectiva determinista del futuro. Mead
cree un estado ideal, pero lo que importa y lo que determina el grado de progreso
hacia la evolución ideal es lo que hacen los actores.
7.El pensador dialéctico se preocupa por el conflicto y la contradicción. Hay
importantes conflictos y contradicciones en la obra de Mead, como los que se dan
entre el yo y el mí, así como entre la necesidad de amoldarse a la sociedad y la
necesidad de ser innovador y cambiarla.
79
CAPITULO 10
ALFRED SCHULTZ
80
por su correspondiente falta de interés por la realidad de las grandes estructuras
de la sociedad.
Es decir, los críticos de Schutz lo criticaban por lo mismo que lo alababan los otros. Sin embargo,
aunque chocaron en las conclusiones, coincidieron en el enfoque micro.
Otra escuela de pensamiento opina todo lo contrario a Schutz y lo considera un
determinista cultural. Robert Gorman sugirió que Schutz hacía hincapié en las
constricciones que la sociedad imponía al actor. Los actores no eligen libremente
creencias o pautas de acción, ni construyen a su arbitrio el sentido de la realidad
social. Gorman concluye que la conducta social responde aparentemente a
factores independientes del sujeto.
La perspectiva más legítima es una combinación de la primera y la tercera interpretación de su obra.
Es decir, los actores de Schutz crean la realidad social, pero lo hacen según pautas de acción
socialmente determinadas que los constriñen.
81
es “la suma total de objetos y sucesos dentro del mundo social cultural, tal como los experimenta el
pensamiento de sentido común de los hombres que viven su existencia cotidiana entre sus
semejantes, vinculados por múltiples relaciones de interacción. Es el mundo de objetos culturales e
instituciones sociales en el que todos hemos nacido, dentro del cual debemos movernos y con el que
tenemos que entendernos”. Los seres humanos seremos, entonces, los actores en el escenario social
que experimentamos desde nuestro nacimiento, el mundo en que vivimos como un mundo natural y
cultural simultáneamente. Este no es un mundo privado sino intersubjetivo, puesto que es común a
todos nosotros, es otorgado y potencialmente accesible a cada uno.
El mundo de la vida cotidiana es la realidad que parece evidente para los hombres que permanecen
en la “actitud natural”. Esa realidad pertenece a las estructuras fundamentales de lo pre-científico y
debe constituir la descripción inicial de las ciencias que aspiran a interpretar y explicar el
pensamiento y el comportamiento humanos. El hombre participa continuamente en formas que son
a la vez inevitables y pautadas, dentro del ámbito de la realidad. Aquella región en la que el hombre
puede intervenir y que puede modificar, mientras opera en ella a través de su organismo animado,
se denomina el mundo de la vida cotidiana. Desde el punto de vista de Schutz, “solo dentro de este
ámbito (la vida cotidiana) podemos ser comprendidos por nuestros semejantes, y solo en él podemos
actuar junto con ellos”. El mundo de la vida cotidiana es entonces, la realidad fundamental y
eminente del hombre. Ese mundo se le presenta al hombre en normas coherentes de objetos bien
circunscritos que tienen propiedades determinadas. El hombre también presupone que otros existen
en ese mundo, dotados de una conciencia que es esencialmente igual a la suya. De esta manera, su
mundo cotidiano no es un mundo privado, es más bien un mundo intersubjetivo, en el que puede
actuar sobre sus semejantes y ellos pueden actuar sobre él, dando lugar a múltiples relaciones. El
ámbito de las cosas del mundo exterior es, así mismo, intersubjetivo. El mundo de la vida, entendido
en su totalidad, como mundo natural y social, es el escenario y lo que pone límites a las acciones
reciprocas. Los objetivos deben ser dominados y transformados, mediante nuestros actos, para ser
reales. De esta manera, los hombres no solo actuamos y operamos dentro del mundo de la vida sino
también sobre él. En resumen, nuestra actitud natural de la vida está determinada totalmente por un
motivo pragmático.
TIPIFICACIONES Y RECETAS.
Las tipificaciones ignoran los rasgos individuales y particulares y se centran sólo en características
genéricas y homogéneas. En términos generales, siempre que hacemos uso del lenguaje estamos
tipificando.
Las recetas tienden a tener relación con las situaciones. Las personas utilizan las recetas para
controlar las miles de situaciones a las que se enfrentan día con día en la vida cotidiana. La mayoría
de nuestras actividades diarias, desde levantarnos hasta dormir, son de este tipo. Se realizan de
acuerdo con recetas que se reducen a hábitos culturales de trivialidades que no se cuestionan.
INTERSUBJETIVIDAD.
El mundo es cultural e intersubjetivo. Es intersubjetivo porque vivimos en él como hombres entre
hombres, con quienes nos vinculan influencias y valores comunes, comprendiendo a los demás, y
siendo comprendidos por ellos. Es un mundo de cultura, porque, desde el principio, el mundo de la
vida cotidiana es un universo de significación para nosotros, vale decir, una textura de sentido que
debemos interpretar para orientarnos y conducirnos en él. Pero esta textura de sentido, se origina en
acciones humanas, y ha sido instituida por ellas, por las nuestras, y las de nuestros semejantes.
Todos los objetos culturales (herramientas, arte, sistemas de lenguaje, etc), señalan en su mismo
origen y significado las actividades de sujetos humanos. Debido a ello siempre somos conscientes de
la historicidad de la cultura que encontramos en las tradiciones y las costumbres. Esta historicidad
es plausible de ser examinada en su referencia a actividades humanas cuyo sedimento constituye.
Por la misma razón, no se puede comprender un objeto cultural sin referirlo a la actividad humana en
la cual se origina.
El mundo, no es un mundo privado, sino intersubjetivo, y que, por la tanto, el conocimiento de él, no
es privado, sino intersubjetivo y socializado desde el principio. Es por ello que se deben considerar
los siguientes tres aspectos del problema de la socialización del conocimiento.
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también hay conocimiento de que el mismo objeto, debe significar algo diferente para mí, y
para cualquiera de mis semejantes.
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A Schutz le interesaba fundamentalmente la intersubjetividad, o el modo en que las personas captan
la conciencia de otras mientras viven dentro de sus propios flujos de conciencia. Una buena parte de
la obra de Schutz se ocupa del análisis del mundo de la vida, o del mundo de la vida cotidiana. Es
este un mundo intersubjetivo en el que las personas crean la realidad social, a la vez que están
constreñidas por las estructuras sociales y culturales preexistentes, que crearon sus predecesores.
Aunque una buena parte del mundo de la vida es común a todas las personas, también existen
aspectos privados de ese mundo.
Distingue Schutz cuatros reinos del mundo social: el futuro (folgewelt), el pasado (vorwelt), el mundo
presente de los saciados, con los que mantenemos un contacto cara-a-cara (umwelt), y el mundo
presente de contemporáneos a quienes conocemos sólo como tipos (mitwelt). Los constructor de
primer orden se crean en el umwelt, y aunque los constructor del segundo orden creados por los
científicos sociales pueden aplicarse con mayor facilidad al mitwelt, es más relevante su aplicación al
umwelt. Las íntimas relaciones-nosotros se establecen en el umwelt, y las tipificadas relaciones- ellos
caracterizan al mitwelt.
Si bien Schutz se distanció del análisis de la conciencia, nos ofreció ciertas reflexiones,
especialmente en sus ideas sobre los significados y los motivos. Su teoría incluye una relación por la
relación dialéctica entre el modo en que las personas construyen la realidad social y el presente
inmediato, una realidad cultural inexorable que otros han construido y siguen construyendo. Esas
realidades influyen sobre las personas, no sin ser capaces de dar un sentido, interpretar e incluso
reconstruir el mundo cultural.
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CAPITULO 11
TALCOTT PARSONS
PRINCIPIOS GENERALES.
Los principios generales que su construcción teórica debía tener son:
1. Teoría de acción en la que los mecanismos centrales debían ser los actores orientados hacia
ciertas situaciones con diferentes metas, valores y modelos normativos.
2. Voluntarismo: elección de un actor entre valores y cursos de acciones libres.
3. Fenómenos culturales: ideas, ideales, metas, normas.
4. Idea de emergencia: los sistemas de un orden más alto emergen de los sistemas de orden inferior.
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Teoría de la acción.
Tiene su origen en la obra de Max Weber sobre la acción social. Parsons escogió el término acción
porque tenía una connotación diferente a la de conducta. Conducta implica una respuesta mecánica
a los estímulos, mientras acción entraña un proceso mental activo y creativo. Parsons tuvo la
precaución de distinguir explícitamente la teoría de la acción del conductismo.
EL ACTO UNIDAD está compuesto por el actor, el fin, la situación en la que tiene lugar la acción, las
condiciones que el actor no puede controlar y los medios que el actor puede controlar.
Las normas y valores. Sirven para determinar la elección del actor de los medios para alcanzar los
fines. Parsons afirmó que la acción no es más que un esfuerzo por acatar las normas.
EL VOLUNTARISMO. Hace referencia a las elecciones que hacen los actores en las situaciones
sociales en las que se encuentran. Esto no significa que los actores sean totalmente libres al hacer
su elección, el concepto de voluntarismo implica una mente, una conciencia, e individuos que toman
decisiones.
LA VERSTEHEN. La necesidad de analizar la acción desde una perspectiva subjetiva.
PAUTAS VARIABLES.
Son un conjunto conceptual de cinco elecciones dicotómicas de acción que los actores pueden hacer
en cada situación. Las pautas variables son elecciones universales que hace un actor antes de que la
situación tenga un significado determinado.
AGIL
La función es un complejo sistema de actividades dirigidas hacia la satisfacción de una o varias
necesidades del sistema. Hay cuatro imperativos funcionales necesarios de todo sistema:
(A) Adaptación (al entorno)
(G) Goal attainment (capacidad para alcanzar metas)
(I) Integración (interrelación entre sus partes)
(L) Latencia (mantenimiento de patrones)
Estos están vinculados a los cuatro sistemas de acción siguientes:
1. Organismo conductual. Adaptación o transformación al mundo externo.
2. Sistema de la personalidad. Logro de metas.
3. Sistema social. Integración.
4. Sistema cultural. Normas y valores que motivan acción.
EL SISTEMA DE LA ACCION
El sistema social expone las interrelaciones entre los subsistemas y es un modo de organización de
los elementos de la acción en el que se dan relaciones actor-situación, siendo el protagonista el que
orientará sus acciones hacia el logro de sus metas, buscando gratificaciones y evitando privaciones.
La sociedad como sistema regula las actuaciones de los hombres manteniendo el equilibrio y el
orden.
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El sistema general de la acción es un conjunto interrelacionado y jerarquizado de partes que
interactúan produciendo un determinado comportamiento. Aquí se da la relación actor-situación.
Este sistema está integrado por 4 subsistemas:
1. Social: permite la integración del individuo en la sociedad. Para del proceso de
socialización está primero la familia y segundo la escuela. Aquí se hay Instituciones
Jurídicas.
2. Personalidad: son los rasgos individuales, las orientaciones y motivaciones para que
tiene para lograr sus objetivos y metas, relacionado también con las expectativas. Aquí
se dan Instituciones Políticas.
3. Cultural: son las normas y valores que regulan y guían la conducta del individuo, el
cual va internalizando y manteniendo pautas culturales. Este subsistema está
compuesto de símbolos y aquí se desarrollan Instituciones Educativas.
4. Biológico: es una especie tipo organizada. Tiene como función la adaptación del
individuo y ayudar a suplir las necesidades básicas de él. Aquí se dan las Instituciones
Económicas.
En cuanto al marco de referencia de la acción es donde el individuo se va a mover, con fines y
objetivos, en un determinado lugar y donde cada individuo posee status y roles. Hay tres factores a
tener en cuenta dentro de la acción:
1. Cognitivos: son las alternativas que tiene el actor para realizar una determinada
acción (interés) y está relacionado con el conocimiento. Son Factores Racionales.
2. Catéticos: son los deseos, impulsos, sentimientos que hacen que el actor realice una
determinada acción. Estos No Son Factores Racionales.
3. Evaluativos: son estándares éticos, religiosos a partir de los que el actor evalúa las
alternativas que tiene para realizar una acción. Son Factores Racionales.
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2. Auto orientación – Orientación colectiva: referido a cómo actúa el actor dentro de la
sociedad, por intereses propios o por intereses de la comunidad. Lo primero, es decir la
persecución del interés privado es propio de la sociedad moderna. Un ejemplo de auto
orientación sería un comerciante, y un ejemplo de orientación colectiva sería un médico.
3. Universalismo – Particularismo: refiere a las metas y fines a los cuales va a llegar el
autor, hace hincapié a si involucra o no al ego y tiene relación con la orientación
catética de la acción. En el universalismo no se involucra al ego (es decir es una
cuestión objetiva) y en el particularismo si (es una cuestión subjetiva).
4. Especificidad – Difusividad: referidos a los roles, donde el actor es proveedor de
muchos servicios o de servicios especializados. Un ejemplo de especificidad sería la
relación cliente-vendedor, y un ejemplo de la difusividad sería el matrimonio.
5. Afectividad – Neutralidad afectiva: hace referencia a las expectativas de rol que tiene
un individuo de otro. Aquí se habla de una “perdida” de afecto o el no tenerlo en
consideración para ciertas cuestiones. Un ejemplo de afectividad sería una relación de
pareja, pero un efecto de neutralidad afectiva sería la relación entre un docente y sus
alumnos, o bien el elegir a un compañero de trabajo no ya por amistad sino por
conveniencia.
En cuanto al problema del orden, surge de cómo integrar las motivaciones de los actores con
criterios normativos-culturales orientados hacia un valor. Por lo tanto se dan dos planos:
• El de la adaptación, la cual se obtiene por los mecanismos adecuados que permitan
adaptar al individuo con la sociedad, pero éste no siempre funciona.
• El de la desviación, para lo cual se deben usar mecanismos de control y ajustes, y se
da cuando no existe una motivación adecuada en la relación ego-alter, por lo que se
producen conductas lesivas, es decir se interfiere en el rol de la otra persona, por lo que
se van acumulando tensiones que pueden llevar al cambio.
La anomia para Parsons no es un problema, ya que se encuentra implícita, ésta se da cuando no se
garantiza el orden social, y para salir de ella se precisa que las instituciones establezcan y
mantengan el orden. Dichas instituciones deben indicar lo que se puede o debe hacer y lo que no,
con el fin de garantizar el equilibrio dentro de la sociedad. Ellas forman parte del sistema de control
social dentro del sistema social, y son las que apalean el cambio, el cual para el autor es gradual
Sistema social.
Los contenidos de la acción se organizan, analíticamente, de acuerdo con tres modos (que son
abstracciones de la conducta social concreta): el sistema social, el sistema de la personalidad y el
sistema cultural. El sistema social es un modo de la acción motivada que se organiza alrededor de
las relaciones mutuas entre los actores (individuales o colectivos). Es el proceso de interacción en sí.
El sistema social se revela por medio de tres características propias de la noción de sistema: 1) la
existencia de partes mutuamente interdependientes, 2) las partes contribuyen al funcionamiento del
sistema, y 3) la búsqueda constante del equilibrio.
El sistema cultural
Es el sistema de patrones simbólicos, integrados por la organización de los valores, normas y
símbolos, que orientan las elecciones de los actores y limitan las interacciones entre estos. Con otras
palabras, es el sistema que sustenta y hace posible la acción motivada. Provee los contenidos
(valores, normas y símbolos) que sustenta la posición y orientación de los actores individuales. Para
Parsons la integración dentro de los sistemas de acción tiene dos aspectos: un aspecto negativo y
otro positivo. El negativo persigue la disminución de todo aquello que tiende a obstruir la estabilidad
del sistema por destrucción o por obstaculización reciprocas (reglamentaciones prohibitivas). El
aspecto positivo se refiere a las relaciones de apoyo, de cooperación, tendientes a posibilitar el
funcionamiento total del sistema (trabajo común).
El sistema de la personalidad
Es el modo de la acción motivada que se configura alrededor del carácter orgánico del individuo. Es
decir, el sistema de la personalidad se refiere a las acciones de un individuo organizadas de acuerdo
con lo que Parsons llama necesidades-disposiciones incluyen necesidades tanto orgánicas como
aprendidas. En su conjunto, el sistema de la personalidad pone de relieve el aspecto orgánico
(biológico) que se mencionó con anterioridad.
Organismo conductual.
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En su análisis, los sistemas inferiores proporcionan las condiciones que requieren los sistemas
superiores, y los sistemas superiores controlan a los que están en un nivel inferior en la jerarquía. El
funcionalismo estructural se establece con los siguientes supuestos:
1.-Los sistemas tienen como característica el orden e interdependencia de las partes-
2.-Tienden hacia un orden o equilibrio que se mantiene por sí mismo-
3.-Los sistemas pueden ser estáticos o entrar en un proceso ordenado de cambio.-
4.-Un parte del sistema influye en la forma que adoptan las otras partes.-
5.-Los sistemas mantienen límites con sus ambientes.- 6.-
La distribución e integración son procesos fundamentales para el equilibrio de un sistema-
Los sistemas tienden al automantenimiento.
TEORÍA EVOLUCIONISTA
Parsons hizo el estudio del cambio social, denominado como un paradigma del cambio evolucionista.
Primero, había que definir la diferenciación entre la estructura y su función.
Un momento importante en la sociología de Parsons es el que se revela en la revalorización o
renacimiento de las concepciones evolucionistas en ciencias sociales: El renacimiento que
señalamos expresa Parsons- obedece en gran parte al desarrollo de un nuevo tipo de relación entre
las ciencias sociales y biológicas, que hace cada vez más evidente que el establecimiento de una
continuidad entre ambas dentro de la categoría general de ciencias de la vida es fundamental. Esta
nueva orientación parte de una continuidad directa entre lo humano y lo subhumano. Así la
articulación entre los dos niveles es el resultado necesario de un proceso ya gestado en las etapas
inferiores del desarrollo evolucionario y que se extiende hasta las perspectivas del presente .En esta
línea de las ciencias, Parsons se interesa por aquellas capacidades presentes en las estructuras (a
cualquier nivel) que por su importancia son capaces de facilitar (y aun de producir) la continuidad
del proceso evolucionario. El autor designa a tales desarrollos con el término evolucionarios
universales y define el concepto con especial atención a la adaptación(relación de equilibrio de un
sistema vivo con su medio):Un evolucionario universal, entonces, es un complejo de estructuras y
procesos asociados cuyo desarrollo incrementa tanto la capacidad adaptativa a largo plazo de los
sistemas vivos en una clase dad, que solo los sistemas que desarrollen este complejo pueden
alcanzar ciertos niveles superiores de capacidad general adaptativa .En el plano de la cultura y la
sociedad, Parsons distingue un conjunto de pre-requisitos que mantienen un vínculo fundamental
con el surgimiento de las primitivas formas de las sociedades. Estos pre-requisitos son: religión,
comunicación con lenguaje, organización social a través del parentesco, y tecnología.
Parsons explica el contenido y la importancia de cada una de estas características consideradas
como pre-requisitos y observa en ellas las bases de una línea universal del desarrollo que conduce
hasta las sociedades modernas. Podemos decir que en este último sentido el interés del autor es
retomar los esfuerzos de Max Weber para establecer los rasgos que particularizan el desarrollo de
occidente. Las sociedades modernas representan la culminación de la gran línea de la evolución
social. En tal sentido, Parsons distingue un conjunto de evolucionarios universales, constituidos por
un sistema de mercado basado en el dinero, organizaciones burocráticas, normas universales
generalizadas y la organización política democrática (democracia formal). Estas cuatro
características pueden ser rápidamente reconocidas como inherentes al desarrollo de la sociedad
capitalista contemporánea. Durante los años 60 se debatió sobre la eficacia de esta concepción para
ser aplicada a las modernas sociedades socialistas que lograron un desarrollo paralelo al del
capitalismo sin presentar el cuadro completo de los evolucionarios parsonianos. Específicamente las
sociedades socialistas rechazaban explícitamente el sistema de mercado basado en el dinero y la
asociación democrática (burguesa).Los evolucionarios parecieron encontrar un límite de su
universalidad, pero el autor enfrento las críticas por medio de la afirmación de que las sociedades
socialistas tenían dos caminos: la adopción del conjunto completo de requisitos o el retroceso de
estadios inferiores de la evolución. Puede decirse, ciertamente, que esta proposición que se
presentaba como universal encontró un obstáculo o limite histórico en los marcos geográficos del
capitalismo de la época. En el debate político, la sociología de Parsons era vista por muchos como un
aspecto más de la Guerra Fría. Se llegó a denunciar el trasfondo imperialista de estas nociones. Los
cambios históricos resientes como en las sociedades como en la teoría nos colocan en otra situación
que nos informa, hasta cierto punto, el cumplimiento de las predicciones de Parsons.
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procesos de intercambio entre los subsistemas del sistema social. Parsons generaliza las
características del dinero arribando a un conjunto de propiedades comunes para todos los
medios (poder, influencia y compromisos de valor). Posteriormente, la teoría ha sido
utilizada y desarrollada por teóricos como N. Luhmann y J. Habermas, quienes le han
introducido innovaciones específicas: Luhmann abandona la idea de intercambio
reemplazándola por la de comunicación, mientras que Habermas distinguirá entre medios
de control y de comunicación. El resultado de ello ha sido la ampliación del referente a
partir del cual se estudian las propiedades generales de los medios incluyéndose, además
del dinero, también al lenguaje. Más allá del alcance de tales innovaciones, sostenemos
que estamos en presencia de una única teoría de los medios simbólicamente generalizados,
pues se ha mejorado la capacidad analítica de la teoría, permanecido inalterado su
pretensión de conocimiento: investigar las dinámicas de coordinación social más estables
que se presentan en sociedades altamente diferenciadas.
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