DE HUAMANGA
DOCENTE:
Dra. Carmen Julia Polo y La Borda Salazar
ALUMNO:
César Belisario Gutiérrez Toledo
AYACUCHO – PERÚ
2013
2
INDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………… 4
CAPÍTULO I
CONSIDERACIONES GENERALES……………………………………… 6
I.1. QUE ES LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL……………. 6
I.2. QUE ES LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRATUAL….….. 7
I.3. CASO FORTUITO …………………………………………..………. 8
I.4. FUERZA MAYOR ……………….………………………………….. 8
CAPÍTULO II
3
CAPÍTULO III
COMO INTERVIENE EL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR
EN LA RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRA CONTRACTUAL……….. 17
3.1. INTERVENCION DEL CASO FORTUITO Y LA FUERZA
MAYOR……………………………………………………………… 17
3.2. CAUSAS DE LA FRACTURA DEL NEXO CAUSAL………….. 18
3.3. JURISPRUDENCIA………………………………………………. 18
CONCLUSIONES…………………………………………………………… 24
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………… 25
4
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
CONSIDERACIONES GENERALES
Para comprender la intervención de caso fortuito y la fuerza mayor en la
responsabilidad civil contractual y extracontractual, es necesario conocer
conceptos básicos sobre responsabilidad civil contractual y extracontractual,
caso fortuito, fuerza mayor, etc.
1.1. QUÉ ES LA RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL
A nivel de nuestra legislación no existe una definición de lo que se
conoce como Responsabilidad Civil Contractual, por ello debemos de acudir a
las otras fuentes del derecho: la Doctrina y la Jurisprudencia.
Aníbal Torres precisa en relación a la responsabilidad civil contractual,
que el “responsable es el que debe cumplir con ejecutar una prestación de dar,
hacer o no hacer algo, y si no cumple es responsable de reparar los daños. La
responsabilidad abarca el cumplimiento y al sanción por falta de
cumplimiento”1.
Para Bustamante Alsina “la culpa contractual supone una obligación
concreta, preexistente, formada por la convención de las partes y que resulta
violada por una de ellas…De allí que la culpa contractual es simplemente un
efecto de la obligación”2.
Mientras que el maestro Guido Alpa, nos da una definición de la
responsabilidad contractual, diferenciándolo más bien de la responsabilidad
1
TORRES VASQUEZ, Anibal. Teoría General del Contrato. Editorial Pacífico, Lima 2012,
Tomo II, pág. 1310.
2
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Teoría General de la Responsabilidad Civil. Edit. Abeledo
Perrot, Buenos Aires, 1997, pág. 85.
7
3
ALPA, Guido. Responsabilidad Civil y Daño. Editorial Gaceta Jurídica, Lima 2001, pág. 27.
4
OJEDA GUILLEN, Luis Fernando. La Culpa In Contrahendo y la Responsabilidad
Precontractual en el Código Civil. Tesis de Maestría de la PUCP.
8
Artículo 1315 del Código Civil no hace sino señalar que tanto el caso fortuito
como la fuerza mayor, son “causas no imputables de incumplimiento”, pero no
dan una definición en sí, de los que son estos dos institutos.
Ferrero Costa, señala que “el caso fortuito está dado por eventos
naturales (granizada, terremoto, seguía, etc.)… El caso fortuito está, pues
principalmente referido a los accidentes naturales (hechos de Dios)” 5.
Llambias por su parte sostiene, que “desde el punto de vista gramatical,
las expresiones “caso fortuito” y “fuerza mayor” responden a ideas distintas. Lo
“fortuito es lo que proviene del azar, o casualidad, que es la combinación de
circunstancias que no se pueden preveer ni evitar y cuyas causas de ignoran” 6.
1.4. FUERZA MAYOR
Para Ferrero “la fuerza mayor se debe a hechos ajenos , ya sea de
terceros (estado de guerra, choque ferroviario, naufragio de nave) o de actos
atribuibles a la autoridad (expropiación, requisición, poner el bien fuera del
comercio, poner fuera del curso una especie monetaria)…la fuerza mayor se
encuentra referida a los actos de terceros o del gobierno o autoridad (hechos
del Príncipe)”7.
LLambias nos dice que “…la “fuerza mayor” alude a la acción ajena
incontrastable que la voluntad del deudor no puede superar” 8, cuando dice
ajena es evidente que se refiere a los seres humanos o personas.
Entonces la fuerza mayor se relaciona con hechos humanos, que
pueden participar en generar el evento en forma individual o colectiva.
1.4.1. Características que debe reunir el caso fortuito y fuerza
mayor.
La fuerza mayor o el caso fortuito, debe reunir de acuerdo a nuestra
legislación ciertas características (Art. 1315 del Código Civil), debe ser un
evento extraordinario, imprevisible e irresistible.
Cuando la legislación se refiere al evento de naturaleza extraordinaria,
quiere decir aquello que es fuera de lo común. Y será imprevisible, lo que no
5
FERRERO COSTA, Raúl. Curso de Derecho de las Obligaciones. Edit. Cuzco S.A., Lima,
1988, pág. 266.
6
LLAMBIAS, Jorge Joaquín. Manual de Derecho Civil. Obligaciones. Edit. Perrot, Undécima
Edición, Buenos Aires, 1997, pág. 79.
7
FERRERO COSTA, Raúl. Curso de Derecho de las Obligaciones, cit. 266.
8
LLAMBIAS, Jorge Joaquín. Manual de Derecho Civil. Obligaciones, cit. 79.
9
CAPITULO II
COMO INTERVIENE EL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR
EN LA RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL
2.1 INTERVENCION DEL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR
En nuestro código civil (Art. 1315) tanto el caso fortuito como la fuerza
mayor intervienen como causa del incumplimiento del contrato, al lado de las
otras causas como el dolo (Art. 1318), culpa inexcusable y culpa leve (Art.
1319 y 1320), diferenciándose de estas últimas, por las consecuencias, es
decir, tanto la fuerza mayor como el caso fortuito, liberan de responsabilidad al
deudor, mientras que el dolo y la culpa generan responsabilidad civil
contractual, por el incumplimiento total o el incumplimiento parcial, tardío o
defectuoso de la obligación.
Al respecto Ferrero anota que “tanto el caso fortuito como la fuerza
mayor constituyen acontecimientos extraordinarios, imprevisibles e inevitables
para el obligado y, por tanto, no es susceptible de intervenir la capacidad del
hombre…las consecuencias del caso fortuito o de la fuerza mayor son las
mismas. En ambos casos hay ausencia de culpa por cuanto ambos eventos
son independientes de la voluntad del deudor” 9.
2.2. CAUSAS DE INCUMPLIMIENTO DE CONTRATO
A continuación se grafica las causas del incumplimiento del contrato u
obligación y las consecuencias que genera:
CAUSAS DE INCUMPLIMIENTO
DE CONTRATO
9
FERRERO COSTA, Raúl. Curso de Derecho de las Obligaciones, cit., pág. 267.
11
POR DOLO
IMPUTABLE GENERA
RESPONSABILIDAD
AL CIVIL CONTRACTUAL
POR CULPA
(inexcusable o leve) DEUDOR
POR FUERZA
MAYOR INIMPUTABLE NO GENERA
RESPONSABILIDAD
AL CIVIL CONTRACTUAL
POR CASO
AAAAA DEUDOR
FORTUITO
2.3. JURISPRUDENCIA
UN HECHO CALIFICADO COMO EXTRAORDINARIO ¿EXIME DE
RESPONSABILIDAD AL DEUDOR DE UNA OBLIGACION, POR CASO
FORTUITO?
Cas. N° 1520-98
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
Demandante : Consorcio de Alimentos Fabril Pacífico S.A. y otra
Demandado : Oceanfocus Shipping Limited
Asunto : Obligación de dar suma de dinero
Fecha : 20 de mayo de 1999
Que una tormenta marítima sea extraordinaria no determina ni califica un
supuesto como caso fortuito o fuerza mayor, porque es necesario además que se
establezca que dicho fenómeno atmosférico fue imprevisible e irresistible.
CONSIDERANDO
S.S. URRELLO S.; ORTIZ B.; SÁNCHEZ PALACIOS P.; ECHEVARRÍA A.;
CASTILLO LA ROSA S.
(...)
Artículo 633.- No será responsable el capitán de los daños que sobrevinieren al buque o al
cargamento por fuerza mayor ; pero lo será siempre, sin que valga pacto en contrario, de los
que se ocasionen por sus propias faltas.
Artículo 1314.- Quien actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es imputable por la
inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.
Artículo 1139.- Se presume que la pérdida o deterioro del bien en posesión del deudor es
por culpa suya, salvo prueba en contrario.
[6] Como se ha definido en el artículo 1315 del Código Civil, el caso fortuito o la fuerza mayor
constituyen eventos extraordinarios, imprevisibles e irresistibles cuya ocurrencia, por sí sola o
de manera conjunta con otro hecho, determina la producción de un daño. Así es, para que nos
encontremos ante un caso fortuito o una fuerza mayor que rompan el nexo causal dentro del
esquema de la responsabilidad civil, el evento debe ser muy remoto, no debe ser común en el
ámbito de la actividad realizada (extraordinario), debe ser además imposible anticipar –al
momento de contraer la obligación– el suceso que producirá el daño (imprevisible) y,
finalmente, el hecho debe ser de tal magnitud que resulte imposible al deudor actuar de tal
manera que evite la producción del daño (irresistible). Otra característica del caso fortuito (y de
la fuerza mayor) es que debe ser público, vale decir, esta situación debe verificarla cualquier
sujeto dentro del mismo contexto y no solo quien alega su ocurrencia.
16
En ese sentido, no es adecuado afirmar que las tormentas marítimas que revisten “cierta” magnitud
sean extraordinarias o impredecibles; salvo que las mismas sean de inmensas dimensiones debido a algún
motivo que no sea ordinario, situación que no fluye de la sentencia analizada. Se sabe que siempre existe
la posibilidad de que se produzca una tormenta en altamar, es un riesgo propio de la actividad marítima y
es predecible que pueda ocurrir. Haciendo un paralelo con esta situación, se sabe, por ejemplo, que entre
los meses de diciembre y de abril caen aluviones que obstruyen la Carretera Central de nuestro país, por
lo tanto, un transportista no podría alegar caso fortuito ante el incumplimiento de su obligación por un
suceso como éste, salvo que se haya pactado en contrario. Lo mismo sucede en este caso: antes de la
celebración del contrato de transporte se tiene conocimiento de la eventual posibilidad de que se produzca
una tormenta (creemos que el hombre promedio que se dedica a la actividad marítima puede decirlo),
motivo por el cual debieron tomarse las medidas de precaución que correspondían.
Por ello, consideramos que no resulta adecuado señalar que las tormentas producidas sean
un suceso extraordinario, atípico, poco usual, como lo pretendió sustentar la empresa
demandada Oceanfocus Shipping Limited.
[7] Como lo hemos indicado en el numeral [6], en caso de que la tormenta, en virtud de la cual
se produjeron los daños, haya sido de una magnitud extremadamente intensa y muy poco
usual, recién ahí podríamos estar ante un evento extraordinario y por tanto ante un caso
fortuito que exonere de responsabilidad a la demandada. De no ser así, de tratarse de una
tormenta que es previsible, que se presenta con cierta periodicidad y puede ser anticipada por
quienes se dedican a la actividad marítima, entonces será errada la afirmación de que se trata
de un evento extraordinario.
Artículo 171.- La nulidad se sanciona solo por causa establecida en la ley. Sin embargo,
puede declararse cuando el acto procesal careciera de los requisitos indispensables para la
obtención de su finalidad.
Cuando la ley prescribe formalidad determinada sin sanción de nulidad para la realización
de un acto procesal, éste será válido si, habiéndose realizado de otro modo, ha cumplido su
propósito.
[9] Siendo rigurosos en el análisis, debemos decir que la pretensión procesal no debería ser
el pago de una suma de dinero, como se ha planteado en la demanda, puesto que en este
caso lo que se pretende en realidad es la indemnización de los daños que se le han causado a
la empresa demandante. En efecto, de la resolución analizada se puede apreciar que, como
consecuencia de la tormenta, el agua del mar ingresó a una de las bodegas de la embarcación
que transportaba la carga de trigo de propiedad de la demandante, con lo cual la mercadería
se echó a perder. Se ha producido, pues, una situación anómala que lesiona el derecho de
crédito de la demandante, por lo cual estamos ante un supuesto de responsabilidad civil que
originará el deber de resarcimiento a la víctima. Esta indemnización puede realizarse además
‘in natura’, esto es, reponiendo la cantidad de trigo que se malogró, o en dinero, según la
decisión que pueda adoptar el juez.
17
CAPITULO III
COMO INTERVIENE EL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR
EN LA RESPONSABILIDAD EXTRA CONTRACTUAL
3.1 INTERVENCION DEL CASO FORTUITO Y LA FUERZA MAYOR
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo interviene el caso
fortuito o la fuerza mayor en la responsabilidad civil extracontractual? Primero
debemos tener en cuenta que la responsabilidad contractual nace del
incumplimiento de una obligación, mientras que la responsabilidad
extracontractual “nace de la comisión de un acto ilícito” 10. Segundo, en la
responsabilidad contractual, preexiste la obligación al incumplimiento de la
misma, mientras que en la responsabilidad extracontractual surge o se origina
del acto ilícito.
En la Responsabilidad Civil Extracontractual, el caso fortuito y la fuerza
mayor, interviene o interrumpe el nexo causal entre el presunto autor del daño y
el daño mismo. Es lo que se llama la fractura del nexo causal, que libera al
presunto agente de responsabilidad.
Como diría De Trazegnies “en la Responsabilidad extracontractual, el
Caso Fortuito no es una simple ausencia de culpa sino una nova causa
interveniens que interrumpe el nexo causal entre el presunto autor de daño y el
daño mismo”11.
La fractura del nexo causal afecta la responsabilidad cualquiera que sea
el factor de atribución empleado: culpa o riesgo.
10
ALPA, Guido. Responsabilidad Civil y Daño, cit., pág. 27.
11
DE TRAZEGNIEZ, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual. Tomo I, Editorial PUCP,
Lima 1995, pág. 335.
18
CAUSAS
3.3. JURISPRUDENCIA
vehículo motorizado como una motonave puede y debe ser previsto por el
propietario, al ser el responsable de su funcionamiento y buen estado de
conservación. Por lo señalado no se puede calificar el desperfecto de la motonave
como un caso fortuito, extraordinario, imprevisible e irresistible.
e irresistible [4]. Décimo: Que, dentro del mismo contexto, el Ad quem califica
la actitud del demandante de lanzarse al agua y cumplir las órdenes del
administrador de la nave como un acto negligente, que no tenía que acatar por
no tener la pericia y conocimiento suficiente. Décimo Primero: Guillermo
Cabanellas en su diccionario de derecho usual, define la negligencia como la
omisión a la diligencia o cuidado que debe ponerse en los negocios, en las
relaciones con las personas y en el manejo o custodia de las cosas; en el caso
que nos ocupa la víctima acató la orden que le dio el administrador de la
motonave, de lanzarse al agua, y amarrar las sogas a un árbol. Esta orden fue
acatada a fin de evitar una desgracia de mayores consecuencias -pues la nave
se encontraba con pasajeros y se dirigía a estrellarse contra la orilla- y fue
cumplida con éxito, nadó, llegó a la orilla y amarró la soga al árbol
debidamente, no existiendo impericia, ni menos falta de conocimiento en ese
acto, motivo por el cual no se puede calificar la conducta del demandante como
negligente ni imprudente pues cumplió su misión con éxito y por el contrario tal
como se describen los hechos fue la fuerza de la motonave con pasajeros a
bordo y a merced de la corriente del río que hizo producir tensión en las
cuerdas hasta el punto que reventaran y golpearan el rostro y los ojos de la
víctima. Décimo Segundo: Consideramos que por el contrario fue negligente
la conducta del Administrador de la nave al disponer esa orden, pues por su
cargo debió tener en cuenta que las cuerdas no serían lo suficientemente
fuertes como para poder detener una motonave que se encontraba cargada de
pasajeros y a la deriva en el río [5]. Décimo Tercero: En consecuencia luego
del análisis de los hechos se llega a determinar que en el presente caso no se
ha presentado un caso fortuito, negligencia e imprudencia por parte de la
víctima que dieran lugar a atenuar la responsabilidad, por ende las fracturas
causales que se invocan no se encuentran presentes siendo que el daño
producido ha sido consecuencia de la conducta de la demandante y no de un
evento extraño y ajeno a él, por lo que la Sala Superior ha realizado un
deficiente análisis de los hechos, aplicando indebidamente los artículos en
estudio, 1972 y 1973 del Código Civil, debiendo ampararse la demanda en lo
dispuesto por los artículos 1969, 1970 y 1984 del Código Civil, antes descritos
toda vez que al producirse un daño mediante un bien riesgoso la demandante
está obligada a indemnizar. Décimo Cuarto: Que para los efectos de fijar el
monto indemnizatorio, debe tenerse en cuenta el artículo 1985 del Código Civil,
que dispone que la indemnización comprende la omisión generadora del daño,
incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral; y atendiendo
a que el demandante era una persona joven de diecisiete años de edad a la
época de los hechos y según el informe médico obrante a fojas veintitrés
producto del accidente el actor sufrió ceguera bilateral por múltiples heridas
perforantes y cortantes en párpados y región nasal frontal y bilateral, heridas
infectadas en ambos ojos, dejándolo incapacitado de por vida, todo lo cual se
debe tener en cuenta para efectos de fijar el monto indemnizatorio. 4.
DECISIÓN: a) Por tales consideraciones, con lo expuesto por el Señor Fiscal
Supremo en lo Civil, y estando a lo establecido en el artículo 396 inciso 1° del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por doña Angélica Silva Mozombite, en consecuencia CASAR la
resolución de fojas doscientos cincuentiocho de fecha quince de enero del dos
mil dos. b) ACTUANDO EN SEDE DE INSTANCIA CONFIRMARON la
22
Artículo 1972.- En los casos del artículo 1970, el autor no está obligado a la reparación
cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor, de hecho determinante de
tercero o de la imprudencia de quien padece el daño.
[4] Compartimos la opinión de que los vicios o fallas de funcionamiento de un vehículo o nave
no pueden ser concebidos dentro de la categoría de caso fortuito. En relación a los
automotores, lo que es extensible a las motonaves, Vega Mere ("Derecho Privado", Tomo I, Ed.
Grijley, Lima 1996, pág. 281) señala que los vicios o fallas son parte del riesgo normal (o
interno) del uso de un automotor. Consecuentemente, no puede encuadrarse dentro del casus,
esto es, de un hecho imprevisible, extraordinario e irresistible, "causa extraña" de la producción
del accidente y de los daños. Para que el mal estado de un vehículo sea causa autónoma y
exclusiva (o ajena) del daño, se exige que el conductor demuestre una acción exterior a la
cosa, imprevisible e inevitable (como por ejemplo una inundación, un huayco, un sismo, etc.).
[5] Aun cuando no conocemos los detalles del caso concreto, parece cuestionable que se
considere negligente la conducta del administrador en este caso, dada la situación de peligro
en la que se encontraba la motonave y sus pasajeros, por lo cual se optó por la solución
-quizás desesperada- de utilizar las cuerdas y amarrar la motonave, lo que finalmente produjo
el daño. Sin embargo, repetimos, no conocemos los detalles, de modo que no nos es posible
opinar con certeza. No obstante ello, sí queremos decir que nunca nos terminará de sorprender
cómo la Sala Suprema realiza en este caso (y en muchos otros) una valoración exhaustiva de
23
los hechos, lo cual en muchas otras resoluciones ha dicho que no puede hacer. No se entiende
aún por qué existe esta divergencia de criterio al interior de la Corte Suprema, que no hace
sino generar más confusión y falta de predictibilidad, incrementando los costos del acceso a la
justicia.
[6] ¿Por qué la Corte Suprema disminuye el monto indemnizatorio de cien mil soles a treinta
mil? ¿Puede saberse qué criterio aplica? Leyendo el considerando décimo cuarto de la
sentencia, todo hacía pensar que la indemnización iba a ser aún más gravosa. Se dice allí que
la indemnización comprende la omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el
daño a la persona y el daño moral, que debe atenderse a que el demandante era una persona
joven de diecisiete años de edad a la época de los hechos, que producto del accidente sufrió
ceguera bilateral por múltiples heridas perforantes y cortantes en párpados y región nasal
frontal y bilateral, heridas infectadas en ambos ojos, dejándolo incapacitado de por vida, todo lo
cual se debe tener en cuenta para efectos de fijar el monto indemnizatorio; entonces, ¿cuál es
la justificación para disminuir la indemnización? Este es un grave error de la Corte Suprema,
que no hace sino generar absoluta inseguridad jurídica e incentivar la producción de daños, en
la medida en que estos son subcompensados. Por lo demás, la Corte Suprema obvia su rol
orientador y no establece criterio alguno para fijar el concreto monto indemnizatorio, de modo
que las instancias inferiores puedan hacer el cálculo correspondiente y no vean sus
indemnizaciones disminuidas, en este caso en casi un 70% sin justificación de ningún tipo.
24
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
1. ALPA, Guido
2001 Responsabilidad Civil y Daño. Edit. Gaceta Jurídica, Lima, 613
pp.
4. DE TRAZEGNIES, Fernando
1995 La responsabilidad extracontractual. Quinta Edición, Tomo I,
Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 587 pp.