Para que las organizaciones puedan funcionar correctamente deben tener una estructura
que contenga e integre órganos, personas, tareas, relaciones, recursos, etc. Esta estructura
funciona como un esqueleto y ayuda a coordinar los elementos vitales para el adecuado
funcionamiento de las organizaciones. El conjunto de estos componentes, órganos,
equipos, puestos, jerarquías, relaciones, recursos, etc., se llama estructura organizacional.
Ésta debe reflejar la forma en que se divide, organiza y coordina actividades y
componentes para realizar tareas y alcanzar los objetivos. Cada organización tiene su
propio diseño y una manera de integrar y asignar recursos para operar con eficiencia y
eficacia. El diseño es el ADN de la organización (Chiavenato, 2009).
Es un hecho que teorías del diseño organizacional como la organización lineal o funcional
siguen siendo un parámetro indispensable para poder estructurar y dirigir una empresa.
Esto se debe a que es la forma más sencilla y práctica de hacerlo, pues concentra el poder
y la autoridad en lo más alto de la organización y hace que ésta fluya única y
exclusivamente por esa línea trazada en el organigrama. Esta imagen en algunos casos es
un problema para las organizaciones, debido a que este tipo de estructuras, a pesar de ser
el arreglo formal en muchas de ellas, se ha convertido en un factor que reduce su
capacidad de respuesta (Fincowsky, 2009).
DISEÑO ORGANIZACIONAL
Bibliografía
Chiavenato, I. (2009). COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL (Segunda ed.). (P. M. Sacristán,
Trad.) México, D.F., México: McGraw-Hill.