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Manejo agronómico del cultivo de Solanum lycopersicum

“Tomate”

El tomate es una planta originaria de la planicie costera occidental de América del Sur. Fue
introducido por primera vez en Europa a mediados del siglo XVI; a principios del siglo XIX se comenzó
a cultivar comercialmente, se inició su industrialización y la diferenciación de la variedades para mesa
y para industria.

CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA

ASPECTOS BOTÁNICOS

La planta de tomate es anual, de porte arbustivo. Se desarrolla de forma rastrera, semierecta o


erecta, dependiendo de la variedad. El crecimiento es limitado en las variedades determinadas e
ilimitado en las indeterminadas.

LA SEMILLA

La semilla de tomate es aplanada y de forma lenticelar con dimensiones aproximadas de 3 x 2 x 1


mm. Si se almacena por periodos prolongados se aconseja hacerlo a humedad del 5.5%. Una semilla
de calidad deberá tener un porcentaje de germinación arriba del 95%.

Proceso de extracción de semilla

-Considerar las plantas con mayor producción, vigor, frutos más desarrollados y que contengan
fielmente las características propias de la variedad.
-Descartar las plantas o frutos con problemas de plagas o enfermedades.
-Es vital realizar un proceso de selección de los frutos, antes de extraer la semilla, con el fin de
eliminar aquellos frutos que no cumplan con las características de forma, color, madurez.
-Una vez realizado el proceso de selección, los frutos deben ser sometidos a corte en su ancho para
la obtención de dos mitades (figura A) y utilizando una cuchara, se les extraen las semillas las
cuales están adheridas a la pulpa, dentro de los lóculos (figura B).
- Las semillas deben ser depositadas en un recipiente, de preferencia plástico y con tapa. En esta
fase, las semillas son sometidas a un proceso de fermentación, el cual facilitará la descomposición
del mucílago, su duración es de 2 a 3 días, aproximadamente.
- Se observa el crecimiento de una capa blanquecina en la parte superior del recipiente, mientras
que las semillas se van depositando en la parte inferior.
- Culminada la etapa anterior, se procede a lavar las semillas bajo el chorro de agua, de manera
vigorosa y usando un colador. Seguidamente, las semillas son expandidas sobre papel periódico
(figura c) para propiciar su secado.
- Dejar secar las semillas en un ambiente fresco por 4 dias , luego recopilarlas en un sobre de papel
(Figura D)

Figura C: Secado de semillas sobre papel periódico Figura D: Recopilación de semillas

SUELO

El cultivo de tomate no es muy exigente en términos de suelo, excepto en lo que respecta al drenaje;
no obstante, se obtienen mejores resultados en suelos profundos (de 1 m o más de profundidad), de
texturas medias, permeables y sin impedimentos físicos en su perfil. El tomate tolera la acidez y crece
adecuadamente en pH de 5,0 a 6,8. Es medianamente tolerante a la salinidad, con valores máximos
de 6400 ppm

CONDICIONES IDEALES PARA SU PRODUCCIÓN

El tomate requiere condiciones climáti cas ligeramente cálidas, ya que no tolera


ninguna helada ni bajas temperaturas por periodos prolongados. La temperatura ideal
de día para su crecimiento y desarrollo se encuentra entre los 21-30 °C; y de noche,
entre 18-21 °C. En cuanto a ti po de suelos, el tomate requiere de suelos bien drenados
y profundos, siendo las texturas francas, franco-limosas, franco-arenosas, y limosas las
más adecuadas. El pH idóneo debe ser ligeramente ácido, en el rango de 6.2 a 6.8.

PREPARACIÓN DEL TERRENO

El suelo se prepara al menos un mes antes de la siembra. Se recomienda realizar un pase de


arado y dos o más pases de rastra, con el objeti vo de dejar el suelo bien suelto y no
compactado. Si el tomate se encuentra con alguna capa compacta, afectará seriamente
su desarrollo, por lo que se recomienda subsolar a una profundidad aproximada de 0.5
metros.
Siembra a campo abierto
Se procederá a la elaboración de camas con o sin acolchado plásti co.
Surcos con 30 cm de alto.
Distancia entre surcos: 1.5 a 1.8 metros
Distancia entre plantas: 45 a 60 centí metros

PRODUCCIÓN DE PLÁNTULA Y TRASPLANTE

Una vez seleccionada la variedad, se recomienda producir plántula y trasplantar en


lugar de realizar la siembra de forma directa. Para la producción de plántula, se uti lizan
bandejas especiales de unas 220 celdas. Se debe uti lizar sustrato especial para
germinación, ya que nos aseguramos de que está libre de patógenos y posee las
cualidades ideales para promover la germinación.
Es recomendable regar ligeramente el almácigo antes de la siembra, para evitar que la plántula se
deshidrate. Al momento del trasplante, se debe aplicar en el punto de siembra algún producto
granulado como carbofurán o clorpirifós, para controlar nematodos e insectos cortadores como el
joboto (Phyllophaga sp.). Otra opción es el combate microbiológico mediante aplicaciones de
Beauveria bassiana o Metarhizium anisopliae. Seguidamente, se incorpora fertilizante 10-30-10, se
tapa y se siembra la plántula al suelo.

El trasplante debe ser realizado sobre el suelo húmedo, en las primeras horas de la mañana o en la
tarde, para reducir el nivel de estrés en la planta. En unas 5 a 6 semanas las plántulas estarán
listas para ser trasplantadas (puede variar, según condiciones agroclimáticas) cuando desarrollen
de tres a cuatro hojas verdaderas. Es importante revisar que el sistema radical esté bien
desarrollado, y que las plántulas no tengan brotes fl orales.

INSTALACIÓN DE TUTORES

Los tutores son palos (puedes usar, por ejemplo, cañas) de alrededor de metro y medio de altura que
se instalan al lado de cada planta. Unos 15 o 20 días después del trasplante, sujetaremos cada
tomatera a su tutor, siempre por debajo de cada rama floral. Este procedimiento es necesario en
todos los casos, pues las tomateras pueden llegar a crecer hasta más de dos metros, y sin un tutor
que las soporten, no podrán crecer correctamente y, por consiguiente, no nos darán buenos tomates.

PODA

Es conveniente llevarla a cabo entre mayo y julio, y siempre deberemos realizar las sucesivas podas
cortando por encima de las ramas florales. Es importante señalar que no será necesario podar las
variedades de porte definido, es decir, las que tienen un crecimiento limitado.
MANEJO INTEGRADO DEL CULTIVO

Eliminación de rastrojos de cosecha: Desechar de los terrenos aquellos tejidos vegetales en


descomposición que son reservorios potenciales de insectos y enfermedades. Realizar su recolección
y enterrar en fosa en el campo.

Barreras vivas: Hileras de plantas perennes y de crecimiento denso dispuestas con determinado
distanciamiento, que tienen como función controlar el ingreso de plagas a las parcelas, reducción de
escorrentía y viento, entre otras funciones.

Curvas de nivel: Se recomienda en terrenos de ladera para evitar la erosión del suelo.

Combate de malezas: Eliminación de arvenses aledañas o dentro del cultivo, que puedan albergar
insectos plaga y compitan por nutrientes, agua y luminosidad.

Policultivos: Intercalar cultivos pertenecientes a diferente familia en un mismo terreno.

Rotación de cultivos: En un mismo terreno, alternar ciclos de siembras con cultivos de diferente
familia.

Uso de agroquímicos registrados: Utilizar solamente aquellos agroquímicos inscritos en el Servicio


Fitosanitario del Estado (SFE) para el cultivo de tomate, y en las dosis recomendadas, según casa
comercial.

Uso de trampas para el manejo de plagas: Es recomendado el uso de trampas pegajosas amarillas
para control de mosca blanca, y trampas de feromona, para la captura de adultos cogolleros del
tomate (Tuta absoluta). Las feromonas son colocadas en campo, preferiblemente en las partes
externas de la siembra.

MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES.


COSECHA

Las labores de cosecha se realizan manualmente, es decisión del productor cosechar con pedúnculo o
sin él. Los frutos deben ser depositados cuidadosamente en baldes y otros recipientes poco
profundos para evitar daños por compresión. Se debe realizar una selección y eliminación de frutos
con daños evidentes de plagas y enfermedades y daños mecánicos o fisiológicos como deformidades,
grietas, quemas de sol o, maduración no uniforme. Estas variedades pueden ser comercializadas en
recipientes plásticos con agujeros; el grado de cosecha ideal es cuando el fruto se encuentre rojo, en
una proporción mayor al 60 % pero menor al 90 % (grado 5), pues al estar muy maduro los frutos se
dañan.

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