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TEMA 07: SOCIOLOGÍA JURÍDICA

La presencia de lo social en la vida humana es una realidad innegable. Si el


individualismo, en una larga evolución que fué desde lo religioso y filosófico
incluyendo lo económico y político, como subconjuntos de lo social, dominó la
época que nos precede, hoy se halla en bancarrota. Los pueblos se enojan al oír
hablar de intereses individuales y las doctrinas en boga llevan tan lejos su tendencia
social que a veces menosprecian legítimos derechos de la persona humana. Por
ello mismo, la inquietud de los mejores espíritus se orienta a buscar el equilibrio que
salve los atributos personales del hombre sin desconocer los otrora vulnerados
fueros de la sociedad.

Ya no se acepta la concepción “inter-individual” de las relaciones humanas. Los


hombres no pueden verse ya como unidades aisladas, vinculadas únicamente en
la medida en que a través del contrato quisieran limitar la autonomía de su
voluntad, sin consideración al grupo social dentro del cual viven y actúan. La
sociedad o mejor dicho, las sociedades dentro de las cuales se desarrolla la vida
humana han impuesto el reconocimiento de su existencia real, de sus propias
necesidades y exigencias, que exceden a un mero conflicto de intereses entre los
individuos.

Con palabras de Georges Gurvitch, tanto el “individuo aislado en pequeño”, sujeto


del Derecho Privado Tradicional, que se centra en la unidad hombre, como el
“individuo aislado en grande”, absorbente y negadora de las otras formas sociales,
sujeto del Derecho Público, que ha sido el Estado, en la concepción tradicional, el
individualismo esta en quiebra.

Se impone, pues, lo social, en todas partes y en los más variados asuntos. A veces
con exceso, ya que la historia no escapa a la consabida ley de que la reacción es
igual a la acción con signo contrario. Pero aun oponiendo reserva a los excesos,
esto no puede desvirtuar el hecho de quien no admita y sienta o social como una
realidad imperiosa será incapaz de comprender la vida de nuestra época. Por lo
mismo no debe extrañar que la sociología propugnada por Augusto Comte siga
abriéndose paso en la vida científica como expresión de la necesidad de conocer
e interpretar la realidad social.

La noción de vida social ha sido objeto de muchos y diversos pronunciamientos por


parte de estudiosos, que desde épocas remotas hasta nuestros días han laborado
en el campo propio de las ciencias sociales.

Al efecto, muchas aseveraciones se han emitido desde considerar este fenómeno


como la respuesta a un imperativo divino, hasta estimarlo como el resultado de un
instinto de sociabilidad, pasando por la creencia de que responde a una simple
manera de obrar humano con fines estrictamente utilitarios, o que es una especie
de sistema familiar en grande.

En este orden de ideas, es muy interesante lo que dice Recasens Siches cuando
expone: “por sorprendente que parezca, es un hecho que durante casi un siglo, la
mayor parte de los más famosos libros de Sociología no nos han dicho nada claro
sobre que es la sociedad, ni siquiera en ellos se han intentado un poco en serio
poner en claro los fenómenos elementales en que el hecho social consiste” y en
este sentido similar se expresan otros autores, entre ellos alguno no estrictamente
sociólogo, como es Ortega y Gaset.

A tenor de lo expuesto por Orgaz, unos autores han identificado el concepto de


vida social con nociones tales como “humanidad”, “estado”, “pueblo” o “nación”
y otros han creído percibir la existencia de vida social simplemente cuando
determinados individuos se sienten recíprocamente influidos o unidos para realizar
un fin.

En este sentido, Llovera estima que la sociedad está integrada por la reunión de
muchos hombres que procuran el logro del bien común querido por todos. Poviña
cree que la sociedad en sentido más bien lato, es la reunión de individuos que
obran conjunto, en vista del bien común.

En el Diccionario de Sociología dirigido por Henry Prat Fairchild se define el termino


sociedad como “grupo de seres humanos que cooperan en la realización de varios
de sus intereses principales”.

De todo lo expuesto podríamos concluir que, en sentido general, la vida social


estaría integrada por una serie de actividades realizadas por los hombres en
sociedad y tendientes a procurarse beneficios colectivos, en términos de
cooperación y confianza colectiva, es decir en virtud a la conformación del capital
social.

Sin embargo, tal consideración no satisface plenamente nuestra aspiración de


obtener un concepto siquiera medianamente cabal de lo que la vida social debe
significar para nuestro estudio, orientado en forma socio-jurídica. Por ello, nos
vemos precisados a indagar un poco más en el asunto.

Veamos, según Recasens Siches, si bien es cierto que la vida social constituye algo
que les acontece a los hombres y que éstos hacen, de tal manera que la misma no
es más que una forma de vida humana, también lo es que ella no está constituida
simplemente por un tejido de las vidas individuales. En efecto, cuando los hombres
actúan como miembros de una colectividad no viven su auténtica vida individual,
sino formas especiales de vida objetivada, o sea, formas de vida colectiva, que se
pueden distinguir perfectamente de las formas de vida propia e individual.
Existe en la vida social algo más que las puras relaciones interindividuales; algo que
hace posible que la actuación de los hombres se efectúe de la manera más
conveniente para los propios asociados y que va a redundar inmediata o
mediatamente en un mejor desenvolvimiento de esa manera de actuar humana.

Ese algo de qué hablamos está dado, en el sentir de Rene Maunier, por la existencia
de ciertas reglas, costumbres o leyes que son reconocidas por los hombres y en
base a las cuales se yergue una autoridad. La vida social, de acuerdo con Maunier,
no podría darse sin la existencia de un poder, de una autoridad, que con sus
dictados contribuye en mucho a hacer homogénea y durable esa forma de vida.
Como quiera que esa autoridad se fundamenta en la existencia de ciertas reglas,
costumbres o leyes, habría que considerar como necesaria para la vida social la
presencia del Derecho pues en última instancia no son más que eso las reglas,
costumbres o leyes anotadas.

Para Raúl Orgaz la forma más perfecta de vida social comprende lo que ha dado
en llamar sociedad regulada dentro de la cual los individuos se hallan en relación
reciproca regulada por normas externas y coercitivas, cuya existencia diferencia a
ese tipo de grupo, de la llamada “sociedad no regulada” que no es más que la
simple y pura reunión de individuos relacionados recíprocamente, sin sometimiento
a la acción reguladora de normas externas y obligatorias.

En el sentir de Sorokin, las normas externo-obligatorias de que nos hablara Orgaz,


vendrían a ser reglas de carácter jurídico, dadas por la propia sociedad para
controlar la conducta humana. La presencia de estas reglas jurídicas constituiría la
característica central de un grupo verdaderamente organizado.

Con base a los criterios anteriormente señalados nos atrevemos a opinar que la
vida social es una forma societal (colectiva) de vida humana, tendiente a la
satisfacción de necesidades colectivas, e individuales primordiales, duradera y
existente bajo el imperio del derecho. Comprende aquel cúmulo de actividades
realizadas por los hombres como entes sociales, es decir, como miembros
actuantes de una determinada sociedad, para el logro de beneficios recíprocos,
sometiendo la conducta de aquellos miembros a un control de franco matriz
jurídico.

Sociedad

Ahora bien, vamos en este punto a definir a “La Sociedad”, y lo haremos con la
ayuda de J. Fichter, en su libro “Sociología”; afirmando de antemano que el
hombre es un ser social, inmerso en la sociedad desde que nace hasta que muere.
Para Fichter la Sociedad “es una colectividad organizada de personas que viven
juntas en un territorio común, cooperan en grupos para satisfacer sus necesidades
sociales básicas, adoptan una cultura común y funcionan como una unidad social
distinta”.

De la anterior definición vamos a extraer algunas características, que nos serán


útiles y claves para una mayor comprensión al respecto:

1. Las personas de una sociedad constituyen una unidad demográfica, es


decir, pueden considerarse como una población total.
2. La Sociedad existe dentro de una zona geográfica común.
3. La Sociedad está constituida por grandes grupos que se diferencian entre sí
por su función social.
4. La Sociedad se compone de personas que tienen una cultura semejante.

El Derecho y las necesidades en la Sociedad

Dentro de toda Sociedad se presentan una serie de problemas de carácter


colectivo que, por ser de tal naturaleza, no pueden ser solucionados a cabalidad
de forma individual.

Muchos de estos problemas son en su origen de tipo personal, pero se hacen de


carácter eminentemente social cuando se suman, se superponen o aglutinan de
tal manera que su resolución requiere del aporte mancomunado de las voluntades
que integran el todo social y esto solo puede lograrse a través del derecho, que
procura cumplir tal objetivo de la manera más armoniosa posible.

Dentro de esa realidad y como parte integrante de ella se desenvuelve la realidad


jurídica. El Derecho es un fenómeno social. Es una forma de conducta que rige la
actividad de hombres pertenecientes a una sociedad dada. Fuera de la sociedad
no existe, ni podría concebirse, a diferencia de la Religión y de la Ética, ya que estas
formas normativas subsisten aun dentro de un plano individual. La vida social es
además, el principio del objeto del Derecho; ya que, si en último término la
sociedad tiene como fin el mejoramiento y progreso del hombre, el Derecho
coadyuva a ese fin inmediato de asegurar y mejorar, sirviendo a la justicia, la vida
y el progreso de la sociedad.

Carácter Social del Derecho

El carácter social del Derecho se manifiesta en un doble sentido: en sentido activo,


Como Factor Social, el Derecho modifica y transforma muchos aspectos de la
realidad colectiva y asegura entre los asociados la pacífica convivencia. Y en
sentido pasivo, Como Producto Social que es, aunque solo en parte, influido por los
hechos sociales a los cuales debe aplicarse.

De allí que en la Sociedad encuentre el Derecho de su ambiente; de allí que cada


forma social, y no solamente el Estado, exija (y a veces produzca) su propio
derecho; de allí que el Derecho se transforma de manera incesante con las nuevas
necesidades y aspectos de nuevas sociedades, si bien llevando siempre como
aspiración y razón de ser la realización de la justicia.

Afirmado el carácter social del Derecho y tomada en cuenta la complejidad de la


vida social, afirmamos que pocos escapan de la regulación del Derecho y todos
influyen en su formulación, Durkheim expresó que el Derecho de un pueblo es “el
símbolo visible de la solidaridad social”.
Así, la familia, primera forma de vida social, es regulada y existe una tendencia
jurídica a su protección, por ello las instituciones del Derecho de Familia; El
Matrimonio, El Parentesco, La Filiación y el Divorcio.

En lo concerniente a las relaciones económicas, todas las normas jurídicas relativas


a la Propiedad y a los Contratos, relaciones laborales, regulación del Comercio,
Derecho Civil Bienes, son algunas de las normas jurídicas de relación más directa
con los hechos económicos.

Igualmente, entre el Estado y el Derecho; el Estado debe ofrecer al Derecho el


apoyo indispensable para su cumplimiento y el Derecho a su vez, regula los órganos
del Estado y sus servicios públicos a través del Derecho Constitucional y del Derecho
Administrativo.

Los hechos internacionales, también son objeto de regulación del Derecho; una de
los rasgos característicos de la sociedad actual es el creciente vínculo entre los
diversos pueblos. Hoy el Derecho Internacional se hace cada vez más extenso y
complejo, y no faltan a cada momento las más complicadas situaciones regidas
por el Derecho Internacional Privado, derivadas del intercambio de personas y de
bienes entre las remotas tierras.

La Cultura es también objeto de regulaciones jurídicas. Lenguaje, educación son


en gran parte regidos por el Derecho. La cultura, el adelanto de la ciencia y el arte,
las creencias colectivas constituyen un venero inagotable, marcan huella indeleble
en la fisonomía jurídica de un país.

Además de los aspectos mencionados debe añadirse que las anomalías sociales,
esos hechos irregulares pero inevitables que constantemente se realizan en las
sociedades, abren también ancho campo a la acción del Derecho.

En resumen, aseveramos que el Derecho, a la vez factor social y producto de la


vida social en general, influye y es influido concretamente por cada uno de los
diversos fenómenos sociales. No puede modificarse la economía, la religión o la
cultura de un pueblo, sin que se modifique su Derecho. Al mismo tiempo, no puede
cambiarse la estructura jurídica de una sociedad cualquiera, sin que ese cambio
provoque mutaciones en los distintos y variados aspectos de la vida colectiva.

Lecturas relacionadas y complementarias.

http://www.laultimaratio.com/24-introduccion-al-derecho/117-cual-es-la-
importancia-del-derecho-en-la-vida-social-del-hombre-apuntes

https://elderechoymisapuntes.blogspot.com/2016/07/el-derecho-en-la-vida-
social.html

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