Se entiende por Terapia Combinada la aplicación de ultrasonidos en combinación
con otra corriente electroterápica. Por terapia ultrasónica se entiende a todo tratamiento fisioterápico mediante la aplicación de vibraciones mecánicas con una frecuencia superior a 20 KHz., siendo las más usadas en el tratamiento las que oscilan entre 0,7 a 3 MHz. Observaciones
La Terapia Combinada puede ser utilizada de dos diferentes formas: Para
Diagnóstico Para Terapia En el primero se suele utilizar a 0,5 W/Cm2, de forma continua solemos utilizar una corriente diadinámica (como una DF), o una corriente interferencial con una AMF de 100 Hz, con un método bipolar. En caso de aplicación terapéutica utilizaremos una corriente para obtener los resultados que pueden sumar entre ambas modalidades de tratamiento. Objetivos
Como ya hemos mencionado, se puede utilizar con fines
terapéuticos o diagnósticos, buscando puntos de aplicación profundos, que deben de mostrar un aumento marcado de la sensibilidad.
Una vez localizado el punto o los puntos de aplicación, se
administrará con el método semiestacionario. Intervención
Utilizaremos el método semiestacionario como ya hemos
mencionado, la duración de tratamiento por punto oscila entre los 5-10 minutos. En el método diagnóstico utilizamos el ultrasonido con una intensidad de 0,5 W/Cm2, de forma continua, y colocando el electrodo indiferente opuesto al activo. Habilidades
Muy útil en la utilización de artropatías degenerativas,
El electrodo indiferente se conecta al ánodo (+), y en el
cátodo (-) el cabezal del ultrasonido. La intensidad debe de ajustarse a una percepción subliminal. En la aplicación terapéutica si la excitabilidad ha disminuido se entiende que hemos obtenido el efecto terapéutico. Evitar
La cavitación, la reflexión en tejidos, las quemaduras, ya que
el calor intenso coagula las proteínas, destruyendo los tejidos, que se suelen producir por sobredosificación, debemos de recordar que la intensidad es inversamente proporcional a la agudeza de la patología. Vigilancia en los casos de necrosis tisular, por aumento del metabolismo en tejidos mal irrigados. Las contraindicaciones más relevantes son, prótesis e implantaciones metálicas, marcapasos, trastornos vasculares o hematológicos (flebitis, trombosis, etc.) y de coagulación, tumores, pérdidas de sensibilidad cutánea (hipoestesia), infecciones e inflamaciones agudas (tras 24 h.), útero gestante, tuberculosis, artritis reumatoide. Sobre placas epifisiarias, sobre implantes mamarios. Las contraindicaciones relativas o precauciones en pacientes a tener en cuenta son los pacientes hemofílicos y con tratamientos anticoagulantes, por el riesgo de hemorragias, tras laminectomías, inflamaciones sépticas, sobre una fractura y Diabetes Mellitus.