INQUISICIÓN
JUAN ANTONIO GARCÍA
VILLA
Algunos críticos afirman que la Inquisición trató con mucha benevolencia a El
Quijote. Ello a pesar de que según otros, como el anteriormente mencionado
Ludovic Osterc, Cervantes en la novela hace mofa, se burla de la Inquisición.
Por cuanto hace a la Inquisición española, ésta sólo mandó borrar una veintena de
palabras a la II Parte de El Quijote, lo cual hizo ya en la edición valenciana de 1616,
es decir, el año siguiente al de la publicación de la edición Príncipe de la segunda
mitad de la novela, que como se sabe vio la luz el año de 1615.
¿Por qué lo hizo? ¿Cuál es la gravedad que encierran las palabras borradas? Desde
el punto de vista teológico el tema –imposible de abordar aquí- es muy interesante.
Con el título de “Cervantes y la Inquisición”, en 1930 el erudito español Américo
Castro publicó un ensayo en el que hace un exhaustivo análisis de las razones
doctrinales que provocaron que la Inquisición censurara esta frase.
Por cierto, no deja de sorprender que antes de entrar al estudio del tema Américo
Castro, que desde luego nada tenía de clerical, haya escrito lo siguiente: “La
Inquisición –dice- no procedía nunca caprichosamente. Para nuestro pensar actual
puede haber en sus decisiones estrechez de mente, violencia e incluso fanatismo
bárbaro, mas no ciega arbitrariedad”. (85)