8.1. Argumentación.
Pero, también, en razón a su formación jurídica. Ya, en 1906 se había doctorado en derecho.
Asimismo, su compleja personalidad, remite a auscultar el sentido que adquieren sus escritos.
Ahora bien, como quiera que este escrito se sitúe en la opción de aislar de la totalidad de la
obra, su aspecto vinculado con la teoría jurídica; es apenas obvio un grado de dificultad. Por lo
mismo que lo kafkiano, se entiende como una construcción literaria que refleja lo humano, no
como simple sumatoria de opciones de vida, sino que esas opciones de vida se reflejan de
manera tal que adquieren un perfil, a veces absurdo. Pero, de todas maneras, enfatizando
sobre un lenguaje que traduce que puede ser interpretado a partir de las herramientas que
brinda la semiología, en lo que esta tiene de posibilidad para entender mensajes, a partir de un
contenido como el kafkiano.
Por esto mismo, aislar lo jurídico en “El proceso”, es tan difícil como aislar lo psíquico en el
contexto de “La metamorfosis”. A lo que remito, entonces, es a establecer un punto de
comienzo, a partir del significado que adquiere la teoría del derecho, como derivación de la
noción de poder y de sujeción a unos determinados principios filosóficos.
“…En su Sociología de la religión, Max Weber, expone la estrecha relación que existió en el
antiguo Israel entre el sacerdote y este Dios legislador. En realidad, la fe se ha alimentado de
esta posición del sacerdote como intérprete de la ley.
Con menos frecuencia se ha observado cuán extraordinariamente poderosa ha sido la influencia
de estos conceptos religiosos sobre el concepto occidental del derecho, y en cuán gran medida
siguen conformándolo...”1
Lo del señor K, convoca a una reflexión de largo aliento. Ya había dicho arriba que toda
interpretación está vinculada con su compleja personalidad. Además, desde una perspectiva
totalizadora, podríamos decir que Kafka, utilizó en “El Proceso”, un acumulado de
conocimientos y de análisis acerca del comportamiento humano y de su propio quehacer como
sujeto.
En suma, propongo una expresión teórica y conceptual así: Lo jurídico, constituye un logro
instrumental, en el proceso de desarrollo de la humanidad. Un logro, derivado de la noción de
sociedad. Ya, en los rituales relacionados con el poder; en los cuales se define un tipo de
subyugación del sujeto individual.
Este tipo de alusión, efectuada por Hesíodo, en el sentido de que los humanos dependemos de
la voluntad de los dioses y de que somos sujetos condicionados por sus designios; está
presente en otras opciones vinculadas con la necesidad de trascendernos y de encontrar
referentes de moralidad, justicia y de temor ante las circunstancias que nos rodean y que
pueden incitarnos a realizar acciones en contra de la prolongación de la vida, reflejada en los
1
C.J., Friedrich, “La filosofía del derecho”. Colección Fondo de Cultura Económica, páginas 21-22
3
humanos. Tal es el caso de la opción Cristiana Católica, la cual no comparto. Para precisar mi
construcción lógico-conceptual relacionada con este texto; cito la palabra de Dios en el Génesis.
“…Vuelto a la mujer le dijo: ‘Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con todo dolor parirás tus
hijos y, no obstante, tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará ‘.
Al hombre le dijo: ‘Porque has seguido la voz de tu mujer y porque has comido del árbol del
que te había prohibido comer, maldita se la tierra por tu culpa. Con trabajo sacarás de ella tu
alimento todo el tiempo de tu vida. Ella te dará espinas y cardos y comerás la hierba de los
campos. Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella
fuiste tomado, ya que polvo eres y en polvo te has de convertir…” 2
Las coincidencias en los textos, nos remiten a entender una dinámica interior que convoca a los
humanos a relativizar su presencia y su existencia física en la Tierra. En el caso particular de lo
expuesto por Hesíodo, estas coincidencias conducen a precisar la razón de ser de su
indagación, de su búsqueda. Con las limitaciones y diferencias propias de la diferenciación en
las opciones; es posible establecer nexos, más allá del origen y expresión de esas opciones.
De lo que se trata, en consecuencia, es de precisar en esas coincidencias la tipificación de un
hilo conductor en el camino hacia esa necesidad de trascenderse y de referirse a una divinidad,
por fuera de la existencia física y, a partir de allí, construir un escenario de integralidad que
domine y oriente nuestro comportamiento individual y social.
Queda claro, entonces, en mi opinión, una línea de interpretación que refiere a la angustia que
ha recorrido a la humanidad. Su presencia en la Tierra, ha estado cruzada por vicisitudes
asociadas a su sentimiento de culpa. Culpa originada en la incapacidad de percibir los alcances
de sus acciones en relación con la divinidad. Con un ser supremo que lo trasciende. Pero que,
al mismo tiempo, puede ser su guía en el camino hacia la superación de esa angustia.
Otro de los retos asumidos por Hesíodo, en esta obra, está relacionado con la interpretación de
la diferenciación entre los hombres. Esto, en la perspectiva de entender y construir una opción
para identificar el origen de la diversidad. Aquí, también, se pueden identificar coincidencias; si
se mira desde la visión inherente (en el caso de mi opción religiosa) a lo sucedido a partir de
Babel.
Si bien, en la misma perspectiva básica vinculada con el nexo entre los humanos y el ser o los
seres trascendentes; incluyendo ya la connotación que adquiere la tipificación de diversidad
como diferenciación racial. Y aquí entra a desempeñar un rol especial, aspectos como si esa
diversidad involucra a la existencia de una división entre los seres humanos. En términos de
seres mejor dotados y seres menos dotados.
Es toda una construcción lineal, pero contradictoria; al menos en términos del sentido que
adquiere el tránsito de cada raza por la Tierra. Es ahí, en mi opinión, en donde reside la fuerza
del relato de Hesíodo, al momento de sustentar su visión de integralidad en el quehacer de la
humanidad y de su relación con los dioses.
2
La Santa Biblia, Ediciones Paulinas, diciembre 12 de 1984, Génesis 3, 10; página 12.
4
La situación del señor K., desde una perspectiva de los derechos inalienables de un sujeto ante
la justicia; tiene que cotejarse con respecto a un determinado referente. Esto supone la
existencia de un hilo conductor no universal. Porque, en el caso de las construcciones jurídicas
y constitucionales, los códigos y reglamentaciones se erigen como atados a conceptos diversos.
Pero, de todas maneras, la promulgación de los Derechos Humanos, constituye un esfuerzo por
alcanzar una textura universal que debe ser acogida por los diferentes regímenes;
independientemente de las particularidades instrumentales asumidas para la aplicación de
justicia.
En este caso, mi referente puede ser la Constitución Política que nos rige y las
reglamentaciones subsidiarias, como el Código Penal y el Código de Procedimiento Penal en
nuestro país.
En materia penal, le ley permisiva, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la
restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado
judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un
abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido
proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se
alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por
el mismo hecho.
Desde ese primer momento se ve inmerso en una situación que no comprende. Algo que será
lugar común durante todas las gestiones inherentes a ese hecho inicial. Porque, en el
transcurso del tiempo y en relación con el mismo, nunca pudo entender. Para el señor K., todo
se desenvuelve de tal manera que le es incoherente. Nunca supo de la tipificación de la
acusación en su contra. Como un ovillo imposible de desatar. Sus preguntas y sus
averiguaciones quedaban ancladas en el desconocimiento. Porque la imagen de la justicia era
algo así como la abstracción absoluta. No veía con claridad los recursos del sistema. Lo judicial
era, así expresado, una figura imposible de descifrar.
El principio de la ilustración y del tipo de incoación vinculados con su caso, lo lleva a cierta
desesperación e incredulidad. Él no tiene (y no tiene por qué tenerla)una noción precisa de las
circunstancia que rodean su caso. Al menos desde el punto de vista de la aplicación de las
normas.
3
Constitución Política de Colombia. Edición Escuela Superior de Administración Pública. Tercera
Edición, 1992. Página 9.
4
“El proceso”, Pentágono editores, Bogotá D.C., sin fecha, página 7
5
9. La Constitución Política, las Leyes 1542 de 2012, El Código Penal (articulo 229)
Consagra la igualdad de derechos para hombres y mujeres. En términos taxativos expresa: “La
mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a
ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial
asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviera
desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de
familia”5
Además, el artículo 42, define los derechos de los y las integrantes de la familia; como
extensión y aplicación del concepto de equidad e igualdad. Veamos: Articulo 42: “La familia es
el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la
decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable
de conformarla...........
Sin embargo, a pesar de contar con estos referentes normativos, se mantienen actitudes y
posiciones que vulneran la libertad de las mujeres. En lo cotidiano, continúan atadas a
expresiones que traducen sumisión. Tal parece que pueden más los acumulados éticos, morales
y políticos tradicionales. En otras palabras, expresiones culturales en las cuales la noción de
familia tradicional, remite a entender a las mujeres como sujetos vinculadas a las decisiones de
los hombres.
Además, el artículo 42, define los derechos de los y las integrantes de la familia; como
extensión y aplicación del concepto de equidad e igualdad. Veamos: Articulo 42: “La familia es
el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la
decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable
de conformarla...........
5
Constitución Política de Colombia de 1991, ESAP – Centro de Publicaciones, Tercera edición diciembre
1992, página 14.
6
Ibíd.., página 13
7
Constitución Politica de Colombia de 1991, ESAP – Centro de Publicaciones, Tercera edición diciembre
1992, página 14.
6
Sin embargo, a pesar de contar con estos referentes normativos, se mantienen actitudes y
posiciones que vulneran la libertad de las mujeres. En lo cotidiano, continúan atadas a
expresiones que traducen sumisión. Tal parece que pueden más los acumulados éticos, morales
y políticos tradicionales. En otras palabras, expresiones culturales en las cuales la noción de
familia tradicional, remite a entender a las mujeres como sujetos vinculadas a las decisiones de
los hombres.
Preciso mi expresión, en concordancia con el espíritu de cuerpo como sociedad integrada por
hombres y mujeres con unas opciones de vida diferenciadas. En donde la heterogeneidad
permite expresiones y realizaciones diversas. Pero, asimismo, tenemos referentes que nos
hacen partícipes de ideales comunes. Por lo tanto somos parte del proceso compromete a la
humanidad en su conjunto y a nosotros y nosotras en particular. Aceptar ese reto, requiere de
conocimientos que nos permitan identificar, a cada paso, los compromisos y la prioridades.
En principio cabe destacar que mi reflexión, conduce a destacar un insumo punible; en lo que
hace con la desincronía entre lo expuesto en la Constitución Política, en su artículo 43. Y lo que,
en la práctica se venía dando. En la Ley 1542, de hecho, se modifica el artículo 906 de 2004. En
lo concerniente a implicar un todo como cuerpo punible. Dando lugar a precisiones teóricas
taxativas.
La norma precisa acerca de la noción de violencia en contra de las mujeres. Por la vía de
asumir, de hecho, lo consignado en la Constitución Política, como posición efectiva del Estado
para criminalizar ese tipo de ejercicio. Además, ubica las modificaciones necesarias en términos
del Derecho Penal. Veamos:”…La presente Ley tiene por objeto garantizar la protección y
diligencia de las autoridades en la investigación de los presuntos delitos de los presuntos
derechos de violencia contra la mujer y eliminar el carácter de querellables y desistibles de los
delitos de violencia intrafamiliar e inasistencia alimentaria, tipificados en los artículos 229 y 233
del Código Penal.
Queda claro, entonces, que apenas iniciamos un recorrido lleno de dificultades. Esto porque,
como podemos advertir se trata de ir identificando y empoderando, tanto a las mujeres como a
la sociedad en general, en términos de romper las tradiciones que está enquistadas y que, hoy
por hoy, constituyen el soporte de la violencia contra las mujeres.
En esto es fundamental la asunción de plena vigencia por parte del poder judicial, del rol
correspondiente. Algo así como entender que es un paso a paso que puede derivar en
contradicciones manifiestas, Inclusive, derrotando la laxitud con que, en muchos casos, se
procede.
8
Ibíd.., página 13
7
En la intención de alcanzar una visión integral de la situación en que se encuentran las mujeres,
los niños y las niñas; es conveniente presentar algunos elementos que nos permitan precisar el
contexto internacional. De tal manera será posible referenciar aspectos conducentes a
esclarecer lo que podríamos señalar como la universalización de un conflicto que convoca al
análisis y a entender su complejidad.
CONCLUSIONES
Este trabajo tuvo como objetivo general identificar los factores psicológicos y sociales
asociados a la violencia intrafamiliar, a través del ciclo vital en adultos sindicados y condenados
por este delito, los supuestos a través de los cuales jira la investigación corresponden a que la
violencia intrafamiliar es generada por raíces socioculturales, por una condición ancestral de
aprendizaje en la resolución de conflicto y por las características psicosociales de los individuos.
Al respecto es primordial establecer que la familia este espacio social se convierte en el lugar
propicio para manejar el poder que conecta al individuo con el mundo que lo rodea, sin
embargo dicha conexión depende fundamentalmente del estilo funcional de la pareja. En este
orden de ideas el factor comunicación se podría denominar como de vital importancia en la
presentación de comportamientos violentos, es así, como el estilo persuasivo predomina,
circunstancia que se ejemplifica a través de los insultos, amenazas y chantajes generados al
interior del grupo familiar, como mecanismos para cambiar la actitud y conducta de los más
cercanos.
Por otra parte, el manejo del poder al interior del núcleo familiar es un aspecto tan o más
importante que la comunicación, reflejo de esta afirmación lo constituyen las diferentes
manifestaciones de agresividad utilizadas como una estrategia para establecer quién y en qué
momento se tiene el poder.
Esto no implica el desarrollo de una tolerancia, sino que por el contrario ejemplifica el déficit
comunicacional que posee como primer caso para la resolución del conflicto lo que genera o
dispara, lo que se denomina el ciclo de violencia.
De otra parte es importante mencionar cuales son los factores que facilitan el asumir los roles
de la pareja penal (víctima, victimario), encontrándose en primer lugar la promiscuidad y por
ende la generación de relaciones alternas al grupo familiar, como uno de los factores de mayor
peso.
8
A nivel de hogar los bajos ingresos y los problemas laborales, se reconocen como
predisponentes, debido a la inestabilidad de los trabajos y a los escasos recursos económicos.
De igual forma se logra establecer que a mayor arraigo de autoritarismo las consecuencias
superan el maltrato físico llegando a niveles insospechados de violencia intrafamiliar, a tal punto
que generan la apertura de un proceso legal.
En cuanto al aspecto social la investigación plantea que los sujetos violentos son personas que
en la calle adoptan conductas adecuadas; en este mismo orden de ideas, se diferencia de los
violentos en general, quienes utilizan la violencia como una forma aceptable de solucionar
cualquier tipo de problemas.
En cuanto al perfil de los sujetos objeto de estudio, se puede establecer que un maltratador es
una persona con algunos déficit en el proceso de socialización producto de los escasos modelos
adecuados que tuvo a su alrededor, de igual forma suelen ser poco asertivos con una
disminución de su auto estima que se visualiza en el transcurso de la presentación de la
violencia intrafamiliar, en cuanto a su estilo cognitivo, las creencias equivocas y distorsionadas
es una constante en los casos registrados, aunque los tópicos varié en la distorsión se convierte
en un común denominador del agresor.
Ciudad Juárez, la cuarta ciudad más grande de México, está ubicada inmediatamente al lado de
El Paso en la frontera con los Estados Unidos. Es la 'capital de las maquiladoras' debido a la
elevada cantidad de fábricas de propiedad extranjera para el procesamiento de artículos de
exportación. Las maquiladoras emplean una fuerza laboral mayoritariamente femenina y pagan
un salario diez veces menor que el mínimo en los Estados Unidos. Más de dos millones de
personas viven en la región a ambos lados de la frontera, muchas de ellas relacionadas por
consanguinidad, amistad, trabajo y consumo interdependientes. Durante la última década más
de 300 niñas y mujeres han sido asesinadas, un tercio de ellas violadas y mutiladas antes de
morir. La mayoría tenía entre 11 y 22 años de edad y antecedentes de medios económicos
extremadamente escasos. Cientos más de mujeres están desaparecidas. Los agentes de policía
actúan con impunidad, indiferentes a las familias de las víctimas.
9
La Coalición contra la Violencia hacia las Mujeres y las Familias en la Frontera de Estados
Unidos y México nació en el año 2001 luego de una reunión de solidaridad organizada por el
sector laboral en Juárez, en la cual la violencia contra las mujeres surgió como un tema
principal. Desde entonces, organizaciones y personas individuales de la Coalición han trabajado
a nivel binacional con el propósito de generar conciencia y cambiar las políticas. Algunas de
estas organizaciones también recaudan fondos para las familias de las víctimas. La Coalición
mantiene vínculos con redes y periodistas regionales, nacionales e internacionales.
Las conexiones globales-locales son más obvias en las fronteras internacionales. La realización
de campañas y la promoción y defensa de los derechos de las mujeres usualmente se ven
limitadas por interpretaciones que perciben los derechos de ciudadanía en términos de
soberanía nacional. Por lo tanto, la organización y colaboración a través de la frontera
enfrentan problemas cuando sus objetivos involucran la exigencia de reparaciones y protección
legales que están disponibles sólo bajo la legislación nacional.
Las ciudades de Juárez y El Paso están unidas por la cintura, el corazón y el alma. La mayoría
de sus residentes comparten una herencia mexicana. Las víctimas son en su mayoría
ciudadanas mexicanas, pero cuatro de ellas eran estadounidenses, una holandesa y otra
hondureña. Los malhechores - quizás enviados por las autoridades; tal vez protegidos por éstas
- visitan a las familias de las víctimas para intimidarlas a fin de que guarden silencio.
Este estudio de caso demuestra las re-creaciones feministas de la ciudadanía que la interpretan
como una membresía activa de diferentes grupos o comunidades - no sólo de la nación. Esas
comunidades pueden ser aquéllas que rebasan las fronteras nacionales debido a su ubicación, o
comunidades regionales y hasta globales, tales como las mujeres o las personas pobres. Esta
campaña persigue unir a la gente para que trabaje en nombre de un feminismo orientado por el
compromiso - un sentido de compromiso social y una obligación como ciudadanas y ciudadanos
de una o más de esas comunidades. Las y los integrantes de la Coalición son un grupo mixto:
activistas en derechos humanos, basados en la fe y laborales; docentes y estudiantes,
primordialmente de instituciones de educación superior, y personal que brinda consejería y
albergue a mujeres maltratadas. Son tanto 'de adentro' como 'de afuera'. Las personas de
adentro ocupan cargos estratégicos, como un empleo en el senado estatal, o bien son
profesoras y profesores con mayor acceso a tomadores de decisiones. En tanto, las personas de
afuera tienden a ser radicales con largas trayectorias en la organización de manifestaciones,
protestas y, en general, en 'hacer bulla'.
Las y los activistas simbolizan las muertes con cruces negras sobre fondos rosados, pintadas
sobre postes telefónicos, edificios, pancartas y pines que la gente usa. Las mujeres se visten de
luto en las protestas: mujeres de negro. Las actividades públicas atraen a muchas personas a
las plazas de los pueblos.
Las y los integrantes de la Coalición cultivan apoyos entre líderes, presentando resoluciones y
proclamaciones a los concejos del gobierno local para denunciar la violencia contra las mujeres.
Apoyan la cooperación binacional entre investigadores de la policía y agencias del sistema de
justicia criminal a fin de potenciar las investigaciones profesionales, compartir centros de
laboratorio y pruebas y utilizar líneas de pistas (líneas telefónicas que reciben reportes de
crímenes). En octubre del 2003, una delegación del Congreso de los Estados Unidos,
conformado primordialmente por representantes hispanas(os) y del Caucus de Mujeres, visitó la
frontera para reunirse con familiares de las víctimas, activistas, abogadas(os) y
funcionarias(os). La visita tuvo un efecto de onda. También se ha introducido legislación para
financiar una mayor cooperación binacional en las investigaciones y en actividades relacionadas
con la violencia contra las mujeres.
Queda mucho más por hacer. Invitamos a las y los lectores a involucrarse y adquirir más
conocimientos a través de la lectura de nuestro libro Fronteras No Más: Toward Social Justice at
the US-Mexico Border.
10
2.127 Violencia: Un abuso de poder. Por la salud de las mujeres y por la no violencia
(Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe)
En la actualidad, en la mayor parte de las sociedades es posible observar una legitimación cada
vez mayor del uso de la fuerza y la violencia para resolver conflictos, tanto en el ámbito privado
como público. Asimismo, los modelos que la cultura ensalza como los más exitosos
corresponden a los avasalladores, es decir, aquellos que no reparan en traspasar los límites de
la libertad y dignidad ajenas.
La violencia, que desde el derecho se define como el constreñimiento o coacción física ejercida
sobre una persona para modificar su voluntad obligándola a la ejecución de un acto
determinado sin su consentimiento y acuerdo, implica elementos constitutivos tales como el
poder, la dominación y el uso de la fuerza.
Por otra parte, persiste y se acrecienta una violencia estructural, es decir, aquella que surge de
la esencia misma de los sistemas políticos, económicos y sociales dominantes. Un claro ejemplo
es el neoliberalismo, que se sustenta en la sobreexplotación de millares de seres humanos para
el beneficio de unos pocos. Esto da lugar a la pobreza extrema y degradante, en oposición a
una riqueza ostentosa y obscena. Es decir, constituye una violencia que niega los beneficios del
desarrollo y el acceso a una vida digna a millones de personas que forman parte de una gran
masa de excluidos/as.
La violencia estructural, a su vez, "sirve de base a la violencia directa, porque influye en las
pautas de socialización que llevan a los individuos a aceptar o a infligir sufrimientos, según la
función social que desempeñen. La violencia abierta o directa se ejerce... mediante la agresión,
las armas y la fuerza física" (Larraín y Rodríguez, "Los orígenes y el control de la violencia
contra la mujer", 1993).
Pero la violencia contra las mujeres requiere de un abordaje diferenciado de forma tal que
permita dar cuenta y explicar por qué son agredidas y violentadas por el solo hecho de ser
mujeres. Efectivamente, la violencia de género, es aquella que está "vinculada a la desigual
distribución del poder y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres
en nuestra sociedad, que perpetúan la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo
masculino. Lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción, es
11
que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer" (Rico, Violencia de
género. Un problema de derechos humanos, 1996).
A partir de este enfoque se ha señalado que "la violencia contra la mujer surge, en parte, de un
sistema de relaciones de género que postula que los hombres son superiores a las mujeres. La
idea de la dominación masculina -incluso de las mujeres como propiedad del hombre- está
presente en la mayoría de las sociedades y se refleja en sus costumbres" (Heise, Pitanguy y
Germain, Violencia contra la mujer. La cara oculta de salud, 1994).
Otro hecho crucial fue el compromiso creciente de una serie de organismos internacionales, en
especial de Naciones Unidas, para abordar esta realidad a partir de su impacto en la salud
mental y física de las víctimas. El Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la OMS del año
2002 (http://www.who.int/violence_injury_prevention/) ofrece estadísticas dramáticas al
respecto:
Compromiso histórico
La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe desde sus inicios se ha
comprometido en el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres y desde 1996 ha
coordinado campañas regionales donde ha enfatizado, especialmente, las graves consecuencias
de la violencia de género en la salud física y psicológica de las mujeres. Para ello ha apoyado
pequeños proyectos presentados por organizaciones de mujeres que integran su membresía,
12
que a través de talleres, obras artísticas, foros, conversatorios, etc., intentan informar a la
comunidad de la grave extensión de las diversas formas de violencia que afectan a las mujeres,
y de su impacto en la salud física y mental de las víctimas.
1996. Por el Derecho a Vivir sin Violencia. Esta jornada contó con la participación
de 29 grupos de 12 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Perú, Puerto Rico).
El año 2003, lanzó una vez un Llamado a la Acción instando a los grupos a
monitorear la implementación de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer", Convención de
Belem do Pará, adoptada por aclamación en la Asamblea General de la Organización
13
Ø Contiene amplias definiciones de violencia contra las mujeres, y enfatiza que tanto el
Estado como las instituciones, las familias y las personas pueden ser perpetradores de
estos actos.
Ø Subraya que la violencia contra las mujeres es una violación a sus derechos
humanos.
Para acceder al texto completo de la Convención, utilice las siguientes páginas web:
http://www.iidh.ed.cr/IndexadorDocs/_PRIVATE/DEFAULT.ASP?pdocPub
=InstrumentosEsp
http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-61.html
Mayores informaciones
Adriana Gómez
Editora RSMLAC
agomez@reddesalud.org
http://www.reddesalud.org
Queremos terminar esta trascripción de relatos y textos, con un documento que nos
permite inferir la dimensión y complejidad que adquiere la acción en contra de las
condiciones de violencia y sometimiento en contra de las mujeres.
14
Fuente: COVAC
Lo que empezó como un esfuerzo aislado desde la sociedad civil organizada, en los años
setenta, hoy involucra el esfuerzo de miles de mexicanos convencidos de la importancia de
construir una sociedad democrática no sólo en el ámbito de lo público, sino, principalmente, en
la esfera de lo privado.
Se ha logrado transformar la opinión pública en el sentido de que las víctimas requieren de una
intervención de calidad en los servicios que como ciudadanos reclaman; la acción civil y la
decisión gubernamental han permitido la construcción de programas y servicios de orientación y
asistencia legal; unidades especializadas para la atención integral de los sobrevivientes;
agencias especializadas para la integración de los delitos asociados a la violencia de género;
programas de salud y educación; centros de servicios psico-emocionales y la construcción de un
sistema, incipiente aún, de albergues temporales para las víctimas más desprotegidas.
También aparecieron, por primera vez en el país, instrumentos legales para enfrentar la
violencia intrafamiliar. Se construyeron procedimientos administrativos para enfrentar el
conflicto a nivel de conciliación o amigable composición; se reformaron códigos civiles para
facultar a la autoridad jurisdiccional con medidas precautorias encaminadas a poner en
salvaguarda a la víctima, los hijos y para proteger el patrimonio familiar; se facultó al juez para
decretar restricción de movimiento al sujeto responsable de la violencia e impedirle acudir a
lugar determinado o para expulsarlo del hogar violento y; se legisló una nueva causal de
15
divorcio para los casos en los que se lograra acreditar la violencia intrafamiliar. Algunos códigos
penales reconocen como delito a la violencia en la familia e imponen penas al responsable.
La Asociación proporcionó por muchos años, de forma pionera y gratuita, servicios integrales
para los sobrevivientes de la violencia de género. El modelo de intervención con víctimas nació
sin otros referentes prácticos, se nutrió con el estudio y con la visión humanista de sus
integrantes. Los esfuerzos privados emprendidos en COVAC han servido de guía para que en
múltiples instituciones gubernamentales y en algunas privadas continúe esta imprescindible
labor. Lo mejor que le puede pasar a una ONG es que deje de tener razón para ocupar un
espacio que siempre ubicamos como temporal y como propio de la competencia
gubernamental. Los servicios públicos deben instalarse e institucionalizarse. Es cierto, requieren
de la vigilancia ciudadana, para alentar su mejora y evitar su degradación y su burocratización.
COVAC en sus años de labor, logró poner al servicio de estudiantes, investigadores, periodistas
y público en general un acervo bibliográfico, hemerográfico y de materiales diversos constituido
por más de 2500 volúmenes que nutrió el análisis y la reflexión sobre el tema. Su consulta
gratuita alimentó trabajos escolares, tesis, consultas internacionales, artículos de divulgación y
proyectos de iniciativas legales que hoy nutren el estado del arte en el tema. La Universidad
Autónoma de Ciudad Juárez es el recinto actual de dicha colección, desde ahí, continuará
sirviendo a los propósitos originales en una institución que lo conserva en una sección especial
de su biblioteca.
La capacitación fue nuestra principal arma para la comprensión del problema de la violencia de
género y la lucha por erradicarla. Los integrantes de la Asociación recorrimos en estos veinte
años el país, visitando comunidades rurales, universidades, organizaciones no
gubernamentales, activistas de los derechos humanos y funcionarios gubernamentales. Nuestro
modelo de capacitación se encuentra ampliamente difundido y reproducido en las experiencias
retomadas por estos actores. Hoy señalamos la necesidad de que se continúe con la educación
sobre el tema, como la más rica herramienta para dimensionarlo como un asunto relacionado
con la condición estructural que las mujeres mexicanas guardan; lejos estamos de pretender
limitar la capacitación a los aspectos técnicos exclusivamente.
Quizá la lista más larga, de este incipiente recuento, lo ocupen nuestros reconocimientos a las
personas e instituciones que contribuyeron para que estos veinte años pudiéramos dedicarnos a
luchar contra la violencia: por supuesto y en primerísimo lugar a las mujeres que confiaron en
nuestros servicios y nos confiaron asuntos íntimos y dolorosos, -todas ellas tienen rostro para
nosotros-; a las feministas, de donde provenimos; a Dulce María Pascual, guía y amiga que nos
acompañó en todo este proceso; a las organizaciones no gubernamentales; a nuestros
diferentes financiadores a lo largo de veinte años; a las instituciones gubernamentales; a las
instituciones académicas que nos apoyaron; a los periodistas solidarios; a la LIV legislatura, de
16
manera especial a las Diputadas; al Grupo Plural; a los amigos comprensivos y a los que no lo
fueron tanto y; a todos aquellos que nos cobijaron ¡¡¡Gracias!!!
Nos vamos a otras actividades que nuestro desarrollo personal y nuestra inteligencia reclaman;
más ricos y experimentados, seguros de volvernos a encontrar en otros espacios.
El combate a la violencia de género tiene más que ver con un enfoque de políticas
públicas integrales que con enunciarla como un problema en sí mismo. El carácter
multifactorial de este problema y el recurrente planteamiento de la dependencia
económica de las mujeres con respecto a su agresor, obligaría a establecer propuestas
y programas de gobierno ligados al sector laboral.
La violencia de género no se origina por el uso de drogas legales o ilegales, puede ser
facilitada por ellas pero tiene su principal causa en el lugar que ocupan los diferentes
en el modelo social y en la percepción que el sujeto violento tiene de sus víctimas.
La violencia contra las mujeres no podrá ser abatida o erradicada sin la transformación
de los hombres, bajo un modelo de Estado de Derecho que la sancione, pero que
también aliente dicha transformación, sin caer en el maniqueísmo o reduccionismo de
trabajar la masculinidad como un tema de sectores o grupos de hombres.
de la queja tiene que ser transformado por aquel que incorpore un programa de los
cambios necesarios para revertir tal condición. La lucha contra esta violencia específica
pasa hoy por empoderar a sus víctimas, no para que volteen la tortilla sino para que
dejen de ser víctimas rompiendo el ciclo de la violencia con la solidaridad humana y con
la política social.
COVAC aspiró a que sus esfuerzos singulares dejaran de serlo, siempre supimos que lo óptimo
no consistía en arraigarnos en el tejido social como institución, sino lograr que todos los actores
sociales, en la medida de sus respectivas competencias, enfrentaran la responsabilidad que les
corresponde en el combate a este problema de grandes costos sociales. Pensamos que hoy es
el momento de reconocerlo, nos constituimos con una visión transitoria de nuestra labor; lo que
iniciamos se ha multiplicado.
9.3.2.2 Colombia, Origen del ICBF, Políticas Públicas, hacia los plenos derechos de las mujeres, los niños
y las niñas.
Ahora bien, queda claro que no pretendemos efectuar abstracción de algunas políticas públicas
realizadas antes de la Constitución de 1991. Esto en razón a que es absolutamente necesario
referenciar algunos aspectos relacionados con decisiones gubernamentales y legislativas que
permitieron un cierto avance en el proceso de concretar acciones de protección a las mujeres, a
los niños y a las niñas. Este es el caso, a manera de ejemplo, de la creación del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar.
En el texto ya citado del profesor Eduardo Umaña Luna (“Estado y Familia”), encontramos
algunos referentes. Uno de ellos tiene que ver con la reivindicación del artículo 16 de los
Derechos Humanos.
Artículo 16 – 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de
disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el
matrimonio.
Por su parte, el artículo 113 del Código Civil preceptúa: El matrimonio es un contrato solemne
por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y auxiliarse
mutuamente.
Fácil es deducir cómo en la familia colombiana al tener su base en el matrimonio de los padres,
éste era el factor determinante de la legitimidad de los hijos, advirtiendo de una vez que ella no
reafecta por la presentación de vicio o de irregularidades que obligaran a una anulación
posterior del matrimonio.
Este aspecto fundamental como base de cualquier referencia sobre la protección socio jurídica
del menor de edad, en pueblos subdesarrollados, como es Colombia, lo traté inicialmente en La
Tramoya Colombiana (1988).
Para captar el contenido, proyecciones e importancia de los Derechos del Niño, hay que
considerar que el niño – como sujeto que exige protección familiar y social – debe ser
examinado en función del grupo primario (la familia) y, en segunda, de la comunidad. Al
seguirse sendero diferente se puede caer en el error de una abstracción simplemente, haciendo
nugatorio los análisis concretos (estructurales y coyunturales) desde los ángulos jurídicos,
sociales, económicos y políticos…”9
En desarrollo de esta línea de análisis, queda claro que el proceso evolutivo en cuanto la
aplicación efectiva de conceptos relacionados con los derechos de las mujeres, los niños y las
9
Umaña, L.Eduardo. Obra citada, pp.66-67.
19
Por medio de la Ley 51 de junio de 1981, el Congreso de Colombia aprobó el texto íntegro de la
citada Convención. Sin lugar a dudas, la Ley 51 de 1981 es la base de las normas de la familia,
de 1991.
Al analizar los considerandos del documento se observa el ánimo de obtener una real y
completa liberación de la mujer. El conocimiento y el posterior análisis de la Convención
muestra al preocupado por el problema de la mujer y, por ende, de la familia cómo va ganando
terreno la relación de ésta con el Estado...” 10
En lo que constituye una concreción importante, relacionada con las políticas públicas
encaminadas a precisar la intervención gubernamental; consideramos pertinente relacionar la
constitución del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (I.C.B.F.) y de otras instituciones.
Retomando la fuente dada por el texto del profesor Umaña Luna, podemos efectuar este
recorrido.
O sea, la conjunción de las tres ramas del Poder Público (Legislativa, Ejecutiva y
Judicial), aunadas para el esencial tratamiento de la problemática de la familia y su
incidencia en el régimen de los menores de edad.
10
Ibid, pp.72-73.
20
Ahora bien, como desarrollo de estas normas generales, las diferentes instancias
gubernamentales, a nivel nacional, departamental y municipal; realizan la planeación y
ejecución de políticas públicas que permiten una cobertura en términos de los
derechos de las mujeres, los niños y las niñas. Lo anterior se traduce en la
implementación de estrategias, programas y acciones encaminadas precisar esa
intervención.
Con arreglo a esta dinámica, tanto las instituciones del orden nacional, como también
las de los ordenes departamental y municipal, involucran decisiones vinculadas con los
Planes de Desarrollo. Así como también con la creación de instancias (ante todo a nivel
departamental y municipal) que se encargan de la ejecución operativa y de la
implementación de didácticas relacionadas con la difusión de los insumos conceptuales
que las soportan; entre la comunidad de beneficiarios (as).
Responder este interrogante es algo así como retomar el hilo conductor propuesto
arriba; cuando señalábamos los agregados culturales, políticos y religiosos ; que
ejercen como carga y como herencia que impiden la asunción de roles libertarios
efectivos. No solo por parte de los hombres; sino también por parte de diferentes
instituciones e instancias oficiales y privadas.
Al respecto, consideramos pertinente terminar con las palabras del profesor Eduardo
Umaña Luna en su nota de renuncia del cargo de Jefe de la Rama Técnica al Ministro
de Justicia, en abril de 1963.
“..El autor de este trabajo tuvo oportunidad – hace 35 años largos- de consignar
básicas apreciaciones al respecto que hasta el día de hoy, no han variado en esencia,
y, por el contrario algunas de han agravado. A continuación se transcriben algunas de
ellas, para resaltar la antigüedad de la magnitud del problema y sus delicadísimas
repercusiones en el presente y para el futuro del país:
11
Ibid, pp.79-80
21
Este gran pueblo espera nuevos equipos de dirigentes que, limpios de toda mancha del
pasado, afronten el cambio socio-económico que imponen los procesos de crecimiento
y de transformación del país. Como secuela inevitable, advienen las transformaciones
de las leyes sustantivas y de las procesales en los derechos públicos y privados dentro
del criterio del orden público económico que, quiérase o no, está desplazando el
tradicional del orden público político. Las fronteras, dentro de los distintos estamentos
de la comunidad se están marcando más y más cada día, por las fenomenologías
económicas. Ojalá estas fronteras no se transformen en verdaderos abismos y del
simple cambio evolutivo se irrumpa en el hecho revolucionario. Se ha querido
remendar la casa vieja, y este es el error.
12
Ibid, pp.81-82