Anda di halaman 1dari 4

EL NIÑO HÉROE

Nombre: Jara Xeidania Moreno Aróstega


Colegio: San Francisco Xavier Fe y Alegría
Grado: 8vo
Pseudónimo: Shaykie

Había una vez una comunidad llamada Las Perlas. Esta comunidad, debía su
nombre al que una vez fue un caudaloso rio, llamado Las Perlas. Sus habitantes
eran muy conocidos en los alrededores por ser muy agradables.

Aunque no les importaba mucho cuidar el medio ambiente. No se preocupaban por


mantener limpia su comunidad. Y el río, que antes fue motivo de orgullo por las
perlas que se podían encontrar en él, hoy no era más que el vertedero de basura
de la comunidad. También talaban los árboles, de un bosque aledaño. Quemaban
la basura a orillas del río.

Sin embargo entre todos sus habitantes había un niño… un niño, al que le importaba
cuidar el medio ambiente. Él soñaba despierto y podía ver bonita su comunidad. Las
calles limpias, plantas con flores en las casas, árboles en los bosques. Él deseaba
ver animalitos tomando agua junto al rio. Su papá le contó que cuando él era niño
solía pescar en el rio.

El niño… se llama Donald. Él había aprendido todo de su padre, Don Ramón. Su


papa era un hombre amable, cariñoso, inteligente, buen amigo, respetado,
reconocido y querido por todos, en la comunidad. Aunque tristemente cuando el
pequeño Donald tenía diez años, su papá murió, pero lo que su padre le enseñó al
niño nunca se le olvidó.
Pasaron los años y ni el niño, ni la comunidad cambiaron, aunque el niño siempre
quiso que su comunidad estuviera bonita. A los trece años a Donald descubrió su
pasión por los deportes. El deporte favorito de su padre era el béisbol, y siempre lo
jugaba con sus amigos. Por esa razón el pequeño Donald decidió hacer del beisbol
su deporte favorito.

El niño creció, y cada año que pasaba se hacía un mejor beisbolista. Hasta que se
hizo muy famoso dentro y fuera de la comunidad. Cuando el niño creció se preocupó
por embellecer su comunidad, incluso hacía campañas para sensibilizar a los
habitantes, sobre el riesgo que puede causar el no cuidar su comunidad.

También ayudaba a plantar árboles, flores y plantas, en escuelas y en toda su


comunidad, pero no le sirvió de nada porque a la gente no le importaba y decían
que no le servía de nada las cosas que él decía.

Hasta que un día… el clima cambió… todo se secó y cada día seguía siendo seco…
no llovía, al punto de que las plantas y árboles se secaron. Y de repente un día
Donald explicaba a las niñas y niños del colegio de su comunidad el tema de “los
factores de riesgo y vulnerabilidad en la comunidad”. Junto a la maestra, Martina,
Donald orientaron a las niñas y niños hacer un proyecto para aprender a cuidar el
medio ambiente en grupo. Las niñas y niños decidieron crear un huerto para su
comunidad, ubicado en la escuela.

El problema que las niñas y los niños tenían con el huerto es que había poca agua
para regar lo que habían sembrado. Así que Donald y la maestra Martina llevaron
baldes para que las niñas y niños regaran con baldes su huerto.

El trabajo fue duro, pero todo crecía, los vegetales brotaban. Chiltomas, tomates y
zanahorias. Grandes, coloridas. Las niñas y niños invitaron a los habitantes de la
comunidad para que llegaran a ver lo que ellas y ellos habían hecho con la ayuda
de Donald y la maestra Martina.
La comunidad se dio cuenta de que era muy importante cuidar el medio ambiente,
y vieron que buena idea era la de los huertos, así que le pidieron a Donald y la
maestra Martina que les ayudaran a crear un huerto en cada casa. Ya que las
usaban como medio de alimentación durante la sequía que los estaba afectando en
su comunidad.

Con el pasar de los días a las personas que no les gustaba el huerto lo empezaban
a destruirlos, les tiraban basura, los aplastaban y quebraban las ramas de los
árboles. Cuando las niñas, niños, Donald y la maestra Martina lo vieron, se pusieron
muy tristes y algunos molestos con las personas que fregaban los huertos.

Entonces decidieron que harían algo al respecto pero al llegar a sus casas para
elegir que harían algo para que no volvieran a pasar lo mismo. Vieron que las
personas que dañaban los huertos lo hacían porque tenían miedo de que los demás
habitantes de la comunidad ya no quisieran sembrar más maíz y frijoles.

Entonces Donald y la maestra Martina les explicaron con paciencia que los huertos
familiares servirían para complementar su alimentación. Y que cuando volviera a
llover podrían sembrar nuevamente maíz y frijol. Las personas destructoras, vieron
que sería bueno tener otro medio de trabajo en la casa y en la escuela.

Así que decidieron cambiar y fueron a apoyar a las niñas y niños de la escuela en
su huerto escolar. Ayudaron también a las ancianitas de la comunidad para que en
sus patios tuvieran también un huerto y que ellas pudieran sembrar Chiltomas y
tomates también.

Toda la comunidad se unió para rescatar el rio, porque estaba muy seco. Lo
limpiaron sacaron la basura, y decidieron plantar árboles en la orilla que estaba sin
árboles.
Muchos de los habitantes estaban felices y aliviados de haber escuchado a Donald,
a las niñas y niños de la escuela ¡ahhh! y también de haber escuchado a la maestra
Martina.

La comunidad cambio, fue limpia aunque sin lluvia, todo se miraba sin vida, pero
limpio. Hasta que un día de repente, sin decir nada, unas gotitas de lluvias
empezaron a caer del cielo. ¡Si! Gritaban las niñas y niños de la escuela. ¡Lluvia!
¡Lluvia! ¡Lluvia! La alegría era total en la comunidad.

Lo verde volvió a ser verde, las flores empezaron a verse y todos los árboles
plantados a la orilla del rio, empezaron a crecer. Donald seguía jugando beisbol y
fue invitado a ser parte de un gran equipo de beisbol pero el antes de aceptar le
pidió a la maestra Martina que se casara con él… y ella le dijo que ¡SI! La maestra
Martina y Donald se casaron y aún nos enseñan muchas cosas en la comunidad.

Después de muchos años que los habitantes de la comunidad la convirtieran en


sucia y contaminada gracias a lo que Donald hizo en la comunidad ahora es todo lo
contrario y les importaba cuidar el medio ambiente y mantener bella su comunidad
y todo eso se lo debían a Donald que nunca perdió las esperanzas para mejorar su
comunidad. Donald el niño Héroe. Por cierto Donald y la maestra Martina aún no
tienen una hija o hijo.

FIN

Anda mungkin juga menyukai