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Diez pasos para el nuevo creyente

Introducción
El nacimiento espiritual de una persona es una experiencia indescriptible. El apóstol Pablo
es quien mejor lo describe cuando habla del nuevo creyente como una “nueva criatura”.
“He aquí”, dice Pablo, “todas (las cosas) son hechas nuevas”. (2 Corintios 5:17).

Al igual que el nacimiento físico, el periodo inmediatamente después del nacimiento


espiritual puede ser el de mayor peligro. Nosotros no nos adaptamos instantáneamente a
nuestro nuevo entorno. El cambio a una vida en Cristo toma tiempo, paciencia y cuidado
especial.

Para ayudarle a tener un buen comienzo, lo que sigue a continuación es una breve, pero
poderosa serie de lecciones para la vida llamadas Los Próximos Pasos: Una Guía de 30
Días para el Crecimiento Espiritual. Esta Guía le permitirá comenzar su jornada con un
fundamento sólido. Está diseñada para usarse diariamente por los próximos 30 días.

Hubiera deseado que Los Próximos Pasos hubiesen estado disponibles cuando yo recibí a
Cristo hace más de 40 años. Yo sé que hubieran acelerado mi crecimiento espiritual y me
hubiesen ayudado a evitar equivocaciones tontas. Mi esposa, Wendy, y yo hemos criado
seis hijos, y ellos nos han bendecido con 17 nietos. He tenido una carrera exitosa en los
negocios, pero nada ha sido de mayor gozo en mi vida que caminar con Cristo; una
aventura que continua hasta el día de hoy.

Que usted también pueda encontrar ese gozo.

¿Por qué no comenzar la siguiente etapa de su jornada ahora mismo? El Día


1, “La Transformación Personal”, está esperando por usted.

John D. Beckett
Día 1: Transformación Personal
¿Qué pasa en realidad cuando me comprometo a seguir a Jesús?

Al tomar esta decisión crucial:

 Usted reconoce su pecado de vivir independientemente de Dios.


 Usted se arrepiente, volviéndose a Dios y abandonando su antigua manera de vivir.
 Recibe a Jesucristo en su vida como Salvador y Señor.

La Biblia describe así esta transformación: de la oscuridad, a la luz; de la esclavitud, a la


libertad; de la muerte, a la vida.

¡Vaya! Después de comprometerse a seguir a Jesús, da la sensación de que las nubes


desaparecerán, los rayos de sol irrumpirán en su vida y todos sus problemas se evaporarán.
Pero no fue esa mi experiencia. No me sentí muy diferente el primer día. Sin embargo,
pronto descubrí una nueva paz, seguridad y gozo interior, a medida que permitía a Cristo
guiar mis pensamientos y decisiones.

Supóngase que usted compra un auto nuevo y se encuentra con la sorpresa de que le falta la
batería. Bien, usted podría simplemente admirar su preciada posesión e incluso meterse
dentro e imaginar que lo conduce. Pero sin la batería, su bello auto nuevo se quedará
inmóvil. A nuestras vidas sin Cristo les pasa eso. Pero siendo Él nuestra “fuente de energía”
podemos ser como Él nos diseñó.

Anímese, aún cuando no vea cambios inmediatos. Si Cristo está en usted, los cambios están
asegurados. Usted es una nueva persona. Ha comenzado una nueva jornada.

VERSÍCULO CLAVE
"Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo
nuevo!"
2 Corintios 5:17
Día 2: El Comienzo del Camino
¿Qué puedo esperar en mi camino?

“Papá, ¿ya llegamos?” Esa era la pregunta que nos hacían los niños cuando eran pequeños
apenas empezábamos un viaje largo en auto. Tenía que recordarles que nos quedaban
muchas horas por delante y que debían tener paciencia y disfrutar del viaje.

Su camino de fe es mucho más que un viaje en auto. Es una aventura de toda una vida. Para
ayudarle en el camino:

Esté seguro de que, pase lo que pase, Cristo está a su lado. Él prometió: “Nunca te dejaré;
jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5).

Busque cambios pequeños, en lugar de resultados instantáneos. Por ejemplo: hacer un


nuevo amigo cristiano; hacer pequeños progresos en la superación de un mal hábito;
descubrir que un versículo de las Escrituras “cobra vida” para usted.

Aproveche cada momento, confiando el futuro a Dios.

El cambio no es fácil. Debemos ser un poco exigentes con nosotros mismos, sobre todo
cuando nos sentimos tentados a rendirnos. Pero cada victoria, por pequeña que sea, nos
hace más capaces de hacer frente al siguiente desafío.

Muchas veces pensé que la vida cristiana era demasiado difícil. Los viejos hábitos y las
malas influencias me atraían como el imán al metal. A veces me dejaba llevar. Usted
también tendrá esos momentos. Pero gracias a Dios, no estamos solos. Podemos confiar en
el Señor Jesús; el que vive en nosotros y está totalmente comprometido a cuidarnos hasta el
final de nuestras vidas .

VERSÍCULO CLAVE

“El que comenzó tan buena obra con ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús"
Filipenses 1:6
Día 3: Dios Obra de Adentro Hacia Fuera
¿Qué debería hacer primero?

Al principio del camino, necesitamos comprender la diferencia entre religión y relación.


Probablemente usted ha visto que la religión muchas veces puede ser severa, rígida y estar
basada en normas. En cambio, nuestra relación con Jesús debería ser muy distinta: personal,
abierta, cálida y liberadora.

Jesús quiere que nos acerquemos a Él como lo hace un niño a su padre amoroso. Por
ejemplo, a mi esposa Wendy y a mí nos encantaba que uno de nuestros seis hijos
adolescentes corriera hacia nosotros con los brazos abiertos para darnos un abrazo y luego
se quedara ahí acurrucado, totalmente relajado y lleno de confianza.

¿Puedo pedirle que haga algo fuera de lo común? Sea cual sea su edad, conviértase en un
“niño pequeño” por un minuto. Acérquese a Jesús como lo haría a un padre amoroso. Sin
pedir nada. Sin expectativas. No tiene que cepillarse los dientes ni peinarse primero.
Sencillamente, vaya y quédese ahí en Su presencia, experimentando Su amor por usted.
¿Por qué no toma un momento y lo hace ahora mismo?

Deje que este acto infantil se convierta en un hábito de vida. Esta confianza es la que nos
permitirá experimentar el poder transformador de la nueva vida. No caigamos en la trampa
del activismo, de “hacer cosas para Dios”. Más que nuestra ayuda, lo que Él quiere es que
confiemos en su cuidado. Eso le permite obrar a través nuestro. Él obra desde adentro hacia
afuera, no desde afuera hacia adentro.

VERSÍCULO CLAVE
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso"
Mateo 11:28
Día 4: La Biblia: Palabra Para Todas las
Épocas
¿Cuál es el mejor fundamento para mi crecimiento espiritual?

La Biblia no había sido siempre para mí el tipo de amigo en que ahora se ha convertido.
Antes de entregar mi vida a Jesús, la encontraba muy confusa, incluso misteriosa; en parte,
porque intenté leerla desde la primera página, como cualquier otro libro. Pronto me quedé
atascado y la dejé de lado.

La Biblia empezó a cobrar vida cuando ya era creyente. Mi punto de partida fue leer acerca
de Jesús en el Nuevo Testamento. Para sorpresa mía, lo que había leído por la mañana
muchas veces lo podía aplicar a situaciones en que me encontraba ese mismo día.

Aprender de la Biblia es la mejor manera de construir un fundamento espiritual “sólido


como una roca”. De las páginas inspiradas de la Biblia aprenderá quién es Dios, cómo
quiere Él que usted viva y la manera en la que le guiará. Piense en el tiempo que dedica a la
Palabra de Dios como en la construcción de los fundamentos de un edificio. Aunque no
están a la vista, son indispensables y ahí no hay recortes que valgan. La solidez y la
estabilidad de toda la estructura dependen de unos fundamentos sólidos. Haga de la Biblia
la base de su vida espiritual.

Si no dispone de una Biblia, puede acceder a una en www.youversion.com/es/; en donde


versiones en cientos de idiomas están disponibles. Comience por el Evangelio de Lucas.
Lea cada día un poco. Deje que las palabras le hablen y le revelen nuevas percepciones y
verdades.

VERSÍCULO CLAVE
"Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza"
Colosenses 3:16
Día 5: Dios es Amor
¿Cómo puedo estar seguro del amor de Dios?

En ocasiones yo también me he sentido lejos del amor de Dios. Quizás usted ha crecido en
un hogar roto, sin el cariño o con muy poco cariño de sus padres. Quizás ha perdido a seres
amados por una enfermedad, en un accidente o en la guerra. Quizás la pobreza y el hambre
han sido su realidad diaria. El dolor está siempre cerca. ¿Dónde está, pues, el amor de
Dios?

Creo que el corazón de Dios se duele mucho más de lo que jamás podremos imaginar ante
el sufrimiento, las injusticias y las pesadas cargas que Sus hijos enfrentan. Cuando el
pecado entró en el mundo, trajo consigo unas consecuencias que nos afectan a diario.

Pero el amor de Dios por cada uno de nosotros se hizo sumamente evidente cuando envió a
su hijo Jesús a rescatarnos o “redimirnos” del terrible impacto del pecado. El evangelio de
Juan nos dice: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que
todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Cuando usted entregó su vida a Dios, se encontró cara a cara con el amor de su Padre
celestial. Ahora, a medida que avanza en el camino, apóyese y profundícese en Él. ¡Dios le
ama!

VERSÍCULO CLAVE
"En fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la
plenitud de Dios"
Efesios 3:19
Día 6: Responder a Dios
¿Cómo respondo a Dios?

Supóngase que está caminando por la espesura de un bosque y se sale del camino y se
pierde. Cae la noche y con ella, el frío y la oscuridad. No tiene ni comida ni agua.
Comienza a dar tumbos a ciegas, frenéticamente y sin sentido. El miedo le consume: “a lo
mejor nunca conseguiré el camino de regreso.”

Luego sus ansiosos ojos divisan una luz a lo lejos. Se da cuenta de que ¡Alguien lo está
buscando! La luz se aproxima y grita: “¡Estoy aquí!” Usted oye la respuesta: “¡Siga
gritando!” Poco después aparece su rescatador: un guarda forestal que conoce el bosque
como la palma de su mano y sabe el camino de vuelta. Lo guía con seguridad. Lo
acompaña hasta la puerta de su casa y le dice: “Ahora ya está a salvo”. Totalmente aliviado,
usted responde de la única manera que puede, con profunda gratitud: “No sé cómo se lo
podría pagar…” Sabiendo que no hay dinero suficiente que pueda pagarle.

De la misma manera, nuestro Padre celestial nos rescató. Nuestra situación era incluso más
desesperada de lo que hubiéramos imaginado. No había manera de salir de ella por nuestros
propios medios. Entonces, vino Él personalmente y nos llevó a casa, redimiéndonos de un
peligro mortal.

Nuestra única respuesta razonable es amarle con todo nuestro corazón, alma, mente y
fuerzas. De hecho, un mensaje central de la Biblia es que fuimos creados para un gran
propósito: recibir y devolver el amor de Dios. ¡Es una calle de dos vías!

VERSÍCULO CLAVE
"Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero"
Juan 4:19
Día 7: El Sentido de la Vida
¿Qué es lo más importante en la vida?

La gente le busca sentido a la vida de muchas maneras: riqueza, poder, estatus, posesiones.
Por muy atrayentes que sean estas cosas, pocas veces satisfacen a quienes las consiguen. A
menudo, no es sino hasta que estamos avanzados en edad que entendemos el extraordinario
valor de nuestras relaciones.

Estoy agradecido de haber podido lograr mucho en la vida. Mucha gente diría que he tenido
“éxito”. Sin embargo, mis mayores tesoros son, sin ninguna duda, mis relaciones; con mi
maravillosa esposa Wendy, nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros amigos y con el Señor
Jesús, ¡un vínculo absolutamente único!

Aunque no tengamos relaciones íntimas como el matrimonio, la familia y los amigos,


siempre habrá una Persona ahí que no nos fallará, nuestro amigo. Recuerde su promesa:
“Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.”

Cuando Billy Graham tenía ya más de 90 años, había perdido a su esposa Ruth, y habían
muerto muchas amistades suyas, él siempre tenía un amigo en Jesús. Decía: “Es el mayor
descubrimiento que podemos hacer: fuimos creados para conocer a Dios y ser sus amigos
para siempre. Es una verdad impactante. Pensemos en ello. El Dios del universo, santo,
todopoderoso e infinito quiere ser nuestro amigo; quiere que le conozcamos
personalmente.” Tome un momento para meditar en esta profunda realidad, porque en ella
encontrará el verdadero sentido de la vida: Usted fue creado para ser amigo de Dios.

VERSÍCULO CLAVE
"Ya no los llamo siervos…los he llamado amigos"
Juan 15:15
Día 8: ¿Por Qué Treinta Días?
¿Cuándo empezarán los buenos cambios?

Cuando hacemos cualquier tipo de ajuste importante en nuestra vida, los primeros treinta
días son cruciales. Los estudios demuestran que este es el tiempo que toma dejar un hábito
o adoptar uno nuevo. Así que, permita que el “hábito” de estudiar la Palabra, el carácter y
los caminos de Dios echen raíces. Usted ha comenzado una aventura que dura toda una
vida, pero eso conlleva riesgos.

He aquí dos maneras de desviarse del camino y cómo manejarlas:

La familia y los amigos no lo entienden. Independientemente de lo mucho o poco que le


haya contado a otros, ellos notarán cambios en usted. Algunos de ellos querrán saber más,
pero otros podrán mostrarse antagónicas y burlarse de usted. Lo mejor es no ponerse a la
defensiva ni discutir, y dejar a Cristo, que ahora vive en usted, que los ame a través suyo.
Ojalá que, con el tiempo, ellos también quieran cambiar. Pero, haga lo que haga, no permita
que los demás lo hagan volver a sus viejos hábitos.

Un mal hábito no es fácil de dejar. Tal vez usted está en una relación no saludable o se
siente agobiado por las luchas de toda una vida. Le puede parecer que es demasiado difícil.
Puede pensar: “No voy a poder llevar esta nueva vida.” No se deje llevar por esos
pensamientos. Basado en mi experiencia, no tardará en experimentar verdaderas victorias.
Recuerde, Jesús lo acogió tal como usted es. Él lo ama incondicionalmente y lo guiará y le
dará fuerzas cada paso del camino.

VERSÍCULO CLAVE
"El que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo"
1 Juan 4:4
Día 9: El Consolador
¿Cómo debo vivir la vida cristiana?

Algunas personas erróneamente creen que, una vez que se convierten en creyentes, pueden
seguir viviendo la vida por su cuenta. A veces yo caigo en esta trampa y pienso que mis
habilidades son suficiente. Considere sus talentos personales. Puede que usted posea
grandes aptitudes verbales, analíticas o atléticas. Pero, tenga cuidado, ya que esas mismas
potencialidades pueden interponerse a otras mejores de Dios.

La intención de Dios no es que seamos autosuficientes, sino que vivamos humildemente


sometidos a Él en una relación íntima de dependencia total a Él. Hasta ahora, no debería
sorprenderle que no le haya encomendado una tarea imposible de hacer. Al contrario, Él
hizo posible nuestra sumisión enviándonos su presencia constante en la persona del Espíritu
Santo. El término “Espíritu Santo” proviene de la palabra griega pneuma, que significa
“aliento” o “viento.” Al recibir el Espíritu Santo que el Padre nos envía, asimilamos la
verdad, nos hacemos sensibles al mal y somos guiados hacia lo correcto.

Usted encontrará la descripción que Jesús da del Espíritu Santo en el capítulo 14 de Juan,
versículos 16, 17 y 26. Ahí se nos presenta como Consejero, Ayuda, Compañero, Maestro y
Amigo para toda la vida.

No espere que el Espíritu Santo venga con fanfarria o con un fulgurante resplandor. Él obra
silenciosamente, nunca lo atosiga. Siempre señala a Jesús, nunca a Sí mismo. Cuando
somos sensibles a Su presencia, nos susurra al oído y toca nuestro corazón. Se ha
comprometido a permanecer en nosotros para siempre.

VERSÍCULO CLAVE
"Si me voy, se lo enviaré a ustedes"
Promesa de Jesús en Juan 16:7
Día 10: La Mente Renovada
¿Qué significa renovar mi mente?

Si es que no ha ocurrido ya, usted se encontrará luchando con pensamientos e ideas


equivocadas. Lo sé. Aunque llevo mucho años caminando con Cristo, todavía hay
momentos en los que me encuentro luchando con actitudes como el egoísmo, el orgullo y la
falta de confianza.

Somos afortunados, ya que Jesucristo nos ayudará a cambiar nuestros pensamientos. Eso no
significa que sea fácil, pero es posible. El apóstol Pablo describe así el proceso de cambio:
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su
mente.” (Romanos 12:2).

El Señor no quiere que usted deje la mente a un lado cuando acuda a Él. Todo lo contrario.
Él creó su mente y quiere que sea del todo productiva, pero de la manera correcta. La
quiere renovada. No se trata de que dejar de pensar, sino de que empiece a pensar y a ver
las cosas desde Su perspectiva.

Una buena manera de empezar es meditar en las Escrituras. Tome los versículos
mencionados hasta ahora en estos estudios y reflexione en ellos; incluso los puede
memorizar. La memorización de las Escrituras quizá sea la forma más poderosa de
disciplinar y renovar su mente. ¿Por qué no empezar ahora mismo? El versículo clave de
hoy (más abajo) es un “renovador de mente” fabuloso. Repítalo a menudo, haga de él su
compañero durante el día.

VERSÍCULO CLAVE
“Consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,
todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio"
Filipenses 4:8
Día 11: Amar a los Demás
¿Es realmente posible amar a los demás?

El segundo gran mandamiento de Dios es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” (El
primero es: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu
mente.”) (Mateo 22:37-39).

Pienso que amar a los demás puede ser una tarea difícil, especialmente cuando “los demás”
me han tratado mal; por ejemplo, aquellos a quienes les he prestado dinero y ni lo han
devuelto ni hecho el intento si quiera. Puede ser que usted esté enfrentando una situación
aún más difícil; como un cónyuge infiel o un padre maltratador. Puede parecer imposible
amar a este tipo de personas.

Hay dos claves para conseguirlo.

Primero, amar a los demás es un requisito, no una opción. Quizá no nos sintamos
inclinados a amar a quien nos ha ofendido profundamente, pero Dios nos exige que
decidamos perdonar y amar a esa persona a pesar de su ofensa. En mi experiencia, los
sentimientos vendrán después, pero el punto de partida es siempre tomar una decisión:
perdonar y amar.

Segundo, solo somos verdaderamente capaces de amar al prójimo basados en el amor de


Dios hacia y a través de nosotros. Imagine Su amor como un río inagotable y que el agua
fluye sin cesar a través nuestro hacia los demás. Él es la fuente. Nosotros somos los
conductos. Las personas que encontramos son los recipientes y es muy posible que
experimenten un tipo de amor que jamás habían conocido.

“Amar al prójimo como a uno mismo” es un privilegio y una responsabilidad que procede
directamente del corazón de Dios.

VERSÍCULO CLAVE
"…que se amen más y más unos a otros…"
1 Tesalonicenses 3:12
Día 12: Amarse a Uno Mismo
¿Cómo me amo a mí mismo?

He aquí la “sorpresa” de la lección de ayer: el punto de referencia para amar al prójimo


es…¡prepárese! ¡Amarse a uno mismo! “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Pero no es
fácil.

Algunos confunden el amarse a sí mismo con un atracón de chocolate o un reloj de


diseñador que no pueden pagar ¡solo para sentirse bien! Todos sabemos lo fugaces que son
las recompensas a la autocomplacencia.

A algunas personas les cuesta amarse a sí mismas por un intenso complejo de inferioridad:
“¡Jamás voy a poder ser como ella!” “¡Nunca doy la talla!” Se comparan a otras personas,
lo cual es una práctica “poco sabia” según el apóstol Pablo (ver 2 Corintios 10:12).

También hay otros que se menosprecian a sí mismos por los graves errores cometidos o por
pecados que los han mantenido cautivos. Todavía no han descubierto el remedio de Dios:
Su gracia nos libera de las cargas del pasado cuando pedimos y recibimos Su perdón.

La clave para amarse a usted mismo es verse como Jesús lo ve. Para Él usted tiene un valor
infinito, es precioso a Sus ojos, es el objeto de Su gran amor, lleno de Su Espíritu, parte de
Su cuerpo de creyentes y con la misión de cumplir con el propósito único que Él tiene para
usted. Tome un momento para reflexionar en la increíble creación que es en Cristo.

Como alguien a quien Dios ama inmensamente —libres de una pobre autoimagen y de las
cargas del pasado—podemos amarnos a nosotros mismos y luego “amar al prójimo como a
nosotros mismos.”

VERSÍCULO CLAVE
"Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una
creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!"
Salmo 139:13, 14
Día 13: Vencer la Vieja Naturaleza
¿Cómo manejo los momentos difíciles y las tentaciones?

¿Convertirse en un seguidor de Cristo lo hace exento a dificultades? No. Cuando nacemos


de nuevo, no somos milagrosamente transportados al interior de una burbuja de cristal libre
de problemas. Al contrario, somos trasladados a un campo de batalla, en el que luchamos
constantemente contra tentaciones y desafíos de enormes proporciones.

Aunque en la conversión recibimos una nueva naturaleza, heredamos esos residuos de


nuestra vida anterior que se llaman “vieja naturaleza”. Este legado del pasado se queda
merodeando y poniendo trabas a la vida centrada en Cristo. No es fácil desconectarse de
ideas y hábitos que nos han definido durante tanto tiempo.

Pero ¡tengo buenas noticias! Jesús se llevó nuestra vieja naturaleza a la tumba cuando fue
crucificado. La nueva naturaleza que nos dejó en su lugar está destinada a reemplazar por
completo a la vieja. Nuestro trabajo ahora es hacer todo lo posible para que esto ocurra. El
apóstol Pablo dice: “considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.”
(Romanos 6:11 NVI). En otras palabras: hagamos efectivo lo que Cristo hizo por nosotros.

En Gálatas 5:16–17, se nos desafía a vivir según la nueva naturaleza: “Vivan por el
Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.” Eso significa permitir que
el Espíritu Santo, que ahora mora en usted, conforme sus pensamientos, guíe sus pasos,
gobierne sus reacciones y lo corrija cuando se desvíe. La vieja naturaleza es real, pero Dios
lo capacita con lo necesario para salir victorioso.

VERSÍCULO CLAVE
"…pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos, y se han revestido de la
nueva naturaleza"
Colosenses 3:9, 10 RVC
Día 14: Resistir al Diablo
¿Cómo me enfrento al diablo?

Un día surgió una acalorada discusión entre dos altos ejecutivos de nuestra compañía, que
normalmente eran muy educados. ¿Por qué explotaron? ¡No tenía ni idea!

Esa tarde, mientras leía un libro titulado Tratando con el Diablo, se me ocurrió que Satanás,
archienemigo de Dios, podría estar provocando los problemas entre los directivos. El autor
usó una analogía para describir la autoridad que tenemos en Cristo para hacer la diferencia:
Supongamos que una persona con ropa normal y corriente intenta cruzar la calle por un
cruce muy transitado. Se pone a mover los brazos a lo loco intentando parar el tráfico, pero
los coches siguen pasando escopeteados. Entonces hace un cambio. Se pone un uniforme de
policía. ¡Los conductores se paran al instante!

Mi moraleja es la siguiente: Si vamos “vestidos de Cristo”, podemos influir en el tránsito


espiritual. Por eso “me puse mi uniforme” y oré en el nombre de Jesús, tomando autoridad
sobre las fuerzas conflictivas invisibles. Para mi asombro, al día siguiente el problema se
había evaporado.

El diablo es un adversario real. Había sido un ángel de alto rango, se rebeló y fue echado
del cielo (ver Isaías 14:12). Aunque derrotado por Jesús con su muerte en la cruz, Satanás
continúa valiéndose de la provocación y la intimidación para acosar y engañar al pueblo de
Dios. Jesús se refirió a él como al ladrón que roba, mata y destruye.

¿Qué debemos hacer? La Biblia dice: “Resistan al diablo y él huirá” (Santiago 4:7). En
otras palabras ¡pongámonos el uniforme de policía!

VERSÍCULO CLAVE
"…Contenderé con los que contiendan contigo…"
Isaías 49:25
Día 15: Permanecer. El Centro de la Vida
Cristiana
¿Cómo puedo permanecer cerca de Jesús?

Si pudiera señalar con qué quisiera que se quedara usted de este estudio, mi deseo número
uno sería este: permanezca íntimamente conectado con Jesús. Aunque esta área para mí es
una lucha, y tengo el hábito de “hacer las cosas a mi manera,” mi objetivo en la vida es
acercarme a Jesús lo más que pueda.

Permanecer es más que adquirir conocimientos. Podemos conocer los fundamentos de


nuestra fe y aún así no conocer a Jesús.

Permanecer es más que hacer buenas obras. Una relación íntima con Jesús es nuestra más
alta prioridad. Las buenas obras ya vendrán.

Jesús usó una metáfora poderosa para describir la relación que desea tener con nosotros:
“Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho
fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5).

Esta es la realidad: Nosotros, las “ramas”, dependemos totalmente de Jesús, la “vid”, que
nos sostiene, nos da energía y nos hace productivos. Permanecer se aplica a todos los
aspectos de la vida; incluyendo nuestros pensamientos, nuestras finanzas y nuestras
relaciones. Permanecemos cuando confiamos plenamente en Jesús, hablamos con Él como
amigo y disfrutamos de su presencia; habitando en la seguridad de su amor, cuidado y
protección.

Tenga cuidado de no caer en la trampa de tener que hacer algo primero para poder
“permanecer”. Permanecer es presente, no futuro. Mantenerse cerca de Jesús deber ser su
objetivo número uno. ¡Permanezca en Él!

VERSÍCULO CLAVE
"Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes"
Santiago 4:8
Día 16: Disfrutar al Señor
¿Hay un objetivo primordial en la vida?

Mucha gente no consigue disfrutar de una relación con el Señor por un gran malentendido.
Consideran la relación como un deber en lugar de un placer. Pero ¿cómo ve el Señor este
vínculo con nosotros?

“…porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti


con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos” (Sofonías 3:17).

¿Puede imaginarse a su Padre celestial regocijándose y cantando cuando lo ve?

El catecismo de Westminster pregunta lo siguiente: “¿Cuál es el fin principal del Hombre?”


La inspirada respuesta: “El fin principal del Hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él
para siempre.”

A.W. Tozer, en La Búsqueda de Dios, dice: “Dios nos creó para deleitarse en
nosotros…para que nosotros al igual que Él podamos, en divina comunión, disfrutar de la
dulce y misteriosa mezcla de personalidades afines. Quería que le viéramos, viviéramos con
Él y nuestra vida surgiera de su sonrisa.”

He aquí unas maneras de disfrutar del Señor:

Verle en lo cotidiano, incluyendo la belleza de la creación y la importancia de cada


individuo.

Respetar los límites que Él establece, como sus mandamientos, por su bien, no en
detrimento suyo.

Exprésele con todo su corazón su alabanza, gratitud y adoración.

Intente recalibrar con esta perspectiva. Empezará a disfrutar del Señor como nunca.

VERSÍCULO CLAVE
"Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha
eterna a tu derecha"
Salmo 16:11
Día 17: La Verdad: La Clave de la
Libertad
¿Por qué importa la verdad?

Imagínese conversando con el apóstol Pablo mientras se toma un café. Usted le pregunta:
“Pablo, ¿qué es lo que le motiva a compartir el evangelio con todo el mundo?”

Puede que diga: “Dar a conocer la verdad de que hay un solo Dios y un solo mediador entre
Dios y el hombre, Jesucristo hombre” (Ver 1 Timoteo 2:5).

Su respuesta es profunda, y básica para nuestras creencias. No hay varios dioses, solo hay
uno. Y solo hay un camino hacia Dios: a través de Jesucristo, quien dijo: “Yo soy el
camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14:6). La esencia de la
verdad es el Señor mismo.

¿Por qué debemos luchar por la verdad?

La verdad nos libera. Jesús dijo: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan
8:32).

La verdad nos guía. “Cuando venga el Espíritu [Santo] de la verdad, él los guiará a toda la
verdad” (Juan 16:13).

La verdad nos guarda. Cuando “recibimos el amor de la verdad,” nos estamos armando
contra el insidioso poder del engaño (ver 2 Tesalonicenses 2:10 y Mateo 24:4).

¿Eres un estudiante de secundaria? Sabes, entonces, que la mentira y el engaño son todo un
arte. ¿Estás en la universidad? Hoy en día la verdad objetiva se ridiculiza en las
universidades. ¿Es un empresario? Demasiado a menudo se abandona la verdad por pura
conveniencia y ganancias económicas.

La verdad importa. Dios nos pide a los creyentes que la conozcamos y nos aferremos a ella,
sin importar el costo.

VERSÍCULO CLAVE
"Adquiere la verdad ¡y no la vendas!"
Proverbios 23:23
Día 18: Colaboradores de Dios
¿Qué trabajo quiere Dios que haga?

¿Piensa en Dios como un Dios que está vivo, activo y comprometido? Es curioso que los
“dioses” de casi todas las religiones no cristianas son pasivos, abstractos o meras figuras
históricas.

Jesús dijo: “Mi Padre aún hoy está trabajando y yo también trabajo” (Juan 5:17). Dios no se
limitó a crear el universo con una explosión de energía divina para luego retirarse y dejarlo
funcionar por sí solo. Al contrario, Él está íntimamente involucrado en nuestra vida, en
cada situación y circunstancia.

Si no somos conscientes de que Dios está obrando, nos arriesgamos a hacer, con nuestras
propias fuerzas, lo que Él quiere hacer a través nuestro. Los dos enfoques son muy
distintos.

Unirnos a Dios en Su obra es un privilegio extraordinario. Él dirige y, como colaborador


suyo, usted le sigue. Todos sus sentidos se ponen en alerta a Su actividad. Nada ocurre por
casualidad. Todo forma parte de un diseño más amplio. Por ejemplo:

Usted nota la tristeza en el rostro de un vecino que acaba de perder a un ser querido y usted
comparte el consuelo y la compasión de Dios con él.

Usted pierde un vuelo y más tarde descubre que Dios tenía un propósito con ese retraso.
Piense en su situación actual; sea estudiante, empezando su carrera laboral o por empezar
una familia. ¿Está cambiando de empleo o planeando su jubilación? Sea cuál sea su
situación, no es casual. Quite su enfoque de su agenda y fíjela en la de Dios, preguntándole:
“¿Dónde estás trabajando? ¿Cómo puedo unirme a Ti en Tu trabajo?”

VERSÍCULO CLAVE
Somos "colaboradores de Dios…"
2 Corintios 6:1
Día 19: Congregarnos
¿Con quién me ha puesto Dios en contacto?

Además de cultivar una estrecha relación con el Señor, haga de la reunión con otros
creyentes una prioridad.

Los grupos de creyentes, o “iglesias”, vienen en paquetes distintos. Hay desde pequeños
grupos que se reúnen en secreto en lugares dónde se trata de una práctica prohibida, hasta
las “mega iglesias” con decenas de miles de cristianos. Las iglesias vitales que son sanas,
vibrantes y estratégicas son fundamentales para los propósitos de Dios en la actualidad.

Busque una iglesia que refleje los patrones y las prácticas de las primeras congregaciones
del Nuevo Testamento: “Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en el partimiento del pan y en la oración” (Hechos 2:42). Su rápido crecimiento
e increíble impacto se vio alimentado por cuatro componentes:

La enseñanza los mantenía enraizados en una “doctrina sólida.”

El compañerismo fomentaba la amistad, la adoración, el ánimo mutuo y valor para vivir la


vida cristiana

El partimiento del pan implicaba comer juntos en las casas de los unos y los otros. .

La oración reflejaba su dependencia en Dios por sabiduría, guía y fortaleza.

¿Qué paso va a dar hacia la comunión cristiana? Puede pedirle a Dios que lo conecte con
individuos y grupos de Su elección. El tamaño no es importante, pero la sana doctrina y la
enseñanza sí lo son. .

Esté abierto a lo poco convencional. Mi familia se reunió durante años en casas con otras
familias. A nuestros hijos les encantaban estas reuniones que estaban estructuradas en torno
al enfoque de la iglesia primitiva antes mencionado. Hoy en día por todo el mundo hay
muchas iglesias nuevas que cubren una amplia gama de necesidades de los creyentes. Una
de ellas puede ser la correcta para usted.

VERSÍCULO CLAVE
"No dejemos de congregarnos…"
Hebreos 10:25
Día 20: La Adoración
Nota: Los Días 20 y 21 fueron escritos por Wendy Becket, mi amada esposa desde 1961.

¿Por qué es tan importante adorar y alabar a Jesús?

Cuando los creyentes alaban a Jesús y le cantan, ¿es porque Dios, el Rey del universo,
necesita la adoración de los seres humanos? En realidad, no. Aunque podemos estar
seguros de que Dios se deleita en nuestra adoración. De hecho, la alabanza y la adoración
me ayudan a desviar mis pensamientos de mí misma hacia mi Salvador, Amigo y Señor.

Cuando meditamos en Su bondad, Su increíble amor, el sacrificio de Su muerte y Su gran


poder en nuestra vida, la reacción más natural es la adoración y la alabanza. La gratitud
brota en nosotros de manera espontánea.

David, el gran rey de Israel, era un adorador. Los Salmos están llenos de su corazón
desbordante de gratitud y amor al Señor.

Den gracias al Señor, porque Él es bueno; su gran amor perdura para siempre (Salmo
107:1).

Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza (Salmo 48:1).

¡El Señor vive! ¡Alabada sea mi roca! ¡Exaltado sea Dios mi Salvador! (Salmo 18:46).

Mientras realiza sus actividades cotidianas, alábele por Ser quién es. Dígale que le ama.
Algunos días no sentirá tanta gratitud, pero cuánto más le alabe durante el día, más sentirá
Su gozo y verá las cosas desde Su perspectiva. Su vida diaria adquirirá todo un nuevo
sentido.

VERSÍCULO CLAVE
"Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre"
Salmo 103:1
Día 21: La Oración
¿Cómo me comunico con mi Padre del cielo?

¡Qué privilegio el poder hablar personalmente con el Señor del cielo y de la tierra en
cualquier momento!

Los discípulos de Jesús observaron cuánto tiempo pasaba Jesús con su Padre celestial. Un
día le preguntaron: “¿Nos puede enseñar a orar?”

Su respuesta, a menudo llamada “El Padre Nuestro” y que encontramos en Mateo 6:9–13,
es un modelo. Fija nuestra atención en Él. Le presenta nuestras necesidades de provisión,
perdón y protección y termina con alabanza.

Hable con Jesús como su mejor amigo. Comience agradeciéndole y alabándole por Su gran
amor por usted. Después, preséntele sus preocupaciones. Puede compartir todo con Él. Él lo
sabe todo, no se va a sorprender de nada.

Muchos de los salmos de David son clamores de ayuda en tiempos difíciles. En los salmos
17, 28, 61, 64, 70 y 86, David clama al Señor pidiendo que le escuche y le ayude.

Cuando usted sabe que ha defraudado al Señor, acuda a Él inmediatamente y pídale perdón.
Él lo perdonará, lo animará, le dará fuerzas y le dará claridad para enfrentar los problemas.

Recuerde, la oración es una conversación continua con Aquel a quien está aprendiendo a
amar y a confiar. Con tan solo levantar la vista al cielo y sonreírle, o apretar su propia
mano, como si estuviera tomando la del Señor, puede traerle inmediatamente la cercanía
que necesita con Él.

VERSÍCULO CLAVE
"No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus
peticiones a Dios y denle gracias"
Filipenses 4:6
Día 22: La Tentación
¿Por qué sigo teniendo estos pensamientos?

Una fuerza tenaz y destructiva obra en la vida de todo creyente. La tentación es el efecto
continuo de nuestra vida anterior que tira de nosotros, con todos sus malos hábitos. Su
objetivo es impedir que caminemos en intimidad con el Señor. La tentación en sí misma no
es fatal. Pero caer en ella puede tener unas consecuencias graves y duraderas. La mejor
manera de contrarrestarla es saber detectarla a tiempo y corregir las acciones con valentía.

Los cristianos no somos inmunes a los malos pensamientos o comportamientos. De hecho,


como los creyentes son de tanto valor para Dios, podemos convertirnos en un blanco más
atrayente que los no creyentes. Nuestro adversario es astuto y encuentra todo tipo de
maneras de tentarnos. El Apóstol Juan nos apremia a protegernos en tres áreas: “…los
malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida” (Ver 1 Juan
2:16).

Los malos deseos del cuerpo podrían implicar la autocomplacencia, obsesión con la
apariencia física o pensamientos sexuales impuros.

La codicia de los ojos se refiere a lo que ansiamos de manera ilícita. ¡Tenga cuidado con lo
que deja ver a sus ojos!

La arrogancia de la vida se manifiesta en la autopromoción, la ambición egoísta y el


progreso a costa de los demás.

No intente ganar la batalla contra la tentación solo. La próxima vez que sea tentados, clame
al Señor y pídale ayuda porque “Él puede socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2:18).
Con cada victoria se hace más fuerte. Dios es fiel y le dará una salida (1 Corintios 10:13).

VERSÍCULO CLAVE
"El Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere…"
2 Peter 2:9
Día 23: Confiar en Dios en Cuanto al
Futuro
¿Está mi futuro seguro en Sus manos?

Cuando Wendy y yo estábamos comenzando nuestra familia, nos pasábamos horas y horas
hablando del mundo con que nuestros hijos se iban a encontrar. Aunque todavía nos lo
preguntamos, de una cosa estamos seguros: El futuro está seguro en la manos de Dios.
Podemos confiar en Él, pase lo que pase.

La perspectiva histórica es un telón de fondo importante para confiar en Dios. La Biblia


describe la historia con un principio y un fin. Es lineal, no circular, como algunas religiones
sostienen, y con tres marcadores importantes:

La creación. La frase de apertura de la Biblia es: “Dios, en el principio, creó los cielos y la
tierra” (Génesis 1:1). Jesús estaba presente: “Él estaba con Dios en el principio” (Juan 1:2).

La redención y restauración. El nacimiento, muerte y resurrección de Jesús cumplió el plan


de Dios para restaurar nuestra relación con Él. Ese fue el momento decisivo de la historia.

La consumación. La Biblia describe una “culminación” definitiva en que Dios reunirá “en
Él todas la cosas, tanto las del cielo como las de la tierra” (Efesios 1:10).

Ahora estamos en el periodo previo a la consumación. Cada persona (¡incluyéndole!) y


todos los acontecimientos tienen un propósito; ya sea un nacimiento o una muerte, un
descubrimiento científico o una tormenta descomunal. No es momento de quedarse pasivo
sino de vigilar, de estar involucrado y de confiar plenamente en Dios en todas las
situaciones, mientras Él escribe Su glorioso último capítulo (ver Mateo 24:42).

VERSÍCULO CLAVE
"Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin"
Apocalipsis 21:6
Día 24: Una Perspectiva Eterna
¿Cómo me mantengo centrado en lo que perdura y es más importante?

Cuando estamos estudiando para un examen, cambiándole los pañales a un bebé o cerrando
un trato de negocios, es difícil darle mucha importancia a la eternidad. La mayor parte del
tiempo estamos pensando en lo siguiente que vamos a hacer. Pero las Escrituras nos
recuerdan que Dios puso la eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11). Hay algo en
nuestro interior que nos llama a comprender lo que perdura y lo que es más importante.

La Biblia es nuestra guía fidedigna para entender lo eterno; asegurándole al creyente en


Jesucristo que la promesa de vida eterna es tan cierta como la realidad de su propia vida. El
apóstol Pablo comprendió que estábamos diseñados para la eternidad: “En cambio, nosotros
somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él
transformará nuestro cuerpo para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con
que somete a sí mismo todas la cosas” (Filipenses 3:20–21).

¿Tiene esta perspectiva un efecto sobre nuestra vida en la tierra? ¡Por supuesto que sí! La
confianza en el propósito final de Dios produce verdadera esperanza y nos da la fortaleza
de perseverar, sea cual sea la prueba. A comparación con la eternidad, nuestra vida diaria
no es más que un momento, un vapor.

Podemos decir, con el apóstol Pablo: “…porque sé en quién he creído, y estoy seguro de
que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado” (2 Timoteo 1:12 NVI).

VERSÍCULO CLAVE
"Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que
vale muchísimo más que todo sufrimiento"
2 Corintios 4:17
Día 25: El Llamado
¿Cómo puedo servir a Dios en mi trabajo?

Nuestro llamado primordial es siempre a Cristo. Os Guinness, en El Llamado , dice: “Ante


todo hemos sido llamados a Alguien (Dios), no a algo…ni a un lugar.” Pero luego añade
que Dios también nos llama vocacionalmente. Su plan para nosotros incluye nuestro
trabajo.

Como joven creyente, pensaba que para servir plenamente a Dios tenía que hacerlo a través
de algún tipo de trabajo cristiano a “tiempo completo”. Sin embargo, mis intereses y
experiencia apuntaban hacia la ingeniería y los negocios. Cuando le pedí al Señor que me
guiara, sentí que me decía: “John, te he llamado a los negocios. Dedícate de lleno.”

Muchos cristianos luchan por conocer su llamado. Nuestra cultura hace una distinción
incorrecta entre los “sagrado” y lo “secular”; otorgando más nobleza a las actividades
sagradas. Pero ni Jesús ni sus seguidores lo veían así. A. W. Tozer, en La Búsqueda de
Dios , dice: “La antítesis sagrado-secular no tiene fundamento en el Nuevo Testamento.”

Dios llama a muchas personas a diferentes tareas honorables; desde la educación hasta la
ingeniería, desde la agricultura hasta las fábricas, desde criar hijos hasta dirigir compañías.
El desafío es mantener nuestras actividades en harmonía al diseño de Dios y no
en oposición al mismo.

Para ver más clara su vocación, tome en cuenta: ¿Qué talentos tengo? ¿Qué me gusta
hacer? ¿Cómo me han preparado la educación y la experiencia? ¿Qué noto que a Dios le
gusta? El trabajo es algo más que el salario. Descubramos a qué nos ha llamado Dios y
hagámoslo lo mejor que podamos.

VERSÍCULO CLAVE
"Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este
mundo"
Colosenses 3:23
Día 26: En, Pero No De…
¿Cómo mantengo el equilibrio en mi vida diaria?

Uno de los desafíos más grandes de la vida cristiana es nuestra relación con el mundo que
nos rodea; sobre todo en situaciones en que compañeros o amigos se comportan de manera
ajena a las normas cristianas. Al relacionarnos con los demás, podemos errar de dos
maneras:

Una es aislarnos. Pero, ¿qué pasa si con nuestro aislamiento estamos robando a otras
personas la influencia divina que pudiéramos tener en sus vidas? ¿Y si nosotros fuéramos la
única “Biblia” que leen?

El otro error es amoldarnos y ser como todos los que nos rodean. La Biblia nos instruye a
mantenernos al margen en temas no negociables y a la vez a ser flexibles y accesibles en
formas que podamos ser parte en las vidas de los demás (ver Malaquías 3:18, 1 Corintios
9:19–22).

Jesús nos mostró un enfoque equilibrado. Ni se aislaba ni se dejaba amoldar. Se relacionaba


con la gente ahí dónde estaba, pero sin hacer concesiones.

Billy Graham dijo que deberíamos ser como la corriente del Golfo cuando fluye por las
frías aguas del Atlántico: “La corriente del Golfo está en el océano, pero no es parte del
mismo. Los creyentes están en el mundo, pero no deben dejarse absorber por él.” Tenemos
que retener nuestra identidad y propósito, pero también tener un efecto en el ambiente que
nos rodea. Tenemos que estar en este mundo, pero no ser de este mundo.

VERSÍCULO CLAVE
"Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo. Como tú me enviaste al mundo, yo los envío
también al mundo"
Juan 17:16, 18
Día 27: Cuando Tropezamos
¿Cómo me levanto después de haber caído?

Un momento crítico en su vida espiritual es cuando tropieza. Parece ocurrir cuando menos
lo espera. Está progresando en su crecimiento, superando malos hábitos, y de repente
¡boom! Sin previo aviso, hace algo “realmente estúpido”, como tener una súbita explosión
de ira o insultar a su mejor amigo.

Lo que hagamos inmediatamente después de haber caído es crucial. Si no tenemos cuidado,


podemos alejarnos del Señor por la culpa o la vergüenza. “La eché a perder. Soy un
fracaso.” O podemos tratar de justificarnos: “¡Se merecía todo lo que le he dicho!”
Mientras más avancemos por este camino, más difícil será recuperarnos.

El otro camino, el del perdón, funciona en la dirección opuesta; le permite acercarse a Dios
aún más. La clave es acudir a Él enseguida, con toda honestidad acerca de lo que ha hecho,
y pedir su perdón. Usted no lo va a sorprender o a molestar. Él ya lo sabe todo; incluso lo
que hemos estado pensando. ¿Cuál es la reacción de Dios? “Si confesamos nuestros
pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan
1:9). ¡Qué promesa más preciosa!

Tome la iniciativa. Acuda a Él cada vez que tropiece, sea algo grande o pequeño. Al
hacerlo, verá crecer cada día su confianza en Su amor y plena provisión.

VERSÍCULO CLAVE
"Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda"
2 Pedro 1:3
Día 28: Cerca de la Cruz
¿Por qué es el sufrimiento de Jesús en la cruz tan vital para mí?

Al acercarnos al final de nuestros estudios, me gustaría animarle a vivir cer de la cruz. Esto
puede parecer extraño, ya que ahí tuvo lugar una muerte horrible y casi todo el mundo
abandonó a Jesús. Pero, cuánto más cerca estemos de la cruz, más cerca estaremos de la
victoria (1 Corintios 15:54).

En la cruz:

 Jesús fue castigado para que pudiéramos ser perdonados (Isaías 53:4–5).
 Jesús fue herido para que nosotros fuéramos sanados (Isaías 53:4–5).
 Jesús murió para que nosotros recibiéramos una vida nueva (Hebreos 2:9, Romanos 6:4).
 Jesús tomó nuestra pobreza para que tuviéramos abundancia (2 Corintios 8:9).
 Jesús tomó nuestro rechazo para que pudiéramos recibir la aceptación del Padre (Efesios
1:5–6).
 Jesús fue hecho maldición para que pudiéramos obtener la bendición (Gálatas 3:13–14).

Haga una pausa y reflexione en estos poderosos intercambios y cómo se pueden aplicar a su
vida. Por ejemplo, ¿lucha usted con el rechazo? En la cruz, recibimos la aceptación de
Jesús, con todo lo malo que haya hecho o haga en el futuro.

El apóstol Pablo enfatizó el poder de la cruz cuando dijo: “Jamás se me ocurra jactarme de
otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo” (Gálatas 6:14). En la cruz usted es
liberado de grandes y continuas cargas. Viva cerca de la cruz. Es su camino a la libertad.

VERSÍCULO CLAVE
"Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él"
Romanos 6:8
Día 29: Los Pasos Siguientes
¿Qué hago ahora?

Hace poco escuché a una mujer anciana decir con tristeza: “Mi vida de oración no se acerca
si siquiera a lo que me gustaría que fuera.” No se trataba de falsa humildad. Era el lamento
de quien ansía conocer más y más a Jesús.

El Apóstol Pablo también era ya muy mayor cuando dijo, con una pasión similar:
“Quiero conocer a Cristo.” Él nos recuerda al atleta que se esfuerza por llegar a la meta
final y continúa diciendo: “Olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo
que está delante, sigo avanzando a la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante
su llamamiento celestial en Cristo Jesús“ (Filipenses 3:10, 13–14).

T. Austin-Sparks, reflexionando sobre la inmensidad de Cristo, dijo: “El efecto de la obra


del Espíritu Santo sobre nosotros es el de llevarnos a la orilla de un inmenso océano que
alcanza mucho más allá de lo que podemos llegar a divisar; y en cuanto a los sentimientos:
¡qué profundidad y plenitud, la de Cristo! Si llegamos a vivir tanto como el hombre que
más haya vivido, todavía seguiremos en la orilla de esta vasta inmensidad que es Cristo”
(Austin-Sparks, La escuela de Cristo).

Este estudio termina mañana. ¡Felicitaciones! ¡Usted lo ha seguido durante 30 días! Lo


exhorto a que continúe creciendo, ya que tan solo ha arañado la superficie. ¡Hay mucho
más! Y usted tiene la capacidad de recibir mucho más.

¡Conocer a Cristo es una búsqueda de toda una vida!

VERSÍCULO CLAVE
"¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables
sus juicios e impenetrables sus caminos!"
Romanos 11:33
Día 30: Portadores de Luz
¿Cuál es la manera más eficaz de ayudar a los demás?

Al prepararme para la “despedida”, me complace profundamente que esté edificando una


base espiritual sólida en su vida. Cuando aceptó a Cristo, usted fue rescatado de la
oscuridad y sumergido en la luz de Cristo. El apóstol Pedro dice: “(Él) los llamó de las
tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).

Ahora lo animo a que irradie la luz que ha recibido en las vidas de los demás. Esta es la
promesa que Jesús le hizo a una mujer atrapada en la oscuridad del pecado moral: “Yo soy
la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
(Juan 8:12).

A través de toda la Biblia, la luz es un tema central y una metáfora poderosa. Siempre se
pone en contraste con la oscuridad. De hecho, la luz extingue la oscuridad. Usted habrá
visto cómo una sola vela puede iluminarlo todo en una sala que, de otra manera, estaría
oscura. Incluso estos mismos estudios, al salir a la oscuridad de un mundo saturado de
pecado, son una forma de luz que desafía a la oscuridad.

No subestime nunca la manera en la que puede llevar la luz a sus círculos de influencia,
familiares, amigos, compañeros de clase o de trabajo. Recuerde, no es su luz, sino la luz de
Cristo que brilla en usted.

Termino con el encargo que Jesús dio a sus seguidores: “Hagan brillar su luz delante de
todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en
el cielo” (Mateo 5:16).

Me siento agradecido y honrado de que el Señor nos haya permitido conocernos.

Que Dios le bendiga y guarde siempre.

John Beckett

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