La integración del yo se produce por la elaboración del duelo por partes de sí mismo y
por sus objetos. Una vez que las figuras parentales son internalizadas e incorporadas a la
personalidad del sujeto, este puede iniciar su proceso de individuación.
2. La tendencia grupal
Muchos autores definen la socialización2 como el proceso de influjo entre una persona y
sus semejantes, proceso que resulta de “aceptar” las pautas de comportamiento social y
de adaptarse a ellas.
La socialización se puede describir desde dos puntos de vista: objetivamente, a partir del
influjo que la sociedad ejerce en el individuo, en cuanto proceso que moldea al sujeto y
lo adapta a las condiciones de una sociedad determinada, y subjetivamente, a partir de la
respuesta o reacción del individuo a la sociedad.
1
El autoconcepto es la opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un juicio de
valor
2
La socialización es el proceso mediante el cual el ser humano aprende, en el transcurso de su vida, los
elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a la estructura de su personalidad bajo la
influencia de experiencias y de agentes sociales.
1
El proceso de socialización propiamente dicho, sería entonces, la manera con que los
miembros de una colectividad aprenden los modelos culturales de su sociedad, los
asimilan y los convierten en sus propias reglas personales de vida. Esto se complica más
en sociedades multiculturales.
Es obvio que existen diversos agentes de socialización, que juegan un papel de mayor o
menor importancia según las características peculiares de la sociedad, de la etapa en la
vida del sujeto y de su posición en la estructura social.
Entre la gran sociedad y el sujeto individual existen numerosos grupos más o menos
pequeños, que son los principales agentes socializadores.
Para cada sujeto el comienzo natural del proceso de socialización es su inmediato grupo
familiar, pero éste a su vez, como se sabe, se encuentra en interacción constante con
otros grupos agentes socializadores cada vez más amplios y también en complejas
interacciones.
4. Constitución de la identidad
La palabra identidad proviene del latín identitas y este de ídem (lo mismo), que
encontramos en frases de latín clásico como: ídem et ídem (una y otra vez) , Semper
ídem ( siempre lo mismo ) Ego ídem sum ( Yo soy el mismo) y Non ómnibus ídem most
est ( No todos tienen las mismas costumbres).
La identidad no nos identifica solo como individuos, único, diferentes a los demás, sino
que señala algunas características que compartimos con (ídem= lo mismo) otras
personas. Por ejemplo, mi apodo, no solo me identifica a mí, sino a todas las personas
que tienen esas mismas características. Otros atributos como nacionalidad, edad, y
profesión sirven para identificar a un grupo.
2
Agregando a lo anterior, los humanos creamos grupos sociales con los cuales nos
identificamos y a veces actuamos en grupo. Por ejemplo, personas de una misma
religión practican ceremonias en grupos. Lo mismo sucede en los deportes, donde un
equipo, formado por varias personas, actúa con una sola identidad. Así también sucede
con las naciones ya que se comportan como parte de un mismo grupo. La conducta de
grupo es peligrosa cuando termina en linchamientos, por ejemplo, el colectivo en favor
del aborto es un grupo que lincha a quienes no piensan y valoran como ellos, se pueden
encontrar ejemplo de esto en internet donde se puede ver a estos grupos agrediendo a
personas e instituciones que no comparten su posición ideológica3.
Afectividad y virtudes
Emociones
Entre las emociones encontramos tristeza, ira y miedo, o emociones positivas como
alegría, paz, felicidad. Con estos sentimientos tenemos determinadas conductas, como
por ejemplo, la pereza nos conduce a no hacer nada, no cumplir con los deberes, y la
tristeza conduce a abandonarse, aislarse. Las emociones negativas generan una
deformación en la conducta dado que no permiten a la personas realizar acciones que le
admitan crecer y madurar.
Por su parte, las emociones como la alegría y el amor mueven a la persona a tener
acciones que le admiten crecer en lo humano. Simultáneamente estas conductas
favorecen en su entorno desde el aporte que cada cual realiza con las acciones positivas
que se van logrando, como por ejemplo, compromiso, dedicación, y expresar cariño.
Claro que no siempre tenemos las mejores emociones, a veces nos encontramos
angustiados por las circunstancias que nos rodean. No obstante, el poder de elegir no
debe quedar relejado a las emociones negativas, sino que aun así debemos ser capaces
de afrontar esas situaciones difíciles con las conductas que nos permiten crecer, como
son la dedicación, el esfuerzo, el cariño, el perdón, la amabilidad, y la escucha activa.
3
Sobre los actos y consecuencias de los movimiento ideológicos ingrese al siguiente enlace.:
https://www.lagaceta.com.ar/nota/721245/actualidad/feministas-prendieron-fuego-golpearon-periodistas-
jovenes-frente-catedral-portena.html
3
Virtud del respeto
Para lograr una socialización efectiva es necesario tener virtudes que nos permitan tener
relaciones sociales que sean provechosas para quien las usas y también para los demás
logrando un plexo de relaciones que tengan sentido para la existencia de cada persona.
Por respeto entendemos la acción que procura no perjudicar a los demás, ni deja de
beneficiarse así mismo. El respeto debe ser mutuo4.
4
David Isaacs. La educación de las virtudes humanas y su evaluación. Ediciones Universidad de
Navarra, S.A. Pamplona. 2003.
4
Cuando hablamos de respeto nos referimos a cuidar, puede ser los padres, los
hermanos, los primos, la naturaleza, etc.
También el respeto tiene que ver con la obediencia, por ejemplo cuando decimos que
hay que respetar las reglas del juego, las reglas viales, o las reglas de la institución, etc.
El respeto tiene que ver con la acción. Ese actuar debe estar acompañado de la
sinceridad, sin ella no puede haber respeto. El desarrollo de la virtud del respeto es
posible en la medida que es acompañado con la sinceridad y con emociones positivas,
sobre todo con la capacidad de elegir constantemente aquello que es bueno, por
ejemplo:
No ser criticón,
Comportarse sin causar disgustos a las personas con palabras ofensivas o
tratándoles con poca consideración.
Buscar el bien de los demás, por ejemplo, ayudar sin esperar algo a cambio.
Ser agradecidos.
Como se ve, encontramos que para poder ser estables en lo emocional es preciso
conocer las emociones que cada uno tiene. Junto con ello conocer las conductas propias
que generalmente cada persona tiene. También es pertinente reconocer las conductas
que están vinculadas a emociones negativas o positivas. A partir de ello vemos que es
importante tener virtudes, porque no permiten que las emociones negativas predominen,
y en consecuencia que no prevalezcan los actos negativos. Así mismo las virtudes nos
permiten tener modos de relacionarnos efectivos en el contexto social, académico, e
institucional.
Todo lo anterior hace que la identidad misma se constituya con habilidades sociales y
conductuales que son beneficiosas para cada individuo, dando lugar a la formación de
personas coherentes, con valores, laboriosas, y virtuosas.