SUPERIOR
Alfabetización-2017
Carrera de Lengua – 4to 1ra
PROGRAMA 2017
CARRERA Lengua
UNIDAD CURRICULAR
NOMBRE ALFABETIZACIÓN
FORMATO Módulo
REGIMEN Cuatrimestral
PRESENCIALES 5
CANTIDAD DE HORAS
CONSULTA/ GESTIÓN 2
DATOS GENERALES
DESARROLLO
FUNDAMENTACIÓN
EXPECTATIVAS DE LOGRO
3
CONTENIDOS
CONCEPTUALES
CONTENIDOS
PROCEDIMENTALES
Análisis crítico de los lineamientos curriculares del Área Lengua y de Literatura para el Nivel
secundario.
Postura reflexiva y crítica frente al marco teórico.
Valoración de la necesidad de capacitación y actualización permanentes.
Responsabilidad, honestidad y puntualidad en el cumplimiento de las propuestas.
Intercambio respetuoso de ideas en la interacción grupal.
Valoración de la importancia de manifestarse frente a los futuros alumnos como un modelo
de lector y escritor
Flexibilidad frente a propuestas innovadoras.
METODOLOGÍA
Todos los trabajos escritos y orales se aprobarán con el 60%, en los escritos, además del
aspecto conceptual, se considerará la ortografía , la cohesión en la redacción, la presentación
y la caligrafía.
El alumno deberá aprobar un parcial y el 100% de las demás instancias evaluadoras (trabajos
prácticos, exposiciones, informes, proyectos, presentación de bitácoras, etc.) El examen parcial
tendrá un recuperatorio.
El módulo se acreditará por medio de un examen integrador, individual y escrito, ante un
tribunal. La acreditación se calificará con la escala de 0 a 10, correspondiendo 4 al 60%.
BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA
5
Homo sapiens.
Lardone, Liliana y María Teresa Andruetto (2003): La construcción del taller de escritura. Rosario,
Homo Sapiens
Melgar, Sara;(2005) Aprender a pensar. Las bases para la alfabetización avanzada. Buenos Aires,
Papers.
Rodari, Gianni. (1995) Gramática de la fantasía. Bs.As., Colihue.
Método Freire para la alfabetización de adultos, descripción de Carlos Rodriguez Brandao, Consulta
hecha en 12/04/2016
http://www.crefal.edu.mx/crefal25/images/publicaciones/cuadernos_crefal/cuadernos_crefal_3.pdf
Ratier, Alejandro. Apuntes de psicolingüística.(Parte 1 y parte 2) Consultada 11/04/2017.
https://www.youtube.com/watch?v=tutKTjaBNUQ
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
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Sapiens.
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Alvarado, Maite y otros. (1997) Los CBC y la enseñanza de la lengua. Bs. As., AZ.
Alvarado, Maite y María del Pilar Gaspar (2001): Trengania. Buenos Aires, MECyT.
Alliende F., Condemarín,M. (1982) La lectura: teoría, evaluación y desarrollo. Sgo. de Chile, A.
Bello.
Blanco, Lidia (2007) Leer con placer en la primera infancia. Buenos Aires, Novedades educativas.
Braslavsky, Berta. (2005) Enseñar a entender lo que se lee. Alfabetización en la familia y en la
escuela. Buenos Aires, FDCE.
Borzone de Manrique, A., Gramigna, S. (1987) Iniciación a la lectoescritura. Bs.As., El Ateneo.
Borzone de Manrique, A.; Marro,M. (1991) Lectura y escritura: nuevas propuestas desde la
HOJA DE BITACORA
Tema Fecha
Objetivo Tiempo
Anexo Recomendaciones
7
Fortalezas Debilidades
Cierre
El lenguaje, el fenómeno oral y natural. La escritura, fenómeno artificial y cultural. Concepto de cultura:
cultura oral, cultura gráfica y audiovisual o segunda oralidad. La escritura alfabética. La escritura como
tecnología y como reestructuradora de la conciencia. La lectura, silenciosa e individual y la en voz alta
o pública. Definiciones de conciencia fonológica, léxica, ortográfica y alfabética. La visión alfabética. La
alfabetización y el desarrollo social. Glosario.
Introducción
La alfabetización es un proceso complejo que ha sido redefinido muchas veces a lo largo del último
siglo tratando de incorporar, al ritmo de los avances tecnológicos, aquellos conocimientos que
caracterizan a la persona alfabetizada en el tercer milenio. Actualmente, sin embargo, los expertos y
los organismos internacionales entendidos en la materia sugieren recuperar el sentido primordial de la
alfabetización como aprendizaje de la lengua escrita, la lectura y la escritura.
Este aprendizaje puede comenzar antes del ingreso escolar y puede continuarse más allá de
los límites de la educación formal; así visto, se trata de un proceso vital y asistemático ya que las
personas van adquiriendo nuevos conocimientos a través de la lectura y la escritura según sus
necesidades y circunstancias. Sin embargo, para que el aprendizaje a partir de la lengua escrita sea
una empresa continua en la vida de las personas, es preciso que la alfabetización escolar construya
cimientos sólidos. La enorme cantidad de analfabetos funcionales en nuestras sociedades
empobrecidas y el creciente fenómeno del iletrismo en las sociedades ricas, son un alerta acerca de
las condiciones de calidad y perdurabilidad que han de caracterizar la oferta alfabetizadora formal. Así
pues, la alfabetización escolar tiene que ser sistemática ya que la escuela, responsable de
8
garantizar este aprendizaje, ha de proponer contenidos y formas del hacer, de modo cuidadosamente
secuenciado en el tiempo y precisamente articulado.
Lo natural y lo cultural
La historia de la lengua y las tecnologías de la palabra permiten distinguir las actividades
naturales relacionadas con el lenguaje, que están ligadas a la especie, como el escuchar y el hablar,
de las actividades que surgen de la civilización y de la cultura y que no son naturales, como la lectura y
la escritura.
Los seres humanos están equipados naturalmente para la escucha lineal de las unidades
lingüísticas, que sigue la linealidad de la señal sonora. Para esto su cerebro procesa los sonidos del
habla en forma de unidades distintivas que permiten diferenciar significados, que técnicamente reciben
el nombre de fonemas. Asimismo, están dotados biológicamente para la visión simultánea, la visión
que tenemos de una escena, de un cuadro. Estos procesos suceden por debajo del nivel de la
conciencia, fuera del control consciente.
Como un producto cultural, se desarrollaron sistemas de representación de las lenguas orales,
llamados lenguas escritas, que necesitan -para ser comprendidas- la condición básica de una visión
especializada, alfabética, que permite adquirir informaciones lingüísticas a partir de una serie lineal de
símbolos visuales.
La visión alfabética sigue la linealidad de la escritura descifrando al mismo tiempo su valor
alfabético/fonético y captando su significado. Esta forma de percibir comparte características de la
visión, dado que se percibe por los ojos, y a la vez de la escucha, dado que va procesando información
que se presenta linealmente, tal como lo hace la información auditiva correspondiente a la lengua
hablada, pero a través de signos gráficos trazados sobre una superficie; esto es letra por letra
La heterogeneidad
El sistema escolar presenta severas dificultades para asumir el punto de partida real en que se
encuentran posicionados los niños al inicio de su escolaridad. En el momento de ingreso a la escuela,
la diversidad se manifiesta en la oralidad primaria del niño y las diferencias son interpretadas como
carencias, defectos de unas formas lingüísticas respecto de otra/s. Se considera que algunos alumnos
“no saben hablar” o “hablan mal” y que por ello es difícil enseñarles a leer y escribir.
El hecho de que los alumnos no pronuncien determinados sonidos, alteren la morfología
estándar o produzcan textos donde se manifiestan selecciones sintácticas anormativas, no debe ser
obstáculo para avanzar en todos los otros sentidos en los que estos rasgos no afectan la inteligibilidad
o la comprensión. Nada impide que progresen en otros planos tales como la comprensión lectora, es
decir que independientemente de las características de su oralidad, los alumnos pueden y deben leer
mucho; también pueden y deben progresar en la escritura y el conocimiento de los formatos escritos.
Nada les impide experimentar la escritura y la lectura. Ni siquiera están impedidos de reflexionar sobre
los hechos del lenguaje, con la guía del docente, y acercarse de este modo a la sistematización
metacognitiva que luego les permitirá diferenciar los usos orales propios de los intercambios
informales, de aquellos propios de los intercambios formales. Hay que tener en cuenta que la oralidad
primaria del niño es una estructura resistente, que no se puede cambiar de entrada, sino que -por el 9
contrario- se va enriqueciendo con otras variedades, además de su lengua materna, a través de y
como resultado del desarrollo de una alfabetización sólida a lo largo de la escolaridad.
En lugar de ver los problemas de los alumnos con la lengua escrita y la lectura como
exponentes de dificultad individual o trastorno de aprendizaje, se puede considerar: ¿Cómo
ayudaríamos a una persona que tiene dificultades con lo que lee y escribe, si nos dijeran que es
extranjero, que tiene las dificultades lógicas de un extranjero para comprender la lengua en que están
escritos los textos y para producirlos?
El analfabetismo
A raíz de las estadísticas que realizó la UNESCO en 1976, en las cuales estimaban que en el
mundo existían 800 millones de personas analfabetas, se propone que los países afectados incorporen
la alfabetización en sus planes de desarrollo nacional. Teniendo en cuenta para ello, las dos caras de
la alfabetización: los adultos y niños.
Con los primeros, se tratará de compensar sus carencias, y con los niños prevenir que sean
futuros analfabetos.
Lo importante de esta acción es que la UNESCO reconoce el fracaso de las campañas de
alfabetización desarrolladas anteriormente.
El origen del analfabetismo está dado por diversos factores, entre los que podemos nombrar:
- Dimensión socio-económica
- Diferencia entre el proceso de urbanización y atraso rural
- Diferencia socio-educativa
- Problemas étnicos-culturales no resueltos
- Pobreza nacional (insuficiencia global o mala distribución de los recursos disponibles)
Como Rivero nos plantea "...no es casualidad que más del 98% de los analfabetos del mundo vivan en
áreas geográficas y en los grupos humanos más pobres..."
Estos analfabetos entran en un círculo vicioso en el cual son rechazados por no saber leer ni
escribir, y no pueden aprender estos saberes porque ya fueron excluidos. Pero vale la pena mencionar
que existen, aunque aislados, programas de alfabetización para compensar estas carencias.
Las investigaciones que se realizaron ponen en "... evidencia la 'cara oculta' del analfabetismo.
El problema del fracaso escolar y la repitencia ya no era sólo analizado en términos de problemas
sociales y familiares o de patología individual, sino que permitió tomar conciencia de que buena parte
de las razones del fracaso escolar obedecen a condiciones que son responsabilidad del sistema
educativo..."
A leer se aprende leyendo... con mucho trabajo del docente y de los alumnos.
La comprensión lectora no es una actividad automática, sino una actividad cultural de nivel muy
alto. Como apunta Hébrard (2000,MECyT,conferencia), los lectores expertos entienden bien un texto
porque son cultos en el campo en el que está inscripto ese texto. La dificultad de la lectura escolar,
especialmente en contextos de vulnerabilidad social y a medida que aumenta la complejidad de lo
escrito, consiste en hacer que los chicos lean textos para los que todavía no son muy cultos, donde
son como extranjeros en territorio desconocido. Lo mismo sucede con la escritura: no basta conocer
las palabras para escribir, hay que idear el texto, pensar a quién está destinado, verificar su escritura,
controlarlo.
Según Teresa Colomer (1993): “No se puede esperar que el lector se vuelva autónomo de
manera autónoma”. La idea de que a leer se aprende leyendo da por supuesto que el lector adquiere
autonomía repitiendo las rutinas de lectura que haya construido en soledad. Lo mismo vale para la
escritura.
La lectura y la escritura son actividades sociales que suponen grupos humanos que comparten 10
entre sí las significaciones de los textos, y la profesión docente ayuda a la construcción de esos grupos
que comparten las significaciones, se plantean preguntas y pueden llegar a modificar sus
comprensiones y producciones. Además, la comunidad de lectores, la pertenencia a un aula donde se
lee, la frecuentación de una biblioteca, permiten cumplir con otro principio que favorece la formación
del buen lector y del escritor.
Además, hay una poderosa interrelación entre el habla, la lectura y la escritura. Al hablar sobre
lo que saben y no saben acerca de un tema sobre el que luego van a leer y/o escribir, los alumnos
activan su pensamiento, exponen los propios procesos de inferencia y se enriquecen con el
intercambio en el aula. El docente los ayuda a sistematizar en el pizarrón y los cuadernos las “palabras
clave”. Luego recuperan esas palabras en el texto propio, confirman o disconfirman lo que pensaban
sobre su significado y su forma fónica y gráfica, siempre con la guía y el andamiaje del docente hasta
que aprenden a hacerlo solos, pero volviendo al andamiaje docente cuando el texto es nuevo.
La lectura como proceso físico del ojo al leer, el barrido de la página, las pausas y saltos
oculares es más o menos similar, sea cual fuere la lengua que se está leyendo. Sin embargo, el hecho
de leer y comprender tiene que ser estudiado en cada lengua en particular porque las diversas lenguas
tienen procesos de codificación diferentes.
La representación de una lengua oral por una lengua escrita presenta dos aspectos básicos a
considerar:
1. La forma en que se codifica gráficamente la lengua de que se trata.
2. La forma en que la perceptibilidad auditiva de la lengua ayuda u obstaculiza al que se alfabetiza,
para comprender la codificación.
Este aspecto es variable de una lengua a otra. En español usamos una escritura alfabética, en
la cual se codifican los sonidos del habla. La escritura alfabética tiene la ventaja de que con una serie
limitada de dibujos (entre 25 y 40 en todas las lenguas) o grafemas se representan los fonemas de la
lengua.
Para cada fonema de la lengua corresponde un grafema, solo uno y siempre el mismo (por
ejemplo, en el español /p/ “papa, capa”, la pe siempre es pe).
Pero no pasa lo mismo en lo que suena /s/ del español de América que corresponde a tres grafemas S
Z C como en “sapo, zapato y cielo”. Otro problema se da con el fonema /k/ del español que se
representa por el grafema C en “casa” y con el grafema doble o digrama QU en “quinta”.
Para cada grafema corresponde un fonema, solo uno y siempre el mismo (por ejemplo, P, D, N,
T “papá, dedo, Tita, nena”) 11
Pero no pasa lo mismo con el grafema G que es /g/ en “gorra” pero es /x/, es decir suena como una J,
en “gitano”.
Cada fonema se identifica con un solo grafema (por ejemplo el fonema /p/ siempre se
representa por un solo grafema P)
Pero no pasa lo mismo con el fonema /k/, que se representa a veces como QU, o el fonema /tS/
que se representa con dos grafemas o un digrama CH como en “charla, che”.
Distintos expertos en la alfabetización han desarrollado con mayor detalle cada uno de estos
procesos, que en el proyecto consideramos convergentes para lograr una buena alfabetización.
implica el manejo de una lengua completa, la lengua escrita, que permite producir distintos géneros
discursivos escritos para lo cual se requiere conocer reglas y convenciones gráficas, desde los
formatos de los textos hasta las representaciones gráficas para los fonemas, los signos diacríticos, las
pausas, las entonaciones.
d. Comprensión del sistema textual y de la sintaxis: A medida que leen y sobre todo si se les
presentan textos desde el comienzo, los alfabetizandos se familiarizan con los tipos de textos, los 12
formatos, el orden secuencial de las oraciones escritas y las reglas de combinación entre los
morfemas. El lector eficaz debe ser capaz de anticipar las formas de los textos y los encadenamientos
posibles de palabras dentro de ellos y esto se logra con la frecuentación asidua de textos y con la
enseñanza explícita de estrategias de comprensión desde el comienzo de la alfabetización.
Trabajo Práctico nº 1
En grupos se expondrán temas del libro de Berta Braslavsky Enseñar a entender lo que se
lee. Alfabetización en la familia y en la escuela.
Se deberá elaborar un esquema de secuencia didáctica al estilo tradicional (se aporta un
modelo) para desarrollar la clase.
Grupo 1-La escritura: origen y sistemas-p17 La alfabetización y sus alcances-36
Grupo 2-El lenguaje escrito y los actos de leer y escribir-p41 La compresión del lenguaje escrito-p48
Grupo 3-El concepto de alfabetización temprana-p105 La alfabetización temprana en la familia, el nivel inicial y
primer ciclo-p114
Análisis y comparación
Conoce el nivel de
Inicio Según el Diseño
desarrollo del
Indagación de curricular
alumno.
ideas previas
Motivación - Genera un conflicto cognitivo.
lúdica - Recupera conocimientos previos
Reconexión Propone Desde lo general - Activa y vincula el conocimiento
con clase actividades hacia lo particular. emergente con el escolar.
anterior - Relaciona el conocimiento nuevo
con sus intereses.
“Empalme” de conocimientos. MEDIACIÓN PEDAGÓGICA 13
Evoca lo conocido.
Recuerda lo ya
Representa e
aprendido.
incorpora la -Relaciona.
Enuncia y
realidad. (Tener en -Asocia.
desarrolla lo nuevo
cuenta las -Diferencia.
por conocer.
(Taxonomías de
Comprende
Bloom)
Desarrollo
Usa estrategias de
comprensión y -Pone en juego procesos
desarrollo del cognitivos específicos según el
Habilidades
nuevo contenido.
lingüístico-
conocimiento -Construye significados.
cognitivas
(Memorias de -Resuelve el conflicto cognitivo.
Gardner y ejes en
los DCP y NAP)
Propone síntesis
conceptual y ayuda
a ubicar el nuevo -Reestructura y redefine el
Cierre conocimiento en conocimiento.
relación con los Jerarquiza el conocimiento.
que ya posee el
alumno.
Propone
-Memoriza.
actividades para
-Transfiere lo aprendido a nuevos
los conocimientos
contextos.
incorporados en
contextos nuevos.
Se reflexiona sobre
Preguntas: ¿Cómo resultó la
la dinámica de la
clase?
clase, las Se reflexiona sobre
¿Aprendiste algo nuevo? ¿Qué?
Metacognición actividades. las estrategias
¿Qué te resultó muy difícil?
Se identifican cognitivas
¿Cómo lo resolviste?
dificultades de
¿Hoy te involucraste en la clase?
comprensión
*Sumativa o final
Verificar, acreditar, calificar, 14
promocionar, ponderar
El código escrito no es una simple transcripción del código oral ya que la expresión oral tiene sus
propias reglas. Los códigos oral y escrito se diferencian tanto en sus características contextuales como
textuales.
DIFERENCIAS CONTEXTUALES
Se refieren al contexto de la comunicación: espacio, tiempo y relación entre los interlocutores.
ORAL ESCRITO
Comunicación espontánea. El hablante puede Comunicación elaborada. El hablante puede
rectificar, pero no borrar lo que ya ha dicho. El corregir y rehacer el texto sin dejar rastros. El
oyente está obligado a comprender el texto en el lector puede escoger cómo y dónde quiere leer el
momento de la emisión y tal como se emite. texto (en qué orden, la velocidad, etc.)
Comunicación efímera. Los sonidos son Comunicación duradera. Las letras se graban en
perceptibles solamente durante el tiempo que un soporte estable y perduran. El escrito adquiere
1 Hoja elaborada por Cristina Carmona con información de Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir. Daniel Cassany.
Barcelona, Paidós, 1989
DIFERENCIAS TEXTUALES
Hacen referencia al mensaje de la comunicación, al texto.
Adecuación
Uso más frecuente de las variedades dialectales. Uso más frecuente del estándar. Tendencia a
Tendencia a marcar la procedencia geográfica, neutralizar las señales de procedencia del
social y generacional escritor.
Bajo grado de formalidad, usos privados, Alto grado de formalidad, usos públicos,
propósitos subjetivos, asociado a temas propósitos objetivos, asociado a temas
generales. específicos
Coherencia
Selección menos rigurosa de la información: Selección muy precisa de la información: el texto
presencia de digresiones, cambios de tema, contiene exactamente la información relevante
repeticiones, datos irrelevantes.
Estructura del texto abierta: hay interacción, el Estructura cerrada: responde a un esquema
15
hablante puede modificarla durante la emisión previamente planificado por el escritor
Estructuras poco estereotipadas: el hablante tiene Estructuras estereotipadas: con convenciones
más libertad para elaborarlas como desee sociales, fórmulas y frases hechas
Cohesión
Menos gramatical: utiliza sobre todo pausas y Más gramatical: signos de puntuación, enlaces y
entonaciones, y algunos elementos gramaticales conectores, sinónimos, pronominalizaciones
Alta frecuencia de referencias al contexto, a la Alta frecuencia de referencias internas al mismo
situación. texto
Gramática: léxico
Uso de comodines: “cosa”, “esto”, “hacer”, “algo”, Tendencia a usar los vocablos equivalentes y
etc precisos
Uso de tics lingüísticos o palabras parásito: Ausencia de estos elementos
“¿sí?”, “mmm”
Uso de muletillas: Palabras o expresiones usadas Tendencia a eliminarlos
repetidamente pero no son necesarias para la
comunicación: “o sea”, “bueno”, “este” etc
2 La autora es profesora titular de la Universidad Nacional de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de La Plata y
asesora de la Dirección de Planeamiento de la Municipalidad de Buenos Aires, Argentina.
3 Guillaume J. (1911).
17
Método Visión de la palabra Proceso Resultado
Alfabético Mano Eme+a= ma Mano
Eme+o= no
Fónico Mano M/a/n/o = mano mano
Los métodos fónicos empiezan por las vocales enseñando su forma y sonido. Después se
presentan las consonantes y se unen en relaciones cada vez más complejas.
Gray 6 reconoce cuatro variantes que se proponen para despertar el interés por este
aprendizaje:
1. la onomatopéyica, que parte de figuras de animales o personas produciendo determinados sonidos;
2. las “palabras claves” en las que se presta atención al sonido inicial. Por ejemplo: “manzana”, “sol”,
“pelota”;
3. una combinación del anterior en el cual la forma de la letra se superpone al sonido;
4. la letra se presenta en diversas palabras para que el niño se familiarice con el sonido en situaciones
distintas y lo aprenda por inducción.
En todos esos casos se parte de la percepción visual de la letra para asignarle un sonido.
Se reconoce otro método fónico que sigue un camino inverso del anterior, comenzando por la
percepción auditiva para codificar cada sonido mediante una letra.
Los métodos silábicos emplean como unidad la sílaba que se combina en palabras y en
frases. También se comienza enseñando las vocales y luego la forma y el sonido de las sílabas. Se
inicia con la primera sílaba de una palabra y después se hacen ejercicios componiendo palabras.
Quienes analizaron cada método han advertido sus ventajas y sus desventajas. En cada caso éstas
últimas dieron lugar a la aparición de un nuevo método que surgía para evitar o corregir las
desventajas del anterior y así sucesivamente.
Veámoslo:
El método alfabético, después de miles de años de penosas experiencias, dio lugar al
deletreo, recurso tan largo y tedioso que, a su vez, necesitó de los silabarios y cantinelas, cuyos
resultados no fueron mejores.
Para superar el deletreo, evitando el paso intermedio del nombre de la letra, aparecieron los métodos
fónicos, decodificando cada letra con un sonido. Al principio se celebraron sus ventajas, que consistían
en la producción más rápida de la palabra y el texto. Pero pronto se advirtieron sus desventajas que 19
consistieron en la dificultad para pronunciar las consonantes aisladas, para unirlas con las vocales,
para hallar la correspondencia entre cada letra del alfabeto escrito y los fonemas del lenguaje hablado.
Por exigencias de la práctica, para aumentar el interés, aparece una variedad de métodos
fónicos. Pero ninguna de las variantes resolvió los problemas mencionados.
Esa dificultad, a su vez, dio lugar a los métodos silábicos que se integraron en los llamados
psicofonéticos.
Hasta aquí se puede advertir la autoevolución de los métodos que operan con elementos no
significativos, según la cual, cada uno aparece para superar las dificultades del precedente.
Pero, en ese ascenso, se siguió tropezando con una dificultad común a todos los métodos
puestos a prueba. Se trataba de la comprensión que se veía dificultada en todos.
Ante la necesidad de lograr una lectura comprensiva se recurre a las unidades significativas de
la lengua. Intuitivamente, se procura obtener el mecanismo de la comunicación y de la comprensión
que debía movilizarse en la lectura desde el comienzo del aprendizaje. Más que por conceptos
lingüísticos, los maestros se guiaban por móviles psicológicos con la intención de que los alumnos
comprendieran lo que se expresa y transmite en la escritura.
El primer paso consistió en enseñar mediante palabras enteras considerando que la palabra es
una idea que no admite la vivisección. Este método presentó dificultades para aplicarse a palabras y
textos desconocidos.
Aportes de la psicología
¿Adivinación o experiencia?
17 Wallon. H. (1965).
18 Decroly, O. (1923).
conocimientos. Pero también define la información de una idea, una construcción mental como
síntesis, una creencia o supuesto, una opinión.
Durkin describe la “teoría del esquema” como un intento para explicar de qué modo “la nueva
información adquirida durante la lectura se enlaza con una información previa que ya estaba en la
mente de los lectores”.
Strickland dice que “nuestros esquemas no están nunca completos. Siempre faltan partes de la
información. Esto se aplica en especial a los niños ya que son relativamente principiantes en el cúmulo
de información que es necesario tener sobre el mundo. Los teóricos ven las partes que faltan como
ranuras vacías que deben ser llenadas. La comprensión implica llenar esas ranuras. Vemos entonces
que la lectura es un proceso que desarrolla a los esquemas y a la vez depende de ellos”.
Cubrir esas ranuras sería como dar un salto después de muchas experiencias.
Esta teoría es coherente con el modelo interactivo de la lectura que corresponde a las
definiciones adoptadas por nosotros de los cuales extraemos algunos aspectos: La lectura implica
“evocar, mediante los símbolos escritos, experiencias pasadas y la construcción de nuevos
significados mediante la manipulación de conceptos que el lector ya poseía”26 “... lo que el lector le
aporta (a los textos) en término de conocimientos, valores, experiencias y creencias es tan importante
como lo que el autor aporta a la creación del texto”.
Con la teoría del esquema, se puede explicar la anticipación como el adelanto de experiencias
y de información sobre el contenido de lo que se va a leer y también las expectativas suscitadas sobre
ese contenido. Gracias a esa anticipación se pueden formular supuestos, hipótesis, estrategias.
La anticipación puede referirse al contenido vivenciado en experiencias directas a través de
informaciones indirectas, dando lugar al “esquema contenido”, o bien puede referirse a la forma, dando
lugar al “esquema-forma”. No existen diferencias sustanciales entre ambos, pero por razones
didácticas los trataremos por separado. 22
Teoría del esquema, preparación y métodos
para acceder a la comprensión de un texto cuyos contenidos le son extraños. Lo mismo ocurriría si,
por el contrario, el texto no le brinda ninguna información nueva, en cuyo caso la lectura se tornaría
extremadamente aburrida.
En suma, las experiencias más elaboradas del segundo agrupamiento se caracterizan por
movilizar la organización de esquemas previos estimulando la anticipación ya sea mediante
actividades o relatos y lecturas que preparan para la comprensión.
Por otra parte, al tratar los “esquemas-forma” consideramos algunas prácticas que se utilizan
deliberadamente en las “experiencias de lenguaje”.
La “teoría del esquema” sugiere enfatizar el desarrollo del vocabulario “dinámico” más que el
“estático”. Es cierto que las palabras son rótulo de los esquemas y cuántas más posea el niño, mejor
podrá seleccionar sus esquemas. Pero la fluencia natural del lenguaje le permite encontrar todas las
palabras (y no solo los sustantivos concretos) así como los mediadores verbales, tales como los
artículos, pronombres, conjunciones.
Además, siguiendo las investigaciones sobre la toma de conciencia lingüística (linguistic
awareness) conviene insistir en la toma de conciencia léxica, toma de conciencia fonológica, toma de
conciencia de la relación entre el lenguaje hablado y escrito.
Si el niño ha comprendido que el lenguaje hablado está estructurado en palabras; si ha
desarrollado su oído fonemático comprendiendo como cambia el valor de un grafema según el lugar
que ocupa en el contexto de la palabra; si analiza un texto escrito que expresa lo que él mismo formuló
oralmente; si realiza todas esas experiencias, puede utilizarlas como anticipaciones cuando él mismo
intenta comprender un texto escrito.
Así se puede reconocer que en los últimos métodos del grupo que parte de unidades
significativas del lenguaje el aprendizaje de la lectura se constituye en un aprendizaje experimental del
que parecía excluida. 23
El niño actúa en las experiencias cognitivas y lingüísticas para adelantar desde la anticipación,
la experiencia de leer de manera interactiva con medios adquiridos para los “ajustes sucesivos”, o las
“regulaciones intuitivas” que le permitirán comprender y evaluar lo que está escrito.
Se comprende así que para hacer posible la condición experimental es necesario iniciar al niño
en la lectura de su lengua “madre” o “nativa”, ya sea ésta una variante dialectal, porque es la lengua
con la cual él realizó todo su aprendizaje natural en las primeras edades. Después será fácil su
introducción en la lengua estándar que necesita para participar en el trabajo y en la vida cívica y
cultural que unifica a la sociedad de un país determinado.
Supongo que ustedes se preguntan cuál es, finalmente, la posición con respecto a la diversidad
de métodos para el aprendizaje inicial. Solamente los métodos del “texto libre” y los que se basan en
las experiencias de lenguaje, son apoyados desde posturas tan opuestas como las del autor de la
teoría de la “claridad cognitiva” y las del creador de los modelos de análisis basados en las “respuestas
inesperadas” (miscues). Sin embargo, en la antigua querella no se puede hablar de “cosa juzgada”.
Las divergencias aún se mantienen.
Una de ellas está especialmente referida a la “preparación” (aprestamiento). Unos aconsejan
movilizar y activar los esquemas cognitivos y formales que después facilitan la elaboración del
esquema complejo de la lectura. Otros consideran que la “competencia lingüística” con la cual el niño
crea su habla también le permite comprender espontáneamente el lenguaje escrito. Por eso para ellos
las experiencias anteriores del lenguaje hablado no tienen importancia. Solo se aprende a leer
leyendo. La escritura y la lectura no se enseñan sino que el niño la construye.
Este análisis permite observar que existen dos posturas esenciales: La primera le resta
importancia al papel de la educación. La segunda se mantiene en el cauce histórico del proceso
educativo participando de sus alternativas.
Referencias bibliográficas
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Wadier, H. Un apprentissage heureux de la lecture. Ed. Casterman, 1979.
26
Sobre la escritura como patrimonio cultural: en el - Comprender que la escritura es lenguaje, que lo
sentido que reconoce su lugar específico y la que se dice se puede escribir.
acepta como sistema diferente, por ejemplo, de - Comprender qué son y para qué se usan la
los lenguajes pictóricos o musicales. lectura y la escritura.
- Descubrir las funciones que cumple la escritura
y los propósitos que llevan a las personas a leer y
a escribir.
- Identificar la lectura y la escritura como acciones
Se destaca que el aprendizaje de los conocimientos incluidos en los tres grupos mencionados
no se produce en etapas sucesivas, sino que es un proceso que se da simultáneamente, aunque con
distinto grado de apropiación según el alumno y según la tarea. Esto quiere decir que no se espera
que se logren los aprendizajes incluidos en el primero o segundo grupo para recién después comenzar
con el siguiente. Los más serios problemas de la alfabetización se manifiestan cuando los distintos
tipos de contenidos no se incluyen y articulan en el programa alfabetizador de la escuela.
Predictores de éxito
28
Precisamente la propuesta metodológica, las estrategias y los recursos que ponen en juego los
docentes al alfabetizar contribuyen al desarrollar armónicamente y en profundidad estos tipos de
conocimientos o, por el contrario, a reducir el aprendizaje a los aspectos más mecánicos del sistema
de escritura generando de esta manera efectos no deseados de banalización de contenidos,
identificación de los aprendizajes y cristalización de errores conceptuales que contribuyen al fracaso
alfabetizador y con ello al fracaso escolar.
Las tareas relacionadas con estos tres tipos de contenidos se constituyen en predictores de
éxito para lograr la alfabetización inicial.
Sara Melgar
Cuando de alfabetización de adultos se trata, existen datos inmediatos que hablan de una
deuda social. Según informes de UNESCO (Wagner, 1998) existen casi mil millones de analfabetos en
nuestro global y tecnificado siglo XXI y dramáticamente sus situaciones vitales coinciden con los
mapas de la pobreza y la injusticia, especialmente ligada al género.
La enorme magnitud de estas características sociales y su necesaria prioridad política, sin
embargo, no debe ocultar que la alfabetización de adultos también ha de ser pensada en términos de
propuesta pedagógica específica y, por lo tanto, le caben las virtudes y los defectos de las ofertas
pedagógicas: puede ser sólida, endeble o nula. Puede contribuir a alfabetizar o puede contribuir a
acrecentar el número de los analfabetos por desuso.
En cualquier propuesta alfabetizadora ocupa un lugar central la preparación de los docentes.
En relación con la formación y la capacitación docente, el documento Alfabetización para todos. Una
década de la alfabetización de Naciones Unidas. (Década de la alfabetización de NNUU. Documento
base para la consulta, julio 2000), expresa: “El importante avance de la investigación y el conocimiento
que ha tenido lugar en las últimas décadas, particularmente en el campo de la alfabetización infantil y
su adquisición en el medio escolar, no ha permeado aun a las instituciones y programas de formación
y capacitación docente, sobre todo en los países y zonas de menor desarrollo. Paradójicamente, no
obstante, es en estos contextos donde la alfabetización se convierte en reto más crítico y donde se 30
requieren los recursos humanos más calificados.”
En nuestro país existe una importante oferta de capacitación docente desde los organismos
centrales, nacionales y jurisdiccionales, así como desde universidades, gremios y sector privado;
asimismo, hay una importante producción editorial e investigativa. Sin embargo, por mencionar
solamente datos recientes y directamente recabados, en el corriente año, hemos relevado desde el
Instituto Nacional de Formación Docente1 los resultados del análisis de 144 cuadernos de primer
grado de 22 jurisdicciones de la Argentina, cuadernos seleccionados según condiciones de variedad
de entornos y contextos (escuelas rurales y urbanas, privadas y públicas, grandes y pequeñas, de
contextos socioeconómicos variados), con los siguientes resultados:
Dos terceras partes de los cuadernos de primer grado manifiestan una oferta alfabetizadora
disminuida, con serias posibilidades de que los alumnos y alumnas destinatarios de esas enseñanzas
no puedan transitar una alfabetización adecuada.
La metodología alfabetizadora inferible de la observación de los cuadernos, sus tareas y
deberes, es atomística sintética, por lo cual los niños y niñas transcurren gran parte de su primer grado
copiando letras y sílabas, unidades que no tienen significado.
Los cuadernos presentan abundantes ejercicios de aprestamiento, por lo cual niños y niñas
pasan valioso tiempo escolar del primer grado trazando diseños que no contribuyen a enseñarles a
leer y escribir.
especialmente en los contextos críticos por condiciones de vulnerabilidad social, la educación básica
presenta las siguientes características:
- El primer ciclo de la escuela primaria ostenta los porcentajes más altos de repitencia en el primer
grado, derivada de procesos fallidos de alfabetización. Esta población escolar fracasa sin abandono: a
pesar de que repiten permanecen en la escuela.
- En el primer tramo de la escuela secundaria se registra una muy baja proporción de alumnos que
promueven y su contracara es la creciente cantidad de alumnos que abandonan.
Al respecto, hay que reconocer que hasta hace relativamente poco tiempo se creía que el
cerebro adulto era incapaz de cambiar. Entre los científicos estaba muy arraigada la suposición de que
tras los primeros años de vida el cerebro estaba provisto de todas las células que llegaría a tener y que
la edad adulta necesariamente implicaba la declinación y pérdida paulatina de esas células, con el
consiguiente deterioro del aprendizaje y la memoria.
Sin embargo, las investigaciones contemporáneas, ponen de manifiesto que el cerebro adulto
es aún flexible y puede considerarse plástico, dependiendo de cuánto y cómo se use. “La rehabilitación
educacional en la edad adulta es posible, amén de una inversión rentable” (Blakemore y Frith, 2007)
Los adultos pueden aprender a leer y escribir. Veremos cómo debería plantearse una forma de
aprender que los reconozca como personas poseedoras de experiencia vital y por ello mismo no los
infantilice y a la vez les permita apropiarse de las estrategias y destrezas de los lectores y escritores.
Para encarar esa tarea, proponemos reflexionar sobre la dimensión didáctica de una propuesta
alfabetizadora. Entendida la didáctica como teoría de la enseñanza, se plantea la problemática de la
enseñanza misma como tarea a realizar y su abordaje como un trabajo de intervención social, que
trata de responder a las preguntas qué enseñar y cómo hacerlo (Camilloni, 1996)
La pregunta qué enseñar, en este caso, comienza necesariamente por una reflexión en torno
de qué es la alfabetización.
La palabra “alfabetización” se utiliza, en sentido amplio, al hacer referencia a las habilidades
lingüísticas y cognitivas necesarias para el ingreso al mundo de los conocimientos -de la ciencia, el
arte y los lenguajes simbólicos y matemáticos- que la humanidad ha producido a lo largo de su historia.
La alfabetización es un proceso complejo que ha sido redefinido muchas veces a lo largo del último
siglo tratando de incorporar, al ritmo de los avances tecnológicos, aquellos conocimientos que
caracterizan a la persona alfabetizada. Actualmente, sin embargo, los expertos y los organismos
internacionales19 entendidos en la materia sugieren recuperar el sentido primordial y específico de la
alfabetización como aprendizaje de la lengua escrita, la lectura y la escritura.
El siguiente paso para saber qué enseñar consiste en entender que la lengua escrita es una
lengua y que es diferente de la lengua oral.
Desde una perspectiva semiológica, lengua oral y lengua escrita son dos objetos de naturaleza
diversa.
El lenguaje como capacidad; es decir, la posibilidad de adquirir una lengua oral materna es
parte de la dotación genética humana. La lengua oral materna o primera lengua se adquiere de
manera involuntaria20, sin esfuerzo consciente, a través de la percepción auditiva, y da lugar a las
habilidades de escuchar y hablar.
En cambio, la lengua escrita es un invento cultural que no se adquiere por simple inmersión en
un ambiente donde otros lean y escriban. Debe aprenderse mediante un esfuerzo consciente, impacta
los analizadores visuales y da lugar a destrezas específicas que son la lectura y la escritura.
La lengua oral y la lengua escrita son recíprocamente complementarias, dado que la lengua
escrita se emplea en situaciones de comunicación diferida o distante en que la lengua oral no se
emplea. Ambas lenguas establecen relaciones de eventual paralelismo porque los sistemas escritos
procuran reproducir los sistemas lingüísticos orales, pero nunca lo logran de manera biunívoca
perfecta, por eso son difíciles de aprender y requieren tiempo y enseñanza específica (Alisedo, Melgar,
Chiocci, 1994).
Aprender a leer y escribir no es un proceso natural y biológico como el de adquisición de una
lengua oral materna sino que compromete una responsabilidad social y un enorme esfuerzo individual.
Una vez que se entendió que la lengua escrita se aprende y no se adquiere por inmersión hay 32
que pensar cómo se aprende.
Para ello proponemos un abordaje metodológico equilibrado que ofrezca a los adultos:
19 Organismos de gran importancia en la materia como la IRA “International Reading Association” (Asociación Internacional
de Lectura) y la NAEYC “National Association for the Education of Young Children” (Asociación Nacional para la Educación
de Niños).
20 Salvo en caso de sordera como patología invalidante, situación en la que actúan posibilidades semióticas
complementarias a las cuales no nos referiremos en este trabajo.
Formar parte activa de una comunidad de lectores que intercambian saberes en torno de lo que
leen; Exponer sus conocimientos y enriquecerse con los conocimientos del grupo en un espacio de
reflexión en torno de los libros y las lecturas; Comprender que la lengua escrita es una lengua
completa que se manifiesta en variados textos y soportes; Descubrir las funciones que cumple la
escritura como instrumento social de comunicación en la transmisión diferida; Conocer los propósitos
que llevan a leer y a escribir; Identificar la lectura y la escritura como acciones específicas.
Las actividades anteriores y los saberes asociados, aun siendo sumamente ricos y
movilizantes, no bastan. Un adulto puede participar de foros de discusión en torno de lecturas y
comprender todo lo que le leen y escucha con sutileza, pero si no sabe leer de manera autónoma y
siempre depende de la buena voluntad de alguien que lea para él o ella, no es un alfabetizado libre de
leer lo que quiera. Por lo tanto, es necesario que a través de tareas específicas con breves fragmentos
de los textos que han analizado y comentado en su trabajo alfabetizador oral con el patrimonio cultural,
los adultos gradualmente puedan:
- Descubrir qué unidades del lenguaje – tipos de textos, partes de textos, frases y oraciones, palabras,
sílabas y letras, signos de entonación – representan las grafías; es decir, desarrollar su conciencia
gráfica; - Reconocer la orientación de la escritura; - Tomar conciencia de que las palabras orales están
formadas por sonidos, esto es, desarrollar su conciencia fonológica; - Reconocer las relaciones entre
los sonidos de las palabras orales y las letras de la escritura; - Identificar gradualmente la variedad y
especificidad de estas relaciones: correspondencias biunívocas (un fonema/una letra), digramas (un 33
fonema/dos letras fijas), plurivocidades (un fonema/ dos o más letras en variación libre), falta de
correspondencia (cero fonema/una letra); - Realizar tareas que impliquen el análisis de las palabras
en sus unidades constitutivas y la síntesis que vuelve a componerlas; - Experimentar lecturas y
escrituras; - Desarrollar estrategias de monitoreo o autocontrol de sus lecturas y escrituras.
La lengua oral y la lengua escrita son complementarias porque cada una tiene su propio
contexto de uso: la lengua oral se usa en la comunicación presencial6 y la lengua escrita en la
comunicación diferida. Esto es ya un lugar común y parece trivial recordarlo. Sin embargo, muchos
proyectos alfabetizadores que enuncian esto mismo no proponen las estrategias metodológicas y
didácticas que implica la complementariedad. En esos proyectos se considera que una vez que se
enseñaron las letras y las reglas de correspondencia fonográfica las personas ya saben leer y escribir
y el resto lo harán como puedan.
Ciertamente, cada persona que escribe, escribe como puede, pero un programa alfabetizador
debe lograr que los alfabetizandos reconozcan la diferencia entre comunicación oral, dependiente del
contexto, y comunicación escrita no dependiente y sepan emplear los recursos adecuados a cada una
de ellas.
El aprendizaje de los conocimientos incluidos en los tres grupos mencionados no se produce en
etapas sucesivas, sino que es un proceso que se da simultáneamente, aunque con distinto grado de
apropiación según el alumno adulto y según la tarea. Esto quiere decir que no se espera que se logren
los aprendizajes incluidos en el primero o segundo grupo para recién después comenzar con el
siguiente.
Los más serios problemas de la alfabetización se manifiestan cuando los distintos tipos de
contenidos no se incluyen ni se articulan en el programa alfabetizador. En efecto, si solamente se
enseñan los elementos del código sin integrarlos a los textos de la cultura, los adultos son víctimas de
una infantilización que los somete a repetir filas de letras y sílabas - o aun peor a realizar
aprestamientos visomotores - y a ejercitar su lectura y escritura sobre frases alfabetizadoras de
dudosa significatividad.
Si se pone el acento sobre el conocimiento del patrimonio cultural sin procurar que los adultos
aprendan a leer de manera autónoma mediante el conocimiento paulatino de las características del
sistema de escritura, quedan en situación de dependencia de sus alfabetizadores, lo cual no
contribuye a su autonomía.
Si no se trabaja sobre las diferencias entre lengua oral y lengua escrita, los adultos terminan
creyendo que se escribe como se habla, con lo cual pasan a ser semianalfabetos o analfabetos
funcionales.
Un programa alfabetizador adecuado a los adultos y adultas incluye actividades para aprender a leer:
- Escuchar lectura experta de textos culturalmente situados - Anticipar, inferir, recordar oralmente -
Analizar escritos para comprender su estructura sistémica - Leer con compañeros - Releer - Leer solo
En resumen, una secuencia didáctica pensada para la alfabetización como proceso de inclusión
en las formas y estilos de trabajo propios de la cultura escrita pone al alfabetizando en situación de
lector y escritor y lo lleva progresivamente al dominio de estas habilidades. Por eso la secuencia
organiza tareas y cada tarea focaliza un contenido. Se empieza siempre por desarrollar contenidos
significativos con temática adulta: se selecciona junto con los alfabetizandos un texto de lectura para
adultos y se promueve la reflexión sobre su circulación cultural: Se desarrolla en torno a ese texto un
rico intercambio oral y se procede al examen detallado de su paratexto.
Provenientes de ese texto que se ha conocido oralizado por el o la docente y se ha
comprendido mediante un trabajo colectivo oral de análisis, se seleccionan las unidades menores
sobre las cuales el alfabetizando aprenderá a leer de manera autónoma: oraciones para releer
globalmente y palabras para aprender el principio alfabético. Se termina con la identificación y el
conocimiento de unidades no significativas: letras.
Muchos adultos que no han aprendido a leer y escribir no han tenido la oportunidad de
mantener con un texto el contacto asiduo a partir del cual el texto se vuelve previsible y permite
experimentar la placentera sensación de dominio creciente. Por eso, el desarrollo de las tareas de la
secuencia didáctica que proponemos los convoca a observar y buscar distintos aspectos en el texto
que están trabajando. De este modo ellos vuelven una y otra vez al escrito, que se transforma
rápidamente en un objeto de atención y exploración, al cual se enfrentan cada vez con más
conocimientos. Esta decisión de trabajar con tareas recursivas hace que puedan experimentar la
sensación de comprensión creciente en cada contacto, sensación que aumenta la confianza y el gusto
por el aprendizaje de la lectura y la escritura.
Creemos que ese es el verdadero objetivo de la alfabetización de adultos y que su logro
depende de la rigurosidad y el respeto con que se piense una didáctica específica.
35
Guía de integración
36
1. ¿Qué es?
En la actualidad se considera a la SOCIOMETRÍA como un intento de medir la organización de los
grupos sociales, con una finalidad educativa, terapéutica o de investigación. Las técnicas
sociométricas también reciben el nombre de “técnicas de orientación grupal”; la técnica sociométrica
más conocida es el SOCIOGRAMA: instrumento que explora el grado de cohesión y la forma de
estructura espontánea de un grupo. Facilita la visión global de la estructura del aula y señala la
posición de cada uno de los/as alumnos/as.
El sociograma se basa en observaciones que nos llevan a conocer índices cuantitativos respecto
a la naturaleza e intensidad de las relaciones afectivas y de comunicación que se dan dentro de un
grupo. No hemos de olvidar que cada alumno/a actúa en un ambiente, estableciendo una relación
que puede modificar el ambiente y, a la vez, repercutir y hacer cambiar su conducta.
Son los/as alumnos/as los/as que mantienen unas estructuras relacionales que les confieren una
especial estructura al grupo.
Todos los miembros del grupo están implicados y ello repercute en los resultados académicos.
37
No se puede olvidar que los seres humanos somos sociables por naturaleza y de hecho la
psicología cognitiva plantea la tarea de aprendizaje que realiza el/la alumno/a mejor en grupo que en
solitario.
La escuela soviética incide en el origen social de la inteligencia, pues en la comunicación el
lenguaje es fundamental, ya que nos posibilita la formulación de conceptos, ideas, etc.
Sentimientos y actitudes tales como: solidaridad, autoestima,… se generan en el alumnado,
dependiendo de la experiencia de aceptación- rechazo, cariño-antipatía que hayan vivido en las
clases (aulas).
Cada alumno/a se organiza en el aula-grupo, y esta experiencia le ayuda a construir su
personalidad.
Al incorporarse al grupo, se dan dos tendencias: dominio y afiliación.
Dominio: Cuando queda relegado el medio familiar, el/la alumno/a siente el deseo de integrarse y
a veces opta por hacerlo intentando prevalecer sobre los demás.
Afiliación: Se repliega cuando encuentra a personas que lo aceptan, descubriendo el placer de
pertenecer al grupo, sintiéndose reconocido y apreciado.
Pero también surgen en ese proceso de integración el deseo de competencia, de ser considerado
importante, de ser querido/a, aceptado/a e incluso de controlar.
La competición puede ser individual y demuestra rendimientos elevados en tareas sencillas,
pero cuando las tareas son complejas el rendimiento es más elevado si hay cooperación.
Ante estas actitudes, el grupo obliga a poner de manifiesto pensamientos, opiniones que si no
son aceptadas por dicho grupo pueden derivar en una conducta agresiva ante el rechazo,
Ante estas tres situaciones, hay alumnos/as que o bien refuerzan su autoestima o acrecientan su
agresividad.
La conducta de los/las que sienten rechazo se caracteriza por contactos agresivos,
manifestaciones de desacuerdo, demanda de atención (Hartup, 67).
38
Para ello, el sociograma permite detectar el grado en que los individuos son aceptados o
rechazados en un grupo.
Para elaborar un sociograma, antes debemos motivar al alumnado, procurando que las preguntas
a las respuestas que les hemos formulado sean individuales, aclarándoles las dudas, haciéndoles
ver que deben contestar al mayor número de preguntas.
Estas preguntas irían en relación con la aceptación o rechazo de un/a compañero/a bien para
tareas de clase o para divertimento.
Tras recoger las respuestas, elaboramos el sociograma.
De su resultado podemos comprobar que muchas conductas agresivas se adquieren y mantienen
durante el aprendizaje reforzadas por los/as compañeros/as.
Cerezo y Esteban nos hablan que en la interacción entre escolares se distinguen tres grupos:
Los/as bien adaptados/as.
Los/as agresores/as o bullies.
Las víctimas.
Los bullies suelen ser los más destacados, los considerados más fuertes, los de mayor edad, y
que tienen un grupo de seguidores.
Las víctimas, las personas que sienten más rechazo, que pasan inadvertidas, son consideradas
como cobardes, débiles de carácter, y a las que se les coge manía.
Mientras más edad tiene un individuo respecto a su entorno, más agresivo suele ser, de ahí la
consideración que se ha de tener al tema de la repetición de curso.
En todo no hemos de olvidar que el aula es una parcela del centro escolar, en donde normas y
relaciones van a ir contribuyendo a favorecer o impedir la convivencia, derivando a conductas más o
menos socializadoras.
3. Procedimiento a seguir
El procedimiento del sociograma comprende los siguientes pasos:
1. Formulación de las preguntas a todos los miembros del grupo para que manifiesten sus
preferencias y rechazos.
2. Elaboración o tabulación de las respuestas.
3. Confección del sociograma propiamente dicho: las chicas serán representadas gráficamente por
círculos y los chicos por triángulos, cada uno de ellos tendrá escrito en su interior el número que
ocupa en la clase. Como sistema de representación de la dirección de las elecciones o rechazos
usaremos flechas que señalarán el sujeto elegido.
Se trata, pues, de una forma práctica de visualizar los resultados mediante círculos-triángulos-
flechas.
4. Análisis e interpretación del sociograma.
Pasemos a analizar pormenorizadamente los puntos a y d.
Formulación de las preguntas:
Se trata de un cuestionario de dos categorías de respuesta, puesto que pretendemos detectar:
Preferencias intelectuales: son preguntas de tipo “efectivo”;(nos muestran las elecciones en
actividades productivas del aula).
Preferencias afectivas: son preguntas de tipo “afectivo”; (se trata de las elecciones para las
39
actividades de tipo lúdico).
Conviene que las preguntas sean sencillas, realistas y concretas. Pueden tener carácter positivo o
negativo.
Veamos algunos ejemplos:
Preguntas de tipo efectivo:
-¿A quién elegirías para hacer el trabajo obligatorio del área de Lengua? (carácter positivo).
-¿A quién no elegirías para hacer el trabajo obligatorio…? (carácter negativo).
-¿A quién elegirías para realizar un mural para el día de la Paz?
-¿A quién no elegirías para realizar…?
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Para trasladar los datos de cada alumno/a a este cuadro se procede otorgando 3 puntos al alumno/a
elegido en primer lugar, 2 puntos al alumno/a elegido en segundo lugar y 1 punto al elegido/a en
tercer lugar.
Los resultados se obtienen sumando el número de elecciones o rechazos que ha logrado cada
miembro del grupo. Las operaciones resultantes nos proporcionarán la información sobre la
estructura social del aula: líderes del grupo, alumnado popular, en aislamiento, etc.
Se tiene que valorar que estas interacciones tienen un grado de estabilidad que puede ser
modificado por la entrada de nuevos miembros, por cambios en la clase o por otro tipo de presiones
que pueda generar variables externas e internas.
Indicar que pueden hacer, como máximo, tres elecciones en cada pregunta y para ello deberán
escribir los números correspondientes a los/as compañeros/as elegidos, nunca los nombres. La
elección se llevará a cabo por orden de preferencia.
Advertir que han de responder a todas las preguntas.
Proponer un tiempo para resolver dudas antes de comenzar la prueba.
Dar tiempo suficiente para que terminen todos/as; normalmente son suficientes quince minutos.
Procurar que durante la realización hagan el menor número de preguntas posible.
Bibliografía
Saber leer y escribir es algo más que adquirir la capacidad de asociar sonidos y grafías o de
interpretar y utilizar un código en esta sociedad moderna y desarrollada.
La meta de la educación debe ser capacitar a los alumnos para que lleguen a ser pensadores y
comunicadores creativos y activos.
Wells identifica 4 niveles en la adquisición y el dominio de la lengua escrita, que se integran
entre sí.
Nivel ejecutivo: es la capacidad de traducir un mensaje del modo escrito al hablado y viceversa.
Implica el dominio del código y es el que la escuela trabaja de formas casi exclusiva: lectura en voz
alta, dictado, ejercicios ortográficos, etc.
Nivel funcional: Concibe la lengua escrita como un hecho de comunicación interpersonal que permite
resolver las exigencias cotidianas e implica el conocimiento de las características de ciertos tipos de
textos. Nos permite usar el lenguaje y los signos escritos en la vida cotidiana: escribir un curriculum,
carta de reclamo.
Nivel instrumental: permite registrar y buscar información escrita y oral. Es la vía de acceso a los
demás conocimientos y es el proceso de aprendizaje de este instrumento, que está poco presente en
la escuela. Ejemplo: resolver problemas de matemática.
Nivel epistémico: Se refiere al dominio de lo escrito como el de una forma de pensar y de usar el
lenguaje, de manera creativa y crítica. Nos diferencia de la comunicación con los animales. Es aquel
mediante el cual ayudamos al niño a desarrollar su capacidad creativa a través del lenguaje oral y
escrito.
La lectura
Buscamos relaciones que van más allá de lo leído, explicamos el texto más ampliamente,
agregando informaciones y experiencias anteriores, relacionando lo leído con nuestros saberes 43
previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta del nivel inferencial será la elaboración de
conclusiones. Este nivel de comprensión es muy poco practicado en la escuela, ya que requiere un
considerable grado de abstracción por parte del lector. Favorece la relación con otros campos del
saber y la integración de nuevos conocimientos en un todo.
Este nivel puede incluir las siguientes operaciones:
. inferir detalles adicionales, que según las conjeturas del lector, pudieron haberse incluido en el
texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente;
. inferir ideas principales, no incluídas explícitamente;
. inferir secuencias, sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera terminado de
otras manera;
. inferir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o caracteres y sus
relaciones en el tiempo y el lugar. Se pueden hacer conjeturas sobre las causas que indujeron al autor
a incluir ciertas ideas, palabras, caracterizaciones, acciones;
. predecir acontecimientos sobre la base de una lectura inconclusa, deliberadamente o no;
. interpretar un lenguaje figurativo, para inferir la significación literal de un texto.
Emitimos juicios sobre el texto leído, lo aceptamos o rechazamos pero con fundamentos. La
lectura crítica tiene un carácter evaluativo donde interviene la formación del lector, su criterio y
conocimientos de lo leído.
Los juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad, probabilidad. Los juicios
pueden ser:
a) de realidad o fantasía: según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean o con los
relatos o lecturas;
b) de adecuación y validez: compara lo que está escrito con otras fuentes de información;
La formación de seres críticos es hoy una necesidad vital para la escuela y solo puede
desarrollarse en un clima cordial y de libre expresión, en el cual los alumnos puedan argumentar sus
opiniones con tranquilidad y respetando a su vez la de sus pares.
Creamos a partir de la lectura. Incluye cualquier actividad que surja relacionada con el texto: 44
transformar un texto dramático en humorístico,
agregar un párrafo descriptivo,
autobiografía o diario íntimo de un personaje.
escribir un texto nuevo siguiendo la estructura del texto trabajado,
reproducir el diálogo de los personajes y, dramatizando,
hacerlos hablar con otro personaje inventado, con personajes de otros cuentos
conocidos,
imaginar un encuentro con el autor del texto,
realizar planteos y debatir con él,
cambiar el título del cuento de acuerdo a las múltiples significaciones que un texto
tiene,
introducir un conflicto que cambie abruptamente el final de la historia,
realizar una ilustración (mapas, personajes, espacios, etc.)
buscar temas musicales que se relacionen con el texto,
transformar el texto en una historieta, etc.
Generando estas actividades lograremos que los alumnos se vinculen emocionalmente con el
texto y originen otra propuesta.
Podemos hacer algunas consideraciones didácticas sobre la aplicación de ciertas tipologías. Hasta
hace muy poco tiempo, en la escuela se trabajaba con dos clasificaciones tradicionales:
• La clásica división en géneros (narrativo, lírico y dramático)
• La clasificación de los textos según las funciones del lenguaje (texto informativo, apelativo,
expresivo y literario)
Ambas clasificaciones tienen sus inconvenientes:
La basada en los géneros literarios consideran al texto literario como único modelo a imitar,
alejando al alumno de cualquier otro género como, por ejemplo, los discursivos, que habitualmente el
niño utiliza en la vida cotidiana y para los cuales también tiene que adquirir competencias.
Por otra parte, la clasificación según las funciones del lenguaje aleja al alumno de un contexto real, ya
que en ningún texto se encuentra únicamente una sola función. Proponemos una tipología textual que
se acerque a la utilizada por los alumnos en la escuela y que es la siguiente:
1. Textos Descriptivos
2. Textos Narrativos
3. Textos Argumentativos
4. Textos Expositivos
5. Textos Instructivos
Lo que nos interesa es tener bien claro que lo que define el formato textual es la intención
comunicativa. De acuerdo a la intención que tenga el emisor de instruir, informar, narrar, describir o
argumentar, elaborará un texto con determinada superestructura.
“...Las superestructuras son unidades globales que caracterizan un tipo de texto independientemente
de su contenido, sirven para determinar el orden de las partes y configurar un esquema al que el texto
se adapta...”
La taxonomía de Bloom divide en tres dominios la forma en que las personas aprenden. Uno de esos
dominios es el Cognitivo, que hace énfasis en los desempeños intelectuales de las personas. Este
dominio a su vez está dividido en categorías o niveles. Las palabras claves que se usan y las
preguntas que se hacen pueden ayudar en establecer y estimular el Pensamiento Crítico,
especialmente en los niveles superiores.
Preguntas:
¿Qué es....? ¿Cómo es ....?
¿Donde es ....? ¿Cuándo_______ pasó?
¿Cómo_____pasó? ¿Cómo explicaría usted?
¿Por qué ...? ¿Cómo lo describiría usted ...?
¿Cuándo fue ...? ¿Puede usted recordar ...?
¿Como lo demostraría usted ...? ¿Puede usted escoger ...?
¿Cuáles son los principales ...? ¿Puede listar tres ...?
¿Cuál ...? ¿Quién fue ...?
Preguntas:
¿Está usted de acuerdo con las acciones o procedimientos ....? ¿con los resultados ....?
¿Cuál es su opinión de ....?
¿Cómo aprobaría (desaprobaría) usted ....?
¿Puede usted establecer el valor o importancia de ....?
¿Sería mejor si ....?
¿Por qué cree usted que (tal persona) escogió ....?
¿Qué recomendaría usted ....?
¿Qué valor daría usted a ....? 48
¿Qué argumentaría usted para defender tales acciones ....?
¿Cómo evaluaría usted ...?
¿Cómo podría usted determinar ....?
¿Qué elección habría hecho usted ....?
¿Cómo seleccionaría usted ....?
¿Cómo daría usted prioridad ....?
¿Qué juicio haría usted sobre ....?
¿En base a lo que usted sabe, cómo explicaría ....?
¿Qué información usaría usted para justificar tal punto de vista ....?
¿Cómo justificaría usted ....?
¿Qué datos se usaron para llegar a determinada conclusión ....?
¿Por qué sería mejor esto que ...?
¿Cómo daría prioridad a determinados hechos ....?
¿Como compararía ideas ....? ¿personas ....?
Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez en La escuela y los textos plantean una tipología
de textos a partir de los criterios de función predominante y trama. Las autoras consideran cuatro tipos
de trama:
Trama descriptiva: Presenta caracterizaciones de personas, objetos, escenarios o procesos a través
de sus rasgos o características distintivas
Trama argumentativa: A partir de un tema o una hipótesis, se organiza una demostración, donde se
explica, ejemplifica, se confrontan ideas, para llegar a una conclusión.
Trama narrativa: Se caracteriza por presentar hechos organizados en un eje temporal. Se consideran
importantes los hechos, los personajes que los realizan y las relaciones causa-efecto.
Trama conversacional: A través del estilo directo, se produce un intercambio lingüístico entre dos o
más participantes de una situación comunicativa.
49
Funciones del lenguaje
CARACTERÍS-
CENTRA- COMUNI
N FUNCION TICA DEL
DO EN...
GRAMATICALMENTE
CA
EJEMPLO
MENSAJE
*Pred. de la 1 pers.
Expresivo, *Orac. exclamativas y
Pensamien ¡Estoy contentísimo
1 EXPRESIVA
cargado de
Emisor
desiderativas.
tos y con tu trabajo!
subjetividad *connotaciones.
emociones
*subjetividad.
*Pred. de la 3 pers.
*formas impersonales. Las partes de la
Informativo,
2 REFEREN-
CIAL objetivo Referen *ausencia de Ideas y planta son: la raíz
te subjetividad. conceptos y el tallo
*orac. enunciativas.
De contacto:
inicia, Si no hay
*Orac. unimembres e ¡Buenos días!
3 FACTICA
mantiene o
Canal impersonales.
ruidos en
¡Hasta la próxima!
corta una el canal.
conversación
Explicativo de *Pred. De la 3 pers Todas las palabras
Conceptos
4 METALING
los signos o
Código
*Formas impersonales..
sobre el
agudas terminadas
ÜÍSTICA del código. *Orac. enunciativas. en –n, llevan tilde.
idioma
La
Uso de intención
recursos: estética La loba, la loba
metáforas, del emisor Le compró al
*Connotaciones.
comparacione lobito
5 s,
*Subjetividad. para
Un calzón de seda
POETICA Mensaj *Lenguaje embellecido. producir
aliteraciones, Y un gorro bonito
rima, e una (J. de Ibarbourou)
imágenes, etc) reacción
en el
receptor.
Persuasiva:
intenta *Pred.de la 2 pers.
CONATIVA modificar las *Presencia de vocativos.
6 O actitudes y Intérpre *Connotaciones.
¡Silencio!
APELATIVA acciones del *Orac. exhortativas.
te
interlocutor