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Dos leyendas

El hombre lobo

El hombre lobo es probablemente una de las leyendas que más ha inspirado


cuentos y películas en Europa. Cuentan que a finales del siglo XIX, un hombre
con licantropía asesinó a 17 personas. La explicación que él mismo dio es que
por las noches, se transformaba inevitablemente en un lobo cuya necesidad
insaciable era asesinar. En otra versión, de origen guaraní, existe un humano
de aspecto desgarbado y olor desagradable que se transforma en lobo durante
las noches de luna llena, y se dedica a atacar granjas y buscar carroña

El holandés errante

Una leyenda que se remonta al siglo XVII, donde un capitán holandés llamado
Hendrik Van Der Decken hacía un viaje en barco con rumbo a la India. En eso, una
fuerte tormenta azota su barco, a lo que el capitán se resistió con fuerza y
determinación. Esto desafió la autoridad de Dios, quien condenó al capitán a vagar,
junto con su barco, sin rumbo por todo el océano. Desde entonces, cuenta la
leyenda que el fantasma del holandés errante se aparece a media noche junto con
otras almas en pena. Su aparición es además sinónimo del mal augurio para los
capitanes que lo avistan.

Anécdotas

Anécdota: Para volver del Silk Market y cómo íbamos un grupillo de 6 decidimos coger un taxi de estos
piratillas que te llevan en una furgoneta con los cristales tintados al estilo Jack
Bauer de 24. El caso es que durante el camino la mujer del conductor nos
empieza a sacar calcetines y gallumbos de una bolsa de basura diciendo que
los vendía muy baratos así que ni cortos ni perezosos y como somos muy
consumistas allá que cargamos con un arsenal de ropa interior. Acto seguido
nos fuimos a cenar al Hard Rock Pekín. Cuando llega la cuenta, pagamos y
nos marchamos y detrás nuestro, una de las camareras persiguiéndonos,
gritando en chino cosas que no lográbamos descifrar, parecía la niña del
exorcista. El caso es que la furgoneta pirata nos había endiñado billetes falsos
y nosotros, pardillos todavía en la moneda del país no nos habíamos dado
cuenta y se lo dimos a la camarera para pagar la cena. Consecuencia: Nos tuvimos que tragar una moneda
que para mí la usaban para jugar al monopoli en algún país extraño porque fuimos a cambiarla y no
quisieron….
ALUBIAS ROJAS CON VERDURAS

1.- La noche anterior metemos las alubias en una cazuela. las cubrimos con abundante agua y dejamos que repose
durante toda la noche. Así, se ablandarán un poco y estarán listas para cocinarse al día siguiente.

2.- En una olla, ponemos una buena cantidad de agua junto con un puñadito de sal y lo ponemos a calentar. Cuando
rompa a hervir, añadimos las espinacas y dejamos que se cuezan
durante 2 o 3 minutos, removiendo de vez en cuando. Pasado el
tiempo, rescatamos las espinacas con una espumadera y las pasamos a
un recipiente con abundante agua fría. Con esto, cortaremos su
cocción y conservarán mejor todas sus propiedades.

3.- En una olla grande, añadimos un chorro de aceite y lo calentamos a


fuego medio. Cuando esté caliente, añadimos el pimiento rojo, el
verde, el puerro y la cebolla, todo cortado en cubitos y el ajo bien picado. Salpimentamos, mezclamos y dejamos que se
cocine todo durante 15 minutos, removiendo de vez en cuando.

4.- Hecho esto, añadimos las zanahorias, cortadas en trozos medianos. Añadimos también las alubias junto con el agua del
remojo. Integramos bien, salpimentamos y añadimos el laurel. Dejamos que se todo se cocine un par de minutos,
removiendo con frecuencia, para que los sabores se mezclen y desarrollen.

5.- Ahora vamos a cubrir todo con agua y a llevarlo a ebullición. Cuando hierva, mezclamos bien y dejamos que todo se
cocine durante mínimo 1 hora, dependiendo de la variedad de alubia, y removiendo de vez en cuando. Si transcurrido el
tiempo las alubias continúan algo duras, dejamos que se cocinen durante más tiempo, hasta que se hayan ablandado.

6.- Cuando estén hechas, añadimos las espinacas y lo integramos todo. Las dejamos 2 minutos más en el fuego para que
se calienten y se mezclen con el resto de sabores. Pasado ese tiempo, ya estará todo preparado y listo para servir.

SALMON AHUMADO CON AGUACATE Y PALITOS DE CANGREJO

1.- En primer lugar debemos elegir un salmón ahumado -no marinado-, que se encuentre
en lonchas enteras, ya que si lo compramos en trozos nos resultará difícil trabajar con
él. Una vez en casa, vamos a abrir la bandeja y dejar que se oxigene durante unos
minutos. Mientras tanto podemos ir preparando el resto de los ingredientes.
2.- A continuación vamos a cocer las espinacas. Llenamos dos ollas grandes de agua. A
una de ellas le añadimos un puñadito de sal y la llevamos a ebullición. Cuando rompa a
hervir añadimos las espinacas. Dejamos que cuezan aproximadamente un minuto y
retiramos las mismas a la olla de agua fria. Así cortaremos la cocción de las espinacas y
evitaremos que pierdan propiedades y mantengan el color verde.
3.- Ahora vamos con el aguacate, al que vamos a retirar la pulpa ayudándonos de una
cuchara, repasándolo por los bordes y eliminando el
hueso central. Cortamos el aguacate en tiras, en forma
de bastoncillos y añadimos unas gotitas de limón para
dar sabor y evitar que se oxiden. Los reservamos en
un plato.
4.- Untamos una loncha de salmón con el la crema de
queso. En el lateral por el que empezaremos a enrollar
colocamos los bastoncitos de aguacate, junto con un
poco de los palitos de cangrejo también en forma de
tiras o bastoncillos, un puñado de las espinacas bien escurridas y un poquito de eneldo
picado.
5.- Enrollamos con cuidado, procurando que los ingredientes queden juntos en el centro.
6.- Cuando hayamos acabado de hacer todos los rollitos, espolvoreamos con un poco más
eneldo.

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