Este paradigma se rompió tras la llegada de la “revolución del petróleo no convencional”, que inicia
en Estados unidos alrededor del 2010. Esto se logra gracias a la confluencia de una década de precios
elevados del petróleo y del avance en técnicas de perforación horizontal y de fracturación hidráulica,
que inicialmente permitió el acceso a grandes volúmenes de gas y posteriormente de petróleo,
atrapados en explotaciones existentes, pero cuya extracción no era viable económicamente con los
métodos tradicionales, a pesar de que esta manera de explotación era muy costosa, se esto se logró
gracias a que Estado Unidos cuenta con un marco legal que otorga los derechos del subsuelo a los
propietarios del suelo, lo que llevo a una gran facilidad para el acceso a la financiación externa de
proyectos novedosos de reducido tamaño y con una infraestructura productiva.
Antiguamente, las operadoras se veían como competencia las unas a las otras, por lo que cada una
pagaba por sus propios estudios de curva de aprendizaje.
Este paradigma se logró modificar gracias a la llegad a de los no convencionales, al menos en países
como Estados Unidos y Argentina; país el cual ha visto este cambio con buenos ojos, y ha respaldado
la idea del intercambio de información clave que permite ahorrarse gastos y nutrirse de información
valiosa, además de realizar acuerdos con universidades.
Tal vez en unos años esta percepción cambie, debido a los grandes avances tecnológicos, es posible
que se desarrollen o se mejoren las formas de explotación de yacimientos no convencionales,
logrando así que este proceso sea completamente seguro.
En un futuro este concepto podría cambiar, puesto que la tecnología avanza a pasos agigantados y
ene esta industria la tecnología juega un papel muy importante, ya que estos desarrollos pueden
hacer que los costos de operación se reduzcan considerablemente, así como también se podría
contar con mejores equipos para la exploración, mejorando así la probabilidad de encontrar
yacimientos potencialmente productivos, así como también con el avance tecnológico se podría
ayudar a que se realicen explotaciones de en yacimientos no convencionales los cuales podrían
aumentar considerablemente la producción de hidrocarburos, de la misma forma que lo realizaron
países como: Estados Unidos, China, Canadá y Argentina