3.

En base a su rol como profesional en formación, teniendo en cuenta que los

dilemas éticos nos enfrentan a diferentes situaciones que confrontan los principios
y valores personales, propongan al menos 2 nuevos cursos de acción posibles con
su respectivo desenlace (decisiones que podría haber tomado la persona
involucrada en el caso y sus diferentes impactos).
Curso de acción 1: Armando confiaba en que el trabajo que realizaba estaba
perfecto y que el grupo de personas que tenía a su cargo eran leales con él, confiado
de que nadie lo “traicionaría” y que el fin u objetivo que todos tenían era poder
realizar este tipo de conductas con la recompensa de que sus sueldos aumentarían
significativamente cada fin de mes por el hecho de ayudar a la empresa a tener
mayores ganancias. Dentro del personal que tenía a su mando, hubo una persona
que denuncia este caso, recopilando la evidencia necesaria para poder demostrar
la verdad del fraude. Aquellas personas involucradas en el embuste debieron
pagaron con cárcel, incluido Armando, quien llevó una de las penas más altas por
ser el creador de las estrategias para realizar el fraude, perdiendo su credibilidad
como profesional.
Curso de acción 2: Armando pide un monto mayor de sueldo el que es negado, por
lo que se molesta y comienza a amenazar de que si no aceptan lo que él les pide
los denunciara por fraude en evasión de impuestos. Los jefes molestos con la
situación deciden echarlo de la empresa lo que conlleva a la furia de Armando, por
lo que denuncia a la empresa, culpando de la responsabilidad a los dueños
afirmando que era obligado a realizar dichas evasiones.
4. En base al ejercicio planteado en el punto anterior, seleccione la propuesta (curso
de acción) que considere más apropiada desde el punto de vista ético y
fundamenten su respuesta analizando los impactos que podría tener, indicando
cuales principios éticos se resguardan al tomar esta decisión.
Seleccionamos el curso de acción 1, porque consideramos que es la más apropiada
y posible de que ocurra, ya que la ética y la moral van de la mano, el trabajador que
denuncia estos actos lo hace porque en el fondo sabe que lo que se realiza es ilegal
por más que crean que están contribuyendo al país, y prefiere desempeñarse de
manera honesta sin exponerse a situaciones de riesgo que puedan concluir en la
cárcel. Logró recopilar la evidencia suficiente de que existía una evasión de
impuestos en la empresa, contando de que Armando era el responsable de los
métodos administrativos y autor de la información económica, quien daba fe cuando
suscribía un documento que expresaba su opinión sobre los hechos económicos de
la empresa. Aunque tuviera el respaldo desde los jefes hasta el de los trabajadores
de la empresa para delinquir, no se libraría de pagar por lo hecho, el pago de los
impuestos es obligación de cada residente de la nación y el deber como jefe del
departamento de Contabilidad su tarea debió haber sido un profesional honesto y
transparente, no haber dejado tentarse por el dinero arriesgado su reputación,
profesión y libertad. En el artículo 55 del Código de Ética de los contadores se
menciona que se aplican sanciones cuando abandonan las obligaciones que le
corresponden profesionalmente en el cumplimiento de sus deberes, con perjuicio
para el Estado o terceros, además de que existan alteración en la veracidad de la
contabilidad para favorecer a los clientes ilegalmente con perjuicio para el Estado.